Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1. NOCIÓN
(y) El tema de la Seguridad social es muy amplio y abarca todos los aspectos de la vida
social, como debe ser, en el entendido el Estado es el gran responsable de ofrecer las
condiciones más favorables a la población para su desenvolvimiento y desarrollo, es decir
de garantizar el derecho a una buena calidad de vida. Del mismo modo, ante las
contingencias que se pueden presentar en el devenir diario, es el Estado el que debe
organizar mecanismos de prevención y cobertura.
Inicialmente, no podemos perder de vista que inicialmente las atenciones de salud y las
de vejez se cubrían a través del ahorro individual o familiar y no en todos los casos era
suficiente, al contrario estas contingencias eran difíciles o imposibles de atender con el
solo ahorro personal o apoyo familiar, dando lugar a casos extremos de abandono e
indigencia que fueron asumidos por instituciones de caridad o de beneficencia pública;
luego el Estado asumió esta responsabilidad social y en el tiempo se crearon organismos
públicos que por mandato de la ley se les encargó el funcionamiento de los regímenes
previsionales, que fueron desarrollándose hasta constituirse en entidades administradora
en la forma como actualmente los conocemos.
En esta unidad de estudio, nos vamos a ocupar de la seguridad social como la institución
jurídica que estudia los derechos de los trabajadores públicos y privados en las áreas de
prestaciones de salud y de pensiones.
(y) Antes de ingresar al estudio de los regímenes previsionales o de seguridad social a los
que nos hemos referido, referimos la lectura extraída de la dirección electrónica
http://blog.pucp.edu.pe/blog/percycuri/ , que creemos necesaria por su pertinencia,
Derecho a la Seguridad Social – Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre – Artículo
XVI (*)
Artículo XVI
“Toda persona tiene derecho a la seguridad social que le proteja contra las consecuencias de la
desocupación, de la vejes y de la incapacidad que, proveniente de cualquier otra causa ajena a su
voluntad, la imposibilite física o mentalmente para obtener los medios de subsistencia”.
I. Introducción
La seguridad social es un derecho que va ligado a lo más profundo del ser humano, por cuanto
busca protegerlo frente a los riesgos y contingencias que puedan afectar su vida, su salud, su
capacidad de trabajar, mermando por ende sus ingresos económicos para sostener una vida digna,
extendiéndose esta protección hasta sus familiares cercanos, llamados derechohabientes.
Por otro lado, mientras al Estado brindaba atención a los indigentes, se formaban grupos de
personas entre quienes compartían oficios, religión o nacionalidad, uniéndose con la finalidad de
cubrir de manera colectiva las contingencias de alguno de ellos, para ello se realizaban aportes
periódicos que estaban destinados a solventar la atención de alguna necesidad de salud, vivienda
o alimento, etc, de uno de sus miembros. Este modo de socorro colectivo se denominó mutualismo.
Con la llegada de la revolución industrial se generaron mayores accidentes de trabajo y
enfermedades, lo cual dio origen a que se creara un sistema de protección a través de los aportes
tripartitos entre el Estado, los empleadores y los trabajadores, así nace la figura del seguro
social[1]; si bien este sistema es el antecedente histórico más próximo a la seguridad social, no
permitía satisfacer todas las necesidades sociales ya que únicamente brindaba prestaciones al
trabajador[2].
Finalmente, en la Inglaterra de 1942 surgió el concepto Seguridad Social con el aporte realizado
por William Beveridge[3], concibiéndolo como un concepto moderno y estructurado de normas e
instituciones previstas específicamente para la protección de todo ciudadano, dejando así la
atención exclusiva de los trabajadores y ampliándola a todos los ciudadanos cubriendo todas las
contingencias de su vida, desde su nacimiento hasta su fallecimiento; su frase cumbre fue “de la
cuna a la tumba”.
Una definición que nos parece acertada es la ensayada por Martín Fajardo, para quien “la
Seguridad Social es un sistema de protección contra las contingencias humanas, que procura a la
vez la elevación del nivel de vida y el bienestar colectivo, en base a la redistribución de la renta”[4].
En cuanto a nuestro ordenamiento constitucional, debemos recordar que el artículo 10 de la
Constitución Política sentencia que “El Estado reconoce el derecho universal y progresivo de toda
persona a la seguridad social, para su protección frente a las contingencias que precise la ley y
para la elevación de su calidad de vida”. Como recuerda César Gonzales[5], cuando la
Constitución señala que es un derecho universal y progresivo, “esta no puede referirse sino a que
la Seguridad Social será de aplicación general, es decir a todas las personas sin excepción, puesto
que el derecho nos es inherente por el solo hecho de ser seres humanos”, y en el mismo sentido,
refiriéndose al mandato de constitucional de progresividad, César Abanto[6] precisa que “a fin de
efectivizar el principio de universalidad del derecho, deberán establecerse determinados pasos que
habiliten un acceso a la Seguridad Social, lo cual solo se podrá dar de manera gradual
(progresivo), dependiendo de la situación económica del país”.
Entonces, una vez acercados al concepto de la seguridad social es oportuno conocer sus
principios recogidos por la Constitución Política y reconocidos por el Tribunal Constitucional a
2
través de su jurisprudencia[7]. A través de su jurisprudencia, el máximo tribunal ha precisado como
principios de la seguridad social con base constitucional los siguientes a) Dignidad humana (art. 1
de la CPP), b) Igualdad (artículo 2 de la CPP), c) Universalidad (artículos 10 y 11 de la CPP),
d) Solidaridad (artículos 43 y 44 de la CPP), e) Progresividad (2° Disposición Final y 11°
Disposición Final) y, f) Equilibrio presupuestal (artículos 78, 87 y 1° Disposición Final).
Con relación a los principios antes mencionados, pasaremos a comentar algunas cuestiones
acerca de tres de ellos, puntualmente, respecto de los principios de universalidad y de solidaridad,
debido a que ellos permitirán conocer aspectos ligados al sistema de seguridad social, desde su
visión más íntima del derecho.
En buena cuenta, a través de lo dicho por el Tribunal Constitucional se reconoce una vertiente del
principio de solidaridad, ya que el mismo posee dos aspectos ligados a la relación existente entre
aquellos que forman parte de la pensión. Por un lado se destaca que para el pago de las
pensiones la seguridad social manifiesta la existencia de una relación de solidaridad
intergeneracional ya que los trabajadores activos del presente cubren con sus aportaciones el pago
de las pensiones de los actuales pensionistas (los que a su vez durante su vida laboral cubrieron el
pago de los pensionistas que existieron en su momento) y, por el otro lado, también se reconoce
una solidaridad intrageneracional, consistente en la equiparidad para el sistema de los aportes
realizados por todos los trabajadores, sin distingo respecto del importe de la suma aportada, es
decir, dentro del mismo sistema de reparto[10] posee la misma importancia el importe entregado
por aquel trabajador que percibe la remuneración mínima como el de aquel trabajador que aporta
por una remuneración mucho mayor, así, el aporte realizado por el trabajador con mayores
ingresos “subsidia” al aporte realizado por el trabajador de remuneración mínima, con la finalidad
de que todos puedan acceder al pago de la pensión.
En resumen y de acuerdo con las palabras de Mario Pasco Cosmópolis, la solidaridad implica “la
redistribución equitativa del costo del sistema; el esfuerzo de toda la comunidad en su propio
beneficio, esfuerzo al que deben contribuir todos y cada cual según sus capacidades y
necesidades”[11].
El derecho a la pensión ha sido reconocido como exigencia de la dignidad humana y por ello, se
encuentra garantizada normativamente[12], pero ello no implica que el derecho a la pensión se
encuentre ajeno a ser pasible de alguna limitación, por el contrario, el Tribunal Constitucional ha
establecido a través de su jurisprudencia los aspectos que se encuentran íntimamente ligados al
derecho a la pensión como su contenido esencial, así como aquellos aspectos del derecho que sin
ser parte del núcleo duro del derecho también merecen cierto nivel de protección y de aquel
aspecto que es calificado como un contenido adicional.
Por otro lado, conjuntamente con la definición del contenido esencial, el Tribunal conceptuó los
aspectos que conforman el contenido no esencial del derecho a la pensión, así como su contenido
adicional, los cuales podrán ser objeto de limitación o restricción a través de alguna iniciativa
normativa, siempre que con ello se busque obtener un beneficio mayor que la afectación
producida. En el primero se incluye a los topes y los reajustes pensionarios, como el caso de la
nivelación de pensiones del régimen previsional del Decreto Ley N° 20530, mientras que el
contenido adicional del derecho a la pensión se encuentra constituido por las pensiones de
sobrevivientes, es decir, por las pensiones de derecho derivado que corresponden a las personas
favorecidas con la pensión de un titular fallecido, como es el caso de las pensiones de viudez y de
orfandad.
----------------------------------------------------------------------------
(*) Artículo publicado en la serie: La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre. N° 14 –
Derecho al Trabajo y a una justa Remuneración. Observatorio de Derechos Humanos. Ministerio de Justicia y
Derechos Humanos. Octubre 2014. http://observatorioderechoshumanos.pe/jmla25/publicaciones/cat_view/14-
publicaciones/178-minjus/222-declaracion-americana-de-los-derechos-del-hombre?limitstart=0
4
[2] Al respecto, Jorge Rendón recuerda que mediante la Ley N° 8433 se instituyó en el Perú el Seguro Social
obligatorio para los obreros cuyo salario anual no excediera de 3,000 soles oro al año, siendo esta la primera
manifestación del seguro social en nuestro país. Rendón Vásquez, Jorge. Derecho de la Seguridad Social,
Editorial Grijley. Lima, 2008. Pág. 63-64.
[3] William Beveridge fue un economista británico que trabajó en investigaciones centradas en problemas del
desempleo y del estado de bienestar, se le reconoce como uno de los pioneros en el desarrollo de los
modernos sistemas de seguridad social. En 1942, y a pedido del gobierno británico, Sir Beverige presidió una
Comisión encargada de estudiar un plan de seguridad social para la reconstrucción del país luego de la
guerra. En su informe titulado “Seguridad Social y sus servicios conexos”, presenta un plan con tres
previsiones para que el sistema de seguridad social sea satisfactorio, basándolo en 1) Asignaciones familiares
o bonificaciones a personas encargadas de cuidar a los infantes hasta la edad de 15 años y si se amplía la
edad escolar hasta la edad de 16 años. 2) Servicios completos de salubridad y convalecencia para prevenir y
curar las enfermedades restableciendo a los individuos en su capacidad de trabajo, y 3) Continuidad en el
trabajo, es decir, evitar el paro colectivo. Ruiz Medina, Manuel Ydelfonso. Tesis doctoral: “Políticas públicas en
salud y su impacto en el seguro popular en Culiacán, Sinaloa, México“. Universidad Autónoma de Sinaloa.
México, 2011. Pág. 41-44.
[4] Fajardo Cribillero, Martín. Teoría General de la Seguridad Social. Ediciones Luis Alfredo. Lima, 1991. Pág.
21.
[5] Gonzales Hunt, César. La configuración constitucional de la seguridad social en pensiones. En: “Estudio de
Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social”, libro homenaje a Javier Neves Mujica, Lima, 2009. Pág. 434.
[6] Abanto Revilla, César. El Derecho universal y progresivo a la seguridad social. En: La Constitución
comentada. Tomo I. Gaceta jurídica editores, Lima, 2005. Pág. 421
[7] Si bien estos principios han sido mencionados en distintas oportunidades por el máximo intérprete
constitucional a lo largo de su jurisprudencia, su inclusión y principal referencia se dirige a la sentencia del
Exp. N° 050-2004-AI/TC (sentencia de la demanda de inconstitucionalidad interpuesta contra la Ley N° 28389
– Ley de reforma constitucional, y la Ley N° 28449 –Ley que establece nuevas reglas del régimen de
pensiones del Decreto Ley 20530).
[8] Fajardo Cribillero, Martín. Obt. Cit. Pág. 24.
[9] Sentencia Exp. N° 050-2004-AI/TC, fundamento jurídico 48.
[10] Un régimen previsional como el existente en el sistema nacional de pensiones, en el que el aporte de
todos los trabajadores no generan cuentas individuales de capitalización sino que van a un fondo común del
que se financiará el pago de las pensiones.
[11] Pasco Cosmópolis, Mario. “Los principios de la seguridad social y los diversos sistemas pensionarios”.
En: Jurisprudencia y doctrina constitucional en materia previsional del Perú. Tribunal Constitucional del Perú.
Lima, 2008. Pág.
2. PRINCIPIOS
(y) Los principios de la seguridad social son enunciados generales que informan criterios
útiles en la interpretación de la normativa que regula y ordena la seguridad social. Nos
referiremos a los principales.
(y) Debe tratarse este principio en el ámbito de la seguridad social, entendiendo que el
acceso alcanza a todos quienes cumplen con los requisitos exigidos por la ley como
asegurados obligatorios y, en general, para todos quienes voluntariamente quieren
pertenecer al sistema previsional en las áreas de salud y pensiones. Se trata de un
derecho consagrado en la Carta Política, en donde queda sentado que la seguridad social
es un derecho universal, inherente a la persona.
1.2. Principio de Solidaridad
Los criterios de igualdad deben prevalecer en el trato de los asegurados o afiliados de los
regímenes previsionales, por supuesto tomando en cuenta los requisitos y condiciones
que establece la normativa para acceder como asegurados y para tener derecho a las
prestaciones o atenciones que brindan dichos regímenes.
Como sabemos, la igualdad es un derecho fundamental protegido por nuestra
Constitución y en estos términos debe ser respetado en la administración y
funcionamiento de los regímenes previsionales.
(y) Los regímenes de seguridad social en salud y en pensiones se sostienen con los
aportes de los asegurados o afiliados, constituyendo los fondos previsionales que son
administrados por entidades públicas y privadas creadas con ese único objeto. La entidad
administradora del sistema de prestaciones de salud es el Seguro social de salud
(ESSALUD), que es un organismo público; en los dos regímenes de pensiones que
coexisten encontramos a la Oficina de normalización previsional (ONP) como
administradora del Sistema Nacional de Pensiones, y a las Administradoras de fondos
privados de pensiones (AFP) a cargo del Sistema Privado de Pensiones.
(y) Los aportantes son los trabajadores dependientes y pensionistas del sector público y
del sector privado como asegurados obligatorios, a quienes se pueden sumar los
trabajadores independientes que voluntariamente deseen pertenecer a estos regímenes
contributivos, no como una obligación sino como una opción.
(y) En el área previsional de salud, para tener derecho a recibir las prestaciones o
atenciones, el asegurado debe acreditar el pago de aportes como condición previa, tal
como lo establece la Ley N° 26790 y su reglamento aprobado por D.S. N° 007-97-SA,
estas normas establecen un estado o situación de carencia para tener acceso a las
prestaciones, que por norma general es de tres meses de aportaciones, y en adelante no
debe haber retrasos sino el pago oportuno y actual de los aportes para tener derecho a
las prestaciones. De esta manera, el sistema prestaciones de salud concebido como
régimen contributivo, se diferencia de los servicios públicos de salud que como política
general tiene a cargo el Ministerio de Salud (MINSA), financiados por el Tesoro público,
cuya cobertura está dirigida a la población que no tiene acceso a un régimen contributivo,
y su atención se realiza a través de la red de establecimientos del Estado.
En el área previsional de pensiones son dos los regímenes que se distinguen por su
funcionamiento, el sistema nacional de pensiones otorga pensiones en función de la edad
6
y del número de años de aportes, como mínimo veinte: en el sistema privado de
pensiones tiene que ver el monto acumulado y capitalizable de los aportes durante la vida
laboral hasta que el trabajador afiliado cumpla los 65 años de edad.
4. TRATAMIENTO CONSTITUCIONAL
7
SISTEMA DE PRESTACIONES DE SALUD
1. GENERALIDADES
El Seguro Social de Salud (ESSALUD) fue creado por Ley N° 27056, como un
organismo público descentralizado del Ministerio de Trabajo a cargo de la gestión
y administración del régimen previsional en el parea de salud, cuya función
primordial es otorgar cobertura integral de salud a los todos afiliados o asegurados
de este régimen, brindándoles prestaciones de prevención, promoción,
recuperación y subsidios para el cuidado de su salud, su restablecimiento y
rehabilitación.
3. ASEGURADOS
Son aquellas personas que se afilian sujetos a los planes de salud que
ofrece ESSALUD. Se trata de una contratación común de servicios. No
abordamos su estudio porque nuestro estudio se limita en lo que
corresponde al derecho de los servidores.
4. APORTES
Los aportes constituyen sino la totalidad la mayor parte de los recursos que sirven
para financiar las prestaciones de salud y económicas.
2
entendemos como una gestión excepcional y siempre y cuando no se afecte la
cobertura de las prestaciones.
El artículo 10º de la Ley Nº 26790, modificado por Ley Nº 28791, establece que
los afiliados y sus derechohabientes tienen el derecho a las prestaciones del
Seguro Social de Salud siempre que cuenten con tres meses de aportación
consecutivos, o con cuatro no consecutivos dentro de los seis meses
calendario anteriores al mes en que se inició la contingencia.
En caso de accidente; basta que exista afiliación, esto es sin que transcurra
el periodo de carencia.
En caso de maternidad, que la concepción se haya producido cuando el
titular del seguro se encontraba laborando.
En caso de los pensionistas; siempre que continúen en esa condición de
pensionistas; no se requiere que transcurra el periodo de carencia porque se
supone que se han realizado aportes en la condición de trabajador en
actividad.
7. PRESTACIONES
3
- De prevención; que tienen por objeto conservación la salud de los
afiliados, reduciendo o minimizando los riesgos de su deterioro,
comprendiendo también las de promoción y fomento al cuidado de
la buena salud.
Se distinguen:
Se distinguen:
✓ Atención médica, en consultorios médicos (ambulatoria) y en
casos de hospitalización.
✓ Provisión de medicamentos e insumos médicos.
✓ Provisión de prótesis y aparatos médicos que se han
indicado en el tratamiento médico.
✓ Servicios de rehabilitación.
b) Por maternidad.
La afiliación a una EPS no tiene carácter obligatorio, los trabajadores que se afilien
mantienen su derecho a la cobertura de atenciones de alta complejidad,
enfermedades crónicas y subsidios económicos a cargo del ESSALUD.
En este caso, el 25% del aporte legal (9%) se destina a la EPS, para que asuma la
cobertura complementaria, denominada “capa simple”, que comprende
tratamientos médicos y operaciones sencillos, a través de servicios propios o de
planes contratados, quedando a cargo de ESSALUD la atención de la denominada
“capa compleja”, que comprenden tratamientos especializados que requieren
atención quirúrgica, hospitalización, rehabilitación y por supuesto prestaciones
económicas.
Queda claro que al no ser obligatoria la afiliación a una EPS, es opción de los
trabajadores decidir por mantenerse o no dentro de la cobertura integral a cargo de
ESSALUD.
La SEPS fue creada por el artículo 14º de la Ley Nº 26790 como organismo
público descentralizado del sector Salud, con personería de Derecho público
interno, con autonomía funcional, administrativa y financiera.
Su fuente de financiamiento son los recursos propios constituidos por los derechos
que cobra a las entidades sujetas a su control, que son fijados por Decreto
Supremo.
Cuando la entidad empleadora no realiza el pago de los partes a que está obligada
asumir por mandato legal, ESSALUD o la entidad prestadora de salud que
corresponda debe cubrir las prestaciones de salud, pero con derecho a exigir a
aquélla el reembolso del costo de dichas las prestaciones.
6
Podemos sostener que la acción de reembolso pretende imponer una sanción o
castigo jurídico y económico por el incumplimiento del empleador en el pago
oportuno de las aportaciones, por lo que La entidad empleadora no puede
liberarse de esta obligación regularizando pagos con posterioridad a la ocurrencia
de la contingencia.