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Ahora bien; ¿dónde usted cree que se tratan temas tales como,
eso de ser “un ciudadano activo”, el cambio social y cómo el
mundo se transforma, el crecimiento personal, las emociones, y
Ciencia Política: Aristóteles
eso de ser “humano”? Pues precisamente en clases como la de
Para el famoso filósofo griego Ciencias Sociales, porque ni modo que lo discutan en
Aristóteles el ser humano es un matemáticas, en biología-molecular, en terapia física o en
animal político [zoon politikon], cuya
propia naturaleza lo inclina a vivir contabilidad.
políticamente. Es decir, dentro de los
límites de una organización política. Hablar de un ciudadano como un sujeto activo nos remite al
Para este pensador sólo en sociedad término de ciudadanía, aterrizándonos así de plano en el ámbito
llega el ser humano a desarrollarse
plenamente. Pero Aristóteles va más político y sociológico. Lo político es un ámbito a cuyo estudio se
allá afirmando que únicamente como dedica la ciencia política; una disciplina que se estudia
ciudadano de una Polis puede el ser
humano realizarse como tal completa
directamente en el curso de CISO3122 y más profundamente la
y realmente. El ciudadano, dice este, clase de Introducción a la Ciencia Política (CIPO3011). Sin duda,
se define mejor que por participar en transformar el mundo pertenece a ese tipo de fenómenos de los
la administración de justicia y en el
gobierno (archēs)” (Pol. III 1, cuales se ocupa tanto la ciencia social llamada sociología; ciencia
1275a22- 23). El ser humano se que se dedica al estudio científico de la sociedad, de la
realiza en la acción política o como
agente político, es decir, como organización social, así como también de las transformaciones
ciudadano. que ocurren en la sociedad, contestando preguntas claves, tales
como; ¿por qué y cómo se producen las transformaciones
sociales? Lo cual es bueno saber por si acaso se le ocurre a uno
cambiar la sociedad, así como hizo el pueblo de Puerto Rico el
pasado verano (Verano 2019).
además que el Pueblo de Puerto Rico hizo historia. ¿Será, entonces que todos hicimos historia aún
sin estar allí presentes? O acaso, ¿será que solo figuras importantes como Bad Bunny, René Pérez y
Ricky Martín fueron las figuras históricas (o los agentes que con su presencia lograron el éxito de
dicha gesta y el rest fuimos sus seguidores? O quizás, ¿serían las masa o la muchedumbre boricua la
que hizo historia?
Las preguntas en el párrafo anterior nos lleva a preguntarnos lo siguiente; ¿cuáles son los
criterios que definen o caracterizan al ser humano como sujeto histórico? ¿Qué es eso de ser un
agente histórico o un agente de cambio? ¿Cómo nos convertimos en un ciudadano activo; cuál es
este proceso y cómo se relaciona la educación con el mismo? El ser humano es un ser histórico.
Pero, para comprender en qué medida lo es y cómo y para contestar las preguntas anteriores con el
rigor que ameritan, primero será necesario echarle una mirada a otra pregunta clave, que toma
preeminencia ontológica sobre todas las demás, esta es; ¿qué es el ser humano?
La visión antropológica del ser humano del pensador social, filósofo y educador, Paulo Freire
comienza precisamente argumentando que los seres humanos se “encuentran enraizados en
condiciones temporales y espaciales que los marcan y que, a su vez, ellos marcan” (Freire, 1975: p.
135). Llamaremos a esta idea de Freire el concepto de “situacionalidad”— situacionalidad, que para
todo humano está determinada por la fecha y lugar de nacimiento, crecimiento y desarrollo desde
niño hasta adulto dentro de una sociedad en específico. Esta realidad social en la que está situado
va a marcar a dicho sujeto, pero que a su vez, y de manera dialéctica, este sujeto (individuo)
también pondrá su marca (o firma) sobre esa realidad social. Dicho contexto (socio-cultural)
influencia al sujeto humano, condicionándolo, marcándolo, pero ella a también tiene un papel
activo sobre su espacio y su tiempo, pues no se supone que esté allí como mera espectadora pasiva,
viendo la película de su vida pasar, sin pensar, sin reflexionar sobre esta y hacer algo para
influenciarla.
He aquí pues una de las características que separan y distinguen a los seres humanos de los
animales: el animal humano no solo vive en su entorno físico-biológico, sino que existe como ser
consciente de su existencia y sabiéndose capaz de transformar tanto su entorno físico, su mundo,
como su vida, se sabe a sí mismo como un ser histórico y reconoce su existencia como histórica.
Es así también, que los seres humanos le dan sentido a sus vidas, pueden soñar e imaginarse un
futuro y labrarlo, haciendo su propio camino. Es de esta misma manera, además, que los seres
humanos se conocen como un seres temporales, que están conscientes de su ayer, de su aquí y de
su ahora, pero también de sus posibilidades de mañanas, de futuros. Mientras que los animales
carecen de la capacidad y de la posibilidad de salvar los límites que le imponen su vida biológica y
su entorno físico, el ser humano se sabe capaz de transcenderlos, porque está consciente de su
propia capacidad transformadora; es decir, está consciente de su capacidad histórica.
No obstante, tal como sugerimos arriba, el estar consciente de su vida y de sus capacidades
también le da la capacidad al ser humano de conocer cuando su vida es menos, cuando su vida esta
limitada, sea por circunstancias fortuitas, por situaciones materiales desafortunadas o por razones
opresivas producidas por otros seres humanos. En otras palabras, de la misma manera que el ser
humano es capaz de pensarse a si mismo y reconocerse como un ser capaz de transformar la
historia, también es capaz de reconocer cuando las circunstancias creadas por una situación de
injusticia y de opresión no le dejan ser ni histórico ni totalmente humano.
Es importante destacar, sin embargo, que puesto que los seres humanos no nacen sabiendo, ni
conociendo, ni tan siquiera “siendo”, es necesario que se les eduque para que puedan alcanzar el
grado de capacidades necesarias para que la reflexión sobre si mismos sea suficiente para
reconocerse comp hombres y mujeres históricas. Si por alguna razón fortuita o por maldad la
educación del ser humano se malogra, es probable que estos humanos no logren el grado de
conciencia tal para reconocerse a si mismo como seres capaces de vincularse activamente a su
espacio y su tiempo.
Hay situaciones de dominación y opresión que obstaculizan que el ser humano logre pensarse
y potenciarse como un ser histórico, porque están diseñadas precisamente para restarle,
disminuirle o quitarle totalmente su libertad. El coloniaje y la experiencia de la colonización, al
igual que lo fue la esclavitud, son ejemplo de condiciones de opresión que en vez de darle las
herramientas a un humano para ser más, para ser libre, para trascender a través de su propia auto-
transformación, lo educa para ser menos y acomodarse a los espacios y los tiempos, a los ayeres,
los hoys y los futuros de los opresores. Un ser humano que se acomoda a los futuros de otros es un
ser humano sin esperanza. En la UPRH educamos a nuestros estudiantes para ser hombres y
mujeres esperanzosos, capaces de cambiar la historia de sus vidas y de su propia País. Aquí
educamos seres humanos para la praxis necesaria para transformar nuestro País.
Es importante comprender, sin embargo, como veremos en este curso más adelante, y tal como
también argumenta Paulo Freire, que ninguna praxis histórica se realiza y lleva a cabo de manera
individual o en soledad. Toda praxis histórica transformadora es una tarea de naturaleza colectiva,
grupal, de todas y todos. Por eso en la Universidad no se viene a aprender en soledad. Aquí se
aprende en comunión, acompañado de tus profesores y del resto de tus compañeras/ros
estudiantes. Asimismo es que se hace historia, en comunión, entre todos. La historia es una praxis
colectiva. Entre todos y todas, es la única manera real de hacer historia ¿Se apuntan como
protagonistas de su propia historia y de la historia de Puerto Rico o se van a quedar como meros
espectadores de los acontecimientos que suceden a su alrededor? Acompañemonos en este primer
tramo de tu vida como estudiante universitario.