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EXPOSICIONES grupo 3
CASO 1: ORIFLAME
Oriflame, fundada en Suecia en 1967 por Jonas y Robert af Jochnick y Bengt Hellsten, y
registrada en el Nasdaq OMX desde 2004, es una compañía multinacional de productos de
belleza con “ventas directas” y presencia en más de 60 países. Para esta compañía, las
zonas más grandes del mundo, así como las de crecimiento más veloz, son Turquía, África
y Asia, las cuales representan 35% de sus ventas a finales de 2015, y estaban seguidas muy
de cerca por la zona de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) que antes fuera la
dominante. La empresa se ha expandido con rapidez gracias a que ha entrado a más de 45
nuevos mercados desde 1990. Oriflame opera por medio de una División de Comercio
Global, la cual reúne las funciones centrales de las ventas, la comercialización y la cadena
de suministro. Además, cuenta con una Organización de Regiones Descentralizadas, lo
cual le permite aplicar una estrategia coordinada enfocada en sus cuatro zonas de
negocios globales: Latinoamérica, Europa, África y la CEI, Asia y Turquía.
Oriflame cuenta con 7.500 empleados y vende más de mil productos por medio de una
fuerza de ventas compuesta por alrededor de 3.600.000 consultoras. La compañía ofrece
planes de incentivos de ventas a estas consultoras de su red y también los usa para captar
a otras nuevas.
Las oficinas centrales de Oriflame están ubicadas en Suiza y Luxemburgo, pero la
compañía recurre enormemente a su legado sueco para los nombres de marca de sus
productos, los cuales promueven los valores de lo natural, lo progresista y lo ético. La
compañía misma fabrica más de 50% de sus productos en cinco plantas fabriles, ubicadas
en Suecia, Polonia, China, Rusia y la India, y subcontrata el resto de la producción por vía
del outsourcing.
Oriflame se posiciona como una “compañía de cosméticos con ventas directas” y no como
una compañía de ventas directas que ofrece productos de belleza. Su modelo de ventas,
adoptado desde que la organización fue concebida, elimina a los mayoristas y a los
minoristas de su cadena de distribución. La industria de los cosméticos está considerada
como uno de los sectores de los productos de consumo que crece a mayor velocidad y la
más importante dentro del sector de las ventas directas, que representa alrededor de la
tercera parte del total mundial de las ventas directas. Los cosméticos y los productos de
aseo personal representan 61% de las ventas directas registradas en Europa Central y
Europa del Este. 40% de esta cifra corresponde a Sudáfrica, pero para Norteamérica
apenas llega a 17%. El hecho de que Oriflame sea una compañía de cosméticos con ventas
directas significa que compita con los principales fabricantes de cosméticos y de otras
compañías con ventas directas, tanto tratándose de los consumidores finales como de las
consultoras de ventas. La industria está muy fragmentada y se caracteriza por un grado
muy elevado de rivalidad. Algunos de los principales competidores identificados de
Oriflame son L’Oréal, Procter & gamble y Unilever, así como Avon y Mary Kay.
La compañía desarrolla productos con gran rapidez y los descontinúa con regularidad a
efecto de mantener una oferta constante de productos nuevos que generen ventas. El
instrumento central de la comercialización y las ventas es el catálogo de productos, el cual
se publica en 40 idiomas cada tres semanas. La planeación de cada catálogo antes de su
publicación toma un año y presenta una mezcla de los productos y las marcas existentes
de ofertas para las estaciones, así como algunas locales dirigidas a mercados específicos.
Desde 2011 las consultoras también han tenido a su disposición aplicaciones de iPad para
acceder a las presentaciones y el catálogo de Oriflame.
A partir de 2012, tras una década de crecimiento veloz y de un magnífico desarrollo, en
particular en la zona de la CEI, Oriflame empezó a encontrar que cada vez le resultaba más
difícil mantener ese mismo ritmo. Fue más lenta de lo pronosticado para recuperarse de la
crisis financiera y además había surgido otros retos externos. Por ejemplo, en 2010, las
nuevas normas para registrar productos en Rusia e Indonesia afectaron las ventas de
forma muy negativa, además de que las autoridades de Irán cerraron las instalaciones de
la compañía en ese país. En 2014-2015, concluyó un largo pleito en torno a los impuestos
en Rusia, pero la resolución no favoreció a Oriflame y el impacto monetario, incluyendo
las sanciones, también fue negativo. Lo anterior, sumado a la severa devaluación de la
moneda rusa y las de las zonas circundantes, significó un duro golpe para sus márgenes.
Ante estas dificultades en algunos de sus principales mercados, el desempeño sólido de
Oriflame en las zonas clave de Latinoaméricca, Turquía, África y Asia adquirió mayor
importancia. Así, la compañía dirigió gran parte de su enfoque a explorar más los
mercados crecientes y a volver al crecimiento sostenible en la CEI y Europa, inclusive con
aumentos de precios, pero al parecer era necesario que hiciera algo más.
En 2016, el CEO, Magnus Brannström, habló con la empresa acerca de los planes de
expansión. Como era de esperar, se refirió a la importancia de los mercados emergentes,
como China y la India, pero también comentó que la compañía pensaba iniciar
operaciones en Norte y Sudamérica a mediano plazo. Oriflame había tratado el mercado
de Norteamérica con particular cautela. Avon, con sede en Estados Unidos, había
dominado tradicionalmente en ese país, pero en 2015, tras cuatro años de disminución de
sus ventas, esa compañía había vendido la mayor parte de sus negocios en el mercado
doméstico con el propósito de adelgazarse.
En 4 de febrero de 2016, Apple recuperó su sitio como la empresa más valiosa del mundo,
con una capitalización de mercado de más de 530 mil millones de dólares. Rebasó a la
compañía matriz de Google, Alphabet, que sólo pudo mantener ese sitio privilegiado por
dos días. Para lograr lo anterior, Apple superó al gigante petrolero Exxon Mobil, pues en
2012, el valor de mercado de esta empresa de tecnología era apenas de 94 mil millones de
dólares. Este notable desempeño fue apuntalado por las ventas de los productos iPad y el
más reciente iPhone de la compañía, y esto a pesar de que Steve Jobs, la fuerza impulsora
de la compañía, falleció en octubre de 2011.
En septiembre de 1997, el cuadro era muy diferente: cuando Jobs regresó a dirigir la
organización que había fundado en la década de 1970. Apple estaba cerca de la
bancarrota, y Jobs transformó la organización, de ser un fabricante de computadoras
personales (PC) en decadencia, a ser una de las mejores organizaciones del planeta, con
intereses en las industrias de la música, la telefonía móvil y de reproductores multimedia,
mediante una serie de estrategias bien diseñadas y ejecutadas. Sin embargo, su primera
acción fue reducir Apple a un tamaño que se ajustara a su posición real en la industria –la
de un jugador de nicho en una industria altamente competitiva. De 1997 a 1999, la
organización se enfocó en un número limitado de productos –la computadora iMac y la
notebook iBook. Se redujeron los niveles de distribución y personal y la mayor parte de la
manufactura se trasladó a Taiwán. Todavía en 2011 la mayoría de la manufactura de los
dispositivos de Apple se subcontrataba. Para fines de 1999, Apple estaba de vuelta en
números negros y el precio de sus acciones había alcanzado su máximo de todos los
tiempos.
Pero fue el lanzamiento de iPod en 2001, seguido por el servicio de iTunes en 2003, lo que
comenzó la transformación de Apple. Estos productos movieron a la organización de su
nicho de cumputadoras al mercado de electrónica de consumo. Apple dominó pronto el
mercado de descargas digitales con una participación de 70%, a pesar de no ser el primero
ni el mejor reproductor de música digital. Los consumidores se vieron atraídos por el
diseño icónico del iPol, a pesar de competidores como Sony y Microsoft. A su vez, el
iPhone, lanzado en 2007, era visto como un producto revolucionario, que tomaba la
integración de las telecomunicaciones, el internet y otros dispositivos electrónicos de
consumo, iniciada por organizaciones como RIM y Nokia, a un nivel más elevado de
refinamiento. El iPhone tenía una amplia gama de características exclusivas y fue
aclamado por la revista TIME como la Invención del Año en 2007. El lanzamiento del
iPhone coincidió con un dramático crecimiento en el sector de los teléfonos inteligentes
de la industria de las telecomunicaciones móviles portátiles, que atrajo a otros nuevos
participantes como HTC (la organización detrás del Nexox One de Google), Samsung y
Microsoft. La capacidad de innovar de Apple sobre lo que parecía ser una base casi
constante, la había mantenido en el liderazgo del mercado. Para 2016, Apple estaba ya en
el iPhone 6 y había ingresado también al mercado de las computadoras de tableta con el
iPad, lanzada en 2010. Apple adquirió Beats Music en mayo de 2014 para consolidar su
posición en el negocio de la música. Apple Music, que combinaba los elementos de radio
por internet de Beats, el servicio de iTunes y un nuevo sitio musical de streaming, se lanzó
en 2015. La iniciativa más reciente de Apple se relaciona con la tecnología portable: el
lanzamiento del iWatch, reloj de Apple, en abril de 2015.
En cada uno de los nuevos sectores en que han ingresado, los productos de Apple parecen
convertirse en el estándar por el cual se juzgan otros dispositivos. Por ejemplo, cada vez
que se lanzaba un nuevo teléfono inteligente, los medios de difusión especulaban si sería
un “matador” del iPhone. Esto puede haber sucedido porque se subestimaba la estrategia
que sostenía cada lanzamiento. Los dispositivos electrónicos pueden ser relativamente
fáciles de copiar, que es la razón por la que Apple se ha visto envuelta en una serie de
disputas sobre patentes con la competencia que se van complicando. Sin embargo, cada
dispositivo es parte de una plataforma, más que un producto aislado: el iPod tiene iTunes,
el iPhone tiene una amplia gama de aplicaciones, que van desde juegos hasta
recomendaciones de restaurantes, y el iPad combina una variedad todavía más amplia de
funciones, que incluyen el acceso a libros electrónicos, películas e internet. Cada uno de
estos dispositivos se enfoca a un mercado de alto crecimiento, aunque no está claro
cuánto ha agregado cada nuevo producto al crecimiento de ese mercado en sí.
En 2015 SABMiller era la segunda empresa cervecera más grande del mundo. Con oficina
matriz en Inglaterra, la empresa tenía sus raíces en Sudáfrica, donde había sido fundada
en 1895 como South African Breweries. SABMiller siempre tuvo una fuerte presencia en
economías emergentes, y en 2015 alrededor de 72% de sus ingresos se originaron en
estos mercados. La estrategia de la compañía reflejó esto en diversas formas. SABMiller se
enfocó en tres prioridades estratégicas:
Manejar la mezcla de productos dentro del negocio–. SAB Miller creció su negocio de
otras bebidas mediante una serie de alianzas con embotelladores y distribuidores
locales, como Castel en África, y también como resultado de una nueva relación con
Coca-Cola. Un convenio firmado en noviembre de 2014 creó Coca-Cola Beverages África,
dedicada al embotellado y distribución de bebidas refrescantes en 23 países de ese
continente. El renglón de las bebidas refrescantes creció 8% en África durante 2015, lo
que duplicó el crecimiento promedio del sector. SABMiller también se movió hacia áreas
de nuevos productos con nuevas cervezas de sabores, como Reed’s Apple Ale, así como
sidras y radlers (una fusión de cerveza con bebidas de fruta).
Las utilidades de la empresa siguieron firmes en 2015, con 4.8 mil millones de dólares, a
pesar de los riesgos asociados con las fluctuaciones de las divisas –un asunto importante
para una organización que opera en 80 países– y su capitalización de mercado fue de 85
mil millones de dólares, lo que la hace una de las 100 máximas compañías globales, de
acuerdo con PwC, un despacho global de contabilidad y consultoría.
A fines de 2015, SABMiller llegó a un acuerdo con Anheuser Busch In-Bev para crear la
cervecería más grande del mundo, con una estimación de 30% de las ventas globales de
cerveza. Sin embargo, en abril de 2016 este acuerdo, que valía más de 106 mil millones de
dólares, fue cuestionado por muchos de los reguladores de competencia del mundo. En
particular la Comisión Sudafricana de Competencia todavía tenía que aprobar la fusión. En
otras regiones, la nueva empresa tendría que vender algunas de sus subsidiarias y marcas
para obtener la aprobación de esta megafusión.
CASO 4. RECONSTRUCCIÓN DE LA REPUTACIÓN DE SIEMENS
En julio de 2007, cuando Peter Löscher asumió el cargo de director ejecutivo de Siemens,
el coloso de la ingeniería, sabía que una de sus tareas fundamentales sería reconstruir la
reputación de la compañía. Las acusaciones de corrupción y de pagar sobornos para
obtener contratos en varios países, derivadas de la conducta de la dirección anterior,
habían manchado el nombre de la empresa alemana. El resultado de todo aquello había
sido el despido de varios ejecutivos y que, en 2008, Siemens había tenido que pagar 2.000
millones de euros por concepto de multas y gastos asociados para llegar a un acuerdo con
autoridades de Alemania y Estados Unidos. La compañía también había perdido nuevos
negocios, en el caso del gobierno de Nigeria salió a la luz que sólo un cliente había
cancelado contratos después de las acusaciones de los sobornos.
Peter Löscccher realizó una serie de cambios muy importantes para asegurarse que el
personal de la compañía actuaba de acuerdo con las normas y políticas de la organización.
Empezó por constituir una unidad de control mucho más grande, con 600 especialistas, y
por crear una posición dentro del consejo de administración encargada en cuestiones
legales y de cumplimiento de los lineamientos de la compañía. Siemens ya contaba con
sistemas de control para el cumplimiento de sus lineamientos antes del escándalo, pero
según Andreas Pohlmann, el director general de área de control del cumplimiento de los
lineamientos de la compañía, los valores no estaban verdaderamente arraigados en la
cultura de las compañías, ni habían sido comunicados de forma efectiva
El desarrollo de un conjunto claro de principios fue el primer paso del proceso para
comunicar el nuevo planteamiento de Siemens respecto del cumplimiento de los
lineamientos de la compañía. Los nuevos discursos sólo hablaban de ‘las actividades de
Siemens que sólo incluyen negocios legales’ y la compañía no tolerará que se violen las
leyes ni las reglas que incluye su cumplimiento de sus lineamientos. Para subrayar el
nuevo compromiso, Löscher firmó la carta del Pacto Global de las Naciones Unidas surgido
de la convención de la ONU contra la corrupción. Sin embargo, la compañía también se
dio cuenta que el cumplimiento de sus lineamientos tenía que ser mucho más que un
conjunto de principios. Se incluyeron responsabilidades claras a lo largo de la cadena de
mando de todas las operaciones de la compañía en 190 países. Además, las medidas del
cumplimiento pasaron a ser parte del sistema de remuneración de la compañía y de las
metas establecidas para todos los ejecutivos de la organización.
Referencia bibliográfica:
Thomson, A., Strickland, A. y Janes, A. (2018). Administración estratégica. Teoría y casos.
Bogotá: Mc Graw Hill.