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Autor:
Ascanio B. Cristian A.
C.I.
A menudo, en el mundo de las diferentes organizaciones, existen frases que los mandos
directos o los propios directivos transmiten a los departamentos de RRHH: “Necesito a
alguien para ayer” y es exactamente así como surge el afán por resolver la problemática,
ocasionando que no se cuente con el tiempo necesario para tomar decisiones estratégicas
certeras. Para evitar estas situaciones y los errores involucrados, se debe pensar en crear
un plan estratégico de contratación.
El primer paso para crear un buen plan es comprender la diferencia entre un plan de
contratación y un plan de contratación estratégica. La planeación estratégica se refiere a
determinar la estructura que debe tener la fuerza de trabajo para lograr las metas y objetivos
de la organización, para ello se debe realizar una serie de preguntas, como por ejemplo,
¿Cuánto creceremos? ¿En dónde vamos a crecer? ¿Cuáles serán las dificultades del
personal? ¿En dónde tendremos más carga de trabajo? Por su parte, un plan estratégico de
contratación certero incluye identificar correctamente las necesidades futuras y desde un
punto de vista interno, preparar siempre un plan alternativo.
Para diseñar un buen plan estratégico hay que pensar en tres cosas básicas; lo primero es
desarrollar un plan de sucesión efectivo, lo segundo es anticiparse a la carga de trabajo e
identificar las necesidades futuras que surjan o puedan surgir dentro de la empresa y, por
último, crear planes de contratación específicos para hacer frente a una posible salida o
para cubrir necesidades regulatorias. Contar con un buen plan de reclutamiento y
selección, requiere de un esfuerzo del departamento de RRHH considerable y por lo tanto
muchas horas de trabajo, además de contar con alguien con todos los conocimientos
prácticos y técnicos necesarios para hacerlo.
El primer beneficio de este plan es que se contrata mejor personal: Se sabe gracias a la
psicología de las organizaciones que aquellos candidatos que rinden por encima del 84%
aportan a la empresa un 40% que su salario medio. Por su parte una mala contratación
puede suponer el 30% del salario bruto anual de la persona. Es por esto que un mal
reclutamiento puede crear un desastre económico para la propia organización y hay
empresas que no se lo pueden permitir, un correcto plan de reclutamiento puede ahorrarle
mucho dinero a la organización y obviamente permitirá seleccionar a los candidatos que
mas se ajusten a las necesidades de la organización. Por otro lado, tiene beneficios en la
propia calidad de los procesos y a nivel interno nos permite además integrar el
reclutamiento en la gestión de la empresa.
Antes de afrontar el proceso de selección hay que pensar, documentar y planificar una
serie de pasos para captar al talento adecuado:
Una vez obtenido el plan estratégico se procede a colocar en práctica para la selección
del recurso humano, recordando siempre que al momento de contratar se debe indagar
internamente en la organización para verificar que la persona necesaria no esté dentro de la
misma, pues promoviendo a alguien interno de la empresa se ahorrarían gastos de
adiestramiento y obviamente tiempo de entrenamiento para alguien ajeno de la empresa,
respetando los objetivos y metas impuestas por organización y dar respuesta a una de las
preguntas más importantes al momento de rellenar una vacante ¿Qué presupuesto se tiene
para la contratación? y en dado caso ¿Cuáles serán las necesidades del nuevo talento?