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Trabajo autónomo del estudiante

I. Definición

El trabajo autónomo del estudiante corresponde a la fracción de la carga de trabajo


académico total necesaria para el desarrollo de la unidad de competencia del módulo en
la que los estudiantes realizan autónomamente actividades intencionadas y
estructuradas que complementan los aprendizajes desarrollados en las horas de docencia
directa. En AIEP, la proporción de horas de docencia directa/horas de trabajo autónomo
es 1:1, es decir, por cada 1 hora de clases, debe existir 1 hora de trabajo autónomo del
estudiante.

Un objetivo fundamental del trabajo autónomo de un estudiante tiene que ver con el
desarrollo de la autonomía necesaria para que pueda apropiarse y ser responsable de su
propio proceso de enseñanza aprendizaje, desarrollando al mismo tiempo el
pensamiento crítico y la metacognición. Para ello, es muy relevante que intensifiquemos
el trabajo independiente de los estudiantes a partir de actividades de aprendizaje que
pueden ir desde el desarrollo de simples guías de ejercicios a proyectos integradores que
los convierta en agentes de su propia formación. Cada actividad, eso sí, tanto en su forma
como en su complejidad, debe ser coherente con el aprendizaje esperado a desarrollar
en cada una de las sesiones.

Como parte del proceso formativo, el trabajo autónomo del estudiante posee tres
impactos fundamentales:

a) Académico: apoya al estudiante en el desarrollo de los aprendizajes esperados del


módulo que cursa.
b) Laboral: contribuye al desarrollo de habilidades que potencian el buen
desempeño laboral, como por ejemplo, la disciplina, la organización del tiempo, la
sistematización o la mejora continua.
c) Investigativo: permite el desarrollo de capacidades de investigación y de la
resolución activa de problemas, generando consciencia permanente sobre lo que
está aprendiendo, por qué y para qué.

II. Trabajo autónomo y labor docente

El trabajo autónomo es parte del proceso de enseñanza-aprendizaje del estudiante y por


lo tanto debe ser gestionado y facilitado por un docente. Por ello, es necesario que el
docente sea capaz de realizar una proyección adecuada del trabajo autónomo en función
del aprendizaje esperado de cada clase. Dentro de esta proyección, es necesario tener en
cuenta la motivación, orientación, ejecución, control y evaluación de los estudiantes para
poder lograr que las experiencias de trabajo autónomo sean exitosas.
Por consiguiente, desde el punto de vista de la docencia, podemos afirmar que el trabajo
autónomo del estudiante involucra un conjunto de tareas docentes que implican una
necesaria planificación, orientación, ejecución y valoración de las actividades propuestas.
Este conjunto de tareas deben relacionarse coherentemente por su contenido, por su
complejidad y por su correspondencia con el o los aprendizajes esperados de la clase.

III. Etapas para la implementación del trabajo autónomo

La implementación de una actividad para el trabajo autónomo de un estudiante tiene las


siguientes etapas:

a) Planificación:
En esta etapa el docente determina qué debe ser tratado en el trabajo
autónomo. Para ello se debe:
• Definir el tipo de actividad a realizar en cuanto al aprendizaje a
desarrollar y su complejidad.
• Preparar las orientaciones precisas para el desarrollo de la actividad.
• Definir los recursos a utilizar en la actividad.
• Precisar cómo se evaluará la actividad.
• Garantizar que la duración de la actividad autónoma sea coherente con el
tiempo asignado para el trabajo autónomo en la planificación.

b) Orientación:
Esta etapa corresponde a la instancia en que el docente orienta al estudiante
sobre la actividad de trabajo autónomo que realizará. Se precisan los objetivos,
se familiariza al estudiante con la actividad, con las condiciones de la actividad,
datos e información con que cuenta, procedimientos y estrategias para
resolverla y en qué momento emplearlas. En esta etapa se recomienda:
• Entregar las instrucciones de manera clara, precisa y de manera oral al
final de la clase telepresente, y posteriormente por escrito.
• Durante la presentación de la actividad, conectarla concretamente con el
o los aprendizajes de clase y cómo la actividad aporta a su desarrollo.
• Clarificar los recursos a utilizar.
• Precisar la forma en que será evaluada la actividad.

c) Ejecución:
Esta etapa corresponde al momento en que el estudiante desarrolla las
actividades autónomas orientadas por el docente. Este es el momento en el cual
el estudiante aplica los procedimientos y estrategias planificadas, con el objetivo
de producir las transformaciones requeridas a la tarea o problema. Este es el
momento en el cual, según la complejidad de la tarea asignada, tiene que
investigar o poner en práctica las habilidades adquiridas. Si se ha logrado una
adecuada orientación entonces se puede esperar una ejecución exitosa.
d) Evaluación:
Esta etapa es cuando se evalúa la efectividad de la actividad en cuanto a:
• El aprendizaje del estudiante: Se evalúa el desempeño del estudiante en
la actividad de trabajo autónomo según las técnicas e instrumentos de
evaluación definidos en la etapa de planificación. La evaluación puede ser
formativa o sumativa, con especial énfasis en aquellas de tipo formativo
en base a la retroalimentación cualitativa de los progresos y logros del
estudiante, acompañada de evaluaciones sumativas o calificadas
acumulativas durante el proceso.

• Las estrategias de trabajo autónomo empleadas: se buscar evaluar qué


tan efectivas fueron las estrategias utilizadas para apoyar al estudiante en
su proceso de enseñanza aprendizaje. Esta valoración tiene como objeto
retroalimentar el proceso para poder realizar los ajustes y correcciones
que se requieran para las siguientes implementaciones.

Ahora bien, si consideramos el desarrollo de la autonomía un objetivo inherente


y transversal a cualquier actividad de trabajo autónomo de un estudiante, la
presencia de la autoevaluación como parte del proceso de evaluación es
fundamental. La autoevaluación permite que el estudiante pueda comparar su
desempeño con los objetivos a alcanzar en cada actividad propuesta, siendo capaz
también de elaborar su propio plan para mejorar su desempeño a partir de las
limitaciones que él mismo es capaz de identificar.

IV. Tipos de trabajo autónomo según nivel de habilidad

a) Trabajo autónomo para recordar y/o comprender: son actividades que


buscan afianzar o fortalecer conocimientos o procedimientos ya revisados
en clases y conocidos por el estudiante. Las instrucciones para la
realización de la actividad son detalladas en su secuencialidad evitando
que el estudiante se desvíe del procedimiento a seguir.

Las técnicas recomendadas para este tipo de trabajo autónomo son:


1. Resolución de Guías de Ejercicios.
2. Resolución de Ejercicios en el Cuaderno de Apuntes.
3. Lectura comprensiva de la bibliografía básica o complementaria del
módulo.
4. Lectura comprensiva del Cuaderno de Apuntes.
5. Ejecución de procedimientos con el apoyo aplicaciones TIC.
b) Trabajo autónomo para analizar y/o aplicar: son actividades en las que los
estudiantes deben plantear soluciones a problemas no conocidos. Estas
actividades exigen el análisis de soluciones posibles, teniendo que poner en juego
aprendizajes ya desarrollados en clase con nuevos conocimientos para luego
emplearlos en la solución del problema planteado. Este tipo de actividades
requieren el desarrollo de capacidades se análisis, síntesis e investigación por
parte de los estudiantes.

Las técnicas recomendadas para este tipo de trabajo autónomo son:


1. Estudio de casos.
2. Investigación documental en internet.
3. Informes.
4. Mapas mentales.
5. Redes Semánticas.
6. Resolución de problemas de aplicación mediante aplicaciones TIC.

c) Trabajo autónomo para integrar: son actividades que requieren un


involucramiento muy alto de los estudiantes tanto en su diseño como en su
ejecución. A través de este tipo de trabajo autónomo, los estudiantes toman parte
directamente en la generación de nuevos aprendizajes. La formulación de estas
actividades por parte del docente debe permitir que el estudiante busque,
procese, aplique y evalúe autónomamente aquello que se le solicita.

Las técnicas recomendadas para este tipo de trabajo autónomo son:


1. Realización de microproyecto/proyecto.
2. Realización de alguna etapa de un proyecto.
3. Elaboración de un producto/prototipo.
4. Diseño de un servicio.
5. Elaboración de un Ensayo.
6. Informes.
7. Simulaciones de proceso con la ayuda de aplicaciones TIC.

A continuación se presenta un tabla resumen de las técnicas de trabajo autónomo según


nivel de habilidad:

Nivel de habilidad Técnicas sugeridas


Resolución de Guías de Ejercicios.

Resolución de Ejercicios en el Cuaderno de Apuntes.


Recordar y/o
comprender
Lectura comprensiva de la bibliografía básica o
complementaria del módulo.
Lectura comprensiva del Cuaderno de Apuntes.

Ejecución de procedimientos con el apoyo aplicaciones TIC.


Estudio de casos.

Investigación documental en internet.

Informes.
Analizar y/o aplicar
Mapas mentales.

Redes Semánticas.

Resolución de problemas de aplicación mediante


aplicaciones TIC.
Realización de microproyecto/proyecto.

Realización de alguna etapa de un proyecto.

Elaboración de un producto/prototipo.

Diseño de un servicio.
Integrar
Elaboración de un Ensayo.

Informes

Simulaciones de proceso con la ayuda de aplicaciones TIC.

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