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Título
Profesora
Juani Sánchez
Estudiante
Esta es una cita que me gusta mucho y que da mucho que pensar sobre todo cuando se dice que
la curiosidad es el motor de la motivación por ende la base del aprendizaje. Las emociones y la
motivación dirigen la atención de los estudiantes, y son las que deciden qué informaciones se
guardan en la memoria y, por tanto, se aprenden, como bien queda establecido en el enfoque
conductual una conducta se fortalecerá con un estímulo positivo mientras que otras desaparecen
con un estímulo negativo.
Hoy en día he aprendido lo cierto que es que las emociones influyen en el aprendizaje, en la
actualidad teniendo más conocimiento acerca de la didáctica y el funcionamiento del cerebro me
doy cuenta de que cuando un niño no siente un estímulo positivo no le entra la curiosidad por
aprender, es por eso que, a los niños pequeños, por ejemplo, se les ejemplifica mucho con
dibujos, imágenes y videos llamativos, para llamar su atención y así facilitar la entrada de
conocimiento. Mediante muchos estímulos que le llamen la atención el cerebro no tendrá
descanso queriendo captar cada información que se le suministre fascinando así a los niños/as
ayudándolos a desarrollar cierta plasticidad cerebral facilitando las conexiones entre sus
conocimientos previos y en el que en un futuro adquirirán.
En mi vida he tenido muchos profesores que no me han dejado muchos estímulos positivos que
digamos como por ejemplos: responder de una manera grosera, negándose a repetir los
conocimientos, y dejando a los estudiantes sin una guía por el temor que le tenían a preguntar o
su reacción por su pregunta dejando a los estudiantes sin las competencias necesarias.
Son tantos los estímulos negativos que se crea un aura en torno a un profesor que imposibilita el
aprendizaje.