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1.1
C. Identificación del perfil epidemiológico
de la salud del niño y de la niña en México.
• Principales causas de muerte (IRAS y EDAS),
enfermedad y discapacidad infantil
− Niñas y niños de 1 a 4 años
En todo el mundo, las enfermedades
infecciosas, entre ellas la neumonía, la
diarrea y el paludismo, junto con el
parto prematuro, la asfixia y los
traumatismos perinatales y las
malformaciones congénitas siguen
siendo las principales causas de
defunción de niños menores de cinco
años. El acceso a intervenciones que
salvan vidas, por ejemplo, el parto asistido por profesionales, los cuidados
posnatales, la lactancia materna y una nutrición adecuada, la vacunación, y
el tratamiento de las enfermedades comunes en la infancia pueden salvar
de la muerte a muchos niños. Los niños malnutridos, en particular los que
padecen malnutrición aguda grave, corren mayor riesgo de defunción por
enfermedades comunes de la infancia tales como la diarrea, la neumonía y
el paludismo. Los factores relacionados con la nutrición influyen
aproximadamente en el 45% de las defunciones de niños menores de cinco
años.
Las pautas de defunción de niños mayores reflejan los perfiles de riesgo
subyacentes de ese grupo etario, con un desvío respecto de las
enfermedades infecciosas de la infancia y una aproximación hacia los
accidentes y traumatismos, en particular ahogamientos y traumatismos
causados por el tránsito. El aumento del número de defunciones por
traumatismos modifica el carácter de las intervenciones destinadas a
mejorar la supervivencia de los niños mayores. Las medidas del sector
sanitario orientadas a prevenir y tratar enfermedades infecciosas de la
primera infancia se reorientan hacia otros sectores gubernamentales, en
particular los de educación, transporte e infraestructura vial, agua y
saneamiento y aplicación de la ley. Todos esos sectores deben trabajar
conjuntamente para prevenir las defunciones prematuras de niños
mayores.
de 5 a 14 años:
− Adolescencia 15 a 19 años
En 2019 murieron más de 1,5 millones de adolescentes y jóvenes adultos
de entre 10 y 24 años, lo que supone casi 5000 al día.
De todos los grupos de edad, el que presenta el menor riesgo de muerte es
el de los jóvenes adolescentes de entre 10 y 14 años.
Las principales causas de defunción de adolescentes y jóvenes adultos son
las lesiones y los traumatismos (incluidos los causados por el tránsito y los
ahogamientos), la violencia, las conductas autolesivas y las dolencias
ligadas a la maternidad.
La mitad de todos los trastornos de salud mental en la edad adulta
comienzan antes de los 14 años, pero en la mayoría de los casos no son
detectados ni tratados.
El hecho de empezar tempranamente a consumir sustancias está asociado
a un mayor riesgo de caer en dependencias y otros problemas durante la
vida adulta. El abuso de sustancias afecta a las personas jóvenes de forma
desproporcionada, en comparación con las personas de más edad.
A escala mundial, cada año dan a luz 43 de cada 1 000 chicas de entre 15
y 19 años.
Situación nacional
La incidencia de los virus respiratorios en los dos últimos años, de acuerdo
con el Instituto Nacional de Salud, muestra que en 2010 el virus sincitial
respiratorio causó el 62% de los casos estudiados, seguido de Influenza
AH1N1 (18%), Para influenza (8%) Influenza A estacional (6%), Influenza
B (3%) y los adenovirus (3%).
La población más afectada son los menores de 5 años y los principales
síntomas son: fiebre, malestar general, congestión y secreción nasal,
asimismo también se pueden presentar síntomas como tos, dolor de
garganta, expectoración y dificultad para respirar.
• Prevalencia de emaciación o desnutrición en
menores de 5 años
En México, 1 de cada 8 niños menores de 5 años presentan una talla baja
(moderada o severa) para su edad.
La falta de una dieta suficiente, variada y nutritiva está asociada con más de
la mitad de las muertes de niños en todo el mundo. Cuando padecen
desnutrición, son más propensos a morir por enfermedades y presentar
retraso en el crecimiento durante el resto de su vida. No es necesario un
grado avanzado de desnutrición para sufrir consecuencias graves; tres
cuartas parte de los niños que mueren por causas relacionadas están sólo
ligera o moderadamente desnutridos.
Los niños, niñas y adolescentes de los estados del sur del país tienen
alrededor del doble de probabilidades de tener bajo peso o talla para su
edad, como consecuencia de la desnutrición crónica, que los que viven en
el norte. Esta diferencia también se presenta al comparar las zonas rurales
con las urbanas. Los hogares de bajos recursos y los hogares indígenas, sin
importar el estado en el que se encuentren, son los más propensos a la
desnutrición infantil.
Los niños de entre 1 y 2 años presentan los porcentajes más altos de
desnutrición crónica. Este grupo coincide con la edad a la que muchos
bebés dejan de ser amamantados, lo que refleja la importancia de la
lactancia materna en la buena nutrición durante la primera infancia.
En 2012, la resolución WHA65.6 respaldó un Plan integral de aplicación
sobre nutrición de la madre, el lactante y el niño pequeño donde se fijaron
seis metas mundiales de nutrición para 2025. El presente documento
normativo se refiere a la sexta de esas metas: reducir y mantener por debajo
del 5% la emaciación infantil. El objeto de este documento normativo es
reforzar la atención, la inversión y la acción en una serie de intervenciones
y políticas costoeficaces que puedan ayudar a los Estados Miembros y sus
asociados a reducir la tasa de emaciación infantil.
• Prevalencia de baja talla en menores de 5 años
La falta de una dieta suficiente, variada y nutritiva está asociada con más de
la mitad de las muertes de niños en todo el mundo. Cuando padecen
desnutrición, son más propensos a morir por enfermedades y presentar
retraso en el crecimiento durante el resto de su vida. No es necesario un
grado avanzado de desnutrición para sufrir consecuencias graves; tres
cuartas parte de los niños que mueren por causas relacionadas están sólo
ligera o moderadamente desnutridos.
Los niños, niñas y adolescentes de los estados del sur del país tienen
alrededor del doble de probabilidades de tener bajo peso o talla para
su edad, como consecuencia de la desnutrición crónica, que los que
viven en el norte. Esta diferencia también se presenta al comparar las
zonas rurales con las urbanas. Los hogares de bajos recursos y los hogares
indígenas, sin importar el estado en el que se encuentren, son los más
propensos a la desnutrición infantil.
También puede ocurrir que, una persona activa físicamente (es decir,
que cumple las recomendaciones), sea sedentaria porque pase mucho
tiempo seguido sentada, por ejemplo, en el trabajo.
Si bien es ilegal que los menores de 21 años beban alcohol, los hallazgos
muestran que las personas de 12 a 20 años consumen un décimo de todo
el alcohol consumido en los Estados Unidos.