Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
I
Evaluación de la Unidad 1
PREGUNTA:
La extensión máxima del texto es de 1 hoja A4. Una mayor extensión del
texto no será calificada.
Criterios de evaluación:
Redacción argumentada
Ortografía
Logro de competencia 3 (ver silabo)
la lengua originaria quechua está en desuso y su valor se está perdiendo poco a poco,
las instituciones educativas ya no las toma en consideración durante el proceso de
aprendizaje de los estudiantes a pesar d que los niños y niñas tienen como lengua
materna esta lengua, los docente brindan una enseñanza no contextualizada. Del
mismo modo, Analizar las estrategias que se utiliza para el fortalecimiento de la lengua
originaria quechua en contexto EIB. Las estrategias que emplean las maestras para
fortalecer la lengua originaria de los niños son factores importantes, ya que, permite
que los niños y niñas a revalorar la lengua como parte de la identidad cultural y
mostrar acciones positivas durante el proceso de formación escolar.
En este mismo orden de ideas, Chaudron (2000) reporta que desde el punto de vista
investigativo, existe gran diversidad, tanto en las temáticas como en el tipo de
investigación abordados en el estudio de segundas lenguas. Las investigaciones
dentro del aula sobre adquisición de segundas lenguas a mediados de los setenta se
centraron en proceso-producto o proceso-proceso desde una perspectiva cuantitativa.
El aporte consistió en precisar la influencia en los resultados del aprendizaje, de la
organización de la clase, el trabajo en grupo, la variación en las asignaciones, la
actitud del alumno y del profesor. En las dos últimas décadas se ha adoptado el tipo
de investigación cualitativa conocido como investigación en colaboración o
investigación acción. En la primera se establece un trabajo cooperativo entre el
profesor y el investigador, orientándose en la mayoría de los casos hacia las formas
como los docentes se comportan en el aula y sus implicaciones. En la segunda
(investigación acción), se aspira que el trabajo esté orientado hacia el “cambio
social” de profesores, alumnos y comunidades.
En definitiva, independientemente del tipo de investigación que se acoja para realizar
indagaciones en el aula o del tipo de estrategia que se use, todas persiguen optimizar
los alcances de quien aprende. Aún queda un largo camino por transitar para conocer
más sobre la forma como un aprendiz puede hacerse más eficiente en el aprendizaje
de una segunda lengua. A propósito de este tema, a continuación se presentan los
enfoques más usados actualmente para la enseñanza de segundas lenguas.
Enfoques
La variedad de enfoques y métodos de enseñanza de idiomas constituye una muestra
de la preocupación por cambiar tanto la visión del tipo de competencia lingüística que
necesita el aprendiz, como la teoría que sustenta la naturaleza de la lengua y su
aprendizaje. Este planteamiento siempre ha sido motivo de preocupación, sobre todo
si consideramos que más del 60% de la población mundial es bilingüe o multilingüe
(Richards y Rodgers, 1998; Harding y Riley, 1998).
El Enfoque comunicativo
En las clases bajo este enfoque no se usan textos específicos; por lo general, se
proponen diálogos de situaciones reales que deben ser practicados con diferentes
hablantes. Además se puede hacer alusión a contenidos gramaticales aplicables,
textuales, pragmáticos y sociolingüísticos. Se espera que una vez culminado el
proceso, el aprendiz se haya familiarizado con múltiples usos lingüísticos, abundante
vocabulario y reglas gramaticales de uso común que le permitan hablar la lengua, de
forma tal que pueda tener éxito en la comunicación (Ortega , 2003 )
En este enfoque es necesario que el profesor adecue su lenguaje para facilitar la
comprensión de los alumnos; debe tratar de mantener la comunicación con éstos y
motivarlos para que deseen seguir comunicándose. Además es necesario que
promueva la reflexión sobre las estructuras gramaticales, las semejanzas y diferencias
entre la primera y la segunda lengua, para que luego las hagan por su cuenta.
Contrariamente a lo que se piensa, para que un alumno sea capaz de separar ambas
lenguas ha de ser capaz de compararlas y de advertir claramente sus límites y sus
posibles interferencias (Siguan, 2001 p 106 ).
2- Cognitivas, que estimulan las habilidades para recibir y emitir mensajes, el análisis y
el razonamiento y la creación de estructuras de entrada y salida.
3- De compensación, que facilitan la elaboración de conjeturas,
6- Sociales, que ayudan a darse ánimo a sí mismo, cooperar con los demás y
compartir ideas y sentimientos.
Carrasco y Riegelhaupt (1992) señalan una serie de conceptos que son perfectamente
aplicables a los beneficios que proporciona al alumno el aprendizaje de una segunda
lengua: habilidades metacognitivas (conocimiento conciente de la adquisición de la
lengua), conciencia metalingüística (análisis de la lengua), conciencia
metacultural (concientización de las características de la cultura) y conciencia
metapsicológica (conciencia de los problemas que presenta con la adquisición de una
nueva lengua).
Estos factores emotivos pueden también depender de las actitudes personales hacia
la nueva lengua, la sociedad, la cultura y la experiencia que se haya tenido de esa
lengua. Ellos provocan sentimientos de satisfacción o fracaso, agrado o malestar,
ansiedad o relajación entre otros (Martín, 1992).
Enfoque intercultural
Es menester referirse aquí en primer lugar a la cultura, lo que significa hablar de un
concepto complejo, sobre todo porque en sus definiciones subyace la ideología de la
que se derivan la toma de decisiones, las acciones y el análisis, entre otros. La
cultura comprende tanto los aspectos materiales como los espirituales y expresa la
concepción del mundo y de la vida que todo grupo humano tiene.... el conjunto de
prácticas, actitudes, valores, tradiciones, costumbres, comportamientos.... es lo que
determina la denominada identidad cultural (Vallespir, 1999, p. 46).
2- Es simbólica, pues la lengua hace posible la transmisión cultural; por lo tanto, una
cultura se conoce por su forma de comunicarse.
Cumplir con estos objetivos es una tarea compleja porque supone ir más allá de lo
lingüístico. La instrucción debe adentrarse en la formación de las cualidades
esenciales del hombre, lo que difícilmente puede ser restringido a un horario de clase
y a unos cursos, donde se ponga en evidencia la realidad cultural de una lengua sin
temor a pecar de poco realista. Así como los contenidos de una lengua se
fundamentan en conocimientos lingüísticos, los aspectos sociales deben sustentarse
en estudios de las ciencias sociales, en el que sus elementos principales son la
diversidad, la complejidad y la innovación (Areizaga, 2003).
Cada lengua no sólo contiene en sí misma un sistema léxico y sintáctico, sino que
como ya vimos, refleja la cultura, los valores y la concepción del mundo de las
personas que la usan a través de las formas de comunicación que adoptan (la
pragmática), aspectos que deben ser abordados cuando se enseña una segunda
lengua (Meece, 2000).
Las lenguas se aprenden de modo diferente del resto de las materias. Esta diferencia
la hace el carácter social implícito, puesto que el lenguaje lo utilizamos para transmitir
nuestra identidad. Los actos comunicativos no se producen en un vacío social: se
producen en un momento específico, con ciertas personas, en un espacio
determinado. Lo que implica que éstos no pueden ser abordado de una forma
simplista, superficial o poco real (Dorziat, Giannini y Barbosa, 2001; Areizaga, 2003).
Esto significa que al aprender una nueva lengua debemos adoptar nuevas conductas
sociales y culturales, lo que puede provocar un impacto en el aprendiz. En la medida
en que se entiende el contexto sociocultural de la lengua objeto de aprendizaje, es
más probable darse cuenta de la diferencia que hay entre cómo usa la lengua el
hablante nativo y cómo la usa el aprendiz; por tal motivo, la actitud que se adopte
frente a la comunidad usuaria de la lengua puede ser determinante para el éxito del
aprendizaje.
La idea básica que este enfoque plantea es la de propiciar situaciones en las que el
estudiante interactúe con otras culturas. Esto lleva a realizar otras consideraciones con
relación al término competencia comunicativa, tales como la preponderancia de lo
sociocultural cuando se aprende una lengua, y lleva también a desechar la idea de las
situaciones de comunicación y aprendiz ideal y a tomar en cuenta los aprendizajes
culturales con los que llega el individuo, pues a través de ellos se apropiará de la
nueva cultura. Por último, es necesario que en el aula de clase coincidan
representantes de ambas culturas y que se generen actividades cuidando siempre de
las emociones.