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Eritema infeccioso

Pediatría
Renteria Aguilar Saúl Manuel
403
Los exantemas en la práctica médica son parte de la historia de las enfermedades
infecciosas; es así como existen registros de su descripción en orden numérico: la
primera y la segunda enfermedad corresponden al sarampión y a la escarlatina, la
tercera es la rubéola y la cuarta fue la denominada enfermedad de Filatov-Dukes. La
quinta y sexta enfermedad, corresponden, respectivamente, al eritema infeccioso
por parvovirus B19 y al exantema súbito o roséola infantum causada por el virus
herpes humano tipo 6.
El eritema infeccioso, también llamado megaloeritema, quinta enfermedad o
popularmente “la enfermedad de la bofetada”, es una enfermedad vírica que se
manifiesta con una erupción muy característica en las mejillas que hace que se
parezca a una bofetada.

Etiología
El parvovirus B19 es un virus DNA pequeño, cuyo único huésped conocido es el ser
humano. Pertenece a la familia Parvoviridae, que comprende 3 géneros: Parvovirus,
Dependovirus y Densovirus. Debido a su especial tropismo por los precursores
eritroides se ha reclasificado como Erythrovirus B19.

Epidemiología
El eritema infeccioso es de distribución universal y puede infectar a cualquier grupo
de edad, aunque lo hace preferentemente a niños, adolescentes y adultos jóvenes.
Son frecuentes los brotes en las escuelas, generalmente comenzando a finales del
invierno o primavera y prolongándose durante el verano. La infección presenta un
patrón cíclico, de forma que los episodios epidémicos suelen repetirse cada cuatro o
cinco años. De acuerdo a “Bol Clin Hosp Infant Edo Son 2010” La primoinfección
ocurre más frecuentemente entre los cinco y 15 años (70%); tan sólo un 10% de los
casos tiene lugar en edades inferiores y un 20% en superiores
En EUA, de acuerdo a los STAT Pearls, la prevalencia (al menos en los países
desarrollados) es de 2-10% en menores de 5 años; 40–60% en mayores de 20 años
y más del 85% en mayores de 70 años.
El mecanismo de transmisión es, fundamentalmente, a través de las secreciones
respiratorias, de persona a persona, se considera que hay un 50% de
probabilidades de transmisión si alguien en un mismo hogar contrae este virus.
También se puede transmitir por la sangre y, de hecho, también se puede dar la
transmisión vertical.

Periodo de contagio e incubación


Tiene un periodo de incubación de 1-2 semanas, pero puede durar hasta 21 días.
La infección es bifásica. Inicialmente, en la primera fase hay una viremia que se
desarrolla a los 6 días después de la inoculación intranasal, que persiste alrededor
de una semana y la desaparición muestra correlación con desarrollo de IgM
anti-B19, que permanecen durante 4 meses, aquí se produce un cuadro seudogripal
inespecífico junto a una ligera anemia. A las dos semanas de la inoculación del
virus, comienza la segunda fase que coincide con la depuración de la viremia

Cuadro clínico
Las infecciones por B19 son, en su mayoría, asintomáticas. En contagios
demostrados serológicamente, sólo el 35% presentó manifestaciones clínicas y,
cuando están presentes las manifestaciones clínicas, ya no existe riesgo de
contagio. Durante la 1ra fase, antes del exantema característico surge en un lapso
de 7-14 días un cuadro inespecífico leve y breve que comprende fiebre, malestar
general, mialgias y cefaleas. Las artralgias y artritis rara vez surgen en niños
infectados pero afectan comúnmente a adultos y en particular a mujeres. Después
de la primera fase y hasta los 21 días, en la segunda fase de la infección es cuando
se presenta el exantema.

Exantema
La erupción en la cara es muy roja con una imagen de bofetada que a menudo se
acompaña de palidez peribucal (signo de las mejillas abofeteadas) también
conocida como “en alas de mariposa”. En el tronco también se observa una
erupción simétrica, maculopapular, en “entramado” y a menudo pruriginosa que se
desplaza en sentido periférico para abarcar brazos glúteos y muslos (conocida
también como “red de araña” o en encaje).
La erupción puede fluctuar en intensidad y reaparecer con cambios del entorno
como temperatura y exposición a la luz solar. Tiene una duración de 1-3 semanas.

Diagnóstico
Este es clínico, basándose sobre todo en las características del exantema y cuadro
clínico, particularmente en niños y durante un brote en la comunidad o en la
escuela.
- Laboratorio: El método preferido para la detección de la infección es la
determinación de los anticuerpos IgM e IgG específicos del virus en suero. La
infección aguda se demuestra con clínica compatible y presencia de
anticuerpos IgM en suero por el método de Inmunofluorescencia indirecta, los
valores de referencia son de 1/1; mientras que anticuerpos IgG representa
infección pasada. IgM suele aparecer tras la reducción de la viremia e IgG
suele tomar cuando menos una semana más tras la aparición de IgM.

Tratamiento
La mayoría de los casos sólo precisa tratamiento de los síntomas. El tratamiento de
la infección por Parvovirus B19 está dirigido sobre todo a determinados pacientes en
los cuales la infección supone un riesgo especial, como son: pacientes con anemia
hemolítica crónica, pacientes con alguna inmunodeficiencia congénita o adquirida y
las mujeres embarazadas, que no han pasado esta infección, por el riesgo que
puede tener para el feto.
En el caso de los pacientes inmunodeprimidos (infección VIH, leucemias, etc.) se
considera que son incapaces de eliminar la infección, y como consecuencia se
produce una destrucción persistente de los precursores eritroides y una anemia
crónica que se hará dependiente de transfusiones. El uso de inmunogamaglobulina
intravenosa para casos en circunstancias clínicas seleccionadas principalmente
pacientes inmunocomprometidos, usándose esta como una fuente de anticuerpos
específicos anti B19.
Complicaciones
Las complicaciones de la infección por parvovirus B19 son raras: artritis, anemia
hemolítica, neumonitis, síndrome hemofagocítico, signos de encefalopatías y otras.
En el caso de la infección durante el embarazo, el ratio de transmisión materno-fetal
es del 17 al 33%. En la mayoría de los fetos la infección se resuelve
espontáneamente, pero hay dos posibles complicaciones:
● Muerte fetal: El riesgo global de muerte fetal atribuible a infección por P-B19
es del 8,6% (oscila entre un 13% en las primeras 20 semanas de gestación y
un 0,5% después de las 20 semanas)
● Hydrops fetalis: es el resultado de la anemia fetal inducida por el virus, en
cuya severidad influye la vida media corta de los eritrocitos fetales. Dicha
anemia conduce a hipoxemia y fallo cardiaco. el riesgo global de hydrops en
embarazadas infectadas se describe en un 3,9%, siendo más frecuente, al
igual que la muerte fetal, si la infección se produce en la primera mitad de la
gestación

Prevención
La mejor prevención es el lavado de manos tras haber entrado en contacto con
secreciones de cualquier tipo, sobre todo respiratorias. Pacientes con infección
crónica por B19 o aplasia transitoria suponen un peligro de infección nosocomial,
por tanto estos pacientes han de permanecer con aislamiento respiratorio y de
contacto

Pronóstico
El eritema infeccioso es, por lo general, un proceso leve sin complicaciones en los
pacientes sanos. En la mayoría de los pacientes es benigna y auto limitada y no
necesita seguimiento. Los raros casos en que se llegan a presentar las
complicaciones, suelen presentarse en pacientes inmunocomprometidos y no
suelen haber secuelas. Por lo general, remite en 4–6 semanas.
No existe vacuna ni tratamiento específico para la infección por parvovirus b19.
Bibliografía:

● https://enfamilia.aeped.es/temas-salud/megaloeritema-eritema-infeccioso
● Claver Belver, N., Sanfeliu Sala, I., Merino Asensio, M. J., Monterde Pedra,
C., Pineda Solas, V., Capilla Rubio, S., & Fontanals Aymerich, D. (2018).
Infecciones por Erythrovirus B19. Seis años de seguimiento en población
adulta y pediátrica. Anales de Pediatría. doi:10.1016/j.anpedi.2018.05.016
● Macri A, Crane JS. Parvoviruses. [Updated 2022 May 23]. In: StatPearls
[Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2023 Jan-. Available
from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK482245/
● Reyes-Gómez U, Ramírez-Ponce B, Reyes-Hernández U, et al. Eritema
Infeccioso o Quinta Enfermedad. Bol Clin Hosp Infant Edo Son.
2010;27(1):56-60.

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