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CASO 1:
Ricardo “El rey de los cuchillos” artista circense envuelto en una crisis de celos
infundados decide dar muerte a su esposa. Para hacer esto toma la primera arma blanca
que tiene a la mano y ataca a su cónyuge, quien no muere porque el cuchillo que
Ricardo toma por equivocación no era auténtico sino uno de los que emplea en su
espectáculo con hoja de plástico y retráctil.
En estricto, los hechos del presente caso calzan con el tercer punto, toda vez que se
expresa abuso de poder, de dominio, machismo, al expresar celos infundados por parte
de Ricardo.
Una vez analizado el presente caso con el método jurídico penal, concluimos que, si es
punible el comportamiento de Ricardo, en el sentido que se trata de una acción dolosa,
que lesiona un bien jurídico relevante para el derecho penal, el mismo que se encuentra
tipificado, y por lo menos en los datos que se desprenden en el presente caso, no se
observa causas de justificación o que excluyan la responsabilidad de Ricardo.
Ricardo, incurre en una tentativa acabada, toda vez que Ricardo agota todos los actos
necesarios para realizar dicho delito, dicho de otro modo, en el supuesto que el arma
blanca hubiese sido efectiva, dicho delito se hubiera consumado, sin embargo, en el
presente caso, no fue auténtica, entonces, no se consumó el delito, pero sí se consumó
los actos necesarios por parte de Ricardo.
PREGUNTGA TEÓRICA
Para responder a esta interrogante, partimos del artículo 11 del Código Penal, que
diserta, “son delitos y faltas las acciones u omisiones dolosas o culposas penadas por la
ley”, entonces, partiendo de este punto, una conducta se considera delito cuando esta
sea dolosa o culposa penada por ley, sin embargo, esto es muy genérico, es por ello, que
la doctrina va más allá, en primer lugar, se entiende por acción a toda conducta humana,
la misma que también puede ser una omisión, esta acción u omisión debe cumplir
ciertos requisitos, para ser considerada delito, debe ser relevante para el derecho penal,
lesionar bienes jurídicos, y en ese sentido ser típica, antijurídica, culpable y punible.
De lo anterior podemos afirmar que, estamos frente a un delito cuando una conducta,
acción u omisión está tipificada por la ley, es contraria derecho, supone una conducta
infraccional del derecho penal, y en ese sentido como dice Hans H. Jescheck, el delito
es un injusto merecedor de pena, porque hay desvalor de acción y de resultado.