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Construcción de la realidad social

Aristóteles fue, sin duda alguna, el primero en aducir que el ser humano es
un animal político, es decir, un ente que tiene la capacidad de acción, de producir,
de crear, de innovar. Es un ser racional, y cuyo raciocinio es lo que nos diferencia
de los demás animales. Además, el ser humano también cuenta con una
programación biológica como el resto de los animales, pero también cuenta con la
capacidad de autoprogramarse y es allí donde entra en juego la formación de la
sociedad y, por ende, la realidad social.
La realidad social es, en primer lugar, un proceso de socialización, un
campo donde interactúan los individuos interrelacionados entre sí por una serie de
convenciones por la cual se rigen. Por una serie de convenciones que ellos
mismos han creado para su propia convivencia. Los valores, normas, símbolos,
ideas, creencias son categorías de la realidad social con las cuales los individuos
interactúan.
Y, en segundo lugar, la realidad social es el contacto sujeto/objeto
Individuo/sociedad la cual genera conocimiento científico por su carácter
heterogéneo. Heterogeneidad que cumple con un tiempo diacrónico y sincrónico
de acuerdo a su determinado espacio histórico social, es decir que la realidad
social es heterogénea por su dimensión epistemológica de los fenómenos sociales
y por las diferentes perspectivas metodológicas que sirven para su construcción
formal. En este sentido la realidad social se presenta como una entidad dinámica y
no como un formalismo estático en el tiempo.
Es decir, que la realidad social como objeto del método científico “no es
únicamente una realidad externa, delimitada en una dimensión tiempo-espacio,
sino que se relaciona con el objeto construido por la ciencia, ya que al conocer la
realidad social se puede obtener un conocimiento de la propia sociedad”. “La
realidad social y las perspectivas metodológicas” (Cáceres, A. Pág. 352-353).
Por otro lado, la realidad social determina los modos de relación,
producción y de convivencia entre los individuos de una determinada comunidad.
Y son esos medios de relación y de producción lo que determinan la naturaleza de
la sociedad, y es lo que conocemos como el materialismo dialéctico e histórico de
Marx.
Marx, sostuvo que la sociedad a veces se presenta como una simple
apariencia de la realidad social e histórica, y esto se debe precisamente al
idealismo abstracto, que tergiversó el orden natural de la realidad social; y es
precisamente también, a la conclusión que llegó Cáceres (2014) que, según él,
cuando toda realidad se presenta como una apariencia, realidad engañosa, se
debe principalmente a que esa realidad no fue sometido a un método científico,
que permita demostrar la naturaleza de esa realidad, sino que está inficionada de
simples especulaciones teóricas sin fundamentos científicos. Y es a eso lo que él
se refiere como apariencia engañosa de la realidad social.

Cáceres (2014) Sostiene una vez más que la realidad social tiene una
proyección de dimensiones múltiples que involucran las estructuras sociales e
ideológicas con las que los individuos interactúan, es decir que éstas estructuras
es la que convierten al sujeto en actor social, y por tanto denota más bien acción
social. Una acción que transciende mecánicamente a cubrir las propias
necesidades de los individuos en su ambiente social, en su biología social.
Digo biología social, porque los individuos actúan en la sociedad
orgánicamente como un sistema, cuyos órganos están interrelacionados en su
función vital. Y esa interrelación denota la capacidad humana de abarcar la
totalidad del estudio de la realidad social. Y es allí, donde, exactamente, difiero de
Cáceres, cuando arguye que el sujeto pensante no puede abarcar el estudio de la
realidad social en su totalidad, interpretando esto como un escepticismo social.
Aunque bien es cierto, que una sola disciplina científica no puede abordad
en su totalidad toda la realidad observada, pero si cuenta con una serie de
estructuras y perspectivas metodológicas que se conectan entre sí para
aproximarse a la construcción de la realidad social.
Entre esas perspectivas metodológicas que cuenta la investigación social
se encuentra el método histórico, el método comparativo, el método cuantitativo, el
método cualitativo, entre otros, que son procedimientos que sirven de
herramientas a las distintas disciplinas científicas para abarcar el estudio sobre la
totalidad de la realidad social.
Y a manera de conclusión, son estos métodos, lo que proporcionan al
científico e investigador social, las vías necesarias que le permiten obtener
resultados demostrables y verificables para comprender la realidad social, como
forma del pensamiento humano, y como forma de acción.
Bibliografía

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