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METODO JURIDICO DE INTERPRETACION Y METODO

GRAMATICAL DE LA LEY

Rodriguez Rodriguez Lila Rubi


Universidad Tecnológica del Perú
Facultad de Derecho y Ciencias Políticas
Introducción al Derecho
ii

Dedicatoria

Dedico este trabajo a mi familia por hacer todo esto posible, el apoyo y la confianza que me
brindan así como también al doctor Agustin Vizcarra Ramirez, quien es parte de mi
desarrollo académico para culminar la carrera y salir al mundo a ser una excelente
abogada.

Lila Rubi Rodriguez


Tabla de Contenidos iii

Capítulo 1 Introducción e información general ........... Error! Bookmark not defined.


Conceptos basicos .............................................................................................................................. 2
Título 2 .................................................................................... Error! Bookmark not defined.
Título 3................................................................................ Error! Bookmark not defined.
Título 3................................................................................ Error! Bookmark not defined.
Capítulo 2 Figuras y tablas .................................................. Error! Bookmark not defined.
Título 2 .................................................................................... Error! Bookmark not defined.
Título 3................................................................................ Error! Bookmark not defined.
Título 3................................................................................ Error! Bookmark not defined.
Capítulo 4 Resultados y discussion. ................................. Error! Bookmark not defined.
List of References ..................................................................... Error! Bookmark not defined.
Apéndice ...................................................................................... Error! Bookmark not defined.
Vita ................................................................................................. Error! Bookmark not defined.
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1. INTRODUCCION

Sobre la interpretación jurídica se ha escrito mucho, hasta la fecha no existe


un acuerdo sobre las pautas o criterios generales que deben observarse para
interpretar una norma jurídica. Es que la interpretación jurídica engloba
múltiples y variados aspectos que pueden ser analizados desde distintos
puntos de vista.
El objetivo del presente trabajo de investigación es señalar los principales
métodos que el jurista tiene a su alcance para llevar a cabo la interpretación
de la norma y utilizar ese conocimiento de forma correcta, así como también
explicar en qué consiste cada uno de ellos, explicar también el método
gramatical de la ley y en que consiste dicho método.
La actividad interpretativa ocupa un lugar central en todos los ámbitos de la
vida en que interviene el conocimiento humano, ya que permite averiguar el
sentido o significado que existe de forma no inmediatamente; interpretar es
descifrar un mensaje que no es evidente por sí mismo. Consecuentemente, el
sujeto que lleva a cabo la interpretación está realizando el sentido de aquello
que interpreta.
Es muy importante como abogado conocer los métodos pues nos ayudarán
en nuestra vida profesional e inclusive en la vida diaria si sabemos aplicarlos
a casos muy específicos.
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2. CONCEPTOS BASICOS.

El punto de partida de nuestro trabajo será determinar de forma clara el


concepto de interpretación y método.
Para esto recurrimos al Diccionario de la Real Academia Española (RAE),
este nos da como significado lo siguiente: tr. Der. Determinar el significado
y alcance de las normas jurídicas. Entendemos entonces que la
interpretación vendría a ser dar un significado a la norma, podemos decir
que la palabra interpretar tiene diversas acepciones pero en el presente
trabajo se manejara el concepto antes mencionado.
Según la RAE, método significa lo siguiente: m. Fil. Procedimiento que se
sigue en las ciencias para hallar la verdad y enseñarla. El método es
entonces el conjunto de pasos a seguir para llegar a un objetivo o
conclusión en el caso particular del tema al que hacemos referencia, el
principal objetivo es poder interpretar las normas, leyes, reglamentos y
demás disposiciones legales de una manera coherente. Este término
también contiene diferentes sentidos pero el más idóneo para este tema
seria la antes mentada.
Así, el sujeto jurídico implicado necesitará averiguar cuáles son las
normas generales que corresponde aplicar en la situación concreta que
tiene ante él, para lograrlo necesitará no sólo determinar el sentido
general de esas normas, sino también realizar una primera calificación
jurídica global del supuesto fáctico al que van a ser aplicadas, en pocas
palabras, cuando la ley es obscura o dudosa se debe recurrir a los
diversos sistemas de interpretación y en consecuencia se deberá recurrir
a la interpretación, que se le llama Hermenéutica Jurídica.
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Habiendo definido estos términos, podremos entender de mejor manera


los conceptos de nuestra investigación.

3. HERMENÉUTICA JURÍDICA

El término HERMENÉUTICA proviene del griego: "Jermeneueien", que


significa Interpretar, esclarecer, anunciar, declarar o traducir. Que a su
vez indica que una cosa es vuelta comprensible o llevada a la
comprensión, también deriva del latín "interpretatio", también designa al
traductor que pone en lenguaje accesible lo que se encuentra en un
lenguaje desconocido. Interpretatio significa pues explicación,
esclarecimiento o traducción.

El término deriva del Dios Hermes a quien se le atribuía el origen del


lenguaje y la escritura como patrono de la comunicación y del
entendimiento de los seres humanos. Originalmente significaba "La
explicación de una sentencia oscura y enigmática de los dioses a través
del oráculo".

El principio de los estudios Hermenéuticos se encuentra en la teología


cristiana, teniendo como principio fijar los términos y normas que han de
aplicarse a los libros que son sagrados. Obviamente la necesidad de
la disciplina hermenéutica está dada por las complejidades del lenguaje
que con frecuencia conducen a conclusiones diferentes o dan paso a
contraposiciones, e incluso en lo que respecta al significado de un texto.

La hermenéutica jurídica entonces se refiere a la interpretación del


"espíritu de la ley", entendiéndose como un conjunto de métodos de
interpretación de textos legales.
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De acuerdo con algunos autores es una forma de pensamiento que


permite controlar las consecuencias posibles y su incidencia sobre la
realidad antes de que ocurran los hechos.

4. PRINCIPALES REGLAS PRACTICAS DE HERMENEUTICA JURIDICA

Existen además de los métodos de interpretación, ciertas reglas utilizadas según sea
necesario por los intérpretes, cuando se encuentran ante un vacío legal o cuando el
método interpretativo que utilizan resulta insuficiente para proporcionar una
solución acertada al caso concreto que se les plantea.

Estas reglas de uso práctico en la interpretación se les denomina también máximas,


refrán o máxima, y se expresan generalmente en latín. Son utilizadas casi
universalmente por la doctrina, la jurisprudencia y particularmente por los
intérpretes que utilizan los métodos de interpretación tradicionales, cuya
investigación se orienta a extraer del precepto legislativo el sentido o el alcance que
el legislador quiso darle a la norma.

En manos de dichas personas las máximas antes dichas constituyen verdaderos


instrumentos de tortura para extraer de la ley enunciaciones lógicas, las que
supuestamente orientaron al legislador para la elaboración de dichos preceptos.

 Argumento de Analogía O " A Pari".

Su enunciación en latín es la siguiente "Ubicad em est lega ratio, ibi eadem ent
legis dispositio" o sea "donde existe la misma razón, debe existir la misma
disposición". Este argumento se encuentra revestido de una lógica
incontrovertible.
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 Argumento de Contradicción "A CONTRARIO SENSU"

Este argumento se expresa así: "Qui dicit de uno negat de altero; inclusione
unius fit exclusio alterus" "quien dice de usos, niega de los otros, la inclusión
de una excluye a la otra". Este argumento se usa generalmente para
demostrar que si la ley expresamente hizo referencia a uno o unos casos
dados, lógicamente no quiso referirse a otros, pues el texto encierra una
solución restrictiva que solo comprende los casos especificamente señalados.

Ciertamente este argumento aunque lógicamente es aceptable, en la realidad


no prueba nada, pues el hecho de que el legislador no haya hecho mención de
un caso concreto no quiere forzosamente significar que decididamente haya
querido excluir a otros.

 Argumento "A POTIORI"

Este argumento se expresa de la siguiente manera: "con mayor razón


todavía" su fundamento radica en la extensión de la ley a un caso no previsto
por ella, pero que concurren razones más importantes para aplicarla también
o dicho caso.

Existen dos variantes de dicho argumento, que se expresan con las siguientes
frases latinas: "a minori ad minus" y "a minori ad majus", que significan
respectivamente, "quien puede lo más, puede lo menos" y "a quien le está
prohibido lo menos, le está también prohibido lo más". Al respecto dice
Aftalión:

"si en el supuesto A debe ser B en atención a ciertas cualidades de A, y si C,


posee esas cualidades en mayor grado aún que B, la razón dice que en el
supuesto C debe ser B, a potiori".
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 Argumento de "NO DISTINCION"

"Ubi lex no distinguir, nec nos distinguiere debemos. Esta expresión latina
significa "donde la ley no distingue, no debemos nosotros distinguir". O sea
que la ley es enunciada siempre en términos generales y si es la intención del
legislador distinguir, se sirve de la misma ley para hacerlo; pero si se abstiene
es porque expresa tácitamente su voluntad de no hacerlo, el intérprete no
está facultado para hacer distinciones que el legislador no hizo, o para aplicar
la ley en caos en que el legislador no quiso que se aplicara. La extensión que
debe darse a toda ley, se determinará por su genuino sentido y según las
reglas de interpretación precedentes".

Esto confirma la regla anterior de que si bien la ley no ha hecho distinción


alguna, pudiendo razonablemente hacerlo, no es potestad del intérprete
hacerla.

 Argumento del Absurdo "AB-ABSURDO".

Este argumento se base en que ningún tipo de interpretación que se haga de


las leyes debe llevar a un absurdo, entendiendo por ello, toda conclusión que
sea contraria a los principios más elementales de la razón son personas
naturales todos los individuos de la especie humana, cualquiera que sea su
edad, sexo, estirpe o condición.

Este argumento aunque aparentemente sea correcto, dentro de los


mecanismos de la lógica tradicional o deductiva, contraria los principios de la
razón, o lo que Recasens Siches.
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5. ANTECEDESTES HITORICOS DE LA INTERPRETACIÓN JURIDICA

Tres corrientes han sido de enorme importancia para la interpretación


jurídica: la interpetatio, los glosadores y los comentaristas. Son en ellos
donde se encuentran prácticamente todos los antecedentes de las reglas
de la hermenéutica.

INTERPRETATIO. En un principio, en la antigua Roma, los pontífices, de


manera exclusiva, realizaron la tarea de interpretar el derecho. Tarea que
después fue asumida por los jurisconsultos.

JURISCONSULTOS: hombres entendidos en derecho.


Así la interpretatio prudentiun se convirtió en una fuente del derecho; fue
el método que sirvió para convertir el derecho consuetudinario en una de
las formas del derecho escrito como las XII tablas no podían satisfacer el
incremento de las necesidades jurídicas, se recurrió a la interpretatio.
Con el paso del tiempo los interpretes iuris, en su afán de extender el
derecho, llegaron a establecer reglas y formular principios jurídicos, de
ahí que el intérprete fuera conocido como: "aquel que establece el
derecho".

También existían LOS GLOSADORES quienes se dedicaban al estudio del


derecho Justiniano que era una recopilación de constituciones (aunque
también, al derecho canónico y germánico) su función consistía en
explicar el sentido del texto legal. Para ellos no hay más derecho que el
corpus iuris cívils, quienes ven en este cuerpo legal no un derecho sino el
derecho. El derecho según la concepción de los glosadores se ha dictado
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una vez y para siempre y se encuentra, justamente, en las sentencias del


Corpus Iuris Civilis.

Así mismo, LOS COMENTARISTAS. Se suele incluirlos también como


antecedente de la interpretación legal, estos, tienden a separarse del
análisis literal, y es que los comentaristas aspiraran a la construcción de
una teoría general, sacada, las más de las veces, de la interpretación que
hicieron los glosadores; quizá es aquí en donde encontramos los orígenes
del conceptualismo jurídico.

6. OBJETOS DE LA INTERPRETACION JURIDICA:

El objeto de la interpretación del derecho, como se dijo anteriormente, es el


mismo derecho, las normas jurídicas y otros estándares como los principios
generales del derecho. Como a su vez, las normas jurídicas reconocen múltiples
fuentes, la interpretación del derecho reconoce múltiples especies, como son:

 Interpretación de la ley
 Interpretación del contratos
 Interpretación del tratado internacional
 Interpretación de la sentencia.

7. FINALIDAD DE LA INTERPRETACION JURIDICA:

Una de las principales tareas de la interpretación jurídica es encontrar


soluciones a los conflictos entre las reglas, jerarquizando los valores que estas
reglas deben proteger. La vida del derecho presenta, en efecto, constantemente,
conflictos entre las libertades.
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En la medida en que dan las razones de una solución aceptable, que serán
tomadas en cuenta por la jurisprudencia. Las mismas se esfuerzan, a los jueces y
a la opinión pública, de que sobre esos dos puntos, o sea, el carácter aceptable de
las soluciones y el valor de las justificaciones, ellas son preferibles a las
concepciones concurrentes.

8. ELEMENTOS DE LA INTERPRETACIÓN:

Los elementos serian:


 Presupuesto de hecho: que es lo que voy a interpretar
 Contexto, se divide en: concreto, cuando se va a interpretar un
problema, al cual, es preciso dar una solución. Abstracto, se va a
interpretar cualquier situación no concreta.
 Aspectos normativos y valorativos: determinar de acuerdo a los
métodos de interpretación, que valor le damos a cada norma
Constitucional o legal que vamos a interpretar.
 Argumentos: razones que va a exponer para sustentar su posición
respecto al hecho o situación en interpretación.
 Consecuencias: conclusiones de la interpretación, que se plasma de
acuerdo a la clase de interpretación, en una decisión o sugerencia.

9. ¿QUIÉN INTERPRETA LA LEY?

Respecto al quién interpreta la ley, existía un principio fundamental que decía


que "el que hacía la ley es el que debía interpretarla" (interpretación auténtica),
y ahora se suele decir que la ley debe interpretarse por quien la aplica
(interpretación usual).
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10. IMPORTANCIA DE LA INTERPRETACIÓN JURIDICA

La interpretación jurídica constituye la esencia de la labor de los hombres de


Derecho, que en tanto tales, les corresponde la tarea de indicar el sentido
cristalizado en las normas jurídicas y determinar la finalidad de esta.
En la vida cotidiana interpretar significa explicar el sentido de una cosa, en tal
razón no está ajeno en la vida diaria que el ser humano tenga que interpretar,
sean ideas, escritos, movimientos artísticos, etc., pero este modo de
interpretación evidentemente no es jurídica, sino más bien, podríamos
denominarla común, que cualquier persona, puede llevar a cabo.

En el ámbito del derecho la norma jurídica puede ser interpretada no solo por
los denominados operadores jurídicos (Magistrados, jueces, abogados, juristas,
etc.).
También los particulares realizan interpretación de las normas jurídicas cada
vez que desean saber si la actividad que quieren emprender es lícita o ilícita; si
los actos o negocios jurídicos que quieren llevar a cabo producirán o no tales o
cuales efectos; cuando al otorgar un testamento, desean saber cómo
proporcionar los bienes que poseen, entre sus futuros herederos, o en el caso de
que aquellos que deseen interponer alguna queja en contra de algún servidor
público de la Administración Pública, que por actos u omisiones trastocan su
deber de servicio, etc.

Se puede decir que la interpretación en sí, se da cuando la norma es obscura o


inatendible, o bien cuando entramos en la opacidad del derecho, en la que el
significado de las palabras no resultan claras en cuanto a su semántica, entonces
el operador jurídico tiene que realizar el ejercicio de desentrañar o descubrir lo
que el legislador quiso decir al redactar la norma. Ante esto, se puede afirmar
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entonces que la interpretación se da no tanto porque la ley sea opaca sino es


cuestión del intérprete en cuanto a que significado le da a las palabras.

En función de lo ante expuesto de deduce que la interpretación en el mundo del


derecho es tan importante como el que los seres vivos tengan que respirar, en
función de que los operadores jurídicos que aplican la norma a hechos o casos
concretos, formulan una interpretación para determinar la aplicabilidad de la
misma, y más trascendencia tiene, cuando el operador jurídico, en este caso,
abogados, litigantes, pretenden descubrir si la norma referida en las sentencias o
resoluciones es la correcta.

Por lo tanto, el interpretar es tan importante, porque no sólo es desentrañar el


sentido de un texto, en este caso jurídico, ni describir un significado a éste.
Es, además un acto de comprensión y comunicación, por lo que, podemos
interpretar no sólo las proposiciones prescriptivas, sino los hechos, el
ordenamiento jurídico, las consecuencias del derecho y el contexto del fenómeno
jurídico; dado que la interpretación no sólo está encaminada al conocimiento
sino a la resolución de casos.

11. CARACTERÍSTICAS DE LA INTERPRETACIÓN JURIDICA:

 Es un Conjunto Abierto y no Jerárquico:


Se basa en un conjunto indefinido de instrumentos y sub instrumentos, que
se utilizan según el criterio de quien desea hacer una interpretación, no
tienen jerarquía establecida ni predeterminada
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 Los resultados no son definitivos:


Es decir pueden ser diferentes en el sentido de aplicar uno o varios sistemas
interpretativos.

 Posee un Carácter Ideológico:


La Interpretación estará condicionada a la capacidad de comprender una
norma y sus preceptos y está condicionada por:
 El tiempo
 Lugar
 La ideología
 La realidad social
 La política o cultura del intérprete o de su medio

12. ESCUELAS DE INTERPRETACION JURIDICA

Las escuelas más importantes que se han ocupado de la interpretación de las


normas jurídicas fueron cuatro y son:

 Escuelas Subjetiva:

Los defensores de esta teoría dan por supuesto que el contenido de las
normas jurídicas sigue definiéndose siempre por el mandato originario
que estableció en ellas su autor al promulgarlas. Consecuentemente,
propugnan la aplicación de la siguiente regla o criterio interpretativo
básico:
"El intérprete ha de colocarse en cierta medida en la posición del legislador
originario, asumiendo todas sus ideas y proyectos e intentando saber cuáles
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fueron los propósitos concretos que el legislador tuvo a la vista y cuál fue el
espíritu que presidió la redacción de la ley"
Esta Escuela, defiende la teoría Exegética, la cual se basaba en que la
Interpretación jurídica debe necesariamente consistir en la consulta de la
ley como fuente única y exclusiva del Derecho; los exegetas sostienen que
el Derecho es la ley: la interpretación de la ley es la averiguación de la
voluntad real del legislador y toda interpretación que no sea tal debe ser
rechazada.
Para la exégesis, una norma es siempre expresión del acto de un
individuo privilegiado, a saber: el legislador. El interpretar la ley consistía
en reconstruir fielmente lo que el autor del texto legislativo había
pretendido.
Tradicionalmente esto se expresa diciendo que la exégesis se propone
reconstruir la voluntad del legislador. Se supone, así, que, de alguna
manera, las normas jurídicas son expresión, en el plano del lenguaje, de
actos volitivos que son la manifestación de la voluntad real del legislador.

 Escuelas Objetiva:

Esta Escuela considera que la interpretación jurídica ha de orientarse al


descubrimiento del sentido que tienen las propias normas en el momento
de ser aplicadas, es pues, fruto de la apuesta por una interpretación
dinámica en lugar de la defensa de la interpretación estática.
La defensa de este método arranca de la creencia en que la ley, una vez
promulgada y en vigor, adquiere vida propia, va conformando su
contenido normativo en función de las circunstancias y necesidades
sociales.
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Consecuentemente, la interpretación objetiva obliga al intérprete a


perseguir el sentido o significado que radica en la propia ley en sus ideas
y en las consecuencias por ella implicadas, y no en la voluntad del
legislador.

 La Escuela de la Teoría Absolutista:

Se concreta a reconocer en las normas jurídicas, únicamente el alcance


literal o significado real de las palabras empleadas, en otros términos, no
le interesa lo que persigue la ley, o su finalidad, sino lo que significan las
palabras empleadas en el texto de la norma.

 Escuela de Interpretación Libre

El derecho libre consiste en que si el texto es diáfano entonces se acude al


método exegético, es decir hay un apego a la ley de lo contrario aplicamos
la escuela del derecho libre o se acuden a otros métodos o escuelas de
interpretación.

Se denomina "derecho libre" por las convicciones predominantes que


tiene la gente en un cierto lugar y un cierto tiempo sobre lo que es justo y
que efectivamente regulan las conductas de esas gentes.

Los principales postulados:

 Se oponen al formalismo jurídico.


 El derecho es libre e independiente del estatal pero se origina
de él.
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 El juez no solo descubre sino que crea derecho y esta labor


tiene como finalidad la justicia.
 El juez tiene como base la discrecionalidad judicial (actuación
de algo o alguien sin la influencia de una norma o regla)
 El juez debe y puede pasar por alto la ley
 La función jurisdiccional (tiene por finalidad proteger el orden
jurídico) es misión del estado
 No acepta que la ley sea la única fuente del derecho positivo.

13. TIPOS DE INTERPRETACIÓN JURÍDICA

La gran multiplicidad y variedad de las teorías que ha desarrollado la


doctrina en relación con la interpretación impide que se haga un análisis
individualizado de todas ellas. De ahí que se hayan seleccionado algunas
manifestaciones que pueden ser consideradas ejemplares.

Según el Sujeto que Interpreta:


En base a este criterio, se distingue entre interpretación Auténtica,
Judicial, Doctrinaria y Popular:

Interpretación Auténtica.
Es la realizada por el propio autor de la norma; es decir, es la
realizada estrictamente por la misma persona que elaboró la norma.

Interpretación Usual.
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Esta es la que hace quien aplica la ley, es decir, el órgano


jurisdiccional. Se divide a su vez en Judicial, que elabora el juez, o en
Jurisprudencial, que esencialmente la realizan los Tribunales
Colegiados de Circuito y la misma Suprema Corte de Justicia de la
Nación.

Interpretación Doctrinal.
Aunque carezca de obligatoriedad, dicha forma de interpretar es una
de las más importantes, pues es realizada por personas que se dedican
al estudio del fenómeno jurídico, entre los que encontramos:
Magistrados, jueces, Jurisconsultos, Abogados, etc., que en su mayoría
aúnan a su conocimiento teórico sobre el Derecho, una gran
experiencia práctica; lo que permite imprimir a sus obras una
categoría intelectual que funciona como directriz orientadora del
Derecho en general.
Este tipo de interpretación ha sido denominada comúnmente
"interpretación científica", pues aunque carezca de obligatoriedad, no
es menos cierto que requiere por parte de sus elaboradores un
conocimiento profundo de los hechos sociales que han dado origen a
las leyes; de las instituciones jurídicas actuales y de las necesidades
económicas, sociales y políticas que originan cambios en el Derecho.

Interpretación Popular.
En todos los tipos de interpretación analizados anteriormente,
veíamos como las personas encargadas de realizar la interpretación
eran sujetos versados en conocimiento de lo jurídico; Jueces,
Magistrados, Jurisconsultos, Órganos Legislativos, etc.; sin embargo la
interpretación de tipo popular es realizada por personas que poco o
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ningún conocimiento tienen sobre Derecho, como en los casos de


personas que se desempeñan como miembros de un jurado del
tribunal, o la interpretación diaria que hace de la ley, un ciudadano
común y corriente.

Según el Resultado:

Interpretación Declarativa.
Esta especie se da cuando el resultado de la interpretación se
identifica plenamente con el pensamiento del legislador, plasmado en
el texto legal; siendo entonces la interpretación una mera declaración
o repetición de la intención del legislador. Esta situación se da
continuamente en los tribunales, en que el Juez desempeña una labor
simplemente mecánica de aplicación de la Ley a los casos concretos en
particular de una manera silogística.

Interpretación Estricta.
Se presenta cuando al interpretar el operador jurídico se ciñe a lo que
dice la norma, limitándose a aplicarla a los supuestos estrictamente
comprendidos en ella. Explica el maestro Mario Alzamora Valdez, la
interpretación declarativa es la de más corriente uso y su objeto es el
de explicar el texto de la ley. Continúa diciendo que este
procedimiento se emplea cuando las palabras son imprecisas u
obscuras y se busca desentrañar a través de ellas la mente de la ley y
la del legislador.

Interpretación Restrictiva.
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Se da cuando la interpretación que se hace de una norma jurídica,


tiende a reducir su campo de aplicación que según la letra de la misma
abarca más de su verdadero contenido real.

Interpretación Extensiva.
Esta interpretación ocurre cuando el sujeto que la realiza, extiende el
alcance de la norma mediante el desarrollo razonable de su campo de
aplicación.
A menudo ocurre que se confunde con la aplicación analógica de la
ley, pero en su esencia son diferentes, pues mediante aquella lo que
hace el intérprete es desarrollar la norma jurídica dentro de un límite
que es su radio de acción o su campo de posibilidades; o sea que la ley
tácitamente contempla el caso.

Interpretación Progresiva.
La interpretación de la Ley según las épocas puede conducir a
resultados diversos; con el transcurso del tiempo las realidades
cambian y dichos cambios implican una adecuación de las palabras de
la ley a las necesidades sociales, por lo que se hace necesaria una
interpretación progresiva o evolutiva de la ley, para que esta
comprenda esas nuevas necesidades antes desconocidas para el
órgano que creó la ley.
Con el uso de este método se garantiza el desarrollo del Derecho junto
con el desarrollo de la sociedad, pues un buen uso de esta especie de
interpretación enriquece el significado de los términos legales, con
conceptos capaces de entrar en la fórmula legal y no situaciones
incompatibles completamente con el texto de la Ley.
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14. Diversos Métodos Interpretativos

14.1. INTERPRETACIÓN GRAMATICAL O LITERAL DE LA LEY


Este método, se propone encontrar el sentido de una norma o de un
clausula según fuese el caso, en el texto de las mismas. Es decir que a partir
de la literalidad, se le atribuye un significado a la expresión en lo redactado
por el legislador. Con ayuda de las reglas gramaticales y del uso del
lenguaje, se inquiere el significado de los términos que expresa una norma o
disposición.
En ocasiones es imperativo atender al lenguaje técnico que utiliza la norma
jurídica.
Kart Larenz sostiene que toda interpretación de un texto ha de iniciar con el
sentido literal y en medida de lo posible fijar el significado de la expresión.
La interpretación gramatical, es imprescindible porque busca el significado
de un delimitado lenguaje jurídico.
La interpretación gramatical es aplicable cuando se ha elaborado un escrito
cuyo contenido presenta discusión; si se llegase a tratar de un acuerdo
verbal, la interpretación debe atender a otros criterios, precisamente
porque no existe un escrito.
La interpretación literal no siempre se reduce a otorgar un significado a
partir de lo que gramaticalmente explica un texto ya que el hecho de querer
interpretarlo va a surgir por la ambigüedad que presenta dicha redacción.
Dada la diversidad de significados que puede tener un texto, la
interpretación puede presentar variantes como: La interpretación
restrictiva y la interpretación extensiva.
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 La interpretación restrictiva se aplica a casos específicos,


limitados, puede entenderse en varios sentidos: La que trata de
respetar la voluntad del autor y su redacción de la manera más
puntual posible, la que acota el significado de los términos del texto
legal a su menor ámbito material de validez y la reducción de la
letra de la ley a su significado más seguro y aceptado por todos.
 La interpretación extensiva es diferente a la ya antes
mencionada ya que esta consiste en ampliar el significado del texto
para aplicarlo a casos que no se encuentran claramente en términos
literales de la norma.
La interpretación literal, en general, tiene diversos instrumentos para ser
realizada, que implican un pensamiento y razonamiento que va más allá de
una simple lectura.
Entre ellos se encuentran los argumentos lingüísticos, se debe utilizar el
lenguaje en sus distintas dimensiones: semántica, sintáctica o pragmática.
Lo cotidiano es que atienda al lenguaje de uso corriente u ordinario pero
en ocasiones habrá que recurrir al lenguaje jurídico, tanto el que utiliza la
norma como el que usan los juristas.
En cualquiera de dichos casos la construcción de textos y significado de la
palabra se sustentan en el alcance textual de la norma.
De ahí deriva la diferencia de la interpretación literal en interpretación
semántica y sintáctica.
 La interpretación semántica se ocupa del sentido de las
palabras contenidas en un texto. Si una palabra presenta
distintos significados la misión de esta interpretación es elegir
el significado habitual y concreto, de los diversos que podría
tener, tomando en cuenta la probable acepción especifica que
se daría en el lenguaje jurídico.
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 La interpretación sintáctica se ocupa de encontrarle el


sentido de un enunciado entero, con arreglo a la relación que
guarde el sujeto y predicado, según su estructura.
El argumento a contrario se basa en la presunción de que si el legislador
regulo expresamente una hipótesis y es considerado un instrumento de la
interpretación literal, en cuanto a la actividad interpretativa llevada a cabo
no sale fuera del texto, pues se trabaja únicamente con un nivel lingüístico.
En conclusión sobre este método
Esta clase de interpretación es la más ligera y rápida, ya que ha de
comenzar con el sentido literal que el legislador difunde a través de
las palabras escritas: configurando, así, el lenguaje más general para
otorgar a los miembros de la sociedad. En definitiva, esta interpretación es
la que se aficiona, liga o adhiere literalmente a la descripción del mismo
(inicia del texto): esto no implica que sea el mismo texto, pues,
precisamente, la necesidad de dar una interpretación surge por la
ambigüedad que éste podría tener.

 EL ELEMENTO GRAMATICAL EN LA CONCEPCION DE SAVIGNY

Para Savigny, la interpretación es obra de la ciencia jurídica, es misión del


jurista, y por lo mismo, de acuerdo a paradigmas científicos, deben
concebirse sus instrumentos, funciones y objetivos. Pero esta labor de
hermenéutica no es privativa de la doctrina, ya que, y quizás con una
mayor preponderancia, le corresponde al juez. En este sentido, Larenz,
comentando la teoría hermenéutica de Savigny, señala que “el juez no
debe atender a lo que el legislador se ha propuesto, sino sólo a lo que de
hecho ha dispuesto; más exactamente: a lo que, como contenido de su
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disposición, ha hallado expresión en las palabras de la ley según el sentido


lógico, el gramatical, y el que se infiere de su conexión sistemática”.
En este sentido es que Savigny distingue cuatro elementos de
interpretación. El elemento gramatical, el elemento lógico, el elemento
histórico y el elemento sistemático.
Dichos elementos no son cuatro clases de interpretación, entre las cuales
cada uno pueda escoger según su gusto; son cuatro actividades que deben
actuar juntas si la interpretación ha de acertar.
El elemento gramatical de la interpretación tiene por objeto las palabras
de que el legislador se sirve para comunicarnos su pensamiento; es decir,
el lenguaje de las leyes.
El elemento lógico, la descomposición del pensamiento o las relaciones
lógicas que unen a sus diferentes partes.
El histórico tiene por objeto el estado de derecho existente sobre la
materia, en la época en que la ley ha sido dada; determina el modo de
acción de la ley y el cambio por ella introducido, que es precisamente lo
que el elemento histórico debe esclarecer.
Por último, el elemento sistemático tiene por objeto el lazo íntimo que une
las instituciones y reglas del derecho en el seno de una vasta unidad. El
legislador tenía ante sus ojos tanto este conjunto como los hechos
históricos y, por consiguiente, para apreciar por completo su pensamiento,
es necesario que nos expliquemos claramente la acción ejercida por la ley
sobre el sistema general del derecho y el lugar que aquella ocupa en este
sistema.
Savigny deja por establecido que el fundamento del elemento de
interpretación gramatical, así como de los demás elementos, debe
buscarse en la voluntad del legislador. Incluso define a la interpretación
como la reconstrucción del pensamiento del legislador. Este legislador, con
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el objeto expresar su pensamiento se vale de la palabra, a través de la cual,


consagra el texto legal.
Su misión es ponernos a la vista el esquema lingüístico, que comprende, de
una parte, un vehículo de comunicación como es el lenguaje, y de otra, dos
polos opuestos, a saber, un sujeto parlante o legislador y un sujeto
receptor, llámese intérprete, juez o como se llame.
Visto el esquema lingüístico desde el lado del receptor, su tarea es coger a
través del instrumento comunicarte el mensaje o pensamiento expresado
en él.
Después de lo desarrollado podría creerse que Savigny es el creador de
esta doctrina de los cuatro elementos, lo cual es discutible. Es necesario
traer a colación la disputa que este tuvo con otro autor, más antiguo, sobre
los elementos de interpretación. Hablamos de Thibaut, quien había escrito
“Teoría de la interpretación lógica del Derecho romano”. En esta obra,
Thibaut señala que todo el que se sirve de palabras tiene como propósito
describir ciertos objetos; estos objetos, en cuanto objetos de palabras,
pasan a ser los objetos del pensamiento cuando se les considera en rigor a
partir de las palabras, y se les denomina entonces el sentido de las
palabras. Es así como Thibaut establece tres dimensiones sobre la cual
recae la interpretación.
 La literalidad, que es lo dicho y puesto en las palabras.
 El propósito del legislador, que es lo pensado y querido a
través de las palabras.
 La ratio legis, es decir, la razón o fundamento de lo que debía
decir y a lo que se remite la prescripción.
Luego, todo el debate de la interpretación gira en torno a la
conciliación de la literalidad con lo que también se llama
espíritu, de manera que hay dos modos de definir el sentido: en
24

el ámbito literal y en la esfera del pensamiento. Savigny, en


cambio, concibe estos elementos de distinta manera. En primer
lugar, excluye a la ratio legis como dimensión válida para la
tarea legislativa.
Y en segundo lugar, la interpretación no queda restringida al
solo caso de la ley oscura o defectuosa.
Y esto es así, por cuanto, contrario a lo que algunos piensan,
todo texto legislativo debe ser interpretado. Así, la literalidad
ha dado origen a una serie de conflictos. Se consideraba por
antiguos juristas que la letra de la ley era en si misma necesaria
y suficiente para interpretar, y por lo cual debía oponerse al
llamado espíritu o también intención. Posteriormente se vio
que la literalidad era necesaria, pero no era suficiente, debido a
sus vaguedades e imprecisiones. Por ello, debía ir unida al
espíritu.
La paradoja de la literalidad es convincente en orden a que
todo texto, por sí, es interpretable, y que no es posible, en rigor,
sostener la sola interpretación gramatical o literal, pues el
supuesto de que parte, su claridad, exige como comprobación
justamente la interpretación gramatical. Admitir la
interpretación restringida al solo texto oscuro significaría dejar
fuera la parte más rica y noble de la tarea interpretativa, que es
la de desarrollar el complejo de relaciones de derecho en
textos no tachados de oscuridad: esto coincide con la
afirmación general dada antes de que la interpretación es la
condición de aplicación del derecho a la vida real. Esto trae
como consecuencia que si bien este elemento gramatical es
importante, por si solo carece del poder suficiente para
25

interpretar la norma jurídica, debiendo acudir a los otros


elementos de interpretación. Como se ve, la gramática juega
entonces como una disciplina auxiliar que colabora al traslado
fiel de un contenido al que no afecta. Las palabras son la
exteriorización de las ideas, sin aportar ni añadir elementos. De
ahí que el intérprete, en una primera aproximación al
conocimiento del contenido de una ley, pueda valerse
justamente de dichas palabras, como el medio más simple de
que dispone para su cometido.
En resumen, este elemento de interpretación es el punto de
inicio, según
Savigny, para iniciar el proceso interpretativo. Por si solo es
insuficiente para determinar el verdadero sentido y alcance de
la norma, y por lo tanto, es indispensable acudir a los otros
elementos de interpretación

14.2. Interpretación Sistemática

En esta interpretación se busca extraer de la normal un enunciado cuyo


sentido sea acorde con el contenido general del ordenamiento al que este
pertenece, trata de que el significado atienda a las normas o sistema del que
forma parte. Una clausula o precepto debe interpretarse en conjunto con los
demás preceptos que forman parte de un ordenamiento.
La razón de esto es que el sentido de una norma no está dado solo por los
términos que a expresan, sino por su relación con otras normas.
Según Antonio Piccato las normas jurídicas no pueden ser comprendidas
fuera del contexto al que pertenecen; el sentido de un enunciado muchas
veces se ve completado por otros enunciados comprendidos en el mismo
26

ordenamiento o en otro distinto, por lo que la interpretación no podría


hacerse aislando los enunciados. Para hacer una regla de derecho completa
se debe hacer una travesía por muchas normas.
La explicación de la vinculación entre una norma y las demás se encuentra en
que estas forman parte de un todo y por ello no pueden tener un significado
distinto a las demás y mucho menos contradictorio, ya que estos preceptos
no son un acumulado, son un completo sistema, por lo que la interpretación
sistemática nos conduce a entender la norma en función a un contexto
general.
El intérprete debe atribuir a una norma, cuyo significado sea dudoso un
sentido parecido a las prescripciones que establecen otras normas jurídicas,
por tanto al juez le corresponde justificar el vínculo que existe entre la norma
que se le atribuye el significado y las que la circundan.
El sistema jurídico tiene una lógica interna que es propia, porque las normas
forman un sistema que tiene coherencia realizado por el legislador y porque
poseen una coherencia objetiva y propia que justifica acudir a unos preceptos
para dar el significado de otros que son dudosos y así poder aclararlos.
En el caso del contrato es un conjunto orgánico y no un simple acumulado de
cláusulas; es decir, cada punto estipulado se vincula con el anterior entonces
existe una conexión lógica entre ambas partes.
Esta interpretación sistemática en algunas ocasiones nos lleva a la
construcción del derecho, cuando un sistema jurídico determinado, se
encuentren enunciados particulares que carecen de algún otro elemente que
se dé claridad como para determinar su interpretación y entonces es
necesario acudir a los demás enunciados para complementar los confusos.
Más aun este tipo de interpretación se apoya no solo en la conexión material
entre estos preceptos y las razones lógicas, sino también en las razones
históricas o antecedentes doctrinales.
27

La interpretación sistemática es aquella que intenta dotar a un enunciado de


comprensión dudosa, de un significado sugerido por el sistema jurídico del
que este forma parte.
La utilidad de dicho método es evitar las contradicciones entre diversas
normas de un sistema jurídico y las entiende como partes de un todo. Como
diría Hegel la concepción del método sistemático supone que la verdad está
en el todo y no en las partes.
Una de las consecuencias más importantes de caracterizar un ordenamiento
jurídico como sistema es la de que no pueden coexistir normas incompatibles
o contradictorias es decir no cabe posibilidad de contradicción entre dos
leyes.

14.3. Interpretación Histórica

La interpretación histórica hace referencia a contextos pasados que puedan


tener influencia en el actual entendimiento de las normas jurídicas.
“Como afirma Larenz, a veces las perspectivas gramatical o sistemática dejan
abiertas ciertas interrogantes que se reducen a la pregunta:
¿Qué quería el legislador al crear la norma?
Con ello llegamos al elemento “histórico” de la interpretación, el cual ha de
tenerse en cuenta al averiguar el sentido, normativamente decisivo, de la ley.
De manera relevante, la intención reguladora del legislador y las decisiones
valorativas por él encontradas para conseguir manifiesta- mente esa
intención, siguen siendo una pauta vinculante para el juez, incluso cuando
acomoda la ley -por la vía de la interpretación teleológica o por la vía del
desarrollo del derecho- a nuevas circunstancias no previstas por el legislador,
o cuando la complementa.
28

Imer B. Flores Mendoza opina que el método histórico es congénito a la


Escuela Histórica Alemana y que tiene como punto de partida ya no la ley
sino al legislador, o mejor dicho su voluntad como representante de la
Volkgeist o espíritu del pueblo.” (Anchondo, 2000, p.45)

El correspondiente argumento del método histórico sirve entonces para


justificar la atribución de significado a un enunciado, que sea acorde con la
forma en que los distintos legisladores a lo largo de la historia han
regulado la institución jurídica que el enunciado actual regula. Es decir, el
argumento histórico se encarga de explicar una determinada regulación
jurídica por sus orígenes y el modo en que fue desarrollándose a través del
tiempo.
Esta interpretación histórica puede ser estática o dinámica.
La interpretación estática es la forma tradicional o usual de entender una
institución o figura jurídica. Aunque el legislador elabore nuevas normas,
se entiende que su intención es no apartarse del espíritu que
tradicionalmente ha informado la naturaleza de la institución jurídica que
actualmente ha regulado.
Ante la duda sobre el significado de un enunciado, el juez justifica su
solución argumentando que esa es la forma en que tradicionalmente se
ha entendido la regulación.
La interpretación dinámica o evolutiva consiste en tomar la historia de las
instituciones jurídicas como una tendencia hacia el futuro, con carácter
progresista; como un proceso de cambio continuo, en evolución, o como un
proceso irregular, con rupturas y cambios en las circunstancias que impiden
entender las reglas actuales con los criterios proporcionados por
regulaciones ya derogadas.
29

Cualquiera de las dos vertientes, estática o dinámica, parte de la base de


que el legislador no solo es una asamblea colectiva, histórica- mente
mutable, vigente en el período de duración de cada legislatura, sino un ente
racional que se mantiene a lo largo del tiempo, que participa en la creación
de una ley que no solo es aplicable a un espacio temporalmente acotado,
sino que va más allá de quienes en ese momento integran la asamblea
legislativa, aunque posteriormente haya variación de criterios por el cambio
de circunstancias.
En suma, la interpretación histórica consiste en asignar significado a una
norma “atendiendo a los precedentes existentes, empezando por los
inmediatos”. Así entendida, esta interpretación es realizada por los jueces
sobre la base de alguno o algunos casos resueltos con anterioridad, en los
que se haya interpretado una norma bajo los mismos razonamientos.

De ese modo, si la interpretación de una norma es consecuente con la


manera en que legisladores y jueces han entendido históricamente el
alcance de la regulación de dicha norma, se sientan las condiciones para
que “los destinatarios puedan conjeturar las consecuencias normativas
derivadas de la actualización del supuesto previsto en esa norma”, como
afirma Rodolfo Vázquez.
Para la interpretación es relevante la evolución que ha experimentado la
significación de la ley desde su inicio de vigencia hasta la actualidad, de lo
cual queda testimonio en la jurisprudencia y en la doctrina.
Con este método de interpretación, opina Rojas Amandi, se busca evitar
consecuencias jurídicas indeseadas, con ayuda de la experiencia que
aportan los criterios de interpretación de la misma ley y que se han
adoptado durante su vigencia en la misma jurisdicción a la que dicha ley
pertenece.
30

En los contratos, para determinar la significación que tienen, el intérprete


debe conocer los antecedentes del pacto, reflejados en la situación jurídica,
económica o social en que las partes se encontraban al momento de
celebrarlo, así como la manera en que el contrato fue celebrado, es decir, los
actos preliminares o preparatorios, al igual que la conducta observada
por las partes en su ejecución. Resulta importante determinar la
significación que las partes otorgan a las estipulaciones con su conducta de
cumplimiento o ejecución de lo pactado.
Al mismo tiempo, es menester considerar en la labor interpretativa de los
negocios, la regulación normativa del contrato en los diversos
ordenamientos legales y su evolución legal, así como los diversos cri- terios
jurisprudenciales que en ese lapso temporal se hubieran emitido para casos
similares.

14.4. Interpretación genética

Esta interpretación se sustenta en las causas que originaron el surgimiento


de la ley o del contrato, pues es obvio que ni una ni otro se generan de la
casualidad y sin un contenido motivador específico.
La norma legal aparece para regular una situación surgida en el seno de la
comunidad, que es de interés general. Por ejemplo, el incremento de los
índices de criminalidad ordinariamente originan penas más severas; la
aceptación de las uniones maritales se presenta como respuesta al reclamo
de grupos de la sociedad interesados en ello o por la situación de hecho
que se observa.
Los contratos son celebrados entre las partes por la específica necesidad o
conveniencia que tienen para transmitir y adquirir ciertos bienes o
31

servicios, lograr determinados recursos o resolver alguna problemática


existente entre las mismas.
Esas razones que han originado el surgimiento de la ley o del con- trato, en
ocasiones sirven para definir el sentido de los textos que no son claros y
que provocan controversia. Es entonces cuando aparece la
interpretación genética: la que atiende a las causas, al origen, a la
motivación de la ley o de los pactos.
Aunque esta interpretación se relaciona de manera estrecha con la
histórica, de ninguna manera deben confundirse. Una considera las
circunstancias prevalecientes en el momento en que se emitió la norma,
las condiciones materiales y sociales imperantes en esa fecha, que han
originado el surgimiento de la disposición; otra, el modo como se ha
entendido una norma en las distintas épocas, esto es, su evolución. La
interpretación genética se refiere a la causa, al origen, a la motivación de la
norma; la interpretación histórica, a los precedentes legislativos y
jurisprudenciales.
La esencia del argumento genético, que es propio de este método, radica,
por tanto, en encontrar las causas motivadoras de un determinado
precepto o pacto.
Es decir, el argumento genético consiste en definir el origen o gestión de
una norma o negocio, para cuya explicación se consideran los trabajos
preparatorios, debates parlamentarios, dictámenes de las comisiones, la
exposición de motivos o, en su caso, el modo en que se han comportado las
partes en el proceso o en relación al contrato celebrado. El intérprete
otorga significado jurídico a la estipulación en base a ciertas expresiones,
comportamientos o propósitos que son relevantes en el caso.

14.5. Interpretación teleológica


32

Esta interpretación consiste en atribuir significado a una norma o a una


cláusula atendiendo a la finalidad del precepto o del pacto.
El legislador que crea la ley o las partes que celebran el contrato se
proponen uno o varios fines de los cuales las normas o las cláusulas son
un medio; por lo que la interpretación debe realizarse teniendo en cuenta
esos fines o propósitos buscados.
Lo anterior supone la búsqueda del sentido de la norma, que va más allá
del simple texto; exige encontrar la finalidad propuesta con su creación;
hallar el propósito perseguido por la misma.
Los fines que el creador de la norma intenta alcanzar son por regla general
“fines objetivos”, esto es, perceptible, determinable y vinculado a una
realidad conocida. No se refiere a los fines subjetivos de alguna persona o
de un grupo determinado, sino a los objetivos racionales que son propios
del orden jurídico prevaleciente.
En el caso de la ley, esos propósitos podrían ser: aseguramiento de la paz
y la justa solución de los litigios; el equilibrio de una regulación en el
sentido de prestar la máxima atención a los intereses que se hallan en juego;
la protección de los bienes jurídicos y un procedimiento judicial justo; la
solución de una problemática de carácter general surgida; el mejoramiento
de ciertas condiciones de interés colectivo, etc.
Al decir de Castillo Alva y Luján Túpez, la interpretación teleológica implica
relacionar el precepto con las valoraciones jurídicas, ético- social y político-
criminal que subyacen en las normas y en el ordenamiento jurídico en su
conjunto. Importa contar con una idea general de la dependencia social
del derecho. Supone vincular la tarea hermenéutica, por encima de criterios
exclusivamente lógicos e históricos, a las estimaciones jurídicas
imperantes, a la llamada consciencia jurídica de la comunidad. Cumplen
33

aquí un rol protagónico e insustituible los conceptos de bien jurídico,


justicia, igualdad, equidad, seguridad jurídica y toda gama de
consideraciones político-criminales.
Hay quienes, siguiendo la escuela de la jurisprudencia de intereses, estiman
que en primer lugar se debe aclarar con precisión cuáles son los intereses
que motivaron la ley, pues sólo con base en su conocimiento quedará claro
cuál es el objeto, motivo o fin de la norma.
En el caso de los contratos, el propósito de lograr la transmisión de la
riqueza o el aprovechamiento de los bienes, así como la prestación de
servicios y la garantía del cumplimiento de obligaciones nos permitirá
identificar si con el contrato se pretendió la transmisión del dominio o
del uso de las cosas, la prestación de un servicio, el pago de una retribución
adecuada y proporcional, o se trató de una liberalidad; tal vez, si se buscó
la satisfacción de una necesidad particular de los con- tratantes, como fines
concretos buscados con la celebración del negocio contractual.
Si el texto de la norma o de la cláusula fuera ambiguo, oscuro o confuso y
generara discusión su alcance, la interpretación podría apoyarse en los fines
propuestos con su creación.
El argumento teleológico, propio de este método, se invoca precisamente
para justificar que una solución sirve a determinado fin, ya sea intrínseco
al derecho o procurado por alguna norma jurídica. El argumento teleológico
“estriba en la justificación de la atribución de un significado apegado a la
finalidad del precepto, por entender que la norma es un medio para un fin”.
El método teleológico, aunque se le considera mayoritariamente como el
ubicado en la cúspide de la hermenéutica jurídica; el más importante
porque se orienta a descubrir la finalidad de la norma y que es instrumento
eficaz para resolver conflictos sociales, lograr la paz social y organizar la
vida en común; debe manejarse sin exageraciones para no incurrir en el
34

error de dar a la norma o a la cláusula una finalidad que más bien sea de la
preferencia personal del intérprete, cuya valoración subjetiva podría llegar
a reemplazar la valoración objetiva de la ley o la finalidad del contrato.
Con motivo de que el método teleológico se propone encontrar la finalidad
de una norma o convención, hay quienes lo estiman distintivo de la
Escuela de la Jurisprudencia Finalista, en tanto que otros lo vinculan a la
Escuela de la Jurisprudencia de Intereses de Philip Heck.

14.6. Interpretación acorde al uso alternativo del derecho

Aunque el uso alternativo del derecho es una teoría interpretativa, ahora se


alude al método que la misma propone en la tarea hermenéutica.
En virtud de que, según esta postura interpretativa, se busca privilegiar en
el plano judicial los intereses y la práctica de aquellos “sujetos jurídicos”
que se encuentran sometidos o dominados; la interpretación debe adoptar
carácter restitutorio y de emancipación, dentro de una política jurídica o
judicial ya permitida por las posibilidades del mismo ordenamiento legal,
para evitar así el personalismo o el voluntarismo del intérprete.
El intérprete tiene que acercarse al sistema jurídico y a la investigación de
los hechos, desprendidos de sus prejuicios y de sus afectos.
Para lo anterior, el intérprete dispone de una jerarquía de fuentes
establecidas por el mismo sistema y de una metodología que se resuelve
en un conjunto de reglas técnicas que le permitirán descubrir las normas
aplicables y mantener al mismo tiempo las características de neutralidad y
objetividad.
En esta tarea, el intérprete buscará la explicación adecuada de los vínculos
genéticos y funcionales que unen la superestructura de los códigos y de los
conceptos jurídicos a la totalidad social; analizará la función de las distintas
35

instituciones jurídicas en relación con la distribución real de poderes de la


sociedad; esto es, debe proponerse recuperar la relación existente entre
normas jurídicas y estructuras socia- les.
Siguiendo ese camino, el jurista llegará a una interpretación que favorezca
la posición del sujeto en desventaja, porque el sentido que atribuya a la
norma será aquél que sea más benéfica a su débil situación social.

14.7. Interpretación analógica o extensiva

Aunque parezca un contrasentido vincular a la interpretación con la


integración, en realidad no se trata de confundir ambas figuras, sin dejar de
tomar en cuenta que para autores como Flores Mendoza, la integración
jurídica es parte subsidiaria de la interpretación jurídica. Lo que sucede es
que la analogía, que permite trasladar la solución legalmente prevista para
un caso, a otro caso distinto, no regulado por el ordenamiento jurídico,
pero que es semejante al primero, tiene una concepción tradicional, según la
cual es permitido colmar lagunas con base en la identidad de razón (la
aplicación analógica), pero también se le ha otorgado el carácter de
procedimiento interpretativo (la explicación analógica), que consiste en que
el juez explica una disposición de significado incierto, pero presente en el
ordenamiento, a la luz de otra disposición no equívoca o menos equívoca,
invocando la analogía de las dos previsiones.

“…a diferencia de la interpretación donde hay una norma jurídica aplicable


al caso concreto, en la integración de plano hay que encontrar una, ya sea
porque 1. No hay norma jurídica aplicable –caracterizada como laguna
36

normativa-; o 2. Aunque hay una norma, no es aplicable al caso concreto por


sus particularidades –considerada como laguna axiológica”.
La analogía, entonces, no se confunde con la interpretación extensiva, que
aplica la norma a los supuestos incluidos virtualmente y, por ende, no
comprendidos expresamente.
Se afirma por algunos autores que la interpretación integradora es una
figura creada por la doctrina alemana para llenar el vacío que re- presenta
la ausencia en el Código de un precepto que señale que los contratos obligan
no sólo al cumplimiento de lo expresamente pacta- do, sino también a
todas las consecuencias que, según su naturaleza, sean conforme a la buena
fe, al uso y a la ley. Con ella se busca llenar las lagunas a partir de una
voluntad presunta de las partes, a diferencia de la interpretación ordinaria,
que opera sobre las dudas de una voluntad real para resolverlas.
“El objeto de dicha interpretación sería una declaración de voluntad clara,
pero lagunosa y operaría mediante el procedimiento analógico”, opina
García Amigo.
Un ejemplo de aplicación analógica es aquel en que “dada una formulación
normativa con significado controvertido, ella debe ser interpretada
atendiendo a otra formulación normativa ya interpretada con la cual
guarde semejanza relevante o idéntica ratio”.
Se ha calificado a la interpretación integradora o integrativa del contrato
como una categoría intermedia entre la interpretación y la integración. Su
objeto es una declaración de voluntad clara pero con lagunas, de forma que
mediante una reconstrucción conjetural de la declaración, basándose en lo
que habría sido la voluntad hipotética de las partes, se permite llenar el
vacío existente en la regulación contractual.
Esta interpretación analógica o extensiva, tiene diversos instrumentos:
37

a) El argumento extensivo, el cual asume que si el legislador ha


regulado expresamente un supuesto de hecho, quiere reservar el
mismo tratamiento para todos los supuestos esencialmente
semejantes al primero, porque el sistema jurídico requiere que las
situaciones similares obtengan igual trato. El legislador ha resuelto
todos los casos jurídicamente relevantes, siendo tarea del juez
descubrir su regulación entre los enunciados explícitamente
dictados, pues el juez se mantiene como aplicador de las normas que
le proporciona el legislador, que es el único que puede crear el
derecho.
No es el caso de una laguna que deba colmarse; más bien se trata de
asignar significado a un enunciado que no es claro y que, por lo
mismo, debe ser interpretado. Esta tarea se hace a la luz del
significado que tienen otros enunciados que mantienen similitud con
el que se interpreta, al cual se le hace extensivo el alcance de los
otros.
b) El argumento a fortiori, el cual, según G. Tarello, es un procedimiento
por el que, dada una norma jurídica que predica una obligación u
otra calificación normativa de un sujeto, o de una clase de sujetos, se
debe concluir que también es válida otra norma que predique la
misma calificación normativa de otro sujeto o clase de sujetos que
se encuentran en situación tal que merecen, con mayor razón que el
primer sujeto o clase de sujetos, la calificación que la norma dada
establece para el primer sujeto o clase de sujetos.

Hay dos hipótesis: la expresamente prevista por el legislador o por


los contratantes, en un precepto o en una cláusula, respectivamente;
38

y aquélla a la que se debe dar una valoración jurídica por medio del
argumento a fortiori.
Se basa en la mayor razón y en la presunta voluntad del legislador.
No se está en presencia de una laguna, de una imprevisión del
legislador, sino que este, en lugar de dictar la norma más general que
ordena, permite o prohíbe, ha dictado expresamente una norma
más particular, no porque no considere como obligatoria la más
general, sino por- que al regular los casos más frecuentes o típicos,
quería llamar especialmente la atención sobre ellos e implícitamente
estaba teniendo en cuenta todos aquellos casos que merecen con
mayor razón que los previstos, la regulación dictada.
Esta mayor razón, que presume lo que el creador de la norma
tuvo en cuenta (que las hipótesis no previstas expresamente
merecen la misma consecuencia jurídica), es el elemento que tiene
en cuenta el intérprete para extender la regulación jurídica a
hipótesis no contempladas expresamente en el texto normativo.
c) El argumento a partir de los principios. Los principios generales del
derecho se pueden utilizar como argumentos para la integración e
interpretación del derecho.
En el primer caso, los principios son utilizados para colmar
lagunas de la ley, respetando así el mandato legal de dar solución a
todos los casos jurídicamente controvertidos; en el segundo, son
utilizados con una finalidad interpretativa; esto es, ante la
pluralidad de significados de un enunciado, se optará por aquel que
mejor se ajuste a lo establecido por el principio.
Es decir, a los enunciados dudosos se le atribuyen significados que
coinciden con la voluntad del legislador. La razón es que el sistema
jurídico es coherente, no solo en cuanto que sus preceptos son
39

consistentes, sino en cuanto que sus normas responden a criterios o


principios inspiradores comunes.
Ricardo Guastini ubica a esta interpretación en lo que denomina la
interpretación-creación, “que consiste en atribuir a un texto un
significado “nuevo” (no comprendido entre los significados
identificados por la interpretación-conocimiento) y/o deducir del
texto las normas llamadas “implícitas” por medios
pseudospsicológicos (es decir, por unos razonamientos no
deductivos, y pues no apremiantes: por ejemplo, por el argumento
analógico)”.

14.8. Restrictiva
También llamada interpretación declarativa. Se encuentra caracterizada por
delimitar pocas situaciones jurídicas; esto es: limita su aplicación a
supuestos comprendidos en ella, estrictamente (Ej.: “Son ciudadanos los
peruanos mayores de dieciocho años (…)”, art. 30 de la Constitución).
14.9. Lógica
En esta clase prevalece la pluralidad de juicios, pues, se requiere de
razonamientos que han sido adquiridos con anterioridad, a fin de que
cumplan la función de hipótesis: consiste en tomar afirmaciones como un
punto de partida para llegar a otras que prosiguen o derivan de éstas (Ej.:
los jueces tienen como consideración analítica a las máximas de experiencia
–premisas– para llegar a una suerte de respuesta en un determinado caso –
conclusiones–).
Las principales acciones de esta especie de interpretación es la de tipo
deductivo (se obtiene respuestas particulares de afirmaciones de carácter
generalizado: la verdad de las premisas garantiza, en cierto modo, la verdad
de la conclusión) e inductivo (se obtiene una probabilidad de respuestas de
40

los fenómenos observados para, por consiguiente, llegar a conocerlos y


explicarlos).

14.10. Estricta

Una de las particularidades de este método es que, en cierta manera,


procura otorgar a la norma -o algún precepto legal- una repercusión
equivalente al de los términos literales usados en un texto normativo (Ej.:
“El que mata a otro (…)” art. 106 del Código Penal).

14.11. Antagónica
Basado en el aforismo latino: a contrario sensu. Dicho método se emplea
para explicar o analizar un precepto normativo de forma inversa o
antagónica. El sustento se este método es que el operador del Derecho
llegue a tomar situaciones o hechos, a fin de concluir del uno lo contrario de
lo que ya se sabe del otro.

14.12. Adecuadora
Es el análisis de un precepto legal que se ejecuta acondicionado o
adaptando a otros mandatos legales o prohibitivos que –indirectamente-
tienen influencia con un ordenamiento jurídico específico (Ej.: los jueces,
tienen en consideración las convenciones supranacionales a las que el
Estado está suscrito).
Si bien, se ha especulado –muchas veces- que las normas de carácter
supranacional no deben influir, necesariamente y de forma prematura, en
las decisiones que toman los jueces en el ámbito nacional (supuestamente,
porque éstos tienen autonomía propia); sin embargo, debe existir una
41

consideración al principio internacional del pacta sunt servanda: lo pactado


obliga, ya que de no ser así, existiría una suerte de autoritarismo
jurisdiccional, simplemente por colocar algún término.

14.13. Evolutiva
Es el que está asociado a los precedentes judiciales y, también, al progreso
doctrinal. Una situación clara de este método se explica cuando existen
teorías actuales de la doctrina y, sin embargo, se siguen considerando las
teorías pasadas (Ej.: aproximadamente, desde inicios del año 2000 se ha
había superado la tendencia de utilizar los “animus” en el Derecho penal;
sin embargo, en la actualidad todavía existen abogados que de forma
lamentable –por no decir, irresponsablemente-, no se actualizan y siguen,
por tanto, utilizando los ya mencionados, pese que dichos aspectos ya han
sido dejados de lados en el estudios de las ciencias penales).

14.14. Tópica
Este método, relativamente, suele ser aplicado por los jueces, ya que ellos –
según sus actividades ejecutada por años- toman en consideración su
actividad pragmática (lo que dice su trayecto práctico) a diferencia de la
sintáctica (lo que dice una palabra de un precepto legal).
No obstante, este procedimiento jurídico es criticado, toda vez que se acerca
a uno de características conformistas: los jueces se basan, superficialmente,
en lo argumentos estándares o clásicos que ellos han ido recepcionando en
la trayectoria de la magistratura -que no necesariamente se ajustan a las
máximas de la experiencia. Sin embargo, esto no debe ser así: porque la
interpretación, al estar englobada en un tópico, no va a permitir que la
función jurídica tome en consideración a la ley, el dogma y los precedentes
jurisprudenciales (Ej.: muchas veces, los jueces de la escuela antigua se
42

resisten a tomar en cuenta los precedentes forjados en la jurisprudencia


moderna).

14.15. Institucional
Se caracteriza por poseer “razones para la acción que pueden ser
identificadas sin necesidad de evaluar moralmente su contenido”[7]. Los
operadores tienen en cuenta la situación actual, sin dejar que la moral
prevalezca sobre ésta (Ej.: un juez de familia ordena la transfusión de
sangre de una menor de edad, dando la contra a la oposición de los padres
porque su religión se los prohibía).

14.16. Memo
Suele ser llamado como el método coloquial de la interpretación jurídica.
Éste es considerado uno de carácter simple, sin mucha dedicación analítica:
los más probable es que sea ejecutado por personas que no se encuentran
vinculadas a la comunidad jurídica (Ej.: cuando los periodistas atribuyen
responsabilidad penal a una persona en un programa televisivo,
simplemente por leer lo que señala dos o tres líneas del Código penal. No es
ajeno saber que, en la actualidad, éstos prejuzgan y juzgan sin tener mayor
reparo –o respeto- a la interpretación
43

14.17. La interpretación de los Tratados Internacionales.

Así también, es necesario reconocer la importancia cada vez mayor de los


Tratados Internacionales como fuente del derecho interno, como
consecuencia de la apertura hacia un nuevo modelo constitucional en el que
se otorga un mayor privilegio a la protección a los Derechos Humanos, es
por esa razón, que resulta imprescindible, el conocer de qué manera se
interpretan los tratados internacionales, para dotarlos de efectividad.

En ese orden de ideas, y para entender la manera en que se deben


interpretar los Tratados Internacionales, resulta necesario tomar en
consideración la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados,
llevada a cabo en la ciudad de Viena el tres de mayo de mil novecientos
sesenta y nueve, cuyo objetivo principal fue el crear las condiciones
necesarias para mantener el respeto y cumplimiento a las obligaciones
emanadas de los tratados internacionales, estableciendo reglas específicas
sobre la celebración, aplicación, observación, interpretación, modificación,
nulidad y suspensión de los tratados internacionales.

En relación a la interpretación de los tratados, la Convención de Viena sobre


el Derecho de los Tratados, en la parte III denominada OBSERVANCIA,
APLICACIÓN E INTERPRETACIÓN DE LOS TRATADOS, establece en su
artículo 31 la regla general de interpretación de los tratados la cual consiste
en que un tratado deberá interpretarse de buena fe conforme al sentido
corriente que haya de atribuirse a los términos del tratado en el contexto de
éstos y teniendo en cuenta su objeto y fin; además del texto, también se
debe atender al contexto del tratado, debiéndose tomar en cuenta su
preámbulo y sus anexos, así como los acuerdos que se refieran al tratado,
44

que hayan sido concertados por las partes con motivo de la celebración del
tratado, así como los acuerdos y prácticas ulteriores entre las partes en
relación a la interpretación del tratado.

Por la importancia del tema antes mencionado, se considera relevante citar


el contenido del artículo 31 de la Convención de Viena sobre el Derecho de
los Tratados, el cual, dispone:

“31. Regla general de interpretación.

I. Un tratado deberá interpretarse de buena fe conforme al sentido


corriente que haya de atribuirse a los términos del tratado en el contexto de
estos y teniendo en cuenta su objeto y fin.

2. Para los efectos de la interpretación de un tratado. El contexto


comprenderá, además del texto, incluidos su preámbulo y anexos:

a) todo acuerdo que se refiera al tratado y haya sido concertado


entre todas las partes con motivo de la celebración del tratado:

b) todo instrumento formulado por una o más partes con motivo de


la celebración del tratado y aceptado por las demás como instrumento
referente al tratado;

3. Juntamente con el contexto, habrá de tenerse en cuenta:


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a) todo acuerdo ulterior entre las partes acerca de la interpretación


del tratado o de la aplicación de sus disposiciones:
b) toda práctica ulteriormente seguida en la aplicación del tratado
por la cual conste el acuerdo de las partes acerca de la interpretación
del tratado:
c) toda forma pertinente de derecho internacional aplicable en las
relaciones entre las partes.

4. Se dará a un término un sentido especial si consta que tal fue la intención


de las partes”

15. ANALISIS

Sabemos entonces que los elementos de interpretación tienen su origen en Savigny,


ya que con el trabajo de este es posible dar un punto de partida respecto a los
elementos interpretativos.
Podemos inferir que la interpretación judicial resulta un tema ampliamente
necesario y muy útil para para poder entender y usar la norma de una forma
correcta.
Se pueden encontrar diferentes métodos, cada uno con su respectivo fin y sistema,
pero todos tienen una solo propósito que es el entendimiento de las normas
jurídicas para beneficio de la sociedad.
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16. CONCLUSIONES

 PRIMERA.
Si se parte de la máxima de François Geny, citado por Omar Vázquez, de que
“es un error creer que la ley y el derecho consuetudinario sean fundamentos
completamente suficientes para dictar toda clase de resoluciones
judiciales”, entonces debe admitirse la necesidad de recurrir a la
interpretación jurídica.
En la tarea interpretativa es indispensable la adopción de un método que
garantice resultados aceptables y sostenibles, teniendo en cuenta que
quien sentencia no es la ley, sino el juez, y que lo decidido en cada caso
particular debe ser lo adecuado, sopesando todos los elementos de los que
dispone y exponiendo todos los motivos concretos en los cuales basa su
decisión.
La naturaleza del método interpretativo que se elija puede no ser tan
importante, aunque ello no signifique que no se utilice alguno o algunos; lo
que sí resulta verdaderamente trascendente es la conclusión, soportada en
argumentos coherentes, consistentes y persuasivos, para lograr que la
jurisprudencia se perciba justa, cumpla con el propósito buscado por el
Constituyente y concrete las aspiraciones sociales en materia de
administración de justicia.
La propia cultura jurídica de la sociedad va definiendo los métodos
interpretativos aptos para lograr tal finalidad, lo cual obliga a tomar en
cuenta las valoraciones actuales del ordenamiento jurídico, las estimaciones
sociales que le sirven de base y la certeza jurídica que se debe ofrecer a los
justiciables.
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 SEGUNDA.

Siguiendo a Francisco Javier Esquiaga, debe tenerse presente que la


interpretación de las normas nunca debe llevar a absurdos que impliquen que:

 El legislador ha regulado de forma diferente dos supuestos similares.


 El legislador no ha previsto regulación para un caso con relevancia
jurídica.
 El legislador, regulado un supuesto, no extiende esa regulación a otros
casos que la merecen con mayor razón.
 El legislador ha extendido una regulación a casos para los que no estaba
pensada.
 El legislador enuncia principios contradictorios o incoherentes; y que
el legislador ha dictado normas incompatibles.
 El legislador no conoce las normas del ordenamiento.
 El legislador no es ordenado.
 El legislador no tiene una voluntad única y coherente.
 El legislador se repite.
 El legislador no se marca objetivos claros.
 El legislador es mutable.

 TERCERA

Los métodos de interpretación y, consecuentemente, el resultado de la tarea


interpretativa, en gran parte van a definirse por alguna de las doctrinas de
interpretación que se confrontan en la literatura jurídica moderna, que se
pueden resumir en las siguientes:
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1. La teoría cognitiva o formalista, la cual sostiene que la interpretación


es una actividad de tipo cognoscitivo; esto es, interpretar es verificar
el significado objetivo de los textos normativos y/o intención
subjetiva de sus autores. El objetivo de la interpretación es simple-
mente “descubrir” el significado propio e intrínseco de las palabras o
de esa voluntad subjetiva.
Como afirma Ricardo Guastini, del carácter cognoscitivo de la
interpretación y de la necesaria plenitud y coherencia del derecho que
supone, se sigue que no hay espacio alguno para la discrecionalidad
judicial: las decisiones de los jueces están determinados
exclusivamente por normas existentes.

2. La teoría escéptica, la cual sostiene que la interpretación es una


actividad no de conocimiento, sino de valoración y de decisión. Todo
texto puede ser entendido en una pluralidad de modos diversos, y las
diferentes interpretaciones dependen de las múltiples posturas
valorativas de los intérpretes. Se entiende que las normas no
preexisten a la interpretación, sino que son su resultado.
Esta teoría evidentemente descuida los vínculos y los límites
objetivos, a los cuales las elecciones de los intérpretes están
fatalmente sujetas. Las atribuciones de significado que no caigan
dentro de la gama comúnmente limitada de posibles significados
dados para toda expresión lingüística, son difícilmente sostenibles,
sujetas a crítica y probablemente destinadas al fracaso.

3. La teoría intermedia, que sostiene que la interpretación a veces es


una actividad de conocimiento y a veces una actividad de discreción
judicial. Esto se debe a que los textos normativos suelen ser de una
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textura abierta, en donde se distingue un núcleo esencial


“luminoso” y, en torno suyo, una zona indefinida de “penumbra”.
Los jueces no ejercen discrecionalidad alguna cuando aplican una
norma a los casos claros; ejercen discrecionalidad, en cambio, cuando
aplican o niegan la aplicación de una norma a los casos oscuros, ya que
en éstos la decisión de la controversia requiere de una elección entre
al menos dos soluciones alternativas.

 CUARTA

En materia contractual, la interpretación debe siempre lograr descubrir


la voluntad real de los contratantes, independientemente del sistema
que se adopte, de carácter subjetivo u objetivo, pues sea en la
intención de los contratantes, en la declaración expresada o en el
comportamiento anterior, coetáneo o posterior de aquellos, el
intérprete debe encontrar el propósito común de las partes que
subyace en el acto negocial. El método empleado debe encaminarse a
ese propósito.
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17. BIBLIOGRAFIA

o https://revistas-colaboracion.juridicas.unam.mx/index.php/quid-

iuris/article/viewFile/17406/15614

o https://legis.pe/sabes-cuales-los-catorce-metodos-interpretacion-

juridica-legis-pe/

o https://aquisehabladerecho.com/2018/07/02/la-interpretacion-

juridica-clases-y-metodos-de-interpretacion/

o http://tareasjuridicas.com/2013/05/01/metodos-de-interpretacion-

juridica/

o http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/derechoysociedad/article/view

File/12569/13127

o https://www.monografias.com/trabajos97/modelos-interpretacion-

juridica/modelos-interpretacion-juridica.shtml

o https://prezi.com/frhtlpt37mje/metodos-de-interpretacion-del-

derecho/

o https://es.slideshare.net/kensu1967/metodos-de-interpretacion-

juridica

o http://www.ubo.cl/icsyc/wp-content/uploads/2011/09/ART.8-

BARRIA.pdf
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