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UNIVERSIDAD POLITECNICA DE LA

ENERGIA

“CEDIS DE WALMART”

INGENIERIA EN LOGISTICA Y TRANSPORTE

ASIGNATURA: CENTROS DE DISTRUBUCION Y ALMACENES


DOCENTE: ANA KARINA ROSALES PEREZ
ALUMNA: DAFNE DANIELA TOVAR GALINDO
MATRICULA: 2018ILT06023
GRADO Y GUPO: ILTD7D19/08
INTRODUCCION
El almacén es el espacio físico de la empresa donde se efectúa la función de
almacenaje. Esta facilidad para definir con una sola palabra como “almacenaje
“la función que desempeña dentro de la empresa uno de sus departamentos,
podría ser la causa de esa especie de invisibilidad que padece. Es en el
almacén donde en la mayoría de las empresas acaba el personal de menor
cualificación, es donde se producen la mayor parte de las tensiones por los
esfuerzos del último momento, horas extraordinarias, trabajos en festivos…
Sin embargo y curiosamente es precisamente donde la empresa consigue hacer
efectivo el servicio al cliente y en demasiadas ocasiones con pocos medios o
con medios poco actualizados. Un almacén consume muchos recursos de
diversa tipología, consumen recursos humanos, consume recursos financieros,
tiene activos fijos, inmuebles, estanterías, tiene maquinaria que requiere una
manutención y consume tiempo. Todo ello sin que muchas veces se perciba
que aporta valor. Es en nuestros almacenes donde tenemos nuestras materias
primas, nuestros repuestos, productos semielaborados, productos terminados.
El almacén es donde realizamos funciones que hacen posible la actividad
económica de nuestra empresa. Se realizan en el almacén: los
aprovisionamientos, la manutención, el embalaje, la recepción y emisión,
control de calidad, preparación de pedidos, cambios de presentación,
transportes, distribución, facturación. Es en definitiva donde regulamos el
flujo de producto terminado.
El nivel y la exactitud del inventario afecta directamente a la cuenta de
resultados, además si no tenemos certeza del nivel de existencias que hay en
nuestro almacén, no podemos comprar bien, ni podremos atender
adecuadamente a los clientes.

DESARROLLO

1.TIPO DE ALMACEN

La definición de CEDI es la que da la propia palabra: Centro de Distribución.


En este sentido, los CEDIS funcionan primeramente como almacenes. Se trata
de edificios que cuentan con gran capacidad de almacenaje y que, en muchos
casos, responden a las demandas especiales que puede presentar el
almacenamiento de ciertos productos perecederos. Por ejemplo, contar con
cámaras frigoríficas o espacios con un grado de humedad determinado. 

No obstante, además de la función de almacenaje, la principal función de los


CEDIS es la de responder a la distribución que se tiene que hacer de los
productos que almacenan y, en consecuencia, las funciones logísticas que
ejecutan van mucho más allá del simple almacenaje. En este sentido, los
CEDIS suelen contar con un equipo humano y técnico que permite
dar respuesta a los picos de demanda de determinados productos. Estos
centros disponen de los medios necesarios para distribuir los distintos
productos en un tiempo excepcionalmente corto y, además, hacerlo de forma
especialmente eficiente, tanto desde un punto de vista de recursos como
de costos económicos.

1.1 DESCRIPCIÓN DE MI ALMACÉN (DESCRIBIRÁS EL TIPO DE


ALMACÉN QUE ELEGISTE, ASÍ COMO LAS MERCANCÍAS
QUE EN EL GUARDARAS)

El funcionamiento de un CEDI es similar al de un almacén logístico, pero a


gran escala. Según el tipo de CEDI, se pueden encontrar CEDIS de productos
generales o enfocados a sectores específicos. Además, uno de los aspectos
importantes que determinan el funcionamiento de los CEDIS es su ubicación,
que no es casual. Debido precisamente a la necesidad de este tipo de centros
de dar respuesta a las demandas de distribución, se ubican siempre en espacios
con una conexión especialmente buena. En este sentido, es importante que los
CEDIS tengan accesos prioritarios a las vías de distribución a gran escala, ya
sea en forma de carreteras, vías férreas, puertos o aeropuertos. 

El funcionamiento de un CEDI se basa en la capacidad de dar una respuesta


suficiente y coordinada a las distintas demandas de productos que puedan
darse. Es decir, en este sentido, son centros que tienen la capacidad de
responder de manera efectiva tanto en momentos de baja demanda del
producto como en momentos en los que se registran picos de dicha demanda.
Esto se consigue mediante la capacidad de almacenaje efectiva y alargada en
el tiempo de gran cantidad de insumos o productos, así como de la capacidad
de distribución a gran escala de los productos a partir del primer momento en
el que empieza a producirse la demanda. 

Esto implica contar con un equipo y sistema logístico detrás del centro que
permita la ejecución de ambas acciones fundamentales: almacenar los
productos a la espera de la demanda, y responder de forma efectiva a las
necesidades logísticas que implican los picos de demanda. 

Qué ventajas y utilidades aportan los CEDI: La principal ventaja que aportan
los CEDIS es que son gigantes de la distribución logística. A grandes rasgos,
se puede decir que son los únicos centros que disponen de la infraestructura
necesaria para responder en tiempo y forma a las demandas masivas de
productos que se pueden realizar en situaciones especiales. Se trata de centros
que están vinculados a regiones o ciudades donde el volumen logístico es tal
que, en el caso de que se tuviera que dar respuesta a dicho volumen mediante
pequeños comercios, la cadena de suministro podría llegar a verse
interrumpida en algún momento, tanto en el caso de que se produjera una falta
de abastecimiento como fallos en el proceso de distribución que pudiera
devenir en cuellos de botella. 

De esta forma, los CEDI son centros de distribución que están diseñados y
pensados para tener la capacidad necesaria para dar respuesta a la logística de
masas, propia de las megalópolis del siglo XXI y donde, el cliente, requiere
los productos demandados en unos plazos excepcionalmente cortos de tiempo

2. ÁREAS QUE LO CONFORMAN

Las labores desarrolladas en un almacén principalmente son:

1. Recepción de mercancía
2. Su verificación
3. Transporte interno (entre distintas zonas del almacén)
4. Almacenaje y custodia
5. Preparación de pedidos y la consolidación de cargas
6. Despachos de mercancía
7. Gestión e información relativa a stocks, flujos, demanda, etc.
2.1 DESCRIPCIÓN DE ÁREAS Y 2.2 ACTIVIDADES QUE SE
REALIZAN EN CADA ÁREA

El almacén más simple suele constar de puertas de acceso, una zona libre para
maniobra y verificación, una zona de almacenaje para ubicar la mercancía,
una oficina de control para la gestión de la planta y unos aseos y vestuarios
para el personal.

Almacén con la configuración más simple: zona de almacenaje, zona de


gestión y vestuarios y aseos para el personal.

 A partir de la configuración más simple, se pueden ir añadiendo otras zonas,


tales como la de recepción, la de embalaje y consolidación, de despachos, de
recarga de las baterías para los montacargas, así como muelles de carga. Un
ejemplo de configuración de este tipo podría ser el siguiente:
Almacén con zonas añadidas para la recepción, embalaje, consolidación y
despacho.

Distribución de los muelles de carga de un almacén.

A su vez, el almacén puede estar dividido en sectores en función del producto


que se maneje o según la operativa de trabajo. En la siguiente figura se ilustra
un ejemplo de este tipo de organización:

 
1. Edificio de oficinas y servicios.
2. Muelles de carga y descarga.
3. Recepción y verificación.
4. Despachos de mercancía.
5. Almacén de alta rotación o producto voluminoso.
6. Picking de alta rotación sobre tarimas.
7. Almacén de productos irregulares.
8. Almacén de componentes de media rotación.
9. Almacén de componentes de alta rotación.
10. Almacén de componentes de baja rotación.
11. Almacén de productos de alto valor.
12. Zona de embalaje y consolidación.
 

Mapa de las diferentes operativas que pueden darse en un almacén. 


Almacén central dedicado a la producción y distribución de masas congeladas
para el sector de la alimentación.

 
Los espacios asignados a cada zona han de ser los adecuados en función de las
dimensiones del terreno o del edificio, la capacidad deseada, las operaciones
que se tengan que realizar, del personal y de los medios necesarios, el flujo de
materiales y las posibilidades de crecimiento futuro. En cualquier caso, la
adecuación del proyecto y el diseño de las áreas dentro de la instalación
vendrán determinados por un exhaustivo estudio de las necesidades de la
empresa –a través de las preguntas previamente planteadas–, así como de la
experiencia en la implementación de soluciones logísticas y de almacenaje que
tenga el proveedor.

Todo el edificio –su forma, el contenido y los accesos– debe estar en


consonancia con las necesidades específicas del cliente y, además, deben
preverse las posibilidades de crecimiento. Un almacén demasiado ajustado y
sin capacidad de expansión en el futuro es un error, salvo si se trata de una
instalación temporal o de crecimiento estático.

3. Lay Out

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