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Organización, Diseño Organizacional, Cultura y Valores, Clima Organizacional y Motivacion Laboral
Organización, Diseño Organizacional, Cultura y Valores, Clima Organizacional y Motivacion Laboral
CONCEPTO DE DISEÑO
MODERNA
Generalmente la Identidad Corporativa suele definirse, en una interpretación
limitada como un sistema de identificación visual: marca, logotipo, símbolo,
colores, tipografía, etc, recopilado en forma de un manual donde se regula su
aplicación a los diversos soportes de comunicación visual: papelería, impresos,
señalización, vehículos, uniformes, etc.
Entre los índices más importantes que miden el nivel cultural así entendido
están el grado de utilización del perfeccionamiento técnico y los
descubrimientos científicos en la producción social, el nivel cultural y técnico de
los productores de bienes y servicios, así como el grado de difusión de la
instrucción, de la literatura y de las artes entre la población. Pero la cultura
abarca también el ámbito empresarial
Para una empresa exhibir una cultura propia, permite cobrar una identidad, un
perfil bien trazado, por el que la misma se distingue de las demás, elemento
que es de suma importancia en un mundo tan competitivo, donde poseer un
logotipo o signos distintivos, no es suficiente si detrás no existe una verdadera
cultura que se corresponda con ellos y exprese su verdadera esencia.
Una cultura dominante expresa los valores centrales que comparten la mayoría
de los miembros de la organización. Cuando hablamos de la cultura de una
organización nos referimos a su cultura dominante. Esta macro visión de la
cultura es la que da a la organización su personalidad distintiva, cuando más
compartidos sean los valores, creencias, etc, más fuerte es la cultura
corporativa.
Las premisas básicas necesarias para que la cultura emerja como fenómeno,
son:
existencia de un grupo.
este tenga una historia.
visión compartida del mundo.
DESARROLLO ORGANIZACIONAL
El desarrollo organizacional:
Modelo de Reddin
Modelo de Likert
Modelo de Grid
PRINCIPIOS DE FAYOL
Los principios de Fayol son una serie de 14 pautas de aplicación general para
la administración eficiente de cualquier organización. Han sido implementadas
exitosamente en empresas alrededor del mundo por más de un siglo y se
consideran como una de las bases de la práctica y el pensamiento
administrativo modernos.
Aunque se les conoce como Los 14 principios, Fayol indicó que estos podrían
ser ilimitados y que no siempre se aplicarían los mismos en todas las
situaciones ni en todas las organizaciones; reconocía que la administración, a
través del tacto y la experiencia, sabría cuáles, cuándo y en qué medida
aplicar.
Las dos condiciones básicas que debe cumplir una norma para ser considerada
como un principio general de la administración es que (1) persiga la eficiencia
de la empresa y (2) que se encuentre avalada por su recurrente utilización.
10° Orden; Un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar. Un lugar para
cada persona y cada persona en su lugar. Personas y recursos han de estar en
donde se les necesita y cuando se les requiere. Para Fayol, el orden no
solamente es material sino también social. El orden social, se alcanza cuando
hay una buena organización, un reclutamiento técnico del personal,
capacitación adecuada y atención de las necesidades de recursos y elementos
para desempeñar a cabalidad su trabajo.
14° Unión del personal; la administración debe buscar que el ideal “la unión
hace la fuerza” se imponga en toda la organización mediante la coordinación
de esfuerzos y la generación de armonía que producen el actuar con equidad,
estimular la iniciativa, asumir la responsabilidad, delegar la autoridad y demás
aplicaciones de principios generales que fomenten dicha unión.
Ambas fueron implementadas de manera extensa durante gran parte del siglo
XX, comúnmente mediante la función de Organización y Métodos (O&M), con
el principal objetivo de incrementar la eficiencia de las organizaciones a través
del desarrollo de soluciones para dos clases de problemas, los estructurales
(organizacionales), bajo la influencia de los principios de Fayol y los
procedimentales (de método), soportados en los principios de Taylor.
Es por esto último que resulta importante saber implementar los valores
organizacionales, ya que resulta más sencillo definir una serie de «sentencias
estratégicas» que practicarlas. Para que los valores se legitimen en la
organización hay que llevarlos al terreno práctico, hay que aplicarlos en la toma
de decisiones, en la contratación, en la atención y servicio al cliente, en las
operaciones, etc.
Compromiso
Este es un valor fundamental en cualquier organización. El compromiso con los
caracteres y obligaciones de la empresa, con el puesto que se asume, con los
jefes y con los compañeros de trabajo, es indispensable para lograr el
respectivo cumplimiento de tareas que a cada quien corresponde.
Honestidad
Para cada aspecto de nuestra vida es indispensable este valor, tanto en
nuestra vida personal como en nuestro trabajo, por supuesto. En el caso de las
organizaciones, unas bases asentadas sobre la honestidad de cada miembro
a la hora de la realización de tareas y de asumir roles, es importantísimo para
el correcto funcionamiento de la entidad.
Trabajo en equipo
Ningún buen marinero aprendió a navegar por su cuenta. En muchos trabajos
requieren de una buena capacidad para trabajar en equipo; este es, de hecho,
uno de los primeros valores que nos deben venir a la mente cuando pensamos
en qué son los valores organizacionales.
Pasión
Si alguna vez has estado en una entrevista de trabajo, quizá te hayan
preguntado alguna vez por qué deseas trabajar en esa organización. La
respuesta a esta pregunta será siempre puesta en mira, ya que la pasión y el
motivo diario de nuestro trabajo, será la base y formará parte de
los principios en los cuales se podrán fundamentar el resto de lo que son los
valores organizacionales.
Orientación al cliente
Aunque quizá no trabajes directamente con servicio al cliente, las
organizaciones siempre van a necesitar ofrecer un servicio o producto. Así que,
parte importante para entender qué son los valores organizacionales, es
entender que la razón de existencia de este personal, es al final no solo
trabajar de la manera más armoniosa y organizada posible, sino ofrecerle el
mejor servicio que la organización pueda dar al cliente.
Ciertamente fomentar los valores es algo necesario en todos los ámbitos y
situaciones, pero en cuanto al sector empresarial es ideal poder inculcarlos y
así mejorar tanto las relaciones laborales como el desempeño de los
empleados. Sigue con nosotros para que conozcas alternativas de capacitación
para motivar y direccionar a tus trabajadores hacia los buenos valores
organizacionales.
CLIMA LABORAL
MOTIVACION LABORAL
Una de las cosas más productivas que los equipos de recursos humanos y los
gerentes de recursos humanos pueden hacer es crear una cultura sólida que
ayude a los empleados a ser ellos mismos en el trabajo.
"Permita que las personas sean ellas mismas. La gente quiere ser GRANDE,
las grandes compañías les permiten ser GENIAL". Arte Nathan
9. Participación
Lo mismo ocurre con la participación. Al trabajador hay que permitirle formar
parte de la empresa activamente, comunicarse, dar feedback, informar de sus
necesidades, etcétera. Hacerlo fomenta el nacimiento de nuevas estrategias y
favorece la comunicación en el sentido más amplio de la palabra. Es en estos
entornos donde surgen las ideas más creativas.
Para conseguirlo debemos contar con los canales y medios necesarios que
favorezcan una comunicación horizontal. También será necesario que los
empleados conozcan que tienen a su disposición estos mecanismos.
11. Transparencia
La compañía también deberá ser clara y transparente con sus trabajadores. Lo
ideal, incluso, es que vaya más allá de los trámites administrativos y
financieros. Nos estamos refiriendo a comunicar los resultados de negocio, los
objetivos que se vayan consiguiendo, etcétera. También es importante que los
trabajadores sean conscientes de los sistemas de financiación de la
organización.
Otros tipos de comunicación que no deberíamos obviar son aquellas referidas a
las problemáticas internas de la empresa, a la implantación de nuevas
estrategias que afecten a diferentes departamentos, etcétera. Además, deberá
plantearse de un modo horizontal y permitir al empleado dar un feedback al
respecto. Nunca se sabe de dónde vienen las mejores ideas.
Algunas empresas incluso apuestan por compartir el sueldo de sus
trabajadores, una cuestión muy polémica en el área de Recursos Humanos que
conlleva tanto ventajas como inconvenientes y que abordaremos en otro
momento.
Conocer el propio rendimiento es otro aspecto que ayuda. En ocasiones, la
falta de información sobre el rendimiento conseguido puede afectar
negativamente a la motivación futura.
1. Falta de dirección
Con falta de dirección nos estamos refiriendo a falta de organización, es decir,
no solo que no existan unos objetivos claros y definidos implantados desde la
parte directiva de la compañía, sino que, aunque los haya, estos no se
encuentren correctamente organizados o que no se transmitan de la manera
adecuada a los empleados.
3. jefes controladores
Desgraciadamente, todavía hoy nos encontramos con jefes y empresarios
que creen que el trabajador solo es capaz de rendir bajo presión y cuando
trabaja durante muchas horas. Pero nada más lejos. De hecho, España es el
país de la Unión Europa con la jornada laboral más larga y, paradójicamente, la
que menor rendimiento obtiene por hora trabajada.
Además, ese exceso de control tiene otra consecuencia: que el empleado
siente que no se confía en él. De hecho, hasta pueden ralentizarse los
procesos. Algo que termina en frustración y en falta de motivación; y que acaba
con la iniciativa propia.
4. Retribución inadecuada
Aunque el salario tiene una parte muy emocional –directamente ligada a los
beneficios sociales de la empresa– percibir una retribución poco acorde o
inadecuada al puesto, responsabilidad o empresa afecta negativamente a la
motivación laboral del trabajador, que aprovechará la primera oportunidad para
marcharse.
Además, los salarios deben revisarse anualmente pues se trata de la manera
más evidente de valorar el trabajo, y de la recompensa más obvia.
5. Falta de flexibilidad
La falta de flexibilidad atañe a varios aspectos del trabajo. Por ejemplo, la
compañía puede ser inflexible con los horarios de los empleados, pero también
en la concesión de vacaciones, la conciliación familiar y hasta las ideas que
puede proponer. ¿Cómo va a estar motivado entonces?
6. Inseguridad laboral
La inseguridad laboral tiene mucho que ver con la transparencia de la
organización. Si los trabajadores ignoran en qué situación financiera se
encuentra la empresa y carecen de los recursos para averiguarlo, pueden
sentir que su puesto peligra. Lo mismo ocurre si tienen un jefe autoritario.
Razones de sobra para no querer seguir apostando por la entidad y para
desmotivarse.
7. Trabajadores quemados
Recientemente la OMS comenzó a considerar el síndrome de Burnout como
enfermedad laboral. Un síndrome que se caracteriza por un empleado harto,
quemado, capaz de enturbiar el ambiente y que puede transmitir este
sentimiento al resto de trabajadores. Es muy importante detectar este tipo de
trabajadores e implementar políticas específicas para evitar estos problemas.