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CONCEPTOS CLINICA II

CONSULTA PSICOLOGICA
Implica una búsqueda por parte del consultante u otros. Es un espacio en el que se desarrolla la intervención. Se da
dentro de un Encuadre clínico. Implica y facilita la situación clínica. Permite que se de la situación clínica donde se dan
los hechos clínicos y el proceso clínico.

ENCUADRE
Variables constantes del espacio tiempo y honorarios. Variables del encuentro en referencia al rol y el método clínico:
aptitud clínica-actitud clínica. Variables del proceso: transferencia-contratransferencia, alianza terapéutica. El
encuadre está destinado a proteger del paciente revelaciones de la vida del analista y también al analista de sus
propios errores, que perturban el proceso y consiguientemente perjudican al paciente y a sí mismo. Es una actitud ética.
Ningún proceso puede darse si no hay algo dentro de lo cual pueda transcurrir, y esos carriles por donde se desplaza
el proceso son el encuadre: para que el proceso se desarrolle tiene que haber un encuadre que lo contenga. Una
situación analítica configura un proceso y un no proceso, el encuadre (Bleger).
La regresión en el proceso psicoanalítico tiene que ver con la enfermedad y no con el encuadre. El paciente viene con
su regresión. El encuadre no la fomenta, la regresión ya está; lo que hace el encuadre es detectarla y contenerla.

TRANSFERENCIA
Es la proyección del paciente hacia el analista. Concepto desarrollado por Freud. Visto como resistencia. Luego visto
como instrumento de trabajo clínico.

Definición clásica: Repetición en el vínculo analítico de los imagos parentales (vínculos primarios), pasibles de ser
interpretados. Designa en psicoanálisis el proceso en virtud del cual los deseos inconscientes se actualizan sobre ciertos
objetos, dentro de un determinado tipo de relación establecida con ellos y, de un modo especial, dentro de la relación
analítica. Se trata de una repetición de prototipos infantiles, vivida con un marcado sentimiento de actualidad. Casi
siempre lo que los psicoanalistas denominan transferencia, sin otro calificativo, es la transferencia en la cura. La
transferencia se reconoce clásicamente como el terreno en el que se da la problemática de una cura psicoanalítica,
caracterizándose ésta por la instauración, modalidades, interpretación y resolución de la transferencia

CONTRATRANSFERENCIA
Son las emociones que se generan en el analista a partir de las proyecciones del paciente. Hay que trabajarlo.
Proyección paciente, introspección activa o pasiva del analista, metabolización de la introspección analista,
reproyección bajo la forma de interpretaciones.
Concepto desarrollado por Freud. Sentimientos generados en el profesional dentro de la consulta. Visto como
obstáculo. Luego como instrumento de trabajo. Resonancia emocional por aquello proyectado por el paciente en el
analista. Postura más amplia: todo aquello que le genera al analista, pero implica aspectos del propio analista

ALIANZA TERAPEUTICA
Lo sustancial de la situación analítica es precisamente la alianza terapéutica. La situación analítica es lo estable, lo
real, lo que hace a la tarea. El concepto de situación analítica queda fuertemente ligado a la alianza terapéutica.
Existen cambios, pero son muy lentos. Relación racional y razonable que el paciente tiene con su analista y que le
permite trabajar intencionadamente en la situación analítica. Dentro del vínculo se diluyen los límites entre lo que
corresponde a la relación real, al efecto de la transferencia y al de otros componentes inconscientes de la alianza que
pueden ser entendidos como patrimonio de la sugestión. Basada en el deseo consiente e inconsciente de cooperación y
de aceptación de ayuda. Permitía modificaciones en la postura analítica tradicional y el uso de medidas no
interpretativas. Se pueden visualizar:

 elementos más racionales ("colaboración", "trabajo", "acuerdo", "experiencia", etc.), que atribuye al aspect0s
realistas de la relación
 elementos menos racionales ("apoyo", "vínculo afectivo", "confianza", etc.), que se incluyen más como fenómeno
transferencial. A éste se le atribuye, a su vez, mayor poder de producir adherencia y cambio

ALIANZA DE TRABAJO
Lo que estaba subsumido en la vivacidad de la neurosis de transferencia pasa a ser un aspecto estable de la relación
entre el analista y el analizado, que ahora pertenece a la alianza de trabajo. De esta forma, queda convincentemente
definida la naturaleza de la acción terapéutica del psicoanálisis, como contraposición de un sector a otro, que aumenta
la integración del yo y cambia los procesos energéticos. El analizado va a tener mayor posibilidad de observar sus
procesos inconscientes, va a haber acrecentado su yo observador y su alianza de trabajo con el analista. Cuando algo
se vuelve consciente y se acuerda a trabajarlo. Un fenómeno más racional que se daría entre ambos componentes del
vínculo facilitado por el encuadre.

CONSULTA PSICOLOGICA
Es la consulta que se realiza al profesional de la psicología, en el contexto de la clínica psicológica la cual busca
responder a la solicitud de ayuda ante un sufrimiento psíquico. La noción de “consulta” implica el pedido de
asesoramiento a alguien habilitado para tal fin. En nuestro caso corresponde al psicólogo clínico en oportunidad de la
consulta psicológica una respuesta acorde a esa solicitud. Espacio para pensar junto con el que consulta (consúlere =
pensar habitualmente consigo mismo y con otro), sea este un sujeto, una pareja, una familia, grupo, etc. Supone una
interrogante tanto para el que consulta como para el consultado. No implica que el objetivo sea encontrar la respuesta
precisa y única, sino que hacemos hincapié especialmente en el movimiento que se produce en el proceso mismo de la
búsqueda

METODO CLINICO
Se da el interjuego entre la escucha clínica, la aptitud clínica y actitud clínica.

ESCUCHA CLÍNICA
Tercer oído, escucha de la otra escena. Implica atender a nuestra propia respuesta emocional (resonancia emocional,
contratransferencia) frente a la comunicación del paciente. Elaboración consecuente de hipótesis diagnósticas
disparadoras de objetivos. Determina el tipo de técnicas a ser utilizadas al servicio de la comprensión de los niveles
diagnósticos. Genera hipótesis de intervención.

APTITUD CLINICA
Predisposición interna para la interpretación clínica de una situación a partir de la internalización de un encuadre
metodológico. Capacidad de formulación e interpretación a partir del marco teórico, análisis de los aspectos propios
en la lectura del material clínico.

ACTITUD CLÍNICA
Meter el cuerpo, en una situación diseñada clínicamente. Trabajar clínicamente en psicología, significa
fundamentalmente la capacidad de interpretar y modificar una situación de la cual el clínico forma un papel
fundamental. Metabolizar instrumentalmente los afectos e internalizar el encuadre que se está integrando. El mirar y
ser mirados están inevitablemente ligados a situaciones tales como espiar y exhibirse y éstas a su vez, lo están con
sentimientos como la vergüenza y la arrogancia. Metabolizar instrumentalmente los afectos significa, por ejemplo, ir
transformando la arrogancia y la vergüenza. Disposición a trabajar con el paciente realizando en la mejor forma
posible la tarea a la que se ha comprometido y que consiste en explorar sus procesos mentales inconscientes y
hacérselos comprender. El analista debe ser un observador sereno, imparcial pero comprometido. Implica un ejercicio
constante que permite el pasaje gradual del “yo siento, yo creo, yo pienso para llegar al yo sé” . Estructura de
demora.

ESTRUCTURA DE DEMORA
El problema de todo campo clínico consiste en gran medida en saber desestructurar y reestructurar adecuadamente los
sucesos ocurridos. Hay una necesidad de romper con la significación inmediata sobredeterminante dentro de un campo
clínico, ruptura que se da en relación al interrogarse acerca del por qué genético y el para qué intencional de un
comportamiento. Es esa ruptura la que nos permite conocer lo que está aconteciendo en relación a nuestra acción sobre
los sucesos y permite el pasaje de una participación a una comprensión más documentada o causal de dicho acontecer.
Es en la estructura de demora donde el clínico comienza a preguntarse por qué siento lo que siento, por qué memoro lo
que memoro, qué hacer y cuándo hacer lo que pienso hacer con ambas cosas. Articular lo propio y lo ajeno,
adquiriendo capacidad de reconocer en el clinado aquello que le es semejante. Semejanza que no necesariamente es
personal, sino principalmente a contenidos que almacena de sus experiencias clínicas anteriores. yo pienso, yo creo, yo
sé. Adquirir la capacidad de trascender la significación inmediata de un acontecimiento a lo latente. Es la actitud
clínica puesta en acción, es decir, el inicio de la aptitud. Comienza siendo un adiestramiento, un concepto operacional,
pero en la medida en que se lo incorpora, va adquiriendo categoría de instancia psíquica, es decir, una manera de ser
VERACIDAD Y PERTINENCIA CLINICA
En la práctica clínica es necesario tener en cuenta que los datos o conocimientos adquiridos nunca configuran una
abstracción, sino, por el contrario, un proceso de manipulación. La utilización y administración pertinente del
conocimiento clínico se hace en base a considerar los datos como datos de trabajo que permiten avanzar en la
indagación propuesta. La verdad es una verdad de trabajo para seguir avanzando en el proceso dialéctico entre el
conocedor y lo conocido. El conocimiento clínico es esencialmente activista. Es un “percibiendo” en tanto esta palabra
da cuenta no sólo del objeto que va siendo percibido sino también de la actividad cambiante del percibidor.

INTERVENCION
Toda intervención clínica tiene lugar en el marco de una consulta psicológica que implica el encuentro entre el
profesional de la psicología con un otro, este se encuentra en la posición de un pedido de ayuda, explícito o no. Este
encuentro, se ve facilitado por un encuadre que permite que tenga lugar un determinado vínculo, dando lugar a un
espacio de producción de sentidos. Intervenir proviene del venir-entre. Involucra al menos dos sujetos, los que
inauguran una novedosa forma de encuentro para subjetivarse. Produce y habilita un espacio para pensar desde una
óptica diferente lo que se des-cubre con otro. Es terapéutico el encuentro y lo que allí se produce. Implica operar,
hacer-con en la búsqueda de diferentes sentidos del sufrimiento. Podemos encontrar tres modalidades: Entrevista de
recepción, Intervención de carácter diagnóstico e Intervención de carácter terapéutico.

ENTREVISTA DE RECEPCION
Un instrumento implementado en las instituciones sanitarias. Pasó de ser un instrumento a una forma de intervención en
sí misma. El valor es esencialmente de carácter diagnóstico con la finalidad de orientación, indicación y/o derivación.
Hay consultas que se resuelven en una entrevista de recepción. La entrevista de recepción debería apuntar más allá de
la aproximación diagnóstica. Implica la clarificación de la problemática planteada mediante una elaboración y
participación conjunta con el consultante jerarquizando el saber de éste y orientándolo en el más amplio sentido del
término. El encuentro es inédito, por lo tanto:

 No hay un modelo rígido ni estereotipado. Depende del interjuego del entrevistador –consultante.
 La palabra juega un rol preponderante pero debe atenderse a lo preverbal.
 Presenta 3 momentos: apertura, desarrollo, cierre.
Aspectos técnicos: Establecer un buen rapport. Llegar a tener claro (motivo de consulta , por quién se consulta, el
grado de pertinencia y urgencia de la consulta). Apreciar el grado de coherencia o discrepancia entre lo verbal y lo
no verbal. Planificar una estrategia acorde a cada caso en particular. Orientar/derivar/indicar.
Corresponde al psicólogo clínico brindar una respuesta acorde a la recepción de la consulta en términos comprensibles
para el entrevistado. Las respuestas posibles del psicólogo clínico en el contexto de la entrevista de recepción de la
consulta psicológica, en el entendido de la situación clínica singular y a través de su intervención:

 Orientar:
 Indicar.
 Derivar a otro profesional competente. Coordinar
 Derivación a la misma disciplina. Tratamiento.
Es una modalidad de intervención que integra la recepción y “resolución” de la consulta en un único encuentro. Desde
lo etimológico recepcionar está vinculado con recibir y salir al encuentro del otro y “resolver” está emparentado con
solucionar, aclarar, solucionar. Los tiempos de una E. de R. incluyen la entrevista propiamente dicha y la instancia
posterior de devolución y/o orientación. Entre ambas se conforma un espacio breve de tiempo que permite pensar y
organizar la estrategia de devolución. En la E.R. es importante acceder a una buena lectura de la situación de
consulta, en el sentido de contemplar diferentes planos de la vida del sujeto tomando en cuenta el o los motivos de
consulta y posibles desencadenantes de la misma.
Investigar algunas áreas como la familiar, social, corporal, evolutiva, laboral, educativa, prospectiva. Esto no implica
agotar estos datos, sino jerarquizar aquellos que están más comprometidos al momento de consultar. Aún con las
limitaciones de los datos que se extraen de este tipo de entrevista, es imprescindible lograr una visión panorámica del
sentido de los motivos de consulta y posibles síntomas, cumpliendo por tanto la E.R. una función esclarecedora.
La orientación se vincula a la “acción” y desde lo etimológico significa colocar algo en una posición determinada. Debe
ser viable, posible de ser llevada a cabo por el consultante, teniendo en cuenta no sólo el tiempo interno del sujeto sino
también las posibilidades reales personales e institucionales. En esta instancia de devolución, el énfasis está puesto en
la devolución como cierre y no tanto en el devolver como proceso. El cierre de la E.R. implica necesariamente incluir la
devolución y orientación correspondiente. También implica la posibilidad de una apertura a otra modalidad de
intervención clínica que pueda dar respuesta en un proceso clínico a los motivos que llevaron al sujeto a consultar. Por
ejemplo, a un proceso diagnóstico, intervención psicoterapéutica, derivación a otros técnicos, etc.

INTERVENCION DIAGNOSTICA
El acento está puesto en el diagnóstico. Se privilegia la escucha clínica y estrategia clínica con tal finalidad. Puede
incluir o no uso de herramientas técnicas de evaluación psicológica. Hay dos formas de entender el diagnóstico, un
enfoque dimensional que implica el entendimiento y comprensión del funcionamiento psíquico del sujeto; el otro implica
su identificación en una categoría. Diagnóstico implica la idea de comprender lo que le sucede al sujeto, conocer –
entre. El diagnóstico es una estrategia de investigación, teniendo como objetivo la investigación de subjetividad. Al
mismo tiempo que se investiga se interviene produciendo modificaciones en las subjetividades implicadas.
Se pone en juego la noción de estrategia clínica que implica los pasos técnicos a seguir con la utilización de ciertas
herramientas que puedan acercarnos a la comprensión de la subjetividad. El concepto de “situación clínica” supone la
concurrencia de distintos niveles diagnósticos: Diagnóstico situacional, Diagnóstico dinámico y Diagnóstico estructural.
A) Diagnóstico situacional: Implica identificar las áreas afectadas en el sujeto por su problema, conflicto,
sintomatología o sufrimiento. El área puede ser evolutiva, desarrollo, somática, social, familiar, educativa-
laboral, estrictamente afectivo-emocional (o todas). Nivel de inferencia observacional. Celener, G., (2oo3)
En el diagnóstico si es la situación en que ocurre el conflicto. Las áreas más comprometidas, podes hablar de
áreas sin decir Fiorini (por ejemplo si tiene problemas para conseguir trabajo o para hacerse amigos)
Noción de situación: Fiorini H. (1992) la entiende como la causalidad multideterminada por diversas series de
fenómenos que la configuran. La situación supone la convergencia de series causales (es una clase homogénea de
fenómenos que responden a cierta legalidad, a cierto encadenamiento causal que es propio de esa clase de
fenómenos.)
Las series son:
- Familiar: podemos pensar en las relaciones vinculares, en cómo se da la comunicación entre los distintos
integrantes de la familia, qué pasa en la pareja, qué pasa en la relación padre-hijos, en la relación de
hermanos.
- Corporal: ¿qué pasa con el padecer del cuerpo? Encontramos afecciones del orden de lo biológico, pero
también hay afecciones, hay dolor que implican sufrimiento, pero no tienen que ver con lo biológico, ni tiene
origen biológico
- Evolutiva: a lo largo del desarrollo, ¿qué fue pasando en la vida de ese sujeto? ¿Qué pasó en la infancia? ¿En
la adolescencia? ¿En la juventud?
- Laboral: ¿cómo se instala ese sujeto? Si es adulto, ¿accedió al orden de lo laboral? Si es adulto y no ha
trabajado, ¿porque no pudo acceder al orden de lo laboral? ¿Qué pasa desde él que no puede insertarse en
lo laboral? ¿A qué cosas responde?
- Social: ¿cómo se vincula en la sociedad? ¿Es un sujeto que tiene amigos? ¿Que genera vínculos? ¿Amplía sus
relaciones o sigue con sus pocas relaciones de las infancias? ¿quedó solo y le cuesta generar nuevas relaciones
sociales?
- Prospectiva: ¿cuáles son los proyectos de vida de esa persona? ¿No hay? ¿Se los cuestiona? ¿Nunca lo pensó?
¿Cómo planifica sus proyecciones? No puede generar proyectos de vida, ¿porque? ¿porque está pasando por
un proceso depresivo?
- Clínico psiquiátrica: pueden haber afecciones propiamente de alteraciones del orden de lo psiquiátrico
-
B) Diagnóstico dinámico: Implica identificar el desencadenante de la consulta. La articulación del mismo con la
dinámica psíquica del paciente o el funcionamiento psíquico. Entramos en el nivel de las hipótesis. Es el nivel de
inferencia interpretativo. Celener, G., (2003).
C) Diagnóstico estructural: Importante nivel de abstracción teórica. Implica especificar metapsicológicamente la
conflictiva del paciente. Nivel de inferencia estructural. Celener, G., (2003).

INTERVENCIONES PSICOTERAPEUTICAS
Siempre se hace diagnóstico. El diagnóstico con un enfoque terapéutico tiene el acento en el diagnóstico de carácter
dinámico y estructural.
El diagnóstico dinámico y estructural permiten el diseño de una estrategia terapéutica que resultará de carácter
flexible de acuerdo al proceso terapéutico. La intervención terapéutica apunta al cambio del paciente (psíquico,
subjetivo).
CLINICA SITUACIONAL
La clínica es situacional porque la producción de subjetividad y sus vicisitudes transcurre dentro de un contexto, de un
devenir en situación. La idea de situación propone una clínica diferente a la estructural. No hay producción psíquica
fuera de lo contextual. El efecto de situar designa la disposición de una cosa en relación al lugar que ocupa, el
conjunto de las circunstancias que predominan en un momento dado y el estado o condición de una persona con
respecto a su categoría, intereses y posición social. La teoría estructural tiende a ubicar al sujeto dentro de un modelo
que dificulta considerar lo nuevo en él.
Despliega las ideas de causa, origen, determinismo, repetición, y una cierta concepción de tiempo organizado -
desplegado secuencialmente en un antes, ahora y después. Nos daría la ilusión de un conocimiento totalizante, que
propone develar lo oculto y preexistente. Pensar la situación no descarta lo oculto, e incluye la posibilidad de lo aún
no devenido. El pasado ha dejado de ser la única clave del presente, y con frecuencia, ha sido utilizado en la clínica
como un verdadero obstáculo para pensar el presente. El pasado y el futuro, no están siempre incluidos en el hoy.
Podríamos decir que el término situación no designa un solo objeto o acontecimiento ya que nunca experimentamos o
formamos juicios sobre ellos aisladamente, sino en relación con un contexto. Tiene la cualidad de unir los elementos
constitutivos, dando a ésta su carácter único, formando una situación individual, indivisible e induplicable. Ningún
problema puede plantearse o siquiera adquirir sentido, si no es de forma situacional. No es un escenario donde se
desenvuelven los personajes, sino que es desde los mismos, que queda entretejida la situación. El analista y el paciente
forman parte de la situación analítica, modificando la subjetividad de ambos.
Pensar en situación, propone que no hay conocimientos totalizantes, y nos enfrenta a la posibilidad de descubrir-
producir sus propios saberes situados. La lógica estructuralista implica preexistencia a develar, espacio de
representación, pasado reactualizado. La lógica situacional agrega a lo anterior: existencia a devenir, espacio de
presentación, futuro a producir. Implica la lectura de la subjetividad como resultado de la multiplicidad y
heterogeneidad en la constitución misma del psiquismo.

ENFERMEDAD
Enfermedad como proceso, como un intento de recuperar el equilibrio perdido. La enfermedad no está mostrando
solamente la alteración de un proceso sino además nos está mostrando la salida, el canal por donde nosotros tenemos
que centrar el esfuerzo en la consecución de esa salida. No se puede hablar de un síntoma, sin una comprensión del
individuo que sustenta esos síntomas.

INSIGHT
Re-conocimiento de algo que hasta el momento se re-sintió. La conciencia o la adquisición de conciencia que se tiene o
se logra, no solamente sobre lo recordado sino también sobre lo que se está haciendo y de lo que está sucediendo, es
un punto fundamental del insight. Es la situación analítica donde el sujeto adquiere un insight de su acontecer
psicológico, mediante la interpretación, que, desde afuera de él, pero dentro del vínculo, le formula el terapeuta. Su
propia conciencia de la situación puede estar adecuada y amplia, pero en general es significativamente menor que la
adquirida posteriormente a internalizar como diálogo interno la práctica del vínculo transferencia -
contratransferencia, sintetizado en una interpretación.
El insight implica la conciencia y la clave de la solución del conflicto. El falso insight ocurre cuando el yo observador se
discrimina atento y vigilante sin ningún momento de visión complementaria para negociar una comprensión. Este falso
reconocimiento no implica una internalización y por consiguiente no hay un cambio estructural en el sujeto sino un
conocimiento defensivo o para uso defensivo.

ENTREVISTA DE DEVOLUCION
Con la concepción del psicodiagnóstico como proceso, que luego dará lugar a la noción de intervención diagnóstica, en
una instancia privilegiada pero que no se restringe la devolución a una sola entrevista. La devolución implica a su vez
un proceso en sí mismo desde el lugar del profesional porque implica planificación. Dicha planificación no debe ser
inflexible, sino estar atenta a posibles modificaciones de acuerdo a los avatares del proceso de intervención. La
devolución tiene como objetivo facilitar la comprensión por parte del paciente de aspectos propios ante una situación
conflictiva, su motivo de consulta, su funcionamiento y que le permita otras formas de significar lo que le sucede. Esto
hace que el psicólogo se ubique en un rol más activo y operativo que le permita al tiempo de mirar, el pensar y
operar eficazmente. El problema no solo consiste en evaluar qué necesita el paciente, sino también en considerar que
está dispuesto a hacer, cuál es disposición interna y cuáles son las dificultades para emprender la orientación o posible
recomendación, las cuales forman parte de la devolución. La orientación implica poder brindar una capacidad de
respuesta acorde y pertinente.
Las entrevistas de devolución pueden ser realizadas a uno de los padres, a ambos, o incluir al niño también. Es
importante tener en cuenta las identificaciones que pueden generarse con alguno de ellos, a fin de no generar
alianzas que distorsionen la entrevista. Un diagnóstico no es solo con respecto al niño sino también al grupo familiar en
el que está inserto. Cuál es el lugar que ocupa el niño en las fantasías de los padres?. Importancia de la supervisión,
que no determine ni vuelva rígida la devolución, sino que sirva de guía para que la misma no se vuelva un “vómito”. La
planificación de la devolución nunca puede ser rígida. La información debe ser clara brindando una descripción
integrada del entrevistado y de lo que le pasa, a partir de las hipótesis que se construyeron durante el
psicodiagnóstico. La devolución no puede ser un material pensado por el entrevistador, sino un encuentro en el que
entrevistador - entrevistado puedan pensar una situación en su totalidad. Debemos adoptar una actitud receptiva ante
el surgimiento de elementos nuevos, pensándolos junto a los padres. Solo así los padres podrán comprender cuestiones
de lo que está sucediendo a nivel intrafamiliar y aceptar las orientaciones pertinentes. Sin embargo, al eficacia de la
devolución no está determinada únicamente por si los padres aceptan o no las indicaciones. Muchas veces, necesitan un
tiempo mayor para elaborar las situaciones a las que se ven enfrentados. En este sentido, la psicoterapia puede ser
útil para la posterior reflexión. La planificación de la devolución debe hacerse durante todo el proceso del
psicodiagnóstico. Solo en la medida en que nos sea posible ir organizando el material, delimitando los objetivos,
pensando el modo de abordaje de los mismos en relación a las características de los padres, del niño y de la
totalidad de la situación es que podemos ir atenuando nuestras ansiedades.
La devolución no es un fin en sí mismo, sino parte del proceso del psicodiagnóstico. Es importante que se utilice un
lenguaje claro y sencillo, evitando el lenguaje técnico. Es recomendable comenzar la entrevista preguntándole si en el
lapso de tiempo que duró la evaluación ocurrió algo que desee comentar. También, comenzar por los elementos que le
generen menos ansiedad al sujeto, las cosas más positivas. Comenzar por cosas relacionadas al motivo manifiesto de
consulta para luego ir a aquellos aspectos más inconscientes para el sujeto. En entrevistas con padres no es aconsejado
que se le muestre al padre lo producido por su hijo, secreto profesional. Si se pueden tomar elementos de la entrevista
en conjunto y del juego familiar.

SUPERVISIÓN
Es necesario y pertinente en la clínica. El trabajo del clínico es un trabajo mayormente en solitario. El poder de
intercambio con un otro, facilita la lectura del material clínico, valora los procesos que se dan en la situación clínica,
ajusta los procedimientos técnicos específicos y evalúa los cambios dentro de una intervención. Desde el lugar del
psicoanálisis la supervisión forma parte del trípode básico del proceso formativo del psicoanalista (del clínico en
general). Los otros elementos del proceso formativo de un psicólogo clínico: son el análisis personal y el estudio de la
teoríatécnica. La supervisión es parte del método clínico. Consiste en la instancia donde se analiza-piensa-ajusta y
aprende los diversos componentes del método
Es un dispositivo donde se conjugan elementos de diferente nivel (de análisis clínico, formativos, de control) que se
hacen de forma sucesiva y simultánea
1. En referencia al análisis del material clínico del paciente: Formulación de hipótesis y ajuste de los aspectos
diagnósticos. Formulación de estrategia de intervención.
2. En referencia al ajuste del método clínico: Análisis de las intervenciones del clínico en el proceso clínico. Ajuste
en herramientas de intervención verbales (ajuste en las habilidades comunicacionales técnicas del profesional).
3. Análisis del proceso de intervención. Análisis del lugar o posición subjetiva del clínico para el consultante
(esclarecimiento de aspectos transferenciales). Valoración de la alianza de trabajo
Se realiza un análisis de los aspectos contratransferenciales para el entendimiento del material y de las intervenciones
del clínico, una evaluación de los avances del paciente y una evaluación de los avances del clínico en su proceso
formativo.
Modalidades de supervisión:
1) Individual. Tiene lugar una fuerte relación transferencial con el supervisor. Se acentúa la asimetría entre supervisor
y supervisando.
2) Grupal. La transferencia no sólo se da con el supervisor, sino con los otros miembros del grupo. La acentuación de la
asimetría se atenúa. Permite el aprendizaje en la horizontalidad. Se dificulta el análisis de la contratransferencia de
cada uno de los miembros del grupo. Facilita el aprendizaje de las habilidades clínicas que son compuestas por las
categorías de: escucha, observación, comunicación, registro y capacidades de análisis.

INSTRUMENTOS TECNICOS
Cuando interviene, el psicólogo clínico estará atento al discurso verbal del paciente, a la escenificación y lenguaje
corporal del paciente y a su propia contratransferencia. El arte de hablar a un paciente es muy diferente de la
conversación de sociedad, el interrogatorio o la conferencia. El psicólogo clínico tiene que ser competente de impartir
una nueva mirada, ampliación de conciencia o facilitar el insight. Dependerá de su capacidad de expresar con
palabras los pensamientos, fantasías y sentimientos de que el paciente no tiene cabal conciencia y presentárselos de
tal modo que le sea útil para la comprensión del conflicto y/ o motivo de consulta. Tenemos que traducir sobre la
marcha de nuestro propio vocabulario al lenguaje vivo del paciente.
Los instrumentos técnicos que tiene el terapeuta son verbales y no verbales

 No verbales
Son: la escucha, el ritmo verbal, el tono de voz, el lenguaje corporal y el silencio. Para ello es muy importante manejar
la empatía y sintonizar con el estilo comunicacional del consultante. Regular que el tono de voz no sea imperativo,
irruptivo, o autoritario. Un ritmo pausado y con un tono adecuado favorecerá la alianza terapéutica. La presencia,
entendida como el estar en disposición de escucha y ayuda, implica la coherencia entre las manifestaciones verbales
del psicólogo y su propio lenguaje corporal. La destreza en la comunicación verbal depende también en el psicólogo
clínico de su empleo del silencio. Es importante que el psicólogo sea capaz de manejar su propia ansiedad. El paciente
necesita nuestro silencio para seguir en detalle sus propios pensamientos, fantasías y sentimientos.
La escucha clínica es la capacidad que presenta el psicólogo clínico para escuchar lo manifiesto y lo latente del
discurso del paciente. La escucha activa también implica la observación de la escenificación, la corporeidad, la
emocionalidad y el tono de comunicación del paciente. Comprendemos el significado del material del consultante,
mediante la empatía, el conocimiento teórico , nuestra propia experiencia terapéutica, las supervisiones, etc. A la hora
de comunicar algo al consultante, debemos decidir: qué es lo que se dirá, cuándo , cómo y para qué.

 Verbales
Son: la pregunta o la exploración, información, señalamiento o explicitación, confrontación, esclarecimiento o
aclaración e Interpretación
Explorar es preguntar. Se pueden hacer preguntas introductorias para abordar un tema. Son típicas: ¿Por qué
consulta? ¿Cuáles son sus problemas?, pero también las preguntas introductorias están durante toda la intervención, por
ejemplo, cuando el psicólogo clínico realiza la exploración de otros aspectos del paciente (vínculos, estilos vinculares,
emocionalidad, regulación afectiva, etc.). Se hacen preguntas de profundización luego que se situó en el tema o área
a explorar: ¿Cuánto le limita esto que le pasa? ¿Cómo vive ciertos acontecimientos, etc.
El señalamiento es un recurso técnico por el cual en la situación clínica se explicita en palabras algo que es dicho o
sentido implícitamente. Y es el señalamiento el que permite resignificarlo desde otro lugar.
Confrontar es hacer evidente un fenómeno psíquico; tiene que resultar explícito para el Yo consciente del consultante.
Por ejemplo , antes de poder interpretar la razón que pueda tener un paciente para evitar cierto tema en la consulta
el psicólogo clínico que ponerlo frente al hecho de que está evitando algo. A veces el mismo paciente reconocerá el
hecho y le evitará ese trabajo. Pero antes de pasar a otra cosa, debe quedar asentado que el paciente discierne
dentro de sí el fenómeno psíquico que se está tratando de analizar. La confrontación lleva al paso siguiente: la
aclaración.
La aclaración se refiere a aquellas actividades que tienden a enfocar nítidamente los fenómenos psíquicos que se
están tratando. Hay que extraer los detalles significantes y separarlos cuidadosamente de la materia extraña.
La interpretación se refiere siempre a algo que pertenece al paciente, pero de lo que él no tiene conocimiento.
Significa hacer consciente un fenómeno inconsciente o preconsciente. Más exactamente, significa hacer consciente el
significado, el origen, la historia, el modo o la causa inconsciente de un suceso psíquico dado. Significa hacer que el Yo
razonable y consciente se dé cuenta de algo que tenía olvidado. Esto por lo general requiere de más de una
intervención. La exploración, la confrontación y aclaración son pasos previos que hacen posible llegar a enunciar una
interpretación. Interpretando vamos más allá de lo fácilmente comprensible y observable por el pensamiento lógico y
consciente ordinario. Las reacciones del paciente son necesarias para determinar si la interpretación es válida o no.
Para hacer entrar el Yo del paciente efectivamente en ésta labor psicológica es condición previa que lo que ha de ser
interpretado sea primero mostrado y aclarado. La interpretación debe ser veraz, desinteresada y pertinente.

RESISTENCIA Y DEFENSA
Es un concepto operativo; no es algo nuevo creado por la intervención psicológica. La situación analítica sólo se
convierte en el escenario donde se manifiestan esas fuerzas de resistencia. Las resistencias operan en el interior del
paciente, esencialmente en su Yo inconsciente, si bien ciertos aspectos de su resistencia pueden ser accesibles a su Yo
conservador y opinante. Tenemos que distinguir entre el hecho que el paciente esté resistiendo, cómo se resiste, a qué
se resiste y por qué lo hace. El concepto de defensa entraña dos constituyentes: un peligro y un instrumento protector.
La concepción de defensa se refiere a diversas actividades inconscientes del Yo, pero podemos distinguir entre
mecanismos de defensa profundos, inconscientes y automáticos y lo que están más cerca del Yo consciente. Un
paralelo entre resistencia y defensa es que hay jerarquías de resistencias como de defensas. Es necesario tener estos
conceptos teóricos presentes a la hora del trabajo en consultas psicológicas, intervenciones y psicoterapias. De la
superficie a la profundidad. Acercarnos al Yo antes que al ello y superyo. Tener presente los aspectos conscientes,
preconscientes e inconscientes del Yo

ESTRATEGIA CLINICA
Son los abordajes(s) terapéutico(s) (sucesivos o combinados) para atender qué focos (reformulación del motivo de
consulta) y con qué resultados esperables (alianza terapéutica y fortalezas y vulnerabilidades para el cambio).
Es el conjunto de operaciones mediante las cuales el psicólogo tiene acceso a la comprensión de la conducta del otro y
facilita a éste, el acceso a su propia comprensión. Toda estrategia tiene un carácter intencional consciente, o sea que
quien la emplea sabe por qué y para qué la emplea. Los momentos que configuran una estrategia responden a
criterios racionales que surgen del marco de referencia: base de las teorías y sistemas con los cuales está de acuerdo
el psicólogo, experiencias, estilo personal. Si bien el manejo de la estrategia clínica tiene un carácter “artesanal” y
guarda relación con el “estilo” personal del psicólogo, es fundamentalmente una actividad científica, pues se basa
sobre ciertas hipótesis y predicciones que han de verificarse ciñéndose al imperativo del “control” que caracteriza al
método científico. El psicólogo tiene en cuenta que su rol de observador modifica, aún por su sola presencia, el campo
de observación. Al observar una situación, está por consiguiente observándose a sí mismo y al vínculo que ha
establecido con ella. Es decir, conforma un nuevo campo del cual, a la vez que forma parte, se distancia: disociación
instrumental. Toda verdad-como afirma Bleger- ha de ser una verdad asumida. Es decir que la “verdadera” verdad es
aquella que integra el conocer y el hacer.
ESTRATEGIA EXPERIMENTAL: la aplicación práctica de los descubrimientos verificados se halla diferido: se pone
énfasis en la elaboración de buenas teorías aun cuando no se perciban sus efectos prácticos inmediatos. Pensamiento y
acción se hallan transitoriamente separados
ESTRATEGIA CLÍNICA: Reflexión y acción se encuentran juntos, de modo que el mirar, pensar y el operar conforman lo
que Ulloa ha denominado “unidad de operación”. El vehículo, la comunicación, no solo persigue un buen conocimiento
del sujeto, sino al mismo tiempo, la promoción de beneficios para él, bajo la forma de modificaciones favorables o de
prevención de dificultades. El vínculo se torna dinámico, estableciéndose un diálogo con la situación. Hasta la
subjetividad del psicólogo (analizada) contribuye a una mejor comprensión para una posterior acción sobre ella
(estudios sobre la contratransferencia). Puede aplicarse para conocer, investigar, comprender, modificar la conducta
de los seres humanos, operando tanto en un ámbito psicosocial (individual) como socio-dinámico (grupal), institucional o
comunitario. Podemos admitir que la psicología clínica sea “individual”, si por tal se entiende una visión particularizante
que encare cada situación como singular, peculiar; pero no lo admitimos si por “individual se entiende que el psicólogo
clínico opera solo sobre sujetos “aislados”
Evolución:
A. INFORME COMPLETO DE TRATAMIENTO: Actualización de qué se modificó y revisión de qué nuevos elementos
surgieron en relación a la FPC inicial
B. INFORME ABREVIADO DE TRATAMIENTO: Cambios objetivos y subjetivos (positivos o negativos) en los
problemas que constituyeron los focos de la psicoterapia. Otros cambios significativos en la vida y en el
funcionamiento mental. Percepción del paciente y del terapeuta del grado de transformación obtenido y de
los problemas remanentes. Hecho clínico.

FORMULACION PSICODINAMICA DEL CASO


Una formulación clínica (o formulación del caso) es una explicación o conceptualización fundamentada teóricamente,
de la información obtenida a partir de una evaluación clínica. En la práctica clínica, las formulaciones son usadas para
comunicar una hipótesis y proveer el marco de trabajo para desarrollar el enfoque terapéutico más adecuado al
paciente. Debe proveer una conceptualización sucinta del caso y por lo tanto guiar el plan terapéutico. Por eso debe
ser: específico, breve, focalizado y por lo tanto limitado en su objetivo, amplitud y comprensión. (500-1000 palabras).
Se debe diferenciar lo esencial de lo secundario. Es esencialmente una hipótesis acerca de las causas, de los
precipitantes y de las influencias que mantienen los problemas psicológicos, interpersonales y comportamentales de
una persona. Busca responder a las siguientes preguntas: ¿Qué le pasa al paciente (Diagnóstico), ¿A qué se debe?
(Etiopatogenia), ¿Cómo tratarlo? (Plan Terapeútico), ¿Cómo evolucionó? (Evolución).
Para presentar la FPC se debe incluir:
1. DATOS FILIATORIOS
2. MOTIVO DE CONSULTA
3. EXPERIENCIA SUBJETIVA DE ENFERMEDAD: ¿Cuáles son sus creencias sobre su enfermedad? ¿Considera que
sus problemas son de naturaleza sobre todo somática, psíquica y/o social? ¿Qué tipo de ayuda espera
recibir? ¿Hasta dónde el paciente y terapeuta coinciden sobre la naturaleza de los problemas y sobre el
tratamiento necesario?
4. DIAGNÓSTICO DE TRASTORNO Y DE NIVEL DE FUNCIONAMIENTO:
a. TRASTORNOS: Somáticos: enfermedades y tratamientos en curso (medicamentos, intervenciones, etc).
Psicológicos Sociales: Ej. marginación, discriminación.
b. DIAGNÓSTICO DE NIVEL DE FUNCIONAMIENTO: ¿El nivel de funcionamiento mental e interpersonal
corresponde a un nivel saludable, fronterizo o con perturbaciones psicóticas? ¿Hasta donde el trabajo
terapéutico debe apuntar a los conflictos intrapsíquicos e interpersonales o a las vulnerabilidades
estructurales del funcionamiento mental?
5. NIVEL DE RELACIONES INTERPERSONALES: ¿Cómo son las pautas de relacionamiento, en especial en los
vínculos que implican cercanía e intimidad? ¿Cómo el paciente experimenta a los otros y cómo se experimenta
a sí mismo en la relación con los otros?
6. DIAGNÓSTICO DE CONFLICTOS Y FANTASÍAS INCONSCIENTES Y DEFENSAS
7. FUNCIONAMIENTO MENTAL (ESTRUCTURA):
a. Identidad y percepción de sí mismo y de los otros: Cuán capaz es el paciente de percibir sus propios
estados internos y los de los demás.
b. Regulación afectiva: ¿Puede regular sus impulsos, sus afectos y autoestima adecuadamente?
c. Simbolización. Comunicación interna y externa: Cuán rico es el diálogo consigo mismo y con los demás
basado en experiencias afectivas, fantasías, sueños, capacidad de juego, creatividad.
d. Vínculos con objetos internos y externos: ¿Cuán profundas y diferenciadas son las relaciones con
objetos internos y externos?
Etiopatogenia:
1. Historia personal y familiar (factores predisponentes): Situaciones traumáticas en la infancia Factores
personales: resiliencia/vulnerabilidad Conductas repetitivas y autodestructivas.
2. Momento y circunstancias de la vida (factores desencadenantes): Situaciones de crisis, factores de
vulnerabilidad o de soporte y protección social.
3. Conductas repetitivas que favorecen el mantenimiento de los problemas.
Foco:
Orienta las actividades clínicas del terapeuta, le proporciona puntos de partida para las intervenciones. Permite
estructurar y planificar la práctica terapéutica.
Tiene dos significaciones:
1- Acción de focalizar como un modelo de trabajo, es decir, una estrategia que ordena el trabajo del
psicoterapeuta.
2- El foco como hipótesis propia del material que el paciente trae.
Podemos pensar al foco como un centro temático que se construye y resulta de la interacción entre las demandas del
sujeto y la capacidad con la que cuenta el terapeuta para comprenderlas.

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