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Profesora: Alumna:
Abg. Maribel Maestre Rebecca Mujica. CI: 27.596.250
Derecho Romano:
Se llama Derecho Romano al ordenamiento jurídico que regía la sociedad de la Antigua
Roma, desde su fundación (en el año 753 a. C.) hasta la caída del Imperio en el siglo V d.
C., aunque permaneció en uso en el Imperio Romano Oriental (Bizancio) hasta 1453.
Fue compilado en su conjunto en el siglo VI por el emperador bizantino Justiniano I, en un
volumen de leyes conocido como el Corpus Iuris Civilis (“Cuerpo de Derecho civil”), e
impreso por primera vez por Dionisio de Godofredo en 1583, en Ginebra.
Dicho texto y las leyes que contiene son de suma importancia en la historia jurídica de la
humanidad, ya que sirvieron de base para los textos legales de múltiples otras culturas y
civilizaciones. Tanto así, que aún existe una rama del derecho especializada en su
estudio, llamada romanística, con sedes en las facultades de derecho de numerosos
países.
Para entender cabalmente el Derecho Romano conviene examinar sus características y
su historia, pero a grandes rasgos se lo puede comprender a partir del concepto de ius
(“derecho”), contrapuesto con fas (“voluntad divina”), separando así por primera vez al
ejercicio jurídico de la religión. Esto permitirá el surgimiento de las diversas ramas del
derecho: ius civile (“derecho civil”), ius naturale (“derecho natural”), etc., muchas de las
cuales aún perduran hoy.
Ius Privatum:
El ius privatum tiene por objeto las relaciones entre particulares. El derecho privado se
subdivide en derecho natural, derecho de gentes y derecho civil, ius naturale, Ius
Gentium, Ius civile.
Ius Civiles:
Ius civile, era el conjunto de reglas que regularon las relaciones entre todos los
ciudadanos romanos, que fueron conocidos en la Antigua Roma como quirites, por lo cual
el Ius Civile es conocido también como Derecho Quiritario o Derecho de los Quirites.
En Roma, el ius civile comprendía todo el sistema jurídico. Así englobaba tanto normas de
derecho privado como de derecho público, aunque estas últimas eran escasas.
Ius Natural:
Ius naturale es el conjunto de principios emanados de la voluntad divina según el derecho
romano apropiados a la misma naturaleza del hombre e inmutables porque son
perfectamente inconformes con la idea de lo justo, tenemos como ejemplos, la unión de
sexos, la procreación y la educación de los hijos. Así las cosas, tenemos que los animales
obedecen a su instinto y no al derecho, sólo el hombre tiene derechos y deberes porque
él solo está dotado de razón y de la conciencia de la moralidad de sus actos.
Ius Gentium:
Ius gentium o jus gentium, el derecho de gentes, en un sentido restringido comprende las
instituciones del derecho romano de las que pueden participar los extranjeros (peregrini)
que tenían tratos con Roma y sus ciudadanos (cives), por lo que supone una
complementación del ius civile, para aplicarlo con individuos que no ostentaran la
ciudadanía romana. En sentido propiamente moderno, el ius gentium es sobre todo una
elaboración de la Escuela de Salamanca.
Al principio sólo existía un pretor, pero cuando Roma comienza a expandirse y a tener
relaciones con otros países, se ve la necesidad de crear otro, así en el año 242 a. C. se
crea la magistratura del Praetor Peregrinus, que atendía los casos en los que
exclusivamente intervinieran no ciudadanos. Al crearse esta nueva magistratura comenzó
a llamarse al anterior pretor como Praetor Urbanus, dedicado a juzgar los asuntos en los
que participasen ciudadanos romanos. Los casos tratados eran bastante variados, pero la
mayoría derivaban de asuntos comerciales. Así, las relaciones comerciales obligaron a la
creación del precedente del llamado derecho contractual, un derecho ultro citroque
obligatio (que obliga a ambas partes), a partir del cual nace el ius gentium.
Ius Scriptum:
Derecho escrito.
Las que habían sido elaboradas por el Poder público y emanaban directamente de
aquellos de sus órganos -comicios, Senado, magistrados, emperadores- que tenían
conferida tal facultad, eran ius scriptum, estuviesen o no materialmente fijadas por escrito,
aunque, como es natural, lo estaban normalmente.
La Monarquía:
La Monarquía (del 753 a.C. al 509 a.C).
Durante los dos primeros siglos de existencia de Roma, la ciudad fue gobernada por
reyes. El rey, elegido por el senado, concentraba todos los poderes y era un cargo
vitalicio. Suyo era el máximo poder militar y religioso.
En este período el monarca Numa Pompilio instaura según la leyenda el calendario de 12
meses, el pueblo se transforma en ciudad, el territorio romano se divide en distritos, se
construye el puerto de Ostia aumentando los intereses comerciales hacia el mar Tirreno
(en el 509 a.C se firma un tratado entre Roma y Cartago).
Será precisamente el año 509 a.C. el del fin de la Monarquía. En ese año el rey Tarquino
el Soberbio, que gobernaba de forma autoritaria y despótica, es expulsado después de
una revuelta.
En principio el gobierno de Roma se organizó como una monarquía, de cuyos primeros
reyes apenas sabemos nada. Los primeros reyes romanos fueron latinos, pero los últimos
fueron etruscos, pueblo que había sometido el Lacio.
El rey era el Sumo Sacerdote y el general en jefe del ejército, estaba auxiliado por el
Senado, formado por entre 100 y 300 miembros de las familias patricias más ricas e
influyentes.
La sociedad romana estaba compuesta en esta época por los patricios, familias
descendientes de los primeros pobladores, que controlaban la mayor parte de las tierras y
el derecho de ciudadanía y por los plebeyos, que eran campesinos, comerciantes y
artesanos que carecían de poder político.
Los romanos no aceptaron con agrado la autoridad de los reyes etruscos, y consiguieron
deshacerse de ellos en el año 509 a. C. estableciendo una nueva forma de gobierno: La
República.
La República:
La República (509 - 27 a. C.).
Durante la República se crearon de forma gradual una serie de instituciones de gobierno
representativas. En principio las instituciones estaban monopolizadas por los patricios,
pero los plebeyos, que pagaban impuestos y servían en el ejército, fueron exigiendo y
consiguiendo derechos políticos y participar en el gobierno de la ciudad. En el siglo V. a.
C. lograron que un representante, el tribuno de la plebe, defendiera sus intereses en el
Senado y un siglo después los plebeyos podían ser magistrados y senadores.
Las instituciones principales fueron: los Comicios, las Magistraturas y el Senado.
Los Comicios: eran asambleas en las que se reunían los ciudadanos romanos para votar
las leyes, elegir, los cargos públicos y decidir la guerra o la paz. Estas asambleas
populares se reunían siguiendo distintos criterios y con funciones distintas: