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Septiembre-Diciembre 2009

REVISIONES

BASES TEÓRICAS DE LA REPRESENTACIÓN ESPACIAL


EN LA INFANCIA
P.J. Rodríguez Hernández1, C. Díaz Marcelo1, M.T. Santamaría Ramiro1, B.M. Lago García1,
G. Rodríguez García1, V. Mahtani Chugani2
1
Hospital de Día Infantil y Juvenil "Diego Matías Guigou y Costa". Servicio de Psiquiatría. Hospital Univer-
sitario Ntra. Sra. de Candelaria. Tenerife
2
Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Gerencia de Atención Primaria de Tenerife. Servicio
Canario de la Salud

RESUMEN: INTRODUCCIÓN
La recreación psicológica del espacio que nos rodea sigue un La psicología ambiental es la rama de la psicolo-
patrón de desarrollo a lo largo de la infancia. Distintos autores
han estudiado la evolución habitual y han teorizado sobre las
gía que persigue encontrar una explicación sistemáti-
consideraciones más importantes sobre la génesis y progreso ca de las relaciones entre las personas y su entorno.
de las variables psicológicas relacionadas con las representa- Las características particulares de la evolución psi-
ciones mentales del espacio. En el presente artículo se realiza cológica en la infancia indica que la relación entre el
una aproximación a las teorías más importantes en este cam- niño y su entorno evoluciona a través de una serie de
po: las teorías de Piaget, de la cognición ambiental y de los fases. En cada periodo evolutivo infantil existen ne-
mapas cognitivos.
cesidades de interacción con el entorno específicas y
Palabras clave: Representación mental espacial, infancia, psi-
diferenciales. Esas necesidades se establecen en fun-
cología.
ción del desarrollo neuropsicológico y permiten al
niño la adaptación al mundo que le rodea 1.
THEORETICAL BASIS OF SPATIAL REPRESENTA-
TION IN CHILDHOOD Distintos autores han teorizado sobre los aspectos
madurativos y del desarrollo de las representaciones
SUMMARY:
mentales del espacio. Desde que el niño nace, se van
The psychological construction of the surrounding space
follows a pattern along the childhood. Different authors have
adquiriendo determinadas habilidades de funciona-
studied the usual evolution and have developed theories about miento respecto al entorno próximo. Las teorías que
the most important aspects related to the origin and process of intentan explicar cómo y a que edad se producen es-
the psychological variables of the mental representation of tos cambios se agrupan en dos enfoques 2. Por un lado,
space. In this paper we summarize the main theories produced el enfoque de las relaciones espaciales fundamenta-
in this area: Piaget theories, environmental cognition and les, defendido entre otros por Piaget o Inhelder. Estu-
cognitive maps.
dian los conocimientos espaciales desde un punto de
Keywords: space perception, childhood, psychology.
vista abstracto. El segundo enfoque se denomina cog-
Can Ped 2009, 33 (3): 277-281 nición ambiental. Sus teóricos más importantes son
Linch y Siegel. Se interesan en los ambientes reales a
Correspondencia:
gran escala.
Pedro Javier Rodríguez Hernández El objetivo de la presente revisión es desarrollar
Hospital de Día Infantil y Juvenil
"Diego Matías Guigou y Costa" las principales teorías que relacionan la psicología am-
Servicio de Psiquiatría. Hospital Universitario Ntra. Sra. de Can- biental y los periodos evolutivos psicológicos infan-
delaria tiles. Conocer cómo se desarrolla la representación
Carretera del Rosario, 145
38010. Santa Cruz de Tenerife
mental del espacio a medida que el niño crece puede
e-mail: pedrojavierrodriguezhernandez@yahoo.es servir para comprender la evolución de la relación
entre la persona y su entorno.

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Can Ped Volumen 33, nº 3

APROXIMACIÓN PIAGETIANA pués proyectivas y euclidianas. Este desarro-


PIAGET1-3 realizó amplios estudios sobre la cons- llo sensoriomotor permite al bebé elaborar su
trucción del espacio. En cada una de las etapas del propio universo de lo real, adquiriendo la per-
desarrollo infantil, se observa una progresiva dife- manencia de los objetos y construyendo las
renciación de las propiedades geométricas que se re- categorías espaciotemporales que le permiti-
presentan en la mente. rán situarse a sí mismo como un objeto más
entre otros.
Una de las aportaciones destacables del autor es
la distinción que realiza de los tipos de relaciones es- 2. Periodo de las operaciones concretas: 2-11
paciales, identificando tres estadios diferentes que se años. Se reelaboran todas las adquisiciones ru-
van adquiriendo sucesivamente a medida que el niño dimentarias de la etapa anterior, primero las
crece: topológicas y después proyectivas y euclidia-
nas. Se plasma en diferentes campos como la
1. Relaciones espaciales topológicas: Relaciones imitación, el dibujo, el juego y, especialmen-
de proximidad (por ejemplo, el niño dibuja un te, el lenguaje. Este estadio se divide en dos
hombre con los ojos juntos, aún cuando éstos partes: Durante un primer periodo su pensa-
puedan haber sido situados por debajo de la miento es intuitivo, prelógico. Solo a partir de
boca), orden (por ejemplo, dibujar la nariz en- los 6-7 años el niño es capaz de realizar ese
tre los ojos y la boca), separación (por ejem- tipo de acciones mentales que llamamos ope-
plo, no superponer la cabeza y el cuerpo), co- raciones y que muestran un pensamiento lógi-
nocimiento y continuidad (como hacer que los co.
brazos formen un continuo con el tronco y no
con la cabeza.). 3. Periodo de las operaciones formales: 11-15
años: Las operaciones espaciales pueden se-
2. Relaciones espaciales proyectivas: El niño con- pararse totalmente de la acción real. Se com-
sidera a los objetos según su perspectiva. Esto prende, por ejemplo, el infinito. Este pensa-
supone que no tiene capacidad para predecir miento tiene como rasgo principal su carácter
qué aspecto presentará un objeto al ser visto abstracto, formal, liberado de las ataduras de
desde diversos ángulos; por ejemplo, los ni- lo concreto.
ños pequeños pueden querer dibujar una cara
de perfil y seguir, sin embargo, poniendo dos
ojos en ella. ESTUDIOS EN EL CAMPO DE LA COGNI-
CIÓN AMBIENTAL
3. Relaciones espaciales euclidianas: Se utilizan
los ejes de coordenadas, esto es, los relativas a El conocimiento del espacio se aborda aquí desde
tamaños, distancias y direcciones, que condu- una concepción ecológica, en la que se insiste funda-
cen a la medición de longitudes, ángulos, áreas, mentalmente en la interacción del individuo con su
etc. Se pueden distinguir, por ejemplo, un tra- entorno cercano.
pecio y un rectángulo basándose en los ángu- Este enfoque tiene su origen en los años 60, con
los y en las longitudes de los lados. El niño la obra de Lynch, KA. "La imagen de la ciudad" 4. A
mayor que dibuja una cara de perfil, por se- partir de esta obra intenta comprenderse el conoci-
guir con el ejemplo anterior, ya será capaz de miento que el sujeto tiene de espacios concretos, co-
representar sólo un ojo. tidianos y a gran escala.
Piaget también describe tres estadios en la cons- Un concepto clave es el de "mapa cognitivo" acu-
trucción mental del espacio, que se adquieren sucesi- ñado por Tolman 5 y que Downs y Stea 6 lo definen
vamente con la edad y que están relacionados con la como "constructo que abarca los procesos que per-
representación mental del espacio descrito anterior- miten al hombre adquirir, codificar y manipular in-
mente: formación acerca de la naturaleza de su ambiente es-
1. Periodo sensoriomotor: 0-2 años. El niño des- pacial". Neisser 7 habla de ellos como el esquema que
cubre "el logro del desplazamiento". Comien- guía nuestra conducta en el espacio y que nos permi-
za su conocimiento práctico del espacio. Pri- te abordar la solución de problemas espaciales.
mero desarrolla relaciones topológicas y des-

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La estrategia más usada para estudiar estos mapas Existen dos tipos de mapas cognitivos:
suele ser el dibujo en un plano, aunque con niños suele a) Mapas cognitivos de rutas: Formados por
ser más conveniente el uso de maquetas. hitos conectados por rutas (sin información
El estudio más importante sobre la génesis y evo- sobre interrelaciones).
lución de los elementos de los mapas está realizado b) Mapas cognitivos de conjunto (survey
por Siegel 8. Este autor define tres elementos que se maps): Son evolutivamente más avanzados.
adquieren secuencialmente: En ellos están integradas las rutas.
1. Los landmarks, hitos o mojones: La secuencia de evolución de los mapas cognitivos
Son elementos básicos del mapa. Son objetos que de los niños es la siguiente:
llaman la atención o puntos de decisión del entorno 1º. Hay una representación con sólo los elemen-
que se perciben y recuerdan. A su alrededor se coor- tos aislados
dinan acciones y decisiones del niño y sirven como
instrumentos para mantener el rumbo. No tienen por- 2º. Aparecen conexiones entre algunos de estos
que ser iguales para todas las personas. Destacan por elementos
sus características visuales o por la atención que les Finalmente: Se llega a un mapa con todos los pun-
presta el sujeto debido a sus características funciona- tos relacionados según un sistema de referencia de
les. Appleyard9 describe tres rasgos en los elementos coordenadas espaciales.
que los pueden convertir en hitos: Este enfoque, junto al de la cognición fundamen-
a) Los que se usan mucho y/o con significa- tal, defendido entre otros por Piaget, muestran unos
ción simbólica importante. resultados similares respecto a los mecanismos de de-
b) Los de gran tamaño. sarrollo.
c) Los que tienen contornos o formas singu-
lares y superficies brillantes. EL DESARROLLO DE LOS SISTEMAS DE RE-
FERENCIA DE LOS MAPAS COGNITIVOS
Desde los 4 años o antes, el niño es capaz de reco-
nocerlos, y esta faceta permanece invariable a lo lar- Su estudio nos permite un análisis cualitativo del
go de los años. Lo que si que evoluciona con el desa- proceso de construcción de la representación, ya que
rrollo es la capacidad de usarlos para localizar espa- considera el mapa como una estructura de conjunto
cialmente otros elementos o acontecimientos dinámica. Esto indica que no se ocupa de qué repre-
senta el niño sino cómo lo representa y cuáles son las
2. Las rutas: herramientas que se utilizan como referencia para
Para construir un mapa cognitivo se necesita un organizar en torno a los mapas el resto de la informa-
método para ir de un hito a otro. Siegel8 define "ruta" ción espacial.
como rutina sensoriomotora para moverse de un hito Los estudios más importantes en este sentido son
A hasta un hito B. los realizados por Hart y Moore. En 1974 Moore 10
El conocimiento de una ruta es secuencial. Las demostró, con sujetos adolescentes, que enfrentados
personas reconocen las rutas mucho antes de poder a un ambiente nuevo y desconocido, todos ellos pa-
reconstruirlas, ya que la memoria de reconocimiento saban por tres estadios hasta llegar al nivel abstracto
es previa a la memoria de evocación. y jerárquicamente organizado. Por su parte Hart11, con
3. Las configuraciones: niños de 4 a 11 años en un ambiente rural, estudió,
además de los tres niveles cognitivos, variables rela-
Si tuviéramos que recordar cada una de las rutas cionadas con la afectividad y las actividades que los
que contiene un mapa necesitaríamos una capacidad niños realizaban en sus lugares de residencia. En esta
de memoria enorme, no sería económico cognitiva- misma línea se realizó un estudio en nuestro país por
mente hablando. Necesitamos por tanto un medio por Martín12, elaborando mapas cognitivos de Madrid que
el cual podamos almacenar toda esa información en incluían variables afectivas y de actividad, relacio-
una sola estructura cognitiva, una especie de minima- nándolas con las normas paternas (permitido, prohi-
pa, esto serían las configuraciones. bido, peligroso, solo, con otros niños, me gusta, me
disgusta).

P.J. Rodríguez Hernández1, C. Díaz Marcelo1, M.T. Santamaría Ramiro1, 279


B.M. Lago García1, G. Rodríguez García1, V. Mahtani Chugani2
Can Ped Volumen 33, nº 3

Estos autores afirman, en su teoría constructivista- VARIABLES QUE INFLUYEN EN EL DESA-


interactiva del desarrollo del espacio, que hay que RROLLO DE LOS MAPAS COGNITIVOS
contemplar los sistemas de referencia en sentido am- Aunque el desarrollo de los mapas cognitivos si-
plio, considerando el conocimiento del espacio pero gue un patrón universal en cuanto a las característi-
también la actividad que en él realiza el niño y los cas que se presentan en cada edad, existen algunas
sentimientos que experimenta hacia el entorno. variables que pueden acelerar o retrasar el proceso13.
Describen tres estadios de diferenciación en inte- Las más importantes son:
gración crecientes: 1. Familiaridad con el entorno: El grado de fami-
1) Sistema de referencia egocéntrico (mapas de liaridad determina el nivel de representación
nivel I): de los individuos. Este grado depende del tiem-
Tiene una orientación geográfica egocéntrica, cen- po que haya estado en contacto el niño con el
trada en la propia acción. El niño en este nivel se entorno pero también del grado de experien-
orienta según ejes definidos con respecto a su cuer- cia, que depende a su vez del rango de activi-
po (ejemplo: rutas próximas a su casa que recorre dad (definido como área espacial que recorre
diariamente). El niño presenta este sistema habitualmente en relación a la frecuencia con
mayoritariamente antes de los 7 años. que lo hace).
2) Sistema de referencia coordinado parcialmen- 2. Medio (rural, urbano): En las zonas rurales los
te en grupos fijos (mapas de nivel II): espacios son más grandes y los mojones son
parte de la naturaleza, por lo que la represen-
Alrededor de los 7 años el niño se comienza a tación es más fácil y los mojones más legibles.
orientar en relación a elementos fijos del entorno
más que sobre su cuerpo. Comienza a utilizar 3. Otros: Normas de los padres, nivel cultural de
mojones y rutas con mayor asiduidad. En este ni- los padres, vinculación emocional de los ni-
vel las relaciones de los elementos de cada con- ños hacia el entorno, etc.
junto tienen nivel superior de organización que
CONCLUSIONES
las relaciones entre conjuntos. Los conjuntos se
organizan alrededor de elementos fijos. Las rela- La mayoría de los estudios sobre el desarrollo de
ciones entre conjuntos son exactas topológica- la representación espacial en la infancia se realizan
mente, con exactitud proyectiva (angular) y eucli- en los años 70. Coincide con un periodo en el que se
diana (métrica). Si bien los mapas de nivel I son articulan muchos modelos cognitivos al respecto y se
egocéntricos o fijos centrados en la casa familiar enuncian las principales teorías sobre los procedimien-
(domocentrismo), con poco número de rutas y mo- tos mentales representacionales. Por contra, en las
jones descoordinados, los mapas de nivel II se ca- últimas décadas se observa una disminución progre-
racterizan porque ya existe un aceptable nivel de siva en la producción científica y en la importancia
coordinación entre ellos. que se le atribuye a estos conocimientos a la hora de
diseñar y planificar estrategias educativas y de apren-
3) Sistema de referencia coordinado abstracta-
dizaje en los niños.
mente e integrado jerárquicamente:
Los mapas cognitivos, casi siempre implícitos,
Entre los 9 y 11 años se pasa de un sistema fijo de
están en la base de muchos de los procesos de apren-
referencia a un sistema objetivo que relaciona to-
dizaje. A menudo los aspectos espaciales se pasan
dos los grupos de elementos hasta dar lugar a una
por alto en la comprensión de los procesos de apren-
red que contiene todos los elementos del entorno
dizaje y al elaborar materiales de enseñanza para los
correctamente localizados entre sí. Las represen-
niños y adolescentes. De acuerdo con las teorías cogni-
taciones externas a este nivel se caracterizan por
tivas de la representación espacial, es importante ade-
tener una concepción organizada de la ciudad,
cuar los materiales didácticos y los libros de texto al
basada en un sistema de referencia coordinado y
nivel evolutivo que los alumnos tengan en ese mo-
abstracto donde se relacionan los distintos elemen-
mento.
tos y conjuntos. Los elementos del mapa están
interrelacionados con precisión proyectiva y eucli- Así mismo, a la hora de afrontar los problemas de
diana aprendizaje parece fundamental conocer y compren-

280 Bases teóricas de la representación espacial en la infancia


Septiembre-Diciembre 2009

der , "diagnosticar" los mapas cognitivos del niño para 6. Downs RM, Stea D. Cognitive mapping and spatial
dotarle de estrategias que le permitieran no simple- behavior: Process and products. In: Downs RM, Stea D,
editors. Chicago: Images and Environment; 1973. pp. 8-
mente aumentar sus conocimientos, sino articularlos
26.
e integrarlos a un nivel más profundo y epistemoló-
7. Neisser U. Procesos cognitivos y realidad. Madrid: Maro-
gico.
va; 1981.
El conocimiento de estos procesos mentales re- 8. Siegel AW, Kirasic KC, Kail R. Stalking the elusive
sultaría útil tanto para mejorar metodológica y cognitive map. In: Altman I, Wohlwill JF, editors. Human
didácticamente los proyectos curriculares dirigidos Behavior and Enviroment, Advances in theory and
a cada grupo etario como para abordar las dificulta- Research. New York: Plenum Press; 1978.
des concretas de aprendizaje de un niño en particu- 9. Appleyard D. Why buildings are known. Environment and
lar. Behavior 1969; 1:131-156.
10. Hart RA, Moore GT. The development of Spatial Cogni-
BIBLIOGRAFÍA tion: a Review. En: Downs RM y Stea D, edis. Image and
Environment Cognitive Mapping and Spatial Behavior.
1. Ballesteros Jiménez S. Psicología. Un enfoque cognitivo Chicago: Aldine; 1973.
para el siglo XXI. Madrid: Universitas; 2000.
11. Hart RA: Children's experience of place. New York:
2. García Madruga JA, Pardo de León P. Psicología Evoluti- Irvington; 1979.
va. Madrid: UNED; 1997.
12. Martín E. La representación espacial de los niños: los ma-
3. Corral Iñigo A, Pardo de León P. Psicología Evolutiva. pas cognitivos. Revista de Pedagogía 1985; 125:45-50.
Madrid: UNED; 2007.
13. Marchesi A. Conceptos espaciales, mapas cognitivos y
4. Lynch KA. The image of the city. Cambridge: MIT Press; orientación en el espacio. Estudios de Psicología 1983,
1960. 14:85-92.
5. Tolman E. Cognitive maps in rats and men. Psychologic
Review 1948; 55:189-208.

P.J. Rodríguez Hernández1, C. Díaz Marcelo1, M.T. Santamaría Ramiro1, 281


B.M. Lago García1, G. Rodríguez García1, V. Mahtani Chugani2

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