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Recurso de Casación Penal No.

110-2009 1 CERTIFICACION

La Infrascrita Secretaria General de la Corte Suprema de Justicia, CERTIFICA la sentencia que


literalmente dice: “EN NOMBRE DEL ESTADO DE HONDURAS LA CORTE SUPREMA
DE JUSTICIA, en Tegucigalpa, Municipio del Distrito Central, a los veinticuatro días del mes
de enero de de dos mil doce, por medio de la SALA PENAL, integrada por los
MAGISTRADOS MARTHA CLEMENTINA BENITEZ SANCHEZ , YOSSELIN SORTO y
MAIDA AYESTA SORTO, dicta sentencia conociendo del Recurso de Casación pos Infracción
de Ley, interpuesto contra la sentencia de fecha ocho de septiembre de dos mil ocho, dictada por
el Tribunal de Sentencia de La Ceiba , Departamento de Atlántida mediante la cual falló 1º.-
CONDENANDO al acusado WALTER IVAN VELASQUEZ BFRAVO., a la pena de CINCO
(5) AÑOS SEIS MESES DE RECLUSION, por el delito de ESTAFA en perjuicio de ZOILA
ROSALES - CONDENANDO al acusado WALTER IVAN VELASQUEZ BRAVO., a la pena
de UN AÑO (1) CON SEIS MESES DE RECLUSION, por el delito de DESOBEDIENCIA en
perjuicio de LA ADMINISTRACION PUBLICA.-3º.-CONDENANDO al Señor J. A. M. B., a
las penas accesorias de INHABILITACION ABSOLUTA E INTERDICCION CIVIL 4º.-
DECLARANDO al condenado WALTER IVAN VELASQUEZ BRAVO., la responsabilidad
civil del importe de la reparación de los gastos ocasionados y de la compensación e
indemnización de los perjuicios causados.-5º.-No CONDENO al acusado en costas. SON
PARTES: Interpuso el Recurso de Casación por Infracción de Ley, el Abogado OMAR ERZU.,
en su condición de Apoderado Defensor del encausado WALTER IVAN VELASQUEZ
BRAVO. HECHOS PROBADOS Este Tribunal declara expresa y terminantemente probados
los hechos siguientes: PRIMERO: El día siete de abril de mil novecientos ochenta y seis, los
señores ZOLIA ROSALES. y el señor WALTER VELASQUEZ celebraron un contrato de
promesa de venta de un inmueble, conformado por un lote de terreno, con mejoras consistentes
en una casa de habitación, ubicado en la urbanización denominada M., en ésta ciudad de La
Ceiba, Departamento de Atlántida ; Mediante el convenio, la primera en su condición de
compradora se comprometió a entregar VEINTE MIL LEMPIRAS (L.20.000.00), lo que hizo
en el acto y a pagar las cuotas mensuales restantes, que el señor Walter Velásquez debía a la
Recurso de Casación Penal No. 110-2009 2 Financiera La Constancia Asociación de Ahorro y
Crédito, en calidad de préstamo hipotecario que sumaban la cantidad de ONCE MIL
SEISCIENTOS CINCUENTA LEMPIRAS (11,650.00), pago que también efectuó la señora E.
M. G. en el año de 1992. Ambas partes contractuales, acordaron que al efectuarse los pagos
antes descritos, el señor WALTER VELASQUEZ, extendería la escritura correspondiente. No
obstante el convenio, el señor WALTER VELASQUEZ nunca pretendió cumplir con lo
pactado, en virtud que abusando de la confianza que le tenia la señora ZOLIA ROSALES.,
había planificado inducirla en error, haciéndole creer de la veracidad de su interés de ejecutar el
contrato de compra y venta sobre el bien inmueble referido, una vez finalizadas las contra
prestaciones de ambas partes, todo con el propósito de afectarle patrimonialmente y él obtener
una ventaja económica cuantificable.-SEGUNDO: El veinticinco de septiembre de 1995, el
Juzgado de Letras Primero de lo Civil de la ciudad de La Ceiba , Atlantidas, dictó sentencia
definitiva en la que resolvió lo siguiente: 1) Declaró con lugar la Demanda Ordinaria de Hacer
para la Suscripción de un Contrato de Compraventa, interpuesta por la señora ZOLIA
ROSALES.. 2) Ordenó al señor WALTER VELASQUEZ, que en el término de quince días
procediera al otorgamiento de la escritura de compraventa prometido en venta a la señora
ZOILA ROSALES., quien previamente debía pagar L.3624.42, al señor WALTER
VELASQUEZ, en concepto de devolución, dado que éste había enterado dicha suma a la
Constancia.3) Declaró sin lugar la demanda ordinaria de resolución de un contrato promovida
por la vía de la reconvención por el señor WALTER VELASQUEZ. La sentencia de mérito fue
confirmada por la Corte de apelaciones de La Ceiba, Atlantida, mediante sentencia proferida el
cuatro de marzo de 1996 y que fue objeto de recurso de casación ante la Corte Suprema de
Justicia, la que en su fallo de fecha veintitrés de septiembre de 1998, resolvió declarar sin lugar
el recurso y confirmar la sentencia dictada por el Juzgado de Letras Primero de lo Civil a favor
de la señora ZOILA ROSALES..- No obstante lo anterior, el señor J. A. M. B. decidió buscar
los medios que estuvieran a su alcance para desatender abiertamente esa orden jurisdiccional ya
individualizada, que le compelía a realizar el acto cierto y determinado de Recurso de Casación
Penal No. 110-2009 3 cumplir con el otorgamiento del contrato de compra y venta
referenciado.- TERCERO: Para omitir la ejecución de lo debido y declarado judicialmente, todo
con el propósito preconcebido de beneficiarse con la retención de un patrimonio que legalmente
debía transferir a la señora ZOILA ROSALES., el señor WALTER VELASQUEZ. nuevamente
buscó ardides y astucias procesales para transferir indebidamente la propiedad del bien
inmueble a otras personas, con quienes guardaba vínculos personales muy estrechos, con la idea
del retorno dominical del bien inmueble, una vez trascurrido un tracto sucesorio complejo, para
eludir así una vez más, la cumplimentación de su obligación traslaticia de dominio con la señora
ZOILA ROSALES. Así en fecha 19 de abril de 1999 el Licenciado LUIS CABALLERO., en su
condición de endosatario en procuración de un Pagaré, propiedad del señor C. R., promovió una
demanda ejecutiva de pago en contra del señor WALTER VELASQUEZ., por la suma de L.
300,000.00, mas intereses moratorios, gastos y costas del juicio, ante el Juzgado de Letras
Seccional de Tela Atlántida. En el transcurso del juicio se embarga el bien inmueble objeto del
presente juicio y se ordena la prohibición de celebrar actos y contratos sobre el mismo, haciendo
las inscripciones respectivas en el registro de la Propiedad. El 18 de enero del año dos mil, se
llevó a cabo Audiencia de remate en el juzgado de letras seccional de Tela Atlántida , en la cual
se adjudica el bien en litigio al señor C. R. El día veintidós de marzo de ese mismo año, se
adjudicó el bien mencionado en venta forzosa, mediante instrumento público número 3587
otorgado ante los oficios del Notario Público H. R. M. M. por el señor Juez de Letras Seccional
de Puerto Cortés, el Licenciado J. L. C. y el señor C. R..- CUARTO: El veinte de diciembre del
año 2000, el señor C. R., mediante instrumento público número 3766 otorgada ante el Notario
público P. R. P., vende el bien inmueble en cuestión a la señora Z. E. A. A., por la cantidad de
L.10, 000.00; dicho instrumento fue inscrito en el Registro de la Propiedad inmueble y
mercantil bajo el asiento número … del Tomo ... El 27 de abril de dos mil uno la señora ZOILA
ROSALES., interpone una demanda de nulidad de Escritura de la compraventa forzosa
realizada en Puerto Cortés, ante el Juzgado Primero de lo Recurso de Casación Penal No. 110-
2009 4 Civil de ésta ciudad. En el transcurso de dicho proceso, el 29 de mayo de 2001, el
Juzgado dicta la medida precautoria de prohibición de celebrar actos y contratos, pero no fue
posible cumplimentar la comunicación. La señora E. M. G., presentó Demanda de nulidad de
escritura de la compraventa otorgada por el señor C. R. a favor de la señora ZOILA ROSALES.,
el 20 de noviembre de 2003, ante el juzgado de Letras Primero de lo Civil, el que ordena la
Prohibición de Celebrar actos y contratos sobre el bien inmueble objeto de litigio, pero la
comunicación es devuelta al Juzgado por el Instituto de la Propiedad, sin cumplimentarse
debido a que el inmueble ya había sido traspasado a favor de la señora A. L. E., esposa del
encausado señor WALTER VELASQUEWZ., mediante escritura pública número …, otorgada
el 16 de julio de 2003, ante los oficios del Notario Público Z. A. T., por el valor de L.10,000.00,
la que fue inscrita en el Libro del registro de la propiedad Inmueble y Mercantil bajo el asiento
número 4996 del tomo 119.-En el año 2004, la señora E. M. G., presenta diligencias
prejudiciales contra la señora A. L. E. para que el Juzgado ordene la prohibición de celebrar
actos y contratos ante el Juzgado de letras Primero de ésta ciudad, resolviendo dicho juzgado,
que previo a otorgar dicha medida deberá rendir garantía por la suma de L.380,400.00.-A los
veintitrés días del mes de agosto del año dos mil cuatro, la señora A. L. E. comparece ante el
Notario Público R. H. L. F., a otorgar escritura de compraventa a favor de su hijo el señor L. A.
M. E., por el convenido precio de L.10, 000.00, instrumento que es inscrito en el Instituto de la
Propiedad Inmueble y mercantil de ésta sección registral bajo el asiento número 100 del Tomo
4902, denotando con desencarnada astucia un propósito preexistente de WALTER
VELASQUEZ. de defraudar a la señora E. M. G. por medio del engaño de hacerle creer en la
intención cierta de cumplir la promesa de venta de un bien inmueble, a modo que el acto
significare una ventaja económica su favor y un perjuicio para la señora ZOILA ROSALES..” C
O N S I D E R A N D O I.- El Recurso de Casación por Infracción de Ley, interpuesto por el
Abogado J. C. B. H., como Apoderado Legal Defensor del Señor WALTER VELAQUEZ.,
reúne los requisitos exigidos por la ley, por lo que procede su Recurso de Casación Penal No.
110-2009 5 admisibilidad, siendo procedente pronunciarse sobre la procedencia o
improcedencia del mismo. II.- EL ABOGADO J. C. B. H., PROCEDIO A FORMALIZAR SU
RECURSO DE CASACION POR INFRACCION DE LEY DE LA MANERA SIGUIENTE:
“EXPOSICION DE LOS MOTIVOS DE CASACION POR INFRACCION DE LEY.-
PRECEPTO AUTORIZANTE: El precepto autorizante de la presente casación se encuentra
comprendido en el párrafo primero del Artículo 360 del Código Procesal Penal, que dice: Habrá
lugar al Recurso de Casación por infracción de Ley o de doctrina legal, cuando dados los hechos
que se declaren probados en la sentencia, se haya infringido un precepto penal u otra norma
jurídica de carácter sustantivo, que deba ser observada para la aplicación de la ley penal o un
principio de doctrina legal también d carácter sustantivo.- PRIMER PRECEPTO PENAL QUE
SE CONSIDERA INFRINGIDO POR SU INTERPRETACION ERRONEA: Artículo 240 del
Código Penal, que dice: Comete el delito de estafa quien con nombre supuesto, falsos títulos,
influencia o calidad simulada, abuso de confianza, fingiéndose dueño de bienes, créditos,
empresas o negociación o valiéndose de cualquier artificio, astucia o engaño, indujere a otro en
error, defraudándolo en provecho propio o ajeno.- El Tribunal sentenciador recurrido
básicamente establece como hechos probados para condenar a mi cliente lo siguiente: a) La
señora ZOILA ROSALES. y el señor WALTER VELASQUEZ., celebraron un CONTRATO
DE PROMESA DE VENTA de un inmueble y sus mejoras, por el cual, la promitente
compradora le entregó al promitente vendedor, en el acto de celebrar dicho contrato, la cantidad
de VEINTE MIL LEMPIRAS, conviniéndose, además, que la señora E. M. G. pagaría el saldo
que el señor WALTER VELASQUEZ. debía a la CONSTANCIA, ASOCIACION DE
AHORRO Y PRESTAMO, por el crédito hipotecario que había adquirido relacionado con dicho
inmueble y mejoras, y que una vez efectuado el pago del saldo, don WALTER VELASQUEZ.
procedería a extenderle el titulo o escritura de dominio correspondiente; no obstante, efectuado
el pago del saldo de ONCE MIL SEISCIENTOS CINCUENTA LEMPIRAS por parte de la
señora ZOILA ROSALES. a la CONSTANCIA, el señor WALTER VELASQUEZ. nunca
pretendió cumplir con lo pactado, pues, abusando de la confianza que le tenía la señora ZOILA
ROSALES., había planificado inducirla en error, haciéndole creer estar interesado en ejecutar el
contrato después de finalizadas las contraprestaciones de ambas partes, con el propósito de
afectarle patrimonialmente y obtener una ventaja económica cuantificable.-b) El Juzgado
Primero de Letras de lo Civil de la ciudad de La Ceiba Atlántida, en la Demanda Ordinaria de
Hacer para la suscripción de un contrato, promovida por E. M. G. en contra de WALTER
VELASQUEZ., y mediante sentencia definitiva de fecha 25 de Septiembre de 1995, condenó al
señor WALTER VELASQUEZ. a que en el término de quince días, contados a partir de la
notificación de la sentencia, procediera al otorgamiento de la escritura de compraventa a favor
de la señora ZOILA ROSALES.; dicha sentencia fue confirmada por la Corte de Apelaciones
de la misma ciudad, mediante sentencia proferida el 4 de Marzo de 1996, lo mismo por la Corte
Suprema de Justicia, mediante sentencia de fecha 23 de Septiembre de 1998, con la que declaró
no ha lugar el recurso de casación.- Sin embargo, el señor WALTER VELASQUEZ. buscó los
medios que estuvieran a su alcance para desatender abiertamente esa orden jurisdiccional ya
individualizada, que le compelía a realizar el acto cierto y determinado de cumplir con el
otorgamiento del contrato de compraventa referenciado.-c) Para eludir la ejecución de lo debido
y declarado judicialmente, y beneficiarse con la retención de un patrimonio que legalmente
estaba obligado a transferir, el señor WALTER VELASQUEZ., mediante ardides y astucias
procesales para transferir el inmueble a otras personas, con quienes guardaba vínculos
personales muy estrechos, hizo que el 19 de Abril de 1999, el señor C. R. promoviera una
Demanda Ejecutiva de Pago en su contra, para el pago de TRESCIENTOS MIL LEMPIRAS,
mas intereses moratorios, gastos y costas del juicio, donde se embarga el inmueble y mejoras
objeto del juicio de obligaciones de hacer antes referido.- Así, el 18 de enero del año 2000, en
audiencia de remate se adjudica dicho inmueble y mejoras al acreedor ejecutante en pago de su
crédito y, el 22 de Marzo del 2000 se extiende la escritura de venta forzada a dicho acreedor.- El
20 de Diciembre del 2000, el señor C. R. vende dicho inmueble y mejoras a la señora z. E. A.
A., y ésta se lo vende a la señora A. L. E. el 16 de Julio del 2003.- Finalmente, la señora A. L.
E. se lo vende al señor L. A. M. E. el 23 de Agosto del 2004.- La señora ZOILA ROSALES,
promovió Demanda Ordinaria de Nulidad del Contrato de Compraventa Forzada en el Juzgado
Primero de Letras de lo Civil de LA Ceiba , la que no prosperó; lo mismo hizo contra los otros
contratos de compraventa, pero ninguna prosperó. - Todo lo acontecido se ejecutó con astucia y
propósito preexistente del señor Walter velasquez. de defraudar a la señora E. M. G., por medio
del engaño de hacerle creer la intención cierta de cumplir la promesa de venta de un inmueble, a
modo que el acto significara una ventaja económica a su favor y en perjuicio de la señora E. M.
G.- EXPLICACION DEL SENTIDO O CONCEPTO DE LA INFRACCION: Incurre el
Tribunal Sentenciador en la Infracción de la norma penal antes transcrita, por su interpretación
errónea así: a) Uno de los elementos de la norma penal infringida, como ser: abuso de
confianza, lo interpreta erróneamente, pues, este elemento no existió entre la ofendida y el
acusado, y solo existió entre la señora ZOILA ROSALES y A. L. E., tal como lo declaró la
misma ofendida en el debate y lo expresa el Tribunal sentenciador en la valoración de la
prueba.- Por otro lado, ponerse en estado de insolvencia o tomar una actitud pasiva durante el
trámite del juicio ejecutivo donde se remató y adjudicó forzosamente a otro acreedor el
inmueble ofrecido en venta, no son elementos del delito de estafa, por el cual también se comete
una interpretación errónea de la norma penal infringida..- b)El incumplimiento de la obligación
de hacer declarada en juicio, la Demanda Ejecutiva promovida contra mi cliente, su ejecución y
adjudicación en venta forzada del inmueble a favor de don C. R. por Juzgado de Letras
competente, lo mismo que la serie de ventas realizadas a terceros sobre dicho inmueble, no se
subsumen dentro del elemento astucia o engaño que son partes del delito de estafa, en
consecuencia, el Tribunal sentenciador comete una infracción de la ley penal antes transcrita, al
interpretar erróneamente estos elementos como abuso de confianza, astucia o engaño, ni forman
parte de las circunstancias agravantes que señala el Artículo 27 del Código Penal, por lo que los
perjuicios sufridos por la demandante durante el trámite de la Demanda Ordinaria de
Hacer, a los que el Tribunal sentenciador les da la calidad de circunstancias agravantes, también
constituye una interpretación errónea del precepto legal transcrito.- c) El hecho de que se haya
promovido la Demanda Ejecutiva de Pago en el Juzgado de Letras Seccional de Tela, Atlantida,
tampoco constituye el elemento de artificio (ardid y estratagema) del delito de estafa, mucho
menor el mismo delito de estafa, ya que dicha demanda se promovió en dicho lugar porque el
titulo ejecutivo fue suscrito por el deudor en dicha ciudad puerto, por lo que dicho Tribunal era
el competente para ejecutarlo, en consecuencia, el Tribunal sentenciador hace una interpretación
errónea del precepto penal que por tal razón se considera infringido.-SEGUNDO PRECEPTO
PENAL QUE SE CONSIDERA INFRINGIDO POR SU INTERPRETACION ERRONEA:
Artículo 346 del Código Penal, que dice: Quien desobedezca a una autoridad negándose
abiertamente a dar el debido cumplimiento a sentencias, resoluciones u órdenes dictadas dentro
de los límites de su competencia y revestidas de las formalidades legales, será penado con
reclusión de uno (1) a tres(3)años.- EXPLICACION DEL SENTIDO O CONCEPTO DE LA
INFRACCION: Incurre el Tribunal Sentenciador en la Infracción de la norma penal antes
transcrita, por su interpretación errónea, así: a) En el caso del delito de desobediencia que se le
atribuye a mi cliente, el Tribunal sentenciador interpreta erróneamente la norma penal transcrita,
ya que considera que la desatención y evasión por parte de mi cliente en el cumplimiento de la
obligación declarada en sentencia definitiva dictada por el Juzgado de Letras de lo Civil de la
ciudad de San Pedro Sula, constituye un elemento comprendido dentro del delito de
desobediencia, y como lo repito, esto es una interpretación errónea que hace de dicho precepto
penal el Tribunal sentenciador, ya que no consta probado que dicha sentencia civil se haya
ejecutado por la vía de apremio, conforme a la formalidades legales que mandan los Artículos
223, 227 y 511 del Código de Procedimientos Civiles, es decir, no consta probado en juicio que
a mi cliente se le haya notificado y requerido personalmente a través de un Funcionario judicial
para que dentro del término judicial de quince días procediera a suscribir u otorgar la escritura
de compraventa del inmueble prometido en venta, con la advertencia que de no hacerlo podrá
proceder el Juez que conoce del litigio, por ende, no consta que se haya negado cumplir con
dicha sentencia.-b) Por otra parte, el desconocimiento o ignorancia de lo resuelto por los
órganos jurisdiccionales de lo civil y, por ende, el incumplimiento de ello por parte del acusado,
tampoco forman parte de los elementos del delito de desobediencia por el cual se condena a mi
cliente, de ahí, resulta que el Tribunal sentenciador vuelve a cometer una interpretación errónea
del precepto penal en cuestión., ya que a esto le atribuye una abierta desobediencia.-Fundo el
presente escrito en los Artículos: 80, 82, 90, 95 de la Constitución de la República; 14,27, 240 y
346 del Código Penal; 359, 360, 363, 364, 366, 367, 369 y demás aplicables del Código
Procesal Penal.” RECURSO DE CASACION POR INFRACCION DE LEY INTERPUESTO
POR LA DEFENSA DEL IMPUTADO J. A. M. B. ARGUYENDO FUNDAMENTALMENTE
QUE EL TRIBUNAL DE INSTANCIA AL DICTAR SENTENCIA CONDENATORIA EN
CONTRA DE SU CLIENTE HA INTERPRETADO ERRONEAMENTE LOS ARTÍCULOS
240 Y 346 DEL CÓDIGO PENAL, QUE CONTIENEN LOS TIPOS PENALES DE ESTAFA
Y DESOBEDIENCIA, RESPECTIVAMENTE.-. PRECEPTO AUTORIZANTE: ARTICULO
360 PARRAFO PRIMERO DEL CODIGO PROCESAL PENAL.- Argumenta el recurrente que
el primer precepto penal que considera infringido por interpretación errónea es el artículo 240
del Código Penal, al tenor del cual se establece que comete el DELITO DE ESTAFA “quien
con nombre supuesto, falsos títulos, influencia o calidad simulada, abuso de confianza,
fingiéndose dueño de bienes, créditos, empresas o negociación o valiéndose de cualquier
artificio, astucia o engaño, indujere a otro en error, defraudándolo en provecho propio o ajeno”.-
Sostiene que el acusado no incurrió en ABUSO DE CONFIANZA para con la ofendida, sino
que por parte de la señora A. L. E. para con la señora ZOILA ROSALES.. El Censor arguye,
que tampoco es elemento del delito de Estafa, el “ponerse en estado de insolvencia o tomar una
actitud pasiva durante el trámite del juicio ejecutivo donde se remató y adjudicó forzosamente a
otro acreedor el inmueble ofrecido en venta”, por lo que el Tribunal A Quo incurre en una
interpretación errónea de la norma penal infringida. – Agrega que los hechos consistentes en el
incumplimiento de la obligación de hacer declarada en juicio, la Demanda Ejecutiva promovida
contra el acusado, su ejecución y adjudicación en venta forzada del inmueble a favor de don C.
R. por el Juzgado de Letras competente, y la serie de ventas realizadas a terceros sobre dicho
inmueble, no comportan el empleo de ASTUCIA O ENGAÑO, como elementos del DELITO
DE ESTAFA.- El recurrente considera que el Tribunal de Instancia comete infracción de la ley
penal al interpretar erróneamente los conceptos de abuso de confianza, astucia o engaño, como
elementos del delito de Estafa o circunstancias agravantes(artículo 27 del Código Penal) a
consecuencia de los perjuicios sufridos por la demandante durante el trámite de la Demanda
Ordinaria de Hacer, a los que el A Quo tiene como circunstancias agravantes. Agrega que el
hecho de que se haya promovido una Demanda Ejecutiva de Pago en el Juzgado de Letras
Seccional de Puerto Cortés por un tercero en contra del ahora acusado, tampoco comporta el
empleo de un artificio (ardid y estratagema), como elemento del delito de estafa, ya que dicha
demanda se promovió ante ese órgano jurisdiccional por ser el Tribunal competente para
ejecutar el título valor presentado para su cobro. Por otro lado, el Censor considera infringido
por interpretación errónea el Artículo 346 del Código Penal, que tipifica y sanciona el DELITO
DE DESOBEDIENCIA, en tanto que a su juicio el A Quo interpreta erróneamente que “la
desatención y evasión del acusado en el cumplimiento de la obligación declarada en sentencia
definitiva dictada por el Juzgado de Letras de lo Civil de la ciudad de San Pedro Sula”,
constituya un elemento del delito de desobediencia, toda vez que no consta probado que dicha
sentencia civil se haya ejecutado por la vía de apremio, conforme a la formalidades legales que
exigen los Artículos 223, 227 y 511 del Código de Procedimientos Civiles, al no tenerse por
acreditado en juicio que se haya notificado y requerido personalmente al acusado a través de un
funcionario judicial, para que dentro del término de quince días procediera a suscribir u otorgar
la escritura de compraventa del inmueble prometido en venta, con la advertencia que de no
hacerlo podría hacerlo el Juez, es decir, que no consta que
el acusado se haya negado a cumplir la mencionada sentencia. Esta Sala de lo Penal, considera
importante recordar, que a través del recurso de casación por infracción de ley, sólo puede
intentarse una revaloración jurídica del material fáctico descrito en la sentencia, contenido en la
formulación de hechos probados realizada por el Tribunal de Instancia. A diferencia del
tradicional recurso de apelación, propio del anterior sistema, que provoca un nuevo examen del
caso por parte del Tribunal revisor, tanto bajo el aspecto fáctico como jurídico, el de casación
por infracción de ley únicamente admite la posibilidad de que el Tribunal de Casación realice un
nuevo examen del objeto procesal bajo el segundo aspecto, o sea una revisión jurídica de los
hechos declarados probados. A la Sala de lo Penal tratándose del motivo invocado por el
recurrente, sólo le corresponde actuar como contralor de la aplicación de la ley sustantiva por el
Tribunal de Sentencia. Su misión se limita a la revisión del juicio de derecho contenido en la
sentencia. El recurso de casación por infracción de ley tiene por finalidad la revisión por parte
de esta Sala de la interpretación que de la ley hagan los Tribunales de Sentencia definiendo o
valorando jurídicamente los hechos establecidos en la sentencia y poniéndolos en relación con
la norma de derecho que rige el caso dentro del campo de la consideración puramente jurídica.
Esa tarea de contralor jurídico asignada al Tribunal de Casación supone el respeto a los hechos
fijados en la sentencia. El artículo 360 del Código Procesal Penal establece, que habrá lugar al
recurso de casación por infracción de ley, cuando dados los hechos que se declaren probados en
la sentencia, se haya infringido un precepto penal u otra norma jurídica de carácter sustantivo,
que deba ser observada para la aplicación de la ley penal. De acuerdo a lo previsto en el artículo
338 del Código Procesal Penal, la sentencia se construye como un silogismo, en que la premisa
menor, está integrada por el relato de hechos probados, la mayor por los fundamentos de
derecho, y la conclusión, por el fallo. En este sentido, el recurso de casación por infracción de
ley debe estructurarse o partir su alegación, de los hechos probados que contenga la resolución

cuestionada, puesto que el vicio en esencia consiste en que la decisión adoptada por el juzgador
en la parte resolutiva de la sentencia, es incompatible, irreconciliable o ajena a la verdad
enunciada por la narración fáctica (hechos probados), de tal suerte que resultan inobservadas las
normas que sí corresponde aplicar, se invocan normas que no deben aplicarse, o se invoca las
norma que deba aplicarse al caso concreto pero el Juzgador hace una incorrecta interpretación
de la misma. Del relato fáctico contenido en la sentencia impugnada se desprende que el
acusado desplegó una conducta engañosa, en tanto que simulando la intención de asumir una
obligación contractual, únicamente ha tenido como propósito aprovecharse del cumplimiento de
la otra parte, recibiendo la contraprestación pactada, pero sin la intención de cumplir la suya, al
no hacer a favor de la ofendida E. M. G., la tradición de dominio del inmueble objeto de la
promesa de venta, a la que se había comprometido formalmente, y haberse beneficiado de las
cantidades líquidas pagadas por la ofendida, algunas de ellas orientadas a liberarlo del gravamen
hipotecario que pesaba sobre el mismo, y en su lugar, haber generado un largo y complejo
proceso legal y ventas sucesivas del inmueble con el propósito manifiesto de evitar que este
saliera de la esfera de su patrimonio familiar, y con ello no cumplir lo pactado, causando a la
ofendida un grave perjuicio económico. A juicio de esta Sala concurre en este asunto la figura
de lo que doctrinariamente se conoce como “negocios jurídicos o contratos criminalizados”. En
los mismos, el contrato o negocio jurídico se erige en instrumento disimulador y de ocultación,
fingimiento y fraude, civil o mercantil, con apariencia de cuantos elementos son precisos para
su existencia correcta, aunque la intención inicial o antecedente de no hacer efectiva la
contraprestación, o el conocimiento de la imposibilidad de hacerlo, define a la estafa1. Este tipo
de comportamientos tienen carácter penal en tanto que el engaño es inicial y causante de un acto
dispositivo que da lugar a un perjuicio, de tal manera que la diferencia con el negocio jurídico
civil, lícito y posteriormente incumplido, radica que en los “criminalizados” existe una
discordancia entre la voluntad interna de no cumplir y enriquecerse y la exteriorizada y
engañosa que manifiesta un propósito de cumplimiento inexistente, residiendo ahí el engaño. Se
prostituyen así los esquemas contractuales para instrumentarlos al servicio de un ilícito afán de
lucro propio y perjuicio de las víctimas, desplegando unas actuaciones que desde que se
planifican prescinden de toda idea de cumplimiento propio, lo que origina el disvalor de la
acción del agente y la lesión de un bien jurídico ajeno2. Por lo anteriormente expuesto, esta Sala
es del parecer que del relato fáctico se desprende que el comportamiento del imputado
WALTER VELASQUEZ., se subsume en el delito de ESTAFA, tipificado en el artículo 240 del
Código Penal. Por otro lado, el Tribunal de Instancia ha condenado al acusado WALTER
VELASQUEZ. por el delito de desobediencia, arguyendo que éste último incumplió la
sentencia firme y pasada en autoridad de cosa juzgada, dictada por el Juzgado de Letras de lo
Civil, de la ciudad de La Ceiba, Departamento de Atlantida, que le mandaba cumplir una
obligación de hacer, consistente en formalizar en escritura pública la tradición de dominio del
inmueble objeto de la promesa de venta suscrita en su oportunidad a favor de la ofendida. El
artículo 346 del Código Penal tipifica el delito de desobediencia al establecer que “quien
desobedezca a una autoridad negándose abiertamente a dar el debido cumplimiento a sentencias,
resoluciones u órdenes dictadas dentro de los límites de su competencia y revestidas de las
formalidades legales, será penado con reclusión de uno (1) a tres (3) años”. Del relato fáctico se
desprende que el acusado actuando en fraude de ley generó un largo proceso legal y sucesivas
ventas hasta concluir con la última de éstas a favor de su hijo L. A. M. E., dificultando el
efectivo cumplimiento del mandato judicial que ordenaba de manera terminante al procesado
hacer la tradición del dominio de un inmueble de su propiedad en
instrumento público, a favor de la señora ZOILA ROSALES. . Por todo ello la Sala de lo Penal
estima que el Juzgador de instancia ha interpretado en legal y debida forma las disposiciones
penales de carácter sustantivo de reproche, por lo que desestima el motivo de casación
invocado. POR TANTO: La Corte Suprema de Justicia, en nombre del Estado de Honduras por
UNANIMIDAD DE VOTOS DE LA SALA DE LO PENAL y en aplicación de los artículos
303, 304, 313 atribución 5), 316 párrafo segundo reformados de la Constitución de la
República, 1 de la Ley de Organización y Atribuciones de los Tribunales y 360 del Código
Procesal Penal.- FALLA: Declarando SIN LUGAR el Recurso de Casación por Infracción de
Ley Penal Sustantiva, en su único motivo, interpuesto por el recurrente, en su condición
indicada, contra la sentencia pronunciada por el Tribunal de Sentencia de San Pedro Sula,
Departamento de Cortés, en fecha ocho de septiembre de dos mil ocho.- Y MANDA: Que con
certificación del presente fallo se remitan las presentes diligencias al Tribunal de origen, para
los efectos legales pertinentes.- REDACTÓ EL MAGISTRADO MARTHA CLEMENTINA
BENITEZ.- NOTIFIQUESE.- FIRMAS Y SELLO.- CARLOS DAVID CALIX
VALLECILLO.- COORDINADOR.- YOSSELIN SORTO INTERIANO.- JMAIDA
AYESTAS SORTO.- FIRMA Y SELLO.- LUCILA CRUZ MENENDEZ.- SECRETARIA
GENERAL”. Extendida a solicitud de la Abogada T. J. F., en su condición del Ministerio
Público, en la ciudad de Tegucigalpa, Municipio del Distrito Central, a los veintiún días del mes
de marzo del año dos mil doce.- Certificación de la sentencia de fecha veinticuatro de enero del
año dos mil doce, recaída en el Recurso de Casación Penal con orden de ingreso en este
Tribunal No. SP-110-2009.

LUCILA CRUZ MENENDEZ


SECRETARIA GENERAL

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