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ACTIVIDAD 8.1 EL DOCENTE EFICIENTE VS EL BUEN DOCENTE.

LO QUE SE REQUIERE PARA SER DOCENTE.

EL SUJETO Y SU
FORMACIÓN
PROFESIONAL
MAESTRA:
Gloria del Carmen Mungarro Robles

ALUMNOS:
Valdez Aceves Brayam de Jesús
Sánchez Monge Karla Selenne
Silvas Martínez Silvana Danila

1D

05/11/2021
Algunas investigaciones mostraron el Muchos profesores viven su
poco efecto de los cursos de trabajo como una auténtica
perfeccionamiento y la opinión adversa de vocación, escogieron de manera
los propios maestros y profesores sobre el
personal, cursaron sus estudios
impacto de estas actividades.
con motivación y, una vez
titulados, se han entregado con
una fuerte energía personal al
trabajo educativo.
La idea de que la sociedad subestima a los “Dicen que para instruir es
maestros ha sido tema de muchos libros que se necesario conocer a aquellos
han ocupado de la cuestión. Además, los a quienes se instruye. Tal
propios docentes parecen estar convencidos de vez. Pero mucho más
que es así. Muchos son los maestros en
importante es, sin duda,
Latinoamérica desilusionados quienes afirman
que abandonarían la profesión si surgiese otra conocer bien aquello que se
oportunidad. enseña”.

Se debía saber tratar a los niños, debían


ser personas cariñosas y no ásperas,
debían saber ponerse a su altura y
convencer más que imponer o llevar a la
fuerza. Han sido ésas, cualidades que
siempre se han exigido a las personas a
las que se encomendaba tratar con niños
o jóvenes. El tacto pedagógico.

La formación inicial del maestro es el


primer punto de acceso al desarrollo
profesional continuo y desempeña un
papel clave en la determinación de la
calidad y cantidad de nuevos docentes
que pasan a formar parte de este
proceso.

Señalar el compromiso social como una de las


características de los buenos docentes no
resulta sencillo tanto por las múltiples
interpretaciones que se puede dar a dicha idea,
como por las posibles derivaciones que de ella
se pudieran hacer en la práctica real de la
enseñanza.
Reafirmando lo ya planteado anteriormente y en base a los aspectos que tomamos
en cuenta para elaborarlo, explicaremos más detalladamente dichos factores.

La formación inicial es el primer peldaño para atraer a buenos profesionales, la de


futuros maestros ha tenido resultados relativos a pesar de que se le reconoce un papel clave
en las reformas educativas. Las carreras se caracterizan por un bajo prestigio, demasiado
énfasis en el método basado en la exposición oral frontal y muy poca atención a técnicas
pedagógicas apropiadas para los alumnos de escuelas multigrados y rurales. Este déficit se
ve agravado por la mala calidad de la educación escolar básica y media que muchos de los
aspirantes a maestros reciben antes de ingresar en una universidad o instituto de formación.
Al mencionar desarrollo personal nos referimos a que se busca mejorar los
conocimientos y habilidades pedagógicas de los maestros mal capacitados. Muchos países
recurrieron al perfeccionamiento como una forma de compensar las insuficiencias de la
formación profesional inicial
Con respecto a la falta de valoración social muchas personas no comprenden realmente la
importancia de la docencia, se dice que las expectativas son grandes pero la valoración es
escasa. La cuestión del reconocimiento social de la profesión docente puede considerarse
desde dos ángulos: cómo valoran los “no docentes” el trabajo desempeñado por los
maestros y cómo sienten los propios docentes la consideración social hacia su labor.
El compromiso consigo mismo y con el propio desarrollo profesional conlleva saber
que existen aspectos a considerar para el compromiso de los buenos docentes: La movilidad
en el sistema educativo, Las expectativas sobre la propia carrera, La generación de
conocimiento profesional.
En base al compromiso con los conocimientos, nadie puede enseñar lo que no
conoce. el conocimiento propio de la profesión docente es un conocimiento mixto,
didáctico y disciplinar. Debe conocer la materia pero debe saber, también, cómo enseñarla.
De la integración de ambos conocimientos es de donde puede surgir el conocimiento
pedagógico práctico: saber cómo crear ambientes eficaces de aprendizaje.
El compromiso con los estudiantes es tener tacto pedagógico. Significa capacidad
de diálogo, paciencia, sensibilidad, madurez, capacidad de afecto sano. Estar en los
momentos que corren, con tantos problemas en relación a la infancia, esa capacidad para
ponerse a su disposición, para servir de referente, para atenderlos en lo que necesiten se
hace, si cabe, más perentorio.
El compromiso social al que aquí nos referimos tiene que ver tanto con la educación
en su conjunto, como con el mensaje personal que cada docente debiera estar en
condiciones de transmitir a sus estudiantes en el día a día de su trabajo: ser una persona
equilibrada, justa en sus apreciaciones, comprometida con la igualdad y el desarrollo de los
distintos grupos sociales, respetuosa con las diferencias, positiva.

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