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Universidad Nororiental Privada

Gran Mariscal de Ayacucho


Facultad de Derecho
Núcleo Bolívar
Derecho Romano
Primer corte
Unidad 1 y 2

Profesora: Alumna:
Abg. Maribel Maestre Rebecca Mujica. CI: 27.596.250
Derecho Romano:
Se llama Derecho Romano al ordenamiento jurídico que regía la sociedad de la Antigua
Roma, desde su fundación (en el año 753 a. C.) hasta la caída del Imperio en el siglo V d.
C., aunque permaneció en uso en el Imperio Romano Oriental (Bizancio) hasta 1453.
Fue compilado en su conjunto en el siglo VI por el emperador bizantino Justiniano I, en un
volumen de leyes conocido como el Corpus Iuris Civilis (“Cuerpo de Derecho civil”), e
impreso por primera vez por Dionisio de Godofredo en 1583, en Ginebra.
Dicho texto y las leyes que contiene son de suma importancia en la historia jurídica de la
humanidad, ya que sirvieron de base para los textos legales de múltiples otras culturas y
civilizaciones. Tanto así, que aún existe una rama del derecho especializada en su
estudio, llamada romanística, con sedes en las facultades de derecho de numerosos
países.
Para entender cabalmente el Derecho Romano conviene examinar sus características y
su historia, pero a grandes rasgos se lo puede comprender a partir del concepto de ius
(“derecho”), contrapuesto con fas (“voluntad divina”), separando así por primera vez al
ejercicio jurídico de la religión. Esto permitirá el surgimiento de las diversas ramas del
derecho: ius civile (“derecho civil”), ius naturale (“derecho natural”), etc., muchas de las
cuales aún perduran hoy.

Historia del derecho romano:


La República Romana osciló entre la democracia y la dictadura constantemente.
La historia del derecho romano abarca más de mil años de legislación y de cambios en la
manera de entender la ley y la legalidad, desde la aparición primera de la Ley de las Doce
Tablas en 439 a. C. aproximadamente, hasta el Código de Justiniano de 529 d. C. Su
nacimiento proviene de la costumbre (que inspiraría el Derecho consuetudinario) y
surgiría como un modelo de regulación de la sociedad que garantizara la paz social frente
a las apetencias de igualdad de los plebeyos y la jerarquía que sostenía a los
emperadores, los pretores y al Senado.
Recordemos que la República Romana osciló entre la democracia y la dictadura
constantemente, para terminar, convirtiéndose en un Imperio que conquistaría casi todo el
mundo occidental, llevando su ley a todos los rincones que colonizara. Así, el derecho
romano se convirtió en el sostén de la legalidad de las colonias romanas en Europa, Asia
y África, y ello se refleja en la historia jurídica de cada reino en que se dividió el Imperio
Romano tras su derrumbe.
Algunos de los principales juristas y estudiosos del derecho en la Antigua Roma fueron
Gayo, Papiniano, Ulpiano, Modestino y Paulo.

Períodos del derecho romano:


La historia del derecho romano se divide normalmente en los siguientes períodos:
El período monárquico. Se extiende desde mediados del siglo VIII a. C., con la fundación
de Roma, hasta el año 509 a. C. cuando se expulsa de la ciudad al Rey Tarquinio el
Soberbio, cuyo gobierno despótico fue el último ejercido por los reyes romanos, dando pie
así a la República romana.
El período republicano. Inicia con la caída de la monarquía a inicios del siglo V a. C. y
culmina con el otorgamiento por parte del Senado romano de poderes absolutos a Octavio
Augusto en el año 27 a. C. Durante este período se publica la Ley de las XII Tablas,
dando inicio formalmente al derecho romano, y construyendo un Estado de poderes en
equilibrio: se elegía un grupo de magistrados democráticamente en asambleas populares,
encargados de funciones asignadas; mientras que el Senado se ocupaba de dictar
senadoconsultos con rango de ley.
El período del principado. Inicia en el año 27 a. C. tras la crisis política que afectó la
República y permitió el surgimiento de un Estado autoritario, sometido a la voluntad de la
auctoritas del Príncipe o Emperador, tales como Augusto (27 a. C. – 14 d. C.), Calígula
(37-41 d. C.), Nerón (54-68 d. C.) entre otros. Roma alcanzó en este período su máxima
extensión territorial: 5 millones de kilómetros cuadrados.
El período del dominado. Conocido también como el Imperio absoluto, inicia a mediados
del siglo II d. C. hasta el año 476, cuando el Imperio Romano de Occidente colapsa y
desaparece. Es una época de poder absoluto el Estado, en manos del Emperador, quien
gobierna a través de constituciones imperiales. En el año 380 el Imperio asume el
cristianismo como religión oficial y posteriormente se divide en dos partes, de donde
nacerá el Imperio Romano de Oriente.
El período de Justiniano. Llamado también el Gobierno de Justiniano, va de 527 a 565 d.
C., y es la época en que se publica la compilación justiniana del Derecho Romano en el
año 549, marcando el punto final de su historia. Tras la muerte de Justiniano se erige el
Imperio Bizantino, un Estado más bien medieval, que durará hasta el siglo XV, cuando
caiga frente a los turcos.
Características del derecho romano:
El derecho romano, a muy grandes rasgos, distinguía entre varias formas de comprender
la ley. No sólo, como se ha dicho, entre el ius (“derecho”) y el fas (“voluntad divina”), sino
también entre el Derecho público, que regula las acciones del Estado y vela por el
bienestar general de los ciudadanos; y el Derecho privado, que regula los acuerdos y
transacciones entre éstos, de cara a la idea de justicia defendida por las instituciones.
De manera semejante, se diferenciaba entre dos conceptos fundamentales: Ius
(“derecho”), aquello que es justo y equitativo en sí mismo y por lo tanto obligante; y Lex
(“Ley”), aquello ordenado o comandado de manera escrita por las autoridades del Estado.
Todo el cuerpo del Derecho Romano se inspiraba en dicha oposición.
También debemos notar que para el Derecho Romano el ser humano no era
necesariamente un ciudadano, sino que lo son aquellos que la ley reconocía como tales,
estando excluidos de derecho alguno los esclavos. Había, así, tres formas de ciudadanía
en base a su grado de libertad:
Personas libres. Aquellas que lo fueron siempre (Ingenuos) y aquellos que habían ganado
su libertad luego de haber sido esclavos (Libertinos).
Colonos. Se hallaban en un estado intermedio entre la libertad y la esclavitud,
sentenciados perpetuamente al cultivo de los territorios romanos, y cuya deserción
convertía en esclavos.
Esclavos. Personas que no eran dueñas de sí, sino que formaban parte del patrimonio de
otros.
Si bien no estaban al nivel de los esclavos o los colonos, las mujeres ocupaban en este
ordenamiento jurídico un lugar de subalternidad respecto al hombre.
El Ius y El Fas
En la antigua Roma se entendía por fas las normas emanadas por la divinidad o dioses,
que a sus inicios solían ser confundidas con el ius, cuando la sociedad organiza estaba
bajo los dominios de la religión, para luego diferenciarlas de este, en un proceso de
transformación que comenzó luego de que la primera ley escrita rigiera en la Antigua
Roma, esta era la ley de las XII Tablas, dejando la ley humana de ser fuente secundaria
de derecho; ya que hasta entonces los comicios no habían ejecutado una tarea legislativa
significativa.
Por otro lado en la época arcaica se manifiesta la duplicidad existente entre Ius y Fas,
aunque cabe destacar en sus inicios ambos conceptos estaban estrechamente ligados. la
diferencia entre estos, es que Ius era lo justo y Fas era lo lícito, estos dos vocablos eran
utilizados en esta época como adjetivos. Entonces finalmente se puede decir que fas es la
condición divina de lo lícito de una conducta.
Ius es un término del derecho romano; su definición hoy en día podemos equipararla a la
del derecho objetivo: se refiere al conjunto de reglas y normas que conforman un
ordenamiento jurídico.
Juvencio Celso hijo, jurisconsulto romano que vivió entre los siglos I y II de nuestra era,
definía el ius o el derecho como “el arte de lo bueno y de lo equitativo” al afirmar, en latín:
“ius est ars boni et aequi".
El ius hacía referencia, en la Antigua Roma al conjunto de normas buenas y justas
elaboradas por los hombres y aplicadas a los hombres (para distinguirlas del derecho
divino o el fas), de allí que lo podamos considerar como un equivalente anterior a nuestro
actual concepto de derecho.
La Equidad:
Se conoce como equidad a la justicia social por oposición a la letra del derecho positivo.
La palabra equidad proviene del latín "equitas".
Como tal, la equidad se caracteriza por el uso de la imparcialidad para reconocer el
derecho de cada uno, utilizando la equivalencia para ser iguales. Por otro lado, la equidad
adapta la regla para un caso concreto con el fin de hacerlo más justo.
La equidad tuvo un papel fundamental en el desarrollo del Derecho Romano, que se
caracterizaba por el formalismo, la oralidad y la rigidez, aplicando la igualdad aritmética en
lugar de la equidad.
El Derecho Romano no se extendía a todos los que vivían en el imperio, creando una
masa de excluidos que no podían acudir a la justicia. Sin embargo, con la invasión de
Grecia por los romanos, hubo una sincretización entre las dos culturas, y con ello, además
de la introducción de una ley escrita, la filosofía griega influyó en la rotura de la rigidez de
la ley, a través del principio de la equidad.
La Justicia:
La palabra justicia designó, originalmente, la conformidad de un acto con el derecho
positivo, no con un ideal supremo y abstracto de lo justo. A dicho concepto objetivo
corresponde, en los individuos, una especial actividad inspirada en el deseo de obrar
siempre conforme a derecho; desde este punto de vista, Ulpiano definió la justicia, según
el texto transcrito. Se cree que el jurista se inspiró en la filosofía griega de pitagóricos y
estoicos. Resulta, así que la iustitia es una voluntad que implica el reconocimiento de lo
que se estima justo y bueno (aequum et bonum).
Al observar el adecuarse a la ley en las acciones humanas, los principios jurídicos se
concentran de manera constante y perpetua. De tal modo, la justicia pierde su contenido
abstracto, de valor ideal y estático, transformándose en una práctica concreta, dinámica y
firme que permanentemente ha de dirigir las conductas.
La Jurisprudencia:
La Jurisprudencia en el Derecho romano es considerada una de las fuentes más
importantes del Derecho Occidental actual, como a su vez en la Historia de Roma. La
Jurisprudencia como fuente del Derecho era entendida como la "ciencia del saber del
Derecho", a diferencia de hoy en día donde el eje principal de la jurisprudencia son las
sentencias. Los Jurisprudentes o también conocidos como jurisconsultos eran hombres
cuyo estudio del Derecho en la época romana era un quehacer, pues ligados a la
Aristocracia romana, dedicaban gran parte de su tiempo a dicho propósito.
La Jurisprudencia romana adquiere su trascendencia en el tiempo gracias al trabajo de
Justiniano I cuya compilación del Digesto las novellae, las Institutas y el Codex fue la base
fundamental para la conformación del Corpus Iuris Civilis durante el siglo VI d.C. Esta
obra nos permite hoy en día dilucidar la evolución de las fuentes del Derecho a lo largo de
su historia y además, constituye una fundamental fuente de estudios para entender cómo
se estructuraba el Derecho romano.
Los Preceptos del Derecho:
"Domicio Ulpiano" (en latín, Gnaeus Domitius Annius Ulpianus), fue un jurista romano de
origen fenicio, se piensa que vivió entre el año 170 - 228 d.C aproximadamente. Fue tutor,
consejero y prefecto del pretorio del emperador Alejandro Severo. Definió la justicia como
la continua y perpetua voluntad de dar a cada quien lo que le corresponde. Su mayor
legado son los preceptos que citaré a continuación.
Preceptos fundamentales del Derecho formulados por Ulpiano:
"Honeste vivere"; (Vivir honestamente). Estos preceptos, de contenido moral, no dejan por
ello de ser también jurídicos. El Ius sirve para garantizar la pública honestidad y las
buenas costumbres y quien las viole, será pasible de la sanción jurídica por ser su
proceder contrario al "honeste vivere".
"Alterum non laedere"; (No dañar a otro). Quien se abstiene de la conducta prohibida por
las leyes obedece al precepto de no hacer daño a nadie, siendo justo. La alteración del
justo equilibrio que lesiona los afectos, la persona y sus bienes, es decir, importa una
lesión en sus derechos, obliga al restablecimiento del orden agredido.
"Suum cuique tribuere"; (Dar a cada uno lo suyo). Quien hace lo que las leyes mandan
cumple con dar a cada uno lo suyo. Cumplir los contratos, guardar los pactos, reconocer
los derechos de los demás, es sinónimo de dar lo suyo a cada cual.
Clasificación del Derecho:
Ius publicum:
El ius publicum comprende el gobierno del estado, la organización de las magistraturas y
aquella parte referente al culto y sacerdocio, es llamada también ius sacrum. Finalmente,
regula las relaciones de los ciudadanos con los poderes públicos.

Ius Privatum:
El ius privatum tiene por objeto las relaciones entre particulares. El derecho privado se
subdivide en derecho natural, derecho de gentes y derecho civil, ius naturale, Ius
Gentium, Ius civile.

Ius Civiles:
Ius civile, era el conjunto de reglas que regularon las relaciones entre todos los
ciudadanos romanos, que fueron conocidos en la Antigua Roma como quirites, por lo cual
el Ius Civile es conocido también como Derecho Quiritario o Derecho de los Quirites.
En Roma, el ius civile comprendía todo el sistema jurídico. Así englobaba tanto normas de
derecho privado como de derecho público, aunque estas últimas eran escasas.

Ius Natural:
Ius naturale es el conjunto de principios emanados de la voluntad divina según el derecho
romano apropiados a la misma naturaleza del hombre e inmutables porque son
perfectamente inconformes con la idea de lo justo, tenemos como ejemplos, la unión de
sexos, la procreación y la educación de los hijos. Así las cosas, tenemos que los animales
obedecen a su instinto y no al derecho, sólo el hombre tiene derechos y deberes porque
él solo está dotado de razón y de la conciencia de la moralidad de sus actos.
Ius Gentium:
Ius gentium o jus gentium, el derecho de gentes, en un sentido restringido comprende las
instituciones del derecho romano de las que pueden participar los extranjeros (peregrini)
que tenían tratos con Roma y sus ciudadanos (cives), por lo que supone una
complementación del ius civile, para aplicarlo con individuos que no ostentaran la
ciudadanía romana. En sentido propiamente moderno, el ius gentium es sobre todo una
elaboración de la Escuela de Salamanca.
Al principio sólo existía un pretor, pero cuando Roma comienza a expandirse y a tener
relaciones con otros países, se ve la necesidad de crear otro, así en el año 242 a. C. se
crea la magistratura del Praetor Peregrinus, que atendía los casos en los que
exclusivamente intervinieran no ciudadanos. Al crearse esta nueva magistratura comenzó
a llamarse al anterior pretor como Praetor Urbanus, dedicado a juzgar los asuntos en los
que participasen ciudadanos romanos. Los casos tratados eran bastante variados, pero la
mayoría derivaban de asuntos comerciales. Así, las relaciones comerciales obligaron a la
creación del precedente del llamado derecho contractual, un derecho ultro citroque
obligatio (que obliga a ambas partes), a partir del cual nace el ius gentium.

Ius Scriptum:
Derecho escrito.
Las que habían sido elaboradas por el Poder público y emanaban directamente de
aquellos de sus órganos -comicios, Senado, magistrados, emperadores- que tenían
conferida tal facultad, eran ius scriptum, estuviesen o no materialmente fijadas por escrito,
aunque, como es natural, lo estaban normalmente.

Ius Nom Scriptum:


Derecho no escrito.
Las normas surgidas de la costumbre, así como aquellas resultantes de la interpretatio de
los juristas primitivos, fueron ius non scriptum.
La deficiente adecuación de la terminología a la realidad se explica, porque se trata de
una bipartición griega de las normas de conducta, en general aplicada tardíamente al
campo del Derecho por juristas postclásicos o bizantinos.
Ius Commune:
Derecho común, es un término que hace referencia a un derecho que se aplica a la
generalidad de los casos o aplicable, a diferencia de un derecho particular o especial
(derecho propio).
Durante la Baja Edad Media se denominó así al derecho formado por el Corpus Iuris
Civilis (derecho romano justinianeo), el Corpus Iuris Canonici (derecho canónico) y la
labor de los juristas sobre estos cuerpos jurídicos (escuela de glosadores y
comentaristas).
Ius Singulare:
Ius singulare, se traduce literalmente como ley singular.
Era una ley especial para ciertos grupos de personas, cosas o relaciones jurídicas (debido
a que es una excepción a los principios generales del ordenamiento jurídico).
Esto contrasta con el ius commune, el general, el derecho común. En el derecho romano
desarrollado en los sistemas jurídicos modernos, el concepto de ius singulare fue
abandonado y el ius commune se aplicó a todos los casos.
El derecho romano a lo largo de la historia de Roma se dividió en las siguientes
etapas:
Derecho antiguo (753 – 130 a. C). Fue la etapa que se caracterizó por las normas
basadas en costumbres y que fueron plasmadas en la Ley de las XII Tablas que estaba
dirigida a la población y resultaba un orden jurídico rígido y severo.
Derecho clásico (130 a. C. – 230 d. C.). Fue la etapa que se caracterizó por la
organización de jurisprudencias del orden jurídico, como el Senado y por formalizar al
derecho como una ciencia.
Derecho posclásico (230 – 527 d. C.). Fue la etapa que se caracterizó por el poder
absoluto que ejerció el emperador para regular los ámbitos de la vida pública y privada de
los ciudadanos.
Derecho justiniano (527 – 565 d. C). Fue la etapa que se caracterizó por una reforma
legislativa que permitió recopilar las normas y leyes vigentes, de manera formal y
codificada, en un solo texto.
Etapas de Roma:
La historia de Roma durará más de doce siglos y durante este tiempo conquistó las
riberas del Mediterráneo y se convirtió en el Estado más poderoso de su época. Desde el
punto de vista político Roma pasó por tres sistemas: La Monarquía (753-509 a. C), La
República (509-27 a. C.) y El Imperio (27 a. C. - 476 d. C.).

La Monarquía:
La Monarquía (del 753 a.C. al 509 a.C).
Durante los dos primeros siglos de existencia de Roma, la ciudad fue gobernada por
reyes. El rey, elegido por el senado, concentraba todos los poderes y era un cargo
vitalicio. Suyo era el máximo poder militar y religioso.
En este período el monarca Numa Pompilio instaura según la leyenda el calendario de 12
meses, el pueblo se transforma en ciudad, el territorio romano se divide en distritos, se
construye el puerto de Ostia aumentando los intereses comerciales hacia el mar Tirreno
(en el 509 a.C se firma un tratado entre Roma y Cartago).
Será precisamente el año 509 a.C. el del fin de la Monarquía. En ese año el rey Tarquino
el Soberbio, que gobernaba de forma autoritaria y despótica, es expulsado después de
una revuelta.
En principio el gobierno de Roma se organizó como una monarquía, de cuyos primeros
reyes apenas sabemos nada. Los primeros reyes romanos fueron latinos, pero los últimos
fueron etruscos, pueblo que había sometido el Lacio.
El rey era el Sumo Sacerdote y el general en jefe del ejército, estaba auxiliado por el
Senado, formado por entre 100 y 300 miembros de las familias patricias más ricas e
influyentes.
La sociedad romana estaba compuesta en esta época por los patricios, familias
descendientes de los primeros pobladores, que controlaban la mayor parte de las tierras y
el derecho de ciudadanía y por los plebeyos, que eran campesinos, comerciantes y
artesanos que carecían de poder político.
Los romanos no aceptaron con agrado la autoridad de los reyes etruscos, y consiguieron
deshacerse de ellos en el año 509 a. C. estableciendo una nueva forma de gobierno: La
República.
La República:
La República (509 - 27 a. C.).
Durante la República se crearon de forma gradual una serie de instituciones de gobierno
representativas. En principio las instituciones estaban monopolizadas por los patricios,
pero los plebeyos, que pagaban impuestos y servían en el ejército, fueron exigiendo y
consiguiendo derechos políticos y participar en el gobierno de la ciudad. En el siglo V. a.
C. lograron que un representante, el tribuno de la plebe, defendiera sus intereses en el
Senado y un siglo después los plebeyos podían ser magistrados y senadores.
Las instituciones principales fueron: los Comicios, las Magistraturas y el Senado.
Los Comicios: eran asambleas en las que se reunían los ciudadanos romanos para votar
las leyes, elegir, los cargos públicos y decidir la guerra o la paz. Estas asambleas
populares se reunían siguiendo distintos criterios y con funciones distintas:

Comicios de las centurias: elegían los magistrados superiores (consules pretores y


censores) y declaraban la guerra.
Comicios de las tribus, la unidad de voto era la tribu (distrito territorial), eligen a ediles
curules y cuestores, y legislaban.
Comicios de las curias, administra justicia
Comicios de la plebe, elige el tribuno de la plebe y el edil de la plebe.
Las Magistraturas eran cargos políticos con funciones específicas y que suponían toda
una carrea política. Estos cargos eran:
Colegiados: a fin de equilibrar el poder y evitar la corrupción, todos los cargos se
compartían con, al menos, otra persona.
No se cobra un sueldo.
Anuales, de forma que todos los años había votaciones.
Electos, excepto el cargo de senador, reservado para los antiguos cónsules y con carácter
vitalicio.
Todas las magistraturas eran ordinarias, sólo el cargo de dictador era extraordinario,
propio de épocas difíciles; se encargaba así, durante seis meses, de gobernar Roma y su
ejército, y su poder estaba por encima del de los cónsules. El dictador tenía, además, un
ayudante, el jefe de caballería.
Seis eran las magistraturas, ordenadas de mayor a menor importancia política:
Cónsul, siempre elegidos de dos en dos, y tan importantes que daban nombre al año en
el que gobernaban. Jefes máximos del ejército, presidían las sesiones del Senado y se
turnaban diariamente en el ejercicio del poder.
Pretor, en número de ocho, se encargaban de los tribunales de Roma.
Edil; eran elegidos de cuatro en cuatro (dos patricios y dos plebeyos) y se encargaban del
gobierno de las ciudades.
Cuestor: se encargaban de las arcas y gastos del Estado.
Censores, eran dos y su cargo duraba cinco años. Su trabajo era elaborar las listas de
ciudadanos (censos) y dictaminar quién podía pertenecer o no a una clase social.
Establecer la lista de senadores y tachar de ella (nota censoria) a los que no fueran
dignos.
Tribuno de la plebe. Era una magistratura especial, ocupada siempre por plebeyos.
Tenían derecho de veto sobre las decisiones del Senado, de forma que se encargaban de
que estas no perjudicaran los derechos de los plebeyos.
El Senado era la institución más importante. Era un consejo supremo encargado de
asesorar a los magistrados. Además establecia leyes y dirigía la política exterior. Sus
miembros eran vitalicios, unos 300, y eran antiguos cónsules y magistrados, y personas
que sobresalían por sus cualidades, su fortuna y su posición social.
La expansión de la República:
Durante el periodo de la República, Roma consiguió conquistar muchos territorios, gracias
a su bien organizado ejército.
Primero, se impuso sobre los pueblos de la península itálica, venciendo a latinos, galos y
griegos de la Magna Grecia (siglos IV y III a. C)
En el Mediterráneo occidental, los romanos se impusieron tras un largo conflicto que les
enfrentó a los cartagineses en las guerras Púnicas (264 a. C - 146 a. C.). En la primera
guerra púnica (264 a. C - 241 a. C), Roma se hizo con Sicilia, Córcega y Cerdeña. En la
Segunda (219-201 a. C) los romanos extendieron su poder a la Península Ibérica y el
Norte de África y en la tercera (149-146 a. C.), Cartago dejó de existir y su terrirorio pasóa
a ser una provincia romana.
En el Mediterráneo oriental derrotaron a los macedonios y conquistaron Grecia parte de
Asia Menor y Siria. Más tarde se extendieron por Egipto y por todo el Norte de África.
César conquistó la Galia y ya en el Imperio se conquistó Britania (siglo II) y se extendió la
frontera a lo largo del Rin y el Danubio.
La crisis de la República:
En el siglo I a. C. comenzó un periodo de crisis y luchas internas. Las conquistas habían
proporcionado muchas riquezas (botín, esclavos y tierras) y se formaron grandes
propiedades agricolas trabajadas por esclavos, que arruinaron a los pequeños
campesinos, que emigraron a las ciudades. Los más beneficidos fueron los patricios y los
jefes militares.
El aumento de las desigualdades sociales propiciaron las protestas de la plebe (intento de
reforma agraria por los hermanos Graco, tribunos de la plebe) y las revueltas de los
esclavos (Espartaco).

La ruina de los pequeños propietarios agrícolas y su emigración a las ciudades


(especialmente a Roma) hizo que el número de personas apto para el éjercito bajó
sensiblemente, por lo que fue necesario profesionalizar el ejército (reforma de Mario).
Estas legiones profesionales pasaron de ser fieles a Roma a estar muy vinculadas a su
jefe militar, que las utilizará para satisfacer su ambición personal y política.
Los conflictos y divisiones internas propiciaron el abandono de los ideales repúblicanos
(división del poder) y la concentración del poder en manos de estos generales, que unas
veces se aliaban para compartir el poder (triunviratos) y otras se enfrentaban en entre
ellos (Guerras civiles : Sila y Mario, Pompeyo y César y Octavio y Marco Antonio).
La victoria de Octavio sobre Marco Antonio, marcó el final de la República. En el año 27 a.
C. el senado concedió a Octavio los máximos poderes (imperator, pontificex máximo...) y
así se convirtió en el primer emperador romano.
El Imperio:
El Imperio (del 27 a.C al 476 d.C).
Este período empieza en el año 27 a.C con Octavio Augusto como emperador y durará
hasta la desaparición de Rómulo Augústulo, el último emperador romano de Occidente,
en el año 476 d.C.
Durante esta etapa se superan las crisis sociales y políticas que el sistema republicano no
pudo hacer frente.
Esta centralizada forma de gobierno tuvo como pilares al ejército, los funcionarios, el
ejército, y el incremento y mejora de las vías de comunicación.
Los territorios conquistados por Roma alcanzan su máxima extensión.
Si bien el período abarcado por los siglos I y II d.C fue conocido como Pax Romana,
desde el siglo III d.C el imperio romano padeció una serie de crisis militares, políticas y
económicas causadas entre otros aspectos por: el debilitamiento del poder del
emperador, el fortalecimiento del papel del ejército en las provincias, la presión de los
pueblos germánicos por el norte y de los partos y persas por el este, los alimentos
empiezan a escasear y aumentan sus precios,...
El imperio sufre un proceso de ruralización de la población. Es decir, la población empieza
a trasladarse al campo debido a las dificultades de subsistencia en las ciudades.
Para mantener la paz en las fronteras, el emperador Diocleciano creó entre el 286 y el
293 d.C. una nueva forma de gobierno. la tetrarquía, en la cual existían dos emperadores
uno occidental y otro oriental, cada uno de ellos con un sucesor, su césar. Al dejar
Diocleciano el poder, se inicia la lucha entre sus sucesores quedando vencedor
Constantino, que vuelve a unificar todo el territorio romano.
Con la muerte del emperador Teodosio en el año 395 d.C el imperio romano queda
nuevamente dividido, ésta vez entre sus dos hijos: Honorio (el Imperio Occidental con
capital en Roma) y Arcadio (el Imperio Oriental con capital en Constantinopla). Ya nunca
más volverán a unificarse el Imperio Occidental y el Imperio Oriental.
Finalmente las invasiones del siglo V d.C van debilitando el Imperio Romano de Occidente
hasta que en el año 476 d.C. el pueblo germánico de los Herulios derrocan a Rómulo
Augústulo, el último emperador de Roma, que contaba con 10 años de edad.
El Imperio de Oriente durará todavía cerca de mil años más.

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