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COGNITIVA
En 1957 Festinger presentó su teoría de la disonancia cognitiva, tal vez la teoría
más famosa en la psicología social, basada en el principio general de una tendencia
hacia la consistencia o equilibrio cognitivo, en la misma tradición de Heider y otros
teóricos de la consistencia como Newcomb, Kelly, Asch, y Osgood y Tannenbaum
(Deutsch y Krauss, 1970). Sin embargo, su teoría difiere de las otras en algunos
aspectos importantes:
a) trata con la conducta cognitiva en general, y por eso no sería una teoría primariamente
psicosocial;
b) a pesar de lo anterior, su influencia en la psicología social ha sido mucho mayor que
cualquiera de las otras teorías de la consistencia (Shaw & Costanzo, 1970).
Los elementos son las cogniciones, es decir, las cosas que una persona conoce sobre
sí misma, su conducta, y su ambiente. El término cognición es usado para referirse a
cualquier conocimiento, creencia, opinión o sentimiento acerca de sí mismo o del
ambiente. Las relaciones entre dos elementos pueden ser irrelevantes, consonantes, o
disonantes. Existe una relación irrelevante cuando los elementos no tienen que ver
entre sí, cuando un elemento no implica nada acerca del otro. En cambio en una
relación relevante los elementos están relacionados de tal manera que uno implica
algo acerca del otro, relación que puede ser consonante o disonante.
Existe consonancia entre dos elementos x e y, cuando uno se sigue del otro (x se
sigue de y: "soy una persona responsable" y "siempre cumplo mis compromisos"). En
cambio existe una relación disonante entre dos elementos cuando el opuesto de uno
se sigue del otro (no-x se sigue de y: "soy una persona responsable" y "siempre llego
atrasado a las citas importantes").
1) el individuo debe percibir que la acción discrepante con su actitud tiene consecuencias
negativas;
2) el individuo debe asumir responsabilidad personal por la acción;
3) el individuo debe experimentar activación fisiológica; y
4) el individuo debe atribuir la activación a la acción (Smith & Mackie, 1995).
A raíz de varios estudios que plantearon que la disonancia no era un resultado obligado de la
toma de decisión, Festinger revisó su afirmación de que el solo hecho de tomar una
decisión genera disonancia, planteando que se genera disonancia cuando hay un alto
grado de compromiso con la elección. Este compromiso se daría cuando la decisión
afecta de manera importante el comportamiento o el desarrollo posterior de los
acontecimientos (Deutsch y Krauss, 1970).