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INCISO B

1.3
B. Atención de enfermería en el control del niño
sano

•Promoción de la salud según su etapa de


desarrollo
− Valoración médica periódica
La niñez es una época de crecimiento y
cambios rápidos. Los niños tienen
controles pediátricos de niños sanos
con mayor frecuencia cuando son más
jóvenes. Esto se debe a que el
desarrollo es más rápido durante estos
años.

Cada control pediátrico incluye un


examen físico completo. En este examen, el médico verifica el crecimiento
y desarrollo del bebé o del niño pequeño con el fin de encontrar o prevenir
problemas.

El proveedor de atención médica registrará el peso, la estatura y otra


información importante del niño. Asimismo, la audición, la visión y otros
exámenes serán parte de algunas consultas o controles.

Incluso, si su hijo está saludable, los controles del niño sano son un buen
momento para enfocarse en el bienestar de su hijo. Hablar sobre maneras
para mejorar el cuidado y prevenir problemas ayuda a mantener a su hijo
saludable.

Durante las consultas o controles del niño sano, usted recibirá información
sobre temas como:

• Sueño
• Seguridad
• Enfermedades infantiles
• Qué esperar a medida que el niño crece
Anote sus preguntas y preocupaciones y llévelas con usted. Esto le ayudará
a sacar el mayor provecho de las consultas.

El proveedor pondrá atención especial a cómo está creciendo el niño en


comparación con las pautas del desarrollo normal. La estatura, el peso y el
perímetro cefálico del niño se registran en una curva de crecimiento. Esta
tabla será parte de la historia clínica del niño. Hablar sobre el crecimiento
del niño puede ser un buen punto de partida para la conversación acerca de
la salud general del niño. Pregunte a su proveedor acerca de la curva del
índice de masa corporal (IMC), que es el instrumento más importante para
identificar y prevenir la obesidad.
Su proveedor también le hablará sobre otros temas relacionados con el
bienestar como los asuntos de las relaciones familiares, la escuela y el
acceso a los servicios de la comunidad.

Existen varios calendarios para los controles del niño sano de rutina. A
continuación, se da un calendario recomendado por la Academia Americana
de Pediatría (American Academy of Pediatrics).

CALENDARIO DE ATENCIÓN EN SALUD PREVENTIVA

Una consulta con el proveedor antes de que nazca el bebé puede ser
particularmente importante para:
• Padres por primera vez
• Padres con embarazos de alto riesgo
• Cualquier padre que tenga preguntas acerca de temas como la
alimentación, la circuncisión y asuntos relacionados con la salud general del
niño
Después del nacimiento del bebé, la siguiente consulta debe ser entre 2 y 3
días después de llevar el bebé a casa (para niños que están siendo
amamantados) o cuando el bebé tiene 2 a 4 días (para todos aquellos bebés
que han sido dados de alta del hospital antes de los 2 días de haber nacido).
Algunos proveedores demoran la consulta del bebé hasta que cumple 1 a 2
semanas en el caso de padres que ya han tenido hijos anteriormente.
De ahí en adelante, se recomienda que las consultas se den en las
siguientes edades (su proveedor puede pedirle que agregue u omita
consultas dependiendo de la salud del niño o de la experiencia de los
padres):

• 1 mes
• 2 meses
• 4 meses
• 6 meses
• 9 meses
• 12 meses
• 15 meses
• 18 meses
• 2 años
• 2 1/2 años
• 3 años
• Cada año de ahí en adelante hasta cumplir los 21 años
También debe usted llamar o visitar a un proveedor en cualquier momento
en que su bebé o niño luzca enfermo o cuando usted tenga alguna
preocupación acerca de la salud o desarrollo de su hijo.

Elementos de un examen físico:

• Auscultación (escuchar los sonidos del corazón, la respiración y el


estómago)
• Ruidos cardíacos
• Reflejos infantiles y reflejos tendinosos profundos a medida que el niño
crece
• Ictericia del recién nacido, durante las primeras consultas únicamente
• Palpación
• Percusión
• Examen oftalmológico estándar
• Medición de la temperatura (ver también temperatura corporal normal)

− Crecimiento y alimentación saludable


Durante toda la vida, la alimentación juega un papel esencial en el desarrollo
del niño, pero aún más en momentos de crecimiento acelerado. Durante el
primer año, la lactancia materna, la introducción de alimentos nuevos y la
transición a la comida de los mayores
deben controlarse para evitar problemas
de nutrición.
El alimento ideal para el recién nacido es
la leche materna. Ningún otro alimento
puede sustituirla, ya que cubre las
necesidades de energía, proteínas,
vitaminas, minerales y agua, que
necesita el bebé para crecer y desarrollarse adecuadamente. El calostro,
que es el fluido que producen las glándulas mamarias durante los primeros
días posteriores al parto, es rico en proteínas, vitaminas y minerales.
Además, contiene anticuerpos y agentes antiinfecciosos y antiinflamatorios,
entre ellos las inmunoglobulinas, que tienen una gran importancia en el
fortalecimiento del sistema inmunitario, y enzimas y hormonas, que son
beneficiosas para el desarrollo y crecimiento del bebé. Además, evita el
riesgo de enfermedades infecciosas, tanto estomacales como respiratorias,
alergias, cólicos y malformaciones de huesos y dientes.
Los 4-6 primeros meses de vida se caracterizan por ser un periodo de
crecimiento rápido, especialmente para el cerebro, y como la leche materna
contiene aminoácidos y ácidos grasos, resulta ideal para satisfacer dichas
necesidades.
A partir del sexto mes, se recomienda complementar la lactancia materna
con otros alimentos como:
- Cereales. Ricos vitaminas del grupo B, que intervienen en la síntesis de
las proteínas y son esenciales para el crecimiento y el desarrollo.
- Frutas y verduras, ricos en vitaminas y minerales.
- Yema de huevo. De forma gradual y bien cocida. Contiene vitaminas
liposolubles A y D, esenciales para la formación de los huesos y los tejidos.
- Carnes. Primero, las menos grasas (pollo y pavo) y, gradualmente, la de
ternera y cerdo. Contienen cantidades
importantes de hierro, que es un
componente de la hemoglobina, necesario
para transportar el oxígeno y el anhídrido
carbónico en la sangre, y para los glóbulos
rojos, que intervienen en procesos de
obtención de energía.
- Pescados. Por orden, primero los blancos
y pasado el año de vida, los azules. Ricos
en ácidos grasos esenciales Omega 3 y
Omega 6, vitaminas del grupo B y zinc, que
colabora en los procesos de obtención de energía, es esencial para el buen
funcionamiento del sistema inmunitario o de defensas del organismo y tiene
acción antioxidante.
Un aspecto para tener en cuenta en el primer año de vida es la cantidad de
hierro que aporta la dieta, y por esto durante la infancia, se vigila
rutinariamente la aparición de anemia ferropénica. La utilización de
preparados o cereales enriquecidos con hierro y el consumo de alimentos
ricos en hierro como carnes trituradas, pueden ayudar a prevenir este
problema.
La valoración del crecimiento de los niños a través del peso y la talla refleja
el estado nutricional en la infancia. Así, existen trastornos del estado
nutricional por exceso (como es el caso de la obesidad infantil) y por
defecto (como sería el retraso de crecimiento). Las alteraciones en el
crecimiento y ganancia de peso (por exceso y por defecto) son determinadas
principalmente por el aporte de energía (calorías) y de nutrientes como las
proteínas (que actúan como “ladrillos” en el crecimiento de la estructura
corporal). Más difíciles de detectar son los déficits de micronutrientes
(vitaminas y minerales) que intervienen en numerosas funciones del
organismo. Éstos se producen con facilidad por dos motivos: cuando
la ingesta es insuficiente en energía y cuando la alimentación no es
equilibrada. En el mundo occidental, el déficit de energía y proteínas de
forma crónica es relativamente poco común, aunque puede aparecer ligado
a situaciones especiales como convalecencia, falta de apetito y otras. Sin
embargo, los déficits de micronutrientes son altamente frecuentes, como lo
demuestran revisiones sistemáticas de la literatura a nivel europeo (4-5).

− Higiene
Higiene se define como "parte de la medicina que tiene por objeto la
conservación de la salud y la prevención de enfermedades", esto es, el
conjunto de conocimientos y técnicas que deben aplicar las personas para
el control de los factores que pueden constituir riesgos para la salud.

La higiene personal es el concepto


básico del aseo, limpieza y cuidado de
nuestro cuerpo, y como es lógico los
hábitos higiénicos no son algo aislado,
sino que guardan relación con las
demás actividades fundamentales que
a diario ocupan al niño: comer, dormir,
jugar, ir al baño, mantener el cuerpo
limpio...

La mayor parte de estos hábitos son


adquiridos en los primeros tres o cuatro años de vida, y una vez
establecidos no se olvidan jamás. Existen ciertos consejos para adquirir
hábitos de higiene en la infancia que harán que estos hábitos se instalen
naturalmente en la vida de los más pequeños.

Ventajas de los hábitos de higiene


Los hábitos higiénicos presentan las siguientes ventajas para los niños
y niñas, y para las familias en general:

• Contribuyen al bienestar físico del organismo.


• Colaboran con el bienestar psíquico
del niño o niña.

• Son elementos esenciales en el


comportamiento adecuado del
individuo.

• Contribuyen a una socialización


adecuada.

• Permiten economizar tiempo y esfuerzo intelectual en el cumplimiento


de una serie de actos rutinarios de la vida diaria.

Adquisición de hábitos de higiene


La práctica de la higiene personal es una cuestión de responsabilidad
individual que se adquiere a través de un proceso de educación,
correspondiente fundamentalmente a los padres, que día a día en el hogar
actuarán de ejemplo y acompañantes en los distintos hábitos.

Sin embargo, la educación para la salud que proviene de la escuela o los


ámbitos médicos también es importante, aunque los programas de la
educación para la salud no tengan demasiada consideración en nuestro
entorno, ni en la práctica se facilite la adquisición de hábitos en lugares fuera
del hogar.

Lo fundamental es que los hábitos de higiene en la infancia no aparecen


espontáneamente, sino que los padres hemos de ayudar a los pequeños a
desarrollarlos, y acompañarlos en su aprendizaje. De este modo,
"invertimos" en salud, en un proceso que no será de semanas o meses sino
mucho más largo, según los distintos ritmos de cada niño.

− Desarrollo y estimulación temprana


La estimulación temprana tiene el objetivo de
potenciar el desarrollo físico, psicológico y
social de los niños y niñas. Esto puede
realizarse a través de diferentes dinámicas y
actividades.
Los seres humanos aprendemos interactuando con los diferentes estímulos
que nos rodean. De este modo, el desarrollo de nuestras habilidades será
mejor cuanto antes empecemos esta estimulación.
A través del siguiente post, os proponemos varias propuestas y ejercicios
de estimulación temprana para el desarrollo de los más pequeños.
¿En qué consiste la estimulación temprana?
La diferentes actividades de estimulación temprana consisten en una serie
de ejercicios cuyo objetivo es potenciar las habilidades de niños/as
y favorecer su desarrollo.
Los destinatarios de estos ejercicios son tanto niños sanos como
aquellos/as con algún tipo de trastorno o afección que afecte a su desarrollo.
Estas prácticas son beneficiosas para el desarrollo intelectual, físico y social.
Pueden empezarse desde el mismo momento del nacimiento y alargarse
hasta los 6 años. Es en este periodo cuando existe una mayor plasticidad
cerebral. Así, mediante una estimulación adecuada, el cerebro puede crear
nuevas sinapsis y circuitos neuronales. Así, se puede potenciar y mejorar la
actividad y el rendimiento de algunas de sus áreas.
Las actividades deben adaptarse a cada etapa evolutiva, ya que los hitos
son diferentes. Además, es importante que los ejercicios estén adaptados a
la edad y capacidades del pequeño.
Pueden realizarse tanto en casa como en los centros educativos o
guarderías. Así, permitirán el desarrollo o incremento de su autonomía e
independencia.
De esta manera, se obtendrán beneficios en el desarrollo físico, sensorial y
cognitivo, como también en las habilidades de comunicación.
Algunos ejercicios de estimulación temprana
A continuación, os proponemos una serie de ejercicios y actividades de
estimulación temprana. Tal y como se ha explicado, están organizados
según las diferentes etapas de desarrollo y áreas mencionadas. Son los
siguientes:
Primera etapa: Hasta los 12 meses
En esta primera etapa, empezaremos por trabajar la motricidad gruesa. Así,
es muy importante actividades que ayuden a controlar la cabeza del bebé.
Una manera de hacerlo es colocar al bebé acostado boca abajo, mostrando
juguetes o estímulos llamativos que le inciten a mantener la cabeza
levantada.
En cuanto a su desarrollo social,
podemos colocar al bebé delante de
un espejo, con una postura cómoda.
Este ejercicio facilita el
autoconocimiento corporal,
empezará a reconocerse. Podemos
realizar movimientos con los brazos
o manos para mantener su
atención.
Segunda etapa: De 1 a 2 años
En esta etapa puede trabajarse el equilibrio del niño o niña. Un buen
ejercicio es sujetar al bebé por debajo de los brazos, moviéndolo de manera
suave de un lado a otro, de delante hacia atrás. Esto le servirá para que se
enderece por sí mismo.
Tercera etapa: De 2 a 3 años
A partir del segundo año, ya se pueden realizar actividades para favorecer
el desarrollo del área cognitiva y de lenguaje. Algunas actividades
interesantes son leer en voz alta cuentos infantiles que tengan ilustraciones
para que las pueda ver. Después podemos hacerle preguntas sencillas
sobre la historia e incluso dejar que nos cuente aquello que ha entendido.
Cuarta etapa: De 3 a 4 años
Cuando haya cumplido los 3
años, se empezará a trabajar
el lenguaje y la motricidad
fina. Para ello, puede hacer
dibujos y pedirle que nos
explique lo que va dibujando.
Debemos dejar que fomente
su propia creatividad y lo haga de manera libre. También podemos dibujar
con el niño o la niña a la vez, preguntando cosas sobre el dibujo a la vez
que se avanza.
Quinta etapa: De 4 a 6 años
Para estimular tanto su coordinación como su equilibrio, empezaremos a
realizar ejercicios divertidos como por ejemplo bailar.

− Salud bucal
Los dientes sanos son
importantes para la salud
general de un niño. Desde el
momento del nacimiento, hay
cosas que se pueden hacer
para promover los dientes
sanos y prevenir caries. En los
bebés, se deben limpiar los
dientes con un paño suave y limpio o con un cepillo de dientes para bebés.
Evite acostar al niño con un biberón y revísele los dientes regularmente para
detectar manchas.
En todos los niños se debe:

• Comenzar a usar una pequeña cantidad de pasta dental con flúor a los dos
años. El doctor puede recomendar empezar antes
• Ofrecer alimentos sanos y limitar los refrigerios y las bebidas dulces
• Programar visitas periódicas al odontólogo
Formar buenos hábitos alimenticios a una edad temprana puede ayudar al
niño a tener dientes sanos para toda la vida.

¿Cómo limpiar cuando aparecen los dientes?


Una vez que sale el primer diente,
se debe utilizar un cepillo con las
características para esa edad, es
decir, que tenga el tamaño
adecuado, cabeza pequeña y que
sea suave. Además, se debe
realizar el lavado con pasta fluorada
de más de 1000 partes por millón
de flúor, por lo menos dos veces al día (en la mañana y antes de acostarse).
La cantidad de pasta varía dependiendo de la edad del niño. En general, los
menores de tres años deben utilizar una cantidad de pasta dental
equivalente a un grano de arroz crudo.
Una técnica que puede ayudar con los menores de dos años es ponerse por
detrás del niño o cepillar acostado, en el sofá o el mudador. El cepillado
debe ser de forma circular y con movimientos de arrastre incluyendo la
encía. Además, se debe cepillar suavemente la lengua, que también atrae
bacterias.
Lo ideal es tener dos cepillos, uno para que el niño muerda y otro para el
cepillado formal. Complementariamente, se sugiere usar seda dental de
manera cuidadosa y siempre aplicada por un adulto, para limpiar entre los
dientes.
Recomendaciones para una higiene adecuada en niños
Usar un cepillo dental con cabeza pequeña y cerdas suaves.
Cepillar los dientes al menos dos veces al día.
Usar pasta con fluorada de más de 1000 partes de flúor desde que
erupciona el primer diente.
El cepillado debe ser realizado por un adulto hasta aproximadamente los
nueve años. Para un correcto cepillado, se evalúa la capacidad psicomotora.
Si el niño tiene una linda letra manuscrita y se puede atar los zapatos sin
inconvenientes, estaría capacitado para realizar un cepillado efectivo. Por
esta razón, se recomienda que, al menos, los padres le “repasen” el
cepillado a los niños hasta los nueve años. Es decir, se cepilla el niño
primero y luego el adulto.
El lavado debe durar entre dos a tres minutos.
El cepillo se debe utilizar seco y una vez concluido el cepillado no hay que
enjuagar la boca.
Los cepillos se deben cambiar cada tres meses, o al verlos dañados.
Si los niños han estado enfermos, se recomienda cambiar el cepillo, ya que
pueden quedar bacterias o gérmenes.
El hilo dental contribuye a una mejor higiene y se recomienda desde los dos
años en adelante. Es importante que un adulto realice este proceso.

− Medidas de seguridad para la prevención de accidentes


Prevención de accidentes
Los accidentes son la primera
causa de mortalidad y de
problemas graves para la salud de
los niños mayores de un año. Los
más habituales son: los accidentes
de coche, caída, quemadura,
ahogo, envenenamiento y
atragantamiento.
Los lugares en los que se producen con mayor frecuencia son el domicilio,
sus alrededores y las vías y lugares públicos.
Prevención de accidentes en el domicilio
Los niños son extremadamente curiosos, tienen muchas ganas de investigar
y conocer su entorno desconociendo el riesgo que ello pueda entrañar, les
gusta imitar, y en las primeras edades, además, tienen poca estabilidad.
Si tiene que dejar en un momento dado solo a un lactante, colóquelo en la
cuna, o el parque, nunca sobre el cambiador, la cama, o un sofá sin
protección. Nunca deben permanecer solos, sin vigilancia, especialmente
en edades inferiores a 4 años, cuando tienen lugar con mayor frecuencia los
accidentes en el domicilio propio.
Se debe aprovechar todas las actividades rutinarias que se realizan en su
presencia para explicarles sus riesgos y formas de evitarlos.
La prevención de accidentes en el hogar debe comenzar en el dormitorio del
niño. Los barrotes de las cunas deben tener altura suficiente y una
separación entre ellos inferior a 15 cm. El colchón debe tener el tamaño
adecuado, sin permitir que queden espacios en los bordes.
Evitar el uso de colchones
excesivamente blandos, las almohadas
y cubrirlos con ropa excesivamente
pesada. No ate los juguetes ni el
chupete con cintas.
No deben usarse literas para los niños
pequeños. El pijama, la ropa de cama,
el mobiliario y los elementos de
decoración estarán fabricados con materiales ignífugos.
Todos los enchufes deben ser de seguridad. Las ventanas permanecerán
cerradas con dispositivos de seguridad y nunca se utilizará su repisa para
colocar juguetes. Evite la colocación de baldas o estanterías sobre la cuna
o la cama.
Los dormitorios de los adultos constituyen otro lugar de riesgo, ya que los
cajones de la mesilla de noche suele ser un sitio donde los medicamentos
permanecen mal protegidos y muy accesibles. Más del 40% de las
intoxicaciones infantiles se producen por ingestión accidental de
medicamentos. Para evitar las, los medicamentos deben guardarse en su
envase original, en un lugar fuera del alcance de los niños.
La cocina es uno de los lugares de la casa donde los riesgos de accidentes
infantiles son más frecuentes, porque en ella transcurren cosas muy
interesantes y permanecen mucho tiempo. Los armarios donde se guardan
los productos de limpieza deben tener cierres de seguridad.
Nunca se deben guardar productos tóxicos en envases diferentes de los
originales, ya que pueden confundir al niño haciéndole creer que son
bebidas. Los cajones que tengan utensilios cortantes o punzantes y las
llaves de entrada general de gas o las de apertura de la bombona deben
estar fuera del alcance de los niños.
Los mangos de las sartenes y los cazos no deben colocarse hacia fuera,
para evitar que los niños puedan tirar de ellos. Cuando esté cocinando no
deje cuchillos, objetos calientes o que se puedan romper en el borde de la
encimera o de la mesa. Los niños no deben estar solos en la cocina ni
permanecer en brazos de los adultos mientras estos cocinan.
En el cuarto de baño, los dos riesgos más importantes son la ingestión de
cosméticos y, sobre todo, el peligro de ahogamiento cuando se deja niños
pequeños en la bañera y sin la vigilancia debida. Coloque alfombras
antideslizantes en la bañera, y gradúe el agua caliente a 34-35ºC.
Mantenga los cosméticos y las hojas de afeitar fuera del alcance de los
niños, y coloque el pestillo lo más alto posible, o si no es posible anúlelo.
Nunca deje enchufado el secador, la maquinilla de afeitar ni ningún
electrodoméstico.

− Actividad y ejercicio físico


Practicar alguna actividad
física de manera habitual es
crucial para el desarrollo
físico, mental, psicológico y
social de los niños, niñas y
adolescentes. Los buenos
hábitos se adquieren
temprano en la vida.
Además, los beneficios de la actividad física incluyen ayudar a evitar las
enfermedades, prevenir el sobrepeso y obesidad, y contribuir a la salud
mental. Los menores que son activos tienen más probabilidades de
mantener una vida activa cuando son adultos.
“Se considera actividad física cualquier movimiento corporal producido por
los músculos esqueléticos que exija gasto de energía”. La actividad física
abarca el ejercicio, pero también otras actividades que entrañan movimiento
corporal y se realizan como parte de los momentos de juego. Al tiempo,
formas de transporte activas, tareas domésticas y actividades recreativas.
Entre las modalidades de actividad física se encuentran el juego físico, la
recreación, el deporte formal e informal –organizado o competitivo– y los
juegos o deportes autóctonos.
El deporte ha sido definido por la Organización Mundial de la Salud como
"todas las formas de actividad física que, a través de la participación casual
u organizada, tienen como objetivo expresar o mejorar la aptitud física y el
bienestar mental, formar relaciones sociales u obtener resultados en la
competencia a todos los niveles".
El deporte tiene importantes beneficios cuando está bien organizado y es
conducido por entrenadores calificados para desempeñar un rol positivo e
inspirador de valores que garanticen un proceso deportivo respetuoso entre
niños, niñas y adolescentes.
Todos los países y Estados reconocen los efectos positivos de la actividad
física en niños, niñas y adolescentes. A continuación, se enumeran algunos
beneficios tanto de la actividad física como de los deportes cuando estos
son guiados positivamente:
• Fortalece el organismo y evita
enfermedades
• Puede ayudar al bienestar mental
• Mejora el aprendizaje y el
rendimiento académico
Recuerde: El transportarse de manera
activa (caminar o andar en bicicleta)
son una forma de integrar la actividad
física a la vida diaria y a nuestras rutinas.

− Desparasitación intestinal
Los parásitos intestinales constituyen un
peligro real para la salud de millones de
niños en América Latina, principalmente,
porque provocan la reducción del apetito y,
en algunos casos, problemas de anemia que
pueden afectar aspectos como el
crecimiento físico, el desarrollo cognitivo y la
capacidad de atención.
Los parásitos son organismos que viven
sobre un huésped o en su interior y se alimentan a expensas de él. Por lo general, las
enfermedades parasitarias, se pueden transmitir por medio de los alimentos o aguas
contaminadas, con material fecal que contiene los huevos del parásito. Los niños en edad
preescolar y escolar son una población vulnerable para presentar parasitosis intestinales,
infecciones del tubo digestivo que se catalogan como un problema de salud pública.
“Los huevos o larvas más comunes son las lombrices intestinales que, al ser ingeridos,
se abren en los intestinos y se transforman en parásitos adultos del tamaño de un grano
de arroz; a los dos meses, las hembras ponen sus huevos en el recto, durante la noche.
Esto provoca irritaciones y escozor, generando que el niño se rasque, lleve los huevos
en las manos y los pase a otros, empezando el ciclo de nuevo”, explica el experto.
Las molestias más comunes son:
Diarrea y estreñimiento.
Dolor abdominal.
Comezón anal y nasal.
Rechinar los dientes.
Cansancio extremo.
Mareos, náuseas y gases.
“La mejor manera de prevenir infecciones
por parásitos es una buena higiene en el manejo y preparación de los alimentos, lavarse
las manos después de ir al baño y antes de comer”
¿Cuándo debo desparasitar a los niños?
Según explica el experto, la Organización Mundial de la Salud, OMS, recomienda realizar
este hábito por lo menos dos veces al año, es decir, cada seis meses a toda la familia.
“La parasitosis es un problema de salud pública por lo que es importante tomar acciones
para combatirla. Una opción es NOXOM, un moderno antiparasitario apto para actuar
sobre todo tipo de parásitos -protozoos, platelmintos, nematelmintos y trematodes-; se
puede usar tanto en niños mayores de un año como en adultos”, señala Álvarez. “Es
fundamental contar con la orientación del médico de cabecera para realizar el tratamiento
y no automedicarse”.
El especialista es enfático recordando que antes de suministrar NOXOM u otro fármaco
para combatir los parásitos, se debe consultar a un doctor que indique la dosis exacta
según la edad y peso del paciente. Por otro lado, recomienda que toda la familia se haga
la desparasitación al mismo tiempo, incluyendo las mascotas, a excepción de las mujeres
embarazadas ya que los medicamentos que se utilizan pueden ocasionar alguna
malformación al feto o embrión en desarrollo.

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