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El positivismo es una corriente filosófica que afirma que

todo conocimiento deriva de alguna manera de la


experiencia, la cual se puede respaldar por medio del
método científico. Por tanto, rechaza cualquier
conocimiento previo a la experiencia.
Positivismo, epistemológicamente hablando, significa ‘sin
valor’ o ‘sin prejuicios’. Es decir, que no cree en las ideas
previas o ideas a priori porque todo está en abierto hasta
que se demuestre objetivamente a través de un método
científico.

El término positivismo surgió en Francia a mediados del


siglo XIX. El primero en hacer mención del positivismo fue
el filósofo francés Saint-Simon, precursor de la filosofía
social. No obstante, fue el sociólogo y filósofo
francés Auguste Comte (1798 - 1857) quien popularizó
dicha corriente filosófica junto con, el filósofo y político
británico, John Stuart Mill (1806 – 1873).
Tanto Comte como Mill se basaban en la idea de que todo
conocimiento o actividad filosófica o científica debía partir
de hechos reales y posibles de comprobar a través del
método científico, por lo que rechazaban cualquier tipo de
conocimiento previo a la experiencia.

El positivismo tiene su raíz en el Iluminismo o Ilustración


francesa donde surge un énfasis en el racionalismo y del
empirismo inglés del siglo XVIII representado por David
Hume (1711 - 1776).

Asimismo, fue uno de los resultados que produjo la


Revolución Francesa tras los cambios políticos, sociales y
económicos, que colocaron a los individuos y a las
sociedades como objetos de estudio partiendo de sus
experiencias.

Por tanto, el positivismo es una conjugación del empirismo,


corriente filosófica que se basa en que todo conocimiento
es adquirido a través de algún tipo de experiencia u
observación, en la cual la lógica y las matemáticas van más
allá de los hechos a través de la aplicación del método
científico.

En otro orden de ideas, el término positivismo también se


refiere a tomar una actitud más positiva, cómoda y práctica
para ser feliz y obtener mejores beneficios. Como se diría
con la analogía psicológica del vaso medio lleno o el vaso
medio vacío, el que practica el positivismo o, el que es
positivo, ve siempre el vaso medio lleno.

Características del positivismo


A continuación se presentan las principales características
que definen a la corriente filosófica denomina Positivismo.

 Rechaza las nociones a priori y los conceptos o creencias


de tipo universal que no hayan sido comprobados.
 El positivismo se basa en que los hechos empíricos son los
que fundamentan el conocimiento.
 Promueve como válido el conocimiento de carácter
científico respaldado por el método científico.
 El método científico debe ser aplicado tanto a las
investigaciones científicas como humanísticas.
 El conocimiento que se obtiene del positivismo debe ser
objetivo.
 Las pruebas documentadas son las más importantes, no
sus interpretaciones.

El positivismo en su desarrollo alcanza hasta nuestros días, sigue siendo la misma


concepción de observación y experimentación, el problema se centra en la actualidad en
los sistemas para medir y en cuál es la realidad.

El positivismo como método de investigación nos ha permitido controlar con facilidad las
investigaciones; pero el desarrollo de la ciencia y sus aplicaciones, la tecnología, ha sido
con el objetivo del capitalismo, de la mercancía por la mercancía, el dinero por el dinero, y
tenemos las consecuencias que todos conocemos: la destrucción de la naturaleza. No es
consecuencia directa del positivismo, es consecuencia de los objetivos de la
investigación; hoy en día hasta la investigación es una mercancía más.

Otro concepto que vale la pena mencionar es el de progreso para Comte; el progreso
para él es en el pensamiento científico, porque éste permitirá el desarrollo de la sociedad,
por los beneficios que tendrá una sociedad con un mejor conocimiento intelectual.

El funcionalismo es una escuela teórica surgida en la


Inglaterra del primer tercio del siglo XX, en el marco de
las ciencias sociales, especialmente la sociología y
la antropología. Parte de la idea de que todos los
elementos de una sociedad poseen alguna
función significativa en ella, y que juegan un rol, incluso si
es imprevisible, en mantener la estabilidad o el equilibrio de
ésta

El funcionalismo consiste en una visión filosófica empirista y


moderna de la sociedad. Toma en préstamo –al menos en
principio- la idea del organismo biológico, para pensar el
colectivo humano como una entidad con necesidades,
vinculadas a los fenómenos sociales de alguna manera.
Vistas así, las instituciones sociales, las reglas, normas,
etc., constituyen medios desarrollados colectivamente con
el propósito de satisfacer dichas necesidades, y se definen,
por ende, según el cumplimiento de una función social. En
términos más simples, esta teoría estudia a las
sociedades sin considerar su pasado y su historia, sino
tal y como las encuentra.

El funcionalismo puede, sin embargo, aplicarse de distinta


manera a distintos campos del saber. Por ejemplo, existe
un movimiento arquitectónico, una teoría psicológica y otros
enfoques distintos que responden al mismo nombre.

El término “funcionalismo” proviene de los estudios del


etnógrafo polaco Bronislaw Malinowski (1884-1942),
seguidor del sociólogo y filósofo francés Émile Durkheim
(1858-1917), para quien las culturas constituyen todos
“integrados, funcionales y coherentes”. Por eso sus
elementos no pueden analizarse por separado, sino
considerando necesariamente a los demás.

Tanto Malinowski como Durkheim se consideran figuras


importantes en el surgimiento de esta vertiente teórica, así
como Alfred Reginald Radcliffe-Brown, Herbert Spencer,
Robert Merton y más recientemente, Talcott Parsons.

Comúnmente se considera que el funcionalismo es una


reacción al evolucionismo y al particularismo histórico,
escuelas que pensaban la realidad a partir de su génesis
histórica, o sea, de cómo se fue construyendo el presente
(biológico, social, político, etc.) a lo largo del tiempo.
Los postulados del funcionalismo son cuatro, y pueden
plantearse de la siguiente manera:

 Toda cultura tiende a formar una totalidad


equilibrada, lidiando con sus propias tendencias hacia el
equilibrio y hacia el cambio.
 La estructura de las sociedades funciona como la
estructura de los organismos: orientado
por necesidades básicas.
 Cada elemento de un sistema social está
necesariamente unido a los demás.
 Se deben hacer descripciones útiles para futuras
teorías sobre el ser humano.

El funcionalismo se caracteriza por lo siguiente:

 Surgió en 1930 en Inglaterra, como fruto del trabajo


previo de Durkheim, Radcliffe-Brown, Bronislaw
Malinowski y otros sociólogos y antropólogos de
importancia.
 Considera la cultura como un todo orgánico,
integrado, coherente y funcional.
 Permitió el surgimiento de la antropología
científica en Estados Unidos. También la separación
entre etnografía y etnología.
 Propone una serie de teorías basadas en diferentes
disciplinas del saber, dotadas de enfoques particulares:
la teoría hipodérmica, la teoría de los efectos limitados,
etc.
 Surge como respuesta al evolucionismo y el
particularismo histórico.
El principal objeto de estudio que posee el funcionalismo está
relacionado con el comportamiento y con la vida y mente de
los seres humanos viéndolos como seres que tienen la
capacidad de adaptarse al ambiente en el cual se desenvuelve
y desarrolla un individuo. Estudia además todo los relacionado
con los medios de comunicación masiva y con la relación que
éstos tienen con la sociedad. Se enfoca también en poder dar
una explicación a todos los procesos que se dan en la mente de
un individuo de una forma más sistemática y científica.

El estructuralismo es una metodología aplicada en las


ciencias sociales, que consiste en estudiar los fenómenos
que les suceden a los individuos de una determinada
comunidad, y ello, en función de las estructuras a las que
están sometidos.
Según el estructuralismo, el comportamiento humano se
entiende gracias a que dentro de un sistema determinado
se han establecido de forma implícita y explícita unas reglas
de comportamiento. Son totalmente artificiales, y cobran
sentido si todos los componentes de esa cultura entienden
esos comportamientos. Por ejemplo, en las sociedades
occidentales, sorber la sopa es de mala educación,
mientras que en las orientales significa todo lo contrario, es
un reconocimiento positivo al cocinero. Como vemos, el
mismo comportamiento para unos significa una cosa y para
otros, otra. En eso se basa el estructuralismo, a que los
hechos se explican según los condicionantes que operan
sobre ellos. Otro ejemplo lo tenemos en el protestantismo y
el catolicismo, para los primeros la riqueza y el esfuerzo
son síntomas de estar agraciado por Dios. En cambio, el
catolicismo predica la austeridad y el sacrificio como forma
de agradar a Dios.

Características del estructuralismo

De la definición de estructuralismo emanan las siguientes


características:

 El comportamiento de los seres humanos está condicionado


por las estructuras presentes en cada sociedad o cultura.
 Es el ser humano el que da significado a los hechos,
acciones y costumbres que experimentan.
 Se han de identificar las estructuras, separarlas y
analizarlas.
 Surge como una herramienta lingüística en la década de los
veinte, pero a mediados del siglo XX se convierte en un
método para estudiar las ciencias sociales.

Para el estructuralismo existen una serie de estructuras –


que son formas de organización– que condicionan el
comportamiento de los individuos que operan bajo estas
estructuras. Esta metodología se suele aplicar a
las sociedades, ya que estas comparten numerosos
elementos en común. Tales como el sistema económico,
el lenguaje, la literatura, etc.

El liberalismo es una corriente económica y


política que hace hincapié en la protección y el
fomento de las libertades individuales como el problema
central que debe atender el ejercicio político.
El liberalismo propone, en lo político, lo social y lo
económico, que la razón de ser del Estado radica en
garantizar la igualdad ante la ley y el justo ejercicio de
las libertades individuales. Al mismo tiempo, según
esta corriente, el Estado debe contar con límites claros
a su poder para que no constituya un impedimento al
ejercicio de la vida libre y autónoma.

El liberalismo abarca un conjunto de formas de pensar


que comparten la defensa de los derechos individuales
(como la libertad de expresión), la libertad económica, el
secularismo, la propiedad privada, la democracia, la autonomía
individual, la igualdad de oportunidades y el Estado de derecho.

El origen del liberalismo se remonta a Gran Bretaña


en el siglo XVII, donde surgió a partir de la filosofía
empirista y la filosofía utilitarista. Ambas filosofías
influyeron de una manera u otra en el nacimiento
del mercantilismo, una escuela del pensamiento que
demandaba la intervención estatal en la economía.
Proponía garantizar a la nación las condiciones
necesarias para generar riqueza y competir en el
mercado. Sin embargo, la intromisión estatal solía
beneficiar a las clases altas y limitaba a la libre
empresa, lo cual iba en contra del ascenso de las
clases medias burguesas y comerciantes.

En los siglos XVII y XVIII se produjo la primera


revolución de la burguesía en contra de los intereses de
la aristocracia y del Antiguo Régimen, especialmente en
Francia e Inglaterra. Esto dio lugar a las Guerras
Civiles inglesas, la Revolución Gloriosa de 1688 y
la Revolución Francesa de 1789.

Todos estos conflictos sentaron las bases para una


nueva forma de pensamiento igualitarista,
individualista y liberal que se esparció por
Europa. Este nuevo pensamiento dio como
resultado, en algunos casos, la caída de
las monarquías y, en otros casos, un nuevo pacto entre
estas monarquías y las clases altas obligó a quienes
ejercían el poder a pactar con el resto de los actores
socioeconómicos. Esta transformación política dio
origen al liberalismo clásico y fue vital en el
surgimiento de la sociedad capitalista.

Como corriente filosófica, el liberalismo tiene sus


orígenes intelectuales en los trabajos del filósofo inglés
John Locke (1632-1704) y el economista escocés
Adam Smith (1723-1790). Ambos pensadores se
opusieron al absolutismo monárquico, cuyo poder
radica en la concentración autoritaria de una
monarquía autócrata.

Considerado el padre del liberalismo clásico, John


Locke fue un empirista británico cuyo trabajo
influyó en pensadores notables como Voltaire y
Rousseu, intelectuales de la Ilustración francesa. Contribuyó
notablemente a la teoría del contrato social, así como al
republicanismo clásico y la teoría liberal, reflejados en
la Declaración de Independencia de los Estados
Unidos y en la Declaración de Derechos inglesa de
1689. Desarrolló una teoría de la autoridad política
fundamentada en el consenso del pueblo gobernado y
en la naturaleza de los derechos individuales.

Adam Smith, por su parte, sostuvo que las sociedades


prosperan cuando los sujetos son libres de perseguir
su propio interés en un sistema de propiedad privada
de los medios de producción, así como también en un
mercado competitivo, autónomo y libre del Estado o
los monopolios privados.

En su desarrollo histórico, el liberalismo político,


económico y social también recibió contribuciones de
las ideas de Thomas Hobbes (1588-1679), James
Madison (1751-1836) y Montesquieu (1689-1755).
Otros pensadores también han influenciado la teoría
liberal, aportando formas y desarrollos conceptuales
más o menos tradicionales. Por su extenso desarrollo
a nivel global, el liberalismo como corriente
filosófica y práctica cuenta con distintas escuelas
y manifestaciones.

En términos generales, algunas características del


liberalismo son:

 Considera la libertad en todos sus aspectos como un


elemento inviolable de la vida ciudadana: la libertad
de culto, libertad de prensa, libertad de asociación y
libertad de pensamiento deben estar garantizadas.
No obstante, el ejercicio de estas libertades no debe
contradecir las libertades de los demás. La libertad
individual debe ser sagrada y el Estado no puede
violentarla.
 Defiende el principio de igualdad ante la ley para
todos los ciudadanos, garantizado por el Estado de
derecho, tanto en los ámbitos políticos como
sociales. Solo así el individuo es libremente
responsable de sus actos.
 Defiende el principio de la propiedad privada como
un derecho inalienable del individuo, protegido por la
ley frente a iniciativas colectivistas.
 Defiende la existencia de una educación laica y
un Estado laico, compuesto por poderes
autónomos e independientes de acuerdo al modelo
republicano (ejecutivo, legislativo, judicial), pues la
solución de los dilemas siempre puede hallarse
mediante el ejercicio del diálogo político.
 Propone la mínima intromisión del gobierno en la
vida ciudadana y la mínima intromisión del Estado
en la conducción de la economía.
Principales corrientes liberales
Existen varias corrientes históricas liberales o
derivadas del liberalismo. Sin embargo, no todas han
tenido el mismo impacto y aceptación política,
económica y social. Las más destacadas son:

 Liberalismo clásico. Nacido de la burguesía


europea de los siglos XVII y XVIII y su lucha contra
el absolutismo monárquico y los privilegios
aristocráticos, defiende la no intromisión del poder
del rey en los asuntos civiles, la libertad de culto, el
ejercicio político y el económico. Fue un movimiento
propio del capitalismo temprano, fundamental en la
caída del Antiguo Régimen y en el surgimiento de la
Ilustración, corriente que se opuso a la intromisión
del Estado en los asuntos económicos, defendiendo
las libertades individuales a toda costa.
 Socioliberalismo. También conocido como
liberalprogresismo, capitalismo social o economía
social de mercado persigue un balance entre la
defensa de las libertades individuales y del ejercicio
económico, y la protección del Estado contra formas
injustas y excesivas del mercado —como los
monopolios y otras formas de competencia desleal
—. El socioliberalismo pretende la intervención de
un estado que garantice las condiciones propias de
producción y por eso también se lo llama estado de
bienestar.
 Minarquismo. Partidario del Estado mínimo,
sostiene que el Estado solo debe garantizar la
defensa territorial de la nación y el sostén de
la justicia y del orden público. Este modelo propone
que el resto de los asuntos económicos y sociales
debe quedar en manos privadas. Este término fue
acuñado en 1971 por el estadounidense Sam Konkin
(1947-2003).
 Anarcocapitalismo. Conocido también
como anarquismo de libre mercado o
anarcoliberalismo, propone una sociedad organizada
y carente de Estado, en la que absolutamente todos
los bienes y servicios provienen de la libre
competencia del mercado.
El liberalismo del siglo XIX fue una corriente filosófica, política y
económica que promovió la libertad del ser humano, su igualdad
política y jurídica y la búsqueda del progreso material de los
pueblos.

La socialdemocracia, es probamente, la ideología


política de moda, o con la que más se identifican los
partidos políticos actuales -supuestamente-. Esta
ideología surgió a finales del siglo XIX a partir de una
división interna del socialismo. Es difícil llegar a una
definición precisa de lo que defienden los
socialdemócratas, ya que las elaboraciones teóricas de
los grupos e individuos que se identifican con este término
han ido cambiando a lo largo de la historia.

Cuando surgido dentro del movimiento obrero marxista, la


socialdemocracia señaló la importancia de los logros de la
democracia a través del voto universal y la posibilidad de
participación política a través de asambleas populares.
Durante este período, los socialdemócratas también
abogaban por la necesidad de ampliar la democracia
más allá de la esfera política, que apunta a la
liberación de la clase obrera y la ruptura con el
sistema de clases sociales (que sería suponer también
la realización de la democracia en la esfera económica).
Poco a poco, estos partidos obtuvieron más seguidores,
ganando terreno en los parlamentos europeos,
especialmente en Alemania. El crecimiento y la
masificación de estos partidos trajeron algunas
consecuencias; la necesidad de hacer alianzas con otros
sectores (no sólo la clase obrera) y el distanciamiento
entre las bases de los partidos y sus líderes, estos últimos
cada vez más alineado con los intereses de la burguesía.

Características de los partidos políticos


socialdemócratas actualmente

La socialdemocracia actualmente propone lo siguiente:

 Una economía mixta (combinación de principios


socialistas y capitalistas) controlada democráticamente.
 Educación, cuidado de salud universal, cuidado infantil y
los relacionados servicios sociales para todos los
ciudadanos de manera gratuita (con impuestos altos).
 Un estado de bienestar, con el objetivo de que todos
tengan igualdad de oportunidades y se asegure a los
ciudadanos una buena calidad de vida, en caso de
desempleo, jubilación, etc.
 Organismos estatales que regulen la empresa
privada en defensa del trabajador y de los consumidores
(que no haya subida de precios, ni salarios bajos),
garantizando los derechos laborales (es decir, apoyar el
acceso de los trabajadores a los sindicatos), y de los
consumidores la protección y la competencia de mercado.
 Democracia representativa en el marco del estado de
derecho.
 Ecologismo y protección del medio ambiente a través
de las leyes.
 Impuestos medios/altos para financiar los gastos del
gobierno.
 Una política social secular y progresista. En pro del
aborto, matrimonio homosexual, etc.
 Promoción de la justicia social, los derechos
humanos, gros seins, derechos sociales, derechos civiles
y libertades civiles.
El socialismo democrático es un objetivo político que considera
la democracia y el socialismo como una unidad inseparable que se
realizará conjuntamente. El socialismo democrático es una variante
del socialismo que rechaza los métodos autoritarios de transición
del capitalismo al socialismo en favor de los movimientos de base
defensores de los derechos humanos y de la naturaleza con el
objetivo de la creación inmediata de descentralización y democracia
económica.
El término es de uso frecuente por los socialistas para clarificar
que su posición es tanto el socialismo como la democracia. Los
socialistas democráticos están a favor ya sea de transición
electoral al socialismo o la revolución espontánea de las masas
desde abajo para distinguirse de los socialistas autoritarios que
requieren un Estado de partido único, la posición del marxismo-
leninismo.
A pesar de que suele utilizarse como sinónimo
de socialdemocracia, es en realidad mucho más amplio, el
socialismo democrático abarca diferentes corrientes agrupadas
en lo que se conoce como izquierda política o
izquierda reformista. En cambio la socialdemocracia es
una ideología surgida en la segunda mitad
del siglo XIX en Europa, que defiende principalmente una
economía mixta y un estado de bienestar. En la actualidad, los
socialdemócratas defienden elementos del socialismo y
capitalismo, combinados en lo que se conoce como economía
mixta, sin dejar de lado los ideales de justicia social que
caracterizan a la izquierda política.
No obstante, aunque el socialismo democrático se define por
la propiedad social de los medios de producción,1 con el paso del
tiempo su definición se ha diversificado,2 esto debido a la
aparición de nuevas corrientes políticas que se autodefinen como
«socialistas democráticas», como por ejemplo
la socialdemocracia moderna —que tiene influencia en gran parte
del mundo, y especialmente en estados europeos
cómo Finlandia, Suecia, Suiza, Noruega, España, Alemania, Aust
ria y Dinamarca—, las cuáles interpretan el socialismo
democrático como una organización social en la que la propiedad
privada y la distribución del ingreso están sujetas al control
social, de modo que se defiende un sistema con
amplia regulación estatal y propiedad social limitada, creyendo
que así se produce una distribución justa del ingreso.3 Sin
embargo, el grado de regulación estatal al sector privado por
parte de tales corrientes autodenominadas «socialistas
democráticas» varía según la interpretación de las mismas.
El socialismo democrático es un movimiento internacional que no
exige una rígida uniformidad de enfoque.4 Ya sea que los
socialistas construyan su ideología en el marxismo u otros
métodos de análisis de la sociedad, ya sean inspirados por
principios religiosos o humanitarios, todos abogan por la
organización social y económica socialista.
Según el politólogo Thomas Meyer, todas las teorías de un
socialismo democrático representan un concepto igualitario de
justicia, afirman el Estado constitucional democrático, luchan por
la seguridad del estado de bienestar para todos los ciudadanos,
quieren limitar la propiedad privada de una manera socialmente
aceptable y socialmente integral, y regulan políticamente el
sector económico.5
El esclavismo fue un sistema económico predominante en
varios periodos históricos, donde la mayor parte de la
producción era realizada por personas privadas de su
libertad.

Los primeros indicios de esclavismo se remontan a épocas


antiguas. Los antropólogos e historiadores señalan que la
esclavitud empezó cuando las sociedades se
sedentarizaron, se generó un excedente económico y se
formaron las primeras clases sociales. Los que estaban en
una posición dominante podían someter a servidumbre a
los de la clase más baja.
Posteriormente con el incremento de conflictos
bélicos para ampliar territorios, también aumentaron los
prisioneros de guerra. Y en lugar de matarlos, se les
despojaba de su libertad y quedaban al servicio de una
comunidad o una persona. Generalmente se les obligaba
realizar las labores más difíciles y despreciables, tanto en el
campo como en la ciudad.

El esclavismo se consolidó como el sistema


económico predominante en varios imperios de la Edad
Antigua: 5000 a.C. al 500 d.C. Destacándose el imperio
egipcio, babilonio, asirio, griego y romano. En el Lejano
oriente y Mesoamérica también hubo esclavitud, pero no
tan acentuada como en los reinos antes mencionados.

El proceso de abolición de la esclavitud en la Modernidad

Durante el largo periodo de la Edad Media, la esclavitud


prácticamente se extinguió en Europa. Sin embargo, tras el
descubrimiento de América y la drástica reducción de la
población indígena, los colonizadores optaron por traer
esclavos africanos.

Así, el tráfico de esclavos se popularizó tanto en América


latina como en la América Anglosajona. Los países
europeos líderes en el tráfico de esclavos fueron España,
Portugal, Holanda, Francia y Gran Bretaña. Se estima que
del siglo XVI al XIX, unos 10 millones de esclavos africanos
fueron llevados al continente americano.

El ideario revolucionario francés manifestado en la


‘Declaración de los Derechos del Hombre’ marcó un antes y
un después en la construcción de un nuevo paradigma
social. Al propugnar por la igualdad y la libertad, se
contraponía a la perpetuación de la esclavitud.

En la mayoría de los países latinoamericanos se declaró la


abolición de la esclavitud al mismo tiempo en que se daban
las guerras de Independencia. Canadá declaró la abolición
de la esclavitud en 1807, Gran Bretaña en 1833, los
Estados Unidos en 1863 y España en 1880.

¿Cómo se conceptualiza la esclavitud?

La categoría de esclavitud merece un análisis teórico, que


vaya más allá de la narración histórica. Desde la
perspectiva sociológica, la creación de sistemas sociales
donde hay unas personas por encima de otras se debe a
que se crean “mitos” y se convence a los demás de vivir
bajo lo que manda el mito. Esta persuasión se da a través
de argumentos racionales, motivos de fe o imposición
violenta.

Según el análisis marxista, con el esclavismo se inaugura


un modo de producción que se podría caracterizar como
“explotación del hombre por el hombre”. El esclavo es el
explotado y el amo es el explotador. Del mismo modo que
el siervo es explotado por el señor feudal y el obrero es
explotado por el capitalista. La diferencia crucial es que el
esclavo se concibe como un medio de producción. En
cambio, el siervo y el obrero se conciben como fuerza de
trabajo.

Desde una perspectiva institucionalista, se advierte que el


mercado no existe en el vacío, sino que depende de un
marco jurídico y social. Se ha señalado que en épocas no
tan lejanas estaba permitida la comercialización de
personas. La sociedad lo aprobaba y había una estructura
legal que lo permitía.

El feudalismo es el sistema político, económico y social que


se desarrolló en los países europeos durante la Edad
Media. Este sistema se mantuvo, aproximadamente, entre
los siglos IX al XV, aunque no presentó un carácter
monolítico y uniforme durante este tiempo.

En resumen, la principal característica del feudalismo es


que dividía a la población en dos grandes grupos sociales:
señores y vasallos. Estas categorías, que se adquirían casi
exclusivamente por nacimiento, determinaba todos los
ámbitos de la vida.
La palabra feudalismo tiene su origen en el término feudo.
Un feudo no era más que el territorio que los nobles
recibían de los reyes, como pago por sus servicios, durante
la Edad Media. Por tanto, esta práctica puede señalarse
como una de las bases sobre las que se configuraría el
feudalismo.

El origen del feudalismo se sitúa en el momento en que se


desintegró el Imperio carolingio en el siglo IX. En tal
situación, los monarcas comenzaron a tener serias
dificultades para defender sus posesiones. Ello condujo a
que los reyes que reinaron tras la caída del Imperio
carolingio se viesen obligados a buscar el apoyo de nobles,
especialmente condes y marqueses, a cambio de ceder
parte del poder regio, así como tierras en los que tendrían
un poder casi absoluto: los feudos.

La estructura social, basada en el nivel social que se ocupa,


se configuraba a partir de la práctica del vasallaje y de la
servidumbre. El vasallaje, que era un pacto que
se establecía entre nobles, es decir, hombres libres, era la
protección que un hombre poderoso ofrece a otro con
menos poder, a cambio de lealtad y ayuda militar. La
servidumbre, por su parte, era la relación que existía entre
un campesino en relación con su señor feudal. El
campesino quedaba obligado a trabajar las tierras y a vivir
dentro del señorío, a cambio de cierta protección.
Entre las principales características que podemos destacar
algunas que nos ayudarán a entender en qué consiste el
feudalismo:
 División social, con fuerte jerarquización, en dos
estamentos: Señores (privilegiados) y vasallos (no
privilegiados). Entre los señores se encontraban nobles y
clero. El pueblo llano conformaba el estamento no
privilegiado. Es decir, la población que producía y pagaba
impuestos a los señores, a cambio de, teóricamente,
protección física y espiritual.
 Desaparición de un poder central y expansión de
feudos que asumían funciones estatales: Legislación,
impuestos y justicia.
 La lealtad del vasallaje configuró un sistema de
dependencia personal entre individuos: Esta lealtad
personal sustituyó a lazos basados en estados o
estructuras políticas territoriales.
 La vida rural se intensificó: Gracias al papel
preponderante de las tierras en la economía.
Consecuentemente, el mundo urbano quedó reducido a su
mínima expresión, en un proceso de desurbanización que
se inició en los últimos tiempos del Imperio romano.
 La Iglesia Católica se consolidó como un actor de
primer orden política, social, económica y
culturalmente: Con un importante poder terrenal, basado
en sus posesiones territoriales y en el prestigio adquirido.

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