La teoría como forma fenomenológica en la investigación social.

Describir la naturaleza fenomenológica de la esencia de la teoría en la

investigación social, es uno de los problemas fundamentales que me propongo a
explicar. No sin antes abordar conceptual y etimológicamente lo que se entiende
por teoría desde un enfoque general, de manera que, permita interpretar la
posición que representa la teoría para las ciencias sociales.
Se sabe que, la teoría es la unidad básica y por excelencia de toda
investigación y, a su vez, un recurso ineludible convencionalmente adherido al
pensamiento humano desde los albores de la humanidad.
Desde el hombre paleolítico, ya se comenzaba a sentir, aunque de manera
incipiente y rudimentaria, la necesidad de buscar una explicación lógico teórico a
la realidad observable. Esto quiere decir que la teoría principalmente, es producto
esencial del ser humano, es un producto del pensamiento, y es precisamente los
que nos diferencias de los demás seres vivos, y es lo que nos quiso decir
Aristóteles en su libro la Metafísica.
Por otro lado, todo lo observable presente en la naturaleza era desconocido
y por tanto misterioso ante los ojos de los seres humanos, lo que dio origen a las
religiones, las diferentes disciplinas científicas y filosóficas y literarias, todas con
una base teórica para hallar una explicación ante los distintos fenómenos que nos
rodean. Ese primer contacto con la que el ser humano tuvo con el mundo que lo
rodeaba lo inclinó a hallar a través de lo observado, una teoría lógica e
interpretativa de lo desconocido para adecuarlo a la integralidad de sus
necesidades y para hallar una respuesta a cada una de los elementos que
constituye a la naturaleza física y social con la que interactúa ¿no es precisamente
lo que aún sigue haciendo la humanidad?
Sabiendo ya, que la teoría en su expresión general es el contraste directo
de los hechos, podemos entonces, inferir las siguientes conjeturas:
 Toda realidad es relativo a la realidad observable, y por consiguiente
genera teoría como una traducción coherente de lo observado.
  Toda observación depende de un proceso, el método; y todo método
depende de su expresión simbólica, la teoría.
Es decir que para llegar a la teoría debe existir una realidad observable y un
método que la aborde. En el caso de las ciencias sociales, la teoría está
totalmente en dependencia con los resultados obtenidos en el método de
investigación, el método científico. Y eso fue precisamente lo que intentaron
explicar los positivistas, aludiendo al fracaso teórico del conocimiento abstracto
que solamente concebían la posibilidad del conocimiento a través de la razón sin
un soporte científico, es decir, medible, verificable, demostrable.
Toda ciencia social, según Popper, es totalmente cuantificable y totalmente
cualificable según sea su caso, lo que denota el carácter dimensional de la teoría
como una connotación fáctica de la realidad.
Y es allí donde Grosser (2016) citando a Barriga y Henríquez pone mayor
énfasis en el uso del método deductivo e inductivo como dos métodos
fundamentales para aplicar el proceso de observación sobre un fenómeno social
dado, que permita transcribir de manera fehaciente la realidad de lo observado en
una tesis o teoría que la interpreta.
Dado que el método deductivo pretende explicar la realidad social desde
sus características generales para llegar a una conclusión particular del fenómeno
estudiado. Un ejemplo de ello es el positivismo y el funcionalismo que su objeto de
estudio se desprende desde la sociedad como campo de estudio hasta llegar al
individuo como objeto de estudio y así formalizar la relación entre sociedad-
individuo como una entidad que se conmuta en el tiempo y espacio totalmente
histórico. Y este método se logra gracias a la hipótesis, experimentación,
recolección de datos, entre otros.

Todo lo contrario, sucede en el método inductivo que valora el estudio

social desde el individuo con las distintas estructuras que constituyen la sociedad,
para lograr un resultado o compendio general de la sociedad y su conexión con la
sociedad que lo circunda. Este tipo de método busca generar teorías que
fundamente el estadio real de la realidad social. Un ejemplo de ello es el
estructuralismo, que se enfoca en el estudio teórico-metodológico de cada una de
las estructuras que componen a la sociedad, es decir parte de las particularidades
que constituyen e identifican a la sociedad como su cultura, niveles de lenguaje,
religiones, ciencia, ideología, etc.
Tanto el método deductivo como el método inductivo son procedimientos
esenciales para toda investigación científica, y en este caso la investigación social.
Su naturaleza metodológica ha servido para el avance de la ciencia debido a su
infalibilidad de su función mecánica en el quehacer científico.

Por otro lado, Grosser (Ob. Cit.) habla de las dicotomías

que surgen en la investigación social, y esto se debe
precisamente a la interrogante que el mismo se propuso con
respecto al origen de la realidad de qué si la realidad es
totalmente independiente del sujeto o simplemente el sujeto
es quien construye a la realidad.
Si nos damos cuenta, esto es un problema
fenomenológico que ha devenido en la historia de la filosofía.
Y en el campo de la investigación social, podemos
aducir que la realidad es producto del pensamiento, es decir,
que surge del análisis científico que hace el sujeto del mundo
que lo rodea.
Y es a manera de conclusión que digo y dejo constancia
que la teoría es una posibilidad del conocimiento, es decir
que el sujeto es quien determina al objeto observado, por
tanto, hace ciencia, y en este caso investigación social. Es
decir que le rol de la teoría en la investigación social es
totalmente epicéntrica en la construcción de la realidad que
se observa, que se estudia en su totalidad.