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Facultad de Humanidades Ciencias Sociales y Salud

Lic. En Periodismo

1°Año

Seminario Psicología y Comunicación

Trabajo Final

La imagen visual y su cotidianeidad


marcada en la escuela

 Rita Malena Peralta

Año 2021
Teniendo en cuenta todo lo abordado, a lo largo del recorrido pedagógico. Cabe resaltar,
que el eje central elegido para éste trabajo, se posará sobre el eje 3, teniendo en cuenta a
“La cultura de la imagen. Cuerpo ¿objeto de consumo?”.

Antes de comenar el desarrollo de dicho trabajo, me gutaría visibilizar aquí mi interés


por dicho eje pedagógico. No sólo, teniendo en cuenta la carrera de comunicación en
curso, sino aún más por mi interés en el campo docente, próximo a emerger para mí.

Teniendo presente esto último, hacemos un paréntesis para traer a análisis la nota
periodística, publicada por el Diario La Voz, el Sábado 12 de diciembre de 2020.

El título delata directamente una acusación:

Un estudiante fue a su acto de egresados con pollera y denunció que fue discriminado
por el director de la escuela

https://m.lavoz.com.ar/ciudadanos/un-estudiante-fue-a-su-acto-de-egresados-con-
pollera-y-denuncio-que-fue-discriminado-por-

Un estudiante, fue a la escuela el día de su acto de egreso con pollera (pretendiendo


ponerse el pantalón para el acto) pero antes de que eso pasara se encontró con el director
y éste, supo ser contundente con su reacción. A lo que el estudiante, contestó “la ropa
no tiene género”.

Para algunos, pareciera ser un acto de rebeldía, pero ¿acaso no es más que eso? Siendo
cuidadosos y sobre todo respetuosos sabremos identificar desde una posición
ideológica, hasta un flagelo social y escolar. Si bien, el tema del género es bastante
amplio y complejo, no pondremos a su concepción bajo la lupa, sino qué nos interesa
ser concientes de la cultura visual o de la imagen y su importante desafío en la escuela.
Dussel habla a cerca de la combinación entre el capitalismo y las nuevas formas de
percepción de la cultura, y como ello forma parte del nuevo desafío que junto con la
cultura de la imagen, la escuela afronta.

Aquí podemos detenernos y poner de relieve cuestiones que tienen que ver, con cómo el
cuerpo, mera imagen que se reproduce, en contextos amplios, dónde hacemos pública
nuestra vida, se transmite no sólo un tipo de lenguaje, sino también un conjunto de
posiciones que dan cuenta de nuevos conocimientos y por ende, nuevos efectos en
nuestro ser.

¿Acaso la visibilización que el estudiante le dio, no sería una réplica a números


incalculables, de un conjunto de posiciones? Resulta importante entonces, plantearnos
cuestiones que tiene que ver con el contexto actual en el que vivimos, dónde las
minorías no son más pequeñas porciones escondidas, sino que se hacen escuchar y sobre
todo se adhieren a su postura muchos más que aunque no pertenezcan por
identificación, se solidarizan por el otro. La alteridad en pocas palabras.

Resulta ser que las nuevas generaciones “nativos digitales” resultan ser el epicentro del
problema, más precisamente. Pero, ¿acaso nosotros adultos, nunca hemos sifo blanco
facil para introducir cultura visual?

Para comenzar, sería un desafío plantear un punto de partida contundente y ubicador


para éste trabajo. Tomando como referencia a Dussel Inés, y su artículo sobre “Escuela
y cultura de la imagen: los nuevos desafíos”. Me resulta imposible no pensar, en cómo
la escuela, como institución de formación y, sobre todo como parte fundamental de
nuetras vidas, ha sido blanco de superación tras superación, respecto a sus formas, su
estructura y su integridad. Desde su aparición en la antigüedad, pasando por el drástico
cambio y auge de la modernidad líquida (mediante la cual el dinamimo hizo de ella un
torbellino de cambios revolucionarios y contantes, o al menos intentos de éstos), hasta
nuetro actual contexto de pandemia.

Ahora, si nos situamos en el contexto de pandemia, en el que aún nos encontramos,


parece muy apropiado hablar de la escuela y la cultura de la imagen, teniendo en cuenta
la forma particular mediante la cual, el aula, las formas (de nuevo) y las estructura en sí,
de la escuela han sido transformadas y revolucionadas por todo lo acontecido a nivel
mundial.

Pero si pensamos en las situaciones, dentro de las cuales el aprendizaje se propone a


través de imágenes, es inevitable de nuevo, hablar de cultura de la imagen a través de la
historia. Cultura de la imagen que entra a interrumpir la jerarquización mediante la cual,
la escuela ordena y organiza sus saberes.

Por ello a partir de la noticia, podemos identificar relación con preguntas centrales
planteadas por Ines Dussel en torno al tema. ¿Cuál es la relación con las formas de
poder-saber instituidas? Desde diferentes pespectivas, podemos analizar la situación y la
imagen de la noticia. En un principio decíamos, para muchos podría ser tomado como
un acto de rebeldia, teniendo en cuenta las normas de convivencia que cada institución
escolar ofrece como condición (generalmente) a los alumno. Entonces, cuán fuerte es el
mensaje que a través de su vestimenta éste alumno quiso dar, o bien tal vez se trata de
algún acto de rebeldía, desde una parte, la cual organizó para apoyar a algún compañero
o, bien simplemente una hazaña de final de curso.

Por otro lado, ¿cuáles son los efectos que causa? Sabemos, que para la autora, desde la
cual estamos analizando dicha noticia, la cultura visual representa discursos que
constituyen a su vez posiciones, totalmente relacionada con las instituciones que
otorgan el derecho a la mirada. El mirar, es hoy esencial para el aprendizaje, entonces
elegimos esos espacios donde se nos da derecho, para propiciar y poner en la mesa
nuevos conocimientos que serán valorados.

Si bien, en la pedagogía la imagen tomó fuerza como una nueva forma de aprender, por
ende, fueron también nueva forma de identificar las cosas. El ver se convirtió en un gran
promotor de sentidos, que son parte de la contrucción diaria, en las experiencias que el
sujeto vive día tras día.

Por otro lado, desde la concepción de cuerpo de Michel Foucault, Il n’y a pas de
politique qui ne soit pas une politique des corps (no hay política que no sea una
política de los cuerpos). A partir de tal afirmación, resulta imposible negar cuántas
veces nos hemos replanteado todo lo vivido en el 2020. No sólo siendo conscientes de
lo peligroso del virus, sino también tomando consciencia de nuestras nuevas formas de
vivir, que adoptamos a partir de la declaración del distanciamiento social preventivo y
obligatorio por marzo del año pasado.

Allí encuentro un punto de referencia acerca de cómo, nuestro cuerpo ha sido blanco
fácil de varias cuestiones de poder. Convirtiéndonos en cuerpos absorbidos por la
tecnología. Las clases virtuales, las nuevas formas de estar en la vida cotidiana,
transformando ámbitos tan importantes como la escuela, el aula y nuestros espacios de
desarrollo preferidos.
Tomando el concepto de biopolítica, a partir del cual filósofos como Faucault, la
identifican en acciones que definen una forma de poder político, bajo la cual no
sólo lo material puede ser potencialmente manejado, sino que también nuestra
vida, como individuos de una población. Ahora, el primer punto de análisis recae
sobre éste eje, para ponerlo en situación, podríamos pensar sobre lo lógica de cómo ha
atravesado cada país el confinamiento. Sin ir más lejos, podemos ubicarnos en nuestra
Argentina y los eternos meses en los que vimos no sólo ser meras estadíticas en los
medios de comunicación, sino peor aún, ser parte de un segmento de la población.
Empresas que quebraron por no sopórtar el paráte, millónes de argentinos sin trabajo, la
escuela en casa y el aprendizaje dificultado.

Todo esto, podría ser ubicado dentro de la consecuencias de la biopolítica impuesta, por
el coronavirus y también por el Estado. Efectos que la propiamente dicha, cultura visual,
ha provocado sobre las experiencias vividas por los individuos.

Podemos ir planteando ciertas preguntas como ¿cuál es la idea que fuerza sobre el
conjunto objeto-sujeto? Pues, tomando como referencia el contexto de pandemia, y
trayendo a nuetras mentes imágenes como las clases vituales, las reuniones de trabajo
online, nuestra oficina en casa, entre muchas otras. Nos damos cuenta, de que el objeto,
se ha vuelto parte conjunta y vital de nuetras vidas, pero más aún su planificación
comercial.

Desde el comienzo de pandemia, la demanda de los dispositivos tecnológicos ha sido


descomunal, no sólo por su necesidad, además por la dificultad para alcanzar la simple
realización de cualquier actividad que requiera la reunión de varias personas a la vez.
Nuestra vida, comenzó a girar entorno a los dispositivos de una manera incalculable y
de la misma forma nos convertimos en un cuerpo, que no hace más que ser objeto de
consumo.

Teniendo siempre, como punto de referencia, la noticia elegida. Podríamos introducir


nuevas categorías. Belén Blesa desarrolla en “Devenir cuerpo en la sociedad de
consumo” una categoría: subjeto, la cual representa la hibridación entre el sujeto y el
objeto, ¿esto qué punto de elación presenta? Pues, sabiendo que en torno al sujeto
siempre habra objetos que determinen no spolo el esapcio que ocupan o la manera en lo
que lo ocupan, sino que además muchas veces ese objeto decidirá o determinará la
situación en la que el sujeto se encuentre, ésto nos lleva a plantearnos, cómo los objetos
han pasado a formar parte de un escalón más importante en nuestras vidas. Se trata de
una nueva identificación, personalización y por su puesto identidad. Acaso en la
situación vivida por el estudiante, Luis Villafañe, no vemos que es un objeto, de
vestimenta más precisamente, el que determina reacción de ambos lados, teneindo en
cuenta la identificación de varias jerarquizaciones y también nuevas concepciones.

Para hacer esto un poco más interesante, vemos que el alumno en su post de la red
social instagram, menciona violencia institucional y discriminación. Teniendo en cuenta
las dos determinaciones expuestas estamos ante un punto al que muchos autores llaman
resistencia.

Sin ir más lejos y teniendo en cuenta lo anteriormente tratado respecto a la biopolítica


mediante la cual se rige un orden, además de eso, cabe mencionar que cuando el
estudiante fue indagado por los medios sobre el hecho, incluso admitió que ni si quiera
su familia “estaba de acuerdo” con lo que habia hecho.

Allí, hago un paréntisis y traigo a contexto a Duschatzky, Silvia y Corea, Cristina,


quienes en su texto “Chicos en banda, los caminos de la subjetividad en el declive de las
instituciones” se refiere a varios puntos donde éste declive se hace presente. Uno de
ellos es la resistencia y allí, ambas autores, teniendo en cuenta la importancia de los
testimonios que en el mismo texto desarrollan, exponen cuestiones y preguntas que
hacen clara varios puntos fuertes, entre ellos uno de los que desde mi lugar hoy más
sufre la escuela. La incomunicación entre familia y escuela, que lo único que deja en
evidencia es la pérdida de la matriz de autoridad reconocida y, la cual se encuenta en
declive aún más teniendo cuenta los diferentes contextos. Me refiero más precisamente
a las escuelas ubicadas en contextos, donde los flagelos de la violencia escolar e
institucionar se hacen aún más presentes.

Pero, ahondando en ésta categoría, traemos a otro autor, Vélez Calderon Milton L.
quien escribe sobre la resistencia por parte de la juventus en torno a categorías como
biopolítica, biopoder y biorresistencia. Y allí hacerse oreguntas básicas podría dejar en
evidencia al director y su reacción tan brusca y contundente ¿en qué medida la escuela
es consciente de que las juventudes ponen a prueba si uno de los espacios de desarrollo,
por exelencia, acepta, respeta y valora sus expresiones? Pués, mucho se comete el error
de dejar de lado y por otra parte simplificar las acciones y no dejar en evidencia que la
escuela se olvida, que si educa para la vida, la vida no está en otra parte. Todos los
asuntos y problemas que la juventus vive, no son asunto de la escuela o que, lo que pasa
fuera de la vida del alumno, respecto a lo que los medios masivos recitan y demás
cuestiones no son asunto de las aulas. Entonces, si se ha recitado por siglos que la
escuela “educa para la vida” ¿por qué aún es tan resonante las reacciones que los
miembros de la institución, preferentemente los que ocupan cargos de mayor jerarquía
en el orden de las instituciones?

Todo esto hace más visible las brechas, entre las cuales se produce la separación entre
los asuntos o temás que en el salon de clase se tratan y por otra parte, lo que realmente
se vive en la vida, en la calle, en el día a día.

Se produce, lo que el autor llamará el divorcio vida-escuela, que es lo que luego genera
las tenciones que hacen evidente éste tipo de situaciones contundentes en torno a temas
como el género, la sexualidad, el machismo en todas las esferas de la vida y muchas
otras cuestiones. Es así, que la escuela se convierte en otro lugar en donde las
juventudes sienten la necesidad de ejercer resistencia.

En una segunda instancia, podemos ubicar al cuerpo, como lugar en donde se hace
presente el poder y claro, donde esa resistencia-lucha se hace más presente. Y allí
cuestiones que tienen que ver con mandar a cortarse el pelo a los estudiantes, mandar a
quitarse el maquillaje a las estudiantes, y con los expresado en la noticia respecto a la
vestimente, denota directamente la forma en que las instituciones incluso tienen, en el
afán de uniformar y controlar la estética corporal.

Una vez más entonces, se hace presente como el cuerpo es uno de los lugares más
propicios de control y sometimiento por parte de jerarquías más altas. Pues, resulta
ineludible pensar en otras cuestiones, como que la escuela es una constructora de
sentidos y mucho debe de implementar, lo que autores como Walter Benjamin sugieren
respecto a una juventud apoyada en la escuela, para esa construcción. Entonces siempre
será necesario que se creen espacios donde los estudiantes puedan hacer visible no sólo
cuestiones de su subjetividad, sino que la escuela debe abrir espacios donde cualquier
biorresistencia sea expuesta, para comenzar a reparar la relación entre las juventudes y
la escuela.
Se trata de implementar acciones que denoten el interés por parte de las instituciones y
otros aspectos. Considerando que el mundo de la escuela siempre estrá caracterizado
por diversos aspectos que tienen que ver con aspectos de la realidad misma de las
juventudes. Vélez Calderon, habla de una comunidad hermenéutica, pues basándose en
diferentes teorías a cerca de su interpretación (Gadamer, Heidegger, etc.) quienes hacen
posible que dicho concepto se lleve a cabo en cualquier ámbito. La hermenéutica,
aborda cuestiones que tienen que ver con los horizontes a través de los cuales el sentido
comienza a darse forma y, consiguientemente ayuda a comprender posibilidades, entre
ellas comprender las subjetividades en diálogo con esa parte sobre la cual ejerce
resistencia.

Más aún, teniendo en cuenta que las subjetividades y la juventud en sí no forman parte
de un campo estático de desarrollo, sino que, más bien se encuentran en un dinamismo
constante respecto al cambio y las representaciones e identificacines.
Bibliografía

-Calderón Vélez, M. L. (2015). Juventudes en resistencia. Educar en una comunidad


hermenéutica. Revista Latiniamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, 13 (2),
pp 1141-1151.

-Duschatzky, S. y Corea, C. 2009. Los caminos de la subjetividad en el declive de las


instituciones. Ed. Paidos. Buenos Aires, Argentina.

-Blesa, B. 2015. Devenir del cuerpo en la sociedad de consumo.Revista Internacional


de Filosofía N°66, pp 121-133.

-Dussel, I. Abril 2009. Escuela y cultura de la imagen: los nuevos desafíos. Nómadas
(Col.) N°30, pp180.193. Bogotá, Colombia.

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