Está en la página 1de 4

Rafael Pareja Gil

Festinger, Leon i Aronson, Elliot (1984). Activación y reducción de la


disonancia en contextos sociales. A José R. Torregrosa i Eduardo Crespo
(Comps.). Estudios básicos de psicología social pp. 281-297. Barcelona:
Hora.

En el presente artículo se habla sobre la teoría de la disonancia vinculada a los


contextos sociales en los que se encuentran sumergidas normalmente las personas. La
teoría de Festinger tiene relación con la dinámica del sistema cognitivo. Esta relación
dinámica entre los diversos elementos cognitivos puede ser consonante o disonante.
Cuando consideramos dos elementos cognitivos y éstos son contrarios el uno al otro es
cuando hablamos de disonancia. De esta forma, se crea un conflicto interno en la
persona que hace que ésta busque una manera de reducir la disonancia. Para reducirla
hay varias vías distintas de hacerlo. No todas han sido encontradas y verificadas a
través de experimentos científicos. Gran parte de esta teoría, por no decir toda, no ha
sido demostrada pero tampoco se han encontrado otras explicaciones demostrables
que digan lo contrario.

Algunas situaciones en las que se produce disonancia

1. Disonancia como consecuencia de tomar decisiones: en este caso, la persona


experimenta disonancia cuando realiza una elección. La disonancia será mayor cuando
la opción rechazada sea de mayor agrado que la propia opción elegida. Para reducir
esta disonancia la persona se convencerá a sí misma que la opción elegida es más
atractiva (en relación con el resto de opciones) que antes de haber realizado la
elección.
En los experimentos de Brehm y Cohen se probó este tipo de disonancia. Variables que
se manipularon: el número de alternativas y la similitud cualitativa de las opciones.

Al finalizar el experimento se verificaron dos hipótesis:


A. A mayor números de opciones a elegir, mayor disonancia tras la elección. A
más opciones rechazadas, mayor conocimiento de las características favorables
de esas opciones no elegidas.
B. A mayor disimilitud cualitativa entre las opciones, mayor disonancia a
continuación de la elección.

2. Disonancia surgida de la tentación: cuando se comete un acto inmoral para


obtener una recompensa, éste es disonante con la cognición de haberlo cometido.
También se puede dar el caso en que la persona no realice el acto inmoral y
consecuentemente no reciba la recompensa, entonces se produce disonancia. Se
puede reducir la disonancia cambiando las actitudes respecto a lo moral del acto.
En el experimento de Mills se probó que la magnitud de la disonancia es mayor si se
comete un acto inmoral y la recompensa obtenida es pequeña. Y a la inversa, la
disonancia será mayor si la recompensa es grande pero el acto inmoral no se comete.

3. Disonancia resultante del esfuerzo: la persona experimenta disonancia cuando


quiere alcanzar una meta y realiza un esfuerzo para ello pero finalmente no la
consigue. Una manera de reducir la disonancia sería encontrar en la situación algo a
que darle valor.

En el experimento de Aronson se obtuvieron resultados que coincidían con las


suposiciones teóricas. Variables manipuladas: la cantidad de esfuerzo usado para
realizar una tarea y la recompensa que recibían los participantes.

4. Disonancia introducida por un “fait accompli”: se produce disonancia entre la


cognición de que la situación que se va a experimentar es o será desagradable y la
cognición de tener que soportarla. Una manera de reducirla es convenciéndose a sí
mismo de que la situación no es tan desagradable como parecía.

En el experimento de Brehm se probaron las suposiciones teóricas. En los resultados se


observó que el grupo experimental cambió su opinión sobre los vegetales
“desagradables” significativamente y el grupo control no.

Situaciones en que la situación de grupo es la fuente de la disonancia


1. Disonancia surgida de anticipar deficientemente el ambiente social: las
cogniciones del sujeto respecto a la inversión de tiempo y esfuerzo para poder encajar
en un grupo social disonarán con las cogniciones respecto a los aspectos negativos del
grupo. Para reducir esta disonancia se puede hacer de dos maneras: a) devaluar el
grado de inversión hecho, o b) sobrevalorar el grupo y negar sus aspectos negativos.

Con los experimentos de Aronson y Mills se consiguieron unos resultados satisfactorios


que apoyaban las predicciones realizadas.

2. Disonancia surgida de no estar de acuerdo con otros: las cogniciones


respecto a las opiniones propias son disonantes con la cognición de que las personas
del grupo mantienen opiniones distintas. La magnitud de la disonancia dependerá de
la importancia de la persona o del grupo que exprese el desacuerdo y cuán importante
o pertinente sea para el individuo el tema sobre el que existe desacuerdo. Para reducir
la disonancia existen diversas formas, un ejemplo sería el siguiente: el sujeto puede
intentar convencerse de que el área de satisfacción en que existe el desacuerdo es
relativamente no importante.

Existen dos problemas teóricos entretejidos de esta área. Uno respecto a la


relación entre el grado de desacuerdo y la magnitud de disonancia resultante del
desacuerdo. Y el otro se refiere a las condiciones en que se reducirá la disonancia
apartando a la persona en desacuerdo o intentando disminuir o eliminar tal
desacuerdo.

Zimbardo realizó un experimento cuyos resultados ayudarían a elegir entre dos


interpretaciones sobre esos dos problemas. Variables manipuladas: grado de
implicación de los sujetos en el problema y grado de discrepancia en la opinión. Los
resultados indicaron que cuanto más implicado estuviera el sujeto, más tendía a
cambiar de opinión en dirección a la opinión que tenía un amigo cercano; y que a
mayor discrepancia entre la opinión del sujeto y la opinión del amigo, mayor tendencia
a cambiar la opinión en dirección a la del amigo.
Los resultados del experimento de Adams y colaboradores mostraron el
funcionamiento simultáneo de las dos formas de reducir la disonancia y confirmaron
los hallazgos encontrados en el experimento de Zimbardo.

3. Disonancia resultante del acatamiento forzado: la cognición de haber


ejecutado un acto que va en contra de las creencias del sujeto disonará con sus
creencias y opiniones. Para reducir la disonancia se pueden cambiar las creencias para
hacerlas coincidir con la conducta manifestada.

Con los experimentos de Festinger y Carlsmith se probó que si una persona afirma algo
que no cree cierto para recibir una recompensa pequeña, cambiará su creencia en
dirección a la afirmación hecha por el público; al ir aumentando el tamaño de la
recompensa, disminuirá el grado en que cambie su opinión privada.

- Papel del contexto social en los procesos de reducción de disonancia

El individuo social tiende a utilizar a los miembros de su mismo grupo u otros grupos
con el objetivo de reducir su propia disonancia. Se reduce la disonancia al recibir el
apoyo de personas que creen en lo que deseas persuadirte y al convencer a las que no
creen en lo que deseas persuadirte. Tendemos a persuadir a aquellos que tienen una
opinión contraria a la nuestra y experimentamos disonancia debido al desacuerdo. Por
lo tanto, el papel del contexto social es de gran importancia a la hora de eliminar o
disminuir la disonancia.

- La naturaleza social del pensamiento

Los individuos somos sociales por naturaleza y es un hecho que el apoyo moral de
alguien que cree en ti ayuda a mitigar frustraciones internas. En el estudio de
Festinger, Riccken y Schachter se observó cuán es de importante la ayuda moral de los
seguidores de una misma secta a la hora de no perder los propios credenciales. La
opinión de los demás tiene un peso tal en nuestra visión del mundo que es capaz de
hacernos cambiar nuestras creencias más preciadas o de hacerlas más fuertes.
Habitualmente tendemos a buscar personas con una opinión parecida a la nuestra
para sentirnos más seguros de nuestros pensamientos.

También podría gustarte