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La energía es un elemento fundamental que todos utilizamos de manera cotidiana para poder
realizar nuestras actividades. Usamos la energía para poder transportarnos, para iluminar nuestro
hogar, para cocinar o conservar alimentos, para climatizar un espacio o para encender los
artefactos que utilizamos dentro del hogar, oficina o de manera industrial. Como podemos ver,
utilizamos la energía en prácticamente todo. Si hacemos un comparativo de la cantidad de energía
que se consumía hace 10 años, con la que se consume actualmente, podemos observar que el
crecimiento ha sido exponencial y se estima que continúe a ese ritmo gracias al desarrollo de las
nuevas tecnologías.
Cuando pensamos en ahorro de energía lo primero que nos llega a la mente es reducir el consumo
de electricidad; tomando medidas como apagar la luz si no estamos en una habitación, o no subir
la calefacción demasiado en invierno. Tanto el ahorro de energía como la eficiencia energética
tratan de alcanzar un gasto energético menor del habitual, pero manteniendo el mismo nivel de
confort.
¿Sabías que 1 foco ahorrador consume 75% menos de energía y dura hasta 10 veces más que un
foco incandescente?
Es muy común que dentro del hogar se desperdicien grandes cantidades de energía en artefactos
poco eficientes, como lo es la calefacción en lugares con mal aislación o en aparatos eléctricos
que consumen energía al estar apagados. Aprender a gestionar el ahorro de energía nos puede
traer grandes beneficios, ya que mientras ahorramos en nuestras cuentas, estamos también
ayudando a evitar un problema inminente: el cambio climático; el cual genera el derretimiento
de los polos, destrucción de ecosistemas y el aumento de temperatura dentro de nuestra
atmosfera que causa el efecto invernadero.
UNIDAD I
Se define como auditoría energética el procedimiento a través del cual es posible obtener
información fiable y objetiva sobre el consumo de energía de un determinado edificio, para poder
detectar qué factores afectan a dicho consumo. De este modo podremos entender de qué forma
se está empelando la energía y así poder identificar donde se puede estar desaprovechando o
despilfarrando para poder establecer y organizar las posibles estrategias de ahorro energético.
Una auditoría incluye por lo tanto un estudio completo tanto de los factores de tipo técnico
como de los de tipo económico que influyen sobre el consumo de todas aquellas instalaciones o
equipos que consumen energía dentro del edificio objeto del estudio.
Una auditoría energética es una inspección, estudio y análisis de los flujos de energía en
un edificio, proceso o sistema con el objetivo de comprender la energía dinámica del
sistema bajo estudio.
Una auditoria energética es un proceso sistemático mediante el cual se obtiene un
conocimiento suficientemente fiable del consumo energético de la empresa para detectar
los factores que afectan el consumo de energía e identificar, evaluar y ordenar las distintas
oportunidades de ahorro de energía, en función de su rentabilidad.
Una auditoria energética es un análisis que refleja cómo y dónde se usa la energía de una
instalación industrial con el objetivo de utilizarla racional y eficientemente. ayuda a
comprender mejor como se emplea la energía en la empresa y a controlar sus costos,
identificando las áreas en las cuales se pueden estar presentando despilfarros y en donde
es posible hacer mejoras. es una evaluación técnica y económica de las posibilidades de
reducir el costo de la energía de manera rentable sin afectar la cantidad y calidad de su
producto.
La auditoría energética incluye evaluación del uso final y, si se desea, análisis de la
autogeneración y cogeneración. como resultado del estudio, se definen medidas
Una auditoria energética proporciona la información relevante acerca del consumo actual de
energía y las posibilidades de ahorro. Mediante las auditorías energéticas se analizan los flujos
energéticos y se establecen las estrategias o acciones de ahorro y eficiencias energéticas más
adecuadas. para ello, los expertos responsables de realizar estas tareas deben conocer los
procesos físicos y los equipos utilizados en el sector industrial, así como las técnicas concretas
de auditorías utilizadas en la actualidad.
Estas auditorias pueden ser realizadas por áreas, procesos o fabricas completas, su complejidad
depende de las instalaciones, necesidades, expectativas y recursos específicos de cada usuario,
pudiendo ir desde un par de semanas hasta de varios meses, en la cual intervienen expertos de
diferentes áreas. La auditoría energética es parte fundamental de cualquier programa de
administración de energía cuando una empresa desea controlar sus costos de energía.
Las auditorías energéticas pueden ser desarrolladas por personal propio de la organización, sin
embargo, si el alcance y la complejidad de la misma lo ameritan, se sugiere contar con expertos
externos que conozcan los procesos físicos y los equipos utilizados en el sector industrial, así
como las técnicas concretas de auditorías utilizadas en la actualidad. El auditor deberá tener la
experiencia necesaria para realizar cálculos técnicos y económicos, y un perfil profesional de
ingeniero.
Normalmente una auditoría energética se lleva a cabo para buscar oportunidades para reducir la
cantidad de energía de entrada en el sistema sin afectar negativamente la salida. más allá de la
simple identificación de las fuentes de energía, una auditoría energética tiene por objeto dar
prioridad a los usos energéticos de acuerdo con el mayor a menor costo efectivo de
oportunidades para el ahorro de energía, cualquier auditoría energética presenta dos partes bien
diferenciadas:
Cada vez con más frecuencia en las últimas décadas, las auditorías energéticas han permitido
reducir la demanda de energía, cada día más costosa, los gastos y avanzar hacia un desarrollo
sostenible. Esto ha hecho que las auditorías energéticas sean cada vez más populares. Con estas
auditorías se han tratado de reducir los consumos energéticos en el sector industrial a través de
guías de ahorro y eficiencia energética, los programas de auditorías energéticas han demostrado
su eficacia a escala mundial para mejorar el rendimiento energético de las instalaciones
industriales.
Los tipos de auditoria energética se pueden definir por factores como las áreas analizadas, el uso
de los diferentes energéticos y/o los procesos estudiados, tal como se muestran a continuación:
De la misma forma, los tipos de auditoria energética se definen por el alcance buscando en el
cual se analizan en detalle los procesos o se hacen mediciones generales del consumo energético,
así, tenemos los siguientes:
Por otra parte, se encuentra que algunos auditores energéticos ofrecen las siguientes categorías
de servicio de acuerdo con el alcance de la misma:
A continuación, se enlistan por tipo de medidas una serie de equipos para realizar las auditorias:
Las auditorías energéticas inicialmente se hicieron populares en dar respuesta a la crisis energética
de 1973 y años posteriores. El interés en las auditorías energéticas ha aumentado recientemente
como resultado de la creciente comprensión del impacto humano sobre calentamiento global y
el cambio climático. Una nueva tendencia en la arquitectura llamada arquitectura sustentable
toma esta técnica como una de sus principales herramientas para obtener datos cuantitativos y
no meramente conceptuales en la búsqueda de un hábitat sostenible.
El 21 de octubre es el día mundial del ahorro de energía. La electricidad, el gas y los combustibles
que empleamos en nuestra vida diaria se originan por procesos que generan contaminación al
ambiente y consumo de recursos naturales.
Esta es la razón del origen del día mundial del ahorro de energía, para reflexionar sobre nuestros
hábitos y lo que podemos hacer para un mejor uso de esta. El mundo moderno se caracteriza
por el gran desarrollo industrial y tecnológico, incluyendo grandes avances en las
telecomunicaciones, así como en la producción de artefactos y utensilios domésticos de alta
tecnología, que se mueven o funcionan gracias a la energía eléctrica que se obtiene tanto de la
fuerza hidráulica (hidroeléctrica) como del petróleo (termoeléctrica).
La naturaleza provee las principales fuentes de energía que impulsa nuestro mundo, pero en la
medida de su explotación cada vez más intensiva implica una extenuación de ellas, es necesario
darles un uso racional y en correspondencia con las necesidades sociales y también ambientales.
¡Recuerda que tu consumo depende no sólo de la potencia eléctrica de tus artefactos sino
también del tiempo que los tienes encendidos!