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Unidad 7(Clínica Psicoanalítica-Psicosis 1): El caso Schreber de Freud y la evolución del

delirio. Neurosis narcisistas y la diferencia con las neurosis de transferencia. Diferencias entre el
mecanismo de represión y forclucion: Concepts de Bejanhun y aussttossun articulados a los
conceptos de verdrangung, verwerfung y verneinug. Los objetos de la pulsión; Oral, anal, mirada
y voz comprometidos en las psicosis. Propiedades de la cadena significante y características del
significante en lo real. Fenómeno elemental y fenómeno de lenguaje.

Unidad 7:
Tres momentos en Freud:
- Antes de 1900: textos pre-psicoanalíticos. No hay conceptualización del inconciente.
- Entre 1900 y 1920: primera tópica.
- Después de 1920. Giro freudiano: segunda tópica.
1ra tópica: modelo del peine.

Principalmente la
primera tópica se resume en 3 instancias psíquicas: El inconsciente, el pre-consciente y la consciencia. Y por
lo tanto, tenemos también una primera nosografía, es decir, una primera clasificación de las patologías
mentales: por un lado las neuropsicosis de defensa y por otro las neurosis actuales.
La actividad psíquica parte de estímulos internos y externos que entran por el polo sensorial. Estas dejan huellas
mnémicas representando cosas; y luego se trasforma en palabras. Y luego esto sale por el polo motor.
La clínica consiste en resinificar la forma de otorgarle significado al trauma original, eso que yo tengo en las huellas
mnémicas.

2da tópica: Modelo del huevo.


Primero nos encontramos con la instancia del ELLO que es el caldero
de todas las pulsiones sin domesticar, allí no se encuentra ningún
reconocimiento de un curso temporal (atemporalidad) Es la parte
oscura e inaccesible de nuestra personalidad que contiene
nuestras pasiones y procura satisfacción de las necesidades
pulsionales regido por el principio de placer (algunas por
condensación y desplazamiento) Luego, una parte (no toda) de lo
pulsional se domestica, dando lugar a la instancia del YO que está
volcado al mundo exterior. La instancia yoica es pulsionada por el
ello y encubre los conflictos del ello con la realidad. Es
apretado por el superyó presentándole normas de conducta.
El SUPERYO como tercera instancia, es un desprendimiento del yo.
Con respecto a los modelos epistemológicos:
- Modelo de Freud y Aristóteles: el modelo de la esfera. Las
personas son esferas que chocan con los otros (esferas). Las
personan sienten, piensan y actúan de forma distinta.
- Modelo de Lacan: modelo topológico considera la
Inmixión:
Ejemplo: si te digo. Quiero una ensalada de huevo, zanahora y vos metraes una zanahoria, huevo y
tomate. Yo te digo, esto no es lo que te pedí, vos me respondes: sacakle el tomate y listo. En cambio
si te pido un te con leche y vos me tres un café con leche, lo tengo que tirar, porque uno es con el
otro, no los podes disociar. Asi pasa con los seres humanos.
Se diferencian en la forma de pensar el inconsciente y las enfermedades mentales.

Neurosis y psicosis: origen en la psiquiatría, clásica pre-freudiana. En la clínica pre-psicoanalítica, no se separa la


neurosis de las psicosis. Texto neuropsicosis: mismo origen, diferente final.
Dos décadas después: diferencias entre psicosis y neurosis. Su método terapéutico no funciona para las psiconeurosis,
sino que produce un agravamiento de la enfermedad. Debido a esto hay dos grupos de patologías: las neuropsicosis de
trasferencias (fobia, obsesión e histeria), las psiconeurosis narcisista. Las separa debido a que responden diferente. El
psicótico, con la asociación, se vuelve más loco.
En relación a esto: Lacan considera que el enfermo es un pececito voraz que no hay que alimentar con sentido, o si se
aplica la interpretación a un pre-psicótico, pronto tendrán un psicótico: si se aplica el método de la interpretación lo
empeoras. Freud esto lo nota.
Ejemplo de la terapia de la mochila: llega un paciente en la terapia con una mochila puesta y dice:
- Paciente: “que mochila tan pesada” (dejándola en el piso);
- Terapeuta: ¿Qué mochila?
- Paciente: Que mochila va a ser, la mochila (dice señalándola).
- Terapeuta: Ahhh listo, listo.
Freud organiza el ello, yo y supero yo en cuento a la realidad.
TEXTO: Neurosis y Psicosis 1923-1924:
El Fausto de Goethe: Fausto es el símbolo del afán por el conocimiento y el poder, en el que se describe a un ser
superior que, cansado de la ciencia fría de los viejos libros, aspira conocimiento vivo e intuitivo de la naturaleza.
Para huir de la vida rutinaria pacta con el diablo, quien representa una vía para descifrar el universo y satisfacer sus
aspiraciones. Fausto no rechaza a Dios, ya que busca los caminos para llegar a él. El Dios con el que se identifica es
la naturaleza, la vida y con el espíritu de la tierra. El diablo le da la forma de conocer absolutamente todo a cambio
de entregar su alma.
Dice Freud: “En mi obra, el yo y el ello, expuse una articulación sobre el aparato anímico sobre la base de la cual
puede articularse una serie de nexos de manera simple y panorámica. Se describieron los múltiples vasallajes del yo,
su posición intermedia entre el mundo exterior y el ello, y su afanoso empeño en atacar simultáneamente la voluntad
de todos sus amos. Me acudió una formula simple sobre lo que quizás es la diferencia genética mas importante entre
neurosis y psicosis: la neurosis es el resultado de un conflicto entre el yo y su ello, en tanto que la psicosis es el
desenlace análogo de una similar perturbación en los vínculos entre el yo y el mundo exterior.
Formula de diferenciación:
NEUROSIS PSICOSIS
resultado de un conflicto entre el yo y su Resultado entre un conflicto entre el yo y
ello el mundo exterior.
El no quiere aceptar el conflicto (coger) y Desgarradura en el vinculo del yo con el
por ende surge el síntoma. mundo exterior, lugar donde se coloca el
delirio como parche

Neurosis de trasferencia: se generan porque el yo, no quiere acoger ni dar tramite motor a una moción pulsional
pujante en el ello (las pulsiones, deseos). En tales casos, el yo se defiende de aquella mediante el mecanismo de
represión. Lo reprimido se vuelve contra ese destino y, siguiendo caminos sobre los que el yo no tiene poder alguno,
se procura una subrogación sustitutiva que se impone al yo por vía del compromiso (el síntoma). El yo encuentra en
este intruso amenaza, y menoscaba su vida. Prosigue la lucha contra el síntoma, tal como se había defendido de la
moción pulsional originaria y todo eso da por resultado el cuadro de la neurosis. Por esta razón, se dice que el yo entra
en conflicto con el yo, y por ende con la realidad.
Las neurosis de trasferencia (histeria, obsesiones y fobias) son un conflicto intrapsíquico.
Psicosis: perturbación en los vínculos entre el yo y el mundo exterior. El yo crea un nuevo mundo interior y exterior a
partir de las pulsiones del ello, y, por ende, rompiendo toda relación con el mundo exterior. El motivo de esta ruptura
con el mundo exterior fue una grave frustración –denegación- de un deseo por parte de la realidad, una frustración que
pareció insoportable.
“Si esta condición – el conflicto con el mundo exterior- no es mucho mas patente de lo que ahora la discernimos, ello
se fundamenta en que en el cuadro clínico de la psicosis los fenómenos del proceso patógeno a menudo están ocultos
por los de un intento de curación o reconstrucción que se le superpone”. Freud retoma la conceptualización de
Clérambault, y establece que la estructura psicótica esta antes que emerjan lo síntomas. Si yo no soy capaz de
captarlos es por causa de mecanismos de curación y reconstrucción.
Con relación a la génesis de las formaciones delirantes, algunos análisis nos han enseñado que el delirio se presenta
como un parche colocado en el lugar donde originariamente se produjo una desgarradura en el vínculo del yo con el
mundo exterior. Esta es una desgarradura que está en la esencia de la constitución psíquica. Lo que causa el delirio, es
que, justamente, el delirio es como parche, que trata de cubrir esa disociación entre el mundo exterior y el yo (resumen
de neuropsicosis).
Tanto la neurosis como la psicosis emergen de un conflicto del yo. El efecto patógeno depende de lo que haga el yo en
semejante tensión conflictiva: si permanece firme a su vasallaje hacia el mundo exterior y procura sujetar al ello; o si
es avasallado por el ello y así se deja arrancar de la realidad. Es decir: si pierde (psicosis) o no el sentido de la realidad
(neurosis).
Enfermedad: Conflicto: Síntoma:
Psicosis Yo- realidad externa Se corta la relación entre el
REGISTRO DE LO REAL yo y la realidad.
Neurosis Yo-ello Se opone mediante la
REGISTRO DE LO represión, y eso reprimido
SIMBOLICO se ve a través de la
satisfacción sustitutiva en
el síntoma (ej.: las acciones
obsesivas de un obsesivo)

¿Cuál será el mecanismo, análogo a una represión, por cuyo intermedio el yo sé desase del mundo exterior? Pienso
que sin nuevas indagaciones no puede darse una respuesta, pero su contenido debería ser, como el de la represión, un
débito de la investidura enviada por el yo.

TEXTO: La pérdida de la realidad en la neurosis y la psicosis (1924) :


Neurosis Psicosis
El yo, en vasallaje a la realidad, sofoca un El yo, al servicio del ello, se retira de un
fragmento del ello (vida pulsional), fragmento de la realidad {Realitat,
«contenido objetivo»}.
hiperpotencia del influjo objetivo hiperpotencia del ello
No hay perdida de realidad Hay pérdida de realidad.

Génesis de la neurosis: procesos que aportan un resarcimiento a los sectores perjudicados del ello; por tanto, en la
reacción contra la represión y en el fracaso de esta. El aflojamiento del nexo con la realidad es entonces la
consecuencia de este segundo paso en la formación de la neurosis, y no deberíamos asombrarnos si la indagación
detallada llegara a mostrar que la pérdida de realidad atañe justamente al fragmento de esta última a causa de cuyos
reclamos se produjo la represión de la pulsión.
Génesis de la psicosis: se perfilaran dos pasos, el primero de los cuales ésta vez, arrancara el yo de la realidad, en
tanto el segundo quisiera indemnizar los prejuicios y restableciera l vinculo con la realidad a expensas del ello. Y
efectivamente algo análogo se observa en la psicosis, de los cuales el segundo presenta el carácter de reparación, pero
aquí la analogía deja en sitio a un paralelismo mucho más amplio entre los procesos. El segundo paso de la psicosis
quiere también compensar la pérdida de la realidad, mas no a expensas de una limitación del ello como en la neurosis,
sino por otro camino.
Diferencia: en la neurosis se evita, al modo de una huida, un fragmento de la realidad, mientras que en la psicosis se lo
reconstruye. Dicho de otro modo: en la psicosis, a la huida inicial sigue una fase activa de reconstrucción; en la
neurosis, la obediencia inicial es seguida por un posterior {nachtrágich} intento de huida. O de otro modo todavía: la
neurosis no desmiente la realidad, se limita a no querer saber nada de ella; la psicosis la desmiente y procura
sustituirla. El neurótico evita mediante la fantasía; el psicótico inventa otra realidad. Esta nueva realidad (delirios,
alucinaciones)
Llamamos normal o «sana» a una conducta que un determinado rasgo de ambas reacciones:

Psicosis Neurosis
se empeña en modificar la realidad no desmiente la realidad
Produce remodelaciones internas. El En esta última vemos que se reacciona
remodelamiento de la realidad tiene lugar con angustia tan pronto como la moción
en los sedimentos psíquicos de los reprimida empuja hacia adelante, y que el
vínculos que hasta entonces se resultado del conflicto no puede ser otro
mantuvieron con ella, o sea en las huellas que un compromiso, e incompleto como
mnémicas, las representaciones y los satisfacción
juicios que se habían obtenido de ella
hasta ese momento y por los cuales era
subrogada en el interior de la vida
anímica.
Si en tantas formas y casos de psicosis los
espejismos del recuerdo, las formaciones
delirantes y alucinaciones presentan un
carácter penosísimo y van unidas a un
desarrollo de angustia, ese es el cabal
indicio de que todo el proceso de
replasmación se consuma contrariando
poderosas fuerzas.
En ambas la tarea que debe acometerse en el segundo paso fracasa parcialmente, puesto
que no puede crearse un sustituto cabal para la pulsión reprimida (neurosis), y la
subrogación de la realidad no se deja verter en los moldes de formas satisfactorias. (No,
al menos, en todas las variedades de enfermedades psíquicas.) Pero en uno y otro caso
los acentos se distribuyen diversamente.
el acento recae íntegramente sobre el El acento recae en el segundo, el fracaso
primer paso, que es en sí patológico y sólo de la represión, mientras que el primer
puede llevar a la enfermedad paso puede lograrse, y en efecto se logra
innumerables veces en el marco de la
salud, si bien ello no deja de tener sus
costos y muestra, como secuela, indicios
del gasto psíquico requerido.

Estas diferencias, y quizá muchas otras todavía, son consecuencia de la diversidad típica en la situación inicial del
conflicto patógeno, a saber, que en ella el yo rinda vasallaje al mundo real o al ello.
Pero el nuevo mundo exterior, fantástico, de la psicosis quiere remplazar a la realidad exterior; en cambio, el de la
neurosis gusta de apuntalarse, como el juego de los niños, en un fragmento de la realidad —diverso de aquel contra el
cual fue preciso defenderse—, le presta un significado particular y un sentido secreto, que, de manera no siempre del
todo acertada, llamamos simbólico. Así, para ambas —neurosis y psicosis—, no sólo cuenta el problema de la pérdida
de realidad, sino el de un sustituto de realidad.

CASO SCHREBER: Puntuaciones psicoanalíticas sobre un caso de paranoia (Dementia paranoides) descrito
autobiográficamente (1911) Freud S., obras completas, XII
Freud se sirve de una biografia: “Memorias de un neurópata”, donde un sujeto psicótico cuenta su propia
enfermedad. A partir de allí Freud realiza puntuaciones y conclusiones sobre un caso de psicosis.
En 1842 nace Schreber. A los 19 años muere su padre. A los 35 años se suicida su hermano mayor. A los 36
años se casa. A los 42 años es candidato a la cámara del parlamento en su país, además se presenta como
candidato de una instancia de la corte suprema en Alemania. En octubre de 1884, es internado en un asilo;
hasta julio del 1885 es derivado a una clínica de enfermedades mentales.
En su sintomatología, se ubica que él es un internado por hipocondría grane. A los 44 años, 1886, luego de
salir de la internación, reasume como director del tribunal provincial.
Pasan 8 años en los que suceden muchas cosas. Una de ellas es que la mujer sufre seis abortos, no pueden
tener hijos. De los 44 hasta los 51 años, se manifiesta asintomáticamente.
En julio de 1893 (51 años) le notifican el nombramiento como presidente del tribunal superior de la corte.
Tenía 51 años, tenía que presidir un tribunal donde todos los participantes eran mayores que él, y había que
unificar el código alemán. Aparecen otra vez nuevos síntomas. Una mañana, no recuerda si semidormido o
despierto, tuvo la representación de que “tenia que ser muy grato ser una mujer que es sometida al coito”.
Así se comienza a ver una desgarradura del yo con el mundo exterior. Lo que experimenta no es del origen
de la realidad, el lo sabe, pero tiene la convicción, la certeza de que eso le concierne. La certeza de
experiencia, para el psicótico, es decisiva. No tiene duda, tiene certeza.
En octubre, asume este cargo. Hay exigencias, sobrecarga de trabajo. Comienza con insomnios. A principios
de noviembre, acontece un suceso extraño. Escucha ruidos, crujidos en la pared de la pieza que no lo dejan
dormir. “Me despertaba cada vez que quería dormir”, dice Schreber.
En noviembre la enfermedad adquiere un carácter amenazador. Solicita una licencia. Viaja a ver a Flechsig,
medico que lo había atendido en su primer desencadenamiento. Mientras tanto, recibe inyecciones de
morfina. Aparece la angustia, sigue con insomnio. Flechsig le propone como tratamiento hacer un “sueño
prolongado” (lo que en psiquiatría se llamaba “la cura del sueño”) Vuelve a la casa, la esposa le da la
medicación pero la angustia aumenta. Sigue insomne y hace una tentativa de suicidio, impedida por su
mujer. Al otro día se decide su internación, que durará 9 años (continuados) pero en lugares distintos.
Los seis meses primeros los pasa en una clínica del doctor Flechsig, después quince días en una clínica
privada y finalmente ocho años en un asilo publico. Descripción de la internación: los primeros días el
insomnio persistía, los somníferos no le hacían efecto, de día se la pasaba en la cama con pensamientos de
muerte todo el día. Le sigue un periodo mas tranquilo donde puede dormir bien de noche. Después vendrá
una época donde se siente muy disminuido en su fuerza. Luego hay unos días en que su esposa se ausenta.
Al volver a verla siente que se han producido en él una serie de cambios en si mismo tan importantes que
creyó ver en ella ya no un ser viviente sino solo una figura humana producida milagrosamente a la meanera
de los hombres hechos a la ligera (como si ya no fuera su mujer) En este tiempo lee el anuncio de su propia
muerte y luego alucina que su medico se suicida. El delirio vendrá mas adelante y se organiza
progresivamente. Aquí vemos como el nexo entre el yo y la realidad queda desgarrado.
En junio 1894, llega con estos síntomas: ideas hipocondriacas, pensaba que se moriría en cualquier
momento; algunas ideas persecutorias aisladas, ideas misticas y religiosas. Trataba directamente con Dios,
decía. Se quejaba de estar perdiendo rayos, y de que los médicos habían perdido rayos por negligencia.
En noviembre de 1894 (53 años) empieza a aflojar su actitud rigida y aparece su elaboración delirante
(recién ahora aparece el “parche”) Se sentía perjudicado por su medico y otros enfermeros. Las ideas
hipocondriacas y de transformación del cuerpo persistían. Aparecia semidesnudo en la pieza diciendo que
tenia senos femeninos, miraba figuras de mujeres desnudas, las dibujaba, se hizo afeitar el bigote. Decía
estar conectado con propósitos superiores de Dios (ese es su delirio) luego decía que Dios mismo le
demandaba que sea una mujer.
A los 55 años en 1897 se marca un cambio. Él escribe unas cartas fluidas y correctas que no dejaba traslucir
nada morboso, habla en pasado de la enfermedad y dice sentirse mucho mejor. Algo se acota, se encapsula,
se enquista… cambia de una psicosis alucinatoria aguda, a una organización paranoica. Ahí se ve cómo el
delirio viene a cumplir la función de parche, en un intento de reconstruir eso que quedó borrado del mundo
interior. En “se encuentra llamado a salvar al mundo y devolverle a la humanidad la bienaventuranza
perdida” Y la mudanza en mujer es el tema del delirio primario, piensa “tiene que ser hermoso ser una mujer
sometida a la compulacion”
Es indudable el lugar apaciguador de la escritura. Gracias a estas memorias que escribió, Freud pudo hacer
estas conclusiones sobre la psicosis.
A los 60 años, 1902, le daban el alta. A los 61 se publica su libro. A los 65 años, muere su madre de 92 años,
su esposa sufre un ataque, él cae enfermo y es internado nuevamente en un asilo. A los 69 años, muere, y
Freud publica su trabajo.
Freud muestra cómo el delirio no es una perturbación, sino una construcción.

LACAN:
Así como Freud tiene modelos para entender la psicopatología, lacan los establece en
tres registros.
- Lo real: lo que queda por fuera de lo Simbólico y lo Imaginario
- Lo simbólico: la palabra.
- Lo imaginario: la imagen

El termino forclusion es central en el texto del texto para explicar la formación de los síntomas en la psicosis. Los
síntomas no son más que una consecuencia de una estructura que ya se encuentra previamente. A lacan le interesa el
mecanismo, la causalidad psíquica es su producción.
Lacan retoma el texto: la negación {verneinung} de Freud (1923-1925). Este texto, cuando Freud relata que un
paciente, después de hablarle detallado su sueño en el que aparecía una mujer, a la pregunta “¿Y quién es esta mujer?”
responde “Mi madre no lo es”. En este caso, el psicoanálisis rectifica que efectivamente es su madre. La negación
consiste una formación del inconciente que le permite interpretar. Lo reprimido {verdrängung} es lo que le permite a
las manifestaciones del inconciente devenir conscientes (ese es su mayor objetivo). La negación es una de las
manifestaciones del inconsciente, ¿Cuál? La que permite interpretar.
La negación es un modo de tomar noticia de lo reprimido. Cancela la represión, aunque no significa que se acepte lo
reprimido.
 Una representación reprimida puede irrumpir en la conciencia si se la niega (así como en los chistes, los
sueños, lapsus, etc.)
 La negación trabaja para que lo reprimido no llegue a la conciencia.
 Algo reprimido puede aceptarse intelectualmente, pero seguir reprimido
 El juicio adverso es el sustituto intelectual de la negación
 El “NO” es la marca del juicio adverso, su certificado del origen
Por medio del símbolo de la negación, el pensar se libera de las restricciones de la represión y se enriquece con
contenidos indispensables para su operación
JEAN HYPPOLITE, un filosofo que interpreta los textos de Freud de forma particular, es llamado por Lacan para
explicar es interpretación particular. Con respecto a la negación, es necesario diferenciar el negar algo (el cuadro no es
gris) y el negar el juicio de la enunciación (yo no digo que el cuadro sea gris). En este punto, el contenido queda en un
lugar secundario. Hyppolite plantea que negar algo en un juicio no es lo mismo que negar el juicio como tal. Al hecho
de negar al juicio mismo, lo denomina “Des-juicio”, y considera que esa es la negación de Freud.
Esta diferenciación es importante porque para que Freud entienda la negación como un fenómeno del inconciente
(aparto psiquico como huevo, algo queda dentro y algo queda afuera), esta se debe haber inscripto adentro. El
movimiento por el cual algo se inscribe es la afirmación primordial {BEJAHUNG}, y el movimiento que establece la
expulsión de los inscripto se da a partir de la expulsión primordial {AUSSTOSSUNG}. Lo que queda por dentro o por
fuera del aparato se define por medio del principio de placer (en términos cualitativo).
Volviendo al texto: para Freud, el juicio constituye el afirmar o negar un pensamiento. Negar algo en el juicio quiere
decir, en el fondo, «Eso es algo que yo preferiría reprimir». El estudio del juicio nos abre por primera vez la
intelección de la génesis de ésta función intelectual (la negación) a partir del juego de las mociones pulsionales
primarias. Pero, ¿Qué quiere decir que el juicio parte de las mociones pulsionales primarias? ¿Cuáles son? Para Freud,
nos tenemos que remitir al principio de placer, la primera constitución del aparato psíquico. En base al principio de
placer, hay un primer esbozo de un juicio, ya que lo que da placer el sujeto lo deja en él y lo que da displacer lo
expulsa de él.
Para Hyppolite, se configura un “adentro” y un “afuera”, en base a lo que “dejo” y lo que “expulsó” Lo que
introduzco, constituye el adentro. Lo que expulso, constituye un afuera.
- Lo que ha quedado adentro, se produjo gracias a una BEJAHUNG (afirmación primordial)
- El quedar afuera, es un efecto de una AUSSTOSSUNG (expulsión primordial)
La negación, lo que el sujeto habla (las palabras), para Freud tienen mucha importancia. Vamos a ver que mirada tiene
Lacan sobre la palabra, mejor dicho, sobre el significado y el significante que conforma el signo, y qué importancia le
da al lenguaje.
Lacan toma el signo saussureano (signo lingüístico como unidad de significante- sonidos-; y significado- imagen
mental-) y lo invierte. Lacan plantea que no hay unidad entre significado y significante, hay una barra entre ambos, y
que el significante no representa al significado, están desvinculados. Dice que, en realidad, el significante está solo, y
que de la cadena de significante se extrae una significación, pero que no necesariamente tiene que ver con un
significado concreto. De la asociación significante + significante + significante (…) se obtiene un sentido: la
significación. Un significante solo, no dice nada. La cadena de significantes constituye el registro simbólico (formado
por palabras).
Siempre, en esa cadena, hay 2 significantes:
 Significante 1 (S1): aquellos términos que, en la vida de un sujeto, lo marcaron. El sujeto desconoce esto.
 Significante 2 (S2): es lo que uno sabe y habla, el intento de explicar esa marca, el “bla-bla-bla” Y esto es
todo lo que encontró después como sentido.
Ejemplo: un sujeto comienza su análisis porque se angustiaba mucho, y en su análisis comienza a hablar de que le
llama la atención el hecho de que siempre le ocurran accidentes en la cabeza, siempre ésta estaba en riesgo, siempre
salía lastimada. Comienza a elaborar el sentido de esto… hasta que vino a su mente un recuerdo: recordó en la sesión
que, de niño, su padre lo había tomado de los cabellos, levantado y paseado delante de la familia por haberse portado
mal, y él se orinó encima. Esto estaba reprimido. El pudo rescatar el significante 1 que lo marcó en su vida: cabeza. El
desconocía que esto lo había marcado de esta manera. El significante 2, serian las explicaciones que él antes le había
dado a eso, es la elucubración de sentido – dice Lacan-.
El sujeto es el resultado de ambos (S1 y S2), debido a que esta sujeto a la significación de la cadena de significantes.
En otras palabras: Lacan establece que el sujeto es lo que representa un significante para otro significante (en una
sesión, la mujer dice que sus amigas la envidian y en un momento ella cae en la cuenta que la envidiosa es ella. El que
el sujeto logro definirse, es el significado). El significante, en si mismo, no significa nada, por lo que uno solo toma
valor cuando se une a otro, formando la cadena de significados. El sujeto del inconciente surge de de esa cadena de
significados.
Propiedades de la cadena significante:
 Tiene múltiples significaciones: una misma cosa puede significar varias cosas (con esto se rompe la unidad de
Saussure)
 El significante tiene que relacionarse con otros significantes: tiene que hacer candenas, no puede estar solo;
cuando está solo, no significanada, está “muerto”.

A partir de esto, podemos pensarlo asi: S1 - $ - S2. El sujeto está barrado, no hay una unidad, dice Lacan. El
significante nunca quiere decir lo que significa, no hay unidad.

Cap. 1, pág. 23: “Espero que muchos de ustedes recuerden el comentario de Jean Hyppolite hizo aquí de la
Verneinung (…) Lo que destacaba claramente su análisis de este texto fulgurante, es que, en lo inconsciente, todo no
está tan sólo reprimido, es decir, desconocido por el sujeto luego de haber sido verbalizado, sino que no hay que
admitir, detrás del proceso de verbalización, una Bejahung primordial, una admisión en el sentido de lo simbólico, que
puede a su vez faltar”.
Esa Bejahung primordial se define como el significante del nombre del padre.
El significante del nombre del padre constituye una demanda primordial, un significante que inscribe la ley (función
simbólica del padre). El significante que permite abrochar los tres registros que constituyen la subjetividad humana
(real, simbólico e imaginario). Este significante puede estar inscripto en el discurso {BEJAHUNG}, o puede no estar
inscripto, {FORCLUCIÓN}. La idea de “Padre” se inscribe como función (como nombre), en el plano de lo
simbólico, ya que la idea de padre nos remite al entender lo que se reprime o no, lo bueno y lo malo.
No se puede dar cuenta del porque el significante quedo forcluido o no, es insondable, no hay causas o
condiciones.
Sin invalidar la oposición entre Bejahung (afirmación primordial) y ausstossunh (negación primordial) que habíamos
visto, ahora vamos a oponer el término Verwerfung (forclusion). Lacan establece la Verwerfung en oposición a la
Bejahung primordial, sosteniendo que lo reprimido se expresa en forma articulada, esto quiere decir que aquello que
no fue expulsado de lo simbólico (Bejahung), se articula en una cadena significante, cadena que insiste, que retorna en
lo simbólico, y en lo simbólico es donde encontramos las formulaciones de lo inconsciente (sueños, lapsus, chistes,
actos fallidos) y una multitud de fenómenos dentro de los cuales podemos incluir también a la verneinung (una
negación).
¿Cómo se diferencia entonces la negación primordial de la forclusion? Ejemplo: mi examen de psicopatología es a las
8. Tengo dos situaciones:

1) Forclusion: llego a las 10 La conclusión es la misma: el profesor no me


2) Negación: no me presento toma el examen; pero ambas son diferentes.

PATOLOGÍA:
Metáfora: “No es inútil recordarles al respecto mi comparación del año pasado entre ciertos fenómenos del orden
simbólico y lo que sucede en las máquinas, en el sentido moderno del término, esas maquinas que todavía no llegan a
hablar, pero que de un minuto a otro lo harán. Se las nutre con pequeñas cifras y se espera que nos den lo que quizá
nos hubiera tomado cien mil años calcular. Pero sólo podemos introducir cosas en el circuito respetando el ritmo
propio de la maquina: si no, caen en el vacío, no pueden entrar. Podemos retornar la imagen. Sólo que además, todo lo
rehusado en el orden simbólico, en el sentido de la Verwerfung, reaparece en lo real” (pág. 6).
Explicación: Algunos significantes van a formar parte del mundo simbólico del sujeto, otros se excluyen. Lacan
sostiene que lo reprimido se expresa en forma articulada, es decir, se articula en una cadena de significantes. Aquellos
significantes que no fueron inscriptos vía al Bejahung quedaron fuera del circuito simbólico, “no entraron en el
software” de la maquina. Así nos ayuda a pensar Lacan a lo simbólico como una máquina. A diferencia de lo anterior,
en el caso de lo forcluido, el retorno no se realiza en lo simbólico, sino en lo real.

ESTRUCTURA NEURÓTICA Las manifestaciones del Base: lo reprimido (ej. Síntoma


inconsciente se dan en el registro histérico)
de lo simbólico
ESTUCTURA PSICÓTICA Los síntomas se desarrollan en el Base: la forclusion (ej.
ámbito de lo real. Alucinación).

El desencadenamiento del cuadro (la estructura es previa a los síntomas) sintomatológico, se da porque el significante
del nombre del padre no inscripto es llamado a no responder. Frente a momentos cruciales, el sujeto no puede hacer
operar esa función. Ahí se produce en el psicótico un agujero (la cadena de significados se forma de la unión de varios
significantes. En un momento se produce un agujero, pierde el significado. Pero que pierda el significado no significa
que no entienda que lo que le ocurre no significa algo, lo sabe; solo que no sabe cuál es. Eso último, el saber que algo
significa, pero no se sabe que ese denomina: significación de una significación. Por ejemplo: el psicótico cuenta que
todos los días pasan autos rijos, diferentes… sabe que significa algo, pero no sabe que. Frente a no de encontrar el
significado, pero saber que existe, emerge la perplejidad psicótica.

Conclusiones:
 En la psicosis hay forclusion exclusivamente de ese significante primordial, del nombre del padre.
 Lo reprimido es un saber, una forma de saber, aunque no sabido (eso es el inconsciente para Lacan) Este
saber insiste, quiere hacerse oir de distintas maneras e incluso con la negación. Estas formas son todas
simbólicas. Aunque esto insiste, el neurótico nada quiere saber.
Bejahung devine en: Verdrangung = Retorno de lo reprimido vía formaciones
 Otra cosa sucede con la verwerfung. Lo que fue cercenando de lo simbolico por la forclusion, retorna en lo
real. Esto se observa en las alucinaciones del psicótico.
Verwerfung = retorno en lo real (alucinaciones y otros)

La forclusion del significante del nombre del padre implica que este sujeto no se inscriba en el discurso.
Ejemplo: un paciente psicótico, fanático de Colón, es llevado a la cancha. Durante el partido, el equipo juega muy mal
y todos los hinchas comienzan a insultar, quejarse, etc. Al terminar le dice al acompañante, no me traigas mas a la
cancha ahora soy de unión. Frente a la pregunta ¿Por qué? El paciente señala una bandera que decía “Colón, contigo
en las buenas y en las malas”. El paciente decide no ir más a la cancha, porque se indigna al pensar que los hinchas no
se tomaban en serio lo que decía la bandera, no entiende el doble sentido de las puteadas, piensa ¿Cómo va a estar con
vos en las buenas en las malas si te putea?
¿Por qué el significante del nombre del padre permite captar el doble sentido (permite captar la metáfora)? El
significante del padre permite captar la metáfora porque funciona como catalizador o mediador entre la realidad y el
sujeto (mi interpretación). El significante del nombre del padre permite la articulación de la cadena de significantes,
que hacen emergen al sujeto.
Para pensar en el concepto del significante y las metáforas, podemos recordar el cuento de Borges y los leones :
Había dos generales, dos ejércitos. Un ejercito está por invadir la ciudad, el otro ejército está por defender la ciudad.
El ejercito que está por invadir, en ese momento, ve que sus contrincantes comienzan a sacar jaulas, jaulas con leones.
Entonces, uno de los soldados, le dice a su general: “Señor, ¡¿Qué son esas bestias desconocidas, que nuestros
contrincantes tienen para atacarnos?!” Y el general les dice: “No se preocupen, se llaman perros. Ataquemos”. Borges
concluye: la realidad es que el ejercito atacó, mató a los leones e invadió la ciudad. ¿Ven el efecto de las palabras?
Borges nos ayuda a pensar significante, significado, metáfora y metonimia. Borges realiza una metáfora, hay una
sustitución allí, que solo logra entenderse si el nombre del padre está inscripto.
“El psicótico tiene lenguaje pero no tiene discurso”, dice Lacan
- Metáfora: son imágenes, conceptos, o ideas, que guardan entre si una relación sutil que es provocada o
sugerida cuando aparecen asociadas en un texto, y que produce relaciones impresionantes que redimensionan
el significado literal de las palabras.
- Metonimia: un punto del habla que no abrocha un sentido.
Lo único real es el discurso, debido a que de allí emergen las fundamentaciones para entender la realidad. Por
ejemplo: la afectividad, como el sujeto la siente, emerge del discurso social. Por eso, la afectividad en occidente es
diferente a la de Japón. En la clínica psicoanalítica implica entender la relación de un sujeto en posición al Otro. Ese
Otro opera en forma enigmática. Desde donde habla y si esta inscripto o no ese nombre del padre.
Unidad 8: Clínica Psicoanalítica – Psicosis 2: El registro Imaginario y la psicosis: La teoría del espejo y el
cuerpo fragmentado. Narcisismo primario. Transitivismo infantil. Psicosis infantil. Autismo. La
esquizofrenia y su relación con el cuerpo fragmentado. Concepto de Automatismo verbal. Lo simbólico y la
psicosis: Metáfora Paterna, Nombre del padre, significación fálica y pluralización del nombre del padre.
Concepto de goce. Esquema Lambda, Esquema R.

FENOMENO ELEMENTAL
Lacan designa el fenómeno elemental como el elemento central que da cuenta del desencadenamiento de
una psicosis, en tanto que momento preciso de ruptura del equilibrio del sujeto y en tanto que operación
estructural que determinará la evaluación subjetiva posterior. El fenómeno elemental es un efecto del
significante que se produce en un momento determinado de la vida del psicótico, cuando nota que le falta
significante del Nombre-del-Padre. Ante la ausencia de significación (primer momento del fenómeno: vacio
de significación), el sujeto reacciona produciendo una significación nueva, que consideramos extraña
(segundo momento del fenómeno: creación de una significación bizarra) Lacan considera que en el propio
fenómeno elemental se encuentra ya la estructura del delirio, a diferencia de Clérambault.
El concepto de fenómeno elemental encuentra su antecedente en Clérambault, que habla de automatismo
mental. Lacan retoma este concepto.
Por automatismo mental se entiende a un fenómeno en donde se detiene la inervación del pensamiento y el
paciente queda como un yo escindido, generando sentimientos de extrañeza y perplejo (la significación de
significación de Lacan), que tiene características neutras, asensoriales, animideica, atemático, automáticas,
q si bien le suceden a él, no puede explicar que le pasó. Lo primero que le aparece al psicótico es una
experiencia de vacio existencia, y luego aparece el delirio.
Para Clérambault el pensamiento normal es como un vertebrado, encontramos una estructura y una
jerarquía. En cambio, el delirio es como un anélido, animales sin estructura jerárquica. Lacan retoma esto y
brida otras metáforas para entender el delirio.
Clérambault, concede gran importancia a los fenómenos elementales de la psicosis, agrupándolos bajo la
denominación de automatismo mental. Que, a diferencia de Lacan, los distingue del resto de los fenómenos
psicóticos, y especialmente del delirio. El automatismo mental o síndrome S, constituiría una reacción de
tipo funcional debida en ultima instancia a una perturbación basal orgánica causante de la psicosis. Las
modalidades mas destacables de automatismo son: el verbal, sensitivo y el motor.
El automatismo mental está sobre todo caracterizado por efectos subjetivos relatados por el paciente y
vividos como manifestaciones extrañas y anormales de su pensamiento que le son impuestas por otro.
Clérambault afirma que se trata de un “trastorno molecular del pensamiento elemental” y distingue 3 tipos
de automatismo:
 Automatismo ideo-verbal: ecos del pensamiento, palabras irruptivas sin sentido, enunciación de
gestos, pensamientos extraños, etc.
 Automatismo motor: gestos y movimientos involuntarios.
 Automatismo sensitivo: sentimientos bizarros inexplicables.
La característica principal del fenómeno es la de condicionar un tipo de delirio cuyo mecanismo tiene por
base la alucinación.

El sujeto para Lacan está descentrado con respecto al individuo. No hablamos de un cuerpo, de una
ontología, hablamos de un significante que solo cobra significada en relación a otros. No trabajamos con
individuos (carne y hueso), sino con sujetos advienen de la palabra. Es versátil y no es nada más que una
relación. El entender esto implica una des-sustancialización, es decir, el pensar un contenido abstracto sin
material. El significante en si mismo no significa nada, pero en relación con otros significados emerge el
sentido (el sujeto es puro efecto, no hay ontología). El sujeto es un efecto del S1 con el S2, y el yo es un
objeto en sí.

DE UNA CUESTIÓN QUE ESTA ANTES DE CUALQUIER TRATAMIENTO POSIBLE DE LA


PSICOSIS.
Este es un texto en donde se busca formalizar y teorizar ciertos elementos para llegar a un diagnostico:
psicosis vs. Neurosis.
HASTA FREUD: La forma de pensar aristotélica y parménica (lo real es lo material, lo que es y lo que no es
no es). Lacan viene a romper esto, y justamente lo desmiento con la psicosis, porque si lo que es, y lo que no
es, el paciente percibe mal, y por ende, el sujeto percibe mal una realidad que es, la material. Sera que el
loco percibe mal o será que la realidad o será que la realidad percibe y presenta, por ende, diversos sentidos.
El error, para lacan, es que el mundo presenta un propio sentido. Para él, el problema no esta en el sujeto que
percibe (perceptum), sino que le interesa el sentido que el sujeto le atribuye el sujeto a esa realidad. Lo que
se esta percibiendo presenta diversos sentidos, por lo que lo que percibe el psicótico, es una de las formas
posibles. Por ejemplo: ¿un paciente en ruina y que se mata, es lo mismo que el que se inmola frente a las
torres gemelas? No, el sentido no es el mismo.
El psicótico presenta alucinaciones auditivas y verbales. Las auditivas son estudiadas por los médicos
debido a que ellas permiten explicar ese sinsentido. Las verbales, en cambio, son retomadas por Lacan, ya
que expresan el sentido y su percepción de la realidad. La alucinación es la respuesta al sinsentido rechazo
en la psicosis. El psicótico no es un sinsentido sino que esa visión particular es rechazada, ¿Por qué? Por
esta visión de la realidad aristotélica que solo concibe una forma particular de ver el mundo.
Por llevar la relación del hombre con el significante, siendo esta (la relación) llevada a sus extremos, es
que podemos entender la psicosis.
La actividad per-formativa del lenguaje: Para la gente común, el lenguaje describe el mundo, y para lacan el
lenguaje crea el mundo. El lenguaje proporciona el sentido. Este sentido esta formado por un código y un
mensaje, es decir, que lo que digo tiene una forma (código) y algo que trasmitir (mensaje).
Encontramos tanto en la psicosis como en la neurosis ese hay un código constituido de mensajes. En la
psicosis se establece que hay un código constituido de mensajes que hablan sobre ese código, es decir, que
no existe entre lo que digo y lo que quiero decir, van a lo literal, no hay un doble sentido (el significante del
nombre del padre esta forcluido). Por esto no se puede dar una doble interpretación de una frase. Ejemplo de
la mochila.
Para diagnosticar lo impórtate es la posición del paciente frente la intervención nuestra.
Frente a la pregunta: ¿Qué soy yo ahí? Se establece que la respuesta no es no es oscura, sino que esta
articulada en la existencia de elementos discretos.

"Pero esa versión se vuelve enteramente clara una vez hecha la juntura conceptual, en la que nadie había
pensado todavía, de ese Otro sitio con el lugar, presenté para todos y cerrado a cada uno, donde Freud
descubrió que sin que se piense Y por tanto sin que ninguno pueda pensar en el mejor que otro, "ellos"
piensa. "Ello" piensa más bien que mal, piensa duro, pues en estos términos como nos anuncia el
inconsciente. Está inconsciente se encuentra formado por pensamientos y leyes, que no son las mismas para
los pensamientos de vigilia.
No hay modo por lo tanto de reducir ese otro sitio a la forma imaginaria de la nostalgia, de un paraíso
perdido futuro, lo que se encuentra allí en el paraíso de los amores infantiles, dónde ¡Baudelareme Dios!
Pasa cada cosa…
Por lo demás, se da nombre al lugar del inconsciente con término que le había impresionado de fletcher: otro
escenario”.
Es decir: que Freud conceptualiza al inconciente y la conciencia como dos
escenarios diferentes, en donde las reglas y pensamientos de cada uno no
son iguales. Ese inconsciente, viene a ser un tercer escenario, que Lacan
lo posiciona y lo iguala al lenguaje, ya que este funciona
independientemente del sujeto y no necesita ser reconocido por el sujeto.
Introducimos el esquema z:
Nos introducimos ahora entonces en el concepto del OTRO (se utiliza la letra a
porque viene de “autre” (otro en francés)
- El otro con mayúscula: A, es el otro del lenguaje al cual nos dirigimos al hablar
- El otro con minúscula: a, es el yo
La relación a-a constituye la relación entre semejantes de carne y hueso, en donde no encontramos la
capacidad de realizar diferentes interpretaciones, ya que, nos guiamos por una interpretación de la realidad
aristotélica. Esta relación se denomina registro simbólico. Esto, en términos de tiempo, seria la concepción
antes de Freud, por lo que encontramos que lo que se dice y la forma están unidos, indiferenciados (mensaje
y código)
Luego, aparece la relación A-S (sujeto), en donde emerge esta posibilidad de pensar diferentes sentidos
sobre la realidad, ya que no hablamos de relaciones de carne y hueso, sino de un sujeto que si o si emerge a
partir del lenguaje, ya que es la relación de un significante con otro significante. Es puro efecto,
encontramos que lo que se dice y la forma están diferenciados (mensaje y código). Es el registro simbólico.
El significante del nombre del padre (que se puede o no se inscribir en el gran otro) constituye un llamado:
el neurótico responde, y el psicótico no. El neurótico responde porque el significante se desarrollo y en la
psicótico esta forcluido. En la neurosis encontramos la relación A – Sujeto; y en la psicosis la relación a-a.
La relación y la emergencia de la estructura psicótica y neurótica, es la emergencia del gran Otro. En la
psicosis solo hay literalidad, el mensaje y el código están indiferenciados. En la neurosis, existe la
posibilidad de tener diferencias entre ambos (código y lenguaje).
METÁFORA PATERNA1: el significante del nombre del padre destruye/separa el deseo de la madre (esa
relación simbiótica), dando lugar a la significación fálica (A [= Otro] sobre falo) en el sujeto. Cuando se
adquiere la significación fálica, adviene la estructura neurótica. Se instaura una relación yo- tu. El sujeto
logra diferenciar lo que quiere la madre de lo que quiere él.

Si la relación madre-hijo no se rompe, no se da la significación fálica, y por ende, deviene la estructura


psicótica. Se forma una relación imaginaria yo-yo, hay una relación en espejo, no hay una diferencia entre lo
que la madre quiere y lo que él quiere.
La relación en espejo se da siempre, ya que esta es la que habilita el surgimiento del registro imaginario.
Solamente, que, en la estructura neurótica tiene menos fuerza que en la psicótica.
La significación fálica implica el ingreso al discurso (en términos anteriores, que el sujeto adquiera o no el
significante del nombre del padre). El que el nombre del significante del ádre se encuntre forcluido o no va a
dar lugar a dos estructuras diferentes.

ESQUIZOFRENIA
ESQUIZO (DIVIDIDO) FRENIA (MENTE).
Hasta ahora hemos trabajado la articulación del registro simbólico (psicosis) y real (neurosis).
Los registros simbólico, imaginario y real, presentan una estructura, con agujeros, lo que permite que los
elementos de esa estructura se vayan uniendo de forma diferente.
1
En Freud: Complejo de Edipo: 1er. Tiempo: cuando el nace, queda ubicado en una relación simbiótica
con la madre. Dicha relación le sirve al niño para constituirse (el niño es objeto de la madre). 2da. Tiempo:
Luego, el padre opera como corte entre la relación entre madre e hijo, y el niño se desprende de la madre,
por miedo a la castración. Lacan agrega un tercer tiempo al Edipo, en donde, el padre habilita a desear. Para
Freud, el padre es castrador, porque solamente impone la ley; en Lacan el padre impone la ley, pero también
habilita a desear.
En Lacan: se desarrollan tres tiempos en la historia del Edipo: 1 ligado al súper yo (Freud), uno ligado a la
constitución de la realidad (Klein), y el ultimo, que lo desarrolla el, que establece la constitución del ideal
del yo.
Concepto de estructura: es la forma de organización del registro simbólico, que se define como: un conjunto
de elementos que forman un conjunto co-variantes de elementos. Esto quiere decir que el discurso
(estructura) es el que organiza la realidad.
En la psicosis se presenta una falla, debido a que esta forcluido el significante del nombre del padre, por lo
que encontramos un lugar vacio en la estructura. Este lugar vacío es central en la estructura y permitirá la
transmutación entre los elementos. De esta trasmutación cambio de lugar, deriva que los elementos
simbólicos no valen por si mismo, sino por ser co-variantes, del valor de un elemento depende los demás.
Frente a ese vacío del significante, el significado varía según la posición en la estructura.
La esquizofrenia nos enseña la importancia del registro de lo imaginario, y nos permite acercarnos a la
conceptualización de cuerpo.
Freud.
Textos: introducción al narcisismo, y pulsiones y destinos de pulsión.
Pulsión: concepto límite entre lo psiquico y lo somático, es una energía libidinal interminable (se la puede
sublimar, reprimir, desplazar, y construir con ella un síntoma, que aparece como reemplazo de dicha
pulsión), que empuja sin cesar. Su objetivo único y último es satisfacerse. 4 elementos: Fuente, Empuje,
Objeto, y Meta. Para Freud hay dos objetos pulsionales: anal y oral.
La pulsión va a buscar un objeto que nunca alanza, por lo que lo que hace es repetir una y otra vez, la
vivencia primaria de satisfacción. Esto quiere decir que hubo un primer contacto, y después lo repite. Solo
nos relacionamos con ese objeto de forma alucinatoria (sin el objeto), así: no comemos o cogemos por
necesidad, sino que lo hacemos para tener placer, al recordar la vivencia primaria de satisfacción. Por
ejemplo: el niño chupa la teta, pero no toma leche; o mueve los labios en forma de succión.
Quedarse en el registro pulsional (es decir, buscar siempre la satisfacción el objeto primario), nos puede
llevar a la muerte ¿Por qué? Porque el niño podría succionar la teta hasta morir y no tendría problema
alguno, ya que esto le produce placer. Sin embargo, esta búsqueda constante, es cortada por el padre, la
figura de la ley, que le implica al sujeto otras búsquedas de satisfacción de ese placer. El que corta esta
búsqueda constante, es el padre.
Como sabemos, del lado de la neurosis, el sujeto se aparta del trozo de la realidad. El principio del placer-
displacer regula el aparato psíquico, dice Freud en un principio, pero luego se da cuenta que no alcanza sólo
con éste para dar cuenta de los procesos psíquicos, e introduce el otro principio: el principio de realidad.
Viene a ser un punto de corte al principio de placer (…) El principio de realidad hace que el neurótico tenga
que hacer lazo social con otro, tenga que salir de ese goce auto-erótico pulsional que lo satisface a si mismo,
y entonces ahí aparecen todas las variantes de la cultura. Allí entra el arte, la religión, el hablar. El infierno
está en los otros”, dice Sartre. Freud, en cambio, dice que el infierno está en uno mismo, en este punto
inconciliable, entre lo que quiere y lo que debe, donde el neurótico termina haciendo síntoma.
Estas pulsiones funcionan bajo el principio de placer-adentro- y displacer-afuera- bajo estos dos principios
organiza el mundo. Sin embargo, para organizar el psiquismo estos dos principios no alcanzan, por lo que se
instaura el principio de realidad, para organizar el psiquismo. A partir del principio de realidad, no alcanza la
satisfacción del objeto primario auto-erótica (alucinatoria), por lo que se utilizan otros métodos. Por
ejemplo: el uso del chaleco de fuerza y el recibir electroshock para aliviar el dolor. Otro ejemplo: el dolor al
cortarse la muñeca, es menor a los dolores de la realidad. El electroshock o el cortarse permiten liberar
energía pulsional.
Para Lacan, en cambio, nunca hubo un primer contacto con ese objeto, ya que lo primero que hubo es
lenguaje (función performartiva: el niño fue verbalizado antes
de que nazca, por ejemplo, cuando se lo llama por su nombre). El
significante de nombre del padre corta el lenguaje y hace surgir el
objeto. Esa alucinación es con objeto, porque
Texto: El estadio del espejo como formador de la función del yo
[je] tal como se nos revela en la experiencia analítica.
El estadio del espejo permite formar el yo (Freud: quien media
entre el ello y el súper yo), la segunda instancia psíquica. Para
lacan el yo es un estado de desconocimiento, el no querer saber
nada de lo pulsional, es la medida necesaria que nos hacemos
para poder vivir. No pedagógico o evolutivo. Es una forma de
alienación precaria a una imagen necesaria (el poder decir, por
ejemplo, yo soy yo), para que emerja ese yo.
El estadio del espejo es una forma de alienación precaria a una imagen (que brinda un espejo u otro
semejante) necesaria (el poder decir, por ejemplo, yo soy yo) para que emerja ese yo y mi cuerpo. Esto se
desarrolla entre los 6 y los 18 meses. Antes es una acumulo de sensaciones desordenadas, y a partir del
enfrentar el espejo, las sensaciones se unifican en una unidad. Esto que permite: soy yo y este es mi cuerpo.
Cuando tenemos las sensaciones aisladas, nos encontramos en el reconocimiento pulsional. Y existen 4
objetos pulsionales establece: anal, oral, mirada, y voz, esto quiere decir que:
Hay una pre-maturación, es decir, un desarrollo neurológico adelantado. Lacan asume que la imagen es una
imagen ortopédica que brinda una sensación de completud. El niño no puede decir que al mirarse al espejo
diga ese soy yo (se reconoce), sino que se CONSTITUYE allí, ya que le da un yo, ya que la las sensaciones
se unifican bajo ese yo.
Esta identidad es falsa, es ortopédica, pero es necesaria para tener seguridad. Es falsa debido a que, en el
registro de lo simbólico, el sujeto es la relación de un significante con otro significante. Por ejemplo: el caso
de la paciente que se queja de que sus amigas son chusmas, y luego termina diciendo que ella es la chusma.
EL SUJETO ES EL OTRO, dice Lacan luego. El sujeto es eso que queda difuminado, “eso que no sale
cuando nos ponemos a hablar de yo a yo”, que ahí en una función tercera, que solo va a salir luego.
Tenemos que tomar 2 dimensiones:
- En un primer tiempo, Lacan ubica que hay un “otro” al que nos dirigimos, que es simbólico
- Después, Lacan dice: el otro es el lenguaje. Por eso va a decir: somos hablados por ese otro que es el
lenguaje, aun antes de nacer (ej: “que lindos ojos que va a tener”)

En el autismo, por ejemplo, el estadio del espejo tuvo fallas, porque no hay unidad. Por eso: se pega y
golpea la cabeza contra el piso.
En la esquizofrenia pasa lo mismo, no hay una unidad del cuerpo, solamente son sensaciones aisladas. Así,
te dice: el enfermero me robo un brazo, una pierna, y 4 dedos…. O “mire doctor ahí va mi mano” (el objeto
pulsional acá seria la mirada). Ejemplos anteriores: el que se corta, siente un dolor y se alivia, esta sintiendo
una unidad.
Todas las sensaciones corporales pulsionales aisladas se encuentra en el registro imaginario (a-a).
El psicótico esta en el lenguaje pero no en el discurso, ya que ÉL ES EL CUERPO. Los neuróticos TIENEN
CUERPO, no son.
Para Freud, el ideal del yo permite el reconocimiento; para Lacan, el que lo permite es el lenguaje, por lo
que el cuerpo y el significante son extraños.
Unidad 9 (Clínica Psicoanalítica-Psicosis 3): Melancolías y diferencias con el duelo. Psicosis Maniaco-Depresiva.
Paranoia y concepto de paranoia generalizada. Erotomanía psicótica. Introducción y aproximación a la última
enseñanza de Lacan en relación a la psicosis: La clínica de los anudamientos y el concepto de Simthome.

Diferencias entre Duelo y Melancolía (Freud 1917).


La conjunción de melancolía y duelo parece justificada por el cuadro total de esos dos estados. También son
coincidentes las influencias de la vida que los ocasionan, toda vez que podemos discernirlas. El duelo es, por regla
general, la reacción frente a la pérdida de una persona amada o de una abstracción que haga sus veces, como la patria,
la libertad, un ideal, etc. A pesar que se producen alteraciones en el estado de ánimo, nunca se lo consideraría
patológico, ya que se piensa que tiene un principio y un fin. Juzgamos inoportuno y aun dañino perturbarlo con
terapia.
Duelo y melancolía coinciden en sus características a diferencia de un punto. Comparten el dolor, la perdida de interés
por el mundo exterior (en lo que no recuerde al muerto), la perdida de la capacidad de escoger un nuevo objeto de
amor y el extrañamiento respecto al trabajo productivo que no tenga relación con la memoria del muerto. Pero en la
melancolía aparece además una perturbación del sentimiento de sí, un rebajamiento de sí que no se da en el duelo.
Proceso de duelo: La realidad muestra que el objeto amado ya no existe y es necesario entonces retirar toda la libido
de sus enlaces con el objeto. Sin embargo, a este trabajo se le opone el hecho de que el humano no abandona de buen
grado una posición libidinal. Este trabajo entonces se realiza pieza por pieza, con un gran gasto de tiempo y energía de
investidura y durante ese tiempo la existencia del objeto perdido continua en lo psíquico. El trabajo de duelo absorbe
al yo. Es una operación lenta y dolorosa y una vez cumplido el trabajo de duelo, el yo se vuelve otra vez libre y
desinhibido.
Freud plantea entonces que en la melancolía puede ocurrir también una pérdida de un objeto amado, muerto o perdido
de forma más ideal, por ej., como objeto de amor (novia abandonada) Y en otras ocasiones aunque se supone una
pérdida, no se sabe lo que se perdió. Esto puede ocurrir aun conociendo la perdida que ocasiona la melancolía. Es
decir, el sujeto puede saber a quien perdió pero no lo que perdió de él. La melancolía se refiere por tanto a una
pérdida de objeto sustraída de la Cc, algo en lo que se diferencia del duelo. Clase: El melancólico sabe a quien perdió,
pero no sabe lo que perdió con esa perdida. Hay una perdida sustraída de la consciencia, es decir, que de trasfondo hay
algo que esta perdido que va mas allá de lo que la conciencia sabe.
En el trabajo que el melancólico realiza ante la perdida, Freud añade a los aspectos ya analizados en el duelo, un
empobrecimiento del yo. Si en el duelo el mundo se hace pobre y vacio, en la melancolía eso le ocurre al yo. Describe
al yo como indigno, moralmente despreciable y se hace reproches, se denigra y espera repulsión y castigo. El
melancólico es realmente no tiene interés y es incapaz de amar, debido a que el trabajo ante la pérdida devora su yo.
En el melancólico por tanto, aunque se puede afirmar que ha sufrido una perdida en el objeto, de sus declaraciones
sobre si mismo, surge una perdida en su yo. Vemos que una parte del yo se contrapone a la otra, la aprecia
críticamente y la toma por objeto (instancia critica o Cc moral) Los autorreproches (¿Por qué me dejaste con la
hipoteca sin pagar?) contra el objeto de amor que se vuelven sobre el yo propio.
Proceso de la melancolía: se pierde un objeto, y una afrenta o desengaño por parte de la persona amada lleva a
conmover ese vínculo de objeto; la libido libre, en lugar de dirigirse a otro objeto, se retira sobre su yo. Y ahí sirve
para establecer una identificación del yo con el objeto resignado: la sombra del objeto cae sobre el yo que será juzgado
por una instancia particular (superyó) como el objeto abandonado. La pérdida del objeto se transforma en perdida del
yo y el conflicto entre el yo y el objeto, en una bipartición entre el yo critico y el yo alterado por la identificación. La
identificación narcisista con el objeto se convierte entonces en el sustituto de la investidura de amor.
La pérdida del objeto también saca a la luz la ambivalencia de los vínculos de amor. En ese conflicto, si el amor por el
objeto se refugia en la identificación narcisista, el odio se ensaña con ese objeto sustitutivo denigrándolo, haciéndolo
sufrir y ganando en ese sufrimiento una satisfacción sadica.
Las 3 premisas de la melancolía son: perdida de objeto, ambivalencia y regresión de la libido al yo. La tercera es el
factor eficaz de la melancolía.
Freud afirma que pasado el tiempo el yo ha liberado su libido del objeto perdido. El duelo vence la perdida de objeto
mientras persiste absorbe todas las energías del yo. Para cada uno de los recuerdos y situaciones que muestran a la
libido anudada con el objeto perdido, la realidad revela que el objeto no existe y el yo, que podría compartir ese
mismo destino, se deja llevar por la suma de satisfacciones narcisistas que le procura estar con vida y de ese modo
desata su ligazón con el objeto perdido. Este proceso de desasimiento de la libido se produce muy lentamente. El
duelo mueve al yo a renunciar al objeto declarándolo muerto y ofreciéndole como premio el permanecer con vida.
DUELO MELANCOLÍA
El en duelo se pierde un objeto, por ejemplo, el ser El melancólico sabe a quien perdió, pero no sabe lo
amado. Es un proceso normal, que empieza y que perdió con esa perdida. Hay una perdida
termina; y que el paciente presenta un talante sustraída de la consciencia, es decir, que de
dolorido. trasfondo hay algo que esta perdido que va mas allá
de lo que la conciencia sabe.
Hay dolor, la perdida de interés por el mundo Hay dolor, la perdida de interés por el mundo
exterior (en lo que no recuerde al muerto), la perdida exterior (en lo que no recuerde al muerto), la perdida
de la capacidad de escoger un nuevo objeto de amor de la capacidad de escoger un nuevo objeto de amor
y el extrañamiento respecto al trabajo productivo que y el extrañamiento respecto al trabajo productivo que
no tenga relación con la memoria del muerto. no tenga relación con la memoria del muerto, auto-
reproche y culpa desvergonzada.
Reproche al objeto amado. Ej. ¿Por qué me dejaste? Reproche al yo. Hay una crítica moral; el propio yo,
critica al yo. El melancólico no va a otro sujeto, sino
que se retira sobre su propio yo. El melancólico no
oculta la degradación de su yo.
En el duelo hace que el mundo se vuelve pobre y El melancólico considera que su yo se volvió pobre
vacio. Por ejemplo: el mundo ha perdido sentido, y vacio, y vive con culpa y reproche del estilo
nada me importa ¿desde cuando ves el mundo así? moral. Ej. Yo soy una mierda, no valgo nada, y por
Desde la muerte de mi esposa. ende, merezco el mayor de los castigos ¿desde
cuando te sentís una mierda? Desde siempre.
El SNP no esta forcluido El SNP esta forcluido.
Existe distancia entre el yo y el objeto. No existe distancia entre el yo y el objeto, por lo que
el yo pierde su función identificadora: identidad.
Hay una falla en el estadio del espejo, ya que sujeto
no logra diferenciarse del otro para poder formar su
identidad.
Psicosis maníaco-depresiva.
Definición: Término creado por Emile Kreapelin en la 6ª edición de su libro Psiquiatría (1896) para hacer referencia a
un trastorno psicótico que, a diferencia de la esquizofrenia, no tenía un curso deteriorante y cursaba con episodios de
depresión y manía. Incluye lo que hoy llamamos trastorno bipolar y depresión mayor. Akiskal, es el autor que retoma
de la nosología de Kreapelin, y divide la psicosis maniaco-depresiva en dos: espectro bipolar tipo 1, el que más se
acerca a la psicosis maníaco-depresiva; y espectro bipolar tipo dos: oscila entre la alegría extrema y la tristeza.
¿Qué es la bipolaridad? La oscilación, la fluctuación, entre un estado maniaco y otro melancólico/depresivo (DSM 4).
El estado maníaco es la contrapartida de la melancolía, el triunfo del yo sobre el objeto. La relación con el objeto es
débil, lábil, fugaz, se salta de objeto en objeto sin poder parar, ya que esos objetos no presentan un peso, importancia
suficiente. El yo vive un talante empinado, arrobamiento incuestionable, desinhibiciones y ausencia de miramientos y
autorreproches.
Síntoma: fuga de ideas. Alguien que no puede detenerse ni en su discurso, ni en su accionar. Nadie le entiende, debido
a que salta tan rápido de tema en tema, que no loga construir sentido. Por ejemplo: “porque rueda palo se caso”, él
quería decir: la rueda del auto estaba parado en la esquina, choca con un palo. Hay una metonimia significante, hay
aceleración: 10 relaciones sexuales en una noche sin parar, comerse 45kilos de facturas en una tarde,
MELANCOLÍA MANÍA
Triunfo del objeto sobre el yo. Triunfo del yo sobre el objeto. Debido a que ese
“En el melancólico- la sombra del objeto cae sobre objeto no tiene un significado valioso, el sujeto se
el yo, por lo que el yo pasa a ser objeto”: no solo se vuelve una marioneta de la cadena significante.
pierde el objeto, sino que también se pierde algo en
el orden de la identidad. Esquizofrenia: estadio del
espejo, algo del esa disolución imaginaria se pierde
yoica. Me identifico totalmente con otro, no esta la
distancia con el objeto. Estadio del espejo: me
identifico con el otro para encontrar mi yo.

Síntoma: auto-reproche y culpa Síntoma: fuga de ideas, verborragia.


Destino: suicidio. Destino: daño del cuerpo. Por ejemplo: se camino
No hay distanciamiento entre el objeto y el yo, no durante dos días sin parar, ¿Por qué se paro? Porque
hay significante del nombre del padre que no pueda el cuerpo dijo basta.
poner distancia en la lógica fálica. Según lacan, el
melancólico esta arrojado al mundo: y realiza un
pasaje al acto, ya que salta de la ventana sin
miramientos, por ejemplo. En cambio el neurótico
que sufre síntomas melancólicos vive un acting out
(saltar de la ventana, para demostrarle al padre que
no era heterosexual).
No se mata quien quiere, sino quien puede. En el
suicidio hay una total perdida de la identidad
personal, ya que no hay distancia entre el yo y el
objeto. En la melancolía pura (psicosis) hay suicidio.
¿Cómo se puede pasar de un estado al otro? Suponemos que el significante del nombre del padre esta
forcluido, y por ende, no hay metáfora paterna, por lo que tanto manía, como melancolía demuestran esta
forclusion. La constitución del yo como imagen esta alterada. No importa que se superpone al que (yo u
objeto), la melancolía y la manía serian manifestaciones de que esa distancia no existe. La manía y la
melancolía son dos caras de la misma moneda.

Lacan plantea en estos capítulos, la cuestión del fantasma y del objeto de deseo en el mismo. Y plantea que el objeto
viene a ocupar el lugar de lo que permanece oculto para el sujeto, aquello que sacrifica de si mismo, la libra de carne
empeñada en su vínculo con el significante. Podemos decir, lo que pierde por su entrada en el discurso. Es decir, el
objeto de deseo cubre esa perdida. y por otro lado, la pérdida del objeto que se produce en el duelo, produce un
agujero en lo real. Ese agujero muestra el lugar donde se proyecta el significante faltante, el falo (privación, perdida
real de un objeto simbólico).
El objeto del fantasma cubre el agujero que sin embargo la pérdida deja al descubierto. El duelo toca esa pérdida que
estaba velada.
Introducción y aproximación a la última enseñanza de Lacan en relación a la psicosis: La clínica de los
anudamientos y el concepto de Simthome
En el Seminario, Lacan dice: “No sabemos lo que es un hombre ni una mujer”, lo que sabemos es que partimos de un
“no hay”, y a nivel simbolico solo contamos con el significante fálico que funciona como una medida, que no pretende
ordenar lo social sino el deseo de cada sujeto. Para el Psicoanálisis no hay paridad entre los sexos sino invenciones de
una posición sexuada: lo sexual es lo traumatico. En este punto plantemos un fragmento de Lacan en Milan 1973:
“¿Qué quiere decir el termino relación sexual? Ante todo, el uso común, corriente es cuando fornican llaman a eso, en
general, una relación sexual. Solo que eso seria zanjar la cuestion; no está claro que lo que llamamos corrientemente
relación sexual quiera decir que sea para nada sexual. Si la palabra es goce (es goce que tiene una cierta relación con
el goce sexual) hay una cosa que por el contrario nos muestra muy bien la experiencia analítica: que es raro que el
goce sexual estalezca una relación. No habría tanta gente que vendría a vernos para hablarnos precisamente de esa
relación que justamente no existe”
El sexo no se elige, es un resultado de una invención cultural. No hay un saber preestablecido de lo que es ser hombre
o mujer, los sujetos buscan puntos de apoyo en el discurso que le permitan ubicarse como tales, o como ninguno de
los dos.
“Sinthome” la nocion que Lacan propone de síntoma que no tiene una función significante. Esto no lleva a un
paciente a solicitar un análisis, sino que en el mejor de los casos es el resultaod de éste. Se trata mas bien de un
aritificio capaz de soportar el vacio de la “no relación sexual” El sinthome se volverá nombre, es la creación intima
que cada uno puede darse de si mismo. Es el cuarto nudo que le permite a un sujeto anudar los tres registros.
No hay nada mas indomeñable que el propio goce: el goce se resiste a toda posibilidad de universalización, pero a
diferencia de las posturas queer, el psicoanálisis apuesta a un lazo social posible a partir del sinthome de cada uno.

Unidad 11(Clínica Psicoanalítica-Neurosis 2): Neurosis Obsesiva: Síntomas obsesivos, ceremoniales, el


pensamiento obsesivo. La represión y su defensa, aislamiento y racionalización. La función del superyó en
las neurosis obsesivas. Satisfacción en la renuncia.
Las fobias: La fobia como una placa giratoria. Ante la angustia, la fobia como suplencia.

PSIQUIATRIA DE LA ÉPOCA: Falret (padre) introducen conceptos como la “locura de duda” y el “delirio
de tacto” junto a síntomas de actos compulsivos, dudas y estado de irresolución. Legrand du Saule se refería
a ellos como alienados que vagan sin etiqueta.
La obsesión aparece con los alienistas Pinel y Esquirol que relatan la sintomatología del sujeto obsesivo y la
impotencia del mismo para entender el sentido de sus síntomas.
Kreapelin: locura obsesiva.
La psiquiatría situaba a la histeria y a la “locura de duda” en lugares diferentes dentro de la nosología: La
primera era una neurosis y la segunda un delirio parcial.
La gestión clínica clásica sigue unas pautas precisas: SEMIOLOGIA (Inventario de signos),
ETIOLOGIA (Búsqueda de causas), PATOGENIA (Análisis de los mecanismos), NOSOLOGIA,
(Clasificación), POSOLOGIA (Dosificación de fármacos), DIGANOSTICO y TERAPÉUTICA, y
PRONÓSTICO.
PSIQUIATÍA ACTUAL: Si para la psiquiatría actual el tema se centra en el TOC (trastorno obsesivo
compulsivo) y en las terapias quirúrgicas.
NEUROSIS OBSESIVA FREUDIANA: Freud rescatará de la locura lo que Kreapelin refería como “locura
obsesiva”. Cabe recordar que el delirio actuaba como posibilidad sintomática. Hoy sabemos que no puede
marcar la diferencia entre neurosis y psicosis. “Si toda psicosis es un delirio, no todo delirio es una psicosis”
Para Freud tanto histeria como neurosis obsesiva disponían de un mismo mecanismo psíquico, por ello es
clasificado del lado de las neurosis. Era claro que la “locura de duda” no concluía en locura y dentro de la
terapia se comportaba de forma diferente que los delirantes.

Freud: síntomas compulsivos, ideas obsesivas, compulsión a realizar actos poco agradables y lucha contra
pensamientos contrapuestos, ceremoniales, rumiación mental en el pensamiento, dudas, escrúpulos.
Reacciones estas que acaban por inhibir la conducta del sujeto tanto en pensamiento como en acción.
¿En qué consiste la novedad freudiana respecto a la neurosis obsesiva?
 Existen obsesiones e ideas fijas.
 Freud reúne en un mismo grupo nosológico a neurosis obsesiva e histeria a causa de su
mecanismo en común.
 Neurosis es un término para referirse a síntomas corporales. Psicosis hacía referencia a síntomas
mentales (observemos la oposición cuerpo-mente)
 Freud crea les neuropsicosis: de transferencia y narcisísticas.
 Asimilaba paranoia con neurosis obsesiva y esquizofrenia con la histeria.
La neurosis obsesiva en Freud
Para Freud es el objeto más interesante y fecundo de la investigación
psicoanalítica. Podemos diferenciar 3 etapas:
1. 1894-1895-1896 aparecen “La neuropsicosis de defensa” “Obsesiones y fobias” “Las nuevas
observaciones sobre la neurosis de defensa”
2. Aparece el historial “El hombre de las ratas” “Totem y Tabu” 1907, “La disposición de la neurosis
obsesiva” 1913 y “Lecciones de introducción al psicoanálisis” 1916-17
(Edipo mito de la histeria, tótem y tabu de la obsesion)
3. “Mas alla del principio de placer” e “inhibición, síntoma y angustia” 1926
 demencia precoz de
Clasificación de neurosis 2) Psiconeurosis de Kraepelin o
freudiana: trasferencia: esquizofrenia de Bleuer
 Fobia (Freud prefiere
1) Neurosis actuales:  Neurosis obsesiva parafenia)
 Neurastenias  Histeria  psicosis maniaco-
 Neurosis de angustia 3) Psiconeurosis narcisista depresiva.
 Hipocondría  Paranoia,

Con respecto a la formación de síntomas, la n.o. junto con la histeria y la fobia (neurosis de
transferencia) nos remiten a un conflicto infantil de índole sexual. Mientras que la neurastenia, la
neurosis de angustia y la hipocondría (neurosis actuales) nos remiten a un conflicto actual. Término que
cabría especificar, pues hace alusión a lo temporal y a la acción.
Participaban en común de un suceso sexual de seducción en la infancia que en la histeria se vivía de forma
pasiva e indiferente, mientras que en la n.o. estaba cargado de placer y donde el sujeto había participado
de forma activa.
La noción de defensa nos remite a estos síntomas: bloqueo, petrificación, duda, rituales, pasajes al
acto.
La represión se lleva a cabo quitando de la representación el afecto concomitante. Cuando el sujeto intentaba
olvidar el recuerdo (representación y afecto asociado) sentía que era imposible y el afecto quedaba libre. La
representación no queda olvidada y sí desligada del afecto que va en busca de nuevas representaciones o
ideas (una vez desfectivizada aparecía un recuerdo consciente, pero sin sentido)  En la histeria este afecto se
reflejaba en el cuerpo y en la n.o. el falso enlace se unía a otras representaciones fijándose en lo psíquico.
Por tanto, la idea inicial y la sustituida  parecen no tener nada en común. En definitiva, es el mecanismo
consistente en el desplazamiento de un afecto hacia representaciones que nada tienen que ver con la original.
Hay un fracaso de la representación como origen de la enfermedad: recuerdo de la vivencia infantil,
reproches, regresión infantil, culpa, vergüenza…, retorno de lo reprimido.

SÍNTOMA: síntoma fundamental podemos decir que es La duda y la elección en tanto dificultad de poder
elegir. El espesor del síntoma no es sincrónico, es diacrónico. Concebirlo así permite evitar suposiciones
inútiles, y concebir la estructura no en la profundidad, sino en los despliegues y en los repliegues del
tiempo.
Es subjetivo y personal, ya que nos habla de la historia del sujeto; y puede tener varios significados
simultáneamente. Hay como un rasgo conservador en el carácter de la neurosis: el hecho de que el
síntoma ya constituido se preserva en lo posible por más que el pensamiento inconsciente que en él se
expresó haya perdido significado.
La obsesión constituye la vía falsa de descarga.

Tanto para Freud como para Lacan, el síntoma en las neurosis, tiene dos ejes articulados entre sí.
FREUD LACAN
1º-el eje de mensaje interpretable. El síntoma emerge del deseo del otro materno, en
2º el eje de mensaje cifrado, el del valor de donde a la pregunta ¿Qué quiere el otro de mi?, que
satisfacción pulsional o goce en Lacan. genera angustia, el síntoma emerge como una
defensa (respuesta) a esa angustia. Dos síntomas:
- elección
- duda

Los síntomas neuróticos son el resultado de una vivencia sexual infantil. Frente a una vivencia o fantasía
sexual en la infancia, se genera una fijación, debido a que el sujeto no es capaz de procesarla. Esta queda
latente hasta pasada la pubertad, y solamente es traída a la conciencia, por medio de la regresión. Al
contrario que en la histeria que hace una regresión hacia los primeros objetos sexuales, la n.o. lo realiza
hacia fases anteriores de la organización sexual (fase preliminar de la organización fálico-anal). Por ello de
sus síntomas con un impulso que de amoroso se transforma en sádico, sorprendiendo al sujeto.
Esta experiencia de seducción freudiana será revisada por Lacan cuando afirma que se trata de un encuentro
del sujeto con el Otro, momento en el cual el sujeto queda como mero objeto en el circuito del deseo del
Otro. La angustia está localizada aquí, en este encuentro.
El deseo freudiano en la obsesión está relacionado con el triangulo edípico, elementos claves en el deseo del
obsesivo.
Las categorías
Apunta Freud que los síntomas son satisfacciones substitutivas. El obsesivo ejecuta un acto y busca su
opuesto. Lacan, con su aportación de la figura del Otro, con la constitución del sujeto pasando por el Otro
dará cuenta de un síntoma movido por el goce.
Freud clasifica 3 categorías en la neurosis obsesiva (n. o.): los impulsos, los actos y las representaciones.
 Impulsos: actos infantiles que mantienen en vilo al sujeto: cometer grandes crimines de los que
huye horrorizado. Los impulsos son tentaciones, “El hombre de las ratas” tiene el impulso de
cortarse el cuello con la navaja, antes quería matar a la vieja, después el impulso se vuelve contra él.
 Acto: se refiere a la procastinacion, la postergación del acto. En cualquier caso hay mas tendencia a
fantasear el acto que al acto en sí.
 Representaciones: Las representaciones obsesivas son reproches transformados, producto de la
transacción entre ideas reprimidas y represoras. Se refiere a actos sexuales ejecutados con placer.
Las ideas han sufrido una deformación: “si haces esto… pasará aquello a… si devuelves el dinero al
teniente le pasará algo a tu padre…”
CEREMONIALES: El ceremonial neurótico consiste en pequeñas prácticas, agregados, restricciones,
ordenamientos, que, para ciertas acciones de la vida cotidiana, se cumplen de una manera idéntica o con
variaciones que responden a leyes. Tales actividades nos hacen la impresión de unas meras «formalidades»,
nos parecen carentes de significado. De igual manera se le presentan al propio enfermo, pese a lo cual es
incapaz de abandonarlas, pues cualquier desvío respecto del ceremonial se castiga con una insoportable
angustia que enseguida fuerza a reparar lo omitido. Tan ínfimas como las acciones ceremoniales mismas
son las ocasiones y actividades adornadas, dificultadas y en todo caso sin duda retardado por el ceremonial;
por ejemplo, vestirse y desvestirse, meterse en cama, la satisfacción de las necesidades corporales. Puede
describirse el ejercicio de un ceremonial sustituyéndolo de algún modo por una serie de leyes no
escritas. Por ejemplo, para un ceremonial de meterse en cama; la banqueta tiene que encontrarse en
determinada posición ante la cama, y sobre ella la ropa doblada, en cierto orden; el cubrecama tiene que
estar arrollado a los pies, tiesas las sábanas, las almohadas dispuestas de tal o cual modo, y el cuerpo mismo
en una postura estipulada con exactitud; sólo entonces uno tiene permitido dormirse.
La religión y la neurosis obsesiva:
Freud manifiesta que hay una clara similitud entre los ceremoniales y los actos obsesivos. La ejecución del
acto suspende la angustia. Pero registraba algunas diferencias:
 los actos religiosos tienen carácter colectivo, los obsesivos son de carácter individual.
 los actos religiosos tienen significación simbólica, los obsesivos están faltos de significado.
Los ceremoniales obsesivos tienen una finalidad de protección contra la tentación, culpa y desgracias por
venir.
El obsesivo toma medidas para alejarse de las situaciones donde su deseo está en juego (deseo imposible)
Mientras que la histérica se acerca al deseo y de este modo lo mantiene insatisfecho. El obsesivo lo evita, se
aleja del deseo del Otro que lo angustia.
PENSAMIENTO OBSESIVO: en la neurosis obsesiva hay un desplazamiento de los afectos, para así, evitar
sentirlos. Hay también aislamiento y racionalización y una forma de pensamiento llamada “rumiación
mental”. No es una auténtica reflexión, sino un simulacro de reflexión, para evitar vivenciar los
sentimientos amorosos y hostiles. El obsesivo es altamente ambivalente en sus afectos, y esto, a veces,
aparece racionalizado.
- La superstición: Son consecuencia del pensamiento obsesivo. Cuando se encuentra bajo el dominio
de una obsesión les ocurren hechos relacionados con su superstición. El paciente, dice Freud
colabora en la efectividad de tales supersticiones.
- La necesidad de inseguridad: Prefieren permanecer en la duda. Eluden las soluciones a los conflictos.
Se recrean en la duda: la paternidad, la duración de la vida, la supervivencia… odian los relojes.
- Carácter y neurosis: fenomenología del obsesivo. Freud nos recuerda que las exigencias propias del
Complejo de Edipo generan una defensa en el sujeto. Cuando llega a la fase genital, se produce una
regresión a la fase sádico-anal que vendrá a marcar el tema del erotismo anal en el obsesivo.
El carácter acaba siendo esa aceptación determinista del síntoma como si fuera algo inamovible,
heredado, aceptado… con lo que me tengo que conformar.
- ¿Qué se cuestiona el obsesivo? Sus preguntas no siempre son las mismas, no tienen las mismas
formulaciones. Siempre está implicado su ser, un ser para la muerte… una pregunta por el qué tengo
que ser y la permanente duda. Lo importante es el ser.
- La angustia y el acto obsesivo: El síntoma sirve para evitar la angustia. Al igual que el fóbico, el
obsesivo necesita de los rituales para evitar su aparición. El acto es el apaciguador de la angustia,
pero siempre es más importante el recorrido de la ceremonia que la ceremonia en si. Prima el sistema
de reglas, de rituales que el sujeto sigue como mecanismo para que la prohibición y el impedimento
tengan efecto.
- La postergación del acto: la duda. Una de las características propias es la postergación, el dejar para
otro momento. Tiene por sentido controlar el deseo del Otro, que sea algo calculable, que no falle.
Busca una garantía respecto al control del goce del Otro. Por ello posterga hasta tener la certeza, que
nunca llega. Si posterga el acto, aparece la angustia porque postergar significa no tener confianza
en el saber del Otro. Este Otro no tiene respuestas.
- La proeza, la hazaña, el record: La hazaña en el obsesivo es otro hecho destacable. Vinculada a la
cuestión de impotencia ¿puedo o no puedo? No soporta la castración del Otro, necesita evitar la
angustia, demostrarse a si mismo que puede. Son actos dirigidos a un publico, un observador, a un
espectador invisible. Siempre aparece un amo, que hace de juez de la proeza; pero proezas donde no
corre ningún riesgo.
SUPER YO: Hablamos de la existencia, de la
presencia de un superyó feroz que le exige y ante el
cual el sujeto se vuelve pasivo. La voz del superyó es
un otro interior. Superyó con su doble vertiente, la de
prohibir y la de exigir goce al sujeto: ¡¡¡Goza!!! Si no
lo cumple, aparece la angustia. La angustia es el
afecto del sujeto ante el deseo del Otro (interior) Esto
provoca la anulación, el aislamiento y la represión. El
superyó sirve como límite. El obsesivo para no
angustiarse ante la voz, traduce el mandamiento loco
en una demanda inteligible y luego cumplirla.
Racionalización del hombre de las ratas para explicar
el cumplimiento de sus órdenes.
- El aislamiento vendrá motivado por el hecho de que el sujeto después de cualquier hecho
desagradable, bien sea un pensamiento o similar, necesitará de un lugar dónde nada debe pasar, se
aisla, se relaja. Pero la represión hace su papel. La representación no quedará olvidada, más bien al
contrario, lejos de la cadena asociativa, se presenta el pensamiento que sorprende al sujeto.
- La culpa y los reproches son muy presentes. El hecho de gozar implica la correspondiente culpa y
el consiguiente castigo. Se siente culpable y no sabe de qué. Desconoce la razón, él no ha hecho
nada. Los reproches no tendrán descanso. Sus situaciones vividas con placer generan reproches
porque quedan activados en el recuerdo.

LACAN: Define el síntoma obsesivo como una especie de laberinto para negar el deseo. Este laberinto le
lleva a los más variados desplazamientos como exigencia del Superyó.
Ejes de la neurosis obsesiva:
1. El obsesivo es el que resuelve la cuestión de su deseo situando en el lugar del deseo, la demanda
imperativa del Otro y escapando de ella y por tanto del deseo. Así el deseo que conlleva necesitar al
Otro, según la fórmula lacaniana, de que el deseo pasa por el deseo del Otro, produce que el obsesivo
se obstine en la destrucción simbólica del Otro, que es vivido como peligroso. De ahí, su agresividad
a veces reprimida y a veces actuada.
2. Estas dudas producen el laberinto de su síntoma que es una metáfora dirigida al Otro, como lo es el
síntoma de conversión en la histeria.
3. Se mantiene el deseo como imposible en su eterna duda, Ser o no ser…, para Lacan, ser o no ser el
Falo del Otro. Es decir ser el que apoya o sostiene al Otro, le consuela, le complementa
imaginariamente, o salir de ahí por temor aquedar atrapado en este fantasma.
4. Por otra parte, al ser reducido el deseo a la demanda y ser ésta vivida como exigencia, como ya
hemos dicho, se aplica a matar simbólicamente la posible demanda del Otro, es decir lo que Lacan
denomina la muerte de la demanda.
Es en este afán de “matar” en lo simbólico la demanda y el deseo, que tiene una particular relación
con la muerte. Es un sujeto en el que sus dos grandes preguntas son sobre la muerte y el padre. Ese
padre si bien aparece en ocasiones, como humillado, es siempre un rival y lo sitúa teniendo que
sostenerle privándose de su propio deseo para ello. Esto produce el particular deseo inconsciente de
muerte de este padre. Es un padre, en cierta manera, muerto también simbólicamente, y la
identificación del obsesivo a este padre produce una identificación a un dolor de existir propio del
obsesivo
Síntomas: duda y elección.
- La duda es el efecto de la posición de bascula o de no resolverse a salir del señuelo de Ser o no Ser el
Falo del Otro.
- No puede elegir la no satisfacción del deseo. Este síntoma produce que el sujeto ocupado en sus
pensamientos presenta un bloqueo, y se queja muchas veces de su inutilidad porque no puede
cumplir con lo que la vida le pide. Esta posición, por otra parte, plantea una dificultad en la dirección
de la cura ya que queda “petrificado” en esa oscilación que es un cierre a la “histerización, entendida
como el preguntarse por sus síntomas. Es decir lo propio de toda entrada en análisis, una pregunta
sobre el síntoma dirigida a Otro, el analista, al que se le supone un saber, algo distinto del estar
ensimismado del obsesivo, al que le cuesta salir de preguntarse a sí mismo.
La neurosis obsesiva se caracteriza por la subjetivación forzada de la falta del otro poniéndola como
una propia.
La angustia surge cuando el montaje de un Padre Ideal cae, por el encuentro traumático con el goce del Otro
con la evocación de un goce anal colocando al capitán cruel en el lugar del Padre. Este padre aparece
entonces como cobarde y gozador. Situado como rival en un eje imaginario, el paciente se sitúa en una
agresividad especular y se identifica a este padre. A falta de diferenciarse de él y ante el temor a su propia
agresividad, desea por y para el padre, se hace su escudero, tomando a su cargo las faltas de éste: la deuda
y la duda, constituyendo sus síntomas.
El síntoma de la duda y el no poder elegir ponen en acto, dice Lacan, el término de laberinto y el de
contrabando de su fantasma, pasar como un camaleón, ir de furtivo por la vida, como espectador y no como
actor, manteniendo el deseo como imposible.
El pensamiento de la duda es el síntoma del obsesivo, pero el sujeto para que se convierta en síntoma
analítico lo debe hacer suyo y preguntarse por este síntoma, no quedar fijado en él. La verdad de este
síntoma, será opuesta a la alienación de la fijación en el Ser o no Ser. Sólo el síntoma articulado al fantasma
y asumiendo el goce como propio, permitirá deshacerse del síntoma lo más posible. La inscripción del
síntoma como analítico se hace cuando de la pregunta por sí mismo, pasa a la pregunta al Otro. Es lo que se
conoce como histerización. De esta forma el analista será no sólo el testigo imaginario de sus dudas ni el
Otro Ideal, sino que tomará a su cargo el lugar de objeto, en la transferencia, donde el sujeto pueda ir
construyendo este objeto, causa de deseo en su propio fantasma sin estar sometido al fantasma del Otro.

DEMANDA PRIMORDIAL: es lo más primitivo, se refiere casi a la Necesidad. Cuando uno nace, llora
para pedir lo que necesita, y OTRO DE CARNE Y HUESO, va a tratar de satisfacer nuestras necesidades.
Pero como existe el lenguaje, pronto el primer Otro, la madre o su sustituto, traducirá el llanto no sólo en
necesidad sino en signo de otra cosa, de una demanda a la que tratará de dar respuesta y de cuya respuesta
que no podrá satisfacer del todo, siempre quedará un resto que será el deseo. Paralelamente, el Otro también
va a pedir al sujeto, y quedará como lugar simbólico de un intercambio de demandas y de dones.
De esta relación del sujeto y este Otro y de la interpretación por parte del sujeto de sus respuestas a sus
demandas, quedará una huella que dará como resultado una estructura determinada. Así cada una de las tres
estructuras clínicas son respuestas diferentes a la frustración de la Demanda primordial. De esta relación del
sujeto y este Otro y de la interpretación por parte del sujeto de sus respuestas a sus demandas, quedará una
huella que dará como resultado una estructura determinada. Así cada una de las tres estructuras clínicas son
respuestas diferentes a la frustración de la Demanda primordial.
ESTRUCTURAS LACANIANAS:
- La estructura neurótica comprende a la neurosis histérica, la cual privilegia el cuerpo del sujeto
como lugar de inscripción de los síntomas, y la neurosis obsesiva, cuyos síntomas privilegian el
pensamiento como lugar de aparición. Lo que fundamentalmente caracteriza al sujeto neurótico es
que se trata de un sujeto de la duda: es el sujeto que se hace preguntas sobre su ser, su existencia y su
deseo (”qué quiero, de dónde vengo, para dónde voy, quién me ama, a quien amo, etc.”).
- La estructura psicótica abarca a la psicosis paranoica cuando el sujeto ha construido un delirio de
persecución y la esquizofrenia. El sujeto esquizofrénico tiene un delirio de fragmentación del cuerpo.
En la psicosis ya no se habla de síntomas, sino de «fenómenos elementales», los cuales van desde el
delirio, hasta las alucinaciones (de voces o visuales) y construcción de nuevas palabras
(neologismos). Lo que fundamentalmente caracteriza al psicótico es que se trata de un sujeto de la
certeza: él tiene una certeza sobre lo que le está pasando, y esta certeza funda su delirio.
- La estructura perversa tiene como paradigma al sujeto fetichista, aquel que necesita de un objeto
fetiche -unas medias rotas, unos zapatos rojos, un liguero, unas trenzas, un lunar en el seno, etc.-,
para alcanzar la satisfacción sexual. Lo que fundamentalmente caracteriza al sujeto con una
estructura perversa es que él tiene una certeza sobre su goce, es decir que él sabe muy bien cómo,
dónde y con quien alcanzar la satisfacción sexual. Un verdadero perverso es un sujeto que “ya sabe
todo lo que hay que saber sobre el goce” (Miller, 1997, p. 27). La estructura perversa abarca también
a las denominadas desviaciones de la conducta sexual, como por ejemplo, la pederastia o pedofilia, la
necrofilia, la zoofilia, como también el sadismo, el masoquismo, el voyeurismo, el exhibicionismo,
etc., conductas estas que en la psiquiatría contemporánea se denominan parafilias.
El diagnóstico de la estructura no se hace en base a los síntomas del sujeto, sino en base a la posición que él
tiene frente a ellos. Los síntomas en la neurosis, los fenómenos elementales en la psicosis y los actos
perversos en la perversión, por supuesto que se tienen en cuenta, sobretodo en estas dos últimas estructuras,
pero el diagnóstico de la estructura clínica, como ya se indicó, también abarca la posición subjetiva del
sujeto. Así pues, es muy distinto un neurótico obsesivo que delira, que el delirio de un sujeto que se siente
perseguido por extraterrestres

(Continuación con la articulación de demanda y deseo de muerte).


En el obsesivo ha funcionado la metáfora paterna, la función simbólica del padre, pero de un modo
particular. En la relación del obsesivo con la muerte, Lacan pone el acento en la interpretación por parte del
sujeto del deseo mortífero de la madre. En ese Otro, que produce la experiencia de la primera satisfacción,
algo ha funcionado de tal manera que no permite borrar de esta experiencia algo que el sujeto interpreta
como lo mortífero, lo peligroso de la madre, y de allí la especial relación del obsesivo con la muerte.
Recordemos a Freud que dice que el obsesivo ha tenido una vivencia muy precoz de satisfacción, de goce
peligroso. Esta vivencia de satisfacción pulsional queda mantenida y ubica al niño como un objeto de
un cierto “abuso” que le llevan a decir a este primer Otro: déjame en paz, que es una forma de querer
matar al Otro, ya que al quedar inscrito en su inconsciente esta interpretación que ha hecho de un
cierto “abuso”, desea la muerte del Otro, de su deseo. De forma simple: la libido se empieza a
desarrollar con los mimos de ese OTRO. El obsesivo tuvo un exceso de ellos, por lo que vivió ese exceso
como abuso.
Por lo tanto, todo lo que quiere el obsesivo es anular el deseo del Otro, hasta el punto de pensar en su
muerte. Antes de este deseo de muerte del Otro, tendrá también una particular relación con su propia muerte,
con la muerte de su propio deseo. Su aspiración es ser un desierto de deseo, para hacer contrapunto a
interpretar haber sido un objeto de goce del Otro, o también podemos decir haber sido demasiado deseado,
lo que le hacía padecer, por la interpretación que daba de ser atrapado. Ante esto, el obsesivo hace una
denegación del deseo del Otro, y de su propio deseo. El obsesivo, tiene simbolizado el deseo del Otro,
pero no quiere saber nada de él. Lo vive como una amenaza.
Si el obsesivo actúa así, es porque su demanda es una demanda de muerte simbólica para que le dejen en
paz. Lacan dice que esto es así porque su deseo es destruir el Otro del deseo para convertir al Otro en un
otro semejante, peligroso, y engancharse a éste como pareja imaginaria, en una rivalidad y agresividad: O tú
o yo.
Dicha demanda genera culpa.
Trata del sentimiento agudo de culpa que tiene algunos pacientes por sus pensamientos de tipo obsceno. Esta
culpa es una paradoja en la neurosis obsesiva porque el sujeto piensa que estos pensamientos se le imponen
y que poco puede hacer para que no sea así. Es decir se pone más como víctima que como responsable.
Es por ello que notamos que para el obsesivo el Otro le viene dado como otro terrorífico cuya demanda se le
convierte en exigencia, en mandato super-yoico y por ello lucha para mantenerlo a distancia, anularlo o
provocar la muerte de su demanda, y por consiguiente de su deseo.
Ante un deseo, aparece la culpa, como algo peligroso, ante un Otro que se muestra demasiado potente, y
ante el temor de estar a su merced, ya que teme que el deseo propio vaya a sucumbir por el deseo del Otro.
Por otra parte, en el tratamiento, no se trataría de interpretar las ideas obsesivas sino dejar que se vacíen de
sentido y que los pacientes puedan interrogar no tanto el sentido de lo que se repite sino el goce de su parte
que está en juego y al que tendrá que renunciar para llegar a desear.
El sujeto odia en el Otro, ese algo de él mismo que depende del Otro, de la respuesta a su demanda y lo que
no quedó satisfecho en esa respuesta. De forma simple: Lo que odio del otro es depender de él, porque no
pudo satisfacer mi demanda de forma completa. Sólo, atravesando esa dependencia tejida de amor y de odio
logrará llegar al: Allí donde fui, (Falo imaginario del Otro, que le consuela o le sostiene), debo llegar a ser
(Falo simbólico) para él mismo y para poder perderlo por la castración simbólica.

El lugar del Otro en la neurosis obsesiva. El deseo, la necesidad y la demanda.


La necesidad pertenece al orden los requerimientos orgánicos. El deseo aparece como consecuencia de la
falta de esencia motivada por la separación de la madre (la madre no puede satisfacer la demanda por
completo).
Tiende a colmar la falta –castración- que implica la separación de la madre. El niño necesita ser el falo de la
madre, el deseo del deseo de la madre, su complemento, aquello que le falta a ella. Como esto no funciona,
es imposible… irá a buscar sustitutos de la madre.
La demanda incita al deseo, le invita a continuar en su intento de lograr ese todo. Evoca la falta de ser con
los tres rostros de la nada que constituyen el fondo de la demanda de amor, del odio que niega el ser del otro
y del que no se puede decir aquello que se ignora en la petición.
Por tanto evoca las tres faltas del ser: el amor, el odio al Otro y la ignorancia de lo que se pide.
Un aviso a navegantes analistas propone Lacan: La respuesta del Otro es dar aquello que cree que se le pide
y confunde la cura, la demanda de amor con la satisfacción de la necesidad. El odio paga al amor, pero lo
que no se perdona es la ignorancia. Es decir, hemos de obturar la demanda, nada de identificaciones. Se trata
de encontrar el deseo y su estructura.
De forma sencilla: el niño presenta necesidades que por si solo no puede sastisfacer. El que viene a
satisfacerlas seria el OTRO (la madre). Ese otro se constituye como causa de ese deseo. El deseo no es la
relación con un objeto, sino la causa de falta que ese objeto cometió para conmigo ¿seria así?
El deseo se relaciona con la demanda y con el síntoma:
- Demanda: Hay, dice, una diferencia entre demanda y deseo. El deseo no es articulable a manera de
“Yo deseo esto o aquello”. La demanda sí es articulable. Entre significante y significante
encontramos el deseo. No es articulable, pero está articulado en la demanda. La demanda del Otro
hace de él un objeto que piensa que el Otro quiere destruir, hacer desaparecer
- Síntoma: En el obsesivo hay un deseo cero, un deseo imposible   (Lacan, Seminario 6, 1958-9).
¿Cuáles son las razones? En el primer acercamiento del obsesivo con su deseo y el paso por el filtro
del Otro, su deseo fue destruido, anulado. Esto hace que experimente su deseo como algo que se
destruye, evanescente, dura poco. Por ello se mantiene a cierta distancia de su deseo para
conservarlo. No quiere saber nada del deseo del Otro y limita el deseo a la demanda.
La duda, la postergación del acto, tan relevantes, no hacen más que manifestar el encuentro del
sujeto con su deseo. Siempre llega tarde. Necesita proezas, hazañas…, donde el Otro observa, es
espectador. Allí dónde debe pedir permiso: “pedir permiso es ponerse en la más extrema
dependencia con respecto a él” (Lacan, Seminario 5, 1957-8)
Estrategias del obsesivo.
 Usa la demanda para que no haya cuestionamiento personal. La orden viene de otro. Satisfacer la
demanda para escapar de la angustia. Colma la demanda para no encontrarse con lo que el Otro
supone de enigma, de ese lugar Otro que nos interroga sobre nuestro ser. Y ahí piensa que ésta su
deseo.
 Sitúa obstáculos para no acceder a su deseo. Realiza proezas con sus semejantes bajo la mirada
conspicua del Otro, a quien se dirige siempre.
 Un continuo esfuerzo para evitar el encuentro con su deseo.
 Calcular, controlar, mantener el goce, que funcione el Otro como controlador del goce. Que no haya
más goce que el controlado, con significantes calculables.
 Fracasa. Demasiado control, le sale mal.
 El goce incontrolado es la causa de que él como sujeto se sienta elidido. No sabe dar respuesta a lo
que le pasa.
La negación del deseo: El deseo se escapa bajo formas de denegación. Observemos frases del tipo:    - ¡No
pienses que yo quiero eso, no es eso lo que yo quiero, pero he de  hacerlo! Elude su responsabilidad. Como
le decía aquella paciente a Freud: -¡No vaya a creer usted que la mujer de mi sueño es mi madre!
Es una manera de anularse respecto de su ser.  La relación del obsesivo con su deseo hace que el sujeto
tenga una relación de destrucción con Otro: No deseando nada.
La muerte. La muerte es la muerte del deseo: El deseo del obsesivo respecto a ese amo que le pide ya
había sido observado. Lacan dirá que busca un amo para esperar la muerte, la coartada, para mantenerse sin
acto.

EL PADRE: el sujeto sitúa primero un Padre Ideal (caballero, buen soldado) y después un Padre del goce
cuando este Ideal cae pero no puede situar por si sólo un Padre donador o simbólico. El don del Padre le
“estorba”, no lo acepta, y de ahí el tema de la deuda simbólica, imposible de saldar por el rechazo de aceptar
su don. Es el no quiero deberle nada.
La neurosis del adulto, como decíamos, se desencadena en este paciente por el encuentro con el padre del
goce. Este relato le lleva a pensar en el goce del padre y en el suyo propio, que descubre con horror. Esto
reactiva las identificaciones con un padre “caído” del Ideal, el de la duda y el de la deuda. El de la deuda
porque es jugador y tiene deudas.
Relación del padre con los síntomas: no puede aceptar el don del padre, el falo simbólico, porque esto
significaría enfrentarse a su propio falo, es decir pasar de la duda de ser o no ser el falo, a tenerlo para
poderlo perder. De esta forma, decíamos que el sujeto se carga con las faltas del padre, hasta llegar a lo que
se conoce como el trance obsesivo, que es una defensa frente al goce, desviando el interés a rituales y otros
pensamientos, en un desplazamiento y en una regresión de la libido a un estadio sádico anal. Sin embargo en
este trance, que culmina en un reto al padre mostrándose desnudo y creyendo que este padre le mira, el
sujeto se muestra como una víctima en relación al padre.
CURA:
Freud busca aliviar al paciente por la construcción de la novela familiar, y la construcción alrededor del
significante de su goce, rata, de diferentes significaciones que al encadenarlas o asociarlas le den una salida
a sus síntomas.
Para ello Lacan nos habla de la importancia del significante en la neurosis obsesiva y especialmente en el
hombre de las ratas, y de cómo Freud supo ver esta importancia a lo largo de esta cura.
El significante es lo que da cuenta del goce del sujeto articulado al objeto.
El sujeto repetía la duda y en la deuda de forma compulsiva, para cubrir el goce, desplazando a otros
síntomas. Intentaba borrar la huella del goce. Freud dice que la repetición se da para tapar el núcleo
traumático y va a buscar ese núcleo traumático para hacerlo caer. Se ve como no es posible tapar el goce y
en este caso aparece el significante rata alrededor del que se van a trabajar diferentes significaciones,
permitiéndole a Freud interpretar al paciente en relación a su goce y a su deseo.
Para Lacan, se trata de situarle en sus diversas acepciones para quitarle el sentido único de objeto de
suplicio, en todo caso para poner a este objeto de suplicio en equivalencia con un desecho, lo que se puede
tirar. Le saca de la alienación al objeto y de la confusión con ese mismo objeto. Sería pensar que el sujeto en
su fantasma se ve reducido a su objeto de goce, el desecho para el Otro, el objeto anal.

S/ ---a (rata, objeto anal)

En este esquema el sujeto está sometido a un Padre del goce, caprichoso, con mandatos sin sentido para el
sujeto, situando entonces una ley sólo a partir del goce y no instalando el deseo.
Ante estas demandas sin sentido, lo que le retorna a través del síntoma es la matriz pulsional de la relación
con el Otro. Detrás de la duda, está el ¿Que quiere el Otro de mi?, que le aparece como algo peligroso. El
dilema para el sujeto sería: O me conformo con los ideales del Otro y me identifico a ellos, o me sitúo como
desecho de este Otro.
De esta duda el hombre de las ratas puede salir por el enunciado simbólico, es decir por las asociaciones que
tienen que ver con el significante rata, que desvelan su forma de goce y que van a producir una separación
entre él como sujeto y el objeto del cual gozaba, es decir lo separan de la confusión con el objeto.
Freud le alivia por la construcción de su novela familiar, como hemos comentado antes, en donde se
evidencia este entramado en torno a la significante rata. De esta forma el sujeto al no confundirse con lo
criminal, la rata, que causa su goce, puede construir su propio escenario del fantasma. Para Lacan, esta
novela familiar, conduce al sujeto a su propio mito, y después a la construcción de su Fantasma, en este
caso, este fantasma tiene que ver con los tres registros: El imaginario del relato del capitán cruel y la escena
de azotes, el simbólico de la frase del padre, o sea un enunciado inconsciente hasta ese momento, y el real
con el objeto que es el objeto anal.

Es decir que el fantasma es el escenario donde el sujeto presentifica el objeto que le colma, le satisface, pero
le impide desear por él mismo. Para Lacan, es en su construcción y atravesamiento que el sujeto escapa a la
alienación al Otro y a la demanda del Otro vivida como exigencia y así puede atreverse a desear.

Perversión, angustia y goce en el obsesivo


El obsesivo, al contrario que el perverso, no se reconoce en este goce. El perverso se haría amo de la
situación para gozar. El obsesivo no se entrega al goce, mas bien, sufre de elucubraciones, fantasías, dudas
de si es homosexual o perverso. El goce le fascina y a la vez le horroriza, le deja en una dependencia total
con el Otro.

El sujeto y la demanda del Otro. El Deseo, el Falo y la castración. El objeto en el fantasma.


La pulsión: El sujeto pide en la pulsión algo que está separado de él, pero que es suyo y le complementa: los
órganos de la madre. En la pulsión se trata de hacerse. Hacerse ver, hacerse oír. Hacerse ver, vuelve al
sujeto. Hacerse oír va hacia el Otro (los oídos no pueden cerrarse) Hacerse engullir (pulsión oral). La
pulsión oral es hacerse chupar. Hacerse cagar. La caca es regalo, purificación, expulsión, limpieza, entregar
su alma, la oblatividad.
El Otro funciona como un amo del cual depende en gran medida el sujeto. Su madre le ha ofrecido todo, la
posibilidad de todo. De este amo recibe las demandas, las prohibiciones, los imperativos… el sujeto intuye
que algo se espera de él, por ello no tendrá otra alternativa que responder intentando satisfacer a todos. Hace
para ello grandes proezas, hazañas que como hemos dicho están sujetas a la mirada atenta de algún
personaje de su historia. En tales propósitos no corre ningún riesgo.
La demanda oral: Tiene otro sentido más allá de la satisfacción. Siempre es una demanda sexualizada
alejada por tanto de la necesidad y con un objetivo claro: mantener un deseo. Por tanto la demanda viene
articulada al deseo, no a la necesidad.
Las heces: La madre propone al niño cómo hacer sus necesidades. Le pide algo. El excremento es un don a
la madre, a pesar de que la espera de ella sea el control de esfínteres.
Hablamos por ello de oblatividad: todo para el Otro y todo para mí. El sujeto entiende las demandas como
un don.
Cuando alguien desea, se sitúa este deseo en el espacio de la demanda: el Otro me demanda a mí. No se trata
de que el Otro desee, es que me desea a mí y deseo complacerle. Siempre convierte el deseo del Otro en
demanda del Otro.
En el Seminario X (1962-63) Lacan siguiendo su invención (el objeto a) plantea el deseo anal (retención).
La demanda de la madre, gran Otro, ha hecho entrar la caca en la subjetivización. Se le pide retener y dejar
el excremento (demanda materna). Él es un objeto alrededor del cual gira la demanda de la madre.
“Lo que está allí en esa primera relación con la demanda del Otro, es a la vez él y no debe ser él; por lo
menos, e incluso más allá: no es de él”. (Lacan, Seminario 10: 314).
Pensemos que este objeto (a) excremencial es la causa, el origen de las ambivalencias del sujeto, su sí y su
no.
El sadismo anal: Exponía Freud que en el punto máximo de amor, el amor se convierte en odio. Lacan
comenta que el punto máximo de entrega y sometimiento al Otro, es el momento donde el sujeto se eclipsa y
aparece el sadismo.
Por ello, tanto el dar como el retener son respuestas a la demanda del Otro. Es ante esta demanda que el
sujeto se reconoce, se sitúa como sujeto. En la demanda del Otro hace aparecer el don, la oblatividad, donde
el sujeto se entrega. Observemos los síntomas de constipación como retención.
El deseo no encuentra la posibilidad de apropiación. Toma la imposibilidad y hace de ella el objeto de su
deseo. No se atreve, posterga, se aleja, se paraliza. Quiere y no quiere, sí y no, se inhabilita.
El fantasma: En él encuentra todo lo necesario para construir su deseo. Pide, demanda, mata el deseo del
Otro. Acepta todo lo que el Otro le diga, el permiso y la aprobación.
Hay una ley constante que rige sus actos y le constituye. Su alienación, su dependencia siempre está en el
campo del Otro
¿Qué debe de hacer? A la hora de elegir está en juego su deseo o lo que le demanda el Otro.
Se cuestiona sobre el saber: ¿Qué soy, qué quiero, soy bueno o malo? Siempre está implicado su ser y el
cumplimiento del ideal. Pero siempre le falta un significante dónde identificarse.
Falo y castración: El falo es la presencia de la falta en el Otro, hecho que atrae su atención. No acepta que el
Otro desee, no escucha sus deseos.
Espera la muerte del amo para comenzar una nueva vida. Mientras tanto no arriesga la suya, no hace nada.
No se espera que la verdad sea que el amo es más amo muerto que vivo.
Realmente lo que le preocupa es el agujero de la castración y es aquí dónde coloca su deseo.
Piensa que es esto lo que los demás esperan de él. Elabora un guión sobre esta base, crea la escena y actúa
complaciendo a todos. El resultado es su propia pérdida.
El cuerpo del obsesivo y el lenguaje: Si en la histeria el lenguaje recorta el cuerpo, por igual hace con el
obsesivo. Se apropia por medio de los ceremoniales, el pensamiento repetitivo, las rumiaciones, dudas,
prohibiciones.

FOBIAS.
El deseo y el falo. 
¿Qué es el deseo? El deseo es deseo de un objeto, siempre que entendamos que entre objeto buscado y objeto hallado
hay un desfasaje. Esto quiere decir que el deseo es su insatisfacción. Que el deseo sea su insatisfacción implica que
siempre que haya un deseo hay una falta. el objeto que es descubierto como faltante, que deja su marca ausencia en el
inconsciente, es el falo. Para Lacan esa falta es -fi. 
Se accede a la noción de falo a través de la sexualidad femenina. Esto se debe a que justamente nos desvela la
naturaleza del fallo en lo mismo lugar que falta. Ósea, no donde está, sino donde no esta. 
Freud ubicó el concepto del falo en su texto la organización sexual infantil, cuando pensó en la sexualidad femenina, y
también cuando al hablar del deseo femenino, dijo la famosa frase "ella sabe que no lo tiene y quiere tenerlo"
nombrando esta relación del deseo con la falta de on la falta o envidia al pene.
Para el hombre es diferente ya que él es quien tiene el órgano, por eso el complejo de castración implica la amenaza
de castración. El tiene, aunque lo que tiene no es el falo. 
En la mujer, la castración es anhelo y nostalgia por lo perdido. Así, la mujer tiene un problema que no puede resolver:
le falta un objeto que nada ni nadie podrá satisfacer. Es un sujeto insaciable y que para tratar de colmar esa falta, a
veces, los hombres le dan niños a las mujeres. 
Para lacan, sin embargo, el niño no es más que un sustituto. 
Clase: diferencias entre l Edipo del hombre y la mujer. Varón: sale del Edipo por miedo a la castración. Elige como
objeto de amor a una mujer diferente a su madre. Mujer: la maternidad en ella, trae la solución a la falta, la castración.
Este niño viene al mundo a ocupar ese lugar de falta.
Freud nos habla de la ecuación niño = falo, pero en verdad es una falsa ecuación porque no podemos decir que el niño
es la cosa que le falta la mujer, aunque el niño nazca yendo a ocupar ese lugar. No puedo ocuparlo porque todos los
objetos de deseo tienen la característica de intentar sustituir este menos -fi, y no de conseguirlo, por eso es que todas
las mujeres tienen tanto problema con la insatisfacción, cosa que enloquece un poco a los hombres, y también a ellas
mismas. Ejemplo de Mariano: un hombre va a terapia y le comenta que no sabe qué es lo que le falta a su mujer, tiene
autos, tarjetas, hijos, y no sabe que le falta". 
Para lacan, la castración, que es el nombre de la falta, está de está en el centro de cada objeto de deseo, y por eso no es
suficiente darles hijos a las mujeres para. Sin embargo, intenta que la mujer freudiana pueda recubrirse con la madre
-saben que Freud da como solución para la feminidad normal esta ecuación- pero la mujer lacaniana nunca queda
recubierta por la madre, todo lo contrario. "Detrás de la madre, buscar a la mujer". Esto se explica mediante la tragedia
de Medea. El acto de Medea nos confronta con una verdadera mujer, porque su maternidad solo surge una vez que ya
esta instaurada su femineidad. Ser madre es secundario a ser mujer. Jasón no reconoció la mujer en Medea, ya que
consideraba que este ser mujer era = a ser madre (esto es lo que consideraba Freud).
Medea encarga que la maternidad y la femineidad no son equivalentes. Lo que para Freud era una solución para la
ecuación, para lacan es una máscara, una pseudo solución. Medea cumple con la máxima disyunción entre madre y
mujer. el ser una verdadera mujer implica una situación puntual, no todo el tiempo. 
Ella había dejado todo por Jason, había traicionado a su familia y su país de origen para casarse con él. Estaba exiliado
en Corinto con su marido y sus hijos. Era una esposa y madre perfecta, consentía todo lo que Jason deseaba. Hasta que
un buen día, Jason le dice que va a dejarla para casarse con la hija de Creon. Para Medea esto es un ultraje, una injuria,
se desespera y sufre lo que hoy podríamos llamar una depresión: pierde la alegría de vivir y llora, Jason intenta
calmarla diciéndole que ella y a sus hijos no les va a faltar nada. Pero nada tranquiliza a Medea quién rechaza todo.
Ella dicen un momento explícitamente, que está ya en una zona en que el tener no tiene para ella ningún valor sin este
hombre, es decir, que sus hijos no valen si no tiene a Jason. 
Elabora su venganza: no mata al infiel, ya que sería demasiado simple, sino que mata a sus hijos y a su nueva esposa.
Esto demuestra que los hijos sólo tenían valor con la relación al hombre que llamaba, valía si estaba ese hombre, sino
no valían como sustitutos del falo. 
Lacan compara el ejemplo de Medea con Él de Madeleine, la mujer de Guide, quema las cartas de amor que él había
enviado durante la época de amor. Ella lo hace cuando se entera que Guide está enamorado. Él era homosexual y con
Madeline tenía una boda blanca, no había ningún tipo de relaciones sexuales entre ellos pero sí cartas de amor, en eso
se basaba todo el matrimonio. Madeline sabía qué Guido tenía relaciones con jóvenes pero lo que no aceptó es que él
se enamorara. Ella era una esposa virgen, protestante, con un espíritu pequeño burgués, presa ideas del entorno social,
y que permanece al lado de guido en su posición de ángel sacrificado hasta que él se enamora. 
Tanto Madeleine como Medea, son dos pobres mujeres, no conocidas por sus esposos. Así, amabas siendo tan buenas,
realizan esos actos atroces, quedando incompletas para siempre.
Lo que queda traicionado es la condición femenina. Jasón se cansa de explicarle los beneficios que tendría el
matrimonio. Pero ella sigue pensando que no estaba bien que él se case. Sus hijos valen en cuanto a ella le sea
reconocida su femineidad, pero esta solo se da mientras Jasón lo la traicione. Cuando lo hace, su femineidad no se
reconoce, y por ende, su maternidad tampoco.
Consecuencias clínicas de la sexualidad femenina
 Lacan va distinguir cuatro momentos en el desarrollo de la fobia de Juanito: 
1. No hay producción sintomática pero sí angustia. 
2. Emerge el síntoma, qué es un paso para la curación. 
3. Elaboración de la guste a través de las construcciones míticas
4. Desaparición del síntoma. 
Hans ubica el falo como organizador del mundo; es una especie de fanático del faro dado que cree que todos los seres
inanimados tienen pene. Más adelante diferencia entre los animales animados e inanimados. Para él, tanto el hombre
como las mujeres lo tienen. 
De repente aparece el goce fálico a través de la masturbación y modificar la situación. Desde el momento que tienen
una erección acceden la masturbación, se quiebra por completo el estatuto del falo como organizador del mundo. Es
como si Juan y no se diera cuenta que tanto el pene como el niño mismo, representan el falo, y la madre busca en él
una cosa diferente a él mismo, es decir, busca el falo. 
Es en este momento en el que aparece el síntoma fóbico, que le impide salir a la calle y que restringe todos sus
movimientos. 
El falo aparece como algo subversivo, perturbador, que aparecen dos lados pero nunca en su lugar, y que no está
dominado aún por la metáfora paterna. Es el falo que está a la espera de que el significante del nombre del Padre lo
capture y haga de una significación verdaderamente fálica. 
En el caso Juanito la actitud del padre es la contraria a la esperada de la función paterna, pues hace que la producción
fantasmática de Hans se despliegue y acelere; para satisfacer la demanda del padre, Hans se pone inventar. ¿Qué pasa
con la configuración familiar? Es evidente que el padre domina la madre, todo lo contrario, es la madre la que domina
el padre y es característico de nuestro tiempo.
Ella hace lo que quiere con Juanito y por lo tanto no hay entre los padres una verdadera encarnación de la metáfora
paterna. Considera, al igual que Freud, que el objeto fundamental está perdido para siempre y siembra y nostalgia de
su objeto perdido. El objeto fundamental fue la madre y se perdió para siempre. La relación de objeto para Freud a
hacer un intento vano de reencontrar lo perdido. 
El Juanito, tanto el síntoma como su curación, se resuelven en la elaboración mítica, delirante de Juanito. El desarrollo
de síntomas equivalente a su curación.
Una teoría sobre la madre.

En un principio habíamos planteado que la madre era insaciable por definición. No es porque el problema crucial son
las consecuencias clínicas que la sexualidad femenina tiene para cada sujeto. La madre es fundamentalmente una
mujer. En este sentido, hay que estar atento en la clínica con los niños; es común que los psicoterapeutas de niños se
enojen con las madres de sus pacientes porque piensan en cómo deberían ser como madres. Si hacen esto se equivocan
totalmente y sepan que el niño se va a ir del análisis, ya que la madre lo va a sacar. Hay que dirigirse a ella como una
mujer y no como madre. Lo determinante en cada sujeto es la relación que una mujer, su madre, tuvo con su propia
falta. 
¿Qué ocurre entre el niño y su madre insaciable? Aquí tenemos un triángulo de 3 elementos donde el tercero no es el
padre sino el falo. El padre va a entrar como cuarto elemento. Se trata de una relación dual pero de tres términos:
madre, niño y falo. 

El caballo es entonces signo de la mordedura de la madre. se trata de la madre cocodrilo que quiere comerse a la cría y
la que hay que ponerle un palo en la boca para que no se la trague, para mantener su mandíbula abierta. 
La fobia de Hans está estructurada alrededor del nido a la mordedura de la madre. Su cura se trata, en gran parte, de
transformar la mordedura en el trabajo que Jaimito hace para desactivarla. 
el padre de Juanito tenía una enorme dificultad para poder encarnar el padre del segundo tiempo del Edipo, qué le dice
NO. Su padre, en cambio, siempre quería tranquilizarlo y cuando más lo intentaba, más lo angustiaba. Por ejemplo: le
decía "¿tienes miedo alejarte de mamá?" Y él respondía: "No, de lo que yo tengo miedo es que siempre volvería".
Juanito no tenía miedo de alejarse de la madre, sino de que "siempre volvería" porque necesita un padre que le diga
que la madre no va a volver siempre. El padre se coloca la misma niña que la psicóloga de las revistas, que sostiene
que la madre tiene que estar más tiempo con los niños. 
El cuarto elemento de la tríada del padre. Lacan desarrolla tres tiempos del Edipo, mientras Freud desarrolla dos. 
Lacan: 
1. En el primer tiempo, el niño es el falo de la madre, es la relación dual de tres términos: madre, niño y falo
imaginario. Nacer en este lugar de falo de la madre es por estructura, y si el niño no va a ese lugar tenemos
una psicosis. es el tiempo y la identificación en espejo del sujeto con el objeto del deseo de la madre. 
2. En el segundo tiempo el padre intervienen tanto privado. El padre dice no. Va a ser que quién le diga a la
madre que no puede reintegrar su producto, y al niño que no puede acostarse con su madre. Si el padre no
interviene mediante la palabra de la madre, si el padre no es deseado por la madre, es muy difícil que él no del
padre sirva para algo, ya que basta que la madre descalifica la palabra del padre para que él carga. 
La angustia de Juanito es esencialmente una angustia de sometimiento, pues de pronto Juanito comprende que
está sometido de tal modo que no sabe a dónde puedes llevar la situación. 
3. El padre del tercer tiempo es el que dice que si una vez que dijo no, y separó al niño de la madre.
El padre del primer tiempo está como padre simbólico en el lenguaje mismo. En el segundo tiempo es el padre
imaginario, es imaginado por el niño como agente de castración. En el tercio el tiempo es un padre que da lo que tiene
a la madre, un padre real y potente. en el varón es el padre qué sirve de soporte para la identificación que le permitirá
la salida del Edipo, dándole permiso al niño para tenerlo más adelante, con otra mujer que no sea la madre. 
Lo que le ocurre a Juanito es que el padre no interviene bien, no pasa por este segundo tiempo del Edipo, no encarna
al padre que prohíbe, ya que esté siempre dice sí. 
Clase. Lugar del hijo (Freud): dos tiempos del Edipo. El primero, el niño es el falo que le falta a la madre. Segundo: el
padre funciona como figura de corte, incita al niño entrar a la castración, y por ende, se elige otro objeto sexual.
Lacan: tres tiempos del Edipo: primero, segundo y tercero. Ese tercer tiempo: aparece el padre simbólico, dador, que
dice: “la ley no es nadie, pero la ley existe (SNP inscripto), razón por la cual puedes elegir”. El padre habilita el
desear, porque no castra el deseo del hijo, sino la concepción “niño como falo de la madre”.
Primer tiempo del Edipo: el es todo para ella y ella es todo para él.
El padre de Juanito no puede cortar, no puede encarnar la ley del segundo tiempo. Debido a que se vuelve un amigo y
no un padre, incita al niño a la función materna.
“En el juego con el padre, el niño gana si pierde”. Gana si el padre logra imponerse.
¿Que relación hay entre la sexualidad femenina y la fobia? La maternidad no se recubre con la maternidad. Sino
ubicamos que hay una mujer detrás de la madre, podemos creer que ese niño viene a realizar a esa mujer. Sin
embargo, en la fobia la mujer adquiere todo su poder debido a que el padre no alcanza a imponerse como ley. La
mujer se tapona como
Para el psicoanálisis, cuando alguien viene a vernos, y la fobia ya tiene un objeto claro (Hans miedo al caballo). Por lo
que el que ya se halle unido ya hace que nos encontremos en camino para la curación. (Para otras corrientes se busca
erradicar). 4 tiempos de la fobia. Tercer tiempo: se pone en juego la asociación libre, el encontrar
Para lacan, la mordedura del caballo, implica la voracidad de la mujer que impide que se instaure la figura paterna.
Para lacan: el padre del segundo tiempo no opera, por ende no opera el del tercero.

¿Qué es una fobia para Freud? Es un tipo de neurosis en donde la angustia ya se encuentra ligada a un objeto
y lo que se presenta es miedo. Mecanismo: En esta hay un primer momento la libido aparece como
libremente flotante; y un segundo momento actúa la represión frente a un deseo, su representación es
desalojada de la conciencia, y su afecto se trasmuda en angustia. Dicha angustia, se liga a un objeto, y se
presenta como miedo. Solo sufre miedo cuando se encuentra con el objeto de su fobia, en cambio, el que
sufre angustia, la siente en cualquier situación.

CASO JUANITO. Análisis de la fobia de un niño de 5 años. El pequeño Hans: paciente de 5 años,
extremadamente joven. El tratamiento mismo fue llevado a cabo por el padre del pequeño, debido a que
ninguna otra persona habría conseguido del niño tales confesiones. Hans no aun no había cumplido 3 años, a
través de diversos dichos y preguntas, exteriorizaba su interés particularmente por la parte de su cuerpo que
tendía a designar como “hace-pipi”. Así, cierta vez le preguntó a su madre si ella tenía un hace-pipi, lo que
le respondió que sí. A la misma edad lo llevan por primera vez a un establo y observó (viendo ordeñar a una
vaca) que de su hace-pipi sale leche. Su interés no es meramente teórico, sino ese interés lo estimula a
tocarse el miembro.
A los 2 años, la madre lo encuentra con su mano en el pene, ella lo amenaza de que si hace eso, llamará al
doctor para que le corte él hace-pipi, y le pregunta entonces y entonces ¿con que harías hace-pipi? A lo que
Hans le responde: “con la cola”. El responde todavía sin conciencia de culpa, pero es la ocasión donde
adquiere el complejo de castración.
A los 3 años y cuarto, ve como de una locomotora largan agua y exclama: “Mira, la locomotora tiene hace-
pipi! ¿Y donde tiene el hace-pipi?” Al rato agrega “un perro y un caballo tienen un hace-pipi, una mesa y un
sillón, no” Así, ha conquistado un signo esencial para distinguir entre un ser vivo y una cosa inanimada.
La curiosidad sexual de Hans lo convierte en investigador. El apetito de saber y curiosidad sexual parecen
inseparables entre si, la curiosidad de Hans se extiende, muy particular hacia sus padres. Preguntándole al
padre si posee un hace- pipi ya que él nunca lo vio cuando se desvestía, y a su madre la observaba cuando
ella se desvestía para meterse a la cama, y Hans le dijo: “miro solo para ver si tu también tienes un hace-
pipi, pensé que como eres tan grande tendrías un hace-pipi como el del caballo”
A los 3 años y medio, gran acontecimiento en su vida, el nacimiento de su hermanita Hannah. El
comportamiento de él aquí es anotado por su padre: Cuando la madre comenzó el trabajo de parto, Hans que
dormía en la habitación contigua, escucha los gemidos y despierta. Pregunta: “¿Por qué tose mamá?” Y
añade “Seguro hoy viene la cigüeña”. Días anteriores se le había comentado a Hans que una cigüeña traería
un hermanito y éste relacionó los gemidos con la cigüeña. Más tarde, cuando ve la maleta de un medico y
pregunta ¿Qué es eso? Y luego lo llaman al dormitorio, no ve a la mamá, sino los recipientes con agua
sanguinolenta que aun estaban allí, y el observando extrañado dice: “pero… de mi hace-pipi no sale nada de
sangre”
Al inicio se encontraba celoso respecto a su hermanita, se burlaba de que no tenía dientes por lo que decía
que ella por esto no podía hablar, etc. Pasado el tiempo supera los celos, y es un hermano tierno y
complaciente.
Poco después del baño de su hermana (ella tenía una semana) dice: “pero su hace-pipi es todavía chico. Ya
cuando crezca se le hará más grande” Cuando su hermanita tiene 3 meses, observa “Tiene un hace-pipi muy,
pero muy chico” En un momento, a Hans le gusta una niña que juega con él. Les expresa a sus padres que
quiere dormir junto a ella. Los padres no se lo permiten. Como el padre y la madre suelen tener a Hans en su
cama, a raíz de yacer juntos, han despertado en los sentimientos eróticos y el deseo de dormir con ella.
Yacer en la cama junto al padre y madre es para Hans, como para todos los niños, una fuente de mociones
eróticas.
Hans a los 4 y cuarto años, es bañado por su mamá (como todas las mañanas) éste le pregunta a su mamá
por qué no le pasa el dedo por su pene, lo que ella responde porque es indecente. Él le dice riéndose “pero
gusta”
Luego tiene un sueño, donde juega con dos niñas a las prendas, y Hans les dice que tienen que asistirlo a
orinar “Hacerme hacer-pipi” cosa que le resulta muy grata a Hans. Generalmente es el padre quien le presta
ese auxilio al niño cuando va de paseo, lo que le da ocasión para que sobre el padre se fije una inclinación
homosexual.
A los 4 años y medio se ríe al observar como bañan a su hermanita. Los padres le preguntan por qué se rie,
contesta: “me rio del hace-pipi de Hannah” le preguntan por que, y él dice “porque él hace-pipi es muy
bonito” La respuesta es naturalmente falsa, se le antoja cómico el hace-pipi. Es la primera vez que admite de
ese modo, la diferencia entre genital masculino y femenino.
Historial clínico y análisis
El padre de Hans plantea que se ha desarrollado en Hans una perturbación nerviosa.
El miedo de que un caballo lo muerta por la calle parece entramado de alguna manera con el hecho de que le
asusta un pene grande. Él ya reparó el pene grande del caballo, y entonces sacó la conclusión de que la
mamá, puesto que es tan grande, por fuerza ha de tener un hace-pipi como el del caballo.
Hans aparece una mañana llorando, a sus 3/4 años, su madre le pregunta por qué, y él dice: “cuando dormía
he pensado que tú estabas lejos y yo no tengo ninguna mami para hacer cumplidos” Por tanto, un sueño de
angustia. Esta es la angustia libremente flotante.
A los días la niñera, como de costumbre, caminan por la calle, y él empieza a llorar pidiendo que lo lleve a
la casa porque quiere “hacer cumplidos” con la mami. Esta es la angustia libremente flotante.
Al otro día, la propia madre lo saca de paseo para ver que sucede, y de nuevo comienza a llorar. No quiere
seguir camino, tiene miedo, siente angustia. Dice, en su viaje de regreso, que tiene miedo que un caballo lo
muerda. Al anochecer dice llorando: “sé que mañana me llevarán de nuevo a pasear” y luego, “el caballo
entrará en la pieza” Seria pues, el comienzo de la angustia así como de la fobia.
La perturbación se introduce con unos pensamientos tiernos-angustiados, y luego con un sueño de angustia
(de perder a la madre) En esta acrecentada ternura por la madre, lo que súbitamente vuelca en angustia,
corresponde a una añoranza erótica reprimida, carece al comienzo del objeto, como toda angustia infantil: es
todavía angustia y no miedo. Al comienzo tiene miedo pero no puede saber a qué. La angustia corresponde
una añoranza reprimida. La libido es retenida en la represión por alguna cosa.
En el segundo paseo, que la madre lo acompaña, la angustia ha resistido la prueba y ahora se ve precisada de
hallar un objeto. Allí se exterioriza por primera vez el miedo a ser mordido por un caballo. Así, la angustia
que antes estaba libremente flotante, se enlaza con el mido a ser mordido por el caballo. ¿De dónde viene el
material de esa fobia? Posiblemente de aquellos complejos desconocidos que contribuyeron a la represión y
mantienen en estado reprimido la libido hacia la madre. Así, se creería que el caballo es sólo un sustituto de
la mama. Pero… ¿Qué significa que Hans al anochecer exteriorice el miedo de que el caballo entre a la
pieza?
El padre, por otro lado, debe abocarse al esclarecimiento sexual. Es decir, sustraerle esa meta
comunicándole que esta, y todas las personas del sexo femenino no poseían hace-pipi alguno. A raíz de
alguna pregunta o manifestación de Hans. Una mañana se levanta angustiado, cuenta que se ha pasado el
dedo un poquito por él hace-pipi y entonces ha visto a mami desnuda en camisa, y ella ha dejado ver el hace
pipi. Por la fantasía onanista, podemos averiguar 2 cosas:
 La reprimenda de la madre surtió en su momento un intenso efecto sobre él
 No acepta el esclarecimiento de que las mujeres no tienen hace-pipi. Al lamentar esto se aferra a él
en la fantasía.
Hemos averiguado la ocasión tras la que estalló la fobia, cuando el muchacho vio caerse a un caballo grande
y pesado, y Hans en ese momento sintió el deseo de que el padre se cayera de ese modo… y quedarse
muerto. El pequeño demuestra una claridad realmente superior, da a entender que en él luchan el amor al
padre con la hostilidad hacia él a consecuencia de su papel de competidor ante la madre, y le reprocha que
no le haya llamado la atención sobre este juego de fuerzas que necesariamente llevaba a la angustia.
Epicrisis:
1)Freud: Mi impresión es que la imagen es que de la vida sexual infantil tal como surge de la observación
del pequeño Hans armoniza muy bien lo que he esbozado en mis Tres ensayos de teoría sexual (1905) según
indagaciones psicoanalíticas realizadas en adultos.
Me veo obligado a tramitar dos objeciones que se elevan contra la valorización de éste análisis. La primera
que el pequeño Hans no es un niño normal, sino predispuesto a la neurosis. Segundo, carece de todo valor
objetivo este análisis realizado por un padre prisionero de mis prejuicios.
Sus padres describen al pequeño como alegro, sincero. En la época de la enfermedad, empiezan en él las
incongruencias entre lo que dice-piensa, lo asedia un material incc que no sabe dominar.
Primer rasgo imputable a la vida sexual es un interés particularmente vivo por su hace-pipi. Así descubre la
presencia/falta de éste hace la distinción entre lo vivo de lo inanimado. Por eso, una amenaza de la madre
(perdida de su hace-pipi) probablemente fue esforzada hacia atrás con premura, y solo en un periodo
posterior podrá exteriorizar su efecto.
La intromisión de la madre sobrevino porque a él le gustaba procurarse sentimientos placenteros tocándose
ese miembro, ha iniciado la variedad de quehacer sexual autoerótico más corriente y más normal.
El pequeño procura ver el hace-pipi de otras personas, desarrolla una curiosidad sexual, y gusta mostrar el
propio. Tal que uno de sus sueños del primer periodo de represión tiene por contenido que una de sus
amiguitas lo asista para hacer pipi.
Se queja de no haber visto el hace-pípi de sus padres, probablemente por la necesidad de comparar. Al
observar que los animales grandes poseen un hace-pipi más grandes que el suyo, conjetura lo mismo
respecto a sus progenitores, y le gustaría convencerse de que así es (la mamá tiene uno como el del caballo).
Es como si el deseo del niño de ser grande se volcara sobre el genital.
Dentro de la constitución sexual del pequeño Hans, la zona genital es la zona con el principio de placer más
intenso. Además se atestigua un placer excrementicio, anudado a los orificios de descarga de la orina y
heces (en su última fantasía tiene unos hijos a quienes lleva al inodoro, los hace hacer pipi y les limpia el
trasero) A este placer de zonas erógenas lo adquirió con asistencia de la persona que lo cuidaba, la madre, y
eso conduce a la elección de objeto.
En el curso de la fobia es inequívoca la represión de estos 2 componentes del quehacer sexual; le da
vergüenza orinar delante de otros, se le acusa de pasarse el dedo por el hace-pipi, y se empeña en resignar el
onanismo, y le produce asco el “pipi” y todo cuanto los recuerde. Una constitución sexual como la del
pequeño Hans no parece contener la predisposición al desarrollo de perversiones o su negativo. El es un
pequeño Edipo que quería tener a su padre “eliminado” para poder estar solo con su madre y dormir con
ella.
2) Un día, Hans enferma de angustia y no puede decir de qué tiene miedo. Luego exterioriza el miedo, de
que un caballo blanco lo morderá.
Llamamos fobia a un estado psicológico como este; pronto prescinde del espacio y toma, cada vez con
mayor claridad al caballo como objeto fobígeno. Exterioriza el estado de angustia, temor: “el caballo entrará
en la pieza”
Los padres señalan que la angustia seria consecuencia de la masturbación, y lo orientan para deshabituarlo
de ella.
El sentía angustia ante el padre a causa de sus deseos celosos y hostiles contra éste. Con ello le había le
había interpretado parcialmente la angustia frente a los caballos; el padre debía de ser el caballo a quien, con
buen fundamento interior, le tenía miedo. Hans también tenia angustia ante carruajes, carros mudanceros y
diligencias, cuyo rasgo común era su carga pesada, y ante caballos que se ponen en movimiento, de aspecto
grande y pesado, que viajan rápido. Le angustia que los caballo se tumben. En un paseo con la madre, vio a
un caballo de diligencia tumbarse y patalear, le dio gran impresión, se aterrorizó y creyó que el caballo
estaba muerto, a partir de allí, todos los caballos se tumbarían; esto antecedió al estallido de la enfermedad.
A partir del caballo caído, pensó en el padre, y desear que se cayese y quedase muerto.
2 fantasías conclusivas de Hans:
 Instalador que le coloca un hace-pipi nuevo, y más grande. Y la bañera como fantasía de deseo
triunfante, contiene la superación de la angustia de castración.
 Confiesa el deseo de estar casado con la madre y tener con ella muchos hijos.
En efecto, la fobia del caballo es también un obstáculo para andar por la calle, y puede servir como medio
para permanecer en la casa junto su madre amada. A raíz de su fobia, el amante se pega al objeto amado.
3) Hans no es el único niño aquejado de fobias en algún momento de la infancia, tales enfermedades son
frecuentes; luego se vuelven neuróticos, o bien permanecen sanos.
La fobia de Hans fue benéfica para orientar la atención de los padres hacia las inevitables dificultades que
depara la superación de los componentes pulsionales en la educación del niño para la cultura, porque esta
perturbación suya le valió la asistencia del padre. El contarle sobre la existencia de la vagina, y del coito.
Hans ha sanado, no teme a los caballos y mantiene un trato más familiar con su padre.

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