Está en la página 1de 8

Claparede – Radice

Edouard Claparede fue un psicólogo y pedagogo suizo que nación en Ginebra en 1873 y
murió en el año 1940. En sus teorías se consolidaron en estrecha relación la pedagogía con
la psicología infantil y su obra contribuyó en gran manera a convertir Ginebra en el centro
de la pedagogía moderna europea. Su principal preocupación pedagógica fue la de
conseguir una escuela activa, en la que primara la necesidad y el interés del niño,
consiguiendo la creación de un colegio a la medida del alumno. Para ello tomó las ideas y
conceptos de la psicología  para aplicarlas a la pedagogía; así, propuso que los maestros
aprendieran a observar a sus alumnos y trabajan e investigan a partir de estas
observaciones. En 1905, publicó Psicología Infantil y Pedagogía Experimental, que
tuvo amplia repercusión. 
Sus aportes pedagógicos están centrados en el interés infantil el proceso de aprendizaje
proponiendo la conveniencia de que los maestros fueran a la universidad a familiarizarse
con los métodos psicológicos de observación de los niños. Este pedagogo, siguiendo a
Rousseau insiste en la necesidad del estudio del niño para su educación, ya que tiene
características psíquicas propias diferentes de las del adulto. También es el autor de la idea
de la pedagogía funcional, entendiendo por ésta la basada en las necesidades e intereses del
niño. Para él la infancia es la edad propia del juego, de la plasticidad, y de aquél pasa
paulatinamente al trabajo, que es el complemento natural del juego. Finalmente, Claparède
es uno de los defensores de la "escuela activa", partiendo de la idea de que la actividad está
siempre suscitada por una necesidad. Su metodología consiste en un planteamiento
denominado de ensayos y errores mediante el cual el niño, por aproximación sucesiva,
reconoce la realidad que lo rodea; realiza un tanteo permanente tanto de orden psíquico
como físico que le ayuda a acomodarse cada vez más en dicha realidad. Entiende que la
escuela es vida, y como tal, es preparación para a vida individual y social, y es su único fin
según él. Claparede dividió la evolución biológica del niño en distintas etapas: etapa
anterior al nacimiento, primera infancia, segunda infancia (de los 2 a los 6 años), tercera
infancia (la de la edad escolar), cuarta infancia (nexo con la pubertad), la pubertad y la
adolescencia. También formuló las denominadas leyes de la conducta: ley de la necesidad,
ley de la extensión de la vida mental, ley de la participación de la conciencia, ley de la
anticipación, ley del interés, ley del interés momentáneo, ley de producción de lo
semejante, ley del tanteo, ley de compensación, ley de autonomía funcional. Por último,

1
este autor argumentaba sobre los maestros que la iniciación en la pedagogía experimental
debe enseñar al educador a comprobar, mediante la observación y la experiencia, el valor
de sus medios de investigación y de educación a fin de hacerse capaz de dominar los
resultados de su acción empleando medidas objetivas.
Giuseppe Lombardo Radice fue un maestro y pedagogo italiano que nació en 28 de junio
de 1879 en Catalina y murió el 16 de agosto de 1938 en Cortina. Fue un filosofo con alma
de educador sensible a las necesidades de la vida y al deber de hacerla mejor. Uno de sus
más importantes libros se titula lecciones de didáctica y recuerdos de una experiencia
magistral (1912). Pero su didáctica no es un formulario de reglas ni aplicaciones de
doctrinas científicas sino la demostración y el ejemplo de cómo todo educador puede
formarse, vivir y perfeccionarse en la reflexión seria sobre la propia experiencia y la
experiencia de otros. Este autor buscaba descubrir la raíz de todos los aspectos en los cuales
se presenta el problema de la educación. Jamás ojo alguno se había posado con tanto deseo
de investigación sobre los niños para descubrir en el fondo de su espíritu, los tesoros
escondidos, que, una vez libres de las superestructuras, con frecuencia más accidentales que
sustanciales, pudieran dar a luz y el esplendor de una rica e incipiente humanidad. Radice se
preocupó de dar un buen impulso a la difusión de la instrucción popular en el sur de Italia,
como asimismo se destacó por la lucha contra el analfabetismo. Sus principios son: la
universalización de la educación, más allá de los límites de la familia y de la escuela. La
didáctica como experiencia activa, tanto del maestro como del discípulo. La crítica e historia
pedagógica como idéntica al acto educativo. Para Radice la educación se traduce en un
mundo de valores de la experiencia educativa misma. Por esto escribía que la educación es
la vida mental humana en cada una de sus palpitaciones. La educación procede
continuamente por compenetración de almas en experiencias espirituales, en las que se
educan a la autoconciencia el educado y el educador, y esto, porque “educar y educarse es
voluntad universal” en la que la educación se hace y se conoce a sí misma. De este modo la
didáctica no puede legarse a la pasividad de la pura tradición disciplinaria y social ni los
motivos empíricos o a tecnicismos preestablecidos, sino que la didáctica es la experiencia
del estudiante y del maestro.
Por otra parte, la concepción de la escuela de Lombardo Radice no coincide con el esquema
de la “escuela activa”, de la cual, aunque apreciando sus enseñanzas sobre la actividad auto
formativa del alumno (característica de toda pedagogía contemporánea), disiente. Lombardo
Radice le da un nombre propio a su anhelada escuela: la llamó “escuela serena”. Él pensaba
que la escuela de los niños (de todos, sin distinción de censo y de clase) debería ser un lugar

2
de interesante búsqueda y de alegre creatividad, más allá de toda preocupación utilitaria y de
toda tesis científica. Uno de los objetivos de su escuela era que sus alumnos pudieran
observar y descubrir la naturaleza y la vida con los ojos poético propio de su edad, y el
maestro, en lugar de retirarse aparte de la actividad infantil, supiera hacerse como niño, de
modo tal, que llegara a reencontrarse mediante la ingenua poesía y la admiración de aquel
descubrimiento.
Su obra más representativa fue Lezioni di didattica (1931) en la que se comprende todo el
interés de LombardoRadice por la educación lingüística del niño como escuela de
sinceridad. La intuición como vía de desarrollo de las ideas que tiene el niño. La extensión
de la enseñanza de la lengua a todos los niveles. La eliminación el libro de primer periodo de
la escuela, y la preocupación para que la lectura y la escritura sean como un nuevo invento
del niño. La teoría de la identidad del valor como lenguaje, tanto de la palabra como
del dibujo. La historia como historia-poema y como conciencia del desarrollo histórico del
trabajo. La identidad de ciencia y poesía en la cultura del niño. El valor moral de la ciencia
natural. Las lecciones científicas como ilustraciones de orgánicas correlaciones vitales. El
niño inicialmente como investigador y científico. El interés por la religión del niño como
aspiración a lo divino y la enseñanza religiosa como poesía religiosa, centrada en el estudio
del Evangelio. Por último, el espíritu creativo-didáctico de este autor pone de manifiesto su
sensibilidad cultural por las diversas manifestaciones del espíritu humano y sus concretos
valores que recíprocamente se complementan. Para él, el progreso de la escuela no depende
de los métodos, sino de la conciencia que de ellos tienen los maestros. Entre más alta sea
ésta, mejor será el trabajo.

María Montessori
Nació el 31 de agosto de 1870 y murió el 6 de mayo de 1952, fue una educadora,
científica, médica, psiquiatra, filósofa, psicóloga, feminista, y humanista italiana. El primer
tercio de su vida coincide con el inicio de la segunda revolución industrial, y con un
crecimiento de los Estados Unidos en detrimento de Europa. Respecto a la educación
aparece un fortalecimiento de la educación pública y nacen así diversas experiencias
encuadradas en la corriente de la Escuela Nueva (s.XIX. s.XX), como crítica a la Escuela
Tradicional y gracias a profundos cambios socio–económicos, la aparición de nuevas ideas
filosóficas y psicológicas como las corrientes empiristas, positivistas y pragmatistas que se
concretan en las ciencias. Su concepción pedagógica centra el interés en el niño y en el
desarrollo de sus capacidades; lo reconoce como sujeto activo de la enseñanza y, por lo

3
tanto, el alumno posee el papel principal en el aprendizaje. El otro elemento que identifica
esta tendencia pedagógica es que la educación se considera como un proceso social y para
asegurar su propio desarrollo, la escuela prepara al niño para que viva en su sociedad, y ella
misma se concibe como una comunidad en miniatura, en la que se “aprende haciendo”. 

El método de trabajo de Montessori centraliza el trabajo del desarrollo del niño a través de
los sentidos, lo espontáneo, lo que le nace y buscando su propio aprendizaje. Convencida
que la educación del niño debía tener un fundamento esencial basado en el conocimiento
científico, somático y psíquico de su ser. Montessori creía que deberíamos educar no solo la
mente sino también el cuerpo y el espíritu. Comenzando desde el nacimiento debemos
pensar un nuevo método de educación, ya que es durante los primeros años que se produce
el mayor crecimiento y aprendizaje. Señala que un bebé, no aprende a través de
la instrucción directa, los padres no usan libros de texto para enseñar a un niño a hablar,
conversan con él mientras interactúan y pronto está uniendo palabras y comunicándose con
los que lo rodean. En su obra “La mente absorbente” Montessori menciona que el único
lenguaje que el hombre puede adquirir perfectamente, es el aprendido en el primer período
de infancia. Recién a los 3 años de edad el niño necesitará la ayuda particular de la
educación escolar. A partir de estas observaciones, Montessori da cuenta de la
vital importancia de crear un ambiente especialmente preparado, ya que los niños aprenden
por virtud de experiencias efectuadas en el ambiente, desde esta nueva mirada el rol del
maestro y cómo se vincula con el niño y el ambiente, cambia la perspectiva de la educación
y cómo abordarla. Montessori denominó al primer periodo de la infancia como Mente
Absorbente Inconsciente. Al segundo periodo lo denominó Ayúdame a pensar por mí
mismo. El niño en el segundo plano (a partir de los 6 años hasta los 12) va en dirección a
una vida más intelectual, ya está adaptado a su mundo, habla perfectamente su lengua y sabe
cómo actuar en cada situación. El tercer periodo Ayúdame a pensar contigo (periodo de la
adolescencia) muestra cambios físicos, intelectuales y espirituales. El cuarto período (la
adultez) Qué puedo hacer por ti, va desde los 18 a los 21 años y es donde el hombre logra su
construcción. Por último, en relación al método Montessori se puede afirmar que María
concibe la educación como la contribución a un movimiento de liberación universal, que
indica el modo de defender y elevar la humanidad. Existe un movimiento científico nuevo,
sin embargo, este movimiento no se da propiamente en el campo de la educación, sino en el
campo de la psicología y no surge por preocupación pedagógica (de conocer al hombre para
educarlo) sino por una preocupación hacia los sufrimientos y anomalías del hombre,

4
especialmente de los adultos. Esta psicología de la humanidad enferma, se extiende también
a los niños que se presentan inquietos, desdichados, con sus energías vitales reprimidas y
desviadas de la normalidad. El método Montessori se caracteriza por proveer un ambiente
preparado: ordenado, estético, simple y real, donde cada elemento tiene su razón de ser en el
desarrollo de los niños. El aula integra edades agrupadas en períodos de 3 años, lo que
promueve naturalmente la socialización, el respeto y la solidaridad. Ofrece oportunidades
para comprometerse en un trabajo interesante, elegido libremente, que propicia prolongados
períodos de concentración, que no deben ser interrumpidos, al desarrollo de sus capacidades
y potencial a través de los sentidos; preparándolos para vivencias que tendrán en el futuro.
La libertad se desarrolla dentro de límites claros que permite a los niños convivir en la
pequeña sociedad del aula, trabajando con materiales concretos científicamente diseñados,
que brindan las llaves para explorar el mundo y para desarrollar habilidades
cognitivas básicas. Los materiales están diseñados para que el niño pueda reconocer el error
por sí mismo y hacerse responsable del propio aprendizaje. El maestro realiza un
seguimiento a cada niño o niña de forma individual.

Saul Alejandro Taborda (1895 – 1943):


Nacido en la provincia de Córdoba en Argentina en 1985, fue abogado, se dedicó con énfasis
a la labor educativa, participando activamente en la Reforma Universitaria Nacional de 1918,
con el sueño de una Universidad Americana. Le dio gran importancia a las tradiciones
culturales nacionales, su labor pedagógica suma un alto valor a la historia de la República
Argentina. Fue uno de los más importantes pedagogos críticos de la obra de Domingo
Faustino Sarmiento (quien es considerado el padre de la educación pública argentina).
También fue rector del Colegio Nacional Rafael Hernández de la ciudad de La Plata en 1920,
del que fue expulsado al año siguiente, acusado de anarquizarlo y violación de menores. Entre
sus obras fundamentales se encuentran: La crisis espiritual y el ideario argentino (1933), El
fenómeno político (1936), Investigaciones pedagógicas (1951)
Principalmente Taborda critica los ideales de la pedagogía oficial (la pedagogía de
Sarmiento), centrados en lo que él llama “idoneidad” y “nacionalismo”, que sirven a los
intereses dominantes de la burguesía. Al sostenerse estos ideales desde los sectores
dominantes, se escamotean las prácticas culturales, entre ellas el hecho educativo comunal
que Taborda rastrea en la historia de las comunas argentinas. Taborda sostiene que los
principios pedagógicos deben derivarse del hecho educativo comunal y no de la doctrina de la

5
igualdad sostenida en Europa. Por otra parte, afirma que las instituciones copiadas cargan con
contradicciones que son propias de sus contextos de origen, cosa que ocurre con las escuelas.
Antes de la escuela sarmientina, muestra en su obra, las comunidades habían desarrollado una
escuela y un tipo de educación que Taborda llama "facúndica" (para aludir al
caudillo Facundo Quiroga y al libro de Sarmiento Facundo. Civilización y barbarie). El
pedagogo sostiene la idea de que todos los espacios sociales son educativos y se mueven en la
dialéctica entre dos polos: la tradición y la revolución. Pretender, como Sarmiento, una
"revolución" que no tenga en cuenta la tradición educativa, lleva a copiar modelos extranjeros
que cargan con un "ideal de ciudadano" ajeno a nuestra idiosincrasia.

John Dewey
Nacido en Vermont en 1859, fue un pedagogo, psicólogo y filósofo estadounidense. Concibió
la escuela como un espacio de producción y reflexión de experiencias relevantes de vida
social que permite el desarrollo de una ciudadanía plena. Sostenía que lo ofrecido por el
sistema educativo de su época no proporcionaba a los ciudadanos una preparación adecuada
para la vida en una sociedad democrática. Su pedagogía se basa en la educación de la destreza
individual, de la iniciativa y del espíritu de empresa en detrimento de la adquisición de
conocimientos científicos. Sus escritos influyeron en los profundos cambios experimentados
en la pedagogía de Estados Unidos en los inicios del siglo XX. La idea Deyweniana de la
educación es similar a la de Durkheim. Coincide con el proceso de socialización y reconoce la
diferenciación histórica de la práctica de la educación. Afirmaba también que los niños no
llegaban a la escuela como limpias pizarras pasivas en las que los maestros pudieran escribir
las lecciones. Sostenía que cuando el niño llega al aula ya es intensamente activo y el
cometido de la educación consiste en tomar a su cargo esta actividad y orientarla
Dewey propone un método de enseñanza con las siguientes características: Que el alumno
tenga una situación de experiencia auténtica, es decir, que exista una actividad continua en la
que esté interesado por sí mismo. Además, planteaba que el aprendizaje tanto de niños como
de adultos, se lograba a partir de la confrontación con situaciones problemáticas. Y que estas
situaciones aparecían como consecuencia de los propios intereses de la persona.
En cuanto al rol del docente, el pedagogo afirmaba que este era quien debía encargarse de
generar entornos estimulantes para el alumno. Al hacerlo, el maestro podía desarrollar y
orientar la capacidad de los alumnos para actuar. Esto debía ser así porque para Dewey los
alumnos son sujetos activos. Aunque defendía la pedagogía centrada en el alumno, entendía

6
que era el maestro quien debía hacer el trabajo de conectar los contenidos presentes en el
currículum con los intereses de cada uno de los alumnos.

William Heard Kilpatrick


Pedagogo nacido en 1871 en Georgia Estados Unidos. Fue representante del movimiento
pedagógico iniciado por John Dewey, de quien fue discípulo. Es conocido especialmente por
haber ideado y puesto en práctica el "método de proyectos". Este método sitúa en el centro de
la actividad escolar un plan de trabajo, elegido libremente por los alumnos y organizado de
manera que contribuya a superar el esfuerzo individual y a requerir la colaboración de grupos
de alumnos. Las nociones y actividades prácticas están coordinadas alrededor de un núcleo de
intereses que da organización al saber. Kilpatrick insiste en la mayor validez de las
motivaciones subjetivas con respecto a la constricción indirectamente ejercida a través de
premios o castigos que llegan de fuera. Reconoce que las motivaciones de los niños escapan
casi por completo al educador. De ahí se deriva la necesidad de hacer hincapié en la
autoafirmación, a través de una intensa socialización de la escuela.
Sus obras principales:
- El método de proyectos (1919)
-Los fundamentos del método (1926)
- Educación para una civilización en camino (1926)
-Educación y vida social (1932)
-Filosofía de la educación (1951)
La enseñanza por proyectos de Kilpatrick es una técnica que sostiene que el aprendizaje es
más eficaz cuando se basa en experiencias, ya que de esta forma el estudiante es parte del
proceso de planificación, producción y comprensión de las mismas.
El método de proyectos es un método de resolución de problemas técnicos. Consiste en
aplicar los conocimientos y habilidades en proyectos o pequeñas experiencias con el fin de
resolver un problema técnico o necesidad para agudizar la observación, el ingenio y el trabajo
en equipo.

7
El pedagogo sostiene que los intereses de los niños y jóvenes deben ser la base para realizar
proyectos de investigación, y éstos deben ser el centro de proceso de aprendizaje. Afirma que
el aprendizaje se vuelve más relevante y significativo si parte del interés del estudiante.
Según Kilpatrick, hay cuatro fases en la elaboración de un proyecto: La propuesta, la
planificación, la elaboración y la evaluación; y es el estudiante quien debe llevar a cabo estas
cuatro fases y no el profesor. Además, fue partidario de que los centros educativos respeten la
individualidad de sus estudiantes, sin descuidar los intereses del grupo.

También podría gustarte