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DE LA
LOE
ANTES
VOLUMEN V
QD1T0
QUITO — ECUADOR
Tipografía y Enouadeenación Salesianas
1923
302 boletín de la academia nacional de historia
POR
i^^. ^. 1
-ctxzilie:
(1) Max Verworn Die Kultnrstufe der alten Tasmenier, Korr.— BJatt der Deust-
chen Ges. für Anthrop. 1912, vol. 43, pág. 37.
boletín de la aoademia nacional de historia 305
(1) Sir John Luhhock, Los orígenes de la civilización y la condición primitiva del
hombre, Madrid, 1888, pág. 445 y Big.
(2) Dictionnaire des sciences anthropologiqnes, Paris, pág. 806 y 847.
(3) Compare, por ejemplo: Johannes Eanke, Der Mensch, 1894, 2. Bd., pág. 447.
300 boletín de la academia nacional de historia
Quizá el mérito más grande alcanzado por los estudios del señor Au-
gusto Capdeville consiste en haber encontrado en las capas fundamenta-
les del conchai los trece objetos lanceolados de sílice negro, que antici-
pando su permiso especial para la reproducción represento aquí en la lá-
mina I en conjunto. Media docena de éstos pude estudiar personalmente
durante mi estadía en Taltal en juuio de 1916. Saqué también foto-
grafías en tamaño casi natural y una de estas fue reproducida ya en mi
Arqueología de Arica y Tacna, Boletín de la Sociedad Ecuatoriana de
Estudios históricos americanos, 1919, lára. 2, fig. 3. Con la reproducción
de uno sólo de estos objetos su forma podía parecer curiosa, excopcional,
quizá casual y, como tal, sujeta todavía a la necesidad de explicaciones
futuras. Presentando hoy toda la serie de trece instrumentos iguales ex-
traídos por Capdeville del conchai en 1916 y en los años siguientes estoy
seguro que nadie me negará que todos los instrumentos representan un
tipo, nuevo hasta ahora entre los artefactos americanos antiguos, pero de
,
suma importancia para nuestro juicio geueral sobre el arte lítico existente
antes en el continente.
El tipo no tiene nada de parecido con alguno de los conocidos neo-
líticos europeos. Nadie podría decir que la forma marca sólo una de las
fases transitorias continuamente repetidas en la elaboración de otros ins-
trumentos de tipo más fino, más reducido, más parecido a los instrumen-
tos neolíticos couocidos. La identidad de la forma con uno de los tipos
paleolíticos más conocidos, y además más característicos para el paleolí-
tico anterior europeo es decisiva. El paleolítico posterior europeo no co-
noce el tipo, menos todavía el neolítico de aquel continente. "W". H. Hol-
mes, que tan diestramente ha sabido siempre reducir todos los tipos apa-
rentes paleolíticos entre los objetos americanos de piedra a una tipología
neolítica sencilla, considerándolos o sólo como primitivos y sólo general-
mente correspondientes a los paleolíticos europeos, o como productos de
factura rechazada: encontrándose con este tipo también debería de haber
reconocido su completo carácter paleolítico europeo.
En Europa los representantes del mismo tipo, contados entre los ar-
tefactos del período de Ohelles o de St. Acheul (1), son numerosísimos.
Menciono aquí sólo los reproducidos en: Obermaier, Der Mensch der
Vorzeit, 1912, págs. 115, 123, 155; Charles H. Read, A, Guide to the
Antiquities of the Stone Age in the Departm. of Brit. and Mediaeval
Antiqu., 1911. sec. ed., pág. 22, fig. 11; pág. 24, fig. 15; pág. 33, fig. 26
y 27; pág. 35, fig. 28, etc.; John Evans, Les ages de la pierre, 1878, pág.
531, fig. 414; pág. 534, fig. 417; pág. 542, fig. 423; pág. 548-50, fig.
427 - 29; pág. 562, fig. 439; pág. 575, fig. 450; pág. 578, fig. 451; pág.
583, fig. 454; pág. 590, fig. 457; pág. 592, fig. 458; pág. 594, fig. 460;
pág. 600, fig. 465, y lámina, fig. 5 10. -
1) guijarros amigdaloides
2) ovaloides
3) discos
4) lanceolados (compare también 1. c, fig. 63 a — d).
Los primeros dos describe como tallados en sus dos lados en forma
más o menos amigdaloide, de manera que aparecen generalmente apun-
tados hacia arriba, redondeados en la base. Los bordos son cortantes.
En su mayoría los guijarros están labrados en todos sus lados. En su
BOLETÍN DE LA. ACADEMIA NACIONAL DE flISTOKIA 309
(1) Compare, por ejemplo, los instrumentos paleolíticos de la cuera de Szeleta en:
Tübinger Konferenz, 1. c. lám. 3, fig. 2.
(2) Compare 1. c, lám. 5, fig. 1—8.
(3) Compare, por ejemplo las figuras 2 y 3 de la lámina 6 en: The Emeryville
Shellmoncd, 1. c., con el representado en; Tübinger Konferenz, lém. 6, fig. 2.
boletín de la ACADEMIA nacional de historia 311
1, lám. 20, fig. 1-16, quizá todas corresponden a conocidas del primer neo-
lítico europeo, de ninguna manera se puede decir lo mismo de varias
piedras del tipo de lám. V, fig. 1, recogidas por mí en paraderos antiguos,
aunque del último tiempo prebispano, en las provincias de Loja y Cuen-
ca. El recuerdo directo de la industria paleolítica anterior alcanzó, por
eso, en ellas hasta la misma proximidad del tiempo hispano.
Los restos de una industria lítica anterior primitiva son ahora en el
Perú escasos. Sin embargo forman el carácter de la industria, al lado de
una alfarería preartística, en ciertos paraderos muy antiguos de pescado-
res, en algunos lugares determinados de la costa peruana, como por ejem-
plo en Supe y antes también en Bellavista, Miss Bretón extrajo algunas
láminas y raspadores pequeños de piedra de una pared de tapia cerca de
San Miguel al Oeste de Lima (1), yo mismo del suelo, en la vecindad de
un montón de piedras de origen protolimeño entre Lima y el mismo lu-
gar, varios otros instrumentos de tipo primitivo. Suponiendo que todos
estos artefactos, por falta hasta el momento de otros mejores, podrían pa-
sar todavía por sólo de carácter neolítico muy primitivo, el hacha de tipo
paleolítico de Ancón, por sí sólo ya sería suficiente para garautizar, que
también todos aquellos otros artefactos primitivos no significaban más,
que sólo la terminación de un arte lítico muy antiguo radicado original-
mente en un arte paleolítico puro.
La región de Arica forma el tránsito de la costa peruana a la otra
costa chilena del Norte. Allá moría hacia el Sur en el tiempo antiguo
el desarrollo de la alta civilización peruana del Norte. Por consiguiente,
los recuerdos de un período paleolítico anterior tenían allá una vida más
larga que en el Norte. No sólo lo atestiguaban los hallazgos del campa-
mento antiguo cerca del cauce del río Azapa en la vecindad de Arica,
y de otro a borde del mar, descritos en la Arqueología de Arica y Tacna,
seg. ed., 1922, pág. 47, con lám. 1, y lám. 2, fig. 1, sino también los ob-
jetos que acompañaban todavía en la vida a los aborígenes de Arica,
compare 1. c, lám. 9. El hacha, representada allá en fig. 1, ahora en el
Museo de Antropología y Etnología de Santiago, es un hacha de tipo pa-
leolítico puro, los cuchillos, 1. c, fig. 3 y 4, de ninguna manera sólo re-
siduos de taller, —
aunque sería para otros quizá fácil, declararlos también
—
como tales, porque fueron en parte encontrados en la mano del muerto
en la posición como al tiempo del uso, representan también todavía un
tipo paleolítico neto; sólo en raspadores del tipo fig. 2 se nota el efecto
de la paulatina degeneración del arte paleolítico más antiguo, en sus pro-
porciones reducidas y también en un trabajo de toda manera inferior.
El tipo paleolítico de la cultura original habrá sido parecido en toda
la región entre Arica y Caldera por la semejanza que existía toda-
vía entre instrumentos lanceolados, ovaloides y buriles altos de la re-
gión de Arica y los tipos de instrumentos encontrados en las ínfimas
capas del coochal estudiado cerca de Taltal. La civilización de las sepul-
turas entre Pisagua y Caldera, en puntas de harpones y objetos parecidos,
presenta naturalmente ya un aspecto como de un neolítico insospechable,
aunque esto, por supuesto, en relación a la civilización antes pasada, de
ninguna manera puede engañarnos, por el conocimiento que por las capas
inferiores del conchai de Taltal ya tenemos de algunas épocas más anti-
guas. Pero aun así no faltan ocasionalmente recuerdos de un período
lítico más antiguo aún en las tumbas.
Muy curiosos son al respecto algunos vestigios en uumerosas sepultu-
y lám. 9, fig. 1 (aborígenes) a los objetos de lám. II, y lám. Y, fig. 9, arri-
(1) Compare Amcgbino, 1. c, lám. 1, figs. 25, 27, 36, 46, 47 ; 54 etc., lám. 3;
figs. 97, 117, etc.
316 boletín de la academia nacional de historia
Lám. i. — Instrumentos en forma de puñal de sílex. ínfimas capas del Conchai «Morro
Colorado» cerca de Taltal, Chile. — Cerca de l
/4 de tamaño natural.
Boletín de la Academia Nacional de Historia. — Volumen V
Lám. ii. — «Hachas de mano» de silex negro. ínfimas capas del Conchai «Morro
Colorado» cerca de Taltal, Chile. — Cerca de i
/i de tamaño natural.
Boletín de la Academia Nacional de Historia. — Volumen V
Lám. iii. — Instrumentos imperfectos de silex negro. ínfimas capas del Conchai «Morro
Colorado» cerca de Taltal, Chile. — Cerca de i
/i de tamaño natural.
Boletín de la Academia Nacional de Historia. — Volumen V
maño natural) de silex negro. — Figs. 1 - 6, 8 - 9 de las ínfimas capas. — Fig. 7 de una
capa superficial del Conchai «Morro Colorado» cerca de Taltal, Chile.
Boletín de la Academia Nacional de Historia. — Volumen V
Lám. v. — Fig. 1, buril alto; fig. 2, cuchillo; fig. 3, raspador de piedra silicea; de un
yacimiento de ceniza, cerca de Constitución, Chile. (Tamaño natural).
Boletín de la academia nacional de histoMa 317
POR
Carlos A. Vivanco.
SEGUNDA PARTE
íeie a, ±a±e
(Continuación).
1818
Agosto.
Io . —
Angostura. —
Bolívar oficia al General José Antonio Páez,
comunicándole que le remite armas y municiones para su Ejército;
le avisa que el Agente de los Estados Unidos, Señor Irwine,
ha presentado ya sus credenciales y que se manifiesta muy adicto
a la independencia de Venezuela (O' Leary, t. XVI, p. 81).
4. — —
Angostura. Bolívar oficia al Almirante Brión, diciéndole
que, con el Coronel Richard, le envía, en metálico, lo que ha po-
dido conseguir para el sostenimiento de la Escuadra; y le ordena
que disponga de los cueros y de las 80 muías que se hallan en Sa-
cupana. —
Ordena al Jefe de E. M. G. que ponga a disposición del
Almirante Brión, un botiquín, para servicio de la Escuadra. — Or-
dena al Coronel Wilson, que se traslade a una fortaleza de la Vieja
Guayana, a fin de que allí cumpla con su condena (#' Leary, t.
XVI, págs. 82 y 90).
7. —Angostura. —
Bolívar escribe a don José Leandro Palacios,
comunicándole los acontecimientos ocurridos durante la campaña
sobre Calabozo; le insinúa que haga conocer en el exterior, los pro-
gresos obtenidos en favor de la independencia {Cartas, pág. 232).