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Textos de la clase 1

“La filosofía desde el punto de vista de la existencia”


Como la filosofía es indispensable al hombre, está en todo tiempo ahí, públicamente, en los refranes
tradicionales, en apotegmas filosóficos corrientes, en convicciones dominantes, como en el lenguaje de los
espíritus ilustrados, de las ideas y creencias políticas, pero ante todo, desde el comienzo de la historia, en los
mitos. No hay manera de escapar a la filosofía. La cuestión es tan solo si será consciente o no, si será buena
o mala, confusa o clara. Quien rechaza la filosofía, profesa también una filosofía, pero sin ser consciente de
ella.
¿Qué es, pues, la filosofía, que se manifiesta tan universalmente bajo tan singulares formas?
La palabra griega filósofo (philósophos) se formó en oposición a sophós. Se trata del amante del
conocimiento (del saber) a diferencia de aquel que estando en posesión del conocimiento se llamaba
sapiente o sabio. Este sentido de la palabra ha persistido hasta hoy: la búsqueda de la verdad, no la posesión
de ella, es la esencia de la filosofía, por frecuentemente que se la traicione en el dogmatismo, esto es, en un
saber enunciado en proposiciones, definitivo, perfecto y enseñable. Filosofía quiere decir: ir de camino. Sus
preguntas son más esenciales que sus respuestas, y toda respuesta se convierte en una nueva pregunta.
Pero este ir de camino –el destino del hombre en el tiempo– alberga en su seno la posibilidad de una
honda satisfacción, más aun, de la plenitud en algunos elevados momentos. Esta plenitud no estriba nunca
en una certeza enunciable, en proposiciones o confesiones, sino en la realización histórica del ser del
hombre, al que se le abre el ser mismo. Lograr esta realidad dentro de la situación en que se halla en cada
caso un hombre es el sentido del filosofar.
Ir de camino buscando, o bien hallar el reposo y la plenitud del momento no son definiciones de la
filosofía. Esta no tiene nada ni encima ni al lado. No es derivable de ninguna otra cosa. Toda filosofía se
defina ella misma con su realización. Qué sea la filosofía hay que intentarlo. Según esto, la filosofía es una
actividad viva del pensamiento y la reflexión sobre este pensamiento, o bien el hacer y el hablar de él. Sólo
sobre la base de los propios intentos puede percibirse qué es lo que en el mundo nos hace frente como
filosofía.
Karl Jaspers. La filosofía. 1949
Preguntas para reconstruir el texto:

1) ¿Cómo define Jaspers qué es la filosofía?

2) ¿Qué no es la filosofía según el texto?

3) ¿Por qué no hay manera de escapar a la filosofía?

4) ¿Qué diferencias y qué similitudes encuentran con las ideas que tenían acerca de la filosofía antes de
leer el texto?

Filosofía y concepción de mundo


Textos de la clase 1
“Es preciso destruir el muy difundido prejuicio de que la filosofía es algo sumamente difícil por ser
la actividad intelectual propia de una determinada categoría de científicos especialistas o de filósofos
profesionales y sistemáticos. Es preciso, por tanto, demostrar, antes que nada, que todos los hombres son
"filósofos", y definir los límites y los caracteres de esta `filosofía espontánea´, propia de todo el mundo;
esto es, de la filosofía que se encuentra contenida:

1- En el lenguaje mismo, que es un conjunto de nociones y conceptos determinados, y no simplemente


palabras vaciadas de contenido;

2- En el sentido común y en el buen sentido;

3- En la religión popular y, por consiguiente, en todo el sistema de creencias, supersticiones, opiniones,


maneras de ver y de obrar que se manifiestan en lo que se llama generalmente `folklore´.

Después de demostrar que todos son filósofos, aun cuando a su manera, inconscientemente, porque
incluso en la más mínima manifestación de una actividad intelectual cualquiera, la del “lenguaje”, está
contenida una determinada concepción del mundo, se pasa al segundo momento, el de la crítica y el
conocimiento, esto es, se plantea el problema de si:

¿Es preferible "pensar" sin tener conocimiento crítico, de manera disgregada y ocasional, es decir,
"participar" de una concepción del mundo "impuesta" mecánicamente por el ambiente externo, o sea, por
uno de los tantos grupos sociales en que uno se encuentra incluido automáticamente hasta su entrada en
el mundo consciente (y que puede ser la aldea o la provincia, que puede tener origen en la parroquia y en
la "actividad intelectual" del cura o del vejete patriarcal cuya "sabiduría" dicta la ley; de la mujercita que ha
heredado la sabiduría de las brujas o del pequeño intelectual avinagrado en su propia estupidez e
incapacidad para obrar), o es mejor elaborar la propia concepción del mundo de manera consciente y
crítica, y, por lo mismo, en vinculación con semejante trabajo intelectual, escoger la propia esfera de
actividad, participar activamente en la elaboración de la historia del mundo, ser el guía de sí mismo y no
aceptar del exterior, pasiva y supinamente, la huella que se imprime sobre la propia personalidad?

Antonio Gramsci “Introducción al estudio de la filosofía”, 1930

Preguntas para reconstruir el texto:

1) ¿Por qué afirma Gramsci que “todos somos filósofos”?

2) ¿Qué entienden por “concepción de mundo”?

3) ¿Cómo explicarían las opciones que plantea Gramsci en la gran pregunta que aparece al final del texto?

4) ¿Qué diferencias y qué similitudes encuentran con las ideas que tenían acerca de la filosofía antes de
leer el texto?
Textos de la clase 1
Hannah Arendt, selección de fragmentos de “El pensar y las reflexiones morales” (1971) en Arendt, De la
historia a la acción, Bs. As., Paidós, 2008

Sócrates se llamó tábano y comadrona, y, según Platón, alguien lo calificó de “torpedo”, un pez que
paraliza y entumece por contacto; una analogía cuya adecuación Sócrates reconoció a condición de que se
entendiera que “el torpedo, estando él entorpecido, hace al mismo tiempo que los demás se entorpezcan.
En efecto, no es que, no teniendo yo problemas, los genere en los demás, sino que, estando yo totalmente
imbuido de problemas, también hago que lo estén los demás” 1, lo cual resume nítidamente la única forma
en la que el pensamiento puede ser enseñado; aparte del hecho de que Sócrates, como repetidamente
dijo, no enseñaba nada por la sencilla razón de que no tenía nada que enseñar: era “estéril” como las
comadronas griegas que habían sobrepasado ya la edad de la fecundidad. (Puesto que no tenía nada que
enseñar, ni ninguna verdad que ofrecer, fue acusado de no revelar jamás su opinión personal, como
sabemos por Jenofonte, que lo defendió de esta acusación.) Parece que, a diferencia de los pensadores
profesionales, sintió el impulso de investigar si sus iguales compartían sus perplejidades, un impulso
bastante distinto de la inclinación a descifrar enigmas para demostrárselos a los otros.

(…) Sócrates es un tábano: sabe cómo aguijonear a los ciudadanos que, sin él, “continuarían durmiendo
para el resto de sus vidas”, a menos que alguien más viniera a despertarlos de nuevo. ¿Y para qué los
aguijoneaba? Para pensar, para que examinaran sus asuntos, actividad sin la cual la vida, en su opinión, no
sólo valdría poco sino que ni siquiera sería auténtica vida. Sócrates es una comadrona. Y aquí nace una
triple implicación: la “esterilidad”, su experiencia en saber librar a otros de sus pensamientos, esto es, de
las implicaciones de sus opiniones, y la función propia de la comadrona griega de decidir acerca de si la
criatura estaba más o menos adaptada para vivir o, para usar el lenguaje socrático, era un mero “huevo
estéril” del cual era necesario liberar a la madre (…) Atendiendo a los diálogos socráticos, no hay nadie
entre los interlocutores de Sócrates que haya expresado un pensamiento que no fuera un “embrión
estéril”. Sócrates hace lo que Platón, pensando en él, dijo de los sofistas: hay que purgar a la gente de sus
“opiniones” -es decir, de aquellos prejuicios no analizados que les impiden pensar (…)

El Torpedo, a primera vista, parece lo opuesto al tábano; paraliza allí donde el tábano aguijonea.
Pero lo que desde fuera, desde el curso ordinario de los asuntos humanos, solo puede ser visto como
parálisis, es percibido como el estadio más alto del estar vivo. (…)

La razón por la que un mismo hombre puede ser entendido y entenderse a sí mismo como tábano y
como pez torpedo, es que este mismo viento, cuando se levanta, tiene la peculiaridad de llevarse consigo
sus propias manifestaciones previas. En su propia naturaleza se halla el deshacer, descongelar, por así
decirlo, lo que el lenguaje, el medio del pensamiento, ha congelado en el pensamiento: palabras
(conceptos, frases, definiciones, doctrinas) (…) La consecuencia de esta peculiaridad es que el pensamiento
tiene inevitablemente un efecto destructivo; socaba todos los criterios establecidos, todos los valores y
pautas del bien y del mal, en suma, todos los hábitos y reglas de conducta que son objeto de la moral y de
la ética. Estos pensamientos congelados, parece decir Sócrates, son tan cómodos que podemos valernos de
ellos mientras dormimos; pero si el viento del pensamiento, que ahora soplaré en vosotros, os saca del
sueño y os deja totalmente despiertos y vivos, entonces os daréis cuenta de que nada os queda en las
manos sino perplejidades, y que lo máximo que podéis hacer es compartirlas unos con otros.

Preguntas para reconstruir el texto:


1) ¿En qué consistía la actividad que realizaba Sócrates?
2) ¿Por qué Sócrates se llamaba tábano y comadrona?
3) ¿Cómo puede ser enseñado el pensamiento? ¿Qué efecto tiene la actividad de pensar?
4) ¿Cómo creen que entendía Sócrates la filosofía? ¿Será similar o diferente al modo en que pensaron
ustedes la filosofía antes de leer el texto?

1
Menón, 80.

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