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(4 MOMENTOS)
1er momento
Se ubica entre 1894 y 1900, entre el primer texto sobre las neuropsicosis de defensa y la
Interpretación de los sueños, donde Freud va a plantear una primera nosografía que separa a
las neurosis (neurosis actuales) de las neuropsicosis de defensa. Freud indica allí:
NEUROPSICOSIS DE DEFENSA
NEUROSIS ACTUALES
(histeria, fobia, neurosis obsesiva, paranoia,
(neurosis de angustia y neurastenia)
confusión alucinatoria crónica)
NO hay mecanismo psíquico
Mecanismo psíquico de la DEFENSA
→ Cuestiones importantes
Mientras que las neurosis actuales implican una falla en la sexualidad actual, la no
tramitación correcta del quantum energético (la NO descarga se muda en angustia), las
de ella, y tal, podrá seguir varios caminos (la conversión en la histeria o hacia otra
representación en las fobias y obsesiones). Aquí, un punto fundamental: Freud piensa el
trauma en dos tiempos: durante la infancia, donde no hay posibilidad de significación sexual,
se produce el trauma (efectivamente acontecido) y recién es en la pubertad que se le otorga
un significado.
Las diferencias entre las neurosis actuales y las neuropsicosis de defensa se establecerán a
partir de dos ejes:
Partiendo del primer eje, lo que las diferencia, es el mecanismo psíquico de la defensa
- Histeria de conversión
- Neurosis obsesiva
- Fobia
directamente insoluble para él; una vez que la huella mnémica y el afecto adherido a
la representación están ahí, ya no se los puede extirpar. Por eso equivale a una
solución aproximada de esta tarea lograr convertir esta representación intensa en una
débil, arrancarle el afecto (…) y entonces, esa representación débil dejará de planear
Hasta aquí, son iguales los procesos en la histeria, en las fobias y en las representaciones
obsesivas, pero desde este punto, los caminos se separan → recordemos brevemente los
(conversión). Tal conversión podrá ser total o parcial y sobrevendrá en aquella una
inervación motriz o sensorial que mantendrá un nexo con la vivencia traumática. Así, el
compulsivamente, como acción que viene a sustituir el oscuro accionar de tocar o abusar
de niñas.
Por último, ese mecanismo de sustitución también tendrá lugar en las fobias, en la
histeria de angustia, donde se sustituye un conflicto interno por uno externo en el
Con respecto al segundo eje, que diferencia a las neurosis actuales de las neuropsicosis de
defensa, vale destacar que Freud primero llama solo neurosis a lo que luego serán las
neurosis actuales; esto va a ser fundamental respecto de la causa, de la etiología y a partir de
qué momento algo referido a la sexualidad cobra eficacia traumática, a partir del factor
temporal que lleva a considerar que estatuto tiene respecto del trauma, el pasado y lo actual.
*Esta perspectiva ubica porqué en los casos de abuso, la víctima no habla, o bien
habla pero más tarde: aquella podrá hablar recién cuando entienda aquello que antes
no entendía, porque no había podido hallarle una significación.
infantil y que por eso supone que la sexualidad comienza en la pubertad, que recién ahí se
constituye el trauma sexual: en la pubertad se capta la significación de lo que le ha ocurrido
en la infancia porque solo a partir del segundo tiempo, el primero cobra eficacia traumática y
se pone en marcha la defensa sobre algo que se inició en el pasado.
La idea del trauma en dos tiempos es importante porque nos va a permitir diferenciar qué es
lo que pasa en las neurosis actuales. En estas, no hay algo que remita al pasado. No remite a
algo del pasado sino a algo sexual actual que carece del mecanismo psíquico de la defensa
de las neuropsicosis de defensa. Freud va a decir en “nuevas puntualizaciones”: “las neurosis
actuales son efectos inmediatos de las noxas sexuales mismas, según lo expuse en 1895 en un
ensayo sobre la neurosis de angustia; y las dos neurosis de defensa son consecuencias
mediatas de influjos nocivos sexuales que sobrevinieron antes del ingreso en la madurez
sexual.” → Tengamos en cuenta entonces, el factor temporal y el efecto mediato por la
relación con el pasado en las neuropsicosis de defensa, y el efecto inmediato en las neurosis
actuales, en la neurastenia y la neurosis de angustia.
Freud dice que las neurosis actuales son efectos inmediatos de las noxas sexuales mismas
¿Qué entiende por noxas sexuales? ¿Qué entiende por aquello que puede causar una
onanismo excesivo, la impotencia, el coito interrumpido o reservado, etc. También nota estos
síntomas en personas que sufren un trabajo excesivo y en aquellos que han cuidado de
pacientes enfermos.
A partir de aquello, empieza a trabajar la relación entre lo somático y lo psíquico, como una
especie de sistema de carga y descarga, entendiendo que todo aumento de excitación
requiere una descarga. Si esa descarga resulta insuficiente, se generan los síntomas de la
neurastenia. Si directamente no hay descarga, aquello se descarga en forma de angustia.
El gran problema que comienza a ver Freud es que, a nivel de lo humano, nada funciona
como una maquinaria de carga y descarga vía acciones específicas o adecuadas, porque, a
diferencia de lo que ocurre en los animales, donde sí hay acciones específicas establecidas, a
nivel de lo humano, eso falla (de allí el antecedente que lleva a Lacan a sostener que NO
HAY RELACIÓN SEXUAL, no hay complementariedad por acción del lenguaje). De allí, la
ausencia de lo específico, complementario o adecuado a nivel humano.
Con respecto a las neurosis actuales, Freud toma a la neurastenia y la separa de la neurosis
de angustia, justamente por su etiología y por su mecanismo de producción. Va a llamar
desde esas descripciones, hallará una conexión con una actividad onanista acentuada que
genera descargas insuficientes y que dan lugar a tales síntomas.
En primer lugar, tenemos un estado nervioso, de alerta, que indica una acumulación de
excitación o una incapacidad para tolerarla. Se trata de una acumulación de estímulos que
generan ese estado de alerta, insomnio, hiperestesia auditiva, sensibilidad a los ruidos o
sensaciones de terror. Es gente sobreexcitada que no puede dormir y que, ante el menor
ruido, se despierta, o que vive en estado de alerta. Piensan constantemente que algo malo
va a pasar.
También, se ubica como otro de los síntomas, al vértigo. Tal es diverso al que ocurre en el
síndrome de Ménière (trastorno del oído que provoca vértigo) y que también se puede hallar
las rodillas, continuando la idea que señala la gravedad del tema respecto del temor de
muerte y el compromiso vital puesto allí en juego.
Otros de los síntomas son los digestivos: diarreas o vómitos (a diferencia de la constipación
que estaba en la neurastenia), una especie de descarga masiva (y bque ha dado ocasión a los
más extravagantes errores de diagnóstico porque se llega a confundir con otros cuadros).
Dentro de este cuadro, ubicamos también lo que son las fobias, y la importancia su
como miedos, temores generales a algunos animales, a la oscuridad, a las tormentas y que
permanecen vigentes con personas con expectativa angustiada (y que más adelante se
volverán casos que prácticamente le temen a todo, a personas que viven mortificadas y
dudando de todo lo que tocan o hacen). El otro grupo de las fobias de las neurosis de
→ Para concluir vamos a señalar que, ya desde estos primeros textos, Freud ubica dos
significantes que van a ser fundamentales: la muerte y la sexualidad. Lacan sostiene
que no podemos saber sobre el origen y el fin de ambas, ya que lo simbólico carece
de material para decir sobre ello.
Si bien en algunos casos de neurosis de angustia no se discierne etiología alguna, una vez
que hay razones para considerar adquirida tal neurosis, uno haya como factores de eficiencia
etiológica una serie de nocividades e influjos que parten de la vida sexual y que tienen un
efecto uniforme sobre el sistema nervioso. En individuos del sexo femenino sobreviene como
angustia virginal o de las adolescentes, como angustia de las recién casadas, como angustia
de las señoras cuyo marido muestra eyaculatorio precoz o una potencia aminorada y cuyo
marido practica el coitus interruptus, como angustia de las viudas y abstinentes voluntarias y
como angustia en el climaterio. En individuos del sexo masculino sobreviene como angustia
de abstinentes voluntarios, como angustia de varones con excitación frustránea, como
angustia de varones que practican el coitus interruptus, como angustia de los varones en la
senescencia. En ambos sexos puede sobrevenir frente a la incapacidad de tolerar la
refuerzo banales). Esto quiere decir que la cantidad de personas que practican el
coito interrumpido es incomparablemente mayor que aquellos que tendrán neurosis
de angustia.
Hasta aquí algunos puntos de apoyo para una visión del mecanismo de esta neurosis:
primero que quizás se trate de una acumulación de excitación, luego el hecho de que la
angustia que está en la base de los fenómenos de esta neurosis no admite ninguna
derivación psíquica. Otro punto es que en algunos casos la neurosis de angustia se conjuga
con el más nítido aminoramiento de la libido sexual, del placer psíquico (a punto de que se
les dice a los enfermos que su padecer se debe a una insuficiente satisfacción y por lo
común responden que eso es imposible ya que toda necesidad se ha “extinguido” en ellos).
Estas consideraciones llevan a Freud a establecer que el mecanismo de la neurosis de
Se podría preguntar ¿Por qué el sistema nervioso, bajo ésas circunstancias de una insuficiencia
psíquica para dominar la excitación sexual, cae en el peculiar estado afectivo de la angustia?
La psique cae en el afecto de la angustia cuando se siente incapaz para tramitar una tarea
(un peligro) que se avecina desde afuera; cae en la neurosis de angustia cuando se nota
incapaz para reequilibrar la excitación (sexual) endógenamente generada. Se comporta
entonces como si ella proyectara la excitación hacia afuera (en simples palabras la
descarga se produce por vías secundarias, como angustia). El afecto, y la neurosis a él
afecto es un estado en extremo pasajero, en tanto que la neurosis es crónica; ello se debe a
que la excitación exógena actúa como un golpe único, y la endógena como una fuerza
constante. El sistema nervioso reacciona en la neurosis ante una fuente interna de excitación,
como en el afecto correspondiente lo hace ante una análoga fuente externa.
Neurosis de angustia vs neurastenia. Ambas comparten que la fuente de excitación (la
ocasión para la perturbación) reside en el ámbito somático y no en el psíquico (como sucede
con la histeria y a neurosis obsesiva). Sin embargo se puede discernir cierta relación de
oposición entre los síntomas de cada una: mientras que la neurosis de angustia es una
masturbación o las poluciones espontaneas (la excitación sexual somática se descarga por
este atajo).
PLUS
Se piensa que los síntomas neuróticos estaban causados por el inconsciente, pues
no. Freud señala que la causa del síntoma está ligada a la “solicitación somática”:
inicialmente hay un elemento perturbador que pone en marcha el trabajo del ICC
para revestir de sentido tal síntoma; el aparato intenta familiarizarse con el síntoma,
volverlo propio. El ICC va a trabajar para darle sentido a un síntoma que ya instalado.
mantiene en el tiempo, resiste. Además, hay algo incurable en el síntoma, porque hay
algo en el que no puede ser interpretado.
SÍNTOMA Y TRAUMA
En un primer momento, la idea de Freud era que los síntomas de las neuropsicosis de
defensa, implicaban un mecanismo psíquico, una defensa inconsciente (el intento de reprimir
una representación inconciliable que había entrado en penosa oposición con el yo del
enfermo). Freud pensará el síntoma, no como un desvío de la normalidad puro y simple, sino
como el efecto de un proceso que supone un conflicto. Lo que hace el yo en este momento
es poner en marcha el mecanismo de la defensa frente a lo insoportable.
¿En qué consiste la defensa? La defensa consiste en desunir a esa representación
inconciliable de su monto de afecto (de su carga energética, lo que hace que tal
de eso insoportable, hacia algo o alguien del exterior desde donde retorna.
una vivencia traumática (lo traumático es planteado por Freud como un exceso de
excitación, ya sea displacentera o placentera, pasiva o activa). Freud va a decir, bastante más
adelante, que un trauma es aquello que rompe la barrera de la protección anti estímulo, que
es un estímulo que supera las posibilidades de ser tramitado por el aparato psíquico y que
genera una suerte de ruptura/exceso y que, por lo tanto, no llega a tener inscripción: lo
traumático, como tal, no tiene inscripción.
Freud va a decir que no son las vivencias mismas las que poseen el efecto traumático sino su
reanimación como recuerdo, luego de que el individuo ha ingresado en la madurez sexual
vuelven traumático) → “no son las vivencias mismas las que poseen efecto traumático, sino su
reanimación como recuerdo, después que el individuo ha ingresado en la madurez sexual ”. La
aclaración cronológica aquí es fundamental ya que, para Freud, esos traumas tienen dos
características para que realmente patógenos, es decir para que realmente generen o
Tiene que ser sexual, tiene que afectar algo que tenga que ver con la sexualidad del
sujeto. Freud piensa una sexualidad humana que difiere de la sexualidad animal dado
que no está ligada exclusivamente a la reproducción y por lo tanto tampoco está
restringida a lo genital, sino que puede abarcar muchas otras partes o zonas del cuerpo,
puede desplazarse, puede investir distintas partes. Es una sexualidad no necesariamente
hombre-mujer, no depende de cuestiones anatómicas. Que el trauma tenga que ver con
lo sexual, es algo que Freud infiere de los pacientes que va atendiendo, todos con alguna
problemática allí.
Tiene que haber ocurrido en la niñez temprana, los niños no son ajenos a la
sexualidad (hay una sexualidad infantil, que no tiene que ver con lo genital, con los fines
reproductivos sino que tiene que ver con lo erótico/erógeno en un sentido amplio y que
se da en los primeros vínculos del niño) y, en esos primeros tiempos del sujeto, pueden
darse estos hechos traumáticos, donde algo excede la posibilidad de que el niño procese
o elabore tal monto de excitación por el que es tomado.
“En la etiología de la neurosis obsesiva, unas vivencias sexuales de la primera infancia poseen
placentera, en actos sexuales; vale decir, se trata de una actividad sexual”. Aquí, Freud señala
que en la neurosis obsesiva hay un trasfondo de síntomas histéricos, y en ese trasfondo,
Para ubicar la articulación entre el trauma y el síntoma, es muy interesante leer lo que Freud
llama TRAYECTORIA TÍPICA DE UNA NEUROSIS OBSESIVA:
Parte de esta fórmula: “las representaciones obsesivas son siempre reproches mudados, que
retornan de la represión {desalojo} y están referidos siempre a una acción de la infancia, una
acción sexual realizada con placer”. Y a esto le suma: la neurosis puede desencadenarse o no
(por eso posibilidad); para que se desencadene, además de todas las determinaciones
infantiles, tiene que haber algún suceso de la vida adulta que ponga en marcha toda la
maquinaria de la neurosis.
¿En qué consiste la trayectoria típica de la neurosis obsesiva? Freud ubica 4 períodos:
Primer período - inmoralidad infantil: un niño que todavía no tiene palabra ni registro de
la moralidad (de las cosas que están bien y las cosas que están mal), acompañado de diques
(pudor/vergüenza/etc.). En este primer momento, la situación no los afecta debido a los
diques pulsionales; simplemente ocurren los sucesos que contienen el germen de la neurosis
obsesiva posterior: “ante todo, en la más temprana infancia, las vivencias de seducción sexual
que luego posibilitan la represión”.
Freud ubica en este período, primero, las vivencias de seducción sexual que posibilitan la
represión y después, las acciones de agresión sexual contra el otro sexo que, más tarde,
aparecerán bajo la forma de acciones reproche: “Ante todo, en la más temprana infancia, las
vivencias de seducción sexual que luego posibilitan la represión; y después las acciones de
agresión sexual contra el otro sexo, que más tarde aparecen bajo la forma de acciones-
reproche”.
Segundo período: Freud dice que lo que pone término al primer período es el ingreso, a
veces anticipado, a la maduración sexual (metamorfosis de la pubertad): “Ahora, al
Algo retorna del recuerdo de esa vivencia sexual infantil traumática (el recuerdo no es pleno,
no puede ser recordado en sentido propio, pero sin embargo, retorna; y no es el hecho en sí
lo que es traumático, sino los efectos del retorno de algo de esa vivencia) y se liga a un
reproche (debido a que ya NO hay inmoralidad sino que el sujeto ya ha entrado en la
cultura, es marcado).
Aparece aquí una formación de compromiso: ese reproche se reprime y es sustituido por lo
que se llama síntomas de defensa primaria (Freud los ubica como los escrúpulos de la
consciencia moral, como el temor, la culpa, la vergüenza y la desconfianza de sí mismo); el
sujeto queda marcado por una escisión, y ya no desconfía tanto de lo que está fuera sino de
sí mismo, hay algo en el sujeto mismo que lo toma como algo ajeno.
Tercer período - período de salud aparente: los síntomas de la defensa primaria son
eficaces, es decir que mantienen a raya el reproche, lo reprimen, permiten que el sujeto no
se vea invadido por eso que retorna como reproche. Esto, sin embargo, tiene un costo para
el sujeto: quedar marcado por estos síntomas primarios de la defensa, es decir los
determinado costo.
Cuarto período - neurosis propiamente dicha: tiene que ver con el retorno de los
¿Qué pasa cuando hay retorno de lo reprimido? Lo que pasa es que retornan los
recuerdos reanimados y los reproches formados desde ellos. Tanto los recuerdos como los
Freud va a hablar de, que esto que retorna de lo reprimido, tiene dos partes (recuerdo como
tal y reproche) y que esas dos partes pueden retornar, no necesariamente en la misma
proporción: puede retornar sólo el recuerdo, sólo el reproche, pueden retornar ambos, y
deshacerse de esas ideas, desprenderse de esas ideas pero no puede hacerlo mediante el
razonamiento consciente.
Definición de la compulsión o de lo obsesivo: “Su carácter esencial es, antes bien, que no
puede ser resuelta por la actividad psíquica susceptible de conciencia”. Es eso que se impone
compulsivamente al pensar, que por más que se lo rechace, razone, piense, no permite que
la idea se aleje.
La pregunta es ¿Por qué a pesar de que el sujeto no quiere creer en eso, que tiene
argumentos en contra de esa idea, eso sigue ahí? Lo que Freud plantea es que eso se
sostiene porque viene de otro lado, porque tiene una energía que lo alimenta desde otro
lugar: lo inconsciente, aquello que implica lo traumático sexual e infantil. Freud apunta a
encontrar, no lo que esa idea dice sino qué es lo que está alimentando esa idea obsesiva
(que la origina y mantiene). El contenido de la representación obsesiva, en rigor, es un
Segunda forma: tiene que ver con que puede retornar el reproche como tal. El reproche
implica algo del orden del afecto, es decir, que puede mudarse ese reproche en un afecto
que se está enfermo, de que algo está mal en el cuerpo), la angustia social (implica la
incomodidad en un grupo o en una actividad social, etc.), la angustia religiosa (la neurosis
obsesiva está fuertemente ligada a las cuestiones de la religión: más tarde dice que la
neurosis obsesiva funciona de la misma manera que la religión pero de forma individual;
incluso va a decir que la religión es una forma de neurosis obsesiva universal), delirio de ser
notado (no cuestión psicótica pero que se parece, en la neurosis obsesiva puede registrar
que no cree en eso pero no puede evitar pensarlo: GRAN DIFERENCIA), La angustia de
tentación (el temor a ser tentado, a caer en la tentación de algo prohibido).
Tercera forma: Freud acá ubica una manera que tiene que ver con las defensas secundarias,
como defensas del yo contra los retoños del recuerdo reprimido; tales tienen que ver con las
Existe una semejanza entre las acciones obsesivas de los neuróticos y las prácticas de los
creyentes: los ceremoniales. El ceremonial neurótico consiste en pequeñas prácticas,
acciones obsesivas derivan del vivenciar más íntimo del sujeto, a menudo del vivenciar
sexual. Son expresión de motivos y representaciones inconscientes. Se genera un
sentimiento de culpa, pero el enfermo no sabe de qué se trata. Por eso es una conciencia
inconsciente de culpa. Esta culpa se refresca en la tentación y genera una angustia de
angustia.
2do momento
NEUROPSICOSIS DE
NEUROSIS ACTUALES NEUROPSICOSIS
TRANSFERENCIA
(neurosis de angustia y NARCISISTAS
(histeria, fobia y neurosis
neurastenia) (esquizofrenia y paranoia)
obsesiva)
sexualidad infantil. En este segundo momento, Freud considera al niño como un perverso
polimorfo, en quien, la sexualidad, va a consistir en satisfacciones que no pasan por la
genitalidad sino que tienen que ver con las zonas erógenas y con la dimensión autoerótica
de la pulsión bajo las formas oral, anal (y que Lacan va a agregar la mirada y la voz).
padre perverso como causa de los síntomas neuróticos a la perversión infantil polimorfa, y ya
no se trata de un trauma acontecido sino de una pulsión perversa como tal.
En este texto Freud va a plantear que la FANTASÍA es una formación psíquica. Si devienen
llegan a ser concientes) y otras que han sido conscientes (en algún momento) y luego fueron
reprimidas y, a partir de eso, se vuelven inconscientes. Estas fantasías inconscientes tienen un
vínculo muy importante con la vida sexual de las personas: le sirven al sujeto para su
satisfacción sexual durante la masturbación.
En un primer momento, hay satisfacción a través del autoerotismo (empresa autoerótica
pura). Aquel consiste en la ganancia de placer en un determinado lugar del cuerpo
(pulsiones parciales) y aparece como algo puro y autónomo. En un segundo momento, esta
pura satisfacción autoerótica se fusiona con la fantasía (representación deseante sostenida y
“Los síntomas histéricos no son otra cosa que las fantasías inconcientes figuradas
Trauma vs Fantasía
Freud va a cuestionar la idea de que el trauma haya sido un episodio realmente acontecido
(que objetivamente ocurrió en la infancia del paciente y que, entonces, hay producir su
recuerdo para que sea elaborado). En cierto sentido, llega a decir que tales sucesos de la
infancia, pueden o no ser reales y que alcanza con que hayan sido fantaseados para que
A partir de esto, podemos pensar que es la sexualidad en sí, en tanto pulsional, lo que tiene
antiestímulo, como pura cantidad que inunda el aparato psíquico. El trauma es lo pulsional
y el peligro de que lo pulsional produzca una perturbación económica en el aparato
psíquico.
Freud va a continuar su texto planteando que el síntoma expresa una fantasía inconsciente e
implica una satisfacción pulsional, un goce. Varias definiciones del síntoma son: como
sustituto; como la expresión de un cumplimiento de deseo; como la realización de una
fantasía inconsciente; como el retorno de un modo real de satisfacción infantil; como
solución de compromiso…
A su vez, existen dos condiciones para que se produzca el síntoma: la solicitación somática
(zona del cuerpo comprometida por la que se produce la salida) y el sentido revestimiento
psíquico.
3er momento
Por otro lado, y una vez dentro del campo de las neurosis, Freud va a hacer una distinción
El síntoma histérico por un lado, resuelve dos cuestiones en un mismo síntoma: es al mismo
tiempo éxito y fracaso de la represión; aquí, la formación sustitutiva y la formación de
retorna como síntoma): se dice éxito porque algo fue efectivamente reprimido, y se dice
fracaso porque lo reprimido retorna deformado.
a decir que es un genio, que ya sabía que iba a haber coronavirus y que, entonces, es el más
inteligente porque hay que lavarse y él lo sabe y lo hace, lavarse las manos muchísimas veces
al día. Hay algo completamente egosintónico para el yo en este carácter obsesivo: aquí se ve
lo exitoso de la represión, una neurosis no desencadenada en el sentido de la neurosis
Para la histeria entonces, formación sustitutiva y formación de síntoma son equivalentes, hay
éxito y fracaso en la represión y el retorno de lo reprimido. En cambio, para la neurosis
Freud dice que el sentido de los síntomas neuróticos fue descubierto por Breuer mediante el
estudio y la derivación de un caso de histeria (caso de Anna O). Tales, poseen, al igual que
los actos fallidos y los sueños, un sentido propio y una íntima relación con la vida de las
personas en las que surgen.
Los enfermos de neurosis obsesiva muestran (en general) manifestaciones sintomáticas que
son impulsos extraños a su personalidad, es decir, se ven obligados a realizar actos cuya
ejecución no les proporciona placer ninguno, pero de los cuales no pueden sustraerse. Tales
son experimentadas impulsivamente con una sensación de extrañeza.
→ Ejemplos:
Señora que pasó una mala noche de bodas: “Corría de una habitación a la habitación
contigua, se paraba ahí en determinado lugar frente a la mesa situada en medio de ella, tiraba
del llamador para que acudiese su mucama, le daba algún encargo trivial o aun la
despachaba sin dárselo, y de nuevo corría a la habitación primera”. Este es el síntoma que
presenta esta mujer (de 30 años de edad) cuando consulta a Freud.
Hacía más de 10 años que había contraído matrimonio con un hombre bastante mayor que
ella y, durante su noche de bodas, este hombre mostró una total impotencia. Toda la noche
a hacer la cama, pueda adivinar lo que ha sucedido”. Agarra un frasco de tinta roja y lo
vuelca sobre las sabanas, pero no precisamente donde podrían encontrarse las manchas de
sangre.
Freud va a decir que el sentido del síntoma obsesivo que padece esta mujer, se relaciona con
esta escena de la noche bodas. Es evidente que la enferma se identifica (identificación viril)
con su marido, y reproduce su conducta durante su noche de bodas. A su vez, va a enfatizar
que debemos de deducir que el acto obsesivo de la paciente, presenta el siguiente sentido:
“mi marido no tenía por qué avergonzarse ante nadie, pues no era impotente”.
Ceremonial de la bella muchacha: se trata de una bella muchacha de 19 años, hija única, de
un carácter salvaje y orgulloso, que presenta una gran hostilidad hacia su madre; está
nocturnas que le hace falta silencio para dormir y tiene que eliminar todas las fuentes de
ruido. Con este propósito hace dos cosas: El reloj grande de la habitación es detenido, y todos
los otros relojes se sacan de ella; ni siquiera tolera sobre la mesa de noche su pequeñito reloj
de pulsera. Floreros y vasos son acomodados sobre su escritorio de suerte que por la noche no
puedan caerse, romperse y así turbarle él dormir” (…) “la almohadita más pequeña en que
apoya la cabeza no puede situarse sobre aquella si no es formando un rombo; además, ella
pone su cabeza exactamente siguiendo la diagonal mayor del rombo. El edredón tiene que ser
sacudido antes de que se meta en cama, de manera que quede bien grueso a los pies; pero ella
En el análisis, esta paciente comenzó por comprender que le resultaba imposible dejar un
reloj en su cuarto durante la noche, por su constitución como símbolo genital femenino.
Habla del reloj, de la regularidad ligada al ciclo menstrual, ve el tic tac que puede tener que
ver con los latidos del clítoris en los momentos de excitación sexual. La chica va asociando
distintos elementos del ceremonial con recuerdos/ideas ligadas a lo sexual; por ejemplo,
involucran un mensaje que nos dice que hay que interpretar algo.
→ Cuando nos hallamos ante una idea desprovista de sentido, será por tanto
Freud plantea de los síntomas neuróticos son efecto de un conflicto surgido alrededor de
un nuevo modo de satisfacción de la libido. Vemos cómo cambia su abordaje: antes decía
que tales síntomas poseían sentido; ahora arranca con que son efectos de un conflicto
surgido alrededor de un nuevo modo de satisfacción de la libido.
Bien, una de las dos fuerzas en conflicto, es la libido insatisfecha, alejada de la realidad y
obligada a buscar nuevos modos de satisfacción; cuando aquella, sacrificando su primer
Ahora bien, ¿Dónde encuentra la libido aquellas fijaciones que precisa para abrirse paso? En
las actividades y los sucesos de la sexualidad infantil. Allí se ubican las pulsiones
parciales, las tendencias parciales abandonadas ligadas a los primitivos objetos infantiles.
Los sucesos infantiles no han tenido, en la época en que se produjeron, significación alguna
y solo regresivamente ha llegado a adquirirla. Freud dice que hay sucesos infantiles que en
produce esas regresiones a las fijaciones reprimidas → las fantasías devenidas ICC son
para Freud, el punto de apoyo que utiliza la libido para remontarse hasta sus orígenes
Por último, Freud escribe en esta conferencia: “El síntoma repite de algún modo aquella
modalidad de satisfacción de su temprana infancia, desfigurada por la censura que nace del
conflicto”. Aquí aparece la idea de que la dimensión del síntoma tiene que ver con un goce
que se presenta de otra manera, que se vive de otra manera; aquel habla de una repetición
desfigurada, de una satisfacción que va a ser vivida de otra manera: no es lo mismo el placer
sexual directo que el placer sexual vivido en el síntoma o a través del síntoma.
El síntoma implica una satisfacción pulsional, es decir que en este, se satisface algo de la
pulsión. Aquello marca una dificultad para resolverlo, ya que no es tan fácil desprenderse de
algo que está dando satisfacción pulsional. El síntoma por lo tanto, tiene dos caras:
- Una cara de sentido: los síntomas quieren decir algo, tienen un sentido, pueden
descifrarse (interpretación de los sueños), al igual que el sueño dice algo que puede
4to momento
coexisten durante un tiempo sin estorbarse entre sí, pero a medida que la vida psíquica
tiende a la unificación, van aproximándose hasta encontrarse: de esta confluencia nace el
complejo de Edipo normal.
Existen, por un lado dos tipos de identificación: primaria (o primitiva, la que nos hace
Pero por otro lado, Freud establece 3 formas de la identificación que juegan un papel muy
- Identificación a un rasgo del rival: por ejemplo la niña que se identifica con el
catarro vaginal de la madre (su rival edípico), donde lo que está de fondo es el
amor hacia su padre (queriendo ocupar el lugar de la madre).
identifican a su situación.
La idea será estudiar la formación del síntoma y la lucha secundaria del Yo contra el síntoma.
Para ello nos serviremos de los síntomas obsesivos.
Capítulo 3
En este capítulo Freud va a ofrecer una serie de definiciones y de precisiones respecto del
síntoma. La pregunta central va a estar ligada a la respuesta del Yo una vez que el síntoma se
Aquello que devino en síntoma como efecto de la represión, funciona en otro territorio que
Sin embargo, y si bien considerábamos al síntoma como un cuerpo extraño que lucha contra
una moción pulsional desagradable (conversión histérica de la moción en síntoma), por regla
general, la trayectoria es otra: la lucha contra la moción pulsional encuentra su
continuación en la lucha contra el síntoma → Esta lucha defensiva nos muestra dos
contradicciones: que el Yo intente cancelar la ajenidad y el aislamiento del síntoma
Capítulo 5
Neurosis obsesiva: los síntomas de estas son de dos clases y de contrapuesta tendencia. O
con disfraz simbólico (aquellas que “burlan” la defensa). A su vez, se obtienen de la lucha
continuada contra lo reprimido (que se va inclinando más y más en perjuicio de las fuerzas
Respecto a esto último, Freud se pregunta ¿por qué tanta severidad del superyó en la
neurosis obsesiva? Y para responderla utilizara al Yo y a las fases libidinales:
comienzo a sus intentos defensivos, el primer éxito que se propone como meta es rechazar
en todo o en parte la organización genital (fálica) hacia el estado anterior (sádico-anal). En
otras palabras la neurosis obsesiva alcanza la fase fálica, pero esta es endeble, y entonces
cuando el yo trata de defenderse, se produce la regresión.
A su vez, utiliza un segundo argumento que intenta explicar la severidad del superyó, y es
que la regresión no sea la consecuencia de un factor constitucional sino de uno temporal: “la
regresión no se hará posible porque la renuencia del Yo se inició demasiado temprano, todavía
en pleno florecimiento de la fase sádica” → No opta entre uno u otro.
¿Qué consecuencias arroja esta regresión a la fase sádico-anal? Freud le busca una
explicación metapsicológica a la que va a llamar desmezcla de pulsiones: si durante la fase
fálica, las investiduras sádicas destructivas se amalgaman con las eróticas, la reversión propia
de las neurosis obsesivas tiene como consecuencia que una vez alcanzada la fase fálica (por
apuntaladas en representaciones propias de la fase sádica, tratando las cuestiones del amor
en lenguaje, anal, cruel, sádico. Para conservar el órgano, el sujeto se prohíbe toda actividad
Como vemos aquí, en las neurosis obsesivas no solo está en juego la represión como
sinónimo de la defensa, sino que están en juego también otras defensas: la regresión a la
fase sádico-anal y también las formaciones reactivas.
Capítulo 6
acontecido y aislar. Estas dos son una prueba de que la ejecución de la represión tiene
mayores dificultades que en la histeria, y por ello requiere de este “auxilio”.
La primera es “magia negativa” u “contraacto”, mediante un símbolo motor quiere hacer
desaparecer, no las consecuencias del suceso, sino a este suceso mismo. Anular lo
acontecido en la neurosis obsesiva implica que el segundo acto cancela al primero, como si
nada hubiese acontecido (cuando en realidad lo hicieron ambos).
decir que no hay ninguna percepción ni se ejecuta acción aluna. Esto quiere decir que la
vivencia no es olvidada pero si se la despoja de su afecto y sus vínculos asociativos son
todo contacto”.
FALTAN