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“Cómo Leer el Lenguaje Corporal”

Los secretos para leer a las mujeres para saber que es lo


que piensan sin que lo digan.

Hombres Peligrosos®

Escrito por Uriel Gómez experto en Psicología Humana en


Colaboración con miembros del equipo de Hombres
Peligrosos.
LENGUAJE COPORAL FEMENINO

Asípues, necesitamos estar armados con una pequeña guía de


bolsillo para descifrar las intenciones de nuestras potenciales
parejas y evitar vergonzosos episodios que todos hemos
vivido.

¿ Es tal cosa posible? La verdad es que las mujeres son mucho


más difíciles de descifrar que los hombres: como señala Peter
Hutchinson en un artículo publicado en The Telegraph…

Su coach Jo Hemmings le había recordado que los signos que


los hombres emiten para mostrar su interés por el otro sexo son
apenas diez, mientras que en el repertorio de las mujeres se
cuentan unos 50 diferentes, mucho más sutiles y, por ello,
menos evidentes a simple vista.

–Si se acicala delante de ti. Apartarse el pelo de la cara,


chuparse los labios para hidratarlos o ponerse vaselina o lápiz
de labios son actitudes en principio inconscientes que sugieren
que la mujer está interesada en la otra persona, por lo que se
apresura a asegurarse de que su look es impecable. ¿ A tu
pretendiente no le importa que la veas despeinada, vestida de
cualquier manera y sin maquillar? Malas noticias.
–Si inclina tu cuerpo hacia ti. Cuando estamos sentados en la
mesa en un restaurante o nos encontramos junto a la barra de
un bar, inclinarnos hacia la otra persona indica que somos
receptivos a lo que nos tiene que ofrecer. Si, por el contrario,
nos reclinamos hacia atrás (no digamos ya si nos tapamos la
cara o colocamos los brazos ante nosotros) estaremos
adoptando una actitud reservada y distante.

–Si sus pies te señalan. Tendemos a adoptar posturas en las


que nuestros pies están dirigidos hacia aquella zona de la
habitación a la que queremos encaminarnos. Lo cual quiere
decir que apuntar con tus pies a otra persona significa que
sientes curiosidad por ella, pero que si tu potencial pareja ha
girado los pies a la puerta del bar, es porque quiere salir
disparada cuanto antes. Las muñecas son una de las partes
más sensibles del cuerpo femenino.

–Si mueve sus labios. Uno de los signos inconscientes de


cortejo para las mujeres es mover los labios o hacer llamar tu
atención en ellos, a través de una larga serie de acciones, que
van del simple "poner morritos" a beber continuamente de un
vaso, pasando por masticar de manera lenta.

–Si se remanga los brazos. Jo Hemmings señala que las


muñecas son una de las partes más sensibles del cuerpo de la
mujer, y que subir las mangas indica que se está poniendo al
descubierto una parte de su ser especialmente íntima (aunque
no lo parezca). La desnudez de los antebrazos puede ser solo
el primer paso en el camino de la desnudez total.
–Si sus pupilas están dilatadas. Cuando una persona siente
simpatía o interés por algo o alguien, de manera automática,
sus pupilas comienzan a dilatarse. Asíque, además de entablar
el siempre útil contacto visual para estrechar la relación,
la prueba de los ojos puede ayudarnos a descubrir si una mujer
está interesada o no en nosotros.

–Si sus pechos te señalan. Expliquemos esto, ya que no


queremos que dé lugar a confusiones. Al igual que ocurría con
las muñecas, los pechos son una de las partes más sensibles
del cuerpo femenino y, en concreto, una de las que más se
prestan a ser protegidas. Ello quiere decir que, mientras cruzar
los brazos delante de ellos es un síntoma de necesidad de
protección, presentar una postura corporal en la que el pecho
resalte a la mirada nos señala el camino a seguir.

–Si alza sus cejas. Se trata de un gesto que indica que tenemos
nuestros ojos abiertos a lo que tenemos delante de nosotros,
así como que sentimos curiosidad y predisposición. Hay una
excepción, claro: que el alzamiento de cejas se produzca como
respuesta a una proposición indecente. En ese caso, no
significa interés, significa que debes volver por donde has
venido.

–Cuando no aparta tu mirada en las distancias cortas. Es una


de las preguntas que quita el sueño a todo hombre: ¿ Cuándo
lanzarse a besar a una mujer minimizando el riesgo de que retire
la cara al hacerlo? Algunos expertos señalan que está
relativamente permitido lanzarse si se cumplen dos factores. El
primero, que la distancia entre las dos caras sea cercana, es
decir, haya superado los límites de lo socialmente aceptable
con un amigo o compañero. El segundo, que la mirada a los
ojos entre los dos se mantenga durante un período más o
menos prolongado de tiempo sin que ninguno desvíe la mirada.
Fíjate si realiza movimientos estratégicos para situarse a tu
lado.

–Si te imita. Terminamos adoptando los mismos gestos que


esas personas que consideramos interesantes, influyentes o
seductoras, por lo que si nos vemos reflejados en la mujer que
nos interesa, seguramente estemos marchando por el buen
camino. También puede ocurrir en el caso en que, por
ejemplo, agarremos el tenedor o el vaso al mismo tiempo.
Aunque cuidado: puede ser que simplemente te esté vacilando.

–Si te toca. De manera no sexual, se entiende, porque entonces


¿ para qué necesitaríamos estos consejos? La proxémica
señala que tendemos a situarnos más cerca de aquellas
personas con las que nos sentimos a gusto –por lo que fíjate si
en un bar realiza movimientos estratégicos para situarse a tu
lado– y queremos entablar una relación, al mismo tiempo que
evitamos gestos como cruzarnos de brazos (si esto ocurre, no
tienes ninguna posibilidad).

–Cuando sales ganando en la comparación. Quizá todos los


puntos anteriores no digan nada por símismos, ya que puede
ser que una mujer sea lo suficientemente extrovertida como
para hacer todo lo previamente listado con cualquier hombre
que se cruce en tu camino. Asíque fíjate cómo se comporta con
los demás y piensa en cómo actúa contigo. A lo mejor
simplemente es así, a lo mejor has triunfado.

Tu primer paso para descifrar el lenguaje del


cuerpo: el Método SAPP

Como si de uno de nuestros acertijos se tratase, define la


sensación que te da cada una de estas posturas. Debería ser
igual, pues ¡En todas se están cruzando de brazos…! ¿ No?

Siempre es mucho más complejo, aun cuando se trate del


mismo gesto; en este caso, la mujer (B) es quien realmente está
a la defensiva pues muestra ambos dorsos de las manos. Éste
es un estilo de cruzarse de brazos muy incómodo pues requiere
tensión en las extremidades y demuestra que la persona está a
la defensiva.
Por otro lado, la mujer (A) tiene un cruce de brazos “normal”
(Solo se ve una de las manos). La mujer (C) tiene un cruce
similar, pero seguramente sentiste algo distinto en cada caso.

La diferencia es una cuestión de percepción: la mujer (A) tiene


una expresión neutral y los colores que la rodean son
apagados, mientras que la (C) sonríe y los colores de la imagen
son vibrantes. Ambas posturas son análogas (salvo la mano
visible, en cada caso), y el „feeling‟ que tuviste en uno u otro
caso no tenía que ver con la postura en sí.

Este „fallo de percepción‟ ocurre porque estamos


acostumbrados a observar nuestro entorno como una suma de
estímulos, y no cada uno por separado. Precisamente por esa
razón, todo análisis de lenguaje corporal debe pasar por estas
fases importantísimas que desglosan esa generalidad:

1. La Situación
Se refiere a las condiciones en las que se da la interacción. Por
ejemplo, dos personas que aparentemente discuten, ¿ Tienen
alguna relación emocional? ¿ Son extraños? ¿ El encuentro fue
casual, o concertado?

2. El Ambiente
Determina las características físicas del lugar en el que ocurre
el suceso. Por ejemplo, no es lo mismo alguien que grite en un
lugar muy ruidoso, a otro que lo haga en un lugar tranquilo.
¿ Recuerdas al que estaba cruzado de brazos? Si el ambiente
era de frío, puede justificar esta postura.

3. La Proxémica
Es la distancia a la cual interactúas con los demás. Al observar
a dos o más personas, esta variable se asocia, principalmente,
con la confianza entre todos. (A mayor confianza, estarán más
cerca uno del otro.)

4. La Postura
Este último punto nos introduce en el meollo del asunto: la
Kinésica o vocabulario no verbal, en el que comenzamos a
descifrar el lenguaje no verbal de los gestos, orientación del
cuerpo, movimientos corporales y finalmente las emociones en
el rostro.

La Kinésica: expresarnos con nuestro cuerpo, como


un todo.

Definimos a la kinésica como la expresión general del cuerpo,


sus movimientos globales y específicos, y cómo proyecta
actitudes y emociones.

Al hablar de „expresión general‟ tenemos que tomar en cuenta


al cuerpo como un sistema, cuya función principal es luchar
contra la gravedad. Al analizar el lenguaje corporal en esta
primera fase, el cuerpo humano se rige bajo dos subsistemas:
– El subsistema axial

…que determina el interés general de la persona. Lo que le


llama la atención, en lo que está concentrada, lo que está
pensando en ese momento. Lo representamos por tres ejes
horizontales llamadas „órdenes‟:

1. La primera orden, la más importante, sale del pecho hacia


el frente; determina el interés principal del sujeto, lo que
está ocupando su atención.

2. La segunda orden es determinada por la orientación media


de los pies. Ésta modela la actitud de la persona y te
permite dar un vistazo a su disposición de quedarse en el
lugar donde está, o querer irse. No acostumbramos a
„mentir con los pies‟, por lo que este eje es bastante
fidedigno para determinar la intención de alguien.
3. Finalmente, la tercera orden es el eje que sale desde tu
nariz hacia el frente. Éste es un eje „diplomático‟, en el
sentido que en ocasiones miramos directamente a los
demás, aun cuando no les estemos prestando total
atención.

La diferencia entre posturas Alfa y Beta.

Dado que tienes que comenzar por observar el lenguaje del


cuerpo como un todo, debes tomar en cuenta la diferencia entre
una postura alfa y una beta.
Una brevísima explicación: Para poder sobrevivir en
circunstancias hostiles, desde hace muchísimo tiempo
tenemos programado el reflejo de luchar o huir, lo que nos
condiciona a una de estas dos reacciones en caso de un peligro
(De hecho, también está la reacción de congelarse, pero para
hacerlo más sencillo vamos a agruparla con „huir‟.

Luchar o huir son dos opciones muy distintas, y al mismo


tiempo se relacionan con las aptitudes que distinguen a los
miembros de una manada. El „alfa‟ del grupo es quien guía al
resto (tomar las decisiones, sean cual sean, son sinónimo de
lucha), mientras que el resto [los betas] lo siguen.

Ser beta no necesariamente significa sumisión u obediencia;


más bien confianza. El Alfa es quien se ha ganado el sitio para
tomar las decisiones por la manada y por supuesto, también los
privilegios.

Esa distinción sigue sobreviviendo hasta nuestros días pues es


una programación muy profunda en nuestro cerebro; y la
actitud de Alfas y Betas se presenta en posturas bien
diferenciadas, las cuales podemos asumir según el caso.

Nota importante: no siempre tenemos que asumir una postura


Alfa; de hecho, en más de un caso una postura beta nos dará
grandes ventajas.
Las posturas Alfa se caracterizan por…
Mentón en alto
Pecho ligeramente afuera, sin cruzarse de brazos
Postura derecha
Manos a los lados o tomadas a la espalda
Contacto visual pleno
Movimientos corporales lentos y controlados.

Las posturas Beta se caracterizan por…


Mirada esquiva o hacia el piso
Pecho un poco hacia adentro
Postura desgarbada o ligeramente encorvado
Brazos cruzados sobre el pecho, cubriendo los genitales o
tocando el cuerpo
Cuerpo inclinado lejos de la „amenaza‟

¿ Para qué sirve una postura beta? Puede parecer que una
actitud asíes contraproducente en cualquier escenario, pero lo
cierto es que expertos en terrorismo afirman que en caso de
que seas secuestrado solo o en grupo, una postura beta te
permitirá no llamar tanto la atención, asícomo facilitar el crear
empatía con tus captores y dialogar con ellos.
¡Tip rapidísimo!

La importancia del ritmo y la frecuencia en el Lenguaje


Corporal.

Y por cierto, ¿ Acaso una de las razones por las que queremos
estudiar lenguaje corporal. ¿ No es la de poder detectar
mentiras? Precisamente, un tema tan delicado no puede
tratarse a la ligera…

En cualquier caso, al principio es más fácil prestar atención


al ritmo que presenta una persona cuando se está expresando:
Algunos hablan lentamente, otros usas muchos gestos
manuales, otros a duras penas pronuncian bien las palabras y
otros tienen un tono de voz muy alto…

…pero cuando hay un cambio en ese ritmo, y la persona que


hablaba bajito súbitamente alza la voz, o el que gesticulaba
mucho con las manos de repente se cruza de brazos, o hablan
más rápido de lo que lo hacían hace un par de segundos, sabrás
que existe un desajuste, por muy pequeño que parezca, y ha
aflorado en su vocabulario no verbal.

¡Pero todavía tienes que precisar el por qué de ese desajuste!


Recuerda que los gestos batuta son un grupo de ilustradores
muy útiles en oratoria; para saber cómo implementarlos en una
conferencia o presentación, puedes revisar esta guía.
Todo Lo Que Deberías Saber Sobre el
Lenguaje Corporal

El lenguaje corporal ha sido objeto de mucho estudio y también


origen de bastantes mitos como el que dice que el 93% de la
comunicación es no verbal. A pesar de que se ha popularizado
porque mucha gente que lo ha leído se ha dedicado a repetirlo,
el verdadero estudio que inició esa creencia presenta
demasiadas deficiencias como para ser tomado al pie de la
letra, tal y como ya comenté en el artículo sobre las palabras
que más venden y convencen.

Sin embargo, no es nada despreciable la influencia del lenguaje


del cuerpo en nuestras habilidades sociales, además de ser un
excelente espejo de las emociones reales de nuestros
interlocutores.
Seguramente conozcas personas que, pese a no ser
especialmente desagradables o antipáticas, generan
desconfianza. No sabrías decir qué es concretamente, pero
desprenden un aura que hace que no te apetezca confesarles
tus emociones reales.

Eso es porque existe una contradicción entre su comunicación


verbal y su lenguaje corporal, tal y como en su momento
demostró este estudio. ¡Es incluso posible que tú mismo estés
generando esta contradicción sin saberlo!

Otras personas, en cambio, irradian un gran carisma sin ser


especialmente habladoras. Su expresión corporal está alineada
con su lenguaje verbal y transmiten confianza y calidez.

Con esta guía espero que entiendas los principales conceptos


del lenguaje corporal para que puedas leer mejor a los demás y
corrijas los posibles errores que quizás estés cometiendo.

¡Vamos allá!
Las claves del lenguaje corporal

1. Significado de los gestos de la cara

El rostro es la lupa de las emociones, por eso se dice que es el


reflejo del alma. Pero como en toda interpretación del lenguaje
no verbal, debes ir con cuidado de no evaluar los gestos de la
cara por separado ya que habitualmente forman parte de un
estado emocional global y pueden dar lugar a varias
interpretaciones.

¿ Verdad que cuando un niño ve algo que no le gusta se tapa los


ojos en un intento de hacer que eso desaparezca de su
realidad? ¿ O corre a taparse la boca después de decir una
mentira?

Pues, aunque en los adultos la magnitud es mucho menor, en


cierta medida seguimos atados a este comportamiento
primitivo. Y eso da muchas pistas, porque en la cara todavía se
pueden detectar muchos intentos inconscientes de bloquear lo
que decimos, oímos o vemos.

En general, cuando alguien se lleva las manos a la cara suele


ser producto de algún pensamiento negativo como inseguridad
o desconfianza. Aquítienes varios ejemplos concretos.
Taparse o tocarse la boca: si se hace mientras se habla puede
significar un intento de ocultar algo. Si se realiza mientras se
escucha puede ser la señal de que esa persona cree que se le está
ocultando algo.

Tocarse la oreja: es la representación inconsciente del deseo de


bloquear las palabras que se oyen. Si tu interlocutor lo realiza
mientras hablas puede significar que desea que dejes de hablar.
Tocarse la nariz: puede indicar que alguien está mintiendo.
Cuando mientes se liberan catecolaminas, unas sustancias que
inflaman el tejido interno de la nariz y pueden provocar picor.
También ocurre cuando alguien se enfada o se molesta.

Frotarse un ojo: es un intento de bloquear lo que se ve para no


tener que mirar a la cara a la persona a la que se miente. Cuidado
con la gente que se toca mucho la nariz y se frota los ojos cuando
habla contigo.
Rascarse el cuello: señal de incertidumbre o de duda con lo que
uno mismo está diciendo.

Llevarse un dedo o algo a la boca: significa inseguridad o


necesidad de tranquilizarse.
2. Posiciones de la cabeza

Comprender el significado de las distintas posiciones que puede


adoptar alguien con la cabeza es muy eficaz para entender sus
intenciones reales, como las ganas de gustar, de cooperar o de
mostrarse altivo.

Presta especial atención a las posturas muy exageradas, porque


significan que esa persona lo está haciendo de forma consciente
para influenciarte.

Levantar la cabeza y proyectar la barbilla hacia adelante:


un signo que pretende comunicar expresamente agresividad y
poder.
Asentir con la cabeza: se trata de un gesto de sumisión
contagioso que puede transmitir sensaciones positivas. Comunica
interés y acuerdo, pero si se hace varias veces muy rápido puede
comunicar que ya se ha escuchado bastante.

Ladear la cabeza: es una señal de sumisión al dejar expuesta la


garganta. Si lo realizas mientras asientes cuando estés escuchando
a alguien, lograrás aumentar la confianza de tu interlocutor hacia ti.
En el caso de las mujeres también se ha observado que se emplea
para mostrar interés por un hombre.
Apoyar la cara sobre las manos:
se expone la cara habitualmente con el objetivo de “presentársela”
al interlocutor. Por lo tanto, demuestra atracción por la otra persona.

Apoyar la barbilla sobre la mano: si la palma de la mano está


cerrada es señal de evaluación. Si la palma de la mano está abierta
puede significar aburrimiento o pérdida de interés.
3. La mirada también habla

La comunicación mediante la mirada tiene mucho que ver con


la dilatación o contracción de la pupila, la cual reacciona a los estados
internos que experimentamos.

Por ese motivo los ojos claros suelen ser más atractivos que los
oscuros: porque permiten mostrar de forma más evidente la
dilatación de la pupila, una respuesta asociada a las emociones
positivas.

Cuando hablas sueles mantener contacto visual entre un 40 y un


60% del tiempo. Eso es debido a que tu cerebro está ocupado
intentando acceder a la información (la PNL postula que según el
tipo de información que estés intentando recuperar mirarás hacia un
lado, pero ya se ha demostrado científicamente que eso no es cierto).

En ciertas situaciones sociales, la falta de contacto visual puede


interpretarse como nerviosismo o timidez, así que simplemente
haciendo una pausa antes de responder ganarás el tiempo
necesario para acceder a la información sin necesidad de tener que
apartar la mirada.

Mirar directamente a los ojos cuando haces una petición también es


útil para aumentar tu capacidad de persuasión. Pero además existen
otras funciones de la mirada:
Variar el tamaño de las pupilas: no puede controlarse, pero la
presencia de pupilas dilatadas suele significar que se está viendo
algo que agrada, mientras que las pupilas contraídas expresan
hostilidad.

En cualquier caso, son variaciones muy sutiles que a menudo


quedan enmascaradas por los cambios ambientales en la intensidad
de la luz. También se ha descubierto que las neuronas espejo son
las responsables de que el tamaño que nuestras pupilas se ajuste al
de nuestro interlocutor, en un intento de sincronizar el lenguaje
corporal para generar mayor conexión.
Levantar las cejas: es un saludo social que implica ausencia de
miedo y agrado. Hazlo frente personas a las que quieras gustar.

Bajar la cabeza y levantar la vista: en el sexo femenino se


considera una postura que transmite sensualidad para atraer a los
hombres. De hecho, muchas fotos de perfil de mujeres en páginas
de citas online son tomadas precisamente desde arriba (a veces con
la intención adicional de mostrar el escote). En los hombres es al
revés: tomas inferiores para parecer más alto y dominante.
Mantener la mirada: en el caso de las mujeres, establecer
contacto visual durante 2 o 3 segundos para después desviar la
mirada hacia abajo puede ser un indicador de interés sexual.

Pestañear repetitivamente: es otra forma de intentar bloquear


la visión de la persona que tienes enfrente, ya sea por aburrimiento
o desconfianza.

Mirar hacia los lados: otra manera de expresar aburrimiento,


porque de forma inconsciente estás buscando vías de escape.
4. Tipos de sonrisa

La sonrisa es fuente inagotable de significados y emociones. Hay


muchos beneficios de sonreír y es posible comunicar con ella.
Además, gracias a las neuronas espejo, sonreír es un acto
tremendamente contagioso capaz de provocar emociones muy
positivas en los demás. Pero no existe solo una, sino que en realidad
es posible distinguir varios tipos de sonrisa según lo que comunican:

En una sonrisa falsa el lado izquierdo de la boca suele elevarse


más debido a que la parte del cerebro más especializada en las
emociones está en el hemisferio derecho, el cual controla
principalmente la parte izquierda del cuerpo.

La sonrisa natural (o sonrisa de Duchenne) es la que produce


arrugas junto a los ojos, eleva las mejillas y desciende levemente las
cejas.
Una sonrisa tensa, con los labios apretados, denota que esa
persona no desea compartir sus emociones contigo y es una clara
señal de rechazo.

La función biológica de la sonrisa es la de crear un vínculo social


favoreciendo la confianza y eliminando cualquier sensación de
amenaza. Se ha comprobado que también transmite sumisión, por
eso las personas que quieren aparentar poder y las mujeres que
desean conservar su autoridad en entornos profesionales
típicamente masculinos evitan sonreír.

5. Posición de los brazos

Los brazos, junto a las manos, sirven de apoyo a la mayoría de


movimientos que realizas. También permiten defender las zonas
más vulnerables de tu cuerpo en situaciones de inseguridad
percibida.

La propiocepción nos ha enseñado que la vía de comunicación entre


el cuerpo y la mente es recíproca. Cuando experimentas una
emoción tu cuerpo la reflejará incoscientemente, pero también
ocurre lo contrario: si adoptas voluntariamente una posición, tu
mente empezará a experimentar la emoción asociada. Esto se hace
especialmente evidente cuando te cruzas de brazos.

Hay mucha gente que cree que se cruza de brazos porque se siente
más cómoda. Pero los gestos se perciben naturales cuando están
alineados con la actitud de la persona, y la ciencia ya ha demostrado
que cruzarlos predispone a una actitud crítica, por muy confortable
que parezca el gesto. ¡Fíjate que cuando te lo estás pasando bien
con amigos no cruzas los brazos!

Estos es lo que comunicas cuando tomas una determinada postura


con tus brazos:

Cruzar los brazos: muestra desacuerdo y rechazo. Evita hacerlo


a no ser que precisamente quieras enviar este mensaje a los demás.
En un contexto sensual, las mujeres suelen hacerlo cuando están
en presencia de hombres que les parecen demasiado agresivos o
poco atractivos.
Cruzar un solo brazo por delante para sujetar el otro
brazo: denota falta de confianza en uno mismo al necesitar sentirse
abrazado.

Brazos cruzados con pulgares hacia arriba: postura


defensiva pero que a la vez quiere transmitir orgullo.
Unir las manos por delante de los genitales: en los hombres
proporciona sensación de seguridad en situaciones en que se
experimenta vulnerabilidad.

Unir las manos por detrás de la espalda: demuestra


confianza y ausencia de miedo al dejar expuestos puntos débiles
como el estómago, garganta y entrepierna. Puede ser útil adoptar
esta postura en situaciones de inseguridad para intentar ganar
confianza.
En general, cruzarse de brazos implica que se está experimentando
inseguridad. De ahí la necesidad de proteger el cuerpo. Existen
multitud de variaciones como ajustarse el reloj, situar el maletín
delante del cuerpo, o sujetar un bolso con las dos manos enfrente
del pecho, pero todas vienen a significar lo mismo.

6. Gestos con las manos

Las manos, juntamente con los brazos, son una de las partes más
móviles del cuerpo y por lo tanto ofrecen un enorme registro de
posibilidades de comunicación no verbal. Lo más común es usarlas
para señalar ciertas partes del cuerpo con el objetivo de mostrar
autoridad o sexualidad.

También sirven para apoyar los mensajes verbales y darles mayor


fuerza:

Existe una parte del cerebro llamada el área de Broca que está
implicada en el proceso del habla. Pero se ha comprobado que
también se activa al mover las manos. Esto implica que gestualizar
está directamente unido al habla, así que hacerlo mientras te
expresas puede incluso mejorar tu capacidad verbal.

¡Muy útil en personas que se bloquean al hablar en público!


También se ha demostrado en un estudio que reforzar con gestos
una frase consigue que te lleguen antes a la mente las palabras a
usar, y también que tu mensaje sea mucho más persuasivo y
comprensible. En esa investigación se comprobó que los gestos
más persuasivos son los que están alineados con el significado
verbal, como señalar hacia atrás al referirse al pasado.

A continuación encontrarás todo lo que se conoce sobre el


significado de los gestos de las manos:

Mostrar la palma abierta: expresa sinceridad y honestidad,


mientras que cerrar el puño muestra lo contrario.
Manos en los bolsillos: denota pasotismo y desimplicación en
la conversación o situación.

Enfatizar algo con la mano: cuando alguien ofrece dos puntos


de vista con las manos, normalmente el que más le gusta lo refuerza
con la mano dominante y la palma hacia arriba.

Entrelazar los dedos de ambas manos: transmite una actitud


reprimida, ansiosa o negativa. Si tu interlocutor adopta esta postura,
rómpela dándole algo para que tenga que sujetarlo.

Puntas de los dedos unidas: expresa confianza y seguridad,


pero puede llegar a confundirse con arrogancia. Muy útil para
detectar si los rivales tienen buenas manos al jugar al póquer.

Sujetar la otra mano por la espalda: es un intento de


controlarse a uno mismo, por lo tanto expresa frustración o un
intento de disimular el nerviosismo.

Mostrar los pulgares por fuera de los bolsillos: en los


hombres representa un intento de demostrar confianza y autoridad
frente mujeres que les atraen, aunque en una situación conflictiva
también puede ser una forma de transmitir agresividad.
Ocultar sólo los pulgares dentro de los bolsillos: es una
postura que enmarca y destaca la zona genital, por lo tanto es una
actitud sexualmente abierta que realizan los hombres para mostrar
ausencia de miedo o interés sexual por una mujer.

Llevarse las manos a las caderas: indica una actitud


sutilmente agresiva, ya que quiere aumentar la presencia física.
Muchos hombres la usan tanto para establecer superioridad en su
círculo social como para aparentar mayor masculinidad en presencia
de aquellas mujeres que les atraen. Cuanto más se exponga el
pecho, mayor agresividad subcomunicará.
7. Posición de las piernas

Las piernas juegan un papel muy interesante en el lenguaje corporal.


Al estar más alejadas del sistema nervioso central (el cerebro),
nuestra mente racional tiene menos control sobre ellas y les permite
expresar sentimientos internos con mayor libertad.

Cuanto más lejos del cerebro esté una parte del cuerpo, menor
control tienes sobre lo que está haciendo.

En general el ser humano está programado para acercarse a lo que


quiere y alejarse de lo que no desea. La forma como alguien sitúa
sus piernas puede darte algunas de las pistas más valiosas sobre la
comunicación no verbal ya que te estará señalando hacia donde
quiere realmente ir.

El pie adelantado: el pie más avanzado casi siempre apunta


hacia donde querrías ir. En una situación social con varias personas
también apunta hacia la persona que consideras más interesante o
atractiva.

Si quieres que alguien de forma emocional sienta que le estás dando


toda tu atención, asegúrate de que tus pies están encarados hacia
él. De la misma manera, cuando tu interlocutor apunta con sus pies
hacia la puerta en lugar de hacia ti es una señal bastante evidente
de que quiere terminar la conversación.
Piernas cruzadas: es una actitud defensiva y cerrada que
protege los genitales. En el contexto del cortejo, puede comunicar
rechazo sexual por parte de la mujer hacia el hombre.

En una situación social, que haya una persona


sentada con brazos y piernas cruzados
probablemente signifique que se ha retirado de
la conversación.

De hecho, los investigadores Allan y Barbara


Pease realizaron un experimento que demostró
que las personas recordaban menos detalles de
una conferencia si la escuchaban con los brazos
y piernas cruzados.

Sentado con una pierna elevada apoyada en la otra:


típicamente masculina, revela una actitud competitiva o preparada
para discutir; sería la versión sentada de exhibición de la
entrepierna.

Piernas muy separadas: otro gesto básicamente masculino que


quiere transmitir dominancia y territorialidad.

Sentada con las piernas enroscadas: en las mujeres,


habitualmente significa cierta timidez e introversión.
Sentada con una pierna encima de la otra en paralelo:
varios autores reconocen que en las mujeres puede interpretarse
como cortejo al intentar llamar la atención hacia las piernas, puesto
que en esta postura quedan más presionadas y ofrecen un aspecto
más juvenil y sensual.

Aprender a detectar incongruencias entre el lenguaje verbal y el


corporal te puede resultar muy útil. Lo que el cuerpo indica suele ser
muy fiable, ya que los humanos somos incapaces de controlar todas
las señales que está emitiendo.

Recuerda que debes interpretar todas estas señales corporales


dentro de un contexto global y con ciertas limitaciones. No saques
conclusiones de un único gesto. Alguien podría cruzarse de brazos
porque sencillamente tiene frío, o porque es un movimiento que ha
mecanizado y le ha quitado parte de su significado real.

Te aconsejo que practiques los gestos positivos y abiertos que he


descrito aquí para mejorar la confianza en ti mismo. Y si quieres
ampliar información sobre el lenguaje corporal, te recomiendo que
eches un vistazo al libro del que parten la mayoría de
investigaciones que han dado pie a estas conclusiones, El Lenguaje
Del Cuerpo.

Uriel Gómez
- Socio de Hombres Peligrosos

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