Para que se configure plenamente esta responsabilidad deben reunirse los siguientes
elementos:
a) Existencia del "hecho", que puede ser falla, falta o riesgo en el servicio;
Con base en esta definición del Dr. Issacs, la prudencia es una de las virtudes más
importantes para el personal que ejerce la autoridad en virtud de sus funciones. Ya que, al
trabajar con información verdadera, tomar decisiones y actuar en consecuencia provoca que
el personal viva con la confianza en sus líderes y se comprometa con ellos.
La capacidad de observación.
La capacidad de distinguir entre hechos y opiniones.
La capacidad de distinguir entre lo importante y lo secundario.
La capacidad de buscar información.
La capacidad de seleccionar fuentes.
La capacidad de reconocer los propios prejuicios.
La capacidad de analizar críticamente la información recibida y comprobar cualquier
aspecto dudoso.
La capacidad de relacionar causa y efecto.
La capacidad de reconocer que información es necesaria en cada caso.
La capacidad de recordar” (Isaacs,1985, p. 95)
De igual forma, Ponce señala que para cumplir el deber de buena administración
es necesario que los agentes públicos actúen durante la actividad procedimental en
función al deber de debida diligencia, en otras palabras, la administración pública
debe conducir el procedimiento de elaboración de decisiones con el máximo de
diligencia, entendida como el cuidado o empeño al momento de considerar las
circunstancias e intereses del órgano público que va emitir la decisión. Motivo por el
cual, es necesario que la función administrativa se desarrolle bajo la obligación legal
de seguimiento de un procedimiento adecuado, de tal forma que en los casos en que la
ley otorga márgenes discrecionales, la autoridad administrativa debe actuar
diligentemente, acopiando elementos objetivos que reduzcan el rango de arbitrariedad
en la decisión a adoptar. Izquierdo (2018) menciona que:
En consecuencia, debe quedar claro que el deber diligencia como elemento central
de la buena administración, que permite orientar de manera positiva la facultad
discrecional, impone a la administración la obligación de determinar cuáles son los
elementos de hecho y de derecho que van a sustentar una debida motivación de las
resoluciones administrativas de pase a la situación de retiro de oficiales en la Policía
Nacional del Perú. (p, 132)
CONCLUSION
Se concluye diciendo que, Los elementos del hecho jurídico suman mayor
importancia, pues son aquellos donde se manifiesta la buena administración y el respeto
que existe al momento de dirigir un cargo público, las buenas decisiones por parte de los
administradores permiten que se refleje en la sociedad el amor por el desarrollo del país, de
tal manera los hechos administrativos son la manifestación y el reflejo de las decisiones, ya
sea buenas o malas por parte de quienes nos gobiernan.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS