Está en la página 1de 6

COMER ATENTOS

¿QUÉ ES COMER ATENTOS?


En el comer atentos no estamos comparando ni juzgando. Estamos
simplemente observando las numerosas sensaciones, pensamientos y
emociones que surgen al respecto. Se lleva a cabo de manera directa
y práctica, pero calentada con benevolencia y especiada con
curiosidad.

Comer atentos es una experiencia que implica a todas las partes de


nuestro ser, cuerpo, corazón y mente, a la hora de elegir, preparar y
consumir los alimentos. Comer atentos incluye todos los sentidos. Lo
dirigen tus propias experiencias internas, momento a momento, el
experto eres tú.

Comer atentos no se basa en ninguna inquietud acerca del futuro,


sino en las elecciones actuales. Sustituye la autocrítica y la
vergüenza.

Comer atentos es una manera de descubrir una de las cosas más


placenteras que hacemos como seres humanos.

*Cuando no saboreamos lo que comemos, solemos atiborrarnos hasta


reventar sin llegar a sentirnos satisfechos. Y es así porque la mente y
la boca no estaban presentes, no saboreaban ni disfrutaban mientras
comíamos. El estómago se llenó, pero la mente y la boca continuaron
insatisfechas, pidiendo ser alimentadas.

 Ejercicio: meditación básica de comer atentos.


LAS SIETE CLASES DE HAMBRE
Todos estos tipos de hambre son en realidad experiencias. Suceden
como sensaciones, pensamientos e incluso emociones en el interior
de nuestros cuerpos, mentes y corazones.

Son:

1- Visual.
 Ejercicios: ser consciente del hambre visual¸ crear una fiesta
para los ojos, alimental el hambre visual sin comer.

2- Olfativa.
 Ejercicio: ser consciente del hambre olfativa, alimentarse con
fragancia.

3- Bucal.
 Ejercicio: ser consciente del hambre bucal, alimentar el hambre
bucal.

4- Estomacal.
 Ejercicio: ser consciente del hambre estomacal, ser consciente
del hambre estomacal durante una comida.

5- Celular.
 Ejercicio: ser consciente del hambre celular, preguntar al cuerpo
qué necesita.

6- Mental.
 Ejercicio: ser consciente del hambre mental.

7- Del corazón.
 Ejercicio: ser consciente del hambre del corazón, satisfacer el
hambre del corazón.

*Resumen: el ejercicio más importante sería el de ¿quién es el


que tiene hambre? Por favor, practícalo con cada comida,
hasta que se convierta en una segunda piel.
Cada una de las siete hambres está asociada con una parte
diferente del cuerpo. Antes de comer o beber, mira en tu
interior y pregunta a cada una de las partes si tiene hambre. Si
la respuesta es positiva, pregúntale a esa parte cuánta hambre
tiene en una escala de 0 (ninguna) a 10 (desnutrida).
Por repasar: las partes del cuerpo a las que nos referimos son
ojos, nariz, boca, estómago, células, mente y corazón.
Por ejemplo: ves unos donuts en el trabajo. La vista puede
decir: “Sobraron de la fiesta de ayer, pero tienen buena pinta.
Tal vez debería comerme uno”. El hambre visual registra un 3
en una escala de hambre.

EXPLORAR NUESTROS HÁBITOS Y PAUTAS CON LA


COMIDA

SEIS SENCILLAS DIRECTRICES PARA COMER ATENTOS


1- Ir más despacio.
- Comer despacio significa más satisfacción.
- Cómo comer y beber más despacio: insiste en hacer pausas,
“fletcherizar”, beber despacio, suelta el tenedor o la
cuchara, come con la mano no dominante, comer con palillos
orientales.

2- La cantidad adecuada.
Ejercicio: consumir la cantidad adecuada.

3- La ecuación energética.
- Cambios recientes en la ecuación energética.
 Ejercicio: trabajar con la ecuación energética.

4- Sustitución consciente.
 Ejercicio: sustitución consciente.

5- Ojos que no ven, mente que no siente.


- Ayunar y comer atentos.
- Ayuno mediático.
 Ejercicio: ayunos atentos.
6- Benevolencia y crítica interior.
- El perfeccionismo interior.
- El incitador interior.
- El crítico interior.
 Ejercicio: práctica básica de meditación, consciencia dl crítico
interior, reconocer el crítico interior y soltarlo, el modelo del
ordenador, benevolencia: un antídoto espiritual, ampliar el
alcance de la benevolencia.

CULTIVAR LA GRATITUD
1- Gratitud hacia el cuerpo.
- Consciencia del cuerpo.
 Ejercicio: meditación básica de exploración del cuerpo,
meditación de la “mantequilla blanda” de Hakuin Zenji,
meditación de atención en el cuerpo con gratitud, meditación
de atención en el cuerpo con benevolencia.

2- Gratitud por los alimentos.


 Ejercicio: observar profundamente nuestros alimentos,
benevolencia hacia los seres que nos proporcionaron estos
alimentos.

CONCLUSIÓN: QUÉ NOS ENSEÑA EL COMER ATENTOS


- No pasa nada si te sientes vacío.
 Ejercicio: experimentar la vaciedad en el cuerpo y la mente.

- Los deseos son inagotables.

- El deseo es temporal.
 Ejercicio: observar los deseos.

- Comer puede ser una actividad sacra.

RESUMEN DE CONSEJOS
- Comer atentos tiene que ver con abrir la percepción de la
mente a nuestra comida y al cuerpo, antes, durante y
después de comer.
- Comer con atención es imparcial.
- Consciencia es la clave para cambiar. Una vez que somos
conscientes de algo, no puede seguir siendo igual. Ser
conscientes, además de pequeños cambios en nuestros
comportamientos automáticos, puede producir grandes
cambios con el tiempo.
- Aprende a evaluar el hambre estomacal y celular antes de
comer, mientras se come y después de comer.
- Si no tienes hambre, no comas.
- Permanece presente al menos los tres primeros bocados o
sorbos al empezar o comer o beber.
- Come raciones pequeñas, teniendo en cuenta la “cantidad
adecuada”. Sírvete la cantidad de comida que te llenará en
dos terceras partes.
- Como despacio, saboreando cada bocado. Halla maneras de
hacer pausas mientras comes, como dejar los cubiertos
sobre la mesa mientras masticas.
- Mastica la comida a conciencia antes de tragar.
- Sé consciente de las diferencias entre “ya no tengo hambre”
y “estar lleno”. No es necesario comer hasta estar “lleno”.
Come hasta estar lleno en dos terceras partes. Luego bebe
algo y descansa un poco.
- Comer atentos incluye comer distraído. Puedes elegir comer
distraído cuando sea apropiado.
- Vaciar es tan importante como llenar. Es aplicable al
estómago y a la mente.
- Consume una comida entera en silencio y conscientemente,
al menos una vez a la semana.
- Sé consciente de que los alimentos cambian los humores y
utilízalos como medicina. Ajusta la dosis; una pequeña
cantidad puede funcionar mejor que mucha.
- Recuerda la ecuación energética: equilibra la energía que
entra en el cuerpo con la que sale.
- Por encima de todo has de tener claro cuándo no es el
cuerpo el que quiere ser alimentado, sino el corazón.
Ofrécele el alimento que lo llene. Ese alimento puede ser
meditación u oración, jugar con una mascota, preparar la
comida para alguien a quien quieres o que necesita ayuda, o
simplemente sentarte y estar presente con los demás. Llena
el corazón con la riqueza de este preciso momento.
- Da las gracias antes, durante y después de comer.

También podría gustarte