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Tema 6.

ELEMENTOS FUNDAMENTALES DEL PROCESO DE


ENSEÑANZA
Podemos analizar seis elementos fundamentales en el proceso
enseñanzaaprendizaje: el alumno, el profesor, los objetivos, la materia, las
técnicas de enseñanza y el entorno social, cultural y económico en el que se
desarrolla.
Los alumnos y profesores constituyen los elementos personales del proceso,
siendo un aspecto crucial, el interés y la dedicación de docentes y estudiantes en
las actividades de enseñanza-aprendizaje. Los objetivos sirven de guía en el
proceso, y son formulados al inicio de la programación docente. La materia, por su
parte, constituye la sustancia, el conocimiento que es necesario transmitir de
profesor a alumno, y que debe ser asimilada por éste. Constituyen las técnicas de
enseñanza, los medios y métodos a través de los cuales realizaremos la labor
docente. Por último, el entorno condiciona en gran medida el proceso.
Por tanto, la enseñanza y el aprendizaje son dos fenómenos correlativos y
relacionados por lo que se denomina la relación didáctica. Se distinguen tres
etapas en la acción didáctica:
A) Planteamiento. En esta etapa se formulan los objetivos educativos y los planes
de trabajo adaptados a los objetivos previstos. La formulación de un plan implica la
toma de decisiones anticipada y la reflexión con anterioridad a la puesta en
práctica.
B) Ejecución. Posteriormente al planteamiento, el profesor pone en práctica los
recursos y métodos didácticos, desarrollándose el proceso de enseñanza.
C) Evaluación. Es la etapa en la que se verifican los resultados obtenidos con la
ejecución, materializándose en el proceso de evaluación.
Por tanto, el proceso de enseñanza-aprendizaje se desarrolla en varias etapas, y
comporta un proceso de comunicación entre el docente que enseña, que transmite
unos conocimientos y a quien se enseña, el alumno o también denominado
discente.
6.1 CICLO DOCENTE
Ciclo docente es el conjunto de actividades ejercidas, sucesiva o cíclicamente, por
el profesor, para dirigir, orientar y llevar a cabo felizmente el proceso de
aprendizaje de sus alumnos. Es el método en acción.
Vistas en conjunto, las actividades típicas de un buen profesor se reparten en tres
grandes fases: planeamiento, orientación y control.
A. EL PLANEAMIENTO se manifiesta es una sucesión de actividades de previsión
y de programación de labores escolares que, partiendo de lo más general y
sintético, se va particularizando progresivamente y llega a los últimos pormenores
concretos sobre los datos informativos que deben enseñarse, los medios
auxiliares que han de utilizarse, las actividades y trabajos que los alumnos han de
ejecutar, y por fin, sobre las cuestiones que se han de escoger y formular en los
exámenes finales.
Distinguimos así tres subfases del planeamiento, que son:
a) El plan anual, o de curso;
b) El plan específico de cada unidad didáctica, ya prevista sintéticamente por el
plan anual;
c) El plan particular de cada lección o clase como parte integrante de las unidades
didácticas ya proyectadas en su conjunto.
La técnica docente exige que el profesor prepare conscientemente todas las
etapas de su trabajo para conducir bien el aprendizaje de los alumnos.
B. La ORIENTACIÓN del aprendizaje, a su vez, se divide en as siguientes
subfases, destinadas a acompañar cada paso del proceso de aprendizaje:
a) La motivación del aprendizaje. El profesor, por el empleo hábil de técnicas,
recursos y procedimientos de estímulo, despierta el interés de los alumnos y
desarrolla su gusto por el estudio, consiguiendo de este modo captar su atención e
incitarlos al esfuerzo para aprender la materia, efectuando con provecho todos los
trabajos programados.
b) La presentación de la materia; mediante ella, el profesor, usando las técnicas,
recursos y procedimientos propios de esta subfase, hace que los alumnos logren
una comprensión inicial del asunto que han de aprender. Esta comprensión inicial
tiene una importancia fundamental para el éxito del aprendizaje.
c) La dirección de actividades de los alumnos. Por ella, el profesor lleva a sus
alumnos, que ya han comprendido el asunto, a trabajar activamente con los datos
o elementos de la materia, de modo que la asimilen; es la subfase típica de los
trabajos prácticos de aplicación que el profesor debe dirigir con seguridad y
técnica adecuadas; es quizás la subfase más importante y decisiva para obtener
un aprendizaje auténtico.
d) La integración del contenido del aprendizaje, en que el profesor pasa a utilizar
procedimientos especiales destinados a integrar en la mente de los alumnos lo
que habían aprendido analítica y parcialmente en las fases anteriores. Pretende
proporcionarles una visión de conjunto, bien concatenada y ordenada, de todo lo
ya aprendido, aclarando sus relaciones y dándoles una perspectiva definida.
e) La fijación del contenido del aprendizaje, con el fin de consolidarlo
definitivamente y convertirlo en una conquista permanente del alumno.
C. La VERIFICACIÓN del aprendizaje se despliega también en cuatro subfases
típicas y necesarias para la buena dirección del proceso de aprendizaje.
Son:
a) El sondeo o exploración y el pronóstico de aprendizaje, verificación preliminar,
indispensable de toda labor docente, Consiste en la observación de las
condiciones reales en que se encuentran los alumnos al empezar el curso, tanto
en lo referente a sus capacidades o carencias específicas, como a su preparación,
tanto general como específica, en la asignatura que se va a enseñar.
Por más precarias y deficientes que sean estas condiciones, es de ellas de donde
ha de partir todo el trabajo constructivo del profesor en la clase. Sobre los hechos
consignados por ese sondeo preliminar, el profesor hará el pronóstico de lo que se
podrá realizar durante el curso y de los resultados que, entre límites razonables,
se pueden esperar de esa clase de alumnos.
b) La conducción de la clase y el control de la disciplina, para asegurar un
ambiente de orden y disciplina en las aulas, pues sin él no podrá haber buen
rendimiento en el trabajo, y para inculcar en los alumnos los hábitos sociales
indispensables en el estudio y en la vida.
c) El diagnóstico y la rectificación del aprendizaje: el profesor auscultará, en forma
explícita y periódicamente, las lagunas, dificultades y problemas que los alumnos
encuentran en el aprendizaje de la materia. Procurará identificar las causas de
esos errores, problemas y dificultades, y orientará a los alumnos para que los
rectifiquen y superen, con el fin de que el aprendizaje no resulte imperfecto o
incompleto; es la función terapéutica o correctiva del aprendizaje.
d) La comprobación y la evaluación del rendimiento obtenido, para averiguar hasta
qué punto el alumno individualmente y la clase en conjunto han conseguido los
resultados previstos y deseados. Es la subfase típica de pruebas y exámenes. Por
ella juzga el profesor no sólo el rendimiento logrado por los alumnos, sino también
su propia eficacia como incentivador y orientador de tales alumnos en el
aprendizaje de su materia, en una palabra, mide también su propia eficiencia a
través de los resultados que ha conseguido en su alumnado.
Luis Alves Mattos. Compendio de didáctica general (adaptación) Con la
autorización de Editorial Kapelusz.
6.2 PLAN DE LA UNIDAD DIDÁCTICA
No basta reestructurar un programa en unidades didácticas para enseñar por
unidades. Cada unidad constituye, por su propia naturaleza, un curso en miniatura
sobre el área o sector de la materia que la unidad enfoca.
El planeamiento específico de cada una de las unidades didácticas constará, por
lo tanto, de las siguientes partes:
a) Encabezamiento.
b) Objetivos particulares, que dicha unidad se propone alcanzar. Estos objetivos
son una derivación y una particularización de los objetivos más generales
formulados ya en el plan del curso.
c) Contenido esquemático de los temas abarcados por la unidad, descendiendo
a sus divisiones y subdivisiones más importantes, a sus causas, relaciones,
efectos o aplicaciones.
d) Relación de los medios auxiliares que el profesor pretende emplear en el
desarrollo didáctico de la unidad, como:
– El libro de texto adoptado, con la indicación de los capítulos y páginas que los
alumnos deben consultar y estudiar en lo que concierne a la unidad.
– La bibliografía complementaria que debe ser consultada, leída, resumida y
reseñada por los alumnos, individualmente o en grupos.
– Los medios intuitivos que el profesor va a emplear para presentar la unidad:
mapas, cuadros murales, álbumes, películas, diapositivas, discos, modelos,
aparatos, gráficos, vídeos, programas de ordenador, etc.
– Las materias primas, instrumentos y herramientas que se pondrán a disposición
de los alumnos para que realicen los trabajos proyectados para la unidad o para
preparar nuevos medios intuitivos para ser usados en clase.
e) Actividades docentes, especificando los procedimientos y técnicas que el
profesor va a emplear en cada una de las fases del ciclo docente de una unidad.
Así serán consignados los procedimientos y técnicas que el profesor aplicará:
– Para motivar el aprendizaje.
– Para presentar la materia.
– Para dirigir las actividades de los alumnos.
– Para integrar y fijar los contenidos del aprendizaje.
– Para verificar y evaluar el rendimiento en la unidad.
Respecto a este último punto, conviene que el profesor prepare un esquema de
las pruebas que aplicará para verificar los resultados del aprendizaje de la unidad.
Esto le servirá definir mejor sus miras y para dedicarse a alcanzarlas.
Sin embargo, la forma definitiva de estas pruebas sólo podrá ser elaborada en la
víspera de su aplicación, con el fin de incorporar todos los datos que han debido
realmente aprender los alumnos.
f) Actividades de los alumnos, tanto de clase como de extraclase, que, al estudiar
la unidad, realizarán con la asistencia y bajo la orientación del profesor.
6.3 EL PROCESO DE ENSEÑANZA
La comunicación es, por consiguiente, un componente básico del proceso de
enseñanza-aprendizaje, siendo vital el trasvase de información para el logro del
propósito educativo. El proceso de comunicación educativa incluye:
A) El mensaje. Constituido por el contenido educativo, la materia o conjunto de
conocimientos que se pretende transmitir.
B) El emisor. El profesor actúa de fuente de información y de origen de la
comunicación.
C) El receptor. El alumno recibe la comunicación y descodifica el mensaje.
D) El medio. Las explicaciones son recibidas por vía auditiva o visual.
Este aspecto es de suma importancia, pues una adecuada compatibilización de
explicaciones verbales y ayudas visuales, es crucial para el correcto desarrollo de
la comunicación. La utilización de las diversas formas de ayudas visuales se debe
adaptar a la audiencia, y coordinar adecuadamente con la exposición oral El
proceso de comunicación es un proceso interactivo en el que el alumno también
emite mensajes hacia el profesor. Es, por tanto, una comunicación bidireccional
que debe utilizarse por parte del docente como fuente de información para
detectar fallos en su labor docente, para subsanar carencias de información de los
estudiantes y para confirmar la consecución de los objetivos propuestos.
Este carácter bilateral de la comunicación es fundamental como sistema de
adquisición de información que permite controlar el proceso y realizar las
correcciones oportunas en un mecanismo iterativo que nos acerca al objetivo.
Un proceso de comunicación entre el profesor y el alumno, debe cumplir una serie
de requisitos:
A) Adecuación del emisor. El profesor ha de poseer unos conocimientos de la
disciplina que ha de impartir, así como ciertas habilidades y actitudes en relación a
la materia correspondiente.
B) Recepción de la información transmitida. El docente necesita realizar un
esfuerzo para adaptarse a las características y capacidades del receptor. La
recepción también depende de los conocimientos y capacidades previos del
receptor y de la motivación del mismo. Son igualmente significativos, las
características físicas del mensaje para su correcta audición o visión.
C) Descodificación del mensaje. Para que se capte adecuadamente el mensaje
debe realizarse en un lenguaje común. La utilización de una terminología conocida
por el alumno, es un factor significativo en la correcta descodificación del mensaje.
6.4 PRINCIPIOS METODOLOGICOS
La eficacia en la motivación del alumnado y la transmisión de conocimientos
precisa del conocimiento de ciertas técnicas y principios. Fernández Pérez M.
(1990)[3] señala una serie de principios metodológicos básicos de la enseñanza:
1) Principio de no sustitución. Hacer para el alumno lo que el alumno puede con
toda facilidad hacer por sí mismo (por ejemplo, leer), es anular su autoestima, su
toma de conciencia de lo que es capaz, sus hábitos psíquicos de independencia,
de selección, de emprender actividades por sí mismo, de tomar decisiones
razonadamente por sí mismo, etc.
2) Principio de actividad selectiva. En este segundo principio se trata de que no se
suplanten las actividades mentales superiores y más específicamente humanas
(razonar, comprender, aplicar, sintetizar, evaluar, crear críticamente, etc.), por
otras actividades cuyo proceso mental es de inferior jerarquía. El memorizar
información no debe constituir la única actividad de los alumnos.
3) Principio de anticipación. El profesor no debe adaptarse al alumno para dejarlo
donde está, sino para provocar por anticipación que el alumno avance.
Es preciso conocer el nivel de los alumnos, sus conocimientos previos, para
avanzar partiendo de lo que dominan y ayudarles a llegar al objetivo de enseñanza
fijado.
6.5 EL PRINCIPIO DE MOTIVACION
6.5.1 Motivación del aprendizaje
La motivación no es un problema exclusivo de la enseñanza y del aprendizaje.
Está presente en todas las manifestaciones de la vida humana, condicionando su
intensidad y su eficacia.
De diversas investigaciones se pueden sacar estas conclusiones:
a) Cualquier motivación es siempre mejor que ninguna.
b) La motivación positiva, por los incentivos de la persuasión, por ejemplo y por la
alabanza, es más eficaz y provechosa que la negativa, hecha por amenazas,
gritos, reprensiones y castigos. La superioridad de la motivación positiva sobre la
negativa es evidente, tanto por el esfuerzo ahorrado como por la superior calidad
de los resultados.
c) La motivación negativa, aunque eficaz hasta cierto punto (pero inferior a la
motivación positiva), es antipsicológica y contraeducativa, transformando a los
alumnos en inseguros, tímidos, cobardes, hipócritas y violentos; aunque atienda
con alguna eficacia a los objetivos inmediatos de la instrucción, es perjudicial a los
intereses más fundamentales de la educación, comprometiendo la formación
saludable y armoniosa de la personalidad de los alumnos.
El aprendizaje como actividad personal, reflexiva y sistemática que busca un
dominio mayor sobre la cultura y sobre los problemas vitales, exige de los
alumnos:
a) Atención y esfuerzo sobre áreas nuevas de observación, de estudio y de
actividad.
b) Autodisciplina, con el sacrificio de otros placeres y satisfacciones inmediatas,
para realizar los estudios y cumplir las tareas exigidas.
c) Perseverancia en los estudios y en los trabajos escolares hasta adquirir el
dominio de la materia de estudio, de modo que sea de utilidad real para la vida.
Para conseguir que los alumnos aprendan, no basta explicar bien la materia y
exigirles que aprendan. Es necesario despertar su atención, crear en ellos un
genuino interés por el estudio, estimular su deseo de conseguir los resultados
previstos y cultivar el gusto por los trabajos escolares. Ese interés, ese deseo y
ese gusto actuarán en el espíritu de los alumnos como justificación de todo
esfuerzo y trabajo para aprender.
Motivar es despertar el interés y la atención de los alumnos por los valores
contenidos en la materia, excitando en ellos el interés de aprenderla, el gusto de
estudiarla y la satisfacción de cumplir las tareas que exige.
El mecanismo de la motivación se desarrolla en tres etapas:
a) Aprehensión de un valor para sus vida y sus aspiraciones.
b) Los alumnos se convencen de que pueden conseguir ese valor.
c) Liberación del esfuerzo personal para conquistar el valor.
Distinguimos estos tipos de motivación:
1.- Negativa, con estos aspectos:
a) Física: castigos físicos, azotes, privaciones de salida, merienda o recreo.
b) Psicológica: palabras ásperas, persecuciones, guerra de nervios, desprecio,
sarcasmo.
c) Moral: coacción, amenazas, reprensiones, humillaciones públicas, reprobación.
2.- Positiva de dos clases:
a) Intrínseca: interés positivo por la materia en sí como campo de estudio y
trabajo.
b) Extrínseca: interés resultante, no tanto de la materia en sí, como de las ventajas
por ella ofrecidas, o del profesor que la enseña, o del método que el profesor
sigue, o del grupo de alumnos a que pertenece.
Los principales factores de motivación son:
a) La personalidad del profesor, su porte, su presencia física, su voz, su facilidad,
naturalidad y elegancia de expresión, su dinamismo, su entusiasmo por la
asignatura, su buen humor y cordialidad junto con su firmeza y seguridad.
Importante también como factor de motivación es el interés que el profesor revela
por las dificultades, problemas y progreso de sus alumnos, tanto en conjunto como
individualmente. En fin, una personalidad dinámica, sugestiva y estimulante, con
acentuadas características de liderazgo democrático.
b) El material didáctico utilizado en las clases: mapas, cuadros murales,
proyecciones cinematográficas, vídeos, programas de ordenador, etc. en fin, todo
lo que haga al asunto más concreto, intuitivo e interesante.
c) El método o las modalidades prácticas de trabajo empleados por el profesor:
discusión dirigida, grupos de trabajo, competiciones, juegos, representaciones
teatrales, organización y ejecución de proyectos, exposiciones de trabajos,
excursiones para observar y recoger datos, experiencias de laboratorio, etc.
4) Principio de motivación. Este aspecto es crucial. Nadie aprende si no le mueve
alguna razón.
a) Motivación por el contenido terminal del aprendizaje, es decir, motivación
porque lo que hay que aprender por sí mismo es interesante. La importancia de
los contenidos para los futuros estudios, profesión, carrera profesional, etc.
Solemos en esta asignatura hacer hincapié en la importancia para la empresa de
un buen marketing, la importancia para incluso empresas muy pequeñas y no sólo
empresas, sino todo tipo de organizaciones, la importancia para el desarrollo
económico y del país, como el caso del aceite y los italianos, que se dedican al
marketing y se quedan con el valor añadido. No es fácil que alguien esté motivado
hacia algo que desconoce, bien en sí mismo, bien en sus resultados. El profesor
tiene con respecto a esta motivación una gran tarea. De su labor mostrando la
importancia de la asignatura depende en buena parte la respuesta del alumno. Si
además el alumno capta el entusiasmo del profesor por la asignatura, ésta es una
de las fuentes de motivación más contagiosas que se conocen y ampliamente
verificada de forma empírica.
b) Motivación por mediación instrumental. El alumno capta la importancia de un
aprendizaje como instrumento útil para el logro de un objetivo deseado.
c) Motivación por el método didáctico. Los alumnos se sienten atraídos a causa de
la metodología atractiva que el profesor utiliza, pero no sólo por el lado de la
amenidad, sino por el lado de la participación, el desafío intelectual, el alto nivel de
los procesos mentales, etc.
d) Motivación por el profesor. En el contacto entre el docente y el alumno, y de
cómo éste se establece, reside una poderosa razón motivadora en los procesos
de enseñanza-aprendizaje. Tal como manifiestan numerosos autores y respalda la
investigación. La investigación en formación ha mostrado que en orden a fomentar
los mejores desempeños en los estudiantes, se deben establecer altas
expectativas, lo cuál es válido para la mayoría de los procesos de formación.
e) Motivación por co-decisión curricular. Se trata de aprovechar el efecto
motivador universalmente confirmado, que tiene el hecho de que el individuo en
cualquier proceso de producción, incluido el proceso de aprendizaje, tenga
oportunidad de decidir algunos de sus extremos. Por ejemplo decidir que trabajo
práctico.
f) Motivación por experiencia del éxito. Es bien conocido, que toda experiencia de
éxito representa un refuerzo psicológico motivacional para proseguir la realización
de una tarea.
g) El efecto sinérgico Zeigarnik-Hawthorne. Este efecto hace referencia a las
tareas inconclusas y la motivación que ocasionan cuando un profesor hábil sabe
crear una sensación de desafío. Aparece igualmente, cuando un grupo advierte
que se encuentra embarcado en un proyecto pionero o de investigación.
6.5.2 Técnicas de motivación
El resultado de una determinada técnica dependerá de una serie de factores
intrínsecos y extrínsecos al educando y de sus diferencias individuales. Tanto es
así, que en una circunstancia una técnica puede surtir efecto y en otra no. Una
técnica puede sensibilizar a un grupo de alumnos y otra no.
Es necesario recordar que motivar una clase no es, simplemente, echar mano de
la motivación inicial, expreso preparada, sino que más bien, es un trabajo de
acción continua al lado de la clase y junto a cada alumno; de ahí la importancia
que tiene el conocimiento de las aptitudes y aspiraciones de cada uno, al fin de
proporcionarle, en la medida de las posibilidades, trabajos que correspondan a sus
posibilidades, necesidades y preferencias.
Son innumerables las técnicas de motivación existentes. Y es bueno que así sea,
pues el docente, en cualquier circunstancia, tendrá la oportunidad de echar mano
de una u otra. Seguidamente vamos a pasar a considerar alguna de las técnicas
de motivación.
a) Técnica de correlación con la realidad: el docente procura establecer relación
entre lo que está enseñando y la realidad circundante con las experiencias de vida
del discente o con hechos de la actualidad. Esta técnica, según Nerici, se
confunde también con la concretización de la enseñanza.
La abstracción, la teoría y la definición representan siempre la culminación o
término final del proceso intelectivo del aprendizaje, nunca su punto inicial o de
partida. Consecuentemente, al iniciar el proceso de aprendizaje de los alumnos
sobre una unidad didáctica, en lugar de partir de la abstracción de la teoría para
llegar después a los hechos, sígase el camino inverso.
Nuestra enseñanza, siempre que sea posible, debe articularse con lo hechos del
ambiente o próximo en que viven los alumnos.
El esquema fundamental de la correlación con la realidad es el siguiente:
– Iniciar la lección enfocando objetivamente hechos reales o datos concretos del
ambiente físico o social en que viven los alumnos y del cual tengan noticia.
– Hacer que la teoría brote gradualmente de esos hechos o datos reales, mediante
explicación y discusión dirigida.
– Una vez formulada la teoría, aplicarla a los hechos, interpretándolos y
explicándolos científicamente.
b) Técnica del éxito inicial: Los pasos a seguir pueden ser:
– Planear pequeñas tareas de fácil ejecución para los alumnos.
– Preparar bien a los alumnos para ejecutarlas, facilitando las condiciones
necesarias para el éxito.
– Hacer repetir esas tareas elogiándolos por el éxito.
c) Técnica del fracaso con rehabilitación: Esta técnica busca crear en la conciencia
de los alumnos la necesidad de aprender determinados principios,
reglas o normas con los que todavía no están familiarizados. Consiste la técnica
en lo siguiente:
– Presentar a los alumnos un problema o proponerles una tarea para la que no
están aún capacitados. Al intentar resolver la tarea sentirán que les hace falta algo
para su resolución. Por este fracaso inicial, se crea en los alumnos la conciencia
de la necesidad de aprender algo más que les está faltando.
– Exponer entonces el principio, regla o norma del que carecían, explicándolo con
toda claridad.
– Hacer volver a los alumnos a la tarea inicial para que lo resuelvan
satisfactoriamente. Es la rehabilitación después del fracaso inicial.
– Como norma didáctica diremos que no conviene abusar de esta técnica,
evitando llevar a los alumnos a frecuentes frustraciones.
d) Técnica de la competencia o rivalidad: La competencia puede ser orientada
como:
– Autosuperación gradual del propio individuo a través de tareas sucesivas de
dificultad progresiva.
– Emulación de individuos del mismo grupo o clases.
– Rivalidad entre grupos equivalentes.
La didáctica moderna recomienda más primera y la tercera, mientras que la
didáctica tradicional daba preferencia a la segunda.
La técnica consiste en:
– Determinar el sistema del recuento de puntos, designando dos alumnos como
“árbitros”.
– Repartir equitativamente y alternadamente las oportunidades entre los individuos
o grupos que compiten.
– Hacer que el grupo vencido reconozca la victoria del vencedor y le aplaudan con
auténtico espíritu deportivo.
e) Técnica de la participación activa y directa de los alumnos: Habrá que inducir a
los discentes a participar con sus sugerencias y su trabajo:
– En el planeamiento o programación de las actividades tanto en la clase como
fuera de ella.
– En la ejecución de trabajos o tareas.
– En la valoración y juicio de los resultados obtenidos.
f) Técnica del trabajo socializado: Adopta distintas formas:
– Organización de toda la clase en forma unitaria, en función del trabajo que se va
a realizar.
– División de la clase en grupos fijos con un jefe y un secretario responsables, por
un trabajo y por un informe que deberán presentar a la clase.
– Subdivisión en grupos libres y espontáneos, sin organización fija. Mattos afirma
que se trata de la tendencia paidocéntrica liberal.
Las normas para seguir en el empleo de esta técnica de incentivación podrían ser:
. Organizar a los alumnos en grupos de trabajo con mando propio.
. Distribuir los trabajos entre los grupos actuales.
. Hacer que cada grupo presente o relate a la clase el resultado de sus trabajos.
. Permitir el debate de las conclusiones a que cada grupo llegue.
. Expresar un juicio sobre el valor y mérito de los trabajos realizados por los
grupos incentivándolos para que realicen trabajos todavía mejores.
g) Técnica de trabajo con objetivos reforzados: En primer lugar habrá que señalar
unos objetivos, metas o resultados que la clase ha de alcanzar.
– Insistir en la relación directa entre las normas que se deben seguir y los
objetivos propuestos.
– Iniciar las actividades de los alumnos y supervisar su trabajo de cerca.
– Informar regularmente a los alumnos de los resultados que están obteniendo.
– Emitir una apreciación objetiva de los resultados obtenidos poniendo de relieve
“las marcas” que se vayan superando. h) Técnica de la entrevista o del estímulo
personal en breves entrevistas informales:
– Convencer a los alumnos de que no están aprovechando bien su capacidad, o
del todo.
– Mostrarles la posibilidad que tienen de mejorar su trabajo.
– Sugerirles un método de estudio, con procedimientos específicos de trabajo que
contribuirán a la mejora deseada.
– Comprender a los alumnos en sus esfuerzos por mejorar el trabajo que efectúan.
– Elogiar a los alumnos por los aciertos conseguidos y por el progreso realizado,
inspirándoles confianza en su propia capacidad.
y) Otras técnicas que podríamos anotar son:
-Problemática de las edades: el docente debe procurar relacionar, siempre que
sea posible, el asunto a ser tratado con los problemas propicios de cada fase de la
vida: problemas de profesión, economía, religión, moral, libertad…
– Acontecimientos actuales de la vida social.
– Elogios y censuras que pueden funcionar como técnicas motivadoras si son
usadas con prudencia.
– Experimentación: una tendencia común a todos es el hacer algo, esta tendencia
es manantial de valiosas motivaciones.
Es evidente que las técnicas de motivación citadas, y otras no citadas, no
constituyen recursos y resortes de eficacia mágica y resultados infalibles, capaces
por sí mismas de producir automáticamente buenos resultados; la aplicación de
las mismas supone que el profesor conoce y sabe emplear las normas
psicológicas de las buenas y auténticas relaciones humanas.
La motivación puede reforzarse con incentivos o estímulos externos de los cuales
los más corrientes son las alabanzas y las represiones. La tabla siguiente indica
los resultados de algunas investigaciones sobre los efectos que causan los
mencionados incentivos:
6.5.3 OTROS PRINCIPIOS
5) Principio de individualización. En distintas etapas del proceso docente pueden
emplearse técnicas de personalización de la oferta educativa:
a) En la planificación y puesta en práctica de la metodología docente.
Mediante el establecimiento de un dialogo con los alumnos sobre la metodología
didáctica, las diversas opciones disponibles y dar ciertas posibilidades de elección
al respecto. Proporcionar a los alumnos diversas opciones didácticas y la
posibilidad de realizar trabajos voluntarios.
b) Durante el desarrollo de las clases alentar la formulación de preguntas y
responder adecuadamente a las cuestiones planteadas. En ocasiones, se puede
fomentar el debate de forma que las cuestiones no solo las responda el profesor,
sino que los demás alumnos participen en la respuesta, den sus opiniones, se
establezca un debate, sobre todo cuando se están tratando casos o ejemplos de
empresas, situaciones reales, etc.
c) Fomentando la utilización de las tutorías y organizar seminarios o encuentros
especiales para tratar cuestiones sobre las que los alumnos han encontrado más
dificultades o problemas de comprensión. Resolver dudas en una clase añadida o
especial. Las tutorías permiten un tratamiento individualizado y a medida.
d) Comentar los exámenes y animar a participar en las revisiones de exámenes,
dialogar sobre cada examen, sus dificultades y resolver de modo personalizado
los problemas que se le plantean a los alumnos en la comprensión de la materia.
El informar a los alumnos de forma personalizada del resultado de un trabajo
escrito, es muy motivador. Si la mayoría de los alumnos realizan un trabajo
sencillo al principio de curso y reciben alabanzas personalizadas, se sentirán
motivados a mejorar y se considerarán preparados para obtener un buen
resultado. Esto los animará a trabajar.
6.5.4 OTROS PRINCIPIOS (II)
6) Principio de adecuación epistemológica. Este principio hace referencia a que la
metodología didáctica del profesor ha de adaptarse al contenido que se trata de
transmitir.
7) Principio de secuencia alternativa. Se trata de elegir una adecuada secuencia
de momentos metodológicos. Ejemplo clásico de aplicación de este principio
podría ser la secuencia empleada frecuentemente por los profesores de los
Estados Unidos de la regla-ejemplo.
8) Principio de sistemicidad didáctica. Los diversos elementos del sistema de
enseñanza/aprendizaje se encuentran interrelacionados, por lo que se hace
precisa su gestión conjunta. Los diversos elementos del proceso de enseñanza no
deben ser vistos y tratados de forma separada, sino muy al contrario, tomar en
consideración sus relaciones y los cambios que cada uno produce en los demás.
Se hace preciso programar, estudiar las interacciones entre las diversas etapas de
la enseñanza. De tal forma, que los contenidos sean coherentes con los objetivos
y éstos con los diversos métodos didácticos elegidos y compatibles con una
metodología de evaluación.
La realización de trabajos permite motivar, comenzando por tareas sencillas, y
reforzar la conducta comunicando el éxito obtenido. De esta manera, la secuencia
se diseña para que el progreso en la dificultad sea el adecuado y permita una
adecuada motivación. Una metodología que incentiva el trabajo de los alumnos es
la realización de un trabajo completo que sea recordado, como un plan de
marketing para una empresa, que motive por ser una tarea completa y práctica. La
adecuada programación de los trabajos facilita la motivación y un acercamiento a
la realidad empresarial.

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