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UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS

ESCUELA DE MEDICINA

ERITEMA INFECCIOSO Y EXAMTEMA SÚBITO

CATEDRA:

Pediatría I

DOCENTE:

Dra. Georgina Toral Mena

ESTUDIANTE:

David Gallón Navarrete

GRUPO:

# 11

AÑO LECTIVO:

2020 – 2021
ERITEMA INFECCIOSO O QUINTA ENFERMEDAD /MEGALOERITEMA

El eritema infeccioso es una entidad causada por el parvovirus B-19, caracterizado por
síntomas sistémicos moderados. Es un proceso exantemático de la infancia benigno y
autolimitado.

INTRODUCCIÓN
Rubefacción facial, con afectación de ambas mejillas, respetando la zona perioral,
dando un aspecto de “doble bofetada”. Aspecto reticular y festoneado en las zonas de
extensión de brazos, muslos y nalgas, respetando palmas y plantas. Aparece y
desaparece, variando de intensidad con los cambios de temperatura, el estrés y el
ejercicio físico.
El agente etiológico es un virus ADN de cadena corta, el parvovirus B19, esta patología
es más frecuente en niños en edad escolar no tiene predilección por el sexo o raza. La
edad de mayor incidencia es entre los 2 y 12 años. El contagio es directo a través de las
gotitas expectoradas por el enfermo, el modo de transmisión incluye con probabilidad
secreciones respiratorias y sangre, siendo por exposición percutánea a sangre y
hemoderivados, productos sanguíneos contaminados y vía transplacentaria de la madre
al feto. La contagiosidad es máxima entre los seis y quince días posteriores a la
infección.
La replicación viral tiene lugar en los precursores eritrocitarios de la médula ósea y su
persistencia produce una anemia crónica. La receptividad es escasa, como se demuestra
por la poca difusión de las epidemias. La infeccion de la embarazada puede afectar al
feto, produciéndole anemia hemolitica, hidrops y, frecuentemente, la muerte, sobre todo
si tiene lugar en los primeros meses. Al final de la gestacion, la infeccion fetal puede
cursar sin ninguna consecuencia. Hasta el momento actual no se han descrito efectos
teratogenicos causados por el parvovirus B19 pues, dada su alta virulencia sobre las
celulas embrionarias, su accion es, fundamentalmente, embriocida.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS

La manifestación más frecuente de la infección por el parvovirus B19 es el eritema


infeccioso, también denominado quinta enfermedad. Se trata de un proceso
exantemático de la infancia benigno y autolimitado. El período de incubación del
eritema infeccioso es de 4-28 días (media de 16-17 días). La fase prodrómica es leve y
consiste en febrícula en el 15-30% de los casos, cefalea y síntomas de infección leve de
las vías respiratorias altas.
El exantema se extiende con rapidez o de forma simultánea al tronco y a la zona
proximal de las extremidades como un eritema macular difuso en la segunda fase. El
aclaramiento central de las lesiones maculares ocurre pronto y da al exantema un
aspecto reticulado, en encaje. Se respetan las palmas y las plantas, y tiende a ser más
notable en las superficies de extensión. Los niños afectados permanecen sin fiebre y no
tienen aspecto de enfermos; algunos de ellos tienen petequias. Los niños mayores y los
adultos suelen referir un prurito leve. El exantema se resuelve de forma espontánea, sin
descamación, pero tiende a desaparecer y reaparecer durante 1-3 semanas.
Segunda fase esta dura alrededor de una semana y se inicia a los dos o tres días,
produciéndose la llamada “metamorfosis del exantema”, que es más aparente en la
región glútea y extremidades: en estas regiones, se hace más visible y se modifica en el
sentido de aclararse y palidecer en el centro, dando lugar a imágenes caprichosas que
justifican el nombre de “exantema cartográfico” o “exantema anular”, aspecto evidente
en la región glútea, muslos y brazos, pero poco en la cara.
Puede recidivar con la exposición a la luz solar, el calor, el ejercicio y el estrés.
También se describen adenopatías y exantemas vesiculares, purpúricos o papulosos
atípicos.
Tercera fase o de recidivas. Puede persistir hasta un mes, aunque a veces no se presenta.
En ella reaparece transitoriamente la erupción con las características de la segunda fase,
siendo provocado por la acción de múltiples factores: rayos solares, calor, irritación y
llanto, frotación de la piel, etc.

DIAGNÓSTICO
El diagnóstico de eritema infeccioso se suele basar en la presentación clínica del
exantema típico y en pocas ocasiones requiere confirmación virológica.
Existen pruebas serológicas para diagnosticar la infección por B19. Las IgM específicas
contra el B19 aparecen con rapidez tras la infección y persisten durante 6-8 semanas.
Las IgG anti-B19 son útiles como marcadores de infección pasada o de inmunidad,
mientras que la IgM anti-B19 es el mejor marcador de infección reciente/aguda en una
sola muestra plasmática; la seroconversión de los anticuerpos IgG anti-B19 en muestras
de suero pareadas se puede usar también para confirmar la infección reciente. La
demostración de IgG anti-B19 en ausencia de IgM, incluso aunque el título sea alto, no
es diagnóstica de infección reciente. El diagnóstico serológico no es fiable en pacientes
inmunodeprimidos, y en ellos hay que usar procedimientos para detectar el ADN vírico.
Dado que el virus no puede aislarse en cultivo celular estándar, el diagnóstico requiere
métodos para detectar las partículas o el ADN del virus, como la reacción en cadena de
la polimerasa (PCR) o la hibridación con ácido nucleico. Estas pruebas no están
disponibles de forma generalizada fuera de los centros de investigación o de los
laboratorios de referencia.
El diagnóstico prenatal de hídrops fetal inducido por B19 se puede realizar mediante
detección de ADN vírico en la sangre fetal o en el líquido amniótico por dichos
métodos.
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

El exantema del eritema infeccioso se debe diferenciar del de la rubéola, el sarampión,


las infecciones enterovíricas y las reacciones a fármacos.

La aparición de exantema y artritis en niños mayores debe hacer que se considere el


diagnóstico de artritis reumatoide juvenil, lupus eritematoso sistémico, enfermedad del
suero y otros trastornos del tejido conjuntivo.

ROSEOLA (EXANTEMA SÚBITO O SEXTA ENFERMEDAD)

Es una enfermedad exantemática propia de las primeras edades de la vida, que cursa con
un exantema maculopapuloso que aparece después.

Cursa con un exantema de aparición súbita al remitir la fiebre, en un lactante con un


cuadro febril de 3-4 días. Es una enfermedad infecciosa cuyo agente causal se identificó
como herpes virus: H. virus hominis 6 (VHH6). Herpes virus 6 y 7. El VHS-6 es
responsable de la mayoría de los casos.

Existen dos tipos de virus herpes humano 6: Tipo A y tipo B. El 99% de los casos de
roseola se producen por el tipo B. Más de 95% se observa en menores de 3 años.
Se transmite de forma esporádica y sin estacionalidad, por contagio directo durante el
periodo febril de la enfermedad. Los estudios serológicos han demostrado que la
mayoría de los niños han sido infectados con virus del herpes humano antes de los 3
años de edad y con el tipo 7 entre los 6 y los 10 años.

MANIFESTACIONES CLINICAS

Tiene un periodo de incubación entre 7-15 días. Afecta especialmente a lactantes entre 6
meses y 2 años de edad. La infección congénita se ha descrito en un 1% de los recién
nacidos. El periodo prodrómico se caracteriza por fiebre elevada, superior a 38,5°C. La
fiebre precede en 2-4 días la aparición del exantema máculopapuloso, constituido por
lesiones tenues rosadas de pequeño tamaño y no confluentes que afectan,
principalmente, al tronco y, ocasionalmente, a la cara y los hombros. En los países
asiáticos, se ha descrito un enantema con úlceras en el paladar blando y la úvula,
conocido como manchas de Nagayama. Le evolución es benigna y desaparece en 1-2
días sin descamación. No se han descrito complicaciones salvo convulsiones febriles.

Es una enfermedad benigna común en la infancia que se caracteriza por:

-Fiebre (38.3-41ºC): en periodos de tres a cuatro días (cede por crisis que coinciden
con la desaparición del exantema) Es frecuente que la enfermedad se anuncie por una
convulsión.

-Pérdida del apetito

-Irritabilidad

-Aparición de un exantema generalizado morbiliforme, que se desvanece en un par


de días (días u horas)
Debido a que la localización, aspecto y duración del exantema son variables, no se
considera un aspecto diferencial de la enfermedad, respecto de otros exantemas víricos.
La aparición súbita de la erupción cutánea al remitir la fiebre, en un lactante con un
cuadro febril de 3-4 días de evolución, es la clave del diagnóstico clínico. Es importante
reconocer la enfermedad, ya que algunos de estos lactantes que están siendo tratados
con antibióticos por el cuadro febril previo a la aparición del exantema, pueden ser mal
diagnosticados, atribuyendo el exantema a una reacción de tipo alérgico, confusión que
condicionaría sus tratamientos y obligaría a realizar pruebas de provocación.

DIAGNÓSTICO

Con fines diagnósticos recuérdese que la aparición del exantema y leucopenia en un


niño que ha padecido fiebre por tres o cuatro días debe hacer pensar en exantema súbito.
En el diagnóstico diferencial, cualquier enfermedad con fiebre aguda debe considerarse
antes de que el curso clínico establezca el diagnóstico de roseola. El exantema súbito se
diagnostica con base en las manifestaciones clínicas, por no existir hasta el momento
pruebas serológicas específicas para corroborar el diagnóstico.

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
Bibliografía

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Española de Pediatría; 2016.

Martínez R. Salud y enfermedad del niño y del adolescente. Octava ed. Durán L, editor.
México: El Manual Moderno; 2017.

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Nelson W. Nelson. Tratado de pediatría. 20th ed. Kliegman R, editor. España: ELSEVIER;
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