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Existe una buena razón para creer que la visión es mejor desde abajo que desde las
brillantes plataformas de los poderosos.
-Donna Haraway.
¿Qué es lo que implica transitar de un modelo educativo a otro? ¿Cómo las dinámicas inertes
a estas transiciones, afectan el desempeño escolar de los y las estudiantes, pero además de
esto, cómo el cambio puede llegar a ser tan fuerte, al grado de romper con la propia
percepción de la persona, con la identidad?
En México poco se fue hablando de las emociones y los efectos psicológicos y sociales en
uno de los panoramas más críticos de la era de la modernidad. La presencia del Covid
significó en el encierro, un detonante en las dinámicas cotidianas; explayándose hasta el
ámbito más personal, el de la ansiedad, el estrés y la incertidumbre. Ante esto es conveniente
plantearse en primer lugar, ¿Por qué es importante hablar de esto? ¿Qué trascendencia tiene?
La actividad mental de las personas suele relacionarse con una serie de hechos
profundamente individuales. Es por eso que en el desarrollo del presente trabajo de
investigación, descartamos por completo esta idea, sustentando como hipótesis guía, que
dicha actividad, es un ejercicio que se mantiene constantemente fragmentado entre lo que
pensamos, vemos, sentimos y experimentamos sobre el mundo que acontece.
En ese sentido, el énfasis que puso la academía, el estado y la sociedad en general, detonó en
dirección de analizar los niveles y las condiciones socioeconómicas de los/ las estudiantes.
Bajo esta perspectiva, no dejamos de lado la importancia de este contexto. Sin embargo,
consideramos que en el proceso de aprendizaje; además de las brechas económicas y de
desigualdad que se recrudecieron a raíz de la emergencia sanitaria, existe detrás todo un
panorama multifactorial de las brechas en la educación superior a raíz de la implementación
del modelo educativo a distancia. Una de ellas, la brecha emocional.
En suma, este trabajo presenta entremezcladas distintas cuestiones que podrían resultar útiles
en tanto a la comprensión de la realidad de un estudiante de nivel superior después de la
mayor crisis económica y de salud en el mundo del siglo XXI. A través de trabajo de campo,
con ayuda del registro en la observación y con la utilización de la revisión en materiales
documentales y técnicas de investigación cualitativa productos de este trabajo como;
entrevistas de contraste planteadas a alumnos de la licenciatura en Sociología de la
Universidad Nacional Autónoma de México.
Hemos tenido presente que la realidad que aqueja y sumergió en un estado de apocalipsis y
psicosis a cada una de las sociedades, no puede entenderse desde un solo lente. Las
dimensiones son difíciles de tejer debido a que este fenómeno ha fluctuado en niveles
distintos sobre las propias condiciones de todas las personas involucradas. Sin embargo, lo
que acontece ahora es parte de un trasfondo histórico, el análisis del contrapunto que
ignoramos es lo que aquí, buscamos rescatar. La escucha y la observación; el testimonio de
los/las alumnos/as.
Contextualización
Pensar desde las ciencias sociales implica en muchas ocasiones reconocer que para ciertos
problemas de carácter sociológico, existen aún, caminos incompletos que piden ser labrados;
discusiones que surjan para problematizar lo que denominamos realidad social.
Incorporar a las emociones como objeto de estudio en la sociología sustenta la tesis de este
trabajo: indagar, mostrar e inferir sobre un terreno que parece olvidado por las propias
ciencias sociales. Como aproximación a esta idea, retomamos el trabajo de teoría crítica de
Haraway, Donna (1991) acerca de la importancia del conocimiento situado en la
investigación.
Es por eso que, a casi ya un año de experimentar en las universidades con modelos
educativos en distintas modalidades: en línea, híbrido y presencial, incorporamos técnicas de
investigación basadas en un ejercicio de autorreflexión y observación; atendiendo a las
propuestas de las epistemologías feministas, propuestas sobre todo por Donna Haraway.
Asumimos entonces, la responsabilidad de mostrar el sentir de la comunidad estudiantil, en
contra de la constelación de datos, opiniones y generalizaciones.
Problema
Notas metodológicas
Tal como hemos venido planteando, a lo largo de este trabajo, la investigación encuentra su
razón al problematizar sobre qué factores son los que van condicionando a nivel educativo, el
rendimiento de algunos de los alumnos/as de la Licenciatura en Sociología, además de
replantearnos la idea de que existe, además de toda una serie de condiciones económicas que
influyen directamente en el rendimiento de los/as estudiantes, una más casi a la izquierda y
olvidada; las brechas emocionales que impiden que el regreso a las aulas sea óptimo.
Sin duda alguna el momento de la ruptura epistemológica fue fundamental para el desarrollo
del trabajo pues, no hay forma de llevar a cabo trabajo de campo en el área de la educación
con la condición de estudiante, sin encontrarse antes con un montón de ideas, juicios y
conocimientos anticipados al tema.
Menciono este encuentro porque recuerdo esa mañana en donde conocí a Daniel con quien
platiqué unos minutos sobre su experiencia con el regreso a clases presenciales; sobre
retomar la rutina, sus dificultades económicas, emocionales y temas afines al trabajo de
investigación. Con 22 años, residente de Tláhuac y estudiante de Sociología. Daniel verso
aquel encuentro sobre cómo había cambiado tanto el entorno en su casa a raíz del encierro y
en cómo a la vuelta, este no se sentía como si fuera la misma persona. Algo definitivamente
había cambiado.
Pacte un encuentro más formal con Daniel para conversar a profundidad sobre los temas
afines al trabajo de investigación. Al preguntarle sobre cómo había cambiado su percepción a
raíz de la experiencia del confinamiento; él me respondió lo siguiente…
“Podría decirte que el encierro me llevó a una crisis; en momentos no supe qué era lo que
quería y mucho menos lo que me mantenía estable. La pandemia y sobre todo el encierro. Es
decir, tener tanto tiempo solo para pensar y replantear algunas cosas; me hicieron dudar en
algún momento sobre la identidad que poseo; no sé… mucho tiempo me sentí como perdido
y sin motivaciones, y esta sensación aumentó cuando mi vida se redujó simplemente a lo
cotidiano; y de lo cotidiano a lo digital. Durante mucho tiempo pensé en dejar la carrera; sin
embargo, creo que no tuve el coraje suficiente para decepcionar así a mí familia, porque
puedo no compartir muchas cosas con ellos, pero lo que menos quería en ese momento era
hacerles sentir mal.”
“Creo que, si tuviera que resumirlo en una frase, podría decirse que en definitiva cambie
mucho de la personalidad que tenía en el pre y pos encierro. Mi camino fue un ciego y
penoso proceso de construcción-derrumbe-construcción; con pocos derroteros estables;
(algunos con contradicciones internas): pues, si… Soy hombre, soy mexicano, pero sin un
sentido genuino de patriotismo o nacionalidad. He divagado pensando que soy un hijo
nuevo de la clase media-alta, de una familia tradicional, pero sin un sentido profundo de
esas raíces; con tendencia por las disciplinas liberales. Mi identidad ahora no concuerda con
el estándar de mi familia; pero tampoco lo veo ahora como algo fijo; pienso es un constante
devenir, con pocas y atropelladas pausas, que incomoda y altera mi realidad.” (Testimonio,
Daniel, 2022)
Desde la sociología, (Goffman, 1959) fue el primer autor que habló del self, interpretando el
concepto de “rol”, es decir que, se interesó por interpretar quién era la persona dentro de sus
diferentes roles y papeles en una sociedad. Otra perspectiva que atiende la misma razón es la
de (Castells. 2003), quien plantea la idea de identidad como la construcción de un sentido que
atiende uno o varios atributos culturales, pero que, a final de cuentas, se construye por el
individuo.
Por otro lado, Bauman (2005) planteó sobre la identidad una idea un poco más distante de lo
que implica ser una representación interna (subjetiva), coherente y estable del sí mismo, sino
más bien como la elaboración de un producto narrativo (externo), que a su vez se articula y
sitúa en escenarios cambiantes e inestables propios de la modernidad, por ello, implica una
posición activa, porque se construye en las actuaciones con herramientas culturales.
Al reflexionar sobre quiénes somos, la imaginación nos puede remontar a muchos lados y sin
apuntar a nada concreto. Llegar hasta esa dimensión en la que nos enfrentamos a nosotros
mismos, a nuestro “yo”, un sustrato biológico, familiar, educativo y social se podría repensar
como el resultado de una serie de acuerdos y desacuerdos marcados por una parte de
nosotros/as mismos, una marca indeleble que se expresa a través de momentos y
circunstancias, y que trascienden nuestros pensamientos y sentimientos. Tal fue el caso con la
reflexión del testimonio de Daniel.
Pero, en términos concretos podemos decir que los elementos mediante los cuales se
construye una identidad, son tan amplios que podrían pensarse desde la subjetividad, la vida
social y el mundo cultural. En ese sentido, delimitar nuestro planteamiento en relación al
concepto identidad, representó un reto.
Para proponer un análisis del tema, retomamos el trabajo de (Kossoy, 2009) partiendo de la
construcción de categorías de análisis para interpretar nuestros resultados en dos
dimensiones; identidad adscrita y reivindicada. Esto nos permitió partir de una estructura en
donde la base del análisis se concentra entre la identidad (adscrita) en pandemia y
(reivindicada) al reconectar las personas con la cotidianidad.
Con esta base, los últimos meses había venido haciendo trabajo de registro y observación en
distintos salones de la FCPyS. Desde un comienzo, manifesté mi interés por un grupo de
personas en donde destacaba Jimena. Alumna de sociología de 21 años. Cabello corto, ropa
arrugada, mirada seria y ojos que expresaban a primera vista una actitud despreocupada.
Siempre llegaba tarde a los salones de clase, jamás participaba en las dinámicas de esta y
pocas veces se le veía hacer notas.
La mañana del 18 de octubre me acerqué a Jimena. El encuentro quedó pactado y ocho días
después realizada la entrevista. Desde el inicio se mostró con el interés de brindarnos toda su
perspectiva en torno al tema que venimos trabajando.
Al iniciar nunca supe cómo dirigirme, qué tono usar, si ser serio, más relajado o quizá
mostrando un poco más de rigurosidad con cada una de las acciones que estaba dispuesto a
encaminar aquella ocasión.
Por primera vez en mucho tiempo, la ansiedad desbordó por todas las partes de mi cuerpo y
casi en condición de disociación en el encuentro, sobre el espacio, opté mejor por respirar, y
al iniciar, no mirarle el rostro, e incorporar un carácter serio y formal a la entrevista. Me
presente brevemente, de la misma manera introduje un panorama muy general sobre la
investigación.
Por la forma en la que al hablar mantenía sus ojos a medio cerrar, y una mirada con cierto
tono de nostalgia. Casi en penumbras, sobre las ramas de las hojas del árbol en el que nos
alojamos a las casi 8 de la mañana. Las manos congeladas y el aliento hecho vapor, Jimena
me compartió una reflexión muy breve, logrando hacer un contraste maravilloso entre sus
experiencias en relación a los espacios virtuales y ahora “abiertos”, “presenciales” me
preguntaba yo sobre qué categoría nombrarles…
Pero me es difícil escuchar, hablar y entenderme con la mitad del cuerpo congelado. Mis
dedos no tenían ritmo y nada pude hacer ante la lentitud de estos para mover el lapicero al
momento de hacer notas. Encima, todo el ruido de las personas que se encontraban casi al
lado del jardín digital. Requería concentrarme más. Le pedí a Jimena, antes de empezar a
escucharla, que nos tomáramos un momento para ir por otra ronda de cigarros al puesto que
está en las dos entradas traseras del edificio A y B. Ella accedió, y en el camino, el encuentro
tomó un tinte más ligero. Se rompió por un instante, el carácter serio que incorporé cuando
me encontré con ella en ese árbol que mantiene una estética desalineada, pero que decora
incongruentemente el espacio que existe en el medio del jardín digital. Ambos estábamos de
acuerdo con eso.
Siempre amé que detrás de una pantalla, en la comodidad de mi cama, nadie podía tener la
menor idea de lo que había detrás, de lo que yo soy. No sabes como detesto que al verme,
cualquier persona se sienta con el derecho y la libertad de hacerse una imagen mía basándose
únicamente en mi aspecto. ¡Puta! Ahora no sabes, lo chocante que ha sido volver a recorrer
dos horas para venir a la escuela en transporte público con las sensaciones a flor de piel. Lo
castrante que ha sido cuidar mi ropa, en donde me coloco y cómo me ven los demás. Y
encima de eso, que la propia universidad no le permita a sus alumnos transitar de una
modalidad a otra, sobre todo pensando ahora en que hay muchísimas personas que se
habituaron al modelo anterior.
Estar al medio de una catarsis invisible, comenté. Fueron las palabras con las que Jimena
retomó la conversación al volver de comprar cigarros. Pobre de solemnidad. Se sentó a
recordar conmigo aquella noche en la que por… ¿Tristeza, impotencia o rebeldía? Salió a
emborracharse sobre aquella ciudad de México pandémica, a mediados del año pasado.
“Si alguien me hubiera dicho que el mundo iba a detenerse por completo durante casi dos
años, que algunas personas habrían de irse. A cuantas no hubiera besado, abrazado. Tener el
tacto adecuado con lo que se fue.” (Testimonio, Jimena, 2022)
A la luz del día en ciudad universitaria, aquel miércoles nublado, comenzó a albergar poco a
poco con pequeños destellos de sol, todos y cada uno de los rincones de las instalaciones en
la FCPyS, y aquel relato que se pronunciaba desde una acentuación particular, encabezada
por un cruce de sentimientos de nostalgia, tristeza, frustración y rabia, me dejó pensando en
las miles de historias y experiencias con matices únicos que aún no han sido explorados, en
donde existe evidencia que nos muestra el daño que la pandemia dejo no solo con
manifestación sobre los rezagos en la educación, sino también a nivel emocional en las
personas, en la identidad, el deseo y la frustración. Los límites más personales que fueron
impactados.
Finalmente, al concluir con el trabajo de campo; los resultados de las entrevistas realizadas,
se interpretaron de la siguiente manera:
A nivel cualitativo: estas son las implicaciones que existen al momento de retomar los ritmos
de vida en las aulas de manera presencial, vemos de manera conjunta, rasgos entremezclados
que de manera directa/indirecta, afectaron a los/las estudiantes de sociología en su
desempeño:
Factor socioeconómico: los cuales son identificados por bajos ingresos y/o falta de apoyo
económico en el núcleo familiar.
Factor académico: sobre el desempeño en las asignaturas, como: el tiempo que se dedica a las
actividades, la pérdida del semestre, pérdida de asignaturas, insatisfacción con la planeación
del programa académico en una institución educativa, insatisfacción por la forma de llevar
una clase por parte del docente.
Factores institucionales: factores que tienen que ver con las posibilidades y oportunidades
que una institución educativa ofrece para que estudiantes puedan continuar, iniciar o reanudar
sus estudios. (Lo que ofrece la institución)
Factor familiar: que identificamos por la desintegración familiar o por un núcleo familiar por
problemas de salud, discapacidades y muertes.
Edad: 22
Género: Masculino
Semestre: 7
Carrera: Sociología
Conclusiones:
· Estrés
· Aburrimiento
· Tristeza
· Monotonía
Por otra parte, la reincorporación a los espacios académicos fue para Daniel un proceso de
adaptación y reconciliación con su propio gusto a la carrera, profesores y compañeros/as.
Manifestó una mejora en la concentración pero una disminución considerable en los niveles
de energía y estrés; aún mayores a los experimentados durante la pandemia.
Edad: 21
Género: Femenino
Semestre: 5
Carrera: Sociología
Conclusiones:
La digitalización de los espacios educativos para Jimena se mantuvo hasta cierto punto como
una relación desproporcionada. Por una parte, expresó que mantenerse encerrada ayudó a que
sus niveles de concentración beneficiaran directamente sus estudios, sin embargo, esto mismo
detonó que comenzará a presentar las siguientes emociones:
· Soledad
· Estrés
· Tristeza
· Aburrimiento
· Frustración
· Ansiedad
Guillermo Ruiz
Edad: 22
Género: Masculino
Semestre: 7
Carrera: Sociología
Conclusiones:
Guillermo indicó que existió un dominio emocional en la personalidad que se gestó durante la
pandemia; que incorporó en las lógicas de la universidad una sensación de desinterés como
respuesta al primer acercamiento con el autodescubrimiento escaso que tuvo en etapas
previas a la universidad. Posteriormente, señaló que a través de los espacios y/o composición
familiar, algunas de las decisiones personales fueron orientadas sobre este panorama.
· Aburrimiento
· Desconcentración
· Tristeza
· Cansancio
· Frustración
Conclusiones
Bajo este panorama, este estudio destacó los principales malestares en las dinámicas de
enseñanza, así como la influencia de la contingencia de Covid 19 en la estabilidad emocional
de la comunidad. La interpretación de los resultados del estudio mostraron cómo a raíz de la
emergencia sanitaria y posteriormente al reconectar con los espacios educativos de manera
presencial, estudiantes se han ubicado en una zona de autodescubrimiento, duda y
experimentación con malestares psicológicos en donde destacan el estrés, la ansiedad, el
aburrimiento y la inseguridad.
Además, bajo este rubro se subraya cómo estudiantes experimentaron, desde una transición
que ha representado un replanteamiento de su propia percepción e interpretación tanto del
mundo externo como el interno; una duda en relación a la identidad. Sin embargo, además de
la brecha emocional que defendimos a lo largo del trabajo, reconocemos que existe un
malestar asociado con la identidad de género, la distribución de roles y cuidados que se
potencializaron a raíz de estas dos coyunturas: en el confinamiento y en la transición a los
espacios.
Ahora bien, consideramos que este espacio es óptimo para abrir una línea de interrogantes en
cuestión al análisis presentado. Si bien, se mostró con los casos presentados que la vuelta a
clases presenciales ha padecido de tacto, ingenio y entusiasmo por parte de la comunidad
estudiantil y docente ¿Cuáles son los retos para la enseñanza de una carrera que implica
contacto con la realidad, pero que por el contrario, parece limitarla y reducirla a la teoría?
Castells, M. (2003). “La era de la información” en: El poder de la identidad (Vol. 2).
66(n.spe.), 77-99.
técnicas. En: La etnografía. Método Campo y Reflexividad, Siglo XXI, Buenos Aires, 2011.
Geertz, Clifford. Juego Profundo: notas sobre la riña de gallos en Bali. En: La interpretación
cualitativa. En: Tarrés María Luisa, Observar, escuchar y comprender, Ed. Porrúa-Flacso,
México, 2001.
Transcripción de anexo de las entrevistas
Daniel
Lo primero que me gustaría preguntarte sería ¿cómo se vivieron los primeros 2 años de
encierro por la pandemia? y si a raíz de esto consideras que cambió tu perspectiva de
identidad individual y colectiva.
Podría decirte que el encierro me llevó a una crisis; en momentos no supe qué era lo que
quería y mucho menos lo que me mantenía estable. La pandemia y sobre todo con el encierro.
Es decir, tener tanto tiempo solo para pensar y replantear algunas cosas; me hicieron dudar en
algún momento sobre la identidad que poseo; no sé… mucho tiempo me sentí como perdido
y sin motivaciones, y esta sensación aumentó cuando mi vida se redujó simplemente a lo
cotidiano; y de lo cotidiano a lo digital. Durante mucho tiempo pensé en dejar la carrera; sin
embargo, creo que no tuve el coraje suficiente para decepcionar así a mí familia, porque
puedo no compartir muchas cosas con ellos, pero lo que menos quería en ese momento era
hacerles sentir mal. Creo que, si tuviera que resumirlo en una frase, podría decirse que en
definitiva cambie mucho de la personalidad que tenía en el pre y pos encierro. Mi camino fue
un ciego y penoso proceso de construcción-derrumbe-construcción; con pocos derroteros
estables; (algunos con contradicciones internas): pues, si… Soy hombre, soy mexicano, pero
sin un sentido genuino de patriotismo o nacionalidad. He divagado pensando que soy un hijo
nuevo de la clase media-alta, de una familia tradicional, pero sin un sentido profundo de
esas raíces; con tendencia por las disciplinas liberales. Mi identidad ahora no concuerda con
el estándar de mi familia; pero tampoco lo veo ahora como algo fijo; pienso es un constante
devenir, con pocas y atropelladas pausas, que incomoda y altera mi realidad
(Dimensión económica)
que me fue mejor en línea. Estar devuelta en presencial… a veces ni me lo creo, no sé cómo
y en que tan poco tiempo pude avanzar tanto…
12. ¿Se han generado cambios en las relaciones familiares al interior de tu casa? ¿Cuáles?
No. Bueno, mis papás se separaron pero realmente no me puse a pensar si fue por la
pandemia. Y el hecho de que no estén juntos, no influyó en las dinámicas que
teníamos en mi casa. No tanto, al menos…
13. ¿Consideras que la pandemia ocasionó falta de ánimo, sentiste más o menos ganas de
estudiar? Sí, me sentí desmotivado y hasta cierto punto cansado y un poco triste.
14. ¿Cómo ha cambiado tu rutina diaria a partir del retorno a clases presenciales, creerías
que te pego de forma positiva o negativa? El cambio fue abrupto. Perdí la comodidad
del traslado y… pues me gusta estar en la facultad, con la excepción de varias clases a
las que preferiría mejor estar de vuelta en presencial pues considero que no vale la
pena estar ahí a las 7 de la mañana para ni siquiera escuchar la voz del profesor.
15. ¿Cuáles han sido las formas con las cuales has enfrentado el regreso a clases? Con
emoción pero poco tiempo después con cansancio… duda, ansiedad, un malestar que
no sabría identificar muy bien.
Bloque 4: Educación
18. ¿Consideras mayor, igual o menor, el compromiso y empeño que has tenido con tus
clases virtuales, respecto al desempeño que tienes ahora en clases presenciales?
Habría que hacer un balance, pero diría que me he mantenido estable, intentando
reconciliarme con la carrera.
19. ¿Consideras que la UNAM implementó las mejores acciones para llevar a cabo la
digitalización de la educación, en el entendido de lo que esta pandemia ha planteado y
condicionado? ¿Por qué? Yo creería que no porque en ningún momento se
contemplaron las necesidades de la comunidad
20. ¿Cómo te sientes con los ajustes de clases virtuales a presenciales debido a la
contingencia sanitaria de Covid-19? Pues, es como te decía, me gusta estar en la
facultad, pero sí creo que hay una serie de deficiencias en el modelo educativo
“tradicional”... lo que percibo es que no nos atrapa y a mi en lo particular me resulta
muy aburrido. A veces era más fácil y estimulante no leer para las clases, buscarte
algún pretexto para no responder jaja, y acá no se puede hacer eso.
21. ¿Te gustaría que se estructurara una modalidad educativa que contemplase lo
presencial y lo virtual, convirtiéndolo en un sistema híbrido funcional? Si.
Jimena
Lo primero que me gustaría preguntarte sería ¿cómo se vivieron los primeros 2 años de
encierro por la pandemia? y si a raíz de esto consideras que cambió tu perspectiva de
identidad individual y colectiva.
Llego a mi último año totalmente desorientada, sin la menor idea de lo que quería
estudiar. Comienzo a experimentar una crisis de identidad que posteriormente se
empieza a potencializar en mi etapa dentro de la facultad de economía. Mi sensación
se acrecentó en la lógica de no saber quién soy... Me había moldeado tanto a lo que
los otros esperan, que yo no sabía quién era. No me sentía original, ni me sentía
genuina, y esto lo vi reflejado al darme cuenta de que era incapaz de no saber que era
lo que quería estudiar en la universidad.
Posteriormente, decido estudiar economía por la expareja de mi mamá. Como en ese
momento yo quería saber tantas cosas… de historia, matemáticas, etc, ingreso, y para
nada resulta lo que yo espero. La frustración que sentía era muy fuerte, incluso si me
dejas comparar a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales con la de Economía…
pues de cajón déjame decirte que llevaba 8 materias, nada de que 6, y entre todas esas
materias había teorías, números y bueno… no todo lo padecí, de allí rescato muchas
cosas chidas; por ejemplo, mi amor a Carlos Marx, del cual nace mi primer contacto y
amor por la sociología.
Sin embargo, en una crisis de ¡ya no puedo más! De no saber qué estaba haciendo,
Decido tomar el teléfono y comunicarles a mis progenitores… “saben que, no más”.
Al principio me costó un poco, y me costó mucho entrar de nuevo a la universidad,
imaginate… pero si, si ya lo había hecho una vez, dije “pues total, si el desgaste me la llevé
yo estudiando, ¿Por qué no hacerlo de nuevo?”
(Dimensión económica)
vez y fue terrible, lo bueno fue que muches profes se solidarizaron y me dieron
chance de entregar mis ensayos.
11. Familiares o amigos cercanos, en tu entorno inmediato, ¿se han contagiado por
COVID? ¿Consideras que eso afecta en tu rendimiento académico? ¿Por qué? Pues,
es como te conté… Cuando se murieron mis tíos, en lo último que pensé fue en seguir
estudiando. Claro que afectó mucho mi desempeño.
13. ¿Se han generado cambios en las relaciones familiares al interior de tu casa? ¿Cuáles?
No. Ninguna creo yo…
14. ¿Consideras que la pandemia ocasionó falta de ánimo, sentiste más o menos ganas de
estudiar? Sí, sobre todo mucha tristeza, coraje y frustración.
15. ¿Cómo ha cambiado tu rutina diaria a partir del retorno a clases presenciales, creerías
que te pego de forma positiva o negativa? Mmm, no, hacía ningún lado, ni positiva ni
negativa, y el cambio pues es innegable.
16. ¿Cuáles han sido las formas con las cuales has enfrentado el regreso a clases? Con
ansiedad y mucha incertidumbre.
17. ¿Has considerado buscar cambiar de modalidad o darte de baja un tiempo de la
universidad? Sí.
Bloque 4: Educación
20. ¿Consideras que la UNAM implementó las mejores acciones para llevar a cabo la
digitalización de la educación, en el entendido de lo que esta pandemia ha planteado y
condicionado? ¿Por qué? No. Fueron decisiones tomadas entre pares.
21. ¿Consideras que el protocolo de regreso a clases presenciales elaborado por la UNAM
fue el óptimo para volver a las aulas? ¿Por qué? Para nada. Lo sigo viendo como un
tema de actuar por actuar, evidente es poner de ejemplo el caso de nuestra facultad…
22. ¿Cómo te sientes con los ajustes de clases virtuales a presenciales debido a la
contingencia sanitaria de Covid-19? La mayor parte del tiempo, insegura y
replanteandome cosas.
23. ¿Te gustaría que se estructurara una modalidad educativa que contemplase lo
presencial y lo virtual, convirtiéndolo en un sistema híbrido funcional? Sí
Guillermo
Lo primero que me gustaría preguntarte sería ¿cómo se vivieron los primeros 2 años de
encierro por la pandemia en tu familia?
A lo largo de este tiempo he aprendido que cada momento llega a transformarnos, como
personas y como conjunto de las mismas. He observado que muchas cosas tomaron un cauce
distinto que el encierro trajo consigo al igual que al momento de reconectar. Escuelas y
trabajos en modelo híbrido, la eliminación del programa de escuelas de tiempo completo, el
estudio en línea y el trabajo a la vez, el (re)acomodo familiar situacional de cada persona que
conlleva a un conflicto y (des)ajuste, la pérdida de lazos y de la cotidianeidad... Y, con todo
ello, que implica exterioridad y muchas veces, se sale de nuestro control, la decisión de cómo
interiorizar todo lo que acontece, de qué manera vivirlo y cómo (re)ajustar emociones,
pensares, zonas de confort, áreas de escape, vínculos consigo y con lxs demás, es
responsabilidad nuestra.
He aprendido a apreciar los espacios y a las personas. Siempre he sido una persona que busca
los espacios públicos por naturaleza. Me gusta el aire libre, el sol, caminar o andar en bici. El
encierro me afectó en ese sentido porque perdí mi espacio de escape y apreciación. Tener que
acoplarme a estar encerrado fue difícil y trajo mucho movimiento, he vivido cambios de
espacios, de pensamientos e ideas constantes.
Las personas que me han acompañado (de manera virtual y en presencial), me han enseñado
muchas cosas que he podido interiorizar, al igual que las personas que dejé de frecuentar. Así
como yo estaba viviendo procesos, todas las personas también. Empecé a apreciar el tiempo
de los demás, sus pensares, sentires y creo que me permitió ser más empática. También hubo
muchos roces familiares que han sido transicionales y que de alguna manera, me han
permitido poner límites, observar cuestiones que salen de mi control pero que me
afectan(aban), cuestionar mis reacciones y sentires, en ese sentido, mucha introspección.
A nivel más personal, me identifico con lo que soy ahora. Tengo esta autoexigencia de
productividad y el estar haciendo constate. El que todo se torne lento y demande estar en el
presente atendiendo cosas inmediatas, como la salud física y mental; resulta un cuestionar de
dónde viene todo esto.
Esta transición no ha terminado, debemos ser pacientes con nosotros y con los demás…
(Dimensión económica)
12. ¿Se han generado cambios en las relaciones familiares al interior de tu casa? ¿Cuáles?
No.
13. ¿Consideras que la pandemia ocasionó falta de ánimo, sentiste más o menos ganas de
estudiar? Sí, mi motivación descendió
14. ¿Cómo ha cambiado tu rutina diaria a partir del retorno a clases presenciales, creerías
que te pego de forma positiva o negativa? Positiva al inicio porque ya podía salir y
extrañaba muchas cosas, negativa al momento de que esto se hiciera una rutina
nuevamente y se me complicara la vida por ejemplo andando en la bici por la ciudad y
encontrando espacios incluso para comer y sobre todo para distraerme de algo que no
sea la escuela-casa–trabajo.
15. ¿Cuáles han sido las formas con las cuales has enfrentado el regreso a clases? Mucho
cansancio, a veces cierta inconformidad con las clases; aburrimiento, estrés…
desconcentración.
16. ¿Has considerado buscar cambiar de modalidad o darte de baja un tiempo de la
universidad? Si.
Bloque 4: Educación
18. ¿Consideras mayor, igual o menor, el compromiso y empeño que has tenido con tus
clases virtuales, respecto al desempeño que tienes ahora en clases presenciales? Igual
con tendencias a empeorar
19. ¿Consideras que la UNAM implementó las mejores acciones para llevar a cabo la
digitalización de la educación, en el entendido de lo que esta pandemia ha planteado y
condicionado? ¿Por qué? No, me parece que ni siquiera fueron capaces de voltear a
ver cuales eran las condiciones y contextos de les estudiantes.
20. ¿Consideras que el protocolo de regreso a clases presenciales elaborado por la UNAM
fue el óptimo para volver a las aulas? ¿Por qué? No el óptimo pero sí el necesario para
volver creería yo.
21. ¿Cómo te sientes con los ajustes de clases virtuales a presenciales debido a la
contingencia sanitaria de Covid-19? Inconforme, tengo clases en donde literalmente
lo único que hacemos es ir a escuchar los proyectos de investigación de los demás.
Ok, entiendo la propuesta, pero cuando el grupo es activo. La mitad de estas personas
se les ve en la cara que andan fuera de sí. Y no hay respuesta del profe ante esta
situación, continúa con la misma dinámica. Sin retribución ni capacidad para poder
construir en colectivo. Estas clases se tornan en una dinámica de responder sí y no. Y
ahora que lo pienso, quizá si estuviera en virtualidad si las habría terminado porque
allá era mucho más fácil sacar una materia así.
22. ¿Te gustaría que se estructurara una modalidad educativa que contemplase lo
presencial y lo virtual, convirtiéndolo en un sistema híbrido funcional? Sí, podría
funcionar…