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Causa: “Sanhueza Vásquez Vital Henoch y otro c/ ANSeS s/ Reajuste de haberes”, Expte.

41017225/2010

Cámara Federal de General Roca, 29/11/21

VISTO:

El recurso de apelación interpuesto por la actora contra la resolución del 29 de octubre de 2019
(fs.90/91) que rechazó la liquidación presentada y ordenó la confección de nuevos cálculos;

Y CONSIDERANDO:

Que de acuerdo con lo establecido en el art.26 del decreto-ley 1285/58, es facultad de las cámaras
de apelaciones dictar sus resoluciones por voto de los magistrados que las integran, por lo que en
esta ocasión cada uno de los miembros de este tribunal emitirá su opinión en la forma que sigue.

El doctor Richar Fernando Gallego dijo:

1. La resolución que llega apelada rechazó la liquidación de intereses presentada por la actora, asi
como la impugnación y la liquidación de la ANSeS.

En primer término, descartó que el crédito por diferencias de haberes que dio lugar al embargo
trabado en autos hubiese generado los intereses calculados por la peticionante, en atención a que
esos fondos, pertenecientes al acervo sucesorio del iniciador del juicio, se encontraban
inmovilizados a raíz de la omisión de la pretensora de informar el inicio del proceso universal y la
cuenta judicial correspondiente, lo que implicaba que no podía endilgarse a la ANSeS la mora en el
desembolso.

Luego, evaluó los cálculos acercados por la demandada. Advirtió que incluían las diferencias a
favor del iniciador del juicio, el señor Sanhueza, hasta la fecha de su fallecimiento en el año 2013,
así como lo computado desde allí hasta mayo de 2016, correspondiente al beneficio de pensión de
la señora Ovando. Señaló que la sentencia dictada en autos no alcanzaba a esa prestación, por lo
que no cabía aprobar los cálculos a su respecto.

Finalmente explicó el origen de los dos embargos trabados en autos y las razones por las cuales no
correspondía descontar los fondos inmovilizados.

Impuso las costas por su orden.

2. La decisión fue recurrida por ambas partes. La actora lo hizo el 17 de noviembre de 2020 y
acompañó el memorial el 26 de ese mes, mientras la demandada hizo lo propio los días 11 y 24,
respectivamente.

La accionante sostuvo que correspondía el cómputo de intereses debido a que la señora Ovando
no había percibido la suma liquidada, a la vez que insistió en que no resultaba necesario iniciar el
juicio sucesorio, pues la pensionada se hallaba habilitada para cobrar las diferencias retroactivas
generadas en los haberes del causante, según jurisprudencia de la Corte Suprema que
citó (“Salgueiro, Elida Josefa c/ ANSeS s/ reajustes por movilidad”, S. 218. XXXV, 3/12/02).

La demandada, por su parte, reiteró que sus cálculos eran correctos. Recordó la irrenunciabilidad
de los magistrados a perseguir la verdad jurídica objetiva y exigió ese estándar para evaluar las
impugnaciones efectuadas a los resultados de su contraria y la liquidación elaborada por el
organismo.

Señaló que se vio imposibilitada de poner al cobro la suma calculada a favor de la actora a raíz de
los embargos trabados en el expediente, a la vez que requirió la devolución de las sumas que su
contraria habría percibido indebidamente.
3. La competencia para resolver en la apelación concedida debería ser aceptada en los términos
de la acordada 29/2020 de esta cámara.

4. Estimo necesario repasar lo ocurrido con anterioridad al dictado de la resolución apelada.

El pronunciamiento de la CFSS (fs.106) resolvió el recurso contra la sentencia definitiva y, en lo


que aquí interesa, dispuso la aplicación del índice I.S.B.I.C a efectos de actualizar las
remuneraciones para el cálculo del Ingreso Base, conforme el criterio sentado por la CSJN en el
fallo “Elliff”, con movilidad legal a partir de la fecha de adquisición del derecho, en junio de 2007.

El 8 de noviembre de 2013 la letrada apoderada informó el fallecimiento del señor Sanhueza


Vázquez, ocurrido en febrero de 2013, y acompañó documentación que acreditaba la concesión
de la correspondiente pensión a favor de la señora Ovando.

Cumplido el plazo del art.22 de la ley 24.463, y luego de la intimación, liquidación y embargo
pertinentes, la recién nombrada percibió la suma de $74.400 en concepto de astreintes (30 de
septiembre de 2015, fs.175vta.).

A su siguiente presentación, de fecha 8 de abril de 2016 (fs.178/184), la actora adjuntó el cálculo


de las diferencias generadas hasta el deceso del causante, que con intereses alcanzaban
$55.665,19. Aprobada la liquidación, trabado un nuevo embargo y mandada llevar adelante la
ejecución, con fecha 14 de marzo de 2618 (fs.199) el magistrado requirió, a fin de transferir los
fondos, la denuncia de la cuenta judicial perteneciente a la sucesión del iniciador del juicio.

Luego, con fecha 26 de septiembre de 2619 (fs.268/269), el actor liquidó intereses corridos desde
la traba del embargo recién mencionado, en agosto de 2616. La presentación fue sustanciada con
ANSeS, que la impugnó el 16 de octubre de 2619 (fs.211/236) y acompañó una liquidación propia
en la que incluyó las diferencias correspondientes al causante, extendió el cálculo al beneficio de
pensión de la viuda, para finalmente descontar los montos de los dos embargos. De los resultados
obtenidos concluyó que la deuda con su contraria había sido cancelada y que había efectuado
desembolsos excesivos, por lo que requirió su devolución. La resolución que resolvió esos
planteos es la aquí apelada.

5. Considero que la intervención del cuerpo no debería limitarse a dar tratamiento estricto a los
agravios de los apelantes, en atención a su ya consolidado criterio en el sentido de que las
liquidaciones pueden ser revisadas de oficio para que sean fiel reflejo de lo decidido en la
sentencia (“Antillanca, Manuel y otros c/ Estado Nacional, Ministerio del Interior y Prefectura Naval
Argentina s/ cobro de pesos”, sent.int.79/2667 y “Salva, Walter Enrique y otros c/ Estado Nacional
s/Suplementos", sent.int. del 11/8/14).

Ya en la tarea de resolver, entiendo conveniente comenzar por señalar que si bien la precisión de
los cálculos acercados por las partes no puede ser constatada a raíz de la ausencia de cómputo
inicial del beneficio del causante Sanhueza, los elaborados por la ANSeS resultan beneficiosos
para la actora, cuya liquidación parte de un haber inicial menor ($603,05, ver fs.180, frente a los $
621 que consigna el organismo a fs.217) y no incluye los retroactivos generados por el beneficio
de pensión derivado, mientras todas las restantes variables son aplicadas de conformidad con las
pautas de la sentencia por ambas partes. Si además de ello se tiene en cuenta que la demandada
cuenta con información veraz en su base de datos, resulta natural tomar los resultados obtenidos
por ella como valederos.

Sentado lo anterior, nótese que, como narré, la señora Ovando percibió en carácter de multas
procesales diarias la suma de $74.400 en septiembre de 2015, circunstancia que impone observar
el criterio adoptado por esta cámara a partir de su pronunciamiento en “Durig, Patricia Verónica c/
ANSeS s/ varios", FGR 43011203/2010/CA1, sent.int.205/2018, de fecha 6 de junio de 2018,
disponible en el enlace DURIG, donde sostuvo que las astreintes fueron concebidas “...como una
herramienta destinada a vencer la reticencia de una persona a cumplir un mandato judicial distinto
del de dar una suma de dinero; como, vgr., un ”puro hacer" en el que, como es sabido, no es
posible el empleo de violencia para constreñir la conducta del deudor. Es en ese ámbito de
deberes, obligacionales o no -como los impuestos en el ámbito del derecho de familia-, donde
las astreintes encuentran su mayor utilidad y justificación; lo que no acontece cuando lo debido
consiste en dar dinero pues en estos casos existe otro instrumento más adecuado para que el
acreedor se haga de lo que se le debe, que no es otro que el embargo y la ejecución de la deuda.
De allí el carácter subsidiario que tienen las astreintes respecto de otros recursos destinados a
obtener el cumplimiento de una manda judicial, cualidad que ha llevado a la doctrina a proponer,
aun cuando no las descarta por completo, que cuando se las utilice para espolear la cancelación
de un crédito dinerario no se las acumule a lo percibido por éste sino que valgan como pago a
cuenta de él. De lo contrario, dado que la totalidad del daño moratorio puede ser enjugado con la
adición de intereses, la suma de otro monto en concepto de multa estaría provocando un
enriquecimiento sin causa del acreedor o, mejor dicho, basado en una causa ilegítima: el ejercicio
abusivo de un derecho (ver Cazeaux y Trigo Represas, “Derecho de las Obligaciones”, T°I,
pág.175 y siguientes).

“De lo expuesto deduzco que aun cuando en juicios sustanciados contra el Estado puedan
evidenciarse como una herramienta útil para vencer su reticencia a cumplir deberes accesorios a
una obligación principal de dar sumas de dinero (como por ejemplo podría darse cuando el trámite
de ejecución requiriese de actos administrativos que solo la parte deudora puede hacer), lo
razonable en este caso es tomar lo percibido por astreintes como pago a cuenta del crédito por
haberes retroactivos liquidado...”.

Para dilucidar el alcance con que opera la compensación en el caso, recuerdo que la ANSeS
calculó, a mayo de 2016, una deuda de $82.626,64, comprensiva de capital e intereses. De
conformidad con las operaciones efectuadas por la Oficina de Liquidaciones, a la fecha en que la
actora percibió los $4.466 en concepto de astreintes (septiembre de 2615), esas pautas arrojan la
suma de $76.836,24. Si se tiene en cuenta que, como señalé, en su liquidación la ANSeS obtiene
resultados superiores a los pretendidos por la propia actora al iniciar la ejecución, luce razonable
juzgar que ese desembolso desinteresó a la ejecutante.

Agrego además que la consulta al historial de pagos del organismo permite constatar que a partir
de junio de 2016 la actora comenzó a percibir el haber correctamente reajustado, por lo que no se
han producido nuevas diferencias a partir de ese periodo.

Con esos elementos, la condena dictada en autos se encuentra íntegramente cumplida, lo que
implica el levantamiento de las medidas cautelares trabadas en autos.

Para finalizar, conviene resaltar que, tal como señaló la accionante en sus agravios, no existe
obstáculo para la percepción de diferencias devengadas al tiempo del fallecimiento del causante
por parte del titular de una prestación derivada, según reconoció la Corte Suprema en “Salgueiro,
Elida Josefa c/ ANSeS s/ reajustes por movilidad”, S. 218. XXXV, 3/12/02.

6. Por lo dicho hasta aquí, propongo al acuerdo revocar la resolución apelada, declarar cumplida
la condena, disponer el levantamiento de los embargos trabados en autos y rechazar los recursos
en todo lo restante.

Las costas deberían imponerse en el orden causado en virtud de la regla fijada en el art.21 de la
ley 24.463. Ello así en tanto resulta aplicable el criterio expuesto por esta cámara al pronunciarse
en “Sáez, Eduardo c/ Estado Nacional -Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSeS) s/
reajustes varios" (FGR 61005116/2008) sent.int. S378/17 del 27 de septiembre de 2017,
consistente en que lo dispuesto en “... esa previsión normativa, que rige para los procesos en
donde se debate y se establece el derecho previsional que se reclama, debe ser extendido a las
diligencias posteriores a la sentencia que son necesarias para cuantificar el crédito declarado en
aquel fallo”.

El doctor Mariano Roberto Lozano dijo:

Comparto los argumentos del voto que antecede y me pronuncio del mismo modo.

Por lo expuesto, EL TRIBUNAL RESUELVE:


I. Asumir la competencia en los términos de la acordada 29/2020 de esta cámara para intervenir
en la apelación concedida;

II. Revocar la resolución apelada, declarar cumplida la condena, disponer el levantamiento de


los embargos trabados en autos y rechazar los recursos en todo lo restante, con costas por su
orden;

III. Registrar, notificar, publicar y, oportunamente, devolver.


Richar Fernando Gallego. Mariano Roberto Lozano. Martín Filipic. Jueces de Cámara.

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