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DE LA INTERPRETACIÓN AL PROBLEMA DE LAS TEORÍAS DE LA

INTERPRETACIÓN AL LOGOS DE LO RAZONABLE

ANÁLISIS DESCRIPTIVO ENTRE EL CONCEPTO DE INTERPRETACIÓN, TEORÍAS DE LA


INTERPRETACIÓN Y EL LOGOS DE LO RAZONABLE

INTERPRETACIÓN CONSTITUCIONAL

CHRISTIAN MANUEL GARZA CERVANTES

1
DE LA INTERPRETACIÓN AL PROBLEMA DE LAS TEORÍAS DE LA
INTERPRETACIÓN AL LOGOS DE LO RAZONABLE

Christian Manuel Garza Cervantes1

Para mí es razón, en el verdadero y rigoroso sentido,


Toda acción intelectual que nos pone en contacto con la realidad
Por medio de la cual topamos con lo trascendente2
JOSÉ ORTEGA Y GASSET

SUAMARIO: I. Nota Introductoria. II. Concepto de Interpretación. III. De


la Pluralidad de Teorías y métodos de interpretación. IV. El Problema de la
Elección de Teoría y Método de Interpretación. V. El Logos de lo Razonable.
VI. Comentarios Finales. VII. Bibliografía.

I. NOTA INTRODUCTORIA

En definitiva el tema de la interpretación jurídica, es un tema de explorado


derecho, de modo tal que a lo largo de la historia de esta “ciencia” que nos ocupa
a nosotros como juristas, hay quienes se han dedicado a teorizar al respecto, de
modo tal que a la fecha, junto con las escuelas del Derecho, sus representantes
y la evolución que éstas han tenido, se han aparejado distintas teorías de la
interpretación.

Lo anterior puede atender a distintas causas, de entre las cuales hemos de poder
contar que ciertamente como los conceptos son abstracciones mentales de
modo tal que cada individuo dentro de su propia psique asigna un significado a
cierto concepto que en este caso lo será precisamente el de interpretación
jurídica, entonces el significado para este concepto no será el mismo para cada
individuo que trata de abordarlo y explicarlo.

También podría decirse que una de las causas es que quien ha de buscar hacer
labor de interpretación no ha de encontrar satisfechas sus aspiraciones y/o
deseos dentro de las teorías propuestas por alguien más, de modo tal que no

1
Universidad Autónoma de Querétaro.
2
Ortega y Gasset, José, Obras Competas, Revista Occidente, Madrid, t. VI, p
46.
2
logró alcanzar sus objetivos o el nivel de conocimiento esperado, siendo que en
un constante deseo de saber estos individuos se vieron obligados a desarrollar
su propia teoría de la interpretación del derecho, misma que ha de contener los
elementos esenciales y puntuales que ha de requerir para lograr sus
aspiraciones cognoscitivas.

Una causa más que pudiéramos encontrar para explicar la existencia de distintas
y bastas teorías de la interpretación jurídica lo es que a lo largo de la historia se
ha intentado que se entienda al Derecho como una ciencia, de modo tal que una
de las características de la ciencia lo es que ésta debe ser verificable y ello ha
de implicar que sea repetible, de modo tal que con la utilización de un método
determinado se pueda llegar a la misma conclusión, luego entonces, esto se ha
de adminicular con lo que se decía supralineas, de modo tal que cuando un
jurista intentó seguir el método propuesto por alguna de las teorías de la
interpretación del derecho y no logró su cometido de obtener el resultado
esperado, es natural que se llegase a la conclusión de que el método no es
correcto, pues si lo fuera (suponiendo que el derecho es una ciencia) resultaría
que con dicho método se alcanzarían los objetivos que se buscan dado que la
ciencia es precisamente verificable; lo que orilló a los juristas precisamente a
buscar otros métodos, desarrollar otras teorías de interpretación, etc, tratando
de alcanzar la correcta que se fuere aplicable para ciencia Jurídica en todo
tiempo, lugar y modo.

Es por tal motivo que dentro de las líneas del presente se dedicaran no pocas a
tratar de dar una explicación y si bien no una explicación una descripción a modo
groso de algunas de las teorías de la interpretación jurídica.

Lo anterior (la existencia de varias y diversas teorías de la interpretación jurídica)


ha de causar un aparente problema para los juristas novel dado que con tantas
teorías pareciera que no sabe cuál método ha de elegirse para desarrollar la
interpretación jurídica.

El anterior problema lo ha de confrontar el autor Luis Recasens Siches, mismo


que se ha de traer a cuentas ultralineas buscando establecer una alternativa para
substanciar tal problemática, aunque cabe resaltarse que el autor en cita no se
queda únicamente con evidenciar y tratar de esclarecer el conflicto sino que

3
propone lo que él mismo ha denominado “el logos de lo razonable” mismo que
se buscará abordar y del cual dicho sea de paso, el autor lo establece como
modo de interpretación absoluto, el cual en un principio de cuentas pareciere
muy convincente, no obstante y para finalizar este trabajo ha de merecer algunos
comentarios, no a manera de crítica dado que juristas de tan alto grado no
pueden ser criticados fuertemente por parte de un jurista novel como el que
suscribe, sino que dichos cometarios lo serán meras impresiones y opiniones
personales.

II. CONCEPTO DE INTERPRETACIÓN E INTERPRETACIÓN DEL DERECHO


Y/O JURÍDICA

Ha de ser menester para el presente trabajo el que se busque delimitar con


mayor claridad aquello que ha de ser objeto de estudio ultralineas, por tal motivo
será prudente el buscar aproximarnos a algunos conceptos que nos den luz,
aunque si bien es cierto es mero lenguaje y la experiencia nos dice que no
lograremos encontrar la esencia de las cosas, no menos es cierto el que tener
un punto de partida y/o apoyo siempre será de utilidad para arrancar cualquier
estudio y búsqueda de generación del conocimiento, luego entonces, por
interpretación según Rafael Martínez Morales, hemos de entender lo siguiente:

Análisis o explicación que se hace de una norma jurídica con propósito de facilitar
su enseñanza o ser aplicada.3

Mientras que por otro lado el mismo autor hará una distinción con interpretación
del derecho, la cual entiende de la siguiente manera:

Determinar el sentido y efecto de una norma jurídica, ya sea para su aplicación


concreta o con propósitos de estudio o finalidades de carácter legislativo. 4

Finalmente hemos de traer a cuentas una definición más del concepto de


interpretación jurídica utilizando como base para ello los usos originarios y
etimologías, de modo tal que en resumidas cuentas se nos dirá lo siguiente:

3
Martínez Morales, Rafael, Diccionario jurídico contemporáneo, México, Iure
editores, 2008, p 481.
4
Ídem.
4
En un sentido general “interpretar” significa “explicar”, “esclarecer” y, por ende
“descifrar” (el sentido de alguna cosa) […] consiste en dotar de significado,
mediante un lenguaje significativo, a ciertos objetos (signos, formulas o textos)5

Luego entonces podemos deducir según la definición anterior que por


interpretación jurídica habremos de entender entre otras cosas el dotar de
significado ya un ordenamiento jurídico, ya la norma en sí misma.

III. DE LA PLURALIDAD DE TEORÍAS Y

MÉTODOS DE INTERPRETACIÓN

Como ya se adelantaba, se cuenta con distintas teorías de la Interpretación


Jurídica, las cuales han de contener en sí mismas el método respectivo que
habrá de seguirse, e cual fue propuesto por el mismo autor de la teoría de la
interpretación, ahora en sentido lato, es que algunos autores proponen que
existen métodos definidos de la interpretación a saber:

Existen diversos métodos de interpretación:

 Jurisprudencial
 Exegética.
 Judicial
 Reglamentaria.
 Legal.
 Doctrinal.
 Gramatical.
 Hermenéutica.
 Análoga.

[…] Suele hablarse de interpretación textual, gramatical, semántica, judicial,


legislativa (auténtica), doctrinal, exegética, finalista, progresiva y analógica.6

5
Soberanes Fernández, José Luis (director.), Diccionario Jurídico Mexicano,
12ª. Ed., México, Porrúa-UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídicas, 1998, t.
III, p 1704.
6
Op. Cit.
5
Así mismo Recasens Siches nos dirá que existen lo métodos literal, el subjetivo,
el objetivo, el subjetivo-objetivo, la apelación a la costumbre, el histórico, el
analógico, el de la equidad y el de la referencia.7

Ahora bien, habrá que hacer referencia a que estos métodos no florecen por sí
mismos, como frutos aislados, de modo tal que pueden ser entendidos en la
singularidad, sino que son producto y van aparejados a una Teoría de la
Interpretación Jurídica, misma que fue desarrollada por un autor determinado y
teniendo como fundamento dichas teorías fue que se pudieron obtener como
producto de las mismas los métodos antes enunciados.

1. FRIEDRICH KARL VON SAVIGNY

Lo primero que habrá de decirse es que éste autor considera a la interpretación


como una reconstrucción, una reconstrucción del trabajo legislativo, la cual ha
de tener como principal objetivo el que se haga un recorrido de las operaciones
mentales del legislado para llegar a ver con sus ojos lo que éste quiso decir y así
desentrañar todos y cada uno de los elementos que componen a la norma, esto
con el único fin de que se llegue a dar cumplimiento al objetivo que tiene la ley
en sí misma.

Para poder llegar a lo anterior según el autor en comento, se vuelve necesario el


que se desglosen los elementos que han de componer a la ley a saber:

Elemento gramatical: No es otra cosa que las palabras textuales del legislador,
que quedaron plasmadas dentro de la ley.

Elemento Lógico: Considerado como la unión que ha de adminicular las partes


de la ley.

Elemento Histórico: Está íntimamente relacionado con la época en que se


encontraba el Estado de Derecho al momento de que la norma fue creada y el
cambio que ésta causó dentro del mismo.

7Cfr.Recasens Siches, Luis, Tratado General de Filosofía del Derecho, 21ª


ed., México, Porrúa, 2019, pp. 629 – 630.
6
Elemento Sistemático: Entendido como aquel hilo conductor entre las figuras,
instituciones y reglas de derecho dentro del sistema jurídico en particular, que ha
de brindar un lugar en el mismo un lugar específico para la norma.

Ha de ser importante hacer mención de que Savigny no ve estos cuatro


elementos como cuatro distintos métodos de interpretación sino, que los cuatro
son parte del mismo, por tanto deben ser desarrollados a cabalidad por quien
busque interpretar para así poder lograrlo.

2. HANS KELSEN

Para entender el cómo interpretar de este autor ha de ser menester hablar de


dos “tipos” si así se puede llamar, de interpretación; por un lado se ha de tener
a la interpretación auténtica, la cual será producida por parte de los órganos y/o
instituciones con que fueron facultados para ello (los encargados de aplicar la
norma), considerando esta como interpretación autentica ya que se ha de
construir nuevo derecho cuando precisamente estos órganos determinan el
sentido que ha de tomar la norma que por carácter general es indeterminada.

Mientras que por otro lado hemos de encontrar la interpretación no autentica, la


cual ha de ser producida por los particulares y por la ciencia jurídica, es decir,
aquella interpretación que no ha de ser aplicada al caso concreto.

Lego entonces se podría decir que para Kelsen la interpretación propiamente


dicha, no será otra cosa que la creación de derecho positivo individualizado
respecto de la determinación de un marco que expone lo que ha de ser
interpretado.

3. ALF ROSS

Este autor ha de entender a la interpretación jurídica haciendo de igual modo


una distinción, para él existen dos tipos de interpretación, por un lado habrá de
situar a la interpretación objetiva, mientras que por el otro nos habrá de mostrar
a la interpretación subjetiva, en cuanto a la segunda, nos habrá de decir que es
aquella que buscará encontrar el significado que, el concepto, la idea o el
razonamiento que tuvo el autor, en otras palabras, ha de analizar el contexto,
idiosincrasia, situación particular, momento histórico que tuvo el autor para poder
saber qué es lo que quiso comunicar.

7
Por otro lado de la interpretación objetiva tendremos que la concibe como aquella
transmisión propuesta por el autor propiamente dicha, en otras palabras, podría
decirse que la interpretación objetiva es el texto mismo, que sin importar de
donde proviene, ya en sí mismo nos está comunicando algo y somos capaces
de entenderlo, sin necesidad de indagar respecto a las condiciones en que el
autor lo manifestó.

4. NEIL MARCCORMICK

Este autor, parte desde la idea de que dentro del derecho y para la resolución de
conflictos que son puestos ante los tribunales, se han de contar por un lado los
casos fáciles, mientras que por otro lado los casos difíciles y sobre este distingo
es que propone el modo en que el juzgador debe interpretar para lograr la
impartición de justicia.

En cuanto a casos fáciles nos dirá que la justificación para la resolución que se
dé al conflicto, no será otra cosa que una deducción, no obstante, se volverá
necesario el que dicha deducción cuente con dos requisitos indispensables a
saber:

a) El que sea posible identificar a una o más normas, ello a través de un


sistema preestablecido, que bien puede estar contenido en otra norma.
b) El que el juzgador pueda ser capaz de utilizar las normas que identificó
siguiendo el método prestablecido como premisas para así justificar la
resolución (conclusión) a la que llegue y pueda poner fin a la controversia
que le ha sido planteada.

Ahora, en cuanto a los casos difíciles, lo primero que habrá que decirse es que
son aquellos que tienen por propósito el resolver problemas poco
convencionales, de gran magnitud, impacto o relevancia, mismos que para su
resolución no ha de bastar una simple deducción, o los conceptos básicos de la
lógica formal, sino que ha de ser menester del juzgador que justifique su
decisión, lo cual ha de traer como consecuencia el que se utilice la razón
práctica, mismos que han de apelar entre otras cosas a nociones ya de
coherencia, congruencia, suficiencia y consecuencia, sin que necesariamente
los argumentos utilizados para llegar a ello sean stricto sensu lógicos.

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5. ROBERT ALEXY

Para traer a cuentas a este autor es necesario que se hable de un concepto muy
significativo que propone, dicho concepto lo es el círculo hermenéutico.

Para Alexy, este círculo hermenéutico ha de estar compuesto por algunos


elementos de la hermenéutica en general, pero que están encaminados a la
comprensión. Ahora bien, para la resolución de casos judiciales es que este autor
hace referencia a que existen tres círculos hermenéuticos a saber:

a) El primer círculo es el que hace referencia a la denominada pre


comprensión en relación al texto; se puede decir que el objetivo de este
círculo lo es propiamente dicho la reflexión; ahora en lo que respecto de
la precomprensión debe ser entendida meramente como una hipótesis,
dicha hipótesis corresponde al fuero interno de quien busca interpretar, se
puede decir que hace referencia a una suposición por parte del interprete
respecto de cómo se ha de resolver el problema planteado, misma que ha
de ser verificada con el texto normativo.
b) El segundo circulo refiere a la relación entre el la parte y el todo, mismo
que ha de tener como finalidad la coherencia, ya que por un lado sostiene
el autor que para entender una norma particular, ha de ser necesario el
que se comprenda el sistema del cual ésta emana y para entender el
sistema, ha de ser necesario que quien busque interpretar entienda las
normas particulares que pertenecen a un sistema; por lo cual ha de ser
menester buscar y alcanzar la concordancia.
c) Finalmente el tercer circulo hará referencia a la relación existente entre la
norma y los hechos, del cual no hay que olvidar que la norma es abstracta
y universal, la cual no ha de contener hechos concretos y/o
individualizados, mientras que los hechos son propiamente concretos,
únicos e individualizados, de modo tal que se ha de buscar el concordar
los supuestos de hecho que la norma ha de contener (mismos que son
universales) con los hechos concretos que han forman parte del conflicto
puesto para resolución.

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6. RONALD DWORKIN

Este autor hace referencia a un término metafórico que él mismo adopta el cual
lo titula como la escritura en cadena, este término con carácter de metáfora, ha
de hacer referencia a que el Derecho es como una novela que fuera escrita por
autores diversos, pero no la escriben al mismo tiempo, sino que cada uno ha de
tener un tiempo determinado y especifico en el cual ha de escribir el fragmento
de novela que le corresponde, de modo tal que cuando llega a sus manos la
novela ha de contar con los elementos que le han dejado sus predecesores en
el uso de la voz, toda vez que diversos capítulos ya han sido escritos y el autor
en turno sólo ha de contar con ellos, más lo que él mismo pueda aportar para
continuar con la historia.

Se podría decir que la teoría de Dworkin, es una teoría constructivista, misma


que ha de estar compuesta tanto de valores como de normas, se podría decir
que el propósito de esta teoría lo es el que se muestre el objeto de estudio desde
su mejor perspectiva; ahora, para poder lograr el ejercicio se debe tener por
cierto que la práctica del objeto de estudio, en este caso el Derecho cuenta con
un sentido original, mismo que ha de estar a merced de ciertos propósitos,
principios y valores, mismos que evidentemente se encuentran en un plano de
supremacía frente a las normas, de modo tal que cuando estos llegaren a
colisionar, lo que ha de prevalecer son los principios y valores; siendo que las
normas con respecto a su aplicación se han de convertir e flexibles con respecto
de los valores y propósitos.

IV. El PROBLEMA DE LA ELECCIÓN DE TEORÍA Y MÉTODO DE


INTERPRETACIÓN

Previo a que se aborde el problema de la elección de la teoría de la interpretación


o del método que se ha de elegir o al menos el que se plantee, ha de ser
necesario el que se hable de un problema que es precisamente previo al de qué
método o teoría elegir, el cual a groso modo se podría plantear con la pregunta
¿Cómo interpretar jurídicamente? Ahora bien, la respuesta a esta pregunta se
podría decir que la han buscado, expuesto, planteado y mejorado todos los
autores que ya mencionamos con anterioridad, al proponer el cómo o el modo
en que se ha de interpretar jurídicamente.

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Es así como el jurista que pretende hacer interpretación jurídica, después de que
le fue resulto en apariencia el problema de cómo interpretar o del modo de
hacerlo, con más de una respuesta es que se encuentra ahora con el dilema, de
qué método debería ser el adecuado para realizar tal proeza, no obstante, por
un lado se podría considerar que el método a elegir puede ser empleado en
razón del caso concreto al cual se vaya a aplicar la interpretación, mientras que
por otro lado se puede debatir respecto de la existencia de un método correcto,
pues quien se propone interpretar, muy seguramente no pretenderá hacerlo de
manera incorrecta.

Lo cierto es que pese a lo anterior, y a la pluralidad de métodos enunciados y a


los que faltaron de enunciar, ninguno de ellos ha de logar la hazaña de ser
elegido de modo tal que los demás debieran ser excluidos o algún jurista ha
elegido uno, también habría que decirse el que se tiene la convicción de que no
lo realizó con razones plenamente justificadas sin dejar lugar a la crítica y/o
sospecha de que se está decidiendo de la manera correcta.

De la misma manera se puede decir que hubo juristas que por no poder elegir
con razones suficientes uno de los métodos y teorías, aseveran que la formula
no se encontraba del todo en éstos, sino que se encontraba también en
elementos externos que bien podían ser complementados por otras ciencias o
bien por las experiencias tanto laborales como personales, así mismo es que
algunos otros siguiendo una postura ecléctica se pronunciaron con respecto de
que la verdad o la manera de hacer interpretación jurídica se encontraba
contenida en todas las teorías y métodos, de modo tal que uno no era el que
contenía toda la razón sino que ésta se repartía en alguna proporción en cada
una de las teorías.

Por último habrá que decirse que algunos otros juristas buscaron resolver el
problema del método y la teoría que debiera ser egida con respecto de las
circunstancias, la modalidad, el contexto en que se iba a aplicar, mientras que
otros tantos buscaron y lograron de manera regular el encontrar una especie de
ponderación en el uso de los métodos, de tal manera que formularon una escala,
siendo que si el primero dentro de esa escala no fuera lo suficiente para lograr
su cometido, se volvería necesario pasar al segundo, al tercero, etc, hasta que
se estuviere en posibilidad de lograr la interpretación deseada, en otras palabras
11
pareciera que es un método ecléctico que engloba la mayoría de métodos en un
sistema de supletoriedad.

V. EL LOGOS DE LO RAZONABLE

De entre todo lo ya dicho, habrá que destacarse el que existiera un filósofo del
Derecho el cual tomando en cuenta los problemas ya expuestos, trató de poner
fin en definitiva al problema de la interpretación jurídica, partió precisamente de
la idea de que los métodos y teorías eran inconclusos para lo que se buscaba,
que lo es precisamente la interpretación jurídica, tomó en consideración los
métodos que fueron enunciados con anterioridad, identificó que precisamente la
lógica no era lo suficiente para llevar a cabo una proeza tan grande como lo es
la de interpretar, dado que existían casos que no se podían resolver con una
simple deducción, subsunción o inferencia, para lo cual propone una forma, la
cual la establece como la única proposición valida sobre la interpretación y la
entiende y titula como “El Logos de lo Razonable”; este autor no es otro sino Luis
Recasens Siches, que en sus propias palabras nos dirá lo siguiente:

La única proposición válida que puede emitirse sobre la interpretación es la de


que el juez en todo caso debe interpretar la ley precisamente del modo que lleve
a la conclusión más justa para resolver el problema que tenga planteado ante su
jurisdicción. […] Ante cualquier caso, fácil o difícil hay que proceder
razonablemente, percatándonos de la realidad y sentido de los hechos, de las
valoraciones en que se inspira el orden jurídico positivo, o de las
complementarias que produzca el juez en armonía con dicho sistema positivo
[…] y llegar a la solución más satisfactoria.8

Se puede decir que Recasens Siches a través de su postulado busca deshacerse


definitivamente de los métodos y distintas teorías para la interpretación, ya que
por un lado ha de desdecir a los métodos argumentando que los aplicadores del
derecho lo que han de hacer en un primer momento cuando se les presenta una
controversia a resolver lo es el que determinan cual es la solución más justa, de

8
Recasens Siches, Luis, Tratado General de Filosofía del Derecho, 21ª ed.,
México, Porrúa, 2019, pp. 660 - 661.
12
modo tal que la respuesta al problema ya lo tienen a priori, sólo hace falta el
método que logre llegar a ese resultado previamente establecido.

Así mismo, menciona el que se obtenga una solución satisfactoria, misma que
éste ha de entender como aquella satisfacción de lo estimativo y valorativo,
tendiente a que se cumpla la justicia o el sentido de ésta que busca el sistema
jurídico al cual se pertenece.

Busca convencer respecto de que los contenidos jurídicos no han de regirse por
la lógica formal, sino que éstos han de regirse por una lógica distinta a la cual
nombra como lógica de lo razonable

Esta Lógica de lo razonable, se va construyendo desde que el propio sistema


jurídico se crea, ya que en las normas fundantes que hgeneralemnte lo son
constituciones se ha de contener entre otras cosas los intereses que se
consideran dignos de ser protegidos, directrices, principios, valores, una esacala
de cuales intereses ha de ser protegido por sobre otros y todo ello tiene que ver
un orden axiológico, mismo que sirvió de fuente al legislador para llevarlo al
ordenamiento jurídico; en otras palabras podremos decir que ya en la legislación
existen juicios de valor.

Por otro lado, nuestro autor ha de ver a las resoluciones, como juicios de valor,
precisamente como normas individualizadas, mismas que a su entender deben
estar dotadas de una concordancia con el orden axiológico prestablecido por
parte del legislador, por ello, el que un jurista dotado de jurisdicción busque la
solución más justa, no será otra cosa que el cumplimiento de la misma norma y
concordancia con quienes legislaron dicha norma; por ello los juicios de valor
que proponga el juez son vistos por él como la materialización de las directrices,
valores y principios que fueran propuestos y dado que todo está encaminado a
un orden axiológico, esto según su perspectiva traería como consecuencia el
que se operara el derecho de un amanera limpia y eficaz, pues todo se realiza a
la luz de la lógica de lo razonable que se forja desde los principios enmarcados
en la legislación.

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VI. COMENTARIOS FINALES

Lo primero que habrá que decirse es que pareciera que Recasens Siches se
convierte en un ecléctico de las distintas escuelas o teorías de la interpretación
que se presentaron, dado que al construir su teoría del logos de lo razonable,
termina por agregar y coordinar distintos elementos de las teorías ya
mencionadas.

Por otro lado habría que decirse que pareciera que es un sistema o teoría
propiamente idealista, que se maneja en el campo del deber ser, pues solo así
termina por ser convincente su propuesta, toda vez que el afirmar que el
legislador siempre tiene en mente principios, valores y directrices es muy
peligroso y es precisamente en ello en lo que funda su teoría, no obstante,
excluye la posibilidad de que los legisladores propiamente sean personas probas
y no es necesario ir muy lejos para constatar esta situación, pues en nuestro país
se vive día con día y la historia ha mostrado que en repetidas ocasiones la
legislación se realiza buscando intereses que no pueden catalogarse dentro de
lo axiológico, pues son basados en intereses de unos pocos.

Ahora, ¿Qué sucedería si la legislación no se fundara en un orden axiológico,


principios y directrices? Evidentemente caería por tierra el postulado de
Recasens, ya que al no existir estos elementos es evidente que no se podría
desarrollar la lógica de lo razonable y los jueces no contarían con este parámetro,
además de que de por sí ya es peligroso el considerar que el juez va a interpretar
con respecto de su subjetividad y lo que le pareciere más justo a su persona con
respecto de las propias experiencias, pues el criterio evidentemente diferiría de
juzgador a juzgador pudiendo suceder lo que ya decía el poeta Ramón de
Campoamor “En este mundo traidor nada es verdad ni mentira; todo es según el
color del cristal con que se mira”. 9 No obstante, también sería menester saber
el color del cristal con que se está mirando para la enunciación de tal expresión.

 9
Campoamor, de Ramon, Doloras y Humoradas, Alicante, Biblioteca
Virtual Miguel de Cervantes,
2000, http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmcpk0v3

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VII. BIBLIOGRAFÍA

ATIENZA RODRÍGUEZ, Manuel, Curso de Argumentación Jurídica, Madrid,


Trotta, 2013.

CAMPOAMOR, de Ramón, Doloras y Humoradas, Alicante, Biblioteca Virtual


Miguel de Cervantes,
2000, http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmcpk0v3

MARTÍNEZ MORALES, Rafael, Diccionario jurídico contemporáneo, México, Iure


editores, 2008.

ORTEGA Y GASSET, José, Obras Competas, Revista Occidente, Madrid, t. VI.

RECASENS SICHES, Luis, Tratado General de Filosofía del Derecho, 21ª ed.,
México, Porrúa, 2019.

SOBERANES FERNÁNDEZ, José Luis (director.), Diccionario Jurídico Mexicano,


12ª. Ed., México, Porrúa-UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídicas, 1998, t. III.

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