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¿Cómo dar voz a la experiencia?

Formar, enseñar y aprender


después del covid 19: El impacto socioemocional y los
traslados de identidad en alumnos/as de licenciatura en
Sociología de la Universidad Nacional Autónoma de México

Erick Alexis Rosas Linares

Universidad Nacional Autónoma de México


Facultad de Ciencias Políticas y Sociales

Sanchez Pacheco Rosa Margarita


Taller de Métodos y Técnicas Etnográficas

Lunes 5 de diciembre de 2022


Introducción

Existe una buena razón para creer que la visión es mejor desde abajo que desde las
brillantes plataformas de los poderosos.
-Donna Haraway.

¿Qué es lo que implica transitar de un modelo educativo a otro? ¿Cómo las dinámicas inertes
a estas transiciones, afectan el desempeño escolar de los y las estudiantes, pero además de
esto, cómo el cambio puede llegar a ser tan fuerte, al grado de romper con la propia
percepción de la persona, con la identidad?

En México poco se fue hablando de las emociones y los efectos psicológicos y sociales en
uno de los panoramas más críticos de la era de la modernidad. La presencia del Covid
significó en el encierro, un detonante en las dinámicas cotidianas; explayándose hasta el
ámbito más personal, el de la ansiedad, el estrés y la incertidumbre. Ante esto es conveniente
plantearse en primer lugar, ¿Por qué es importante hablar de esto? ¿Qué trascendencia tiene?

La actividad mental de las personas suele relacionarse con una serie de hechos
profundamente individuales. Es por eso que en el desarrollo del presente trabajo de
investigación, descartamos por completo esta idea, sustentando como hipótesis guía, que
dicha actividad, es un ejercicio que se mantiene constantemente fragmentado entre lo que
pensamos, vemos, sentimos y experimentamos sobre el mundo que acontece.

La pandemia de Covid 19 modificó sustancialmente todas las interacciones y relaciones


sociales que manteníamos al momento. Y desde sus inicios, esto, se fue presentado como un
hecho irregular en relación a las condiciones sociales; económicas y personales de cada
persona afectada. Para el tema de la educación, por ejemplo, el encierro forzado logró
desnudar todos los defectos de un sistema incapaz de mostrar soluciones verticales, mismas
que, en su mayoría fueron todas coordinadas por pequeños grupos de personas que lejos de
ser acciones organizadas por las instituciones correspondientes para atacar un problema
global, las respuestas siempre se pusieron en manos de los/las docentes y alumnos/as.

En ese sentido, el énfasis que puso la academía, el estado y la sociedad en general, detonó en
dirección de analizar los niveles y las condiciones socioeconómicas de los/ las estudiantes.
Bajo esta perspectiva, no dejamos de lado la importancia de este contexto. Sin embargo,
consideramos que en el proceso de aprendizaje; además de las brechas económicas y de
desigualdad que se recrudecieron a raíz de la emergencia sanitaria, existe detrás todo un
panorama multifactorial de las brechas en la educación superior a raíz de la implementación
del modelo educativo a distancia. Una de ellas, la brecha emocional.

En suma, este trabajo presenta entremezcladas distintas cuestiones que podrían resultar útiles
en tanto a la comprensión de la realidad de un estudiante de nivel superior después de la
mayor crisis económica y de salud en el mundo del siglo XXI. A través de trabajo de campo,
con ayuda del registro en la observación y con la utilización de la revisión en materiales
documentales y técnicas de investigación cualitativa productos de este trabajo como;
entrevistas de contraste planteadas a alumnos de la licenciatura en Sociología de la
Universidad Nacional Autónoma de México.

Finalmente, consideramos que ser capaces de observar las dinámicas de interacción en el


salón de clases tras la vuelta de lo virtual a presencial, nos proporciona elementos para
indagar sobre los cambios que las sociedades han experimentado y sobre cómo esto se ha ido
reconfigurando en todos sus ámbitos; desde la salud emocional, en las relaciones sociales,
sobre las transformaciones subjetivas en las personas y, en los niveles económicos desde la
perspectiva que enuncian algunos de los/las jóvenes del país.

Hemos tenido presente que la realidad que aqueja y sumergió en un estado de apocalipsis y
psicosis a cada una de las sociedades, no puede entenderse desde un solo lente. Las
dimensiones son difíciles de tejer debido a que este fenómeno ha fluctuado en niveles
distintos sobre las propias condiciones de todas las personas involucradas. Sin embargo, lo
que acontece ahora es parte de un trasfondo histórico, el análisis del contrapunto que
ignoramos es lo que aquí, buscamos rescatar. La escucha y la observación; el testimonio de
los/las alumnos/as.
Contextualización

Pensar desde las ciencias sociales implica en muchas ocasiones reconocer que para ciertos
problemas de carácter sociológico, existen aún, caminos incompletos que piden ser labrados;
discusiones que surjan para problematizar lo que denominamos realidad social.

El estudio de la sociología al incorporar un ángulo generalista de las cosas, limita la


imaginación en la investigación. La disciplina entonces, tendría que intervenir para apostar
por un enfoque distinto. Sin embargo, muchas veces, la necesidad de nutrirse exclusivamente
de bases teóricas y empíricas implica que la relación entre objeto de estudio e investigación
quede reducida solo a lo que los profesionales y clásicos de la sociología podrían ofrecernos.

No descartamos el valor de dicho planteamiento, pues, consideramos que la sociología


debería tener este equilibrio entre conocimientos teóricos y habilidades para la investigación
y su distancia con el sentido de profesionalización. Sin embargo, lograr esta transición y el
balance puede llegar a ser sumamente complicado sobre todo al momento de investigar.

Tal como hemos venido mencionando, desde la sociología atacamos tendenciosamente la


coyuntura del Covid 19, poniendo en evidencia el carácter multifactorial de las crisis
económicas, políticas, educativas y sociales. Sin embargo, es aquí en donde encuentra su
razón el planteamiento expuesto; del por qué de esta investigación.

Incorporar a las emociones como objeto de estudio en la sociología sustenta la tesis de este
trabajo: indagar, mostrar e inferir sobre un terreno que parece olvidado por las propias
ciencias sociales. Como aproximación a esta idea, retomamos el trabajo de teoría crítica de
Haraway, Donna (1991) acerca de la importancia del conocimiento situado en la
investigación.

Poner en juego el valor de la producción de conocimiento, implicaría pensar que la ciencia y


la academía podrían no sostener un sitio de enunciación atravesado por las condiciones y
circunstancias globales. Es decir, que en la academía no mantenemos un lugar extraordinario
y alejado de los problemas que existen en las sociedades, y por consecuencia, alumnos,
docentes y comunidades, asumimos un doble papel; el de observador y participante.
Donna Haraway (1991) propone el vínculo como unidad mínima de análisis. El conocimiento
situado resultaría en considerar la especificidad y la parcialidad a la hora de hacer ciencia.
Tener claridad de situar y ver desde dónde se está abordando el fenómeno observado y, por
ende, hacer ciencia desde el cuerpo.

Es por eso que, a casi ya un año de experimentar en las universidades con modelos
educativos en distintas modalidades: en línea, híbrido y presencial, incorporamos técnicas de
investigación basadas en un ejercicio de autorreflexión y observación; atendiendo a las
propuestas de las epistemologías feministas, propuestas sobre todo por Donna Haraway.
Asumimos entonces, la responsabilidad de mostrar el sentir de la comunidad estudiantil, en
contra de la constelación de datos, opiniones y generalizaciones.

Problema

Las repercusiones de la crisis de Covid 19 en la educación superior; transición a clases


presenciales y los problemas emocionales, de género, enseñanza, movilidad y sustentabilidad
de los alumnos de licenciatura en Sociología de la Universidad Nacional Autónoma de
México.

Notas metodológicas

La presente investigación tomó como principal herramienta el uso de una metodología


cualitativa. Además, este proceso se llevó a cabo con la finalidad de crear un trabajo de corte
exploratorio en donde, a través de la etnografía incorporamos un estudio de tipo descriptivo
para analizar distintos factores en las dinámicas de socialización en la educación superior en
la transición de clases virtuales a presenciales, tomando como referencia a la licenciatura en
Sociología de la UNAM.

Este análisis también incluyó la determinación de distintas fuentes bibliográficas, que, a


través de una técnica de búsqueda basada en el scoping review, las referencias fueron
seleccionadas y organizadas para nutrir y situarnos sobre un punto en el planteamiento
teórico de la investigación.
El diseño metodológico de las entrevistas se pensó para incluir un diálogo más profundo con
las personas entrevistadas, a modo de rescatar sobre todo, el impacto y las experiencias. A
nivel técnico, incluimos ciertos indicadores que posteriormente, facilitaron toda la
información recogida al momento de interpretar los testimonios. Las entrevistas se realizaron
a 3 personas.

Testimonio directo y contrapunto a la distancia

El resultado del presente trabajo de investigación es producto de una serie de hallazgos,


organizados y pensados a la par que considerados tropiezos, extraídos desde lo que incluso
podríamos llegar a pensarse como accidentales.

Tal como hemos venido planteando, a lo largo de este trabajo, la investigación encuentra su
razón al problematizar sobre qué factores son los que van condicionando a nivel educativo, el
rendimiento de algunos de los alumnos/as de la Licenciatura en Sociología, además de
replantearnos la idea de que existe, además de toda una serie de condiciones económicas que
influyen directamente en el rendimiento de los/as estudiantes, una más casi a la izquierda y
olvidada; las brechas emocionales que impiden que el regreso a las aulas sea óptimo.

Sin duda alguna el momento de la ruptura epistemológica fue fundamental para el desarrollo
del trabajo pues, no hay forma de llevar a cabo trabajo de campo en el área de la educación
con la condición de estudiante, sin encontrarse antes con un montón de ideas, juicios y
conocimientos anticipados al tema.

Sin embargo, la etnografía proporcionó una herramienta al análisis dentro de la investigación


al hacer contacto con el campo de estudio y al estar rodeado por toda la pluralidad de
experiencias enjauladas en un mismo espacio. De esta manera, asumimos que la realidad
social no es ajena al mundo subjetivo de quien la interpreta. Observar estos espacios bajo el
lente de la etnografía, contribuyo a ir dejando atrás la objetividad del análisis teórico como
validez de conocimiento empírico exclusivo en la investigación.
Hace poco, concluí el trabajo de campo que me permitió redactar estas páginas. Poco antes,
cuando necesitaba finalizar el proceso de entrevistas, presenté los avances de mi trabajo de
tesis en el marco del evento del Primer coloquio de Proyectos de Investigación de Estudiantes
de Sociología de la FCPyS. En ambos casos, fui capaz de constatar que, aun sin tener
presente el tema de este trabajo, los/las estudiantes hablaban mucho acerca del impacto
negativo que ha tenido el retorno a clases presenciales, sobre todo a nivel emocional.

Menciono este encuentro porque recuerdo esa mañana en donde conocí a Daniel con quien
platiqué unos minutos sobre su experiencia con el regreso a clases presenciales; sobre
retomar la rutina, sus dificultades económicas, emocionales y temas afines al trabajo de
investigación. Con 22 años, residente de Tláhuac y estudiante de Sociología. Daniel verso
aquel encuentro sobre cómo había cambiado tanto el entorno en su casa a raíz del encierro y
en cómo a la vuelta, este no se sentía como si fuera la misma persona. Algo definitivamente
había cambiado.

Pacte un encuentro más formal con Daniel para conversar a profundidad sobre los temas
afines al trabajo de investigación. Al preguntarle sobre cómo había cambiado su percepción a
raíz de la experiencia del confinamiento; él me respondió lo siguiente…

“Podría decirte que el encierro me llevó a una crisis; en momentos no supe qué era lo que
quería y mucho menos lo que me mantenía estable. La pandemia y sobre todo el encierro. Es
decir, tener tanto tiempo solo para pensar y replantear algunas cosas; me hicieron dudar en
algún momento sobre la identidad que poseo; no sé… mucho tiempo me sentí como perdido
y sin motivaciones, y esta sensación aumentó cuando mi vida se redujó simplemente a lo
cotidiano; y de lo cotidiano a lo digital. Durante mucho tiempo pensé en dejar la carrera; sin
embargo, creo que no tuve el coraje suficiente para decepcionar así a mí familia, porque
puedo no compartir muchas cosas con ellos, pero lo que menos quería en ese momento era
hacerles sentir mal.”

“Creo que, si tuviera que resumirlo en una frase, podría decirse que en definitiva cambie
mucho de la personalidad que tenía en el pre y pos encierro. Mi camino fue un ciego y
penoso proceso de construcción-derrumbe-construcción; con pocos derroteros estables;
(algunos con contradicciones internas): pues, si… Soy hombre, soy mexicano, pero sin un
sentido genuino de patriotismo o nacionalidad. He divagado pensando que soy un hijo
nuevo de la clase media-alta, de una familia tradicional, pero sin un sentido profundo de
esas raíces; con tendencia por las disciplinas liberales. Mi identidad ahora no concuerda con
el estándar de mi familia; pero tampoco lo veo ahora como algo fijo; pienso es un constante
devenir, con pocas y atropelladas pausas, que incomoda y altera mi realidad.” (Testimonio,
Daniel, 2022)

Desde la sociología, (Goffman, 1959) fue el primer autor que habló del self, interpretando el
concepto de “rol”, es decir que, se interesó por interpretar quién era la persona dentro de sus
diferentes roles y papeles en una sociedad. Otra perspectiva que atiende la misma razón es la
de (Castells. 2003), quien plantea la idea de identidad como la construcción de un sentido que
atiende uno o varios atributos culturales, pero que, a final de cuentas, se construye por el
individuo.

Por otro lado, Bauman (2005) planteó sobre la identidad una idea un poco más distante de lo
que implica ser una representación interna (subjetiva), coherente y estable del sí mismo, sino
más bien como la elaboración de un producto narrativo (externo), que a su vez se articula y
sitúa en escenarios cambiantes e inestables propios de la modernidad, por ello, implica una
posición activa, porque se construye en las actuaciones con herramientas culturales.

Al reflexionar sobre quiénes somos, la imaginación nos puede remontar a muchos lados y sin
apuntar a nada concreto. Llegar hasta esa dimensión en la que nos enfrentamos a nosotros
mismos, a nuestro “yo”, un sustrato biológico, familiar, educativo y social se podría repensar
como el resultado de una serie de acuerdos y desacuerdos marcados por una parte de
nosotros/as mismos, una marca indeleble que se expresa a través de momentos y
circunstancias, y que trascienden nuestros pensamientos y sentimientos. Tal fue el caso con la
reflexión del testimonio de Daniel.

Pero, en términos concretos podemos decir que los elementos mediante los cuales se
construye una identidad, son tan amplios que podrían pensarse desde la subjetividad, la vida
social y el mundo cultural. En ese sentido, delimitar nuestro planteamiento en relación al
concepto identidad, representó un reto.
Para proponer un análisis del tema, retomamos el trabajo de (Kossoy, 2009) partiendo de la
construcción de categorías de análisis para interpretar nuestros resultados en dos
dimensiones; identidad adscrita y reivindicada. Esto nos permitió partir de una estructura en
donde la base del análisis se concentra entre la identidad (adscrita) en pandemia y
(reivindicada) al reconectar las personas con la cotidianidad.

Con esta base, los últimos meses había venido haciendo trabajo de registro y observación en
distintos salones de la FCPyS. Desde un comienzo, manifesté mi interés por un grupo de
personas en donde destacaba Jimena. Alumna de sociología de 21 años. Cabello corto, ropa
arrugada, mirada seria y ojos que expresaban a primera vista una actitud despreocupada.
Siempre llegaba tarde a los salones de clase, jamás participaba en las dinámicas de esta y
pocas veces se le veía hacer notas.

La mañana del 18 de octubre me acerqué a Jimena. El encuentro quedó pactado y ocho días
después realizada la entrevista. Desde el inicio se mostró con el interés de brindarnos toda su
perspectiva en torno al tema que venimos trabajando.

Al iniciar nunca supe cómo dirigirme, qué tono usar, si ser serio, más relajado o quizá
mostrando un poco más de rigurosidad con cada una de las acciones que estaba dispuesto a
encaminar aquella ocasión.

Por primera vez en mucho tiempo, la ansiedad desbordó por todas las partes de mi cuerpo y
casi en condición de disociación en el encuentro, sobre el espacio, opté mejor por respirar, y
al iniciar, no mirarle el rostro, e incorporar un carácter serio y formal a la entrevista. Me
presente brevemente, de la misma manera introduje un panorama muy general sobre la
investigación.

He aquí, unos comentarios muy breves sobre la introducción de la investigación, mencioné,


iniciando así, una conservación marcada por la seriedad que imprimí erróneamente en mis
primeras palabras. Si te respondo con honestidad, francamente no tengo claros todos los
motivos por los cuales he decidido volver. Me respondió al instante cuando pregunté
abruptamente sobre su impresión acerca del retorno a las aulas presenciales.
Jimena vive en Xochimilco. Inicia el día despertando alrededor de las 4/ 5 de la mañana,
según el humor que mantenga para tener un poco más de orden en los esquemas del día. A
veces, más temprano para dedicarme más tiempo; es decir, arreglarme, llevar comida, salir en
camión, no andar corriendo… Pensando ahora que lo planteas, lo que extraño en particular de
tomar clases en línea, es el confort que me brindaba.

Por la forma en la que al hablar mantenía sus ojos a medio cerrar, y una mirada con cierto
tono de nostalgia. Casi en penumbras, sobre las ramas de las hojas del árbol en el que nos
alojamos a las casi 8 de la mañana. Las manos congeladas y el aliento hecho vapor, Jimena
me compartió una reflexión muy breve, logrando hacer un contraste maravilloso entre sus
experiencias en relación a los espacios virtuales y ahora “abiertos”, “presenciales” me
preguntaba yo sobre qué categoría nombrarles…

Pero me es difícil escuchar, hablar y entenderme con la mitad del cuerpo congelado. Mis
dedos no tenían ritmo y nada pude hacer ante la lentitud de estos para mover el lapicero al
momento de hacer notas. Encima, todo el ruido de las personas que se encontraban casi al
lado del jardín digital. Requería concentrarme más. Le pedí a Jimena, antes de empezar a
escucharla, que nos tomáramos un momento para ir por otra ronda de cigarros al puesto que
está en las dos entradas traseras del edificio A y B. Ella accedió, y en el camino, el encuentro
tomó un tinte más ligero. Se rompió por un instante, el carácter serio que incorporé cuando
me encontré con ella en ese árbol que mantiene una estética desalineada, pero que decora
incongruentemente el espacio que existe en el medio del jardín digital. Ambos estábamos de
acuerdo con eso.

Siempre amé que detrás de una pantalla, en la comodidad de mi cama, nadie podía tener la
menor idea de lo que había detrás, de lo que yo soy. No sabes como detesto que al verme,
cualquier persona se sienta con el derecho y la libertad de hacerse una imagen mía basándose
únicamente en mi aspecto. ¡Puta! Ahora no sabes, lo chocante que ha sido volver a recorrer
dos horas para venir a la escuela en transporte público con las sensaciones a flor de piel. Lo
castrante que ha sido cuidar mi ropa, en donde me coloco y cómo me ven los demás. Y
encima de eso, que la propia universidad no le permita a sus alumnos transitar de una
modalidad a otra, sobre todo pensando ahora en que hay muchísimas personas que se
habituaron al modelo anterior.
Estar al medio de una catarsis invisible, comenté. Fueron las palabras con las que Jimena
retomó la conversación al volver de comprar cigarros. Pobre de solemnidad. Se sentó a
recordar conmigo aquella noche en la que por… ¿Tristeza, impotencia o rebeldía? Salió a
emborracharse sobre aquella ciudad de México pandémica, a mediados del año pasado.

“Si alguien me hubiera dicho que el mundo iba a detenerse por completo durante casi dos
años, que algunas personas habrían de irse. A cuantas no hubiera besado, abrazado. Tener el
tacto adecuado con lo que se fue.” (Testimonio, Jimena, 2022)

A la luz del día en ciudad universitaria, aquel miércoles nublado, comenzó a albergar poco a
poco con pequeños destellos de sol, todos y cada uno de los rincones de las instalaciones en
la FCPyS, y aquel relato que se pronunciaba desde una acentuación particular, encabezada
por un cruce de sentimientos de nostalgia, tristeza, frustración y rabia, me dejó pensando en
las miles de historias y experiencias con matices únicos que aún no han sido explorados, en
donde existe evidencia que nos muestra el daño que la pandemia dejo no solo con
manifestación sobre los rezagos en la educación, sino también a nivel emocional en las
personas, en la identidad, el deseo y la frustración. Los límites más personales que fueron
impactados.

Finalmente, al concluir con el trabajo de campo; los resultados de las entrevistas realizadas,
se interpretaron de la siguiente manera:

A nivel cualitativo: estas son las implicaciones que existen al momento de retomar los ritmos
de vida en las aulas de manera presencial, vemos de manera conjunta, rasgos entremezclados
que de manera directa/indirecta, afectaron a los/las estudiantes de sociología en su
desempeño:

Factor socioeconómico: los cuales son identificados por bajos ingresos y/o falta de apoyo
económico en el núcleo familiar.

Factor personal: comprenden aspectos motivacionales, emocionales, desadaptación e


insatisfacción de expectativas. (Proyecciones de la vida universitaria y reformulación de la
identidad)
Factor psicológico: el cual se refiere a las herramientas que tienen los/las alumnos para
enfrentarse y adaptarse a las situaciones que se les presentan en el área educativa. (Un área en
donde la realidad fue que no todas las personas se adaptarón al cambio)

Factor académico: sobre el desempeño en las asignaturas, como: el tiempo que se dedica a las
actividades, la pérdida del semestre, pérdida de asignaturas, insatisfacción con la planeación
del programa académico en una institución educativa, insatisfacción por la forma de llevar
una clase por parte del docente.

Factores institucionales: factores que tienen que ver con las posibilidades y oportunidades
que una institución educativa ofrece para que estudiantes puedan continuar, iniciar o reanudar
sus estudios. (Lo que ofrece la institución)

Factor pedagógico: condiciones de rezago, bajo nivel en el aprendizaje, falta de motivación o


interés, discriminación y problemas de conducta.

Factor familiar: que identificamos por la desintegración familiar o por un núcleo familiar por
problemas de salud, discapacidades y muertes.

La síntesis general de las entrevistas fue la siguiente:

Daniel Villegas León

Edad: 22

Género: Masculino

Semestre: 7

Carrera: Sociología
Conclusiones:

La digitalización de los espacios educativos no fue exitosa en el caso de Daniel. Consideró la


posibilidad de abandonar la carrera.

Manifestó niveles de desplazamiento en la concentración y la energía de las actividades


escolares, a las actividades de cuidado durante la pandemia (cuidado de su hermana).
Presentó disminución de desempeño y compromiso con las actividades académicas.

Emociones predominantes respecto a las clases en línea:

· Estrés

· Aburrimiento

· Tristeza

· Monotonía

Por otra parte, la reincorporación a los espacios académicos fue para Daniel un proceso de
adaptación y reconciliación con su propio gusto a la carrera, profesores y compañeros/as.
Manifestó una mejora en la concentración pero una disminución considerable en los niveles
de energía y estrés; aún mayores a los experimentados durante la pandemia.

Jimena Muñoz Sanchez

Edad: 21

Género: Femenino

Semestre: 5

Carrera: Sociología
Conclusiones:

La digitalización de los espacios educativos para Jimena se mantuvo hasta cierto punto como
una relación desproporcionada. Por una parte, expresó que mantenerse encerrada ayudó a que
sus niveles de concentración beneficiaran directamente sus estudios, sin embargo, esto mismo
detonó que comenzará a presentar las siguientes emociones:

· Soledad

· Estrés

· Tristeza

· Aburrimiento

· Frustración

· Cambios de humor bruscos

· Ansiedad

La vuelta a clases presenciales representó enfrentarse con toda la pérdida de habilidades


sociales extraviadas en el confinamiento, además de volver a habitar los espacios públicos
desde una pugna con su forma de expresarse a través de la ropa y el cuerpo, en contra de los
juicios y violencias emitidas por las personas en la cdmx, en su mayoría hombres.

Presentó nuevamente todas las emociones que identificó durante el confinamiento y su


desempeño en clases presenciales fue a la baja. Abandono tres materias del semestre por su
inconformidad en relación a la pedagogía del docente. Jimena argumenta que era frustrante
viajar dos horas para llegar al salón de clases y ver al profesor/a sentado con un power point y
las luces apagadas o a sus compañeros/as hablando las dos horas de la sesión.
Jimena propone que el docente dirija la sesión y va en contra de la enseñanza en forma de
seminario. Para ella, las cosas tienen mayor sentido y les agarra más gusto cuando las
relaciona con su propio contexto. Le gusta aprender observando a los/las demás.

Guillermo Ruiz

Edad: 22

Género: Masculino

Semestre: 7

Carrera: Sociología

Conclusiones:

Guillermo indicó que existió un dominio emocional en la personalidad que se gestó durante la
pandemia; que incorporó en las lógicas de la universidad una sensación de desinterés como
respuesta al primer acercamiento con el autodescubrimiento escaso que tuvo en etapas
previas a la universidad. Posteriormente, señaló que a través de los espacios y/o composición
familiar, algunas de las decisiones personales fueron orientadas sobre este panorama.

La digitalización de los espacios educativos para Guillermo fue en primera instancia un


contacto con un nivel reprimido de rebeldía. Sin embargo, al retomar las rutinas en
presencial, se enfocó principalmente en deshacerse de esta actitud y en armonizar con su
concentración y compromiso. Durante este semestre se planteó abandonar la carrera o por lo
menos suspenderla un rato. Dejó en el camino dos materias de carácter obligatorio en el plan
de estudios en Sociología, argumentando que estaba inconforme con que los/las alumnos
expusieran sus temas de investigación durante todo el semestre sin la intervención del
docente. Para Guillermo fue frustrante tener que escuchar a sus compañeros las dos horas de
la sesión y ver que había clases en donde no había docente más que el equipo de adjuntos/as.
Este semestre experimento las siguientes emociones:

· Aburrimiento

· Desconcentración

· Tristeza

· Cansancio

· Frustración

Conclusiones

A lo largo de este trabajo presentamos un recorrido a nivel descriptivo; desde la escucha y la


ayuda de técnicas etnográficas para conocer de qué manera se han adaptado al modelo
educativo presencial durante el semestre 2022 y la implicación que esto ha tenido en el estado
mental de los y las estudiantes de licenciatura en Sociología.

Bajo este panorama, este estudio destacó los principales malestares en las dinámicas de
enseñanza, así como la influencia de la contingencia de Covid 19 en la estabilidad emocional
de la comunidad. La interpretación de los resultados del estudio mostraron cómo a raíz de la
emergencia sanitaria y posteriormente al reconectar con los espacios educativos de manera
presencial, estudiantes se han ubicado en una zona de autodescubrimiento, duda y
experimentación con malestares psicológicos en donde destacan el estrés, la ansiedad, el
aburrimiento y la inseguridad.

Además, bajo este rubro se subraya cómo estudiantes experimentaron, desde una transición
que ha representado un replanteamiento de su propia percepción e interpretación tanto del
mundo externo como el interno; una duda en relación a la identidad. Sin embargo, además de
la brecha emocional que defendimos a lo largo del trabajo, reconocemos que existe un
malestar asociado con la identidad de género, la distribución de roles y cuidados que se
potencializaron a raíz de estas dos coyunturas: en el confinamiento y en la transición a los
espacios.

Ahora bien, consideramos que este espacio es óptimo para abrir una línea de interrogantes en
cuestión al análisis presentado. Si bien, se mostró con los casos presentados que la vuelta a
clases presenciales ha padecido de tacto, ingenio y entusiasmo por parte de la comunidad
estudiantil y docente ¿Cuáles son los retos para la enseñanza de una carrera que implica
contacto con la realidad, pero que por el contrario, parece limitarla y reducirla a la teoría?

A pesar de que este estudio se concentrará en la voz y en las emociones de la comunidad


estudiantil, consideramos que es importante abrir una línea de investigación con relación a los
y las docentes. Entrar en sintonía. Pues, con esta serie de testimonios se concluye la exigencia
de una sociología verdaderamente indisciplinada, pero nos preguntamos… ¿Cómo conectar,
innovar y adaptarse a los cambios de la comunidad estudiantil?
Referencias

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Giddens, A. (2002). Modernidade e identidades. Jorge Zahar

Guber, Rosana. El trabajo de campo: un marco reflexivo para la interpretación de las

técnicas. En: La etnografía. Método Campo y Reflexividad, Siglo XXI, Buenos Aires, 2011.

Geertz, Clifford. Juego Profundo: notas sobre la riña de gallos en Bali. En: La interpretación

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Vela Peón, Fortino. Un acto metodológico básico de la investigación social: La entrevista

cualitativa. En: Tarrés María Luisa, Observar, escuchar y comprender, Ed. Porrúa-Flacso,

México, 2001.
Transcripción de anexo de las entrevistas

Daniel

Introducción a la investigación y presentación

La siguiente entrevista corresponde a un proyecto de investigación desarrollado en el Taller


de Métodos y Técnicas Documentales con el objetivo de identificar maneras en que la
pandemia, el encierro, las clases virtuales y la transición de modelos educativos (virtual,
presencial, híbrido) han impactado en la comunidad estudiantil. El tiempo que dediques a este
proyecto será muy provechoso para nuestra investigación y agradeceremos toda tu
participación.

Apartado 1. Datos de confidencialidad

Se preguntará lo siguiente; ¿Podemos reportar la entrevista de manera abierta? De lo


contrario, la propuesta de código de confidencialidad sería en “Informante clave: estudiante
universitaria/o de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Lo primero que me gustaría preguntarte sería ¿cómo se vivieron los primeros 2 años de
encierro por la pandemia? y si a raíz de esto consideras que cambió tu perspectiva de
identidad individual y colectiva.

Podría decirte que el encierro me llevó a una crisis; en momentos no supe qué era lo que
quería y mucho menos lo que me mantenía estable. La pandemia y sobre todo con el encierro.
Es decir, tener tanto tiempo solo para pensar y replantear algunas cosas; me hicieron dudar en
algún momento sobre la identidad que poseo; no sé… mucho tiempo me sentí como perdido
y sin motivaciones, y esta sensación aumentó cuando mi vida se redujó simplemente a lo
cotidiano; y de lo cotidiano a lo digital. Durante mucho tiempo pensé en dejar la carrera; sin
embargo, creo que no tuve el coraje suficiente para decepcionar así a mí familia, porque
puedo no compartir muchas cosas con ellos, pero lo que menos quería en ese momento era

hacerles sentir mal. Creo que, si tuviera que resumirlo en una frase, podría decirse que en
definitiva cambie mucho de la personalidad que tenía en el pre y pos encierro. Mi camino fue
un ciego y penoso proceso de construcción-derrumbe-construcción; con pocos derroteros
estables; (algunos con contradicciones internas): pues, si… Soy hombre, soy mexicano, pero
sin un sentido genuino de patriotismo o nacionalidad. He divagado pensando que soy un hijo
nuevo de la clase media-alta, de una familia tradicional, pero sin un sentido profundo de
esas raíces; con tendencia por las disciplinas liberales. Mi identidad ahora no concuerda con
el estándar de mi familia; pero tampoco lo veo ahora como algo fijo; pienso es un constante
devenir, con pocas y atropelladas pausas, que incomoda y altera mi realidad

(Dimensión económica)

1. ¿Trabajabas antes de la pandemia? ¿Trabajas ahora? Trabajo ahora, en la pandemia


No.
2. ¿Alguna persona de tu familia perdió el empleo durante la pandemia? No, nadie.
3. ¿Cómo crees que tu situación económica afectó tu vida escolar? Creo que en ningún
aspecto.
4. ¿Consideras que es una ventaja/ desventaja estudiar en línea? ¿Por qué? Tiene sus
pros y sus contras. De estar en línea rescataría la comodidad y el sentido de empatía
que genera la comunidad, sabes… era mucho más fácil exponer, participar y hasta
presentar exámenes. De lo presencial no me gusta que muchos profes retoman el
modelo tradicional que dejamos estancado antes de la pandemia. Percibo que hay
mucho aburrimiento en las clases y a la par, esto termina causando cierta
desmotivación…
5. ¿Consideras que es una ventaja/ desventaja estudiar en presencial? ¿Por qué? Pues no,
al menos de mi parte no, no le vería tanta desventaja porque me gusta tener más
contacto humano.
6. ¿Cómo fue tu experiencia durante el semestre híbrido? Mala, perdí muchas materias
por ese caos que generó estar transladandome de mi casa a la facultad para tomar una
u otra materia en línea o presencial. Fue lo peor que pudo hacer la dirección,
solamente nos complicaron la existencia.
7. ¿Consideras mayor, igual o menor, el compromiso y empeño que has tenido con tus
clases virtuales, respecto al desempeño que tenías en clases presenciales? Yo creo

que me fue mejor en línea. Estar devuelta en presencial… a veces ni me lo creo, no sé cómo
y en que tan poco tiempo pude avanzar tanto…

8. ¿Antes de la pandemia cuidabas a alguien? ¿Tuviste que empezar a cuidar a alguien a


raíz de la pandemia? ¿Cómo se ha mantenido esa labor a partir del retorno a las aulas?
Sí, cuidaba a mi hermana y ahora al retomar las actividades “normales” no ha
cambiado mucho pues seguimos estando en casa juntos en el mismo horario, solo se
complicó cuando estaba en el rollo del modelo híbrido, ahí si fue verdaderamente
complicado porque tenía organizado mi horario de manera mixta.

Bloque 3. Salud Física:

9. A lo largo de la pandemia, ¿te has contagiado por COVID? En caso de afirmar,


preguntar sobre cómo fue la experiencia en clases virtuales/ presenciales. No.
10. Familiares o amigos cercanos, en tu entorno inmediato, ¿se han contagiado por
COVID? ¿Consideras que eso afecta en tu rendimiento académico? ¿Por qué? Pues…
solo mi abuelo se contagió por ahí de noviembre del año pasado, pero directamente no
influyó en mi desempeño académico pues es un pariente en teoría no tan cercano.

Bloque 3.1: Salud emocional.

11. ¿Consideras que el encierro afectó tu estado emocional de manera positiva o


negativa? Yo diría que fue una mezcla de ambas.

12. ¿Se han generado cambios en las relaciones familiares al interior de tu casa? ¿Cuáles?
No. Bueno, mis papás se separaron pero realmente no me puse a pensar si fue por la
pandemia. Y el hecho de que no estén juntos, no influyó en las dinámicas que
teníamos en mi casa. No tanto, al menos…

13. ¿Consideras que la pandemia ocasionó falta de ánimo, sentiste más o menos ganas de
estudiar? Sí, me sentí desmotivado y hasta cierto punto cansado y un poco triste.
14. ¿Cómo ha cambiado tu rutina diaria a partir del retorno a clases presenciales, creerías
que te pego de forma positiva o negativa? El cambio fue abrupto. Perdí la comodidad
del traslado y… pues me gusta estar en la facultad, con la excepción de varias clases a
las que preferiría mejor estar de vuelta en presencial pues considero que no vale la
pena estar ahí a las 7 de la mañana para ni siquiera escuchar la voz del profesor.

15. ¿Cuáles han sido las formas con las cuales has enfrentado el regreso a clases? Con
emoción pero poco tiempo después con cansancio… duda, ansiedad, un malestar que
no sabría identificar muy bien.

16. ¿Has considerado buscar cambiar de modalidad o darte de baja un tiempo de la


universidad? Sí.

Bloque 4: Educación

17. En tu caso particular, ¿funcionó de manera eficiente la digitalización que hubo de la


educación en tiempo de pandemia? No.

18. ¿Consideras mayor, igual o menor, el compromiso y empeño que has tenido con tus
clases virtuales, respecto al desempeño que tienes ahora en clases presenciales?
Habría que hacer un balance, pero diría que me he mantenido estable, intentando
reconciliarme con la carrera.

19. ¿Consideras que la UNAM implementó las mejores acciones para llevar a cabo la
digitalización de la educación, en el entendido de lo que esta pandemia ha planteado y
condicionado? ¿Por qué? Yo creería que no porque en ningún momento se
contemplaron las necesidades de la comunidad

20. ¿Cómo te sientes con los ajustes de clases virtuales a presenciales debido a la
contingencia sanitaria de Covid-19? Pues, es como te decía, me gusta estar en la
facultad, pero sí creo que hay una serie de deficiencias en el modelo educativo
“tradicional”... lo que percibo es que no nos atrapa y a mi en lo particular me resulta

muy aburrido. A veces era más fácil y estimulante no leer para las clases, buscarte
algún pretexto para no responder jaja, y acá no se puede hacer eso.

21. ¿Te gustaría que se estructurara una modalidad educativa que contemplase lo
presencial y lo virtual, convirtiéndolo en un sistema híbrido funcional? Si.

Jimena

Apartado 1. Datos de confidencialidad

Se preguntará lo siguiente; ¿Podemos reportar la entrevista de manera abierta? De lo


contrario, la propuesta de código de confidencialidad sería en “Informante clave: estudiante
universitaria/o de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Lo primero que me gustaría preguntarte sería ¿cómo se vivieron los primeros 2 años de
encierro por la pandemia? y si a raíz de esto consideras que cambió tu perspectiva de
identidad individual y colectiva.

Ha sido una experiencia bastante dura; debido a que la universidad siempre ha


representado un escape para mí. De todo lo que es inestable a mi alrededor, la
universidad ha representado lo único o de lo poco estable en mi vida.
Para empezar, me costó bastante entrar. En la transición de preparatoria a universidad,
venía de estudiar en la ULA. Pero de una estancia en la secundaria tan reducida en
cuestión de espacios y personas, entró a esta preparatoria con muchos más olores,
colores y sabores que me llevaron a experimentar otras sensaciones, y mi primer
contacto con la rebeldía y el autodescubrimiento...

Llego a mi último año totalmente desorientada, sin la menor idea de lo que quería
estudiar. Comienzo a experimentar una crisis de identidad que posteriormente se
empieza a potencializar en mi etapa dentro de la facultad de economía. Mi sensación
se acrecentó en la lógica de no saber quién soy... Me había moldeado tanto a lo que
los otros esperan, que yo no sabía quién era. No me sentía original, ni me sentía
genuina, y esto lo vi reflejado al darme cuenta de que era incapaz de no saber que era
lo que quería estudiar en la universidad.
Posteriormente, decido estudiar economía por la expareja de mi mamá. Como en ese
momento yo quería saber tantas cosas… de historia, matemáticas, etc, ingreso, y para
nada resulta lo que yo espero. La frustración que sentía era muy fuerte, incluso si me
dejas comparar a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales con la de Economía…
pues de cajón déjame decirte que llevaba 8 materias, nada de que 6, y entre todas esas
materias había teorías, números y bueno… no todo lo padecí, de allí rescato muchas
cosas chidas; por ejemplo, mi amor a Carlos Marx, del cual nace mi primer contacto y
amor por la sociología.

Sin embargo, en una crisis de ¡ya no puedo más! De no saber qué estaba haciendo,
Decido tomar el teléfono y comunicarles a mis progenitores… “saben que, no más”.
Al principio me costó un poco, y me costó mucho entrar de nuevo a la universidad,
imaginate… pero si, si ya lo había hecho una vez, dije “pues total, si el desgaste me la llevé
yo estudiando, ¿Por qué no hacerlo de nuevo?”

Es así como empiezo con este descubrimiento de la sociología; voy de oyente a


algunas clases, conozco uno que otro profesor y sobre todo el ambiente entre
facultades que sentía bien diferente.

Entonces, entró a la facultad de Ciencias Políticas y Sociales con un montón de


expectativas sobre la carrera, sobre todo por esto que te comento; acerca de mi
relación con la escuela y el carácter de representación en mi vida, sobre lo único
estable que poseo. Ahora, me doy cuenta de que lo que me dió el encierro, es
saber que lo único estable que tenia ya no es… pues no es lo mismo la virtualidad, no
tiene sentido y ya no tenía ganas de estar leyendo y escribiendo, que eran las cosas
que más me llamaban hacer. También el hecho de estar encerrada en una casa en
donde no me sentía nada cómoda, los mandatos de género estaban muy presentes…
teniendo que rendir cuentas a las personas con las que vivía de: ¿A dónde vas y a qué

hora regresas? o ¡No salgas porque es muy peligroso!


Entonces… El encierro lo viví como un duelo. Un pseudo duelo porque a raíz de esta
experiencia, llegue a habitar la presencialidad con otra perspectiva de las cosas; una más
amplia…

(Dimensión económica)

1. ¿Trabajabas antes de la pandemia? ¿Trabajas ahora? No.


2. ¿Alguna persona de tu familia perdió el empleo durante la pandemia? Sí, mi abuelo
materno.
3. ¿Cómo crees que tu situación económica afectó tu vida escolar? Mmm, pues yo diría
que en lo emocional. Fue muy difícil concentrarme, estar al tanto de la escuela
mientras el mundo se acababa literalmente.
4. ¿Consideras que es una ventaja/ desventaja estudiar en línea? ¿Por qué? Es una
ventaja pero también una desventaja porque se pierden y se ganan muchas cosas, no
lo tendría muy claro…
5. ¿Consideras que es una ventaja/ desventaja estudiar en presencial? ¿Por qué? Yo
rescataría esto por la parte de habitar los espacios, estar ahora en la biblioteca de la
facultad ¡que ya por fin abrieron!... comprar un café, ver a mis amistades, salir, correr,
ir a fiestas, tomar, bailar, reír…
6. ¿Cómo fue tu experiencia durante el semestre híbrido? Mmm, muy mala. A veces
venía a la facultad con mi compu corriendo el riesgo de que me la robaran en el
transporte público.
7. ¿Consideras mayor, igual o menor, el compromiso y empeño que has tenido con tus
clases virtuales, respecto al desempeño que tenías en clases presenciales? Menor.
8. ¿Antes de la pandemia cuidabas a alguien? ¿Has tenido que empezar a cuidar a
alguien a raíz de la pandemia? ¿Cómo se ha mantenido esa labor a partir del retorno a
las aulas? No.

Bloque 3. Salud Física:


9. A lo largo de la pandemia, ¿te has contagiado por COVID? En caso de afirmar,
preguntar sobre cómo fue la experiencia en clases virtuales/ presenciales. Yo si, una
10.

vez y fue terrible, lo bueno fue que muches profes se solidarizaron y me dieron
chance de entregar mis ensayos.
11. Familiares o amigos cercanos, en tu entorno inmediato, ¿se han contagiado por
COVID? ¿Consideras que eso afecta en tu rendimiento académico? ¿Por qué? Pues,
es como te conté… Cuando se murieron mis tíos, en lo último que pensé fue en seguir
estudiando. Claro que afectó mucho mi desempeño.

Bloque 3.1: Salud emocional.

12. ¿Consideras que el encierro afectó tu estado emocional de manera positiva o


negativa? Negativa

13. ¿Se han generado cambios en las relaciones familiares al interior de tu casa? ¿Cuáles?
No. Ninguna creo yo…

14. ¿Consideras que la pandemia ocasionó falta de ánimo, sentiste más o menos ganas de
estudiar? Sí, sobre todo mucha tristeza, coraje y frustración.
15. ¿Cómo ha cambiado tu rutina diaria a partir del retorno a clases presenciales, creerías
que te pego de forma positiva o negativa? Mmm, no, hacía ningún lado, ni positiva ni
negativa, y el cambio pues es innegable.
16. ¿Cuáles han sido las formas con las cuales has enfrentado el regreso a clases? Con
ansiedad y mucha incertidumbre.
17. ¿Has considerado buscar cambiar de modalidad o darte de baja un tiempo de la
universidad? Sí.

Bloque 4: Educación

18. En tu caso particular, ¿funcionó de manera eficiente la digitalización que hubo de la


educación en tiempo de pandemia? En algún momento sí
19. ¿Consideras mayor, igual o menor, el compromiso y empeño que has tenido con tus
clases virtuales, respecto al desempeño que tienes ahora en clases presenciales?
Menor.

20. ¿Consideras que la UNAM implementó las mejores acciones para llevar a cabo la
digitalización de la educación, en el entendido de lo que esta pandemia ha planteado y
condicionado? ¿Por qué? No. Fueron decisiones tomadas entre pares.
21. ¿Consideras que el protocolo de regreso a clases presenciales elaborado por la UNAM
fue el óptimo para volver a las aulas? ¿Por qué? Para nada. Lo sigo viendo como un
tema de actuar por actuar, evidente es poner de ejemplo el caso de nuestra facultad…

22. ¿Cómo te sientes con los ajustes de clases virtuales a presenciales debido a la
contingencia sanitaria de Covid-19? La mayor parte del tiempo, insegura y
replanteandome cosas.

23. ¿Te gustaría que se estructurara una modalidad educativa que contemplase lo
presencial y lo virtual, convirtiéndolo en un sistema híbrido funcional? Sí

Guillermo

Apartado 1. Datos de confidencialidad

Se preguntará lo siguiente; ¿Podemos reportar la entrevista de manera abierta? De lo


contrario, la propuesta de código de confidencialidad sería en “Informante clave: estudiante
universitaria/o de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Bloque 2. Economía: Empleo/Desempleo

Lo primero que me gustaría preguntarte sería ¿cómo se vivieron los primeros 2 años de
encierro por la pandemia en tu familia?
A lo largo de este tiempo he aprendido que cada momento llega a transformarnos, como
personas y como conjunto de las mismas. He observado que muchas cosas tomaron un cauce

distinto que el encierro trajo consigo al igual que al momento de reconectar. Escuelas y
trabajos en modelo híbrido, la eliminación del programa de escuelas de tiempo completo, el
estudio en línea y el trabajo a la vez, el (re)acomodo familiar situacional de cada persona que
conlleva a un conflicto y (des)ajuste, la pérdida de lazos y de la cotidianeidad... Y, con todo

ello, que implica exterioridad y muchas veces, se sale de nuestro control, la decisión de cómo
interiorizar todo lo que acontece, de qué manera vivirlo y cómo (re)ajustar emociones,
pensares, zonas de confort, áreas de escape, vínculos consigo y con lxs demás, es
responsabilidad nuestra.

He aprendido a apreciar los espacios y a las personas. Siempre he sido una persona que busca
los espacios públicos por naturaleza. Me gusta el aire libre, el sol, caminar o andar en bici. El
encierro me afectó en ese sentido porque perdí mi espacio de escape y apreciación. Tener que
acoplarme a estar encerrado fue difícil y trajo mucho movimiento, he vivido cambios de
espacios, de pensamientos e ideas constantes.

Las personas que me han acompañado (de manera virtual y en presencial), me han enseñado
muchas cosas que he podido interiorizar, al igual que las personas que dejé de frecuentar. Así
como yo estaba viviendo procesos, todas las personas también. Empecé a apreciar el tiempo
de los demás, sus pensares, sentires y creo que me permitió ser más empática. También hubo
muchos roces familiares que han sido transicionales y que de alguna manera, me han
permitido poner límites, observar cuestiones que salen de mi control pero que me
afectan(aban), cuestionar mis reacciones y sentires, en ese sentido, mucha introspección.

Ahora estoy mucho en desacuerdo con los sentimientos y pensamientos de Guillermo en la


pandemia. La calle que sentía “dominar”, ahora la noto más grande, ruidosa y peligrosa.
Retomar los espacios públicos ha sido un proceso que aún no siento haber consolidado. Los
espacios públicos sin duda están diseñados para los autos y para los hombres.

A nivel más personal, me identifico con lo que soy ahora. Tengo esta autoexigencia de
productividad y el estar haciendo constate. El que todo se torne lento y demande estar en el
presente atendiendo cosas inmediatas, como la salud física y mental; resulta un cuestionar de
dónde viene todo esto.

Esta transición no ha terminado, debemos ser pacientes con nosotros y con los demás…

(Dimensión económica)

1. ¿Trabajabas antes de la pandemia? ¿Trabajas ahora? Sí, en los dos contextos.


2. ¿Alguna persona de tu familia perdió el empleo durante la pandemia? Sí.
3. ¿Cómo crees que tu situación económica afectó tu vida escolar? En todos los
aspectos.
4. ¿Consideras que es una ventaja/ desventaja estudiar en línea? ¿Por qué? Considero en
muchos aspectos que es una ventaja, sobre todo porque te ahorra mucho tiempo y
puedes hacer más cosas. Yo ahora me la vivo saltando de la escuela al trabajo y del
trabajo a mí casa.
5. ¿Consideras que es una ventaja/ desventaja estudiar en presencial? ¿Por qué? Hasta
cierto punto pienso que es una desventaja por lo que te platico…
6. ¿Cómo fue tu experiencia durante el semestre híbrido? Un caos. Incluso tuve que
tomar decisiones y suspender por un momento mi actividad laboral.
7. ¿Consideras mayor, igual o menor, el compromiso y empeño que has tenido con tus
clases virtuales, respecto al desempeño que tenías en clases presenciales? Igual
8. ¿Antes de la pandemia cuidabas a alguien? ¿Has tenido que empezar a cuidar a
alguien a raíz de la pandemia? ¿Cómo se ha mantenido esa labor a partir del retorno a
las aulas? No.

Bloque 3. Salud Física:

9. A lo largo de la pandemia, ¿te has contagiado por COVID? En caso de afirmar,


preguntar sobre cómo fue la experiencia en clases virtuales/ presenciales. Sí me
enferme pero por suerte estaba ya vacunado y eso provocó que la enfermedad me
diera como una gripe.
10. Familiares o amigos cercanos, en tu entorno inmediato, ¿se han contagiado por
COVID? ¿Consideras que eso afecta en tu rendimiento académico? ¿Por qué? Solo
mis papas y pues si, eso me pego a nivel emocional y en cierta medida si afecto mi
desempeño.

Bloque 3.1: Salud emocional.

11. ¿Consideras que el encierro afectó tu estado emocional de manera positiva o


negativa? Negativa

12. ¿Se han generado cambios en las relaciones familiares al interior de tu casa? ¿Cuáles?
No.

13. ¿Consideras que la pandemia ocasionó falta de ánimo, sentiste más o menos ganas de
estudiar? Sí, mi motivación descendió
14. ¿Cómo ha cambiado tu rutina diaria a partir del retorno a clases presenciales, creerías
que te pego de forma positiva o negativa? Positiva al inicio porque ya podía salir y
extrañaba muchas cosas, negativa al momento de que esto se hiciera una rutina
nuevamente y se me complicara la vida por ejemplo andando en la bici por la ciudad y
encontrando espacios incluso para comer y sobre todo para distraerme de algo que no
sea la escuela-casa–trabajo.
15. ¿Cuáles han sido las formas con las cuales has enfrentado el regreso a clases? Mucho
cansancio, a veces cierta inconformidad con las clases; aburrimiento, estrés…
desconcentración.
16. ¿Has considerado buscar cambiar de modalidad o darte de baja un tiempo de la
universidad? Si.

Bloque 4: Educación

17. En tu caso particular, ¿funcionó de manera eficiente la digitalización que hubo de la


educación en tiempo de pandemia? No

18. ¿Consideras mayor, igual o menor, el compromiso y empeño que has tenido con tus
clases virtuales, respecto al desempeño que tienes ahora en clases presenciales? Igual
con tendencias a empeorar
19. ¿Consideras que la UNAM implementó las mejores acciones para llevar a cabo la
digitalización de la educación, en el entendido de lo que esta pandemia ha planteado y

condicionado? ¿Por qué? No, me parece que ni siquiera fueron capaces de voltear a
ver cuales eran las condiciones y contextos de les estudiantes.

20. ¿Consideras que el protocolo de regreso a clases presenciales elaborado por la UNAM
fue el óptimo para volver a las aulas? ¿Por qué? No el óptimo pero sí el necesario para
volver creería yo.

21. ¿Cómo te sientes con los ajustes de clases virtuales a presenciales debido a la
contingencia sanitaria de Covid-19? Inconforme, tengo clases en donde literalmente
lo único que hacemos es ir a escuchar los proyectos de investigación de los demás.
Ok, entiendo la propuesta, pero cuando el grupo es activo. La mitad de estas personas
se les ve en la cara que andan fuera de sí. Y no hay respuesta del profe ante esta
situación, continúa con la misma dinámica. Sin retribución ni capacidad para poder
construir en colectivo. Estas clases se tornan en una dinámica de responder sí y no. Y
ahora que lo pienso, quizá si estuviera en virtualidad si las habría terminado porque
allá era mucho más fácil sacar una materia así.

22. ¿Te gustaría que se estructurara una modalidad educativa que contemplase lo
presencial y lo virtual, convirtiéndolo en un sistema híbrido funcional? Sí, podría
funcionar…

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