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11 DE DICIEMBRE DE 2021
INDICE
INTRODUCCIÓN...........................................................................................................3
La pandemia acelera la caída del petróleo en 2020......................................................5
Las renovables cogen aire............................................................................................6
¿Cuánto necesita España la electricidad?.....................................................................7
PRODUCCION DE PETROLEO CONTRA LA PRODUCCION DE ELECTRICIDAD...................8
Los planes de España y Europa para acabar con los vehículos de gasolina y diésel.......9
¿Qué planes tiene la Unión Europea?.........................................................................10
¿VEHICULO COMPARTIDO?........................................................................................11
MOVILIDAD URBANA.................................................................................................12
CONCLUSIÓN.............................................................................................................13
BIBLIOGRAFÍA............................................................................................................14
INTRODUCCIÓN
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Autos electricos inundan españa, ¿adios al petroleo entonces?
Tesla, la pionera, construye nuevas plantas en Austin y Berlín, mientras que su fábrica de
Shanghái produce frenéticamente cada año cientos de miles de ejemplares del Modelo 3S.
Un financiamiento masivo del sector privado hoy se derrama sobre empresas de baterías y
de vehículos eléctricos. Toyota presentará este año su nueva batería de estado sólido
recargable en 10 minutos y con una autonomía de 450 kilómetros. China es la vanguardia
en el mercado de vehículos eléctricos. Sin embargo, en 2020, la Unión Europea superó por
primera vez al gigante asiático en ventas con 1.4 millones de autos –37% más que en
2019– y a pesar del derrumbe del mercado por la pandemia. (En Noruega, más de la mitad
de todos los autos vendidos en 2020 fueron eléctricos). Puede decirse que, en este
contexto, la percepción de los consumidores ya empieza a volcarse en favor de la
electricidad, lo que alimenta un crecimiento exponencial del mercado de vehículos
eléctricos.
Se requiere sin duda, una amplia cooperación entre el gobierno y el sector privado para la
multiplicación de las estaciones de recarga y así reforzar la confianza de los consumidores.
(Biden planea instalar 500,000 puntos de recarga, y detonar la venta de más de 25
millones de vehículos eléctricos en los próximos cuatro años). Otras cosas significativas
que corresponde a los gobiernos es aplicar normas de emisiones a los vehículos de
combustión interna cada vez más estrictas.
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El gran desafío es la construcción de una red suficientemente extensa y eficiente de
estaciones de recarga eléctrica, además de continuar con la mejora de las baterías en
términos de capacidad, alcance, durabilidad y velocidad de carga, junto con mayores
economías de escala para abaratar suficientemente los costos; tal como ocurrió con los
paneles solares fotovoltaicos. Hoy en día, los nuevos autos eléctricos ya ofrecen
autonomías de más de 500 kilómetros, lo que prácticamente llega a la par con los motores
de combustión interna. Pronto, esto se duplicará o triplicará. Los vehículos eléctricos se
están acoplando con sistemas solares fotovoltaicos en las casas, y con baterías domésticas
para recargarlos de manera 100% limpia y sostenible. La transición hacia los vehículos
eléctricos en binomio con energía solar implica la descentralización y el apoderamiento e
independencia energética de individuos, familias, comunidades y empresas, y la creación
de innovadores esquemas de venta de excedentes a la red. Esta nueva realidad energética
requerirá la multiplicación de capacidades de generación de energías limpias, redes
inteligentes, mercados eficientes, tecnología de punta en medición, y almacenamiento de
energía a gran escala, así como de una estrecha alianza pública-privada. En México, obvio,
todo esto es anatema para el gobierno de López, que demencialmente destruye empresas
de energía limpia, construye una absurda refinería de petróleo con dinero público, y se
aferra en su delirio a los combustibles fósiles y a la reconstitución de monopolios.
Los vehículos eléctricos son una realidad, y su dominio absoluto está a la vista. Son parte
de un nuevo ecosistema energético en el contexto de energías limpias y de redes
inteligentes, y de una vertiginosa revolución industrial hacia economías de cero emisiones
de Gases de Efecto Invernadero.
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La pandemia acelera la caída del petróleo en 2020
2020 fue un año en el que las cadenas de suministro de los diferentes bienes básicos y
productos de las sociedades actuales se vieron azotadas por la pandemia de la Covid-19.
De manera desigual y desordenada, cada país fue vetando la entrada y salida de personas
y bienes, repercutiendo en los sistemas productivos y laborales.
Pues bien, las restricciones de movilidad hicieron tambalearse a las grandes empresas y
los mercados financieros internacionales de los combustibles fósiles, fuente de energía
primaria básica de nuestra sociedad desde la revolución industrial hasta hoy. Un auténtico
diluvio de cifras que permiten tomar el pulso al cambio de modelo energético y esbozar
muchas pistas del futuro que tenemos por delante.
No solo se encuentran evidencias del shock en los datos del consumo por si mismo. La
excepcional situación provocada por el covid-19 provocó que la demanda de combustibles
fósiles disminuyera el pasado año. El precio del barril de petróleo Brent fue el más bajo
desde 2004, con una media de 41,84$ por barril, causado por una histórica caída de la
demanda de petróleo del 9,3%. Estados Unidos consumió 2,3 millones de barriles menos
al día en 2020 (habitualmente consume 22,4 millones), la Unión Europea redujo el
consumo en 1,5 millones e India en 440.000 barriles. En consecuencia, la actividad de las
refinerías retrocedió un 8,3%, su nivel más bajo desde 1985.
Las regiones más afectadas fueron las más dependientes y con una mayor cuota de
consumo previo, con una caída del consumo de energía primaria del 8% y Europa con el
7,8%. En cambio, en Asia solo descendió un 1,6%, debido al incremento del 2% en China
por la recuperación de la actividad productiva en el segundo semestre de 2020. Asimismo,
el consumo retrocedió un 7,8% en América Central y del Sur y un 3,1% en Oriente Medio.
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Producción de electricidad a partir de fuentes de petróleo, gas y carbón (% del total) –
Spain.
En gran medida, según indican los redactores del informe, esto se debe al impulso del
gigante asiático al acelerar su apuesta renovable al aumentar la capacidad de eólica y
solar en 2020, un 50% más que en cualquier otro periodo histórico. Otra de las causas del
espectacular avance renovable se debió a que los costes de la eólica y de la solar
fotovoltaica decrecieron en un 40% y un 55%, respectivamente, durante los últimos 5
años, y lo seguirán haciendo en la próxima década.
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Como sucede a escala global, se revela la posición de férreo dominio que continúa
ostentando el petróleo con un 44,4% del total de la energía primaria que se consumió en
España durante 2020, con una gran distancia respecto al gas (23,5%), seguido de las
renovables (15,5%), nuclear (10,4%) e hidroeléctrica (4,8%). El carbón se quedó en un
1,4% testimonial. 2021 está siendo un año de recuperación y normalización de la actividad
global, con una escalada de récords en los precios del petróleo y del gas en los mercados
financieros internaciones que todavía no han tocado techo.
La energía eléctrica en España o sector eléctrico en España engloba a los elementos que
componen el sistema de suministro eléctrico, fundamentalmente en sus fuentes de
generación, transporte, distribución y demás desarrollos generales.
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La producción de energía hidráulica en España es variable con los años, en función de las
precipitaciones. Suponía el 92 % de la producción eléctrica en 1940, frente al 18 % de
2001. La energía eólica en España cubría en 2005 el 7,7 % de la demanda, mientras que en
2013 alcanzó el 21,1 %, convirtiéndose en la tecnología con mayor contribución a la
cobertura de la demanda, por encima incluso de la energía nuclear. La energía solar en
España está menos aprovechada que en otros países de Europa, pese a que cuenta con
más días de exposición solar al año, principalmente debido al llamado impuesto al Sol que
limitó el autoconsumo.
Ya no habrá más extracción de crudo en los mares españoles. Repsol ha anunciado que
cierra su histórica plataforma de Casablanca frente a la costa de Tarragona tras cuatro
décadas sacando petróleo. Pero la petrolera ha dicho basta y ha anunciado que cierra los
pozos. Esto significa que España dejará de producir petróleo en su territorio tras casi 60
años.
Mientras que la producción de energía eléctrica en España se hizo por primera vez a
escala masiva con las grandes obras hidráulicas que regularon las principales cuencas
hidrográficas desde los años 1920, como los saltos del Duero. La insistencia
propagandística en la pertinaz sequía y la construcción de pantanos caracterizaron al
franquismo, que en su fase final impulsó la construcción de la primera central nuclear
española: la central nuclear José Cabrera en Almonacid de Zorita, provincia de Guadalajara
(1965-1968, incluso hubo planes de construcción del arma atómica).
El objetivo parece claro: eliminar los coches de combustión. Lo que no sabemos es si será
cuestión de unos pocos años o todavía aguantarán varias décadas. El coche eléctrico tiene
cada vez un rol más importante entre los planes de los fabricantes del motor y tanto los
coches de gasolina como diésel están siendo apartados, en algunos casos de manera
decidida y en otros de forma más tímida.
Estos son los planes de España y la Unión Europea para poner fin a los coches de gasolina
y diésel. Una estrategia que por el momento no pasa por una prohibición directa, pero sí
pone serios límites. Unas restricciones que tienen por objetivo acelerar la transición al
coche eléctrico y hacer que a medio y largo plazo, los coches de combustión
desaparezcan. Este es el calendario y los planes anunciados para una mercado tan
complejo como necesitado de cambios.
En 2020, los objetivos de emisiones se aplicaban a los vehículos nuevos con menos
emisiones del 95% de cada fabricante. A partir de este 2022, las emisiones medias de
todos los coches de nueva matriculación deben estar por debajo de este objetivo o
enfrentarse a una multa de 95 euros por cada g/km excedido. ¿Cómo se traslada esto a los
coches de combustión? En unos límites que difícilmente pueden cumplir.
Cumplir con el actual objetivo de los 95 g/km se antoja casi imposible si solo se venden
coches de combustión. Pero al tratarse de una media de emisiones, los coches eléctricos
ayudan a bajarla. Para hacernos una idea, en un coche de gasolina este límite supone un
consumo medio de 4,1 l/100km y en un coche diésel, en unos 3,5 l/100km. Cifras muy
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alejadas de los mejores coches de combustión y difíciles de conseguir sin ayuda de algún
tipo de electrificación.
El actual límite ha llevado a que muchos fabricantes aceleren sus planes hacia el eléctrico
para no enfrentarse a multas, pero no queda ahí. En junio de 2022, la Comisión Europea
presentará sus nuevos límites de emisiones de CO₂, lo que dejará todavía menos margen
para la venta de coches de gasolina y diésel.
El Gobierno elevará los impuestos de la gasolina y del diésel y creará un tributo por el uso
del coche.
El Gobierno elevará los tipos impositivos sobre el consumo de diésel y de gasolina y creará
un nuevo impuesto sobre el uso medio real del vehículo en sustitución de otras figuras
fiscales actuales como el impuesto de matriculación. Así se desprende del documento
'España 2025. Fundamentos y propuestas para una Estrategia Nacional de Largo Plazo'
presentado este jueves por el Ejecutivo de Pedro Sánchez, que pone el foco en la
importancia de garantizar la sustitución de los vehículos de combustión interna por
modelos 'cero emisiones'
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Para ello, sería necesario desarrollar una estrategia intersectorial que facilite la creación
del ecosistema que requiere el automóvil eléctrico, fomentando su fabricación en España
e impulsando la producción, reutilización y reciclaje de baterías; además de incrementar
los puntos de recarga rápidos e incentivar la compra de estos coches.
Con el objetivo de ajustar la fiscalidad del transporte por carretera al uso real del vehículo,
abordando la totalidad de impactos negativos generados y asegurando una mayor
coherencia entre el tipo de modelo adquirido y las necesidades del servicio, el Ejecutivo
propone pasar de las actuales figuras fiscales sobre la compra, la circulación y
combustibles a un impuesto sobre el uso medio real del vehículo que tenga en cuenta sus
características, tanto el peso como su potencia y sus emisiones.
¿VEHICULO COMPARTIDO?
En 2050, según el mismo documento, habrá menos vehículos privados y más vehículos
compartidos en las carreteras españolas, así como más bicicletas y más transporte
público. "La movilidad se verá transformada por la difusión del automóvil eléctrico, que
será cada vez más económico y competitivo y que constituirá el grueso del parque móvil
español a mediados de siglo", indica el Gobierno. Asimismo, la llegada del vehículo
autónomo incentivará esta tendencia, ayudando a reducir tanto las emisiones como el
tráfico y liberando espacio público en las ciudades.
"Será relevante adaptar la fiscalidad a la nueva realidad del transporte para corregir sus
externalidades negativas y establecer señales inequívocas que garanticen su
descarbonización a largo plazo", recoge el texto, que asegura que el camión seguirá
teniendo un rol "predominante" en el transporte terrestre de mercancías, al menos a
corto plazo, dadas las ventajas que aún presenta frente al ferrocarril, que irá ganando
competitividad.
MOVILIDAD URBANA
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climático o la educación y la concienciación, con el fin de impulsar cambios de
comportamiento en lo relativo a la movilidad.
También se implantarán zonas de bajas emisiones en los centros de las ciudades y peajes
urbanos con el objetivo de reducir la contaminación del aire y la contaminación acústica,
así como la siniestralidad vial.
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CONCLUSIÓN
Los vehículos eléctricos son una realidad y ya están aquí en el ahora, y su factibilidad es
innegable. Forman parte de un nuevo ecosistema energético en el contexto de energías
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limpias y de redes inteligentes, y apoyando una revolución industrial hacia economías de
cero emisiones de Gases de Efecto Invernadero.
Asimismo, la llegada del vehículo autónomo incentivara tanto las emisiones como el
tráfico y liberando espacio público en las ciudades.
BIBLIOGRAFÍA
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