Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El Futuro Del Carro Eléctrico Final
El Futuro Del Carro Eléctrico Final
1
construye el primer motor con diésel en 1897; y los Estados Unidos inician su
producción de automóviles en 1901.
Fue el motor de combustión interna alimentado con gasolina lo que selló la supremacía
del petróleo. Aunque los primeros fabricantes de automóviles habían probado máquinas
de vapor y motores eléctricos, cuando Henry Ford presentó su modelo A en 1903 el
motor de gasolina ya había demostrado su mayor potencia y autonomía. En 1913, más
de un millón de coches y camiones circulaban por Estados Unidos y Europa, y la
mayoría de ellos funcionaban con gasolina o gasoil. Con la llegada de los automóviles, el
petróleo adquirió un verdadero monopolio (Roberts, 2004, p. 53).
2
Así como las innovaciones tecnológicas han sido la clave del éxito de la industria
automotriz, la autonomía en las distancias y la potencia serán determinantes en el
proceso de masificación de los vehículos eléctricos. De acuerdo con Elmotor, (2018), en
los últimos diez años se ha logrado aumentar su autonomía de 160 a 500 kilómetros y
en la próxima década por los adelantos en la tecnología de las baterías, se espera
alcanzar un rango de uso de 1.000 kilómetros; adicionalmente, será decisiva la
disminución de los precios tendiente a aumentar la adquisición de vehículos por parte
de los consumidores, al igual, disponer de suficientes puntos de recarga en las
carreteras.
Al ser 2037, el año que los vehículos eléctricos igualarán las ventas de los
vehículos de combustión, éstos últimos tendrán el desafío de mejorar su eficiencia en la
disminución de las emisiones a la atmósfera y hacerlos más amigables ambientalmente.
Esto implica, la existencia dual de estas dos clases de vehículos en los parques
automotores, cuyo ritmo de conversión y participación de los eléctricos será desigual en
función al desarrollo y crecimiento económico y a la disponibilidad de divisas de los
países para la importación de los vehículos y los componentes de la expansión de la
infraestructura eléctrica, en caso de no disponerse de una industria nacional que
soporte este cambio, de lo contrario será una oportunidad de los países con estos
potenciales.
3
Desde lo ambiental, este proceso de conversión de los vehículos de combustión
a eléctricos es parte de las acciones en la transición energética mundial, siendo
decisivo que las economías cuenten con suficientes fuentes de renovables para la
sustitución de las fósiles, con el fin de suministrar la electricidad requerida por los
parques automotores eléctricos en su expansión; de lo contrario, en el corto y mediano
plazo habrá una relocalización geográfica de las emisiones a la atmósfera de las
ciudades a las áreas rurales principalmente, donde se encuentran ubicadas las térmicas
a partir de energías fósiles, las cuales generaron el 62,8% de la energía eléctrica
mundial en 2019: carbón (36,4%), gas natural (23,3%) y petróleo (3,1%), según British
Petroleum (2020).
REFERENCIAS