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Qué es la obsolescencia programada

Todos los productos tienen una vida útil más o menos


alargada. Distinguimos dos tipos de obsolescencia:
 Obsolescencia por desgaste o evolución: antes de
surgir la obsolescencia programada, los productos
quedaban obsoletos debido al desgaste natural de su
uso, o por el surgimiento de una tecnología mucho
mejor que los reemplazaba.
 Obsolescencia programada: es la más habitual hoy
en día. En este tipo de obsolescencia, la empresa
que diseña el producto decide el tiempo de vida útil
del mismo, según su interés por vender más cantidad
de dicho producto o para dejar paso al siguiente
modelo que se puede poner de moda.
Así, la obsolescencia programada es una estrategia
empresarial que consiste en restringir la vida útil de los
productos con los que comercia. El fin de esta estrategia
es muy claro: generar nueva demanda para que la empresa
pueda seguir manteniendo unos niveles altos de ventas.
Pongamos un ejemplo muy claro: si una empresa que
produce ordenadores fabrica ordenadores que duran 20
años, en 20 años venderá un solo ordenador por cliente, es
decir en 20 años venderá 20 ordenadores. Sin embargo, si
produce ordenadores con una vida útil de 10 años, en ese
mismo periodo de tiempo habrá vendido el doble, es decir
en 20 años habrá vendido 40.
Esta estrategia tiene importantes repercusiones en la
industria, la economía, la sociedad y, muy especialmente,
en el medio ambiente, como veremos más adelante.
Dentro del marco "obsolescencia programada", podemos
encontrar tres estrategias básicas:
 Obsolescencia de función: sale al mercado un
producto con nuevas funciones.
 Obsolescencia de calidad: la empresa introduce
alguna pieza en el producto que aguantará sólo
durante el periodo de tiempo en el que esté vigente la
garantía del mismo. Además, diseñan los productos
de forma que sea menos rentable la reparación que la
compra de un nuevo artículo.
 Obsolescencia de deseo: no se cambia apenas el
producto, pero se genera el deseo en el consumidor
de comprar uno nuevo. Un ejemplo paradigmático es
la industria de la moda.

Ejemplos de obsolescencia programada


El documental "Comprar, tirar, comprar", cuyo título alude a
la evidente dinámica consumista el la que estamos
inmersos, nos proporciona algunos ejemplos de
obsolescencia programada que son especialmente
representativos de este problema:
 Bombillas: las primeras bombillas que se produjeron
estaban diseñadas para funcionar el mayor tiempo
posible. Después se introdujo un filamento de menor
grosor que se rompía más fácilmente para que se
tuvieran que comprar más a menudo. Este es uno de
los principales motivos de Por qué usar bombillas
LED.
 Medias de nylon: igualmente, las primeras medias se
hacían con hilos más gruesos y un intrincado más
resistente. Al cambiar estas características, se
hicieron comunes las ya ahora inevitables carreras en
las medias, que nos llevan a tirarlas y comprar otras.
 Baterías de los teléfonos móviles o celulares: este
es un ejemplo de un producto mucho más actual.
Hace unos años se podían cambiar sin problema.
Ahora algunas compañías han impedido que el
usuario no pueda acceder a la batería, impidiendo por
completo su reemplazo.
Ventajas y desventajas de la
obsolescencia programada
Otro tema a tener muy presente sobre este tipo de
obsolescencia, es conocer bien cuáles son las ventajas y
desventajas de la obsolescencia programada. Aquí
mencionamos las principales:
Ventajas de la obsolescencia programada
 Fomento de la economía: la economía capitalista
necesita estar en constante crecimiento para no
colapsar. La obsolescencia programada sirve a este
propósito.
 Más creación de trabajo: en principio, al haber más
demanda de productos, más personas pueden
encontrar trabajo en las distintas partes del proceso
de producción, desde el diseño hasta la fabricación y
muchos más. No obstante, no significa que sin esta
obsolescencia no pudiera haber otra gran variedad de
trabajos relacionados con los mismos productos.
Desventajas de la obsolescencia
programada
 Genera residuos: la producción y la venta constante
de todo tipo de productos hace que se generen toda
clase de residuos de distintos materiales, tanto
reciclables como no reciclables. Estos residuos
acaban contaminando de una forma u otra, por ello es
importante la reducción del consumo, según la teoría
de las 3R de la ecología.
 Genera otros impactos ambientales: gran consumo
de agua, de energía proveniente de diversas fuentes
y de recursos naturales en general, como materias
primas para los productos.
 Falta de respeto por el consumidor: por una buena
parte de la población, este comportamiento por parte
de las empresas es poco ético, tanto para los propios
consumidores, pues también hay productos muy
caros a los que se les da una vida muy corta, como
para el medio ambiente. Muchos de estos usuarios
acaban por comprar productos similares de otras
marcas y/o calidades.
Cómo afecta la obsolescencia
programada a la generación de residuos
La obsolescencia programada tiene un claro impacto en la
generación de residuos, ya que impulsa la economía
mundial al consumo de recursos que en última instancia
acabarán como residuos.
Tengamos en cuenta que la obsolescencia programada no
se enmarca en la llamada "economía circular", por lo que
los residuos que se generan no están pensados para
reintroducirse en el ciclo de producción. En el mejor de los
casos, estos residuos serán reciclados, con el
correspondiente gasto energético. En el peor, y esto ocurre
a menudo, acabarán generando graves problemas
medioambientales.
Muchos de estos productos están relacionados con la
tecnología, uno de los sectores que avanza más deprisa
actualmente, y por ello te recomendamos leer este otro
post de EcologíaVerde sobre Qué hacer con la basura
tecnológica.
Qué podemos hacer para evitar la
obsolescencia programada
Estos son algunos consejos para evitar consumir
productos con obsolescencia programada o, al menos,
reducir su presencia en nuestra vida si así lo queremos:
 Recordemos la simples reglas de las Rs: lo primero,
siempre, es reducir.
 Constantemente estamos siendo bombardeados por
anuncios que nos instigan a consumir variedad de
artículos. Pero antes de comprar,
podemos preguntarnos si realmente
necesitamos lo que nos estamos planteando: "si mi
teléfono funciona, ¿necesito uno de última
generación?" Recordemos precisamente que una de
las modalidades de obsolescencia programada no es
generar un cambio en el producto, sino un deseo en
el consumidor. Esto nos lleva además a otro tipo de
reflexión, como por ejemplo: "¿de verdad va a aportar
valor a mi vida el tener un armario lleno de ropa que
no me pongo? ¿Mis amigos me van a apreciar más
porque me compre un coche nuevo?". La gran
mayoría de la publicidad no vende un producto
concreto, vende un ideal de vida a través de un
producto. Dejarnos llevar por la vorágine consumista
que nos promete la felicidad puede alejarnos,
precisamente, de la vida plena que queremos
alcanzar.
 En última instancia, siempre vamos a necesitar
productos que consumir. Hay empresas responsables
que ya se han hecho eco de esta problemática, que
incorporan a su actividad el llamado "diseño
sostenible". Buscar estas empresas y consumir lo
que tengan que ofrecer ayuda, no solo a reducir
residuos directamente y a hacernos consumidores
más responsables, sino también a fomentar la
expansión de este tipo de empresas.

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