Está en la página 1de 2

Isa Hernández- Psicóloga Sanitaria Nº.

CE00143

Alimentación consciente

•Cocina algo rico con calma. El primer paso para poder degustar es cocinar. Aunque en
ciertas ocasiones no es el paso previo, ya que no es necesario que cocinemos nosotros para
poder degustar, me parece necesario recordarlo también. Elige los platos que vas a cocinar,
prepara los ingredientes, sigue un orden para evitar el estrés, ponte algo de música si no te
gusta cocinar en silencio y disfruta del proceso.

•Emplata bonito, decora la mesa. Una vez hayas terminado de cocinar, coloca la comida en
el plato con mimo. Como si de un restaurante se tratara, elige una vajilla bonita y emplata
de manera elegante. Recuerda que también nos alimentamos por la vista. Además, puedes
poner bonita tu mesa, con un mantel que te gusta y una vajilla a tu gusto.

•Come en un lugar con tranquilidad. Intenta encontrar la paz mientras te alimentas. No


siempre es fácil encontrar un lugar alejado del barullo. Lo mismo ocurre cuando comemos
con más gente o nos reunimos reunimos con familiares y amigos: las risas, los gritos… nos
invaden el plato. Pero intenta en la medida de lo posible crear un espacio de tranquilidad y
calma. Puedes poner música agradable que te invite a estar en un estado de relajación
mientras comes..

•No comas de pie. Trata de comer sentado, a gusto y descansando. Comer de pie nos está
indicando de forma indirecta que comamos rápido y terminemos ya.

•Come degustando. Trata de comer más lento, con calma, las prisas no son buenas para
nada. Esto, aparte de hacerte degustar más, te ayudará a sentirte más saciado, ya que
necesitamos al menos 20 minutos para notar la sensación de saciedad. Hay un truco para
comenzar y es intentar masticar la comida al menos 15 veces. Sé que puede sonar aburrido
y tedioso al principio, pero puede ayudarte a ir cogiendo costumbre.

•Suelta los cubiertos. Si te observas comiendo, seguramente tras meterte el pedazo de


comida en la boca, mientras masticas, ya estás cortando el siguiente trozo y llevándotelo a
la boca. Calma, deja descansar los cubiertos. Introduce el alimento, mastica, traga y, a
continuación, cuando ya hayas terminado ese proceso, continúa con el siguiente pedazo.

•Come de todo y come saludable. Mereces cuidarte y cuidar tu salud. Elige alimentos ricos
y saludables, pero sin prohibiciones. El equilibrio es la clave. Por eso, si tu cuerpo te pide
introducir algo que no está socialmente etiquetado como bueno o sano, olvida esa etiqueta
mental y haz caso a tu cuerpo.

•Atención plena. Cuando comas, come. Es decir, mientras estás alimentándote intenta
prestar atención al momento mismo, elimina las distracciones que te hacen evadirte de ese
instante. Evita comer mirando la tele o el móvil, por ejemplo, ya que, al dividir nuestra
atención, tendremos la sensación de comer menos y tardaremos más en saciarnos. Recuerda
activar los 5 sentidos: gusto, olfato, vista y tacto para entrar en contacto con cada bocado.
Isa Hernández- Psicóloga Sanitaria Nº. CE00143

•Ponte un recordatorio. O como solemos llamarlo en psicología, busca un anclaje. Es decir,


coloca algún objeto cerca de ti en el momento de comer, para que, cuando lo visualices,
te recuerde la forma de comer conscientemente. Sobre todo al principio, se te puede
olvidar, volviendo a tus hábitos por falta de costumbre, y esto te ayudará a recordarlo.

•Come cuando tengas hambre. Come cuando sientas que lo necesitas. Una vez que
aprendas a interpretar las señales, sabrás fácilmente cuándo tu cuerpo te pide comida. De la
misma forma, intenta parar cuando ya sientas que estás saciada o saciado. Aun así, quiero
recordarte que todos alguna vez podemos dejarnos llevar por el placer que supone comer,
pero esto no quiere decir que se convierta en una necesidad o en un hábito.

•Agradece. Siéntete agradecido por la rica comida que has comido, por el simple hecho
de haberla comido y, por supuesto, por haberla disfrutado, por el momento que significa,
por la compañía… por todo. Agradece.

También podría gustarte