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MACROECONOMIA

LICENCIATURA EN ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS

HÉCTOR HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ


S21150080

ANÁLISIS ECONOMICO DE LA AFECTACIÓN POR LA PANDEMIA


POR COVID-19 A LA PRODUCCION DE ENERGÍAS EN ESPAÑA.

NERY DIANA TORRES MERZ


DOCENTE

11 DE DICIEMBRE DE 2021
INDICE
INTRODUCCIÓN...........................................................................................................3
La pandemia acelera la caída del petróleo en 2020......................................................5
Las renovables cogen aire............................................................................................6
¿Cuánto necesita España la electricidad?.....................................................................7
PRODUCCION DE PETROLEO CONTRA LA PRODUCCION DE ELECTRICIDAD...................8
Los planes de España y Europa para acabar con los vehículos de gasolina y diésel.......9
¿Qué planes tiene la Unión Europea?.........................................................................10
¿VEHICULO COMPARTIDO?........................................................................................11
MOVILIDAD URBANA.................................................................................................12
CONCLUSIÓN.............................................................................................................13
BIBLIOGRAFÍA............................................................................................................14

INTRODUCCIÓN

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Autos electricos inundan españa, ¿adios al petroleo entonces?

“Electrificar todo” es el mantra de eficiencia y modernidad y para salvar al planeta, en


especial, en el sector transporte. Los vehículos eléctricos van empujando una nueva
revolución industrial del siglo XXI. General Motors, Ford, Volvo, Land Rover, Jaguar,
Volkswagen, Toyota, entre otras, e innumerables empresas automotrices de China, han
expresado planes y compromisos de dejar de producir vehículos de combustión interna en
la próxima década. Ciudades, estados de la Unión Americana (como California) y diversos
países europeos en especial España han establecido objetivos para prohibir su venta
también a partir del próximo decenio. Todo ello significa un punto de inflexión histórico,
no solo en la propia industria automotriz, sino en los sistemas energéticos. Se han
alineado fuerzas tecnológicas, económicas, políticas y sociales para despejar el camino
hacia una electrificación total del parque vehicular. China encabeza este proceso, y le
siguen Europa y Japón. Estados Unidos con Biden, ahora arranca una rápida carrera para
alcanzarlos. De hecho, se espera que España, en 20 años, la mayor parte de los vehículos
sean eléctricos, cayendo que un máximo del 98% del parque vehicular de España sea
vehículos eléctricos, dejando que el resto sean autos de lujo o históricos de exposición.

Tesla, la pionera, construye nuevas plantas en Austin y Berlín, mientras que su fábrica de
Shanghái produce frenéticamente cada año cientos de miles de ejemplares del Modelo 3S.
Un financiamiento masivo del sector privado hoy se derrama sobre empresas de baterías y
de vehículos eléctricos. Toyota presentará este año su nueva batería de estado sólido
recargable en 10 minutos y con una autonomía de 450 kilómetros. China es la vanguardia
en el mercado de vehículos eléctricos. Sin embargo, en 2020, la Unión Europea superó por
primera vez al gigante asiático en ventas con 1.4 millones de autos –37% más que en
2019– y a pesar del derrumbe del mercado por la pandemia. (En Noruega, más de la mitad
de todos los autos vendidos en 2020 fueron eléctricos). Puede decirse que, en este
contexto, la percepción de los consumidores ya empieza a volcarse en favor de la
electricidad, lo que alimenta un crecimiento exponencial del mercado de vehículos
eléctricos.

Se requiere sin duda, una amplia cooperación entre el gobierno y el sector privado para la
multiplicación de las estaciones de recarga y así reforzar la confianza de los consumidores.
(Biden planea instalar 500,000 puntos de recarga, y detonar la venta de más de 25
millones de vehículos eléctricos en los próximos cuatro años). Otras cosas significativas
que corresponde a los gobiernos es aplicar normas de emisiones a los vehículos de
combustión interna cada vez más estrictas.

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El gran desafío es la construcción de una red suficientemente extensa y eficiente de
estaciones de recarga eléctrica, además de continuar con la mejora de las baterías en
términos de capacidad, alcance, durabilidad y velocidad de carga, junto con mayores
economías de escala para abaratar suficientemente los costos; tal como ocurrió con los
paneles solares fotovoltaicos. Hoy en día, los nuevos autos eléctricos ya ofrecen
autonomías de más de 500 kilómetros, lo que prácticamente llega a la par con los motores
de combustión interna. Pronto, esto se duplicará o triplicará. Los vehículos eléctricos se
están acoplando con sistemas solares fotovoltaicos en las casas, y con baterías domésticas
para recargarlos de manera 100% limpia y sostenible. La transición hacia los vehículos
eléctricos en binomio con energía solar implica la descentralización y el apoderamiento e
independencia energética de individuos, familias, comunidades y empresas, y la creación
de innovadores esquemas de venta de excedentes a la red. Esta nueva realidad energética
requerirá la multiplicación de capacidades de generación de energías limpias, redes
inteligentes, mercados eficientes, tecnología de punta en medición, y almacenamiento de
energía a gran escala, así como de una estrecha alianza pública-privada. En México, obvio,
todo esto es anatema para el gobierno de López, que demencialmente destruye empresas
de energía limpia, construye una absurda refinería de petróleo con dinero público, y se
aferra en su delirio a los combustibles fósiles y a la reconstitución de monopolios.

Los vehículos eléctricos son una realidad, y su dominio absoluto está a la vista. Son parte
de un nuevo ecosistema energético en el contexto de energías limpias y de redes
inteligentes, y de una vertiginosa revolución industrial hacia economías de cero emisiones
de Gases de Efecto Invernadero.

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La pandemia acelera la caída del petróleo en 2020

2020 fue un año en el que las cadenas de suministro de los diferentes bienes básicos y
productos de las sociedades actuales se vieron azotadas por la pandemia de la Covid-19.
De manera desigual y desordenada, cada país fue vetando la entrada y salida de personas
y bienes, repercutiendo en los sistemas productivos y laborales.

Pues bien, las restricciones de movilidad hicieron tambalearse a las grandes empresas y
los mercados financieros internacionales de los combustibles fósiles, fuente de energía
primaria básica de nuestra sociedad desde la revolución industrial hasta hoy. Un auténtico
diluvio de cifras que permiten tomar el pulso al cambio de modelo energético y esbozar
muchas pistas del futuro que tenemos por delante.

El sector petrolífero, en shock. Las restricciones golpearon de tal manera a la industria


energética que el consumo de energía primaria (aquella energía disponible en la
naturaleza antes de ser convertida o transformada) se desplomó un 4,5%, cifra nunca vista
desde 1945. El petróleo representó tres cuartas partes del descenso, una caída libre y sin
paracaídas.

No solo se encuentran evidencias del shock en los datos del consumo por si mismo. La
excepcional situación provocada por el covid-19 provocó que la demanda de combustibles
fósiles disminuyera el pasado año. El precio del barril de petróleo Brent fue el más bajo
desde 2004, con una media de 41,84$ por barril, causado por una histórica caída de la
demanda de petróleo del 9,3%. Estados Unidos consumió 2,3 millones de barriles menos
al día en 2020 (habitualmente consume 22,4 millones), la Unión Europea redujo el
consumo en 1,5 millones e India en 440.000 barriles. En consecuencia, la actividad de las
refinerías retrocedió un 8,3%, su nivel más bajo desde 1985.

Las regiones más afectadas fueron las más dependientes y con una mayor cuota de
consumo previo, con una caída del consumo de energía primaria del 8% y Europa con el
7,8%. En cambio, en Asia solo descendió un 1,6%, debido al incremento del 2% en China
por la recuperación de la actividad productiva en el segundo semestre de 2020. Asimismo,
el consumo retrocedió un 7,8% en América Central y del Sur y un 3,1% en Oriente Medio.

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Producción de electricidad a partir de fuentes de petróleo, gas y carbón (% del total) –
Spain.

Las renovables cogen aire

Pese a la caída, el sistema económico global continuó encadenado energéticamente a la


quema de gas, de carbón y, sobre todo, de ingentes volúmenes de petróleo. Así lo revela
el informe, mostrando que el petróleo supuso en 2020 el 31,2% del mix de energía
primaria consumida. Le sigue en el podio el carbón, con un 27,2%, y el gas natural con el
24,7% (cifra récord).

Ese récord en el mix mundial de energía primaria también se ha reflejado en las


renovables, con un 5,7%. Si analizamos la generación de electricidad mundial con
renovables, la eólica fue la que más contribuyó al crecimiento de la generación de
electricidad a partir de energías renovables, seguida, muy de cerca, por la solar.

En gran medida, según indican los redactores del informe, esto se debe al impulso del
gigante asiático al acelerar su apuesta renovable al aumentar la capacidad de eólica y
solar en 2020, un 50% más que en cualquier otro periodo histórico. Otra de las causas del
espectacular avance renovable se debió a que los costes de la eólica y de la solar
fotovoltaica decrecieron en un 40% y un 55%, respectivamente, durante los últimos 5
años, y lo seguirán haciendo en la próxima década.

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Como sucede a escala global, se revela la posición de férreo dominio que continúa
ostentando el petróleo con un 44,4% del total de la energía primaria que se consumió en
España durante 2020, con una gran distancia respecto al gas (23,5%), seguido de las
renovables (15,5%), nuclear (10,4%) e hidroeléctrica (4,8%). El carbón se quedó en un
1,4% testimonial. 2021 está siendo un año de recuperación y normalización de la actividad
global, con una escalada de récords en los precios del petróleo y del gas en los mercados
financieros internaciones que todavía no han tocado techo.

Producción de electricidad a partir de fuentes renovables, excluida la hidroeléctrica


(kilovatio-hora) – Spain

¿Cuánto necesita España la electricidad?

La energía eléctrica en España o sector eléctrico en España engloba a los elementos que
componen el sistema de suministro eléctrico, fundamentalmente en sus fuentes de
generación, transporte, distribución y demás desarrollos generales.

La energía eléctrica producida en España ha evolucionado en los últimos años de un 56 %


de origen en centrales térmicas de combustibles fósiles (principalmente de carbón y
fueloil) en el año 20001 a una penetración de las energías renovables que en 2010 ya
alcanzaba el 35 %, estimulada por los sucesivos Gobiernos, y la creación de numerosas
centrales de ciclo combinado (combinación de gas natural y vapor de agua), que en 2009
cubrieron el 29 % de la demanda. Desde el año 2010, se ha procedido al cierre de las
centrales térmicas de carbón en España debido a la pérdida de competitividad producida
por el aumento del coste del derecho de emisiones de CO2, como consecuencia de las
políticas contra el cambio climático.

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La producción de energía hidráulica en España es variable con los años, en función de las
precipitaciones. Suponía el 92 % de la producción eléctrica en 1940, frente al 18 % de
2001. La energía eólica en España cubría en 2005 el 7,7 % de la demanda, mientras que en
2013 alcanzó el 21,1 %, convirtiéndose en la tecnología con mayor contribución a la
cobertura de la demanda, por encima incluso de la energía nuclear. La energía solar en
España está menos aprovechada que en otros países de Europa, pese a que cuenta con
más días de exposición solar al año, principalmente debido al llamado impuesto al Sol que
limitó el autoconsumo.

Las 5 centrales nucleares españolas han visto mermada progresivamente su participación


en la cobertura de la demanda debido al crecimiento constante de esta en las últimas
décadas y a la moratoria nuclear (política de suspensión temporal de la construcción y
puesta en marcha de centrales de este tipo), pasando del 35 % en 1996 a en torno el 20 %
en el año 2013.

PRODUCCION DE PETROLEO CONTRA LA PRODUCCION DE ELECTRICIDAD

España dejará de producir petróleo este mes de junio 2022.

Ya no habrá más extracción de crudo en los mares españoles. Repsol ha anunciado que
cierra su histórica plataforma de Casablanca frente a la costa de Tarragona tras cuatro
décadas sacando petróleo. Pero la petrolera ha dicho basta y ha anunciado que cierra los
pozos. Esto significa que España dejará de producir petróleo en su territorio tras casi 60
años.

Mientras que la producción de energía eléctrica en España se hizo por primera vez a
escala masiva con las grandes obras hidráulicas que regularon las principales cuencas
hidrográficas desde los años 1920, como los saltos del Duero. La insistencia
propagandística en la pertinaz sequía y la construcción de pantanos caracterizaron al
franquismo, que en su fase final impulsó la construcción de la primera central nuclear
española: la central nuclear José Cabrera en Almonacid de Zorita, provincia de Guadalajara
(1965-1968, incluso hubo planes de construcción del arma atómica).

Históricamente, la mayor parte de la energía eléctrica se había venido produciendo


mediante la quema de combustibles fósiles, con procedimientos más o menos eficaces
(centrales de ciclo combinado, de fueloil, de carbón). Sin embargo, desde el año 2010, las
energías renovables (principalmente la energía hidráulica y eólica) son la principal fuente
de generación eléctrica del país

La producción de petróleo poco a poco se va mermando. Ya casi ni se alcanza el millón de


toneladas anuales.
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Los planes de España y Europa para acabar con los vehículos de gasolina y diésel

El objetivo parece claro: eliminar los coches de combustión. Lo que no sabemos es si será
cuestión de unos pocos años o todavía aguantarán varias décadas. El coche eléctrico tiene
cada vez un rol más importante entre los planes de los fabricantes del motor y tanto los
coches de gasolina como diésel están siendo apartados, en algunos casos de manera
decidida y en otros de forma más tímida.

Estos son los planes de España y la Unión Europea para poner fin a los coches de gasolina
y diésel. Una estrategia que por el momento no pasa por una prohibición directa, pero sí
pone serios límites. Unas restricciones que tienen por objetivo acelerar la transición al
coche eléctrico y hacer que a medio y largo plazo, los coches de combustión
desaparezcan. Este es el calendario y los planes anunciados para una mercado tan
complejo como necesitado de cambios.

El uso previsto del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia de la UE para abordar las


brechas de inversión verde es bienvenido. La rehabilitación de edificios, la creación de
estaciones de carga de vehículos eléctricos y la mejora de la infraestructura de
distribución de agua y de gestión de residuos son ejemplos de inversiones que crearían
empleo a corto plazo al tiempo que fomentarían la descarbonización de la economía y el
progreso hacia la sostenibilidad medioambiental a largo plazo.

¿Qué planes tiene la Unión Europea?

Europa no ha anunciado todavía una prohibición estricta de los coches de combustión,


pero sí tiene un plan que a la práctica supone la eliminación de este tipo de vehículos. La
Unión Europea establece un límite con una media general de emisiones de CO₂ de 95g/km
para las ventas de los fabricantes, con un ligero incremento para los coches más pesados.

En 2020, los objetivos de emisiones se aplicaban a los vehículos nuevos con menos
emisiones del 95% de cada fabricante. A partir de este 2022, las emisiones medias de
todos los coches de nueva matriculación deben estar por debajo de este objetivo o
enfrentarse a una multa de 95 euros por cada g/km excedido. ¿Cómo se traslada esto a los
coches de combustión? En unos límites que difícilmente pueden cumplir.

Cumplir con el actual objetivo de los 95 g/km se antoja casi imposible si solo se venden
coches de combustión. Pero al tratarse de una media de emisiones, los coches eléctricos
ayudan a bajarla. Para hacernos una idea, en un coche de gasolina este límite supone un
consumo medio de 4,1 l/100km y en un coche diésel, en unos 3,5 l/100km. Cifras muy

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alejadas de los mejores coches de combustión y difíciles de conseguir sin ayuda de algún
tipo de electrificación.

El actual límite ha llevado a que muchos fabricantes aceleren sus planes hacia el eléctrico
para no enfrentarse a multas, pero no queda ahí. En junio de 2022, la Comisión Europea
presentará sus nuevos límites de emisiones de CO₂, lo que dejará todavía menos margen
para la venta de coches de gasolina y diésel.

Emisiones de CO2 (toneladas métricas per cápita) – Spain.

El Gobierno elevará los impuestos de la gasolina y del diésel y creará un tributo por el uso
del coche.

El Gobierno elevará los tipos impositivos sobre el consumo de diésel y de gasolina y creará
un nuevo impuesto sobre el uso medio real del vehículo en sustitución de otras figuras
fiscales actuales como el impuesto de matriculación. Así se desprende del documento
'España 2025. Fundamentos y propuestas para una Estrategia Nacional de Largo Plazo'
presentado este jueves por el Ejecutivo de Pedro Sánchez, que pone el foco en la
importancia de garantizar la sustitución de los vehículos de combustión interna por
modelos 'cero emisiones'

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Para ello, sería necesario desarrollar una estrategia intersectorial que facilite la creación
del ecosistema que requiere el automóvil eléctrico, fomentando su fabricación en España
e impulsando la producción, reutilización y reciclaje de baterías; además de incrementar
los puntos de recarga rápidos e incentivar la compra de estos coches.

Con el objetivo de ajustar la fiscalidad del transporte por carretera al uso real del vehículo,
abordando la totalidad de impactos negativos generados y asegurando una mayor
coherencia entre el tipo de modelo adquirido y las necesidades del servicio, el Ejecutivo
propone pasar de las actuales figuras fiscales sobre la compra, la circulación y
combustibles a un impuesto sobre el uso medio real del vehículo que tenga en cuenta sus
características, tanto el peso como su potencia y sus emisiones.

¿VEHICULO COMPARTIDO?

En 2050, según el mismo documento, habrá menos vehículos privados y más vehículos
compartidos en las carreteras españolas, así como más bicicletas y más transporte
público. "La movilidad se verá transformada por la difusión del automóvil eléctrico, que
será cada vez más económico y competitivo y que constituirá el grueso del parque móvil
español a mediados de siglo", indica el Gobierno. Asimismo, la llegada del vehículo
autónomo incentivará esta tendencia, ayudando a reducir tanto las emisiones como el
tráfico y liberando espacio público en las ciudades.

Asimismo, la llegada del vehículo autónomo incentivará esta tendencia, ayudando a


reducir tanto las emisiones como el tráfico y liberando espacio público en las ciudades.

"Será relevante adaptar la fiscalidad a la nueva realidad del transporte para corregir sus
externalidades negativas y establecer señales inequívocas que garanticen su
descarbonización a largo plazo", recoge el texto, que asegura que el camión seguirá
teniendo un rol "predominante" en el transporte terrestre de mercancías, al menos a
corto plazo, dadas las ventajas que aún presenta frente al ferrocarril, que irá ganando
competitividad.

MOVILIDAD URBANA

En cuanto a la movilidad urbana y metropolitana, el Gobierno pone el foco en hacerla más


sostenible e inclusiva, por lo que será necesario potenciar una Ley de Movilidad que
desarrolle planes de movilidad urbana sostenible que consideren como ejes transversales
la salud, la perspectiva de género y de edad, la mitigación y la adaptación al cambio

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climático o la educación y la concienciación, con el fin de impulsar cambios de
comportamiento en lo relativo a la movilidad.

También se implantarán zonas de bajas emisiones en los centros de las ciudades y peajes
urbanos con el objetivo de reducir la contaminación del aire y la contaminación acústica,
así como la siniestralidad vial.

La optimización de la logística de reparto en el ámbito urbano podría llevarse a cabo


estableciendo un marco normativo y de incentivos que promueva el uso de vehículos
bajos en emisiones o creando ordenanzas sobre espacio mínimo de almacén y evitando
actividades de reparto durante las horas de mayor congestión del tráfico.

Fomentar el uso del transporte público, mejorando la eficiencia en rutas y frecuencias


mediante técnicas de inteligencia artificial o fomentar la movilidad activa con carriles bici
también son otras de las iniciativas a llevar a cabo para la descarbonización de las
ciudades.

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CONCLUSIÓN

Salvar el planeta en especial en le sector transporte. Los vehículos eléctricos van


empujando una revolución industrial del siglo XXI. La mayoría de empresas automotrices,
la unión americana y diversos países europeos, han expresado planes y compromisos de
dejar de producir vehículos de combustión interna en la próxima década. Todo ello
significa un punto de inflexión histórico, no solo en la propia industria automotriz, sino en
los sistemas energéticos.

El gobierno y el sector privado tendrán el compromiso de construir una red extensa de


estaciones de recarga. Esta nueva realidad energética requerirá la multiplicación de
capacidades de generación de energías limpias, redes inteligentes, mercados eficientes,
tecnología de punta en medición, y almacenamiento de energía a gran escala, así como de
una estrecha alianza pública-privada.

Las limitaciones de movilidad en el 2020 por la pandemia COVID-19 afectaron a las


empresas de los combustibles fósiles (fuente de energía primaria básica de nuestra
sociedad desde la revolución industrial hasta hoy), la actividad de las refinerías retrocedió
un 8,3%, su nivel más bajo desde 1985. Un auténtico diluvio de cifras que permiten tomar
el pulso al cambio de modelo el impulso del gigante asiático al acelerar su apuesta
renovable al aumentar la capacidad de eólica y solar en 2020, un 50% más que en
cualquier otro periodo histórico. Otra de las causas del espectacular avance renovable se
debió a que los costes de la eólica y de la solar fotovoltaica decrecieron en un 40% y un
55%, respectivamente, durante los últimos 5 años, y lo seguirán haciendo en la próxima
década.

La producción de petróleo poco a poco se va mermando. Ya casi ni se alcanza el millón de


toneladas anuales. desde el año 2010, las energías renovables (principalmente la energía
hidráulica y eólica) son la principal fuente de generación eléctrica del país.

Los vehículos eléctricos son una realidad y ya están aquí en el ahora, y su factibilidad es
innegable. Forman parte de un nuevo ecosistema energético en el contexto de energías

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limpias y de redes inteligentes, y apoyando una revolución industrial hacia economías de
cero emisiones de Gases de Efecto Invernadero.

Asimismo, la llegada del vehículo autónomo incentivara tanto las emisiones como el
tráfico y liberando espacio público en las ciudades.

BIBLIOGRAFÍA

1. COLABORADORES DE WIKIPEDIA. (diciembre2021). Energía eléctrica en España.


Wikipedia, la enciclopedia libre.
2. BANCO MUNDIAL(2021) España: global financial inlclusion(global findex) Database
2017
3. FONDO MONETARIO INTERNACIONAL (SEPTIEMBRE 2020) España: Declaración Final
de la Misión de la Consulta del Artículo IV de 2020. Departamento de
Comunicaciones del FMI.
4. RAMON ROCA. (mayo 2021). España dice adiós a casi 60 años de producción de
petróleo: una historia de auge y decadencia. España. El periodico de la energía.
5. EUROPA PRESS. (mayo 2021). El Gobierno elevará los impuestos de la gasolina y del
diésel y creará un tributo por el uso del coche. europapress.es.
6. GABRIEL QUADRI DE LA TORRE (marzo 2021), Mexico: Vehículos eléctricos, adiós al
petróleo.Mexico.El Economista.
7. ENRIQUE PEREZ (enero 2021, ). Los planes de España y Europa para acabar con los
vehículos de gasolina y diésel.Mexico Xataka.

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