Está en la página 1de 7

REFLEXIÓN CASO “YO SOY MALALA”

MARIA CAMILA RAMIREZ SOTOMAYOR

SERVICIO NACIONAL DE APRENDIZAJE SENA

APOYO TÉCNICO ADMINISTRATIVO EN SALUD

INSTRUCTOR: AYDA INSUASTY

OCTUBRE 2021
REFLEXION CASO MALALA

Cuando los talibanes tomaron el control del valle de Swat en Pakistán, una niña alzó su voz.

Malala Yousafzai se negó a ser silenciada y luchó por su derecho a la educación. El martes

9 de octubre de 2012, con quince años de edad, estuvo a punto de pagar el gesto con su vida.

Le dispararon en la cabeza a quemarropa mientras volvía a casa de la escuela en autobús, y

pocos pensaron que fuera a sobrevivir. Sin embargo, la milagrosa recuperación de Malala la

ha llevado en un extraordinario periplo desde un remoto valle en el norte de Pakistán hasta

las Naciones Unidas en Nueva York. A los dieciséis años se ha convertido en un símbolo

global de la protesta pacífica, y es la nominada más joven de la historia para el Premio Nobel

de la Paz.

Yo soy Malala es el excepcional relato de una familia desterrada por el terrorismo

global, de la lucha por la educación de las niñas, de un padre que, él mismo propietario

de una escuela, apoyó a su hija y la alentó a escribir y a ir al colegio, y de unos padres

valientes que quieren a su hija por encima de todo en una sociedad que privilegia a los

hijos varones.

Yo soy Malala nos hace creer en el poder de la voz de una persona para cambiar el

mundo.

Es importante comentar que situaciones como éstas han ocurrido innumerables veces en todo

el mundo, lugares en donde las palabras paz y tolerancia se cruzan con guerra y violencia,

construyendo un abismo de represión y silencio para quienes de una u otra forma no

encuentran la manera de salir de allí, porque a pesar de que muchas veces se repiten estos
casos, algunos salen a la luz y nos permiten reflexionar sobre ellos, pero hay otros que se

quedan en el anonimato y no encuentran una voz que les permita llegar al rincón más lejano

para demostrar su valentía, resiliencia y capacidad de soportar hasta las más perversas y

peligrosas condiciones de dignidad humana,.

Yo soy Malala es un ejemplo de lo esforzado e impetuoso que podemos llegar a ser los

humanos, aun en situaciones riesgosas y mortales cuando nos proponemos a sacar lo mejor

de nosotros podemos hacer la diferencia, darle voz a aquellos que no tienen, cambiar lo que

no le hace bien a nuestro entorno, incluso arriesgar nuestra propia vida por una causa que

reprime nuestros derechos más básicos, nuestros sueños más profundos y nuestros anhelos

más deseados.

Malala se enfrentó al oscuro lado de ser callado, en un ambiente de guerra y de prohibición

a un derecho fundamental como asistir a una escuela, pues con tan solo esa edad ya era

consciente de la fuerza que representa el derecho a la educación y el miedo que causa en los

extremistas que por eso matan.

Por ello defiende por encima de todo la educación de todos los niños del mundo y en concreto

de aquellos que son más vulnerables. Por ello reclama ante los líderes mundiales un acuerdo

a nivel mundial para acabar con el analfabetismo y la esclavitud infantil.

Malala habla para las Naciones Unidas, pero no lo hace con odio y rencor, sino desde el

perdón y defendiendo su lucha por sus derechos. Malala afirma que el día que la dispararon

murió el miedo y nació la fuerza y el coraje para luchar por sus derechos.

Sin duda todos hemos pasado y tenido alguna circunstancia en nuestra vida en que nos hemos

sentido valiente, con coraje y esfuerzo, personalmente yo he tenido momentos que he tratado
de sacar lo mejor de mi existencia, aunque las circunstancias no estuvieran a mi favor, pero

¿Cómo pude superar las dificultades? Lo hice primeramente confiando en un Dios que

tiene la plenitud de todas las cosas y seguido de esto poniendo en práctica la paciencia y fe

que he aprendido a lo largo de mis años de vida, sabiendo que todas las pruebas ayudan para

bien, aunque no lo entendamos en el momento, pero si teniendo confianza en que después de

la tormenta vendrá una apacible calma.

A pesar de que a veces he tenido que abandonar sueños que he querido por mis propias

decisiones me encuentro en una etapa de mi vida que quiero y pienso aprovecharla al máximo

y luchar contra todos los “no puedo” míos y de otros que quieran reprimir mis sueños, y aquí

es donde debo tener claro ¿Qué personas me ayudaron a crecer? primeramente parte de

mi familia, pero también me ayudaron aquellos que me dieron golpes y no físicos pero si

emocionales, que con un desaire o desplante sacaron en mi la valentía que yo nunca había

podido notar.

Creo firmemente que todos por igual tenemos los mismos derechos a una vida digna, llena

de amor, paz, salud, felicidad, y sobre todo igualdad porque al fin y al cabo estamos hechos

de lo mismo carne y hueso.

¿Qué y cuáles son los derechos de las personas y cómo puedo ejercer mis derechos?

Son normas que reconocen y protegen la dignidad de todos los seres humanos.

Estos derechos rigen la manera en que los individuos viven en sociedad y se relacionan entre

sí. Entre los derechos humanos se incluyen el derecho a la vida y a la libertad; a no estar

sometido ni a esclavitud ni a torturas; a la libertad de opinión y de expresión; a la educación


y al trabajo, entre otros muchos. Estos derechos corresponden a todas las personas, sin

discriminación alguna.

¿Qué me impide seguir mis sueños?

Muchas veces siento que me limito, le doy importancia a lo que la gente o los demás a mi

alrededor vayan a poder decir u opinar de mí, aun cuando su opinión no me beneficia si tiendo

a que me afecte. Siento que muchas veces eso ha limitado algunas metas que antes creía

importantes para mí, también creo que mis decisiones han hecho que aplace varios de mis

sueños personales.

Escribe qué formas se utilizan para anular los derechos de las mujeres.

Acoso u hostigamiento sexual


Violencia domestica
Discriminación laboral
Discriminación por maternidad
Violencia física y emocional.

¿Piensa si estas formas de violencia pueden darse en nuestro país? ¿

Se dan todos los días, aunque existan “leyes” para tratar de cuidar la integridad de la mujer,

es usual y común escuchar momentos donde las mujeres somos violentadas tanto por golpes

como por palabras incluso de familiares, esposos, pero también empleadores, compañeros

entre otros. Es un secreto a voces que aun en este siglo algunos derechos de muchas mujeres

en nuestro país son pisoteados, aclaro no todos, pero si se debe seguir luchando por una

igualdad total, y universalmente.

¿En algún momento has sentido que te han vulnerado tu dignidad o tus derechos?
Hace años atrás me sentí acosada emocionalmente cuando me desplazaba hacia mi lugar de

estudio, algunos hombres me acosaban eso afectó mi integridad emocional porque no me

sentía segura de mí misma ni del sexo opuesto.

¿Conoces algún caso en tu entorno donde se violen los derechos humanos y la dignidad?

En mi entorno no.

¿Qué le dirías al mundo? Escribe un discurso que no deje a nadie indiferente.

Somos valiosos por lo que somos, por nuestra esencia no por lo que tenemos. Nos

encontramos en un mundo que nos mide por un apellido, una familia, incluso por unos bienes

y también por una condición (enfermedad, relación conyugal, entre otros). Tenemos tanto

por dar y mucho que aprender, que olvidamos lo realmente importante valorar esas pequeñas

cosas que la vida nos brinda y sobre todo amar a nuestros prójimos abrazándolo y no

juzgándolo sea cual sea su condición.

Muchas veces tenemos los recursos, pero no somos buenos samaritanos, al contrario, somos

fariseos que juzgamos a las personas aun sin haber llegado a nuestro entorno o sin conocer

su situación. Me preocupa cuan grande es la brecha entre los ricos y pobres, entre los blancos

y negros, entre los cristianos e inconversos, entre los casados o divorciados, debemos cambiar

la mentalidad de este universo que aun tan hermoso es peligroso y perverso.

¿Qué harías para hacer feliz a los que te rodean?

Aceptarlos en su condición y no juzgarlos por su situación, apoyarlos en lo que pueda y hasta

donde sea posible de llegar a ellos con mis propias fuerzas.

¿Y para hacer del mundo un lugar mejor?


Dar un buen ejemplo a mis amigos y a mi familia y educarlos al respecto para que también

puedan tomar buenas decisiones. Ayudarlos a entender por qué son importantes este tipo de

cosas para que también se sientan motivados a cambiar sus vidas.

Cambiar algunas mentes incrementa grandemente el impacto positivo personal en el mundo.

Referencias
Antioquia, Y. s.-S. (s.f.). Yo soy Malala.
BBC. (s.f.). La increíble historia de Malala, la niña que el Talibán no quería que estudiara.
etica. (s.f.). Reflexión personal del discurso de Malala Yousafzai.
https://mujeresantioquia.gov.co/sites/default/files/biblioteca-digital/yo-soy-malala/yo-soy-
malala.pdf. (s.f.). YO SOY MALALA .
Malala_240201526_AA1_EV01.do, Y. s. (s.f.). Yo soy
Malala_240201526_AA1_EV01.do.

También podría gustarte