Está en la página 1de 5

Metabolismo de la bilirrubina.

La bilirrubina es un tetrapirrol lineal liposoluble que procede del metabolismo del hemo.
El 85% proviene de la hemoglobina de los hematíes circulantes maduros, destruidos en
el sistema reticulohistiocitario. El 15% de la bilirrubina restante procede del catabolismo
de hemoproteínas tisulares, como la mioglobina, las catalasas y los citocromos, en
particular el citocromo P450, y de la destrucción en la médula ósea de hematíes
inmaduros (Berzigotti & Navasa Anadón, 2020).

En condiciones funcionales, en el adulto humano se destruye 1 a 2 x108 eritrocitos


cada hora. Cuando la hemoglobina es catabolizada, la porción proteínica globina puede
ser usada nuevamente como tal o bajo la forma de sus aminoácidos constituyentes. El
hierro del grupo hemo entra a la fuente común de hierro para también ser reutilizado.
Sin embargo, la porción porfirinica es degradada y eliminada. Al envejecer, los
sistemas metabólicos de los hematíes se hacen menos activos y más frágiles; en este
momento la célula se rompe al pasar a través de un punto estrecho de la circulación, lo
que ocurre principalmente en el bazo. La hemo-oxigenasa actúa sobre la hemoglobina
formando cantidades equimolares de monóxido de carbono, hierro y biliverdina
(Desconocido, 2021).

El catabolismo del grupo hem a partir de todas las proteínas hémicas parece llevarse a
cabo en la fracción microsomal de las células mediante un complejo enzimático
llamado hem oxigenasa.

Cuando el grupo hem llega a las microsomas el hierro se halla en forma férrica,
constituyendo la hemina. En una serie de pasos el ión férrico es liberado, se produce
monóxido de carbono y biliverdina. Posteriormente, una enzima llamada biliverdina
reductasa reduce este compuesto a bilirrubina, un pigmento de color amarillo. Estas
reacciones se llevan a cabo principalmente en las células del sistema retículo endotelial
(mononuclear-fagocítico). La bilirrubina es el producto final del catabolismo del grupo
hem. (Carvajal, 2009)
Una vez formada, la bilirrubina pasa a la circulación sanguínea y se une a la albúmina,
que mantiene la bilirrubina en el espacio extravascular. Esta unión es reversible y, en la
sinusoide hepática, el complejo albúmina-bilirrubina se disocia. La albúmina permanece
en el espacio extravascular y la bilirrubina es captada por el hepatocito por la acción de
dos proteínas citoplasmáticas, Y (ligandina) y Z, en un proceso de difusión facilitada. La
bilirrubina se conjuga en el retículo endoplásmico y se transforma en glucurónido de
bilirrubina. Esta esterificación se realiza gracias a la transferencia de glucurónido
procedente del ácido uridindifosfato-glucurónido (UDPGA) a la bilirrubina, en presencia
de una enzima, la glucuroniltransferasa, que actúa como catalizador.

Debe notarse que menos del 1 por ciento de la bilirrubina de la bilis es no conjugada.
Es importante mantener una baja concentración de bilirrubina no conjugada, pues este
compuesto parece ser un factor iniciador de los cálculos biliares.

La bilirrubina existe en la sangre principalmente unida a la albúmina por su escasa


solubilidad en el plasma. La unión bilirrubina-albúmina depende de la concentración de
ambas moléculas y de la afinidad de unión entre ellas. Albúmina   bilirrubina no unida
Albúmina-Bilirrubina unida. De la ecuación química anterior puede notarse que hay una
cierta cantidad pequeña de bilirrubina no conjugada no unida (llamada también
bilirrubina libre o no unida a la albúmina (Carvajal, 2009).

En el hombre, el principal pigmento biliar que se encuentra en la bilis es el


diglucurónido de bilirrubina (el 80% de todo el pigmento), que se forma
secuencialmente a partir del monoglucurónido, reacción catalizada igualmente por la
glucuroniltransferasa. De esta forma, la bilirrubina libre o no conjugada, sustancia
tóxica y liposoluble, se transforma, al conjugarse, en un producto atóxico y soluble en el
agua, capaz de ser eliminado por la bilis. Una vez convertida en un pigmento
hidrosoluble, la bilirrubina es excretada de la célula hepática al canalículo biliar para
formar parte de la bilis.

La bilirrubina excretada por la bilis alcanza el intestino por las vías biliares. En su
interior, la bilirrubina conjugada se transforma de novo en bilirrubina libre, la cual es
absorbida por la mucosa enteral y, mediante un mecanismo de difusión pasiva, alcanza
el sistema venoso portal, llega al hígado y es reexcretada por la bilis. De esta forma se
establece la circulación enterohepática de la bilirrubina. Parte de la fracción conjugada
se transforma por la acción de las bacterias intestinales en estercobilinógeno, el cual
es, en parte, reabsorbido por el colon, pasa a la circulación general y es reexcretado
por el hígado a la bilis. La circulación enterohepática de la bilirrubina y la del
estercobilinógeno son muy escasas. Diariamente se eliminan por las heces 100-200 mg
del último. Una cantidad muy pequeña, que no puede ser reexcretada por el hígado
normal, es eliminada por la orina en forma de urobilinógeno (menos de 4 mg/día).
Estas dos sustancias son oxidadas hasta formar productos químicamente iguales, la
urobilina y la estercobilina (Berzigotti & Navasa Anadón, 2020)

La bilirrubina directa tomada por los lisosomas y el aparato de Golgi es sacada


activamente hacia los canalículos biliares, de los canalículos a la vesícula biliar y luego
al intestino delgado. Por acción de las bacterias intestinales, se transforma en
urobilinógeno y se elimina por heces como estercobilinógeno. La bilirrubina conjugada
que llega al duodeno es en parte reabsorbida en la mucosa intestinal. Por circulación
enterohepática, la mayor parte (90%) vuelve al hígado y reinicia el circuito hacia al
intestino. El 10% se excreta por orina ya que llega al riñón por la circulación general y
filtra a través del glomérulo renal.

En el neonato, debido a la ausencia de una flora bacteriana normal, en los primeros


días de vida la materia fecal no tiene coloración. La bilirrubina es desconjugada por
medio de la enzima ß-glucoronidasa de la pared intestinal. El producto final de esta
desconjugación es bilirrubina no conjugada, que es re-absorbida en el intestino y unida
a la albúmina. Es llevada a través de la circulación enterohepática hacia el hígado, para
su nueva captación y conjugación. A medida que se desarrolla la flora bacteriana se
incrementa la formación de los urobilinógenos fecales.

Alteraciones del metabolismo de los pigmentos biliares:


La bilirrubina normal del adulto y del niño mayor es menor de 1 mg/dl. Cuando la cifra
de bilirrubina en la sangre excede de 1 mg/dl, existe hiperbilirrubinemia. La bilirrubina
se acumula en sangre, y cuando alcanza una cierta concentración difunde a los tejidos.
Este signo se denomina ictericia y se evidencia por la coloración amarilla en piel y
mucosas, manifestación clínica muy común. La hiperbilirrubinemia puede deberse a
una producción excesiva de este pigmento o a una deficiencia en su excreción y se
observa en numerosas enfermedades, que van desde la hepatitis viral hasta cáncer de
páncreas.

La ictericia en los adultos aparece con valores de bilirrubina mayores de 2 mg/dl. Para
que un recién nacido esté ictérico la bilirrubina debe ser mayor de 7 mg/dl. Más del
50% de todos los recién nacidos y un porcentaje más alto de prematuros desarrollan
ictericia. Más del 5% de los recién nacidos a término normales presentan valores de
bilirrubina mayores de 13 mg/dl. La hiperbilirrubinemia puede deberse a la producción
excesiva de bilirrubina que el hígado normal puede excretar o puede resultar de la
insuficiencia del hígado dañado para excretar la bilirrubina producida en cantidades
normales. La obstrucción de conductos excretorios del hígado, también causará
hiperbilirrubinemia (Desconocido, 2021).

Bibliografía
Berzigotti, A., & Navasa Anadón, M. (2020). Generalidades . ClinicalKey, 239-249.

Carvajal, C. C. (2009). Bilirubin: metabolismo, pruebas de laboratorio e hiperbilirrubinemia. SciELO.

Desconocido. (2021). https://fhu.unse.edu.ar/carreras/obs/anatomo/metabili.pdf. Obtenido de


https://fhu.unse.edu.ar/carreras/obs/anatomo/metabili.pdf.

También podría gustarte