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FACULTAD DE DERECHO
AÑO 2020
SILENCIO ADMINISTRATIVO POSITIVO
Así las cosas, en nuestro ordenamiento jurídico se contempla la posibilidad de que los
actos administrativos surjan en lo que se ha denominado como “Silencio Administrativo
Positivo”, dando origen a lo que la doctrina ha definido como acto ficto o presunto.
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Abogada titulada de la Universidad Autónoma Latinoamericana. Email: vane.giraldo1309@gmail.com
2
Corte Constitucional, Sala Plena. Sentencia C-1436 de 2000 (MP. Alfredo Beltrán Sierra; 25 de Octubre de 2000)
Abstract: Sentence C-1436 of 2000 maintains that "The Administrative Act is the
manifestation of the Administration, aimed at producing legal effects, either by creating,
modifying or extinguishing rights for the administered or against them."
Administrative silence occurs with the omission by the Administration by not responding
to requests duly established by citizens, when these responses must be given in the
terms expressly indicated by law.
In such a way, that in the face of the lack of action or express manifestation of the
Public Administration, when petitions are raised in the terms established in Article 15 of
Law 1437 of 2011, there is the possibility that positive effects are generated in favor of
the petitioner.
Thus, our legal system contemplates the possibility that administrative acts arise in what
has been called "Positive Administrative Silence", giving rise to what the doctrine has
defined as a fictional or presumed act.
Este artículo contiene un análisis sobre el silencio administrativo y tiene como fin
generar una reflexión crítica en los lectores, acerca de la necesidad de una oportuna
respuesta por parte de la Administración cuando se produce una petición en el marco
de la Ley 1437 de 2011, articulo 15, que señala lo siguiente:
1. Acto Administrativo
2. Silencio Administrativo
2.1. Negativo
2.2. Positivo
3. Excepciones
Al finalizar con este recorrido general, se procederá a analizar la pregunta central del
análisis, para concluir con una reflexión crítica de si se hace necesario o no para el
peticionante notificarle a la Administración Pública cuando se configura el silencio
3
Bernal, FJ. (2008). Programa Administración Pública Territorial. Bogotá.
administrativo positivo, esto es previo a la protocolización de que trata el artículo 85 de
la Ley 1437 de 2011.
2. ACTO ADMINISTRATIVO
La misma Corporación en Sentencia C-620 de 2004 afirma que “el acto administrativo
es la declaración de voluntad, de juicio, de conocimiento o de deseo realizada por la
administración en ejercicio de una potestad administrativa distinta de la potestad
reglamentaria”.
Por otro lado, y de forma más puntual para el caso que aquí nos convoca, los artículos
66 y 67 de la Ley 1437 de 2001 hacen referencia a la notificación que se debe surtir en
los actos administrativos de carácter particular. Al respecto señala:
3. SILENCIO ADMINISTRATIVO
La sentencia C-304 de 1999, hace hincapié en la defensa del derecho de petición que
se encuentra consagrado en la Constitución Policita de Colombia en tanto menciona
que
El legislador tenía que ofrecer a las personas los mecanismos idóneos para
que, pese al incumplimiento del deber de las autoridades, pudieran encontrar
respuesta positiva o negativa en torno a lo pedido. Y, por supuesto, bien
podía la ley, sin violentar la Constitución, señalar efectos jurídicamente
valiosos al silencio administrativo, en relación con el contenido de lo que el
peticionario pretendió al formular la petición. Por eso, la consecuencia positiva
o negativa del silencio depende de la libre evaluación del legislador, dentro
del ámbito de sus atribuciones constitucionales.
Consideremos además que esta omisión constituye directamente una falta a los
postulados de Administración Pública y a los fines consagrados en la Constitución
Política, a manera de ejemplo el Artículo 2 de la Carta Política nos habla de la
efectividad de los principios, derechos y deberes constitucionales y garantizar la
participación de todos.
Así las cosas, el silencio administrativo puede ser negativo o positivo, siendo el
negativo la regla general estipulada por la Ley 1437 de 2011:
Consiste en una ficción para que vencidos los plazos de ley sin una respuesta
por parte de la administración, se genere un acto ficto por medio del cual se
niega la solicitud elevada, acto que el administrado puede recurrir ante la
misma administración o la jurisdicción.
Así las cosas, no nos vamos a detener en mayores consideraciones ni análisis frente a
esta posibilidad que ofrece el silencio administrativo en su faceta negativa, bastará con
la definición previamente dada para tener un breve acercamiento sobre la naturaleza
del mismo.
Para lo que a este artículo interesa definiremos el silencio administrativo positivo como
aquel, que es la excepción a la regla general del silencio administrativo negativo, es
decir, ante la no respuesta a la petición interpuesta a la Administración Pública,
transcurridos los términos legales se considera que se resuelve a favor del
peticionante, pero procede únicamente frente a los casos concretos señalados por la
ley.
El Consejo de Estado en esta misma Sentencia menciona que existen diferencias entre
el acto ficto negativo y el acto ficto positivo, pero una de ellas, y desde mi punto de
vista una de las más relevantes, es:
En otra de las pronunciaciones del Consejo de Estado señala que la doctrina moderna
del derecho administrativo ha reiterado
"Que el silencio administrativo positivo no es una decisión, sino que la ley le
da los efectos de ésta, con el fin de evitar que los derechos de los
administrados no sean objeto de burla o para prevenir arbitrariedades de la
administración que omite decidir una petición”.
i)Que la ley le haya dado a la Administración un plazo dentro del cual debe
resolver la petición, recurso etc.; ii) que la ley contemple de manera expresa
que el incumplimiento del plazo tiene efectos de silencio positivo; y iii) que la
autoridad que estaba en la obligación de resolver, no lo haya hecho dentro del
plazo legal.
El termino para que se cuente la constitución del acto ficto positivo como lo menciona el
artículo 84 de la Ley 1437 de 2001 es “a partir del día en que se presentó la petición o
recurso” y estará sujeto a revocación directa en los términos de la misma Ley, de
conformidad con lo reglamentado por el artículo 93. Desde el mismo momento en que
se configura el silencio administrativo positivo, no se tiene potestad por parte de la
Administración de dar respuesta a lo solicitado, su única forma de intervenir seria a
través de la Revocación directa, claro está, desde que se cumplan los presupuestos
establecidos en la Ley para la misma.
Un primer ejemplo lo trae Decreto 1751 de 1991 por medio de la cual se expiden
mecanismos de saneamiento aduanero, en su artículo 13 señala:
Un segundo ejemplo lo contempla el Decreto 1469 de 2010, por medio del cual se
reglamentan las disposiciones relativas a las licencias urbanísticas; al reconocimiento
de edificaciones, es su artículo 34 encontramos como se configura el silencio
administrativo.
Finalmente, la Ley 142 de 1994, subrogado por el artículo 123 del Decreto 2150 de
1995.
Es posible afirmar que el nacimiento a la vida jurídica del Acto Administrativo que se
origina como consecuencia del Silencio Administrativo Positivo, es un acto complejo, ya
que requiere no solo la omisión por parte de la Administración Pública frente a la
petición realizada, sino que también se hace necesario que el efecto producido con ese
Silencio sea protocolizado, de conformidad con lo ordenado por el Artículo 85 de la Ley
1437 de 2011.
Por otro lado la Corte Constitucional en Sentencia C-875 de 2011 menciona al respecto
Ahora bien, los efectos que se producen cuando el acto administrativo positivo está en
firme y cumpla con elementos de existencia y validez, se deben enmarcar en el
Principio de la Confianza Legítima, pues la administración a pesar de su negligencia en
el surgimiento del acto ficto positivo no puede alterar los derechos adquiridos fruto de la
omisión de la Administración, lo menciona la Sentencia C-131 de 2004.
En ese mismo sentido para dar respuesta a nuestra pregunta inicial de si se debe
notificar por parte del peticionante a la administración cuando se configure el silencio
administrativo positivo para proceder con la protocolización, la conclusión seria que no,
pues la única carga de que habla la Ley 1437 de 2011 a favor del peticionante es que
realice la protocolización con sus respectivos anexos, de forma tal, que habiendo
realizado este trámite el silencio administrativo positivo nace la vida jurídica con todos
los efectos necesarios.
Ahora bien, también existen algunas excepciones que nos hablan de que en ocasiones
no es necesario realizar la protocolización pues es deber de la administración
reconocer el acto administrativo positivo que surgió de la omisión de su respuesta.
CONCLUSIÓN
Para concluir este breve análisis, que lo que pretende es dar una visión general de un
tema bastante complejo, como es el Silencio Administrativo Positivo, pes posible afirma
que desde el punto de vista legal, jurisprudencia, doctrinal y constitucional, existe un
consenso frente a las cargas que los particulares debemos soportar frente a la
Administración Pública.
En ese orden de ideas, puedo concluir que resulta inaceptable frente al particular exigir
requisitos adicionales a los establecidos por la Ley, dado que frente a la Administración
soporta una posición de debilidad, que además tuvo que soportar la omisión y la
vulneración de su derecho fundamental por parte del Estado.
BIBLIOGRAFÍA
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