Está en la página 1de 6

Los ingredientes de un buen Equipo (El Mago, El

Amante, El Guerrero y El Soberano)

Todos hemos formado parte de algún grupo o equipo a lo largo de nuestras vidas.
Hemos experimentado personalmente lo que se siente estar en un equipo disfuncional,
donde todo pareciera desencadenar un problema, donde hay poca o nula comunicación,
liderazgos poco claros, luchas de poder, etc, etc, etc. Pero también puede ser que hayamos
experimentado otras veces estar en un equipo realmente sobresaliente, esos equipos en
que todo sale bien y de manera fluida, se respira un ambiente muy energético, la
comunicación es rápida, efectiva y casi “mental”, hay un líder carismático e inspirador y en
general el equipo obtiene logros y éxitos de manera sistemática y casi sin esfuerzo.
Bueno, se han preguntado por qué algunos equipos resultan mejor que otros?
Esta misma pregunta se hicieron hace algún tiempo el psicólogo y Ph.D Robert Moore y su
colaborador Douglas Gillette, que abordaron este tema inspirados en el modelo de la
psicología Jungiana (que habla de los arquetipos) y plantean que el elemento decisivo de
un equipo exitoso radica en el “mix” de personalidades que lo componen.
Moore y Gillette mencionan que existen cuatro tipos básicos de personalidades (arquetipos)
en cualquier organización: El mago, el amante, el guerrero y el soberano. Veamos de qué
se trata cada uno de ellos...
EL MAGO
Este arquetipo habla de personas muy creativas y obsesionadas con las ideas, piensan que
una nueva visión, un nuevo paradigma o una nueva idea acerca de algo, es lo único que
realmente puede generar cambios y mejoras a nivel organizacional. Esto no quiere decir
que no sean sujetos racionales, de hecho se les conoce generalmente como los “cerebros”
detrás de toda buena idea o proyecto.
El “mago” se maneja extraordinariamente bien en el terreno de lo intangible, de las ideas y
los conceptos. Son expertos en detectar nuevas tendencias, son los “intelectuales” en un
grupo o equipo y además tienen una tendencia a ser reservados, introvertidos y muchas
veces incomprendidos por sus pares.
Se desempeñan extraordinariamente bien en todo lo que tenga que ver con etapas de
conceptualización de nuevos productos o servicios, diseño de campañas creativas en
marketing o publicidad y consultoría de empresas.

EL GUERRERO
El guerrero es muy racional y pragmático, se enfocan siempre en “la próxima batalla” y
sacrifican un poco la visión panorámica de los eventos con tal de tener una visión clara de lo
que está inmediatamente al frente de ellos y poder cumplir con la próxima tarea.
Es el tipo de persona que se ve representada con la frase “El fin justifica los medios”, están
dispuesto a todo con tal de obtener lo que se proponen. Para el guerrero las palabras claves
son Implementación, Ejecución y Logro y todo en sus vidas gira en torno a estos conceptos.
Son finalmente los que están en la primera “línea de combate”, van a la pelea, no se
achican ante los problemas y hacen todo lo posible para llevar a sus equipos o a sus
proyectos a la consecución del logro. No se manejan bien en el terreno de lo intangible o de
las ideas porque su mundo es mucho más físico, práctico y concreto. En general son tipos
ambiciosos, de carácter fuerte y llevados a sus ideas.

EL AMANTE

El amante es el experto en las relaciones humanas, se sienten muy a gusto en grupos de


personas, son extremadamente sociables y energéticos, son capaces de estrechar lazos,
hacer amistades y articular redes muy rápidamente. Son por lo tanto los llamados naturales
a “cohesionar equipos”.
Los amantes además son los encargados de que la gente “se enamore de una idea", son
los que logran que las personas se comprometan con un proyecto o que adhieran a una
causa.
Pese a que son pragmáticos, son expertos en llegar a las personas a través de las
emociones, e inconscientemente saben que la gente adhiere a cualquier causa si se ven
comprometidos sus sentimientos, valores o emociones más profundas, que son justamente
los blancos de los amantes. Tienden a ser un poco manipuladores y se desempeñan muy
bien en las áreas de ventas, negociación y política.

EL SOBERANO

Son los llamados naturales a liderar, su misión es otorgarle dirección, estructura y sentido a
los equipos en los que participan. Los soberanos sienten que de alguna manera están “por
sobre” los acontecimientos, por sobre las acciones y las batallas, se centran en el panorama
general no en los detalles del día a día.
Son muy buenos logrando la cohesión de sus equipos en torno a una creencia o un
propósito potente. Visión y Misión son sus conceptos clave y los saben capitalizar muy bien.
Se desempeñan muy bien en cargos directivos de grandes empresas, en posiciones de
liderazgo en equipos deportivos, grupos religiosos, o políticos.

LOS INGREDIENTES DE UN BUEN EQUIPO.


Como vemos, cada uno de estos 4 tipos de personalidades o arquetipos aporta un punto de
vista valioso en toda organización. Cada uno de ellos despliega cualidades
complementarias a las de los demás por lo tanto suena lógico que un correcto mix de estos
tipos de personalidades debería dar como resultado un equipo bastante funcional y efectivo.
La función de los líderes entonces es asegurarse que en sus equipos de trabajo existan
mezclas interesantes de estos cuatro tipos de personalidades y dependiendo de las
circunstancias y de los desafíos que deba afrontar un equipo, ir haciendo los ajustes
necesarios para que el equipo pueda desplegar una estrategia efectiva para el logro de los
objetivos a través de un adecuado mix de habilidades y competencias.
Lamentablemente lo usual es que predomine un tipo de estos cuatro arquetipos o que
simplemente NO haya representantes de uno o más arquetipos en un grupo de trabajo.

Como consecuencia a esto vamos a tener situaciones en que se puede observar una clara
falta de creatividad e innovación, o una excesiva rigidez con un sentido cortoplacista de los
eventos, o una falta de decisión y acción, o una falta de dirección y sentido a lo que quiere
lograr el equipo, o problemas evidentes en ventas o atracción de nuevos clientes o
potenciales inversionistas ...
Estos cuatro arquetipos definidos no significan que uno, por ejemplo, es simplemente del
tipo “soberano” y no tiene cualidades de ninguno de los restantes tipos de personalidad.
Todas las personas son un mix de estos cuatro tipos, pero claramente predomina uno de
estos arquetipos en cada uno de nosotros.
Además estos arquetipos son dinámicos, contexto-dependiente y susceptibles de cambio,
aprendizaje y desarrollo durante nuestras vidas. Uno no nace “mago” y muere “mago”, sino
que a lo largo de nuestra vida, durante nuestro desarrollo personal y profesional vamos
desplegando cualidades de unos u otros arquetipos.

Sería interesante entonces respondernos algunas preguntas como:


Qué tipo de arquetipo refleja mejor mi personalidad hoy día?
Este arquetipo es funcional para mi hoy?
Cuáles son mis habilidades distintivas?
Cómo las hago llegar a mi equipo de trabajo?
Qué habilidades necesito apoyarlas a través de otros miembros de mi equipo?

Someter a un equipo de trabajo a estas preguntas es un ejercicio muy interesante que


aporta muchos insights acerca de la funcionalidad del mismo y de todos sus integrantes.
Además nos ayuda a entender porqué nos desempeñamos mejor en ciertos cargos,
realizando ciertos tipos de actividades y no en otros...
Entonces, quién eres tu? Un Guerrero, Un Amante, Un Mago o Un Soberano?

También podría gustarte