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Perfil del niño de 2 años

El/la niño/a de dos años requiere fundamentalmente un clima que le

proporcione seguridad sobre todas las cosas. Dicho ambiente sólo es posible

si el afecto y la comprensión acompañan al niño/a en sus logros cotidianos,

en sus trabajos, en su crecimiento.

“(…) el tema central del desarrollo del niño de dos años es la autonomía.

Ya es consciente de sí mismo como persona, quiere hacer cosas solo y se

opone a los adultos para afirmar esa marcha hacia su independencia. Por

otro lado hay como una necesidad de puesta de límites que se manifiesta a

través de rabietas y berrinches. (…) es frecuente que vacile en sus

actitudes entre los intentos de independencia y una búsqueda de

dependencia del adulto.” (Duprat, H; Wolodarsky, E; Malajovich, A. 1989)

Con respecto a la motricidad, se puede apreciar como el/la niño/a va

logrando, a partir de los movimientos globales iniciales, el control voluntario

de su cuerpo tanto para desarrollar movimientos grandes como pequeños. En

cuanto a la motricidad fina, puede imitar trazos verticales, horizontales,

circulares, puede sostener el lápiz con los dedos o con las palmas de sus

manos, puede enroscar, abrir y cerrar, usar material de encastre y

enhebrado.

Con respecto al área cognitiva, se produce la transición de la inteligencia

práctica al pensamiento simbólico. La primera posibilidad de desarrollar

actividad mental es a partir del lenguaje de acción, lenguaje práctico o

sensorio-motor. La adquisición del símbolo le permite el acceso al mundo

imaginado, la ficción.
Con respecto al lenguaje, se encuentran en un período de transición entre

el primer nivel de comunicación (prelingüístico) y el segundo nivel

(lingüístico), utiliza “palabras- frase”, ya puede formar oraciones simples,

aumenta su vocabulario, comprende consignas, puede realizar encargos

sencillos, hace preguntas, comprende más de lo que puede expresar, puede

decir su nombre y hasta utilizar el pronombre “yo”. Incorpora palabras día a

día. El desarrollo del lenguaje depende de la estimulación y del ambiente

familiar y escolar.

En esta edad el/la niño/a, por lo general, se encuentra en la etapa del

juego paralelo, es decir, juega al lado de otro/a compañero/a compartiendo

quizá la misma propuesta, pero sin interactuar entre ellos/as. Sus intentos

de integración suelen relacionarse por la disputa de algún objeto/juguete. El

juego es un agente socializador por excelencia que estimulará la expresión

oral y el contacto con los demás. De ahí surgirá el intercambio, y el proceso

de socialización se verá reflejado en conductas y producciones.

“El juego permite al niño distinguir la realidad externa de su mundo

interno. Ya a esta edad puede identificarse con ciertos personajes y

dramatizar situaciones conflictivas a través del juego simbólico que lo

ayudará a elaborar la realidad que lo rodea.” (Duprat, H; Wolodarsky, E;

Malajovich, A. 1989)

Muchas veces rechazan la ayuda de los/as adultos/as pretendiendo hacer

todo solos/as, su sentido de la posesión está en su punto más alto, y le

impide, en ocasiones, compartir juguetes.

Comienza a controlar sus esfínteres, muestra un mayor

autoabastecimiento de la higiene diaria.


Su capacidad de atención es más prolongada, con lo cual las posibilidades

de realizar actividades son mayores.

Puede distinguir causa-efecto en acciones diarias.

Algunas características:

- Reconoce distintas partes del cuerpo en una imagen o en su

propio cuerpo.

- Es reservado/a ante los extraños.

- Comienza a esperar su turno.

- Identifica sonidos de instrumentos, voces u objetos.

- Elige compañeros/as para sus juegos.

- Controla esfínteres.

- Le gusta disfrazarse.

- Puede enhebrar, encastrar, ensartar, enroscar, abrir y cerrar.

- Canta canciones.

A continuación se explicaran las características evolutivas teóricas

principales clasificándolas en tres dimensiones de análisis:

● DIMENSIÓN MOTRIZ: “(…) se consideran las características que

contribuyen al desarrollo de las posiciones, coordinaciones y

desplazamientos.” (MOREAU DE LINARES, L, 2001). Tomando en


cuenta los aportes de Meinel y Schnabel (1988) se podría decir que el

período que comprende desde el primer año de vida hasta el tercer

año se caracteriza por la adquisición de formas motoras múltiples. En

el segundo año de vida los niños comienzan a ejercitarse en las

acciones de lanzar, recibir, trepar, ascender, descender, fraccionar,

colgarse y balancearse, estas mismas son afianzadas y dominadas en

el transcurso del tercer año.

Es importante recordar que hacia los tres años “… ya ha concluido lo

fundamental de la mielinización de las neuronas… con lo que se está

en condiciones de realizar actividades sensoriales y motoras mucho

más rápidas y precisas...” (MORA, J y PALACIOS, J; 1998), en base a

esta característica los niños tienen la posibilidad de responder

rápidamente ante los estímulos internos o externo.

En cuanto a la noción del esquema corporal, el cual “se refiere a la

representación que tenemos de nuestro cuerpo, de los diferentes

segmentos corporales, de sus posibilidades de movimiento y acción,

así como de sus diversas limitaciones” (BALLESTEROS,1982 en

MORA, J y PALACIOS, J; 1998),se construye lentamente y los niños

del período preoperatorio aún están en proceso de construcción. Los


niños van reconociendo su cuerpo global y parcialmente, como así

también en movimiento y quietud. Primero es más fácil para ellos

percibir la cabeza, los brazos, las piernas y la panza. Es necesario que

vivencien su cuerpo a través de varias experiencias para que puedan

explorarlo y conocer cómo se mueve y cómo es, aprendiendo así a

dominar y destacar las partes del mismo. La preferencia lateral es

otro desafío motriz que se inicia hacia los 3 años en un proceso que

concluirá alrededor de los 5-6 años de edad, la preferencia se define

neurologicamente.Si bien el proceso comienza a los 3 años,

generalmente los niños son diestros, y utilizan su mano derecha para

las tareas que requieren de motricidad fina, así como hay una mano

más débil, también hay un ojo que es el que dirige la mirada. Si

coincide el lado del ojo con el lado de la mano que son más hábiles, se

dice que hay una lateralización homogénea. También puede suceder

que no coincida el ojo más hábil con la mano dominante, esto se

denomina lateralidad no homogénea o cruzada, y esto suele pasar

desapercibido para los mayores. Cuando la lateralidad no se logra

definir , entonces debe consultarse con un profesional, y es

importante que este desarrollo transcurra de manera adecuada ya

que va a ser necesario para el aprendizaje de la lectoescritura.

Para finalizar se debe decir que, en cuanto al desarrollo motriz que se

produce en esta etapa los niños ganan autonomía y avanzan en su

motricidad fina siendo el movimiento además de una necesidad una

fuente de placer. Considerando los aportes de Agnes Szanto- Feder


(2009), es importante tener en cuenta que todas las posturas que el

niño de 2 y 3 años no ha adquirido por sus propias tentativas o

experiencias o ejercicios superan su nivel de maduración global.

● DESARROLLO COGNITIVO: “(…) se observa de qué manera el niño o

niña comprende lo que percibe, cómo va construyendo el conocimiento

acerca de sus experiencias vitales.” (MOREAU DE LINARES, L,

2001). Teniendo en cuenta los aportes de Piaget, los niños de 2 y 3

años se encuentran en el período preoperatorio, caracterizado este

por la capacidad y habilidad de representar las acciones mediante el

pensamiento y el lenguaje, se genera un despegue de lo concreto

hacia las representaciones. Piaget define que el pensamiento

preoperacional se caracteriza por:

 Egocentrismo: se vincula con las necesidades inmediatas y no se

puede pensar en función de otros puntos de vista que no sean el

propio.
 Centración: se atiende a un solo aspecto de la realidad dejando

de lado otros.

 Irreversibilidad: no se puede revertir la trayectoria de la

acción, siempre se ve en un sentido sin poder volver al punto de

partida.

Otras características en el plano cognitivo que se presentan en este

período son:

 Imitación: se vincula con la capacidad de realizar un modelo

visto en otro, los niños de tres años poseen capacidades de

imitación diferida, entendida como aquella que “…se inicia en

ausencia del modelo” (PIAGET; J e INHELDER;B; 1978) y se

desprende así del contexto particular en el que el modelo se

desarrolló, siendo ya parte de la representación del

pensamiento.

 Juego: el principal juego que se desarrolla en esta edad es el

juego simbólico, adquirido alrededor de los dos años con la

aparición de la función simbólica, los niños continúan

enriqueciendo esta posibilidad de juego. Como se ha

desarrollado anteriormente el juego simbólico permite jugar


dramáticamente pero también es el fundamento del juego de

construcción, este tipo de juego es simbólico en tanto que lo

que se construye representa otra cosa. La construcción se lleva

a cabo con un objetivo: armar algo representativo, lo cual es

muy diferente de apilar y a cumular. Los niños varían sus

construcciones y pueden con ellas armar escenarios ya sea para

jugar con otros elementos o para jugar ellos mismos (casas), el

material debe ser el adecuado para lograr construir aquella

imagen mental de la realidad que se quiere representar, el

juego de construcción no sólo favorece la coordinación óculo-

manual, sino que también permite a los niños descubrir,

diferenciar y construir en función de las características de los

materiales. Aberastury Arminda (1987) en su libro “El niño y

sus juegos”, hace referencia también a la importancia que

cobra en los juegos simbólicos de la mamá, el papá, los novios, el

doctor, entre otros, la exploración sexual que el niño atraviesa

en esta etapa (ver área socioemocional).

 Dibujo: teniendo en cuenta los aportes de Luquet (en PIAGET;

J e INHELDER;B; 1978) los niños de 2 años estarán finalizando

la fase de realismo fortuito, caracterizada por el dibujo de

garabatos a los que luego se les dará un significado

verbalmente para hacia los 3 años atravesar una etapa en su

grafismo denominada “realismo frustrado”, aquel en el que los

elementos del dibujo están yuxtapuestos uno con otros en vez


de ser un todo coordinado, es decir, que los niños comienzan

con una intención gráfica de dibujar algo preciso pero se

encuentran con algún impedimento (principalmente de tipo

motor) que les impide lograr el resultado pretendido. También

destaca Luquet que lo más importante de esta etapa gráfica es,

además de la imposibilidad de coordinar los elementos del

dibujo, la incapacidad de respetar proporciones y

orientaciones, los niños inicialmente comienzan a dibujar lo que

“saben” más que lo que “se observa”.

 Imagen mental y recuerdo: la imagen mental es la conducta que

permite “llevar” al plano representativo un hecho pasado

(imagen reproductora) o futuro (anticipadoras), por lo tanto

esta se relaciona estrechamente con el recuerdo. Los niños

pueden hacer referencia a hechos pasados, es decir, que está

presente la imagen mental reproductora, pero debido a que su

pensamiento aún es irreversible no generan imágenes mentales

anticipadoras de movimientos o transformaciones con mucha

facilidad y certeza.

 Noción de causalidad: Piaget considera que los niños del período

preoperatorio poseen una precausalidad, es decir, necesitan

encontrar una causa final ante cualquier hecho, incluso ante

aquellos que no tienen respuesta desde lo racional y por lo

tanto accionan ciertos “mecanismos” como el animismo

(tendencia a concebir las cosas como si estuvieran vivas y


dotadas de intenciones), que es una de las características de la

forma infantil de ver el mundo para encontrar respuestas.

 Lenguaje: Graciela Pellizari (2008) nos plantea algunas

características de esta etapa del proceso de adquisición de la

lengua materna. “La adquisición de un lenguaje es un proceso a

través del cual un niño logra entre otras cosas, el dominio

fluido de un idioma. las diferencias de tipo biológico,

neurológico o psicológico que varíen el “proceso normal” no las

enseñamos, porque de hecho, niños con capacidades especiales

también lo adquieren.” (Pellizari, G. 2008). La adquisición va a

ser progresiva de acuerdo a su necesidad de comunicarse con la

sociedad que lo rodea.Durante los 2 y 3 años la etapa de

aprendizaje, según Pellizari, en la que el niño se encuentra es la

etapa de la “Frase Primordial” que se va a construir sobre lo ya

adquirido, y se caracteriza por la emisión de oraciones cortas,

compuesta por más de dos palabras, pero sin ningun artículo. Si

abandona la tercera persona, puede que en su lugar pruebe su

nombre propio y el de otras personas. Incluso puede que

también utilice su nombre para hablar en tercera persona. Otra

característica es que también incorpora verbos porque se hace

actor de las acciones y las dice tal cual. Y la estimulación hace

que lo lleve a utilizar locatarios (aca, alla, arriba, abajo,

etc).Algunos niños mantienen una pronunciación que difiere de

lo que se espera. Si esto persistiera después de los 4 años,


entonces sería aconsejable una interconsulta con algún

especialista.

● DIMENSIÓN SOCIOEMOCIONAL: “(…) se considera la organización

de la personalidad infantil y la habilidad para relacionarse con otros,

comprender y compartir códigos y símbolos.” (MOREAU DE

LINARES, L, 2001).A partir de esta edad comienzan a descubrirse

como personas, lo que implica que comienzan a tomar conciencia de sí

mismo como diferentes de los otros, posibilitando su integración a

grupos pero realizando un nuevo aprendizaje de las normas, valores y

actitudes necesarias para continuar en el mismo. Las normas sin

embargo no están internalizadas, es una moral heterónoma la que

caracteriza a los niños de esta edad, el poder de las consignas está

ligado fuertemente a quien las emita, debe ser un adulto objeto de

amor del niño para que estos las cumpla en su presencia debido al

temor que les produce perder su afecto, por lo que el acto es

valorado para ellos en función del grado de conformidad que recibe el

que lo impuso, buscando constantemente premios.

Teniendo en cuenta los aportes de Freud con respecto al desarrollo

psicosexual, encontramos diferencias entre los niños de 2 y 3 años.


por su parte los niños de 2 años se encuentran en la etapa anal, es

decir, la zona erógena de los niños es la anal, lo que coincide con el

inicio en el control de esfínteres. En esta etapa la libido se dirige

hacia el ano y la satisfacción sobreviene por la expulsión y retención

de heces. A ellos no les da asco la materia fecal, quieren jugar,

tocarla o comerla. Ya que es parte de su cuerpo y es un producto que

él genera, pero ante la prohibición, le gusta jugar con objetos que

tengan una textura parecida, pero que son socialmente aceptados.

Podemos considerar que los niños ya controlan esfínteres o se están

iniciando en dicho proceso. Esto tiene que ver con que a partir de los

dos años se dan desarrollos madurativos a nivel corporal que permiten

un mayor autocontrol, recordemos que es habitual que los niños

accedan a dicho control hacia los dos-tres años, lo cual demuestra que

pueden reconocer las necesidades de su cuerpo y ejercer sobre ellas

cierto control. Por su parte a partir de los 3 años, los niños atraviesan

la etapa fálica, durante la cual la identidad sexual comienza a

definirse en el transcurso de estos años y según la teoría de Freud se

definirá alrededor de los cinco años, los niños comienzan a transitar

el denominado “complejo de Edipo”, que se definirá a los cinco años

con la instalación de la instancia psíquica “super-yo” (la cual

representa la moral). Por su parte los niños sufren de una amenaza de

castración debido al amor prohibido por la figura maternante que se

disputan con la figura paterna, mientras que las niñas deben realizar

una inversión simbólica ya que la castración es un hecho consumado en


ellas, la falta de pene es equivalente a la posibilidad de tener un hijo.

Ambos procesos comienzan alrededor de los tres años e instalan los

intereses por las diferencias sexuales, siendo características a esta

edad las exploraciones del propio cuerpo y la intriga por el ajeno,

siendo el cuerpo la base del proceso de discriminación y

reconocimiento personal que lo diferencia del otro.

Bibliografía utilizada:

 “Diseño Curricular para la Educación Inicial” (2000). Gobierno de la

Ciudad de Buenos Aires. 2 y 3 años

 San Martín de Duprat, H; Wolodarsky, E; Malajovich, A (1989) “Hacia

el jardín materal” Ediciones Búsqueda. Buenos Aires.

 Moreau De Linares, L. (1990). “Descubriendo continentes”. Buenos

Aires: Lugar.

 Mora, J. y Palacios, J. (1998) Desarrollo físico y psicomotor a lo largo

de los años preescolares (cap. 8). En Palacios, J. Marchesi, A. y Coll,

C. (compiladores) “Desarrollo Psicológico y Educación I Psicología

Evolutiva”. Alianza

 Pellizari, G. (2008)” Primeras palabras. El proceso de adquisición de la

lengua materna y la literatura infantil”. Buenos Aires: Nazhira.


 Piaget,J. e Inhelder,B. (1978). Las operaciones concretas del

pensamiento y las relaciones interindividuales-(cap. 4) y La función

semiótica o simbólica( Cap 3).. En “Psicología del niño”. Madrid:

Ediciones Morata.

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