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Carátula
2021-II

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

ESPECIALIDAD:
NUTRICIÓN Y DIETÉTICA

CURSO:
TECNOLOGÍA DE LA INFORMACIÓN Y LA COMUNICACIÓN

TEMA:
APLICACIONES DE VIDEOLLAMADA

PROFESORA:
SOTO CCOICCA, KAROL

ALUMNA:
ASTOLA ARMAS, ELVA YEMY

SEGUNDO CICLO

TURNO MAÑANA_223B

2021
Elva Yemy Astola Armas
ii

Índice de contenido
1. INTRODUCCIÓN...................................................................................................... 1

2. FACTORES QUE PUEDEN INFLUIR EN LA OBESIDAD .............................................. 2

2.1. FACTORES AMBIENTALES Y CAMBIOS EN LOS PATRONES DE CONSUMO DE


ALIMENTOS ................................................................................................................. 2

1.1.1. Cambios y tendencias en los patrones de consumo alimentario ....... 3

1.1.1.1. Proporción de Macronutrimentos de la Dieta y Patrones de


Ingesta. 4

1.1.2. Relación entre la densidad energética de la dieta y la obesidad ........ 5

1.1.2.1. Determinantes de la elección de los alimentos............................ 6

3. OBESIDAD Y TRASTORNOS DE ALIMENTACIÓN ..................................................... 7

3.1. Trastornos de alimentación o trastornos de la conducta alimentaria


7

3.1.1. Anorexia nerviosa................................................................................ 8

3.1.2. Bulimia nerviosa: ................................................................................. 9

3.1.3. Trastornos de alimentación no especificados ................................... 11

3.1.3.1. Trastorno por atracones. ............................................................ 11

3.1.3.2. Trastorno del comedor nocturno ............................................... 14

4. Bibliografía ........................................................................................................... 15

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Índice de imagen
Imagen 1:Factores que influyen en la obesidad .............................................................. 4

Imagen 2: Anorexia nerviosa ........................................................................................... 9


Imagen 3: Síndrome por atracones ............................................................................... 13

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Índice de tablas
Tabla 1American Psychatric Association.1994, Diagnostic and statistical manual of
mental disorders (4th ed.). Washington, DC: Author. Copryght 1994 by the
American Psychiatric Association.más del 50% de los casos. La enfermedad se
desarrol: .......................................................................................................................... 10

Tabla 2: American Psychatric Association.1994, Diagnostic and statistical manual of


mental disorders (4thed.). Washington, DC: Author. Copryght 1994 by the
American Psychiatric Association. .................................................................................. 12

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ALIMENTACIÓN Y OBESIDAD

1. INTRODUCCIÓN

A ctualmente, tanto en los


países industrializados como
en los países en vías de
mecanismo adaptativo de conseguir el
máximo de energía en los alimentos
puede conducir a un desequilibrio en
desarrollo, en los que se observa el el balance energético, mecanismo
fenómeno de transición alimentaria, fisiopatológico básico del aumento del
la prevalencia de obesidad está peso corporal y la génesis de la
alcanzando cifras alarmantes, hasta el obesidad. Así, muchos estudios
punto de que se ha convertido en un reflejan que este aumento de la
problema sanitario de primera obesidad está ligado al sedentarismo
magnitud. A lo largo de la historia y, por tanto, a una disminución del
evolutiva de la raza humana, los gasto energético, pero lo cierto es que
recurrentes períodos de escasez de en algunos países se ha observado en
alimentos han seleccionado sujetos las últimas décadas un incremento
con una propensión a incrementar su importante de la ingesta energética
reserva lipídica. Las ventajas diaria que se ha atribuido a muchos
biológicas que suponía esta capacidad factores. Centrando este trabajo en el
de almacenamiento de lípidos componente de la ingesta energética,
siempre habían superado sus posibles se revisan las variaciones en las
efectos perjudiciales, con lo que nunca condiciones ambientales de los
fue imperativo para la supervivencia últimos decenios, tanto en el acceso a
del ser humano el desarrollar unos los alimentos como en los cambios
mecanismos de saciedad tan eficaces acontecidos en el núcleo familiar, que
como los mecanismos “de hambre” han evolucionado de manera muy
que poseemos. Sin embargo, en notoria y han favorecido los enormes
nuestra sociedad actual se vive una cambios en los patrones de consumo.
situación de abundancia en la que este
Éstos a su vez, han modificado el equilibrio energético en relación con el aporte de
macronutrientes, y parece ser que la proporción de principios inmediatos se

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relacionaría con la obesidad y sus patologías asociadas en la edad adulta. Además, la


densidad energética de la dieta se ha relacionado con los mecanismos de apetito y
saciedad y puede ser que también influya como factor en el desarrollo de esta
enfermedad

2. FACTORES QUE PUEDEN INFLUIR EN LA OBESIDAD


2.1. FACTORES AMBIENTALES Y CAMBIOS EN LOS PATRONES DE CONSUMO DE ALIMENTOS
Las modificaciones en los factores ambientales de la
población durante el siglo XX, contribuyeron al cambio
de patrón alimentario en la sociedad de consumo, al
generar cambios de comportamiento en la
determinación de la elección del tipo de alimentos
que se decide o no consumir. Entre estos factores
ambientales está el incremento de la producción de
alimentos con una mayor accesibilidad y reducción de
los costos de los mismos, todo ello sumado a las
estrategias de mercadotecnia aplicadas. También la
incorporación de la mujer al mundo laboral, las
limitaciones de tiempo para desplazarse y cocinar, el
incremento de la oferta de alimentos precocidos y una
mayor cantidad de opciones de consumo fuera de
casa son factores que han contribuido a modificar los
patrones alimentarios. Otro factor ambiental que se
ha comprobado puede influenciar la ingesta
energética es el mayor tamaño de las porciones de los
alimentos, así como el tamaño de las botellas de
refresco, que se triplicó en los últimos 50 años. Todo
esto se ha traducido en una falta de adecuación del
consumo a las recomendaciones, que se evidencia por
muy bajos porcentajes de la población que cumplen
las recomendaciones, mientras que elevados
porcentajes las exceden o no las alcanzan.

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1.1.1. Cambios y tendencias en los patrones de consumo alimentario

Posiblemente también puedan contribuir al aumento de la cifra de sujetos obesos, los


cambios en las tendencias en los patrones alimentarios que se han observado en los
últimos años, y que se mencionan a continuación.
a) El incremento del consumo de comida rápida y comidas realizadas fuera de
casa, que se evidenció contenían más grasa saturada y sodio, así como poca
fibra, hierro y calcio
b) El aumento de la tendencia a consumir alimentos fuera de las comidas (llamado
colación o snack) que se relaciona con un mayor consumo de porciones de
alimentos que contienen azúcares en los jóvenes varones y, en las mujeres, no
sólo de azúcares sino también de alimentos ricos en grasa.
c) El aumento en la ingesta de grandes volúmenes de refrescos o soft drinks. Este
consumo se ha triplicado en los jóvenes en los últimos 30 años (18), y se ha
relacionado con el consumo de comida rápida y con un menor consumo de
frutas, verduras, cereales y sobre todo de leche. Cuatro posibles teorías se han
mencionado para explicar la relación entre obesidad y consumo de bebidas
endulzadas:
 Un reducido gasto energético debido a la fácil metabolización de las bebidas
azucaradas consumidas, frente al gasto energético generado por bebidas con
más nutrimentos, como sería la leche.
 Un incremento de la ingesta de alimentos debida a una menor sensación de
saciedad tras el consumo de bebidas altamente azucaradas (19),
 El efecto de los refrescos y otras bebidas endulzadas como jugos, en la
elevación del índice glucémico (21),
 Por último, el efecto del consumo de fructosa de las bebidas endulzadas sobre
el aumento de triglicéridos séricos.
d) En relación con estas teorías, se debate también la explicación del aumento de
la obesidad ligada al reducido consumo de leche, si bien, un meta-análisis sobre
el consumo de calcio relacionado con la pérdida de peso, no mostró evidencias
reales de esta relación para control de peso.

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e) También se ha descrito una mayor utilización de azúcares y grasas añadidos a


los alimentos lo cual pudiera estar contribuyendo al incremento de la obesidad
en el mundo.
Por todo ello, se recomienda restringir el consumo de azúcar y de bebidas azucaradas,
particularmente en niños, así como los alimentos densamente energéticos pero
pobres en micronutrimentos, con el objetivo de reducir el riesgo de aumento de peso.
El efecto adictivo de los que podrían llamarse “imperceptibles” cambios en los
patrones alimentarios, unido a cambios en la actividad física, puede llevar
teóricamente a unos notables cambios en el peso y la composición corporal, si bien
algunos trabajos no logran evidenciar los efectos de la dieta sobre la grasa corporal,
dado el gran efecto del sedentarismo en esa ecuación.

Imagen 1:Factores que influyen en la obesidad

1.1.1.1. Proporción de Macronutrimentos de la Dieta y Patrones de


Ingesta.

Relación entre la ingesta de los diferentes principios inmediatos y la obesidad. La


composición nutrimental de la dieta es un factor que puede
influir en la regulación de la ingesta energética y, por tanto,
en el riesgo de obesidad. En este sentido se han realizado
diversos trabajos que han intentado comprobar la
capacidad de regulación de la ingesta energética en relación

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con la composición nutrimental de la dieta, en especial con


el contenido de lípidos e hidratos de carbono. Existen
estudios realizados en animales, en los que las dietas ricas
en grasa se han relacionado con un incremento de la
adiposidad, asociado o no a una mayor ingesta energética.
Uno de estos trabajos mostró que la obesidad se podía
desarrollar con una dieta rica en azúcar, incluso sin
incremento de la ingesta dietética o con una dieta rica en
proteínas que indujera una mayor ingesta. El diseño
heterogéneo de los estudios podría explicar la diferencia en
estos resultados. (1)

1.1.2. Relación entre la densidad energética de la dieta y la obesidad

La Organización Mundial de la Salud (13), en un documento


en el que se evalúan las relaciones entre la alimentación y
la prevención de enfermedades crónicas, considera que
existe una evidencia clara de que uno de los factores
asociado positivamente al riesgo de obesidad es la ingesta
de alimentos con elevada densidad energética y baja
densidad nutrimental. El hecho de que una dieta con una
elevada densidad energética pueda conllevar obesidad se
debe básicamente a que, consumiendo la misma cantidad
de alimento se realiza una ingesta energética mayor;
aunque también hay autores que consideran que la
densidad energética de la dieta es un factor clave en la
desregulación de la ingesta energética y el riesgo de
obesidad debido a que las señales de saciedad de nuestro
organismo no son capaces de compensar bien la ingesta de
alimentos con una elevada densidad energética. Como ya se
ha comentado, los resultados de la mayoría de los estudios
indicarían que parece existir una cierta dificultad en variar
el volumen alimentario, sobre todo a la baja, por lo que una

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estrategia que podría ser prometedora para la prevención


de la obesidad, más que restringir la cantidad de alimentos,
sería precisamente reducir la densidad energética de la
dieta, disminuyendo el consumo de aquellos alimentos con
una densidad energética elevada (en especial productos
procesados industrialmente como pastelillos, galletas,
barritas de frutas, refrescos, helados, etc.), y fomentando
un incremento del consumo de los alimentos con baja
densidad energética, como fruta y verdura y otros
alimentos ricos en fibra como cereales enteros y
leguminosas.

1.1.2.1. Determinantes de la elección de los alimentos

Un aspecto a considerar a la hora de plantear estrategias de reducción de la densidad


energética de la dieta para prevenir la obesidad es el hecho de que en muchos casos
una dieta energéticamente densa es más económica que una dieta que contenga más
carnes magras, vegetales frescos y fruta, con lo que la palatabilidad y la conveniencia
de las comidas energéticamente densas puede desviar las preferencias hacia éstas. Sin
embargo, en la elección de los alimentos también pueden participar otros factores,
tales como el gusto sensorial (la anticipación hedónica derivada de algunos alimentos),
la situación externa en la que uno se encuentra (auto-percepción de qué tan apropiado
sea en ese contexto) o incluso la situación interna actual del sujeto en ese momento
(ya sea la situación psicológica — ej.: buen humor —, o fisiológica — ej.: sed — en que
se encuentra). Con respecto al gusto, algunos autores han lanzado la hipótesis de que
los sujetos obesos muestran una preferencia por determinados sabores. Así, a pesar
de que tanto los obesos como los sujetos delgados califican de manera similar el placer
que suponen determinados alimentos, algunos autores muestran que la densidad
energética de la dieta de los obesos es significativamente mayor y que tienen una
mayor ingesta energética proveniente de alimentos percibidos predominantemente
como saladosi. Estos elementos que contribuyen a la elección de los alimentos en las

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Otro elemento a estudiar es el hecho de que algunos autores suponen que los sujetos obesos frente a sus pares
delgados, son más reactivos a factores externos (tiempo, presencia y características de la comida, etc)

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personas, también tienen un papel en la génesis de la obesidad cuyo estudio debe


profundizarse. Revisando pues los tres grandes elementos involucrados en la relación
entre alimentación y obesidad, recordamos la importancia de continuar desarrollando
líneas de investigación relacionadas con los factores ambientales implicados en los
cambios de estilo de vida y patrones alimentarios de la población que falta describir
mejor.
Reconocer los mecanismos ambientales o modificables que sustentan la ganancia
ponderal corporal, contribuirá seguramente a favorecer la reflexión y el
planteamiento de propuestas de nuevas estrategias preventivas que pudieran
frenar o incluso revertir la actual tendencia lamentable para la salud de las
personas en el siglo XXI.

3. OBESIDAD Y TRASTORNOS DE ALIMENTACIÓN

L
a obesidad es una enfermedad compleja y de múltiples causas. Su
etiopatogenia es un desequilibrio entre la ingesta y el gasto energético, cuyo
resultado genera un balance calórico positivo. Entre los variados factores que
determinan el aumento de la ingesta, hay mecanismos que abarcan desde las
formas de vida, aspectos sociales, culturales, educacionales y personales, hasta el
manejo del apetito y las sensaciones de hambre y saciedad. Entender la
susceptibilidad que lleva a algunas personas a subir de peso necesita el estudio de los
factores fisiológicos, sociales y cognitivos que modulan la ingesta y el gasto. (2)
3.1. Trastornos de alimentación o trastornos de la conducta alimentaria
Los trastornos de la conducta alimentaria tienen como característica general la
existencia de un factor común, igual en pacientes hombres y mujeres, que se puede
definir como una sobreevaluación del peso y de la forma corporal. La percepción que
tiene el individuo de su desempeño en la sociedad se basa, en forma muy importante
o casi exclusiva, tanto en el peso y forma de su cuerpo como en la habilidad de
controlar estas dos variables. Existe una alteración o conducta anómala persistente
en la forma de alimentarse y en el manejo del control del peso, que modifica e impacta
la salud física y el funcionamiento psicológico y social. Los trastornos de alimentación
tienen su origen en la esfera psiquiátrica, y los criterios usados para diagnosticarlos y

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clasificarlos están establecidos en la cuarta edición del manual diagnóstico y


estadístico de los trastornos mentales, correspondiendo a:
1. Anorexia nerviosa
2. Bulimia nerviosa
3. Trastornos de alimentación no especificados (TANE)

Transtorno
por
atracones
Bulimia
nerviosa

Anorexia
nerviosa

3.1.1. Anorexia nerviosa.

La anorexia nerviosa tiene una prevalencia general menor al 1%, con una alta
morbilidad y mortalidad debido a sus complicaciones psiquiátricas,
metabólicas, cardiovasculares, endocrinas e inmunológicas. Se inicia
generalmente en la adolescencia y afecta mayoritariamente a mujeres.
Hay factores genéticos y de personalidad (tendencia a la perfección,
autoevaluación negativa, rasgos obsesivos), que se han relacionado al
desarrollo de anorexia. El objetivo de las pacientes es bajar de peso con
una restricción severa y selectiva de la comida, excluyendo todos los
alimentos que se perciben como calóricos o que pueden engordar,

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llegando a ingestas extremadamente reducidas por el intenso e irracional


miedo a subir de peso. (3)

Imagen 2: Anorexia nerviosa

3.1.2. Bulimia nerviosa:

Es un trastorno de alimentación cuyo significado es


“hambre de buey”, un hambre fuera de lo normal, tan
grande, que habla de un sujeto que podría comerse un
buey completo, haciendo referencia a los atracones
de comida que la caracterizan. Estos atracones
(descritos en trastorno por atracones) son
acompañados de conductas que buscan compensar o
contrarrestar la ingesta desmedida de comida, con el
objetivo de no subir de peso. Las acciones
compensatorias son del tipo purgas (inducción de
vómitos, uso de laxantes, enemas o diuréticos), de
restricción de la ingesta o la realización de actividad
física. Esto constituye la gran diferencia con el
trastorno o síndrome por atracones, que no presenta
conductas compensatorias. Los criterios establecidos
para bulimia nerviosa por DSM-IV están en Tabla 1. La

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prevalencia de bulimia nerviosa es de un 2 a 3% en la


población general.
Tabla 1American Psychatric Association.1994, Diagnostic and statistical manual of mental disorders (4th
ed.). Washington, DC: Author. Copryght 1994 by the American Psychiatric Association.más del 50% de los
casos. La enfermedad se desarrol:

TABLA 1. CRITERIO DIAGNOSTICO PARA BULIMIA NERVIOSA (DSM-IV)

A.- Episodios recurrentes de atracones. Un


C.- El atracón ocurre, en promedio, al
atracón se caracteriza por:
menos 2 veces a la semana por 3 meses.
1.- Comer durante un periodo de tiempo
determinado (por ejemplo, en un intervalo
de 2 horas), una cantidad de comida que es D.- La autoevaluación es indebidamente
considerada definitivamente más abundante influida por la forma corporal y el peso.
de lo que cualquier persona comería en un
periodo similar y en las mismas
circunstancias.
2.- Una sensación de pérdida de control E.- El trastorno no ocurre exclusivamente

sobre la ingesta durante el episodio (sentir durante el curso de una anorexia

que no se puede parar de comer o que no nerviosa.

hay control sobre la cantidad consumida).


Subtipos específicos: Tipo purgativo: En el
cuadro actual de bulimia, la persona ha
B.- Conducta compensatoria inadecuada presentado vómitos autoinducidos o uso
recurrente para evitar aumento de peso, de laxantes, diuréticos o enemas. Tipo no
como inducción de vómitos, uso de laxantes, purgativo: En el cuadro actual de bulimia,
enemas, diuréticos u otros medicamentos; la persona ha utilizado otros mecanismos
ayuno; o ejercicio excesivo. compensatorios inapropiados, como
ayuno, ejercicio excesivo, pero no ha
presentado vómitos autoinducidos o uso
de laxantes o diuréticos o enemas.

El desarrollo de la bulimia se basa en los intentos por mantener un peso


que es considerado adecuado para el paciente, con grandes esfuerzos en

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controlar la alimentación, la que es interrumpida por episodios de gran


ingesta, seguidos de conductas compensatorias. Muchas veces la comida
es elegida en forma especial por su facilidad para tragarse y luego
vomitarse, y en general se trata de alimentos de alto contenido calórico,
como dulces, chocolates, picoteos dulces o salados y otros alimentos que
la persona no come en otras circunstancias, pero que en forma planeada
guarda para el momento en que se da permiso para comer sin control. Es
habitual observar a un paciente con bulimia de peso normal o elevado,
incluso presentando conductas que compensen la ingesta de calorías (5).
En pacientes con diagnóstico y tratamiento, la evolución es a la mejoría de
la enfermedad en más del 70% de los casos. (4)

3.1.3. Trastornos de alimentación no especificados

Los trastornos de alimentación no especificados son los que predominan en el paciente


obeso, aunque es importante tener en cuenta que también se pueden presentar en
sujetos de peso normal. Corresponden a aquellos trastornos de alimentación que no
cumplen los criterios diagnósticos para anorexia nerviosa ni bulimia nerviosa. Esta
categoría abarca a la mayoría de los pacientes que tienen trastornos de alimentación y
es muy amplia y variada en sus presentaciones. Desde sujetos que mastican y escupen
grandes cantidades de comida, sin deglutirla; hasta personas que cumplen varios
criterios para bulimia nerviosa, pero no alcanzan la frecuencia semanal establecida
para los atracones, la duración en el tiempo que exige la definición, o que presentan
conductas compensatorias (vómitos, uso de laxantes, enemas o diuréticos) sin tener
atracones objetivos, como por ejemplo, tras comer una pequeña cantidad de
comida, similar a un par de galletas, se inducen vómito.

3.1.3.1. Trastorno por atracones.

Se puede entender un atracón como la ingesta de un gran volumen de comida en un


determinado periodo de tiempo, acompañado
de sensación de pérdida de control. El atracón,
por lo tanto, tiene dos componentes
fundamentales: gran cantidad de comida
ingerida y percepción de descontrol. Los

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atracones pueden presentarse en varios


trastornos de alimentación: bulimia nerviosa,
anorexia nerviosa, trastornos atípicos y en el
trastorno o síndrome por atracones.

Tabla 2: American Psychatric Association.1994, Diagnostic and statistical manual of mental disorders
(4thed.). Washington, DC: Author. Copryght 1994 by the American Psychiatric Association.

TABLA 2. CRITERIO DIAGNÓSTICO PARA TRANSTORNO POR ATRACONES (DSM-IV)

A.- Episodios recurrentes de atracones. Un atracón se caracteriza por:


1. Comer durante un periodo de tiempo determinado (por ejemplo, en un
intervalo de 2 horas), una cantidad de comida que es considerada
definitivamente más abundante de lo que cualquier persona comería en
un periodo similar y en las mismas circunstancias.
2. Una sensación de pérdida de control sobre la ingesta durante el episodio
(sentir que no se puede parar de comer o que no hay control sobre la
cantidad consumida).
B.- Los episodios de atracones se asocian a 3 o más de las siguientes características:
1. Comer mucho más rápido de lo normal.
2. Comer hasta sentirse desagradablemente satisfecho(a).
3. Comer porciones muy grandes sin sentir sensación física de hambre.
4. Comer en solitario por sentir vergüenza de la cantidad consumida.
5. Sensación de disgusto consigo mismo (a), sensación de culpa después de
comer.
C.- Marcada incomodidad por los atracones.

D.- El atracón ocurre, en promedio, al menos 2 días a la semana por 6 meses.

E.- El atracón no se asocia en forma regular a conductas de tipo compensatorias


(por ejemplo: purgar, ayuno, ejercicio excesivo) y no ocurre exclusivamente
durante el curso de una anorexia nerviosa.

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En los pacientes obesos se puede observar la existencia de atracones aislados, como


también de atracones como parte de este síndrome, que tiene
especificado un número de episodios por semana. Los criterios
diagnósticos establecidos por DSM-IV se describen en la Tabla 2. Como
se observa en dicha tabla, para establecer la presencia de síndrome, y
no solo de atracones, se considera una frecuencia de al menos 2
atracones a la semana, lo que excluye del criterio a conductas
intermedias o que se producen solo en forma ocasional. Se ha debatido
en cuanto a qué tan objetivo puede ser determinar cuánta comida es
exagerada o “más de lo que una persona en esas mismas circunstancias
comería”, como también establecer el lapso de tiempo en el que se
producen, acotado a 2 horas.

Imagen 3: Síndrome por atracones

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3.1.3.2. Trastorno del comedor nocturno

Descrito por Albert J. Stunkard en 1955, presenta un patrón de ingesta de predominio


vespertino/nocturno, que altera el ciclo normal de sueño. Su cuadro característico es
el de un paciente que ingiere una importante cantidad de las calorías del día después
de la última comida, con despertares durante la noche (insomnio) y anorexia matinal.
No hay episodios de atracones; al despertar se ingieren alimentos de moderado
contenido calórico (menos de 270 calorías), de composición alta en carbohidratos o
carbohidratos más proteínas, y sin pérdida de control. Estos episodios representan un
retraso del ritmo habitual de ingesta en un rango de 2 a 6 horas, el que interrumpe el
ritmo de sueño, que está conservado. Es importante destacar que el paciente está
completamente despierto, hay recuerdo del evento al día siguiente y no existe
sonambulismo.

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4. Bibliografía
1. White MA, Kalarchian MA, Masheb RM. Loss of control over eating
predictsoutcomes in bariatric surgery patients: a prospective, 24-month follow-up
study. . s.l. : JClin Psychiatr, 2010.

2. Youdim, Adrienne. Manual MSD. [En línea] Junio de 2020.


https://www.msdmanuals.com/es/hogar/trastornos-nutricionales/obesidad-y-
s%C3%ADndrome-metab%C3%B3lico/obesidad.

3. Causas y tratamiento de la obesidad. Rodrigo-Cano, Susana, Soriano del Castillo,


José Miguel. s.l. : Nutrición-30-1, 2017.

4. O’Reardon JP, Allison KC, Martino NS, Lundgren JD. A randomized, placebo-
controlled trial of sertraline in the treatment of night eating syndrome. American
Journal of Psychiatry. May, 2006.

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