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EL MAESTRO COMO AGENTE TRASFORMADOR DEL SIGLO XXI

Ensayo

HAROLD ANDRES DIAZ RANGEL


Químico
JENNY CAROLINA GALLEGO RODRIGUEZ
Bacterióloga
JOSE MAURICIO PARRA ARIAS
Psicólogo
KATHERINE GARCIA SEPULVEDA
Administradora de Empresas

CLAUDIA PATRICIA VARGAS HERNANDEZ


DOCENTE
MOD.1 GENERALIDADES DE LA PEDAGOGIA

UNIVERSIDAD FRANCISCO DE PAULA SANTANDER


FACULTAD DE EDUCACION, ARTES Y HUMANIDADES
DIPLOMADO EN DOCENCIA Y DIDACTICA
SAN JOSE DE CUCUTA, 2018
EL MAESTRO COMO AGENTE TRASFORMADOR DEL SIGLO XXI
Ensayo

El maestro en la actualidad tiene una tarea fundamental e ineludible, debe ser un


agente trasformador de la nueva generación de líderes del siglo XXI. Niños, niñas y
adolescentes que aportaran en la construcción de una sociedad justa y armoniosa. Para
ello, el maestro debe afrontar un reto diario, el cual es motivar a sus estudiantes para
que entiendan la importancia y aplicabilidad de la temáticas que orienta, alejándolos de
los sesgos cognitivos producidos por problemas emocionales, intrafamiliares, y sociales,
los cuales llegan a entorpecer la labor docente, pues descarrilan el sentido de la
enseñanza terminando en un registro de logros aprobatorios que solo miden la aptitud
temporal hacia un área en especifica y no permite que el estudiante desarrolle y
demuestre su verdadero potencial.

Este ensayo desarrollara 4 cualidades presentes en todo maestro que sea o quiera
volverse agente trasformador del siglo XXI, virtudes que no tienen relación con los
saberes académicos o cognitivos del docente, pues están centradas en el ser humano que
se enfrenta todos los días 40 historias personales totalmente diversas una de otra; y
como este tiene la capacidad de sobreponer el valor de la educación como herramienta
de cambio sobre cualquier obstáculo que conduzca a que el estudiante repita los errores
de sus antepasados. Por tal motivo se pretende argumentar por qué el maestro del siglo
XXI debe ser: Empático, Didáctico, Motivador y Orientador

La primera cualidad es la empatía, una de las formas del desarrollo es la mimesis,


el alumno aprende por imitación, siendo el docente el modelo a seguir, en este orden de
ideas se puede decir que de la personalidad del docente y de la relación que tenga con
sus alumnos depende en gran medida el éxito o fracaso del proceso de aprendizaje del
alumno. Delors (1996), señala 4 principios que deberán regir la educación en el siglo
XXI: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a ser y aprender a vivir juntos, así
pues se dice que los alumnos tienden a estudiar aquella materia en la que encuentran
una mejor relación con el docente. El docente no solo debe tener habilidades cognitivas
si no también apropiarse de estos 4 principios, los cuales le permiten tener una mejor
relación con sus alumnos (aprender a conocer); un ejemplo claro de este principio es el
niño de 5 años que se siente feliz e importante cuando su maestro conoce su nombre y
su mejor destreza; de igual forma se puede evidenciar en la educación de un adolecente
cuando en algunos casos encuentra un refugio en su profesor de secundaria y de no ser
que se desarrolle una empatía alumno-profesor, se vería como un fracaso el proceso
educativo.

En este orden de ideas se define como empatía a la participación afectiva de una


persona en una realidad ajena a ella, generalmente en los sentimientos de otra persona.
Los docentes empáticos y comprensivos con los estudiantes generan mejores resultados
en sus clases. La docencia es un trabajo cuya materia prima son seres humanos, su
finalidad es formar a los hombres del mañana; hacer de ellos personas autor realizadas,
creativas y entusiastas, capaces de ganarse la vida en el futuro, de insertase en la
sociedad de forma efectiva y de contribuir a su evolución en busca de mejoras (Sánchez,
2002)

La segunda cualidad es la Didáctica, es indispensable que los docentes


implementen diversas estrategias didácticas que permitan aplicar el conocimiento
teórico en situaciones de la vida diaria. Uno de los aspectos que se consideran
importantes en el proceso de formación, es el aprender hacer, lo cual permite incorporar
nuevas estrategias de aprendizaje que den paso a la construcción del conocimiento en
los estudiantes como estudios de casos, aprendizaje basado en investigación,
aprendizaje basado en problemas, aprendizaje basado en proyectos, aprendizaje
cooperativo, aula invertida, entre otras. (Elmina, 2017). Cabe resaltar, que el
aprendizaje basado en problemas confiere al estudiante la capacidad de analizar y
buscar soluciones frente a una problemática que se aproxime a la realidad y al contexto
laboral, además promueve el trabajo interdisciplinario y la participación activa de
estudiantes y docentes. En este proceso de enseñanza-aprendizaje también es de vital
importancia el uso del lenguaje corporal, tono de voz, utilización del tiempo y del
espacio, uso de las tecnologías de la información y comunicación, juegos interactivos, y
demás recursos educativos que permitan capturar la atención del estudiante, estimular la
curiosidad y finalmente despertar interés por aprender.

La siguiente cualidad es ser un motivador, para el docente sus alumnos no son


simple nombre y apellidos, o meros trabajadores, sino que cada uno de ellos encierra un
micro mundo de historias, curiosidades, gustos y carencias. El maestro debe poder
conectarse con los alumnos haciéndolos sentir únicos y especiales, de modo que sienta
que los alumnos consigan una motivación propia del tema a estudiar y no una impuesta,
participando sin miedo y con total libertad. Igualmente, un maestro motivador es alegre
y contento, debido a que disfruta su trabajo, debido a que de ese modo puede transmitir
pasión y dar lo mejor de uno mismo, repercutiendo de manera positiva en el autoestima
de sus alumnos, que a su vez lo hará en su aprendizaje (Buitrón & Talavera, 2008).

La cuarta cualidad del agente trasformador es la de Orientador, la cual permite


desarrollar estratégicas de promoción para el mejoramiento continuo en formación de
seres humanos comprometidos con el respeto, la convivencia pacifica y el trabajo en
equipo (MEN, 2016); también se puede definir al orientador como un agente educativo
dedicado a la mejora del desarrollo del estudiantado, trabajando para estrechar vínculos
de equipo, y fomentar toma de decisiones (Martinez, Krichensky & García, 2010), estos
elementos ayudan a moldear al ser integral, permitiéndole descubrir al joven aptitudes
académicas, deportivas, sociales o culturales, generándole un concepto de valor, para
que el estudiante logre desempeñar un rol funcional en la construcción de la sociedad.
El maestro Orientador debe ser una persona con gran capacidad de empatía y
asertividad, capaz analizar una situación, para brindarles a los estudiantes diferentes
caminos que pueden utilizar para solucionar su problemática, promoviendo la
autonomía y la toma de decisiones propia en cada individuo.

Las principales funciones del maestro orientador deben ser:

 Apoyar la creación del proyecto de vida del estudiante con base en sus
cualidades, habilidades, destrezas y defectos
 Ofrecer apoyo emocional y social al estudiante que lo solicite.
 Enfatizar los valores de respeto, solidaridad e igualdad, como mecanismos
hacedores de paz.
Como conclusión, la persona que desee convertirse en maestro, debe tener en
cuenta, que el aprendizaje significativo va más allá de lo académico y cognitivo,
logrando amalgamar eficazmente el conocimiento(saber), la destreza (hacer) y la
emoción (ser).
BIBLIOGRAFÍA

Buitrón, S. B., & Talavera, P.N. (2008). El docente en el desarrollo de la


inteligencia emocional: reflexiones y estrategias. RIDU, 4(1), 1

DELORS, J. (1996): La educación encierra un tesoro. Madrid: Santillana.


Desarrollo moral y empatía. Idea Books, S. A: Barcelona. (2002)
Elmina, R. (2017). Competencias Didácticas-Pedagógicas del Docente, en la
Transformación del Estudiante Universitario. ORBIS Revista Científica Ciencias
Humanas, 13, 41–55

GAYA, J. (2002): “La comunicación no verbal”. En Corazones inteligentes. Eds. P.


Fernández Berrocal y N. Ramos Díaz. Barcelona: Kairós. pp. 219-237.

HOFFMAN M. L. (1980): Moral development in adolescent. En J. Adelson (dir.):


Handbook of adolescent psicology. New York: Jonh Wuiley & Hijos.

Martinez, C., Krichensky, G. and García, A. (2010). El orientador escolar como


agente interno de cambio. Revista iberoamericana de educación, (54), pp.107-119.

Ministerio de Educación Nacional (2016). Resolución 09317 de 2016 "Manual de


funciones, requisitos y competencias para directivos docentes y docentes". Bogotá,
pp.112-117.

SÁNCHEZ, J. (2002): “La educación de las emociones a través de la lectura”. En


Corazones inteligentes. Eds. P. Fernández Berrocal y N. Ramos Díaz. Barcelona:
Kairós. pp 377-393.

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